“Es un ‘no’ rotundo al muro porque afectaría a nuestros territorios ancestrales, a la flora y fauna de la región y sería como eliminarnos, sobre todo a los miembros de la tribu en México”, señaló Óscar Velázquez, uno de los gobernadores de la comunidad.
La comunidad indígena tohono o’odham, cuya mayoría de habitantes vive en Arizona, Estados Unidos, pero sus familiares y centros sagrados se encuentran en el desierto de Sonora, México, presentaron una solicitud de mediación ante la Secretaría de Gobernación y la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas ante el muro fronterizo que el presidente Donald Trump pretende construir.
El vicepresidente tribal, Verlon José, denunció que el gobierno mexicano nunca ha apoyado a los integrantes de la comunidad, pues la tribu “ha sido muy maltratada”. “Históricamente se nos ha despojado de tierras y de lugares sagrados y ahora no se nos ha prestado atención”, dijo a El País el vicepresidente de la tribu.
La nueva división material de la frontera representaría una nueva fragmentación para la comunidad, que se fracturó en 1854 cuando México vendió el territorio de La Mesilla a Estados Unidos, que comprende el sur de Arizona y el suroeste de México. “Es un ‘no’ rotundo al muro porque afectaría a nuestros territorios ancestrales, a la flora y fauna de la región y sería como eliminarnos, sobre todo a los miembros de la tribu en México”, señaló Óscar Velázquez, uno de los gobernadores de la comunidad.
“Necesitamos un frente común, que una al águila y al cóndor, que abarque a todos los pueblos originarios de América”, aseguró Velázquez, quien está consciente de que la unidad es fundamental si se quiere encarar a la Casa Blanca.
Por otra parte, la directora ejecutiva del Congreso Nacional de Indios Americanos que asesora a la tribu en la disputa, Jacqueline Pata, explicó que hay un “limbo” legal en torno a la decisión de Trump de construir el muro en reservas indígenas bajo la justificación de reforzar la seguridad nacional.
La representante de los indígenas considera que el conflicto puede encontrar una solución negociada, y descartó que la única salida sea una demanda contra el gobierno de Estados Unidos.
“Estamos convencidos de que las naciones tribales son Gobiernos soberanos, al igual que las autoridades federales y estatales de Estados Unidos, y creemos que tenemos el derecho a ser escuchados en el proceso de toma de decisiones, tanto sobre nuestra gente como sobre nuestras tierras”, señaló la defensora.
Para la tribu, el muro representa un peligro al no ser una realidad para su visión colectiva, a pesar de que ya hayan sufrido de las divisiones decididas por las autoridades del gobierno tanto mexicano como estadounidense. Jacob Serapo, ranchero indígena, dijo que, sin embargo, en su lengua “no existe una palabra para decir ‘muro’”.
Fuente: Desinformémonos
Fuente: Biodiversidad en América
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