jueves, 28 de febrero de 2019

EEUU: el vasto, estúpido e inútil muro con México.


Greg Grandin

En un cuento publicado en 1950, “El Muro y los Libros”, Jorge Luis Borges habla del emperador Shih Huang Ti, quien ordenó la construcción de la Gran Muralla China y la quema de todos los libros de su reino. Es Borges, así que cada razón que da para estos dos deseos aparentemente contradictorios – crear y destruir – va seguida de otra explicación que anula la primera.

Borges finalmente se conforma con la idea de que tanto el edificio como el incendio fueron impulsados por el deseo del emperador de “detener la muerte”. Shih Huang Ti, al menos según Borges, vivía aterrorizado por la mortalidad, prohibiendo que la palabra “muerte” se pronunciara en su presencia y buscando desesperadamente un elixir de juventud.

Tal vez, supuso Borges, Shih Huang Ti ordenó que se construyera el muro para preservar su reino para la eternidad, y ordenó que se quemara el libro para suprimir la idea de que nada dura para la eternidad. Porque si la historia contenida en los libros enseña algo, es que nuestro tiempo en la tierra es efímero. Aparentemente, al menos según Borges, el emperador sentenciaba a cualquiera que intentara salvar un libro a toda una vida de trabajos forzados en su pared.

” Quizás el muro era una metáfora”, escribe Borges, ya que su construcción “condenaba a quienes adoraban el pasado a una tarea tan vasta, tan estúpida e inútil como el propio pasado”.

En cuanto a Estados Unidos, aunque desde principios del siglo XX se habían levantado barreras físicas de uno u otro tipo a lo largo de su frontera con México – en su mayoría alambres de púas y cercas -, la idea de un “muro”, como una llamada chauvinista a las armas no ganó terreno hasta después de que el país perdiera su guerra en Vietnam. En esa guerra, el Secretario de Defensa Robert McNamara, con la esperanza de evitar que las fuerzas de Vietnam del Norte se infiltraran en Vietnam del Sur, gastó millones en doscientos mil carretes de alambre de púas y cinco millones de postes de cercas, con la intención de construir una “barrera” – la “Línea McNamara”, como se la conocía – que corría desde el Mar de China del Sur hasta Laos. Esa línea falló, ya que sus postes y torres de vigilancia se quemaron tan rápido como se pudieron construir.

En esa época, los activistas de derecha empezaron a pedir que se construyera un “muro” a lo largo de la frontera. El biólogo Garrett Hardin, profesor titular de la Universidad de California, Santa Bárbara, fue uno de los primeros en pedir tal barrera. “Podríamos construir un muro, literalmente”, escribió Hardin en un ensayo de 1977 titulado “Población e inmigración: Compasión o Responsabilidad” publicado en El Ecologista. Hardin fue uno de los primeros exponentes de lo que hoy en día se llama “realismo racial”, la idea de que un mundo de recursos limitados y tasas de natalidad de blancos en declive requiere fronteras endurecidas.

El editorial de 1971 de Hardin en Science, titulado “The Survival of Nations and Civilizations” (La supervivencia de las naciones y las civilizaciones), defiende este punto de vista:


¿Puede un gobierno de hombres persuadir a las mujeres de que es su deber patriótico emular a los conejos? ¿O forzarlas? Si renunciamos a la conquista y al sobrecrecimiento, nuestra supervivencia en un mundo competitivo depende de qué tipo de mundo sea: Un Mundo, o un mundo de territorios nacionales. Si el mundo es un gran bien común, en el que todos los alimentos se comparten por igual, entonces estamos perdidos. Aquellos que se reproducen más rápido reemplazarán al resto. […] En un mundo que no es perfecto, la asignación de derechos basada en el territorio debe ser defendida si se quiere evitar una raza reproductora en ruinas. Es poco probable que la civilización y la dignidad puedan sobrevivir en todas partes; pero mejor en unos pocos lugares que en ninguno.

Hardin describiría su posición como “ética de los botes salvavidas”, la idea de que los remos deben ser usados no solo como remos sino también como armas, para ahuyentar a otros que intentan subir al bote. Más tarde abogaría por la “ciencia de la raza” de The Bell Curve.

En las décadas siguientes, el chauvinismo anti inmigrante se apoderó del movimiento conservador y del Partido Republicano, y los intelectuales de derecha construyeron una biblioteca de manifiestos de continuación de la sombría visión del mundo de Hardin – desde La bomba de Tiempo de la Inmigración de Palmer Stacy y Wayne Lutton, publicada en 1985, hasta, cinco años más tarde, El Camino al Suicidio Nacional de Lawrence Auster – que se construyeron con base en los argumentos de Hardin.

Algunas de las primeras publicaciones surgieron de la literatura posterior a Vietnam sobre los “límites del crecimiento” – la idea de que la sociedad de consumo masivo se estaba agotando – y revelan una superposición entre las preocupaciones de los ambientalistas, los controladores de la población (con una obsesión especial por las altas tasas de fecundidad mexicanas), los defensores del idioma inglés y los chauvinistas anti inmigrantes. Hardin es un ejemplo de esta superposición, al igual que John Tanton, quien en la década de 1970 escribió un ensayo argumentando a favor de la eugenesia y ayudó a fundar la chauvinista Federación para la Reforma Migratoria Americana.

Como lo es el novelista y ecologista Edward Abbey, autor de The Monkey Wrench Gang (La banda de la tenaza), quien ya expresó su preocupación por el crecimiento de la población, las crecientes tasas de natalidad de las personas de color y la “latinización” de los Estados Unidos cuando en 1981 pidió la creación de una “barrera física” y la expansión de la patrulla fronteriza para incluir hasta veinte mil agentes (un número que se consideraba una propuesta radical en ese momento, pero que hoy en día es solo cerca de la mitad de los agentes que trabajan para la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Aduanas combinados).

“Estas son proposiciones duras, incluso crueles”, dijo Abbey, en una carta a la New York Review of Books. Pero, haciéndose eco de la ética de los botes salvavidas de Hardin, escribió que “el barco americano está lleno, si no sobrecargado; no podemos permitirnos más inmigración masiva. El público estadounidense es consciente de esta verdad aunque nuestros “líderes” prefieran intentar ignorarla. Sabemos lo que no reconocerán”.

Los ambientalistas, tanto convencionales como radicales, se alejaron de vincular su crítica social a los problemas de inmigración. Sin embargo, mientras lo hacían, el chauvinismo se convirtió en un asunto bipartidista.

Por un lado, comenzó a penetrar profundamente en el Partido Republicano. Patrick Buchanan fue el que más popularizó la idea de una barrera en la frontera sur en su oposición a la nominación de George H. W. Bush en 1992. Buchanan llevó a cabo una campaña inesperadamente fuerte, pidiendo que se construyera un muro o una zanja – una “trinchera de Buchanan”, como él dijo – a lo largo de la frontera México-Estados Unidos y que se enmendara la Constitución para que los hijos de los inmigrantes nacidos en el país no pudieran reivindicar la ciudadanía.

Bush ganó la nominación, pero Buchanan logró insertar en la plataforma republicana un compromiso para construir una “estructura” en la frontera. Dos años después, los republicanos de California defendieron la exitosa Proposición 187, que negaba servicios sociales a los residentes indocumentados.

Pero, por otro lado, los años 90 fueron los años del alto Clintonismo. Así que mientras los republicanos discutían formas de quitarles la ciudadanía a los “bebés ancla”, aprobar leyes de uso exclusivo del inglés en operaciones oficiales del gobierno, sacar a los niños indocumentados de las escuelas públicas y negarles el acceso a los hospitales públicos, Bill Clinton usó este extremismo para sonar moderado al mismo tiempo que presionaba su propia línea dura. “Todos los estadounidenses”, dijo en su discurso sobre el Estado de la Unión de 1995, deberían estar “justamente perturbados por el gran número de extranjeros ilegales que entran en nuestro país”.

Prometiendo “acelerar la deportación de los extranjeros ilegales que son arrestados por delitos”, Clinton firmó una serie de proyectos de ley sobre delitos, terrorismo e inmigración extremadamente punitivos, que crearon el régimen de deportación que existe hoy en día. Estas leyes cerraron varias vías para que los migrantes obtuvieran estatus legal, eliminaron la revisión judicial y requirieron detención sin fianza. Esencialmente, toda la burocracia de inmigración – sus agentes, tribunales y centros de detención – estaba ahora orientada a acelerar las deportaciones, cuyo número se disparó tremendamente. Los migrantes, incluidos los que tienen residencia legal, pueden ser deportados por cualquier infracción, incluidos los delitos menores, incluso si la transgresión se cometió décadas antes o si el asunto ya se ha resuelto en los tribunales.

La Casa Blanca consideró que esta campaña contra los inmigrantes se basaba en los diversos proyectos de ley de Clinton sobre la delincuencia, que habían recortado la ventaja republicana en cuestiones de “orden público”. Su asesor Rahm Emanuel, en un memorándum de política de 1996, le instó a centrarse en los migrantes en el “lugar de trabajo”, con el fin de establecer el objetivo de que ciertas industrias “estén libres de inmigrantes ilegales” y lograr “deportaciones récord de extranjeros criminales”. “Esto es genial”, escribió Clinton en el margen del memorándum.

Incluso la legislación que Clinton firmó puso fin a la asistencia social dirigida a los inmigrantes indocumentados, prohibiéndoles recibir muchos servicios sociales y prohibiendo que las jurisdicciones locales ofrezcan “santuario” a los residentes indocumentados.

Pero la jugada de Clinton para el voto chauvinista solo podía llegar hasta cierto punto. No solo los ambientalistas, sino también el movimiento laboral se estaba alejando de un enfoque anterior sobre la migración, mientras que los votantes latinos crecían en importancia.

Los republicanos, por otro lado, se comprometieron con una estrategia de supresión de votantes. Para ello se basó en un cálculo mundano: California, cuna de los conservadores modernos, no había votado por un presidente republicano desde que lo hizo por George H. W. Bush en 1988. Si el registro, la participación y las tendencias de preferencia de votantes continuaran como hasta entonces, los republicanos, temían algunos, empezarían a perder Texas, Arizona y Florida, junto con su condición de organización política a nivel nacional.

Del mismo modo, después de la reelección de Barack Obama en 2012, muchos conservadores llegaron a la conclusión de que ni los temas de la cuña cultural ni el seguir con algún tipo de reforma migratoria (basada en la Ley de Inmigración y Control de Ronald Reagan de 1986, que proporcionó un camino hacia la ciudadanía para unos tres millones de residentes indocumentados) necesariamente ayudarían al Partido Republicano en lo que se refiere a los votantes latinos.

Los votantes latinos no son leales a los demócratas por la promesa de una reforma migratoria, escribió Heather MacDonald, de la revista National Review, sino porque valoran “una red de seguridad más generosa, una fuerte intervención del gobierno en la economía y una tributación progresiva”.

En el American Enterprise Institute, Charles Murray estuvo de acuerdo en que los latinos no eran intrínsecamente conservadores. No son más religiosos que otros grupos, señaló Murray, ni más homofóbicos, y se oponen al aborto solo marginalmente más que la población en general (aunque Murray sí dijo que los trabajadores latinos que tienden a su lado parecen ser “trabajadores duros y competentes”, lo que él consideraba como sinónimo de conservador).

Sólo el hecho de que muchos walmarts latinoamericanos estén sindicalizados debería poner fin a uno de los clichés favoritos de Ronald Reagan, que los estrategas republicanos, hasta hace poco, gustaban repetir como un mantra reconfortante: que los latinos eran republicanos que aún no lo sabían. Una creciente comprensión de que muchos inmigrantes latinos eran de hecho socialdemócratas ayudó a inclinar la balanza del poder dentro del Partido Republicano hacia las fuerzas de lo que ahora se llama Trumpismo.

Tras la catastrófica presidencia de George W. Bush, los conservadores del movimiento, atados por su propio exceso ideológico y sintiendo que estaban perdiendo una guerra cultural más amplia, se aferraron a la demonización de los migrantes como una forma de explicar los reveses sin tener que recurrir a la moderación. Activistas, pensadores y políticos de derecha responsabilizaron a la Ley de Inmigración y Control de Reagan no solo por la toma demócrata de California, sino también por la elección de Barack Obama en 2008 y la reelección en 2012.

De acuerdo con esta línea de pensamiento, la amnistía de Reagan agregó (como resultado que los ciudadanos naturalizados pueden patrocinar a otros miembros de la familia para obtener la ciudadanía) quince millones de nuevos ciudadanos a las listas de votantes. Steve King, el principal ideólogo chauvinista de los republicanos en la Cámara, dijo que este supuesto aumento “provocó la elección de Barack Obama”.

Antes de las elecciones de 2016, la mayoría de los republicanos creían que millones de “inmigrantes ilegales” habían votado en 2008 y 2012 y planeaban hacerlo de nuevo en 2016. No hay evidencia que apoye ninguna de estas afirmaciones, sin embargo, tales argumentos justifican los esfuerzos continuos para suprimir el voto de inmigrantes, refugiados y sus descendientes. Más recientemente, Tucker Carlson, de Fox, utilizó ese argumento para minimizar la importancia de la interferencia rusa en la política interna de Estados Unidos, acusando a México de “interferir rutinariamente en nuestras elecciones al empacar a nuestro electorado”.

A un paso de enfrentarse a una Cámara liderada por el Partido Demócrata, asediado por la multiplicación de las investigaciones criminales a nivel federal y estatal, y derribado por el descenso de los números de las encuestas, Donald Trump ahora está apostando su presidencia en el muro, cerrando el gobierno hasta que consiga algo que él puede llamar a un triunfo. Esto, también, parece un cálculo mundano, que mientras sus oponentes permanezcan divididos, él puede permanecer a flote movilizando al alrededor del 30 por ciento del país que piensa que tenemos que tapiar la frontera sur.

“Su presidencia ha terminado si no construye el muro”, dijo recientemente, al periodista de Nueva York Mattathias Schwartz, Steve Bannon, ex asesor de Trump y quizás el realista de la raza más famoso del país. “Él lo sabe.”

Bannon continuó diciendo que Trump necesita crear hechos sobre el terreno:


O tienes una crisis o no la tienes… Si es una crisis, actúa como tal. Que se declare una emergencia de seguridad nacional en la frontera sur. Despliega tropas no para ayudar a la Patrulla Fronteriza sino para reemplazarlas, entonces traes al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para construir la muralla. Saca las retroexcavadoras y empieza a cavar. Los demócratas, los republicanos del establishment, los medios de comunicación, tal vez los tribunales, todos se vuelven locos. Todo el mundo lo combate. Pero tú eres Trump, y finalmente estás construyendo un maldito muro.

Aun así, hay un exceso en el odio que Trump aprovecha y que no puede ser explicado por la machtpolitik de su estilo, ni por los recientes informes que dicen que la “pared” era simplemente un dispositivo mnemónico para mantener la corta atención de Trump centrada en un tema de conversación. Las promesas de construir el muro canalizan corrientes psíquicas que se encuentran en lo más profundo de la cultura estadounidense, y ahora parecen ser lo único que unifica a los partidarios de Trump, y dirige su odio hacia un pueblo que representa en gran medida los ideales que ellos afirman valorar.

En todo Estados Unidos, los latinos han revitalizado los barrios y poblado los centros urbanos, han abierto tiendas y han inyectado dinero en pequeñas empresas establecidas. La América de los centros comerciales sería aún más árida si no fuera por los mexicanos y centroamericanos que han convertido tiendas vacías en taquerías, carnicerías, pupuserías y otras empresas. Incluso Charles Murray dice que tienen una buena ética de trabajo. Es como si, al forzar a los latinos a la sombra, la derecha quisiera acelerar el camino hacia la muerte, y terminar el vaciamiento iniciado hace años con el ascenso de la globalización corporativa.

Al mismo tiempo, sin embargo, y volviendo a Borges, el odio parece sintomático del terror a la mortalidad, del tipo que el escritor argentino atribuyó a Shih Huang Ti. En pocas palabras, la dependencia de Estados Unidos del trabajo de los inmigrantes confirma la base social de la existencia y, por lo tanto, la legitimidad de los derechos sociales y la socialdemocracia. Y en una cultura política que considera sacrosantos los derechos individuales, los derechos sociales son algo más vil que la herejía. Implican límites, y los límites significan la muerte, la extinción de la única premisa americana de que todo – que se trata del actual arreglo racialmente segregado de distribución de la riqueza, extraído y producido en un mundo que está al borde del colapso – va a continuar para siempre.

colaborador de TomDispatch, autor de Fordlandia: The Rise and Fall of Henry Ford´s Lost Jungle City y próximamente de Empire of Necessity: Slavery, Freedom and Deception in the New World.

miércoles, 27 de febrero de 2019

La guerra alimentaria. La Tercera Guerra Mundial ha iniciado.

Foto de Tobin Jones

Por Gustavo Duch

Eco Portal, 26 de febrero, 2019.- El control de las materias primas genera múltiples batallas con millones de víctimas, más que ningún otro conflicto haya provocado. Y no solo mata el hambre.

Dicen que si a las cosas no les ponemos nombres no existen. Así que cuanto antes bauticemos a la actual escalada militar que se ha convertido ya en una tercera guerra mundial, mejor. Antes la reconoceremos y antes podremos, tal vez, detenerla. Propongo llamarla la Guerra Alimentaria.

Para decidir que hablamos de una guerra, según la Wikipedia, debemos focalizar “un conflicto que enfrenta violentamente a dos grupos humanos masivos, y que comporta como resultado la muerte, individual o colectiva, mediante el uso de armas de toda índole”. Pues bien, los dos grupos humanos masivos en conflicto están bien definidos. Generalizando, en un bando los países ricos del norte o países industrializados, en el otro los países del sur donde el sector primario sigue siendo el predominante (aunque ciertamente hay sures en los nortes, y nortes en los sures). Que la muerte es el resultado de este conflicto es algo obvio. Hablamos de millones de víctimas, cifras como nunca antes otra guerra ha provocado. Y aunque el conflicto que genera múltiples batallas es por el control de los alimentos, no solo de hambre mueren las víctimas. Las muertes de esta guerra alimentaria tienen muchas formas de presentarse. Tantas como armas de toda índole se están usando.

Entre las armas más conocidas tenemos el expolio, que, si en tiempos de colonización eran invasiones a mano armada, en tiempos de neocolonizaciones son algo más sutiles y avanzan disfrazadas de inversiones agrícolas para favorecer el desarrollo del país. Muy similar, el acaparamiento de bienes comunes es otra fórmula de despojo consistente en el control de la tierra, el agua o las semillas. Los paramilitares en Colombia usurpando tierras en favor de los grandes terratenientes de la palma africana es uno de los muchos ejemplos que podríamos citar. Estas dos armas, junto con el libre comercio que nunca favorece a las pequeñas agriculturas de los países del Sur, conforman una tríada ampliamente identificada y denunciada que acaba con la soberanía alimentaria de miles de territorios y que es responsable del hambre, la muerte o el éxodo.

Conviene ahora añadir tres armas en los arsenales de este nuestro primer mundo inquieto e innovador. La primera de ellas, las bombas y los misiles directamente disparados sobre objetivos agrícolas. Como explica el informe Estrategias de la Coalición en la Guerra del Yemen, escrito por Martha Mundy, y presentado el pasado mes de octubre, 22 millones de personas, el 75% de la población yemení, sufren de hambre, y de ellas, más de 8 millones precisan de ayuda urgente y constante. Claramente, desde mediados del 2015, explica el informe, los objetivos militares de esta Guerra Alimentaria ponen la atención en las zonas rurales y en los sistemas de producción y distribución alimentaria. En las mejores zonas agrícolas, los bombardeos han reducido a la mitad las hectáreas de tierras aptas para el cultivo y han provocado que entre el 20 y el 61% de la producción de fruta y verdura y ganadería haya desaparecido. Las capturas de pesca han caído alrededor de un 50% porque los ataques aéreos han asesinado a casi 150 pescadores. Y entre tanta destrucción alimentaria, también se mantiene bloqueado el puerto de Hodeida por donde entraba el 80% de los alimentos importados del país. Ejemplos como el del Yemen los podemos encontrar idénticos en el caso de Palestina.

La segunda de ellas la tenemos muy visible. Frente al éxodo provocado en este conflicto mundial consistente en dominar el acceso a los alimentos, Europa y EEUU están ofreciendo la misma respuesta. Vallas, muros y un amplio despliegue militar para frenar cualquier posibilidad de llegada de personas migrantes a nuestros territorios. Solo en el Mediterráneo se cuentan en miles las personas fallecidas frente a este escudo de protección. Mueren con las manos buscando manos.

La tercera de estas armas está en fase de desarrollo. Bajo el argumento de “garantizar alimentos al país ante situaciones de sequía, plagas, inundaciones o bioterrorismo”, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, del Departamento de Defensa de Estados Unidos, está desarrollando el llamado Project Insect Allies.

Como explican en su página web, la tecnología que pretenden desarrollar consiste en la introducción de un virus, a partir de un insecto, en los cultivos agrícolas deseados, consiguiendo modificar rápidamente el ADN de estas plantas. Es decir, si imaginamos que un campo de trigo está siendo afectado por una tremenda sequía, se dispondrá de un ejército de insectos modificados genéticamente que sobrevolando dichos campos podrá inyectarles o administrarles un virus, también genéticamente modificado, que conseguirá cambiar el ADN del cultivo de trigo para darle, en este caso, mayor capacidad de resistencia frente a la sequía en el mismo momento que la necesita. Como recientemente ha recogido la revista Science, esta misma tecnología que se presenta como protectora de los cultivos puede perfectamente ser usada como arma biológica para acabar con los cultivos de tu enemigo, haciendo caer sobre ellos un ejército de estos insectos mutantes equipado con un virus con capacidad infecciosa o esterilizante. Con las nuevas técnicas de edición genética CRISPR, no hablamos de ciencia ficción.

¿Y llegaremos a este extremo? Seguro que sí, la relación de amor entre las grandes multinacionales agrícolas y los aparatos militares ya tienen muchos años de cosechar resultados, como Bayer o Monsanto demostraron en la II Guerra Mundial y en la Guerra de Vietnam, respectivamente. Estas tecnologías no parecen acertadas y a mi entender, lo que urge es reconocer que el mundo del norte se equivocó en su carrera loca y capitalista de industrialización y que debe volver a poner en práctica aquello por lo que está militarmente batallando: producir sus propios alimentos.

Más agricultura local es una retirada a tiempo, por el bien del planeta.
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martes, 26 de febrero de 2019

El cambio climático pone en riesgo la paz y la seguridad mundial.

Ministra de Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Catherine McKenna. Crédito: Cortesía.

IPS conversó con la ministra de Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Catherine McKenna, sobre las nuevas amenazas a la paz y a la seguridad derivadas de los destrozos causados por el cambio climático.

Por Thalif Deen

IPS, 25 de febrero, 2019.- El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debatió sobre las nuevas amenazas a la paz y a la seguridad derivadas de los destrozos causados por el cambio climático. IPS conversó con la ministra de Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Catherine McKenna, sobre este asunto y la posición de su país.

“Independientemente de que el tema sea la desertificación en partes de África, las migraciones forzadas de comunidades vulnerables en América Central, los conflictos por la escasez de agua o el aumento del nivel del mar y las tormentas tropicales en los pequeños estados insulares, la dimensión de seguridad instalada por el cambio climático es acuciante y multifacética”, alertó.

Como parte de los 2.650 millones de dólares comprometidos por Canadá para ayudar a los países en desarrollo en sus esfuerzos de mitigación y adaptación, el gobierno canadiense aumentó su apoyo a la adaptación de las poblaciones más vulnerables a los impactos del cambio climático.

Ese fondo incluye paquetes para los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID), como Maldivas, Tuvalu y Kiribati, que están en peligro de desaparecer del mapa por la elevación del nivel del mar.
- ¿Cómo caracteriza los desafíos que plantea el cambio climático para la paz y la seguridad?

El impacto del cambio climático va más allá del ambiente. Tiene un efecto significativo en las economías, el desarrollo social, la paz y la seguridad, y en particular en contextos frágiles, donde multiplica las amenazas a las dificultades de gobernanza.


El impacto del cambio climático va más allá del ambiente 

La mayor frecuencia, severidad y magnitud de los eventos climáticos extremos en todo el mundo, uno de los resultados inmediatos y visibles del cambio climático, probablemente continúen generando crisis humanitarias.

Canadá también reconoce que mujeres y niñas sufren de forma desproporcionada los efectos adversos de la variabilidad climática, y subrayamos la importancia de hacer frente a sus necesidades mientras los países se reconstruyen.

La Política Internacional de Defensa y Asistencia,de Canadá reconoce que el cambio climático supone un serio desafío a la seguridad y que debe atenderse para sostener el desarrollo y los logros en materia de paz y seguridad.

El gobierno de Canadá cree que un enfoque integral para hacer frente al cambio climático es esencial para explicar las consecuencias sociales, económicas, políticas y de seguridad a escala global, y que el consenso multilateral es clave para lograr el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, además de la importancia de involucrar a mujeres y niñas en la toma de decisiones en cuestiones ambientales y de acción climática.

- ¿Cree que la comunidad internacional, y en especial la ONU, responden de forma adecuada a estos peligros con acciones concretas en materia de resiliencia climática y fondos para la adaptación?

En la COP21 (21 Conferencia de la Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), de París, la comunidad internacional se reunió para fortalecer la respuesta global al cambio climático mejorando la capacidad adaptativa y reduciendo la vulnerabilidad a ese fenómeno, así como suministrando recursos económicos para apoyar a los países en desarrollo en su transición hacia un futuro con menos emisiones de carbono y manteniendo el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados (centígrados), respecto de la era preindustrial, a la vez que nos esforzamos para que no suba más de 1,5 grados.

Con la adopción del Acuerdo de París en 2018, todos los países, incluidas las economías fuertes, avanzan hacia esos compromisos.

En el marco de los 2.650 millones de dólares que Canadá destina a los países en desarrollo para apoyar sus esfuerzos de mitigación y adaptación, también aumentó su apoyo a la adaptación de las poblaciones más pobres y más vulnerables que sufren el cambio climático, que incluye a las de los PEID.

Canadá destina 60 millones de dólares para crear un Programa de Energía Renovable en los PEID, del Banco Mundial, para apoyar la planificación y la construcción de infraestructura de energía renovable, eficiencia energética y soluciones de almacenamiento de pilas.

Canadá suministra 300 millones de dólares al Fondo Verde para el Clima para promover proyectos que apoyen la transición de los PEID, de los países menos adelantados (PMA) y de los estados africanos hacia economías más limpias y resistentes al cambio climático.

Canadá vuelca 30 millones de dólares para responder a las necesidades urgentes de adaptación de los países en desarrollo a través del Fondo para los PMA. Hasta 2016, el fondo aprobó 1.000 millones de dólares para proyectos en 40 países, entre ellos nueve PEID como Tuvalu, Maldivas y Kiribati.

- ¿Qué monto de los 2.650 millones de dólares, comprometidos para un plazo de cinco años por el primer ministro Justin Trudeau en 2015, se vertió y quiénes son los beneficiarios? ¿Habrá más subsidios después de 2020?

Hasta ahora se destinaron 1.500 millones de dólares a distintos proyectos en forma de subsidio y de préstamos en condiciones muy favorables. Ese compromiso cubre el período 2015/16 a 2020/21.

Aquí encontrará los últimos anuncios al respecto.

Los fondos para después de 2020/2021 requerirán de una decisión del gobierno de Canadá.

- La escasez de agua ha llevado a conflictos como los que enfrentan a Israel y Jordania, India y Pakistán, Egipto y Etiopía, Palestina e Israel, (sin olvidarse de Bolivia, Perú y Chile). ¿Cree que la situación puede llegar a empeorar?

Canadá reconoce que el agua, si no se gestiona de forma eficiente y justa y de manera inclusiva, puede ser un elemento favorable para los conflictos.

La abundancia de agua puede generar inundaciones, mientras que la escasez causa sequías, las que tienen significativas consecuencias políticas, sociales, ambientales y económicas.

Regiones que ya tienen problemas, como pobreza, tensiones sociales, degradación ambiental y/o instituciones políticas frágiles, son particularmente vulnerables a esos efectos.

Canadá también reconoce que las mujeres son las más susceptibles a cargar con las consecuencias de esos cambios y de los posibles conflictos.

La escasez de agua, la mala calidad o las inundaciones pueden llegar a exacerbar cada vez más las tensiones sociales. Eso puede socavar el desarrollo económico en varios países y puede aumentar el riesgo de inestabilidad.

Pero a pesar de la complejidad de los problemas, el agua también es un recurso para la colaboración. Si bien en los últimos 50 años hubo 40 casos de conflictos muy violentos, también hubo más de 150 tratados sobre agua en el mundo.

- Los fenómenos climáticos extremos han creado la nueva categoría de “refugiados climáticos”, ¿cree que debería enmendarse y actualizarse la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951?

Las decisiones sobre las acciones que el gobierno de Canadá pueda tomar en caso de desastres naturales se deciden caso a caso.

Para consultas sobre enmiendas a una convención de la ONU, por favor contactar directamente al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

- ¿Cómo son las políticas ambientales de Canadá en relación con las emisiones de carbono, la contaminación, la tecnología limpia, las energías renovables y la conservación marina, así como su contribución al Fondo Verde para el Clima (FVC)?

El Marco Pancanadiense sobre Cambio Climático y Crecimiento Verde (PCF) es el plan de Canadá para tomar medidas ambiciosas en la lucha contra el cambio climático.

El PCF se basa en cuatro pilares: 1) poner un precio a la contaminación con carbono; 2) tomar acciones complementarias para reducir las emisiones en toda la economía; 3) tomar medidas de adaptación y resiliencia climática; 4) desarrollar tecnología limpia, innovación y empleo, que incluye más de 50 acciones concretas que cubren todos los sectores de la economía canadiense.

El PCF se planteó reducir los gases invernadero, para cumplir con su compromiso en el marco del Acuerdo de París, en 30 por ciento para 2030, por debajo de los niveles de 2005.

Las reducciones adicionales vendrán de la mano de medidas que todavía no se han modelado, e incluyen el aumento del secuestro de carbono a partir de los bosques y de tierras cultivables, inversiones en infraestructura verde, tránsito público y tecnología limpia e innovación, así como acciones futuras de los gobiernos, federal, provinciales y territoriales.

En el PCF, Canadá se comprometió a convertirse en líder global en materia de innovación en tecnologías limpias.

El gobierno federal anunció desde entonces 2.300 millones de dólares en inversiones en tecnologías limpias, incluidos casi 1.400 millones de dólares en fondos dedicados a apoyar empresas de tecnologías limpias y 400 millones de dólares para el desarrollo y la demostración de tecnologías limpias.

Ochenta por ciento de la electricidad de Canadá ya procede de fuentes no contaminantes, como la energía hidroeléctrica, la energía solar y la energía eólica, y este país se fijó el objetivo de elevar esa proporción a 90 por ciento para 2030. Con ese fin, destinó 26.900 millones de dólares a infraestructura verde, los que se destinarán a apoyar proyectos de energía renovable.

Además, Canadá trabaja para reducir las emisiones contaminantes de sus fuentes de generación eléctrica a base de combustibles fósiles, tras aprobar un marco legal en diciembre de 2018 que reducirá de forma paulatina la electricidad tradicional, generada a partir del carbón, antes de 2030 y limitará los gases invernadero emitidos por la generación de electricidad a partir del gas natural.

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Traducción: Verónica Firme
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IMPORTANTE: Esta nota ha sido reproducida previo acuerdo con la agencia de noticias IPS. En este sentido está prohibida su reproducción salvo acuerdo directo con la agencia IPS. Para este efecto dirigirse a: ventas@ipslatam.net

lunes, 25 de febrero de 2019

La actual crisis político-social reclama profetas.

Leonardo Boff

El profetismo es un fenómeno no solo bíblico. Consta en otras religiones como en Egipto, en Mesopotamia, en Mari y en Caná, en todos los tiempos, también en los nuestros. Hay varios tipos de profetas (comunidades proféticas, visionarios, profetas del culto, de la corte etc) que no cabe analizar aquí. Son clásicos los profetas del Primer Testamento (antes se decía Antiguo Testamento) que se mostraban sensibles a las cuestiones sociales, como Oseas, Amós, Miqueas, Jeremías e Isaías.

A decir verdad, en todas las fases del cristianismo siempre ha estado presente el espíritu profético, como entre nosotros innegablemente con Dom Helder Câmara, con el Cardenal Don Paulo Evaristo Arns, con Don Pedro Casaldáliga y otros, para hablar solo de Brasil.

El profeta es un indignado. Su lucha es por el derecho y por la justicia, especialmente en favor de los pobres, los débiles y las viudas, contra los explotadores de los campesinos, contra los que falsifican pesos y medidas y contra el lujo de los palacios reales. Sienten una llamada dentro de sí, interpretada en el código bíblico como una misión divina. Amós, que era un simple vaquero, Miqueas, un pequeño colono, y Oseas, casado con una prostituta, dejan sus quehaceres y van al patio del templo o delante del palacio real para hacer sus denuncias. Pero no solo denuncian. Anuncian catástrofes y después anuncian una nueva esperanza, un comienzo nuevo y mejor.

Están atentos a los acontecimientos históricos también a nivel internacional. Por ejemplo, Miqueas increpa a Nínive, capital del imperio asirio: “Ay de la ciudad sanguinaria, en ella todo es mentira. Está llena de robo y no para de saquear. Lanzaré sobre ti inmundicias” (3,1.6). Jeremías llama a Babilonia “la metrópolis del terror”.

Debemos entender correctamente las previsiones de los profetas. No es que predigan las catástrofes, como si tuviesen acceso a un saber especial. El sentido es este: si la situación actual persiste y no se cambia la explotación, las prácticas contra los indefensos y el abandono de la relación reverente con Javé, entonces va a suceder una desgracia.

Lógicamente desagradan a los poderosos, a los reyes e incluso al pueblo. Les llaman “perturbadores del orden”, “conspiradores contra la corte o el rey”. Por eso los profetas son perseguidos, como Jeremías que fue torturado y encarcelado; otros fueron asesinados. Pocos profetas murieron de viejos, pero nadie les hizo callar.

Evidentemente hay falsos profetas, aquellos que viven en las cortes y son amigos de los ricos. Anuncian sólo cosas agradables y hasta les pagan para eso. Hay un verdadero conflicto entre los falsos y los verdaderos profetas. Señal de que un profeta es verdadero es el valor de arriesgar la vida por la causa de los humildes de la tierra, que siempre grita por la justicia y por el derecho y que, incansablemente, defiende lo correcto y lo justo.

Los profetas irrumpen en tiempos de crisis para denunciar proyectos ilusorios y anunciar un camino que haga justicia al humillado y que genere una sociedad agradable a Dios porque atiende a los ofendidos y a los que han sido invisibilizados. La justicia y el derecho son las bases de la paz duradera: ese es el mensaje central de los profetas.

En nuestra realidad nacional y mundial vivimos hoy una grave crisis. Agrupaciones de científicos y analistas del estado de la Tierra nos advierten que si sigue la lógica de la acumulación ilimitada estamos preparando una grave catástrofe ecológico-social. No vamos hacia el calentamiento global. Estamos ya dentro de él y las señales son innegables.

Estas voces, de las más autorizadas, no son oídas por los “decision makers” ni por los hombres de dinero. En nuestro país, sumergido en una crisis sin precedentes, gobernado caóticamente por personas incompetentes y hasta ridículas, nos faltan profetas que denuncien y apunten caminos viables para salir de este atolladero.

En línea profética están las palabras de Márcio Pochmann: “Si se mantiene el camino abierto por el neoliberalismo de Temer y ahora profundizado por el ultraliberalismo que domina el confuso gobierno Bolsonaro, la evolución de Brasil tenderá a ser la de Grecia, con cierre de empresas y quiebra de la administración pública. Lo peor se aproxima rápidamente”. Otros van más allá: “si se imponen las reformas político-sociales, conformes a la lógica del mercado, meramente competitivo y nada cooperativo, Brasil podrá transformarse en una nación de parias”. Necesitamos profetas, religiosos, civiles, hombres y mujeres, o por lo menos que tengan actitudes proféticas, para denunciar que el camino ya decidido será catastrófico.

Valgan las palabras de Isaías: “El pueblo que vive en la oscuridad verá una gran luz. A los que habitan en regiones áridas, una luz resplandecerá sobre ellos” (9,1-2).

*Leonardo Boff es teólogo, filósofo y escritor. Ha escrito Ecología: grito de la Tierra, grito de los pobres, Vozes 2005.


Traducción de Mª José Gavito Milano

domingo, 24 de febrero de 2019

“La relación entre clase social y bagaje étnico es lo mismo en todo el mundo”


Foto: Netflix
Servindi, 21 de febrero, 2019.-  En una reciente entrevista para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el director de la película mexicana Roma,  Alfonso Cuarón, sostuvo que “la relación entre clase social y bagaje étnico es lo mismo en todo el mundo”.
Asimismo, refirió que en México, como en cualquier parte del mundo, “no es muy difícil ver dónde está el poder económico a partir del color de la piel”, donde los pueblos indígenas terminan con mucho menor privilegio.
Con respecto al uso de la lengua mixteca en la película Roma, protagonizada por la joven indígena mexicana Yalitza Aparicio, Cuarón justificó que se trata de “una lengua muy reprimida” que son habladas por las protagonistas solo en “sus espacios”, la cocina y su cuarto.
Además explicó que en México hubo programas de erradicación de las lenguas originarias bajo una presión social que se recibe de generación en generación “por temor a no integrarse”.
“A mí me sorprendió un tuit que decía 'para qué esa lengua '. La función de la lengua es comunicar y si la hablan pocos ya no debería ni de existir. Es aterrador eso. Es casi un genocidio cultural. Las lenguas se enriquecen de la diversidad. El conocimiento se enriquece de la diversidad. La humanidad se enriquece de la diversidad”, agregó.
En este sentido, declaró que la película también “ha abierto conversación en México acerca del racismo que la hemos ignorado muchísimo y vivido negándolo”.

Fuente: Servindi

sábado, 23 de febrero de 2019

La riqueza de la lengua materna.

Fuente de la imagen: Recoleta.cl
Día Internacional de la Lengua Materna, 21 de febrero.
Por Unesco
21 de febrero, 2019.- Los idiomas, con su compleja imbricación con la identidad, la comunicación, la integración social, la educación y el desarrollo, son factores de importancia estratégica para las personas y para todo el planeta. Sin embargo, a causa de los procesos de globalización, pesa sobre las lenguas una amenaza cada vez mayor de extinguirse; en algunos casos, algunas ya están desapareciendo completamente.
Con la extinción de los idiomas mengua también la rica urdimbre de la diversidad cultural. Se pierden posibilidades, tradiciones, recuerdos, modalidades únicas de pensamiento y expresión; recursos valiosos y necesarios para lograr un futuro mejor.
Al menos el 43% de las 6000 lenguas que se estima que se hablan en el mundo están en peligro de extinción. Tan solo unos pocos centenares de idiomas han tenido el privilegio de incorporarse a los sistemas educativos y al dominio público, y menos de un centenar se utilizan en el mundo digital.
El uso de las lenguas maternas en el marco de un enfoque plurilingüe es un componente esencial de la educación de calidad, que es la base para empoderar a las mujeres y a los hombres y a sus sociedades. Debemos reconocer y promover este potencial de las lenguas para no dejar a nadie rezagado y construir un futuro más justo y sostenible para todos, como se recoge en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La diversidad cultural y el diálogo intercultural, el fomento de la educación para todos y la creación de las sociedades del conocimiento son factores fundamentales para la labor de la (UNESCO). Pero esos cometidos no son posibles sin un amplio compromiso internacional orientado a promover el plurilingüismo y la diversidad idiomática, lo que incluye la preservación de las lenguas en peligro de desaparición.
Desde 2002, se observa el Día Internacional de la Lengua Materna, con el objetivo de promover el multilingüismo y la diversidad cultural.
Cada dos semanas desaparece una lengua que se lleva consigo todo un patrimonio cultural e intelectual
 
La diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada con un mayor número de lenguas que desaparecen. Como promedio, cada dos semanas, una lengua desaparece, llevándose consigo la desaparición también de todo un patrimonio cultural e intelectual.
Afortunadamente, y gracias a que se ha asumido la importancia que tienen estas lenguas, se han alcanzado logros en materia de educación plurilingüe basada la lengua materna, en particular en la educación primaria. Asimismo, hay un compromiso cada vez mayor para que se desarrollen en la vida pública.
Las sociedades multilingües y multiculturales existen a través de sus lenguas, que transmiten y preservan los conocimientos y las culturas tradicionales de manera sostenible. Por eso, debemos cuidar de todas las lenguas.

Fuente: Servindi

viernes, 22 de febrero de 2019

Perder el miedo, recuperar la esperanza: propuestas para dialogar.


Surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos. Y, al crecer la maldad, se enfriará el amor de muchos. Mt 24, 11-12.

por Francisco José Pérez · en Democracia y participación política.

Tras dos entradas anteriores, centradas en algunas señales del presente, intentando descubrir tendencias de futuro, los resultados electorales en Andalucía invitaban a volver revisar las reflexiones, pero tal vez sería caer en ese “…exceso de diagnóstico que no siempre está acompañado de propuestas superadoras y realmente aplicables” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium 50). Por eso, dejamos de lado las tentaciones para seguir el hilo de la reflexión.


El discurso y las tendencias de fondo


Resumimos algunos factores tras el auge de los nuevos totalitarismos: 
Cultura dominante con fuertes signos de deshumanización. 
Importante desapego de la ciudadanía de las opciones de izquierda, debido más a la indefinición e incoherencia en que ésta se mueve, que a un proceso de derechización social; indefinición relacionada con el hecho de que en bastantes partidos y movimientos que se pretenden liberadores, su cultura política está cada vez más colonizada por el liberalismo dominante. 
Contradicción entre neoliberalismo imperante tras el actual modelo de crecimiento económico y democracia, y que da lugar a una concentración de la riqueza y un aumento de la desigualdad sin precedentes, que amenazan el Estado de bienestar y generan frustración en buena parte de la población que, sin empleo o empleos precarios y sin perspectivas de mejora, se ve empujada electoralmente al autoritarismo en boga. 
Una democracia cada vez más servil, cuando no instrumento, de los intereses dominantes. Así, en su nombre, se invaden o destruyen países (Irak, Libia, Siria…) para defender intereses de las élites dominantes. Esta nueva forma de gobierno utiliza la conversión de los conflictos políticos en conflictos mediáticos, gestionados por técnicos de publicidad y comunicación, sin dudar en recurrir a la mentira, a fake news, para anular la conciencia crítica. 


Nuevo totalitarismo, pues, que se extiende agitando los fantasmas del miedo, manipulando los problemas sociales que utiliza como señuelo y ocultando sus verdaderos intereses neoliberales: fiscalidad favorable a las élites económicas, eliminación de derechos laborales y sociales, reducción y/o eliminación de redes de protección social (desempleo, pensiones de jubilación, seguridad social…), retroceso en los derechos y libertades… algunos ejemplos:


Nacionalismo


El auge de nacionalismos radicales vinculados a la idea de soberanía y a la reivindicación del Estado-nación frente a la globalización capitalista, es una de las principales banderas del totalitarismo, y lanza el mensaje de que basta con abandonar la Unión Europea y recuperar el poder de un estado fuerte, para solucionar los problemas. En nuestro caso, el “nacionalismo español” se ve potenciado por el catalán, que sustenta la misma idea: basta separarse del Estado español para solucionar los problemas, lo que da lugar a una guerra de banderas ondeadas para reclamar derechos frente a otros: primero los españoles, los catalanes; fuera extranjeros… y se reduce la liberación a determinados grupos, excluyendo a muchos otros a los que se les acusa de ser la causa de todos los males: recortes, paro…


Una propuesta liberadora, en un mundo global, ha de incluir la emancipación de todas las personas subordinadas y subyugadas por el capitalismo globalizado. No podemos seguir sacrificando a millones de personas, a pueblos expoliados y abandonados a su destino… para mejorar el bienestar de unos pocos.


Migrantes y refugiados y racismo colonial


Su rechazo, estrechamente vinculado a los nacionalismos, se basa en presentarlas como un grave problema, nunca como oportunidad, de forma machacona hasta convertirla en una de las preocupaciones más importantes para la ciudadanía. Lo realmente grave de estos mensajes racistas y xenófobos es que llegan a convertirse en argumentos de las demás fuerzas políticas, uno de los principales logros del nuevo totalitarismo, ya que refuerza la idea de necesidad de respuestas autoritarias. Estas ideas calan fácilmente en trabajadores “nacionales” que ganan menos que hace 30 años y ya no constituyen una fuerza organizada en sindicatos; terreno abonado para convencerles de que su enemigo son los migrantes y no la concentración brutal de la renta y la riqueza, fruto de las políticas neoliberales que van a apoyar con sus votos.


Patriarcado


El combate de la “ideología de género” se ha convertido en otra de las banderas neototalitarias. Los avances en la igualdad de las mujeres y la conquista de su legítimo lugar en la sociedad, impulsados por los movimientos feministas, son vistos como una inversión de papeles tradicionales, propagando la idea de que los varones se encuentran en la actualidad subyugados y sin posibilidad de liberarse, y que cualquier intento de mantener la situación tradicional es denunciada como machismo.


Crisis ecológica y negacionismo


Los nuevos movimientos totalitarios coinciden en poner en duda la existencia del calentamiento global, de la crisis ecológica y energética… y, cuando las evidencias resultan aplastantes, se conforman con restar importancia a esos graves problemas que amenazan la supervivencia humana y la del planeta. Esas negaciones conectan con un sentimiento extendido entre muchas personas, especialmente en los países desarrollados: el miedo a perder su “bienestar”, su “comodidad”, su “calidad de vida”… Esas personas no dudan en aceptar esas teorías vinculadas a los nuevos totalitarismos, tal vez en el convencimiento de que así no van a poner en peligro su statu quo.


Estos discursos son difundidos masivamente a través de las redes sociales, mediante una estrategia publicitaria (memes) basada en la propagación masiva de ideas, conceptos o noticias, mayoritariamente falsas, a fin de captar adeptos. Su éxito queda patente en esa nueva mentalidad que parece encontrar cada vez mayor acogida, y que se apoya en el convencimiento de que los muchos y graves problemas (precariedad, falta de perspectivas vitales…) están vinculados con la desaparición de la sociedad blanca y española/europea/… en la que la mujer desempeña un papel subordinado, y en la que los derechos y oportunidades son solo para los nacionales…


En resumidas cuentas, el nuevo totalitarismo se basa en la defensa a ultranza de los cuatro principales ejes que vertebran la explotación y dominación: la esfera económico laboral, basada en la propiedad privada; la esfera patriarcal, basada en la superioridad del hombre sobre la mujer; la esfera colonial, basada en supremacía de unos pueblos y personas sobre otros; y la esfera ecológica, que reduce la naturaleza a factor de producción.


La defensa de esas formas de explotación y dominación la realizan reduciendo a un burdo maniqueísmo importantes problemas sociales, y ocultando sus verdaderos intereses; no en vano nacen vinculados a sectores neoliberales (empresariales, financieros, mediáticos) cuya finalidad es mantener un orden y unos privilegios concretos. Ahí están sus medidas destinadas a bajar los impuestos a empresarios y grandes fortunas; su negacionismo ecológico en defensa de los intereses de compañías eléctricas, petroleras, automovilísticas; de empresas interesadas en frenar directivas e iniciativas contra el cambio climático, o que traten de combatir emisiones tóxicas… A extender la lógica de la explotación y la dominación lo más posible, tanto para los trabajadores, limitando sus derechos laborales y sociales, como para la naturaleza, defendiendo el productivismo y la sobreexplotación de los recursos naturales, sin trabas fiscales o de cualquier otro tipo.


Las élites capitalistas ven en estas fuerzas una oportunidad de seguir manteniendo su lógica de acumulación y ampliando las desigualdades hasta límites insoportables. Estas estrategias están dando lugar, por otra parte, a unas condiciones propicias para la manipulación. Como señalaba Belda: “Desde el punto de vista sociológico, la manipulación supone un modelo de sociedad elitista y autoritario, basada en la desigualdad social. Este modelo puede concretarse en formas muy diversas, que van desde una sociedad descaradamente fascista a una sociedad ¡industrial avanzada formalmente democrática (…) el dinamismo requiere estos tres soportes: a) desigualdad social institucionalizada; b) relaciones sociales basadas en el dominio de una minoría sobre la mayoría; c) manejo de la conciencia individual gracias a los servicios de las instituciones educativas y de los medios de comunicación de masas” (Iglesia viva nº 57, 1975, pág. 258-259).


Frente a esta manipulación estructural sólo cabe la alternativa de una reestructuración social, en la que, desde una verdadera democratización, se logre desposeer a las nuevas clases de poder, de sus injustas apropiaciones explotadoras y manipuladoras, para devolvérselas al ser humano y al pueblo.

jueves, 21 de febrero de 2019

Papa Francisco inaugura cumbre contra abusos y anuncia medidas "concretas y eficaces"


El papa Francisco indicó que lo que se espera de la Iglesia no es solo condenar los abusos de sus clérigos sino “medidas concretas y efectivas” para erradicarlos, durante su discurso al inicio de la reunión para la protección de menores que se celebrará hasta el domingo en el Vaticano.

“El pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros no simples y obvias condenas, sino medidas concretas y efectivas”, afirmó el papa ante los 190 representantes de la jerarquía eclesial reunidos para afrontar el problema de los abusos en una cumbre sin precedentes en la historia de la Iglesia. “Se necesita concreción”, remarcó en su discurso.

“Ante el flagelo del abuso sexual perpetrado por los hombres de la Iglesia contra los menores, pensé en consultarme con ustedes, patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos, superiores religiosos y responsables, para que juntos(…) podamos escuchar el grito de los pequeños que piden justicia”, comenzó Francisco su discurso de apertura de la cumbre”.

El pontífice indicó a los presentes que “sobre este encuentro pesa la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad”.

El papa adelantó que se entregará a los participantes, entre ellos 114 representantes de las Conferencias episcopales, unas “líneas-guías” para ayudar a reflexionar y que serán “un simple punto de partida”.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Minería y desastres van de la mano.

Brumadinho, Minas Gerais (Imagen de Corpo de Bombeiros de Minas Gerais)


Por Darío Aranda

19 de febrero, 2019.- El Programa para el Ambiente de Naciones Unidas (Pnuma-ONU) confirmó el registro de 104 desastres de diques de colas desde 1990 hasta 2016. Entre las responsables figuran la multinacional Vale (Brasil) y la BHP Billiton (Inglaterra-Australia).

Más de cien muertos, 200 desaparecidos y un pueblo sepultado bajo miles de toneladas de barro tóxico. Es el desastre de la minera Vale en Brumadinho (Brasil), ocurrido en enero pasado. Pero no es la única tragedia de la megaminería, que acarrea cientos de “accidentes”, muertos y gravísimos hechos de contaminación.

Datos de Naciones Unidas afirman que desde la década del 90 la megaminería provocó al menos 100 “fallas-accidentes”, 27 de ellos “muy graves” (con más de 20 muertos). En Argentina, los derrames de Barrick Gold en San Juan y la contaminación de Minera Alumbrera en Catamarca son las mayores preocupaciones.

El Programa para el Ambiente de Naciones Unidas (Pnuma-ONU) confirmó al menos 104 desastres de diques de colas (gigantescos basureros mineros) desde la década del 90 hasta 2016. El informe de 70 páginas publicado en 2017, se titula “Dique de colas: la seguridad es no accidente”.

El informe procesó información desde 1915 hasta 2016 y contabilizó en total 289 “fallas” de diques mineros. 43 fueron “muy graves”, con más de 20 muertos y/o derrame de más de un millón de metros cúbicos.

El antecedente directo a Brumadinho es el colapso del dique de la mina Samarco en noviembre 2015 (en la localidad de Bento Rodíguez, también en Brasil), con 17 muertos y 200 desaparecidos. Las empresas responsables fueron las multinacionales Vale (Brasil) y BHP-Billiton (Inglaterra-Australia).

En Agosto de 2014, en Canadá, colapsó el dique de colas de la mina Mount Polley (de la empresa Imperial Metals) y provocó el mayor desastre minero de la historia de ese país. Derramó más de 25 millones de metros cúbicos de desechos mineros en el lago Polley.

En 2014 la multinacional Grupo México (del magnate Germán Larrea) provocó el mayor desastre minero del país con su minera Buenavista del Cobre, en la ciudad de Cananea. Derramó 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre, contaminó tres ríos a lo largo de 250 kilómetros y dejó sin agua a más de 22.000 personas.

Marcelo Giraud es integrante de la Asamblea Popular por el Agua de Mendoza, geógrafo y estudioso de los efectos de la mgaminería. Afirmó que los desastres de la multinacional Vale en Brasil no son excepciones.

“Sabemos que la empresa Vale o el estado brasileño no son particularmente más irresponsables que el resto. Vale actúa como todas las otras empresas transnacionales de su tipo y el gobierno de Minas Gerais y Brasil no son ni más ni menos corruptos o irresponsables que los demás de América Latina”, aclaró.

La Asamblea de Jáchal (San Juan) escribió una carta abierta a las víctimas de Vale en Brasil. Recordó el derrame de Barrick Gold en la mina Veladero en 2015 (más de un millón de litros de solución contaminada que llegaron a ríos) y también resaltó la situación de Samarco en 2015 (Brasil):

“Ambos hechos no sólo están impunes, también siguen contaminando, y lo hacen con la complicidad de gobiernos. La primarizacion de la economía es tan brutal e impiadosa que podemos asegurar que Sudamérica enfrenta un nuevo saqueo histórico. Y acá estamos nosotros, resistiendo a la destrucción de nuestras vidas”.


Brumadinho. Foto de Lucas Hallel/Ascom Funai

En Catamarca funciona desde hace más de 20 años Minera Alumbrera (empresas Glencore Xstrata, Goldcorp y Yamana Gold). Su mineraloducto (un gran caño que lleva el concentrado a lo largo de cientos de kilómetros) tuvo al menos media docena de roturas y derrames. La compañía reconoció la filtración del dique de colas (que contamina napas subterráneas). Y desde hace años los vecinos de Catamarca (muchos de ellos nucleados en la Asamblea El Algarrobo, de Andalgalá) alertan sobre el posible colapso del dique de colas (enorme basurero de 30 hectáreas y 150 metros de profundidad).

El gobierno provincial, que siempre impulsó la actividad minera y defendió el accionar de Alumbrera, dice que no hay riesgos. Pero nunca permitió el ingreso de peritos independientes para examinar el yacimiento. El mismo accionar del gobierno de Brasil ante la minera Vale.

Horacio Machado Aráoz forma parte del muy reducido grupo de académicos que vive en los territorios afectados por el extractivismo (Catamarca), camina junto a las asambleas socioambientales (forma parte del Colectivo Sumak Kawsay) y no teoriza desde escritorios de la ciudad. Investigador del Conicet, en su tesis doctoral “Naturaleza mineral. Una ecología política del colonialismo moderno”, analizó los peligros y riesgos de la minería.

De los casos de América Latina detalla el derrumbe en la mina El Soldado (Chile, 1965), con un saldo de 154 víctimas fatales. El colapso de la presa de la Planta Otapara (Perú, 1996) provocó el derrame de relaves sobre el río Acarí (Arequipa). La rotura del dique de la División Andina de Codelco (Chile, 2000), con un derrame de 5300 metros cúbicos de relaves provocó muerte de ganado y anegamiento de cultivos. La fractura del dique de la mina Cerro Negro (Chile, 2003), con derrame de 50.000 toneladas de lodos tóxicos que contaminaron cursos de agua.

Recordó que el colapso de los diques de colas no son los únicos peligros de la megaminería. Agregó a la lista las filtraciones subterráneas de esos diques, la falla en las tuberías, el derrame de sustancias químicas, el transporte de sustancias tóxicas y la contaminación del aire producto de las explosiones, entre otras.

A pesar de los numerosos desastres con muertos y contaminación, gobiernos y empresas siguen publicitando la actividad como “minería sustentable”.
Un patrón que favorece los desastres

El informe de Pnuma-ONU señala que desde la década de 1970 (récord en roturas de diques de colas) el número de casos ha ido en disminución, pero aumentó la gravedad de los mismos, con derrames de cada vez mayor volumen y con más muertos.

También existe un patrón que facilita los desastre mineros: leyes muy beneficiosas para las compañías, escasas inspecciones, altas ganancias de las empresas, complicidad de gobiernos, incremento de la extracción-producción y multas pequeñas por incumplir las normativas.

Algunos países con desastres precisados en el informe fueron en Filipinas (Philex Mining Corp), Sudáfrica (Merriespruit), Estados Unidos (mina Payne Creek), Guyana (mina Omai), España (Minera de Aznalcóllar, de la empresa sueca Boliden), Rumania (empresas Aurul SA-Esmeralda Exploration), Suecia (mina Aitik), China (mina de estaño de Nandan), Rusia (Karamken), Hungría (empresa Ajka Alumina).

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* Darío Aranda (Argentino, 1977) es periodista. Especializado en extractivismo (petróleo, minería, agronegocios y forestales), escribe sobre el acontecer de los pueblos indígenas, organizaciones campesinas y asambleas socioambientales: www.darioaranda.com.ar
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martes, 19 de febrero de 2019

Amazonía, pecado estructural y gracia ecológica en la misión liberadora.


Agustín Ortega, teólogo

Hemos participado en el encuentro nacional "Amazonía, reto a la evangelización" (12 y 13 de febrero, Lima), organizado por el Instituto Bartolomé de Las Casas. Allí estuvimos con el P. Fr. Gustavo Gutiérrez OP, sacerdote dominico, uno de los pensadores y teólogos más significativos de nuestra época.

Gustavo Gutiérrez es psicólogo, filósofo, doctor y profesor universitario en teología, escrito y autor de numerosos libros, publicaciones, artículos...Íntimo amigo del Cardenal G. L. Müller, que fuera Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, con quien ha escrito dos muy buenos libros, uno de ellos con prólogo del Papa Francisco, que recomendamos vivamente. En ellos, Müller reconoce toda su labor teológica, eclesial y su testimonio de fe.


Recientemente, Gustavo recibió una carta de reconocimiento del Papa Francisco, en la que lo felicita de esta forma:


"Te agradezco por cuanto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, a través de tu servicio teológico y de tu amor preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad; por todos los esfuerzos y por tu forma de interpelar la conciencia de cada uno - continúa Francisco - para que nadie quede indiferente ante el drama de la pobreza y la exclusión".


Es fundador del Instituto Bartolomé de Las Casas. Y ha sido reconocido con diversos doctorado honoris causa en distintas universidades, con el premio príncipe de Asturias en humanidades (España) y las palmas magisteriales-amauta (Perú).


Desde la obra de Gustavo con la guía de la Palabra de Dios y el magisterio de la iglesia, con la enseñanza de los papas como Francisco, vamos a hacer una lectura teológica de lo transmitido en este encuentro. Allí miembros de la iglesia como laicos indígenas, religiosas misioneras y sacerdotes presbíteros nos mostraron el auténtico pecado estructural que se está cometiendo con ese pulmón del planeta, como es la Amazonía; a la vez que visibilizaron todos esos signos de la Gracia, que se manifiestan en la vida y misión de la iglesia. Existen unas estructuras sociales (económicas, políticas e ideológicas) de pecado que están expoliando los bienes y recursos de las comunidades indígenas de la Amazonía, contaminado y destruyendo todo el hábitat natural: aguas, ríos, bosques, cultivos, el mismo aire...


Todo este pecado socio-estructural está ejercido por estos poderes económicos, políticos e ideológicos nacionales y trasnacionales, por empresas multinacionales y de los países, con la complicidad de los estados o gobiernos. Empresas madereras, mineras, petroleras, etc. que están arrasando con la Amazonía, acabando con la vida de sus comunidades, de los pueblos y con el hábitat ecológico. Tal como nos enseña la iglesia con Francisco, es una economía que mata, un verdadero terrorismo económico. Una real estructura de pecado, con la cultura de la muerte, que acaba con la vida en todas sus fases y formas o dimensiones, ejercida por los poderosos y enriquecidos que oprimen, empobrecen y matan a los pueblos, a los pobres y al planeta tierra (creación).

El pecado personal con el egoísmo y sus ídolos de la riqueza-ser rico y del poder ha cristalizado (se ha institucionalizado) en estas corporaciones económicas, políticas e ideológicas que están imponiendo toda esta cultura de la muerte, desigualdad e injusticia socio-ambiental global. Y va destruyendo la vida de las poblaciones como las indígenas, de los pobres y de la tierra. Frente a todo lo anterior, la Gracia del Dios de la misericordia ante el sufrimiento del reverso de la historia, en el seguimiento de Jesús, convoca a la iglesia samaritana. Es la iglesia misionera, con la conversión pastoral y ecológica, en salida hacia las periferias. Iglesia con entrañas misericordiosas que ejerce la compasión y la justicia en medio del dolor e injusticia de las víctimas, de los oprimidos arrojados a la cuneta de la realidad histórica, del grito de los pobres y el clamor de la tierra.


La Gracia del Dios Amor se revela en la iglesia, en los pueblos y los pobres que van ejerciendo su vida teologal, con el servicio (diakonía) de la caridad interpersonal y política. El Don de la Gracia de Dios constitutivamente se expresa en el amor civil y público, la caridad política, que busca la civilización del amor, el bien común más universal y la justicia social, mundial y ambiental con los pobres. La Gracia de Dios acogida y llevada al servicio del amor, en la misión de la Iglesia con los pueblos y los pobres, va realizando la salvación por la caridad y la justicia con la liberación integral de todo pecado, mal e injusticia. El Reino de Dios y su justicia nos traen esta salvación liberadora, que se va anticipando ya en la historia y culmina en la vida trascendente, plena y eterna.


La salvación se va efectuando en las liberaciones humanas e históricas globales y, finalmente, se consuma en la liberación escatológica, con los cielos nuevos y la tierra nueva. Es una liberación sociopolítica de todas estas estructuras sociales opresoras e injustas, de los sistemas económicos y políticos perversos e inhumanos, que niegan la vida y dignidad de las personas, de los pueblos y de los pobres. Liberación ética de la alienación humana, que no permite a la persona ser sujeto protagonista, gestor y transformador de la realidad social e histórica. Y liberación espiritual del pecado del mundo que se opone al Reino de Dios y su justicia, de todo lo que aparta del Amor de Dios y del prójimo que son inseparables y que, de forma indisoluble, se unen a la promoción de la justicia. Todas estas liberaciones se reclaman y exigen mutuamente en un proceso soteriológico dinámico, salvador y liberador de todo este pecado e idolatrías que esclavizan al ser humano.




La Gracia de Dios y su Amor se hace realidad en la opción por los pobres, aquellos a los que se les niega la vida y mueren antes de tiempo, como autores de su promoción liberadora e integral. La opción por los pobres lleva a cabo realmente el amor universal y real (concreto e histórico), ya que los pobres son los seres humanos a los que se les impide acceder a este amor para toda la humanidad, sufriendo y padeciendo todo mal e injusticia negadora de la vida. La humanidad vive en esta unidad de la historia, en la única historia de la salvación, donde la Gracia del amor y la justicia liberadora pugnan contra el pecado, el mal e injusticia. La Gracia de Dios y su amor es lo que mueve al mundo, lo que nos salva y libera, más entra en conflicto con el pecado del mundo, con la opresión e injusticia que personas y grupos sociales causan a otros seres humanos, comunidades y pueblos empobrecidos, oprimidos y marginados.


Tal como nos ha enseñado la iglesia con su doctrina social, por ejemplo, todo este conflicto (cuestión) social entre el capital y el trabajo, los falsos dioses del beneficio y la productividad para la ganancia que impiden la vida digna de la persona trabajadora, que rechaza sus derechos como es un salario justo. Por tanto, el auténtico desarrollo humano e integral requiere toda esta liberación global, con una economía y globalización más ética al servicio de las necesidades y capacidades humanas.


La mundialización de la solidaridad y de la justicia socio-ambiental, con una ecología integral, que promueva la vida de las personas, de los pueblos y del planeta tierra; con una interculturalidad que respete todo lo bueno, bello y verdadero de las tradiciones, culturas y religiosidad de los pueblos que nos comunican tantos valores, espiritualidad y trascendencia. En Jesucristo se nos revela el Dios de la vida. El Dios salvador y liberador que hace justicia a los pobres, que defiende la vida y dignidad de las personas, que nos regala la belleza de la naturaleza, de la creación y del cosmos en donde se manifiesta la Gloria de Dios, que estamos destruyendo.