viernes, 23 de noviembre de 2018

Caravana Migrante. Trump aprobó uso de “fuerza letal” en su frontera sur.


Por David Brooks

Viernes 23 de noviembre de 2018, Nueva York. El presidente Donald Trump señaló que aprobó el uso de “fuerza letal” de sus militares contra migrantes en la frontera sur de Estados Unidos y amenazó con ordenar el cierre de toda la línea limítrofe si México no controla el flujo migratorio de centroamericanos.

El comandante en jefe afirmó que las tropas que desplegó en la frontera con México para enfrentar la supuesta amenaza de las caravanas podrán abrir fuego contra inmigrantes. “Si necesitan hacerlo van a emplear fuerza letal. He otorgado el ok; espero que no lo tengan que hacer”.

A la vez, advirtió que está dispuesto a sellar toda la frontera con México, y “si encontramos que es incontrolable, si encontramos que llega a un nivel donde vamos a perder control y donde la gente puede ser dañada, cerraremos la entrada al país por un periodo de tiempo hasta lograr ponerlo bajo control: la frontera entera”.

En mensaje directo del mandatario a México, afirmó que cuando ellos pierden el control de la frontera del lado de México, nosotros sólo la cerraremos.

Eso implicaría, aseguró, daños a la economía mexicana, e indicó que, por ejemplo, México no podrá exportar automóviles a Estados Unidos durante ese tiempo.

Trump –cuyos comentarios surgieron ayer en llamadas telefónicas a varios oficiales militares estadunidenses alrededor del mundo con motivo del Día de Acción de Gracias, junto con comentarios a periodistas en Mar-a-Lago, su exclusivo club de golf en Florida– acusó una vez más, sin pruebas, que en las caravanas de migrantes centroamericanos que llegan a la frontera hay criminales peligrosos.

Repitió la afirmación de su secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen (quien trata de salvar su chamba después de que Trump la criticó públicamente de ser débil al aplicar las medidas antimigrantes), de que hay “un mínimo de 500 criminales serios” en las caravanas.

Señaló incidentes violentos que supuestamente ocurrieron entre algunos integrantes de las caravanas en Tijuana, Baja California, donde “hay peleas a puñetazos por todas las calles”, y que los responsables “no son como gente normal e inocente”. Agregó que “esta es gente que cuando les hablas, ellos inician una pelea a puñetazos. No quiero eso en este país”.

Aseveró que después de que la gente de Tijuana les dio la bienvenida, ahora “se están volviendo locos tratando de sacarlos”.

El gobierno estadunidense se ha rehusado a responder cómo identificó a estos criminales ni qué delitos han cometido.

Una orden firmada por el jefe de gabinete, John Kelly, el martes permite que tropas en la frontera puedan participar de algunas funciones de seguridad pública y usar fuerza letal si es necesario, reportó Military Times. La orden incluye actividades militares de protección de agentes fronterizos, incluyendo “muestra o uso de fuerza (incluyendo fuerza letal, donde sea necesario), control de multitudes, detención temporaria y revisión rápida”.

Sin embargo, el miércoles el secretario de Defensa, Jim Mattis, informó que estaba “evaluando” la orden de la Casa Blanca y que por ahora había autorizado a sus tropas en la frontera mayor capacidad para proteger a oficiales fronterizos, pero aseguró que no estarían armados.

La ley estadunidense prohíbe el uso de las fuerzas armadas para operaciones policiacas y de seguridad pública en el país. La llamada Ley Posse Comitatus (promulgada en 1878) podría ser violada por esta clase de actividad, indicaron expertos legales, pero eso podría tener que ser abordado ante tribunales, ya que esta función en la frontera es nueva.

Hoy día hay aproximadamente 5 mil 900 militares activos desplegados en la frontera con México a un costo, hasta la fecha, de 72 millones de dólares, informó el Pentágono esta semana. Sobre el mismo tema y retomando su promesa de campaña de construir un muro fronterizo, Trump amenazó ayer de nuevo con la clausura de operaciones del gobierno federal si los legisladores se rehúsan a aprobar parte del gasto (5 mil millones) para la construcción de su proyecto favorito.

También continuó su extraordinaria disputa pública con el Poder Judicial, pues después de que un juez federal suspendió temporalmente la medida impulsada por Trump hace unos días, que señala que los inmigrantes solicitantes de asilo sólo podían hacerlo en un punto de entrada oficial de este país, el presidente lo acusó de vulnerar la seguridad de la nación y de ser un juez de Barack Obama.

En una declaración pública, el jefe de la Corte Suprema defendió el sistema judicial y afirmó que no hay jueces que sirvan a intereses políticos. Trump respondió que eso no era cierto, en una disputa pública sin precedente en las décadas recientes, y ayer de nuevo consideró como “una desgracia” que un juez se atreva a decirle cómo proteger mejor una frontera.

Mientras tanto, el gobierno de Trump está por anunciar nuevas medidas de un plan llamado Permanezca en México, por el que ordenará que los centroamericanos que lleguen a la frontera de Estados Unidos para solicitar asilo tendrán que esperar en México mientras se evalúan sus casos, reveló The Washington Post el miércoles.

Anoche, el secretario de Estado, Mike Pompeo, reiteró la posición de su gobierno: “A las caravanas no se les permitirá ingresar a Estados Unidos”.

Todo esto en el llamado Día de Acción de Gracias, cuyo origen festeja la sobrevivencia de los primeros inmigrantes en este país gracias al apoyo y generosidad de los indígenas.

* Fuente: LA JORNADA

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