miércoles, 23 de enero de 2019

Interpretación de Pablo Apóstol en la actualidad.

Por: Pablo Richard

Se han publicado últimamente interpretaciones de los escritos de Pablo Apóstol que son superficiales y manipuladas, que no usan métodos científicos de interpretación y que han hecho daño a la Iglesia, especialmente a las comunidades de base. 

Debemos evitar el fundamentalismo bíblico. Hay fundamentalismos “progresistas modernos” que rechazan todas las cartas de Pablo Apóstol tomando textos aislados, como hay fundamentalismo “dogmáticos” que defienden la ley que Pablo de Tarso rechazó radicalmente. 

En la tradición paulina hay 7 cartas auténticas escritas por Pablo:

1 Tesalonicenses: finales del año 50 desde Corintio.

1 Corintios: desde Efeso año 52 

Filipenses y Filemón: invierno 54 en Efeso

2 Corintios: Efeso en los años 54.

Gálatas: desde Efeso años 54-55

Romanos: invierno 55- 56 en Corinto.

Pablo es presentado también por otros autores de la escuela paulina posterior a Pablo: las cartas a los Colosenses y Efesios (años ochenta), posteriormente en las cartas 1 y 2 a Timoteo y a Tito (años 90-110). La carta a los Hebreos se considera normalmente ajena a la tradición paulina. Igualmente la segunda carta a los Tesalonicenses no es de Pablo. Muy importante es la obra de de Lucas “Hechos de los Apóstoles” escrita posiblemente en Efeso en los años 85, cuyo personaje principal es Pablo de Tarso. Toda la literatura paulina fue editada, en varios manuscritos. hacia fines del siglo primero como una sola obra llamada “cuerpo paulino”. En esta edición final hubo muchos textos “revisados”, “corregidos” “interpolados”, incluso “adulterados”. 

Contradicciones al interior de la tradición paulina 

La tendencia predominante en las Iglesias y escuelas teológicas es la de negar los conflictos, o tratar superarlos “inventando” situaciones históricas irreales o forzando la exégesis de los textos para superar las contradicciones. Lo correcto es aceptar las contradicciones y reconocer que la revelación de la Palabra de Dios no está sólo en la coherencia de los escritos, sino también en la contradicción, al interior de los textos y en la historia detrás de los textos. 

Pablo apóstol: perseguido en el pasado y calumniado en el presente

Pablo fue muy perseguido durante su vida, pero lo peor es la deformación de su pensamiento en la actualidad. Pablo ha sido acusado de legitimar la opresión de la mujer, la esclavitud, el sometimiento al Estado Romano. Se le acusa de aprovecharse de su condición de ciudadano romano (que en realidad no lo era). Es calificado de ser gnóstico, anti-judío, y finalmente un falso Apóstol. Se interpreta al Pablo histórico a partir del movimiento paulino posterior a su martirio. No se reconoce las contradicciones entre el Pablo histórico y la escuela paulina muy posterior. No se investigan las luchas internas en el paulinismo tardío: luchas sociales, políticas, doctrinales y de género (unos excluían a la mujer y otros la incluían). 

Un problema difícil de interpretar son las “interpolaciones”, “metidas” en el texto de las cartas auténticas de Pablo. Es una tesis ya demostrada que el cuerpo de las 14 cartas de Pablo fue editado hacia fines del siglo primero y varias veces después. En estas ediciones hubo distorsiones, descalificaciones y manipulaciones. Hay interpolaciones que son evidentes: 1 Cor 14, 33b – 35, sobre la sumisión de la mujer, que esta “tomada” de 1 Tim 2, 11-14 y “metida” en 1 Cor. Igualmente 2 Cor 6, 14 – 7, 1 texto judaizante arcaico, que rompe radicalmente el texto de la carta. 

Otro ejemplo está en Rom 13, 1-7, que legitima la dominación del Imperio Romano y la sumisión total a él. Lo más posible es que fue elaborado por cristianos que cuestionaban el pensamiento paulino de radical rechazo de la ley y que legitimaban la sumisión al Imperio Romano como necesaria para la sobrevivencia de las Iglesias. 

No afirmamos que este texto sea auténtico o falso, sino representa las contradicciones, no en Pablo, sino en la tradición paulina. Debemos reconocer (no negar) esta situación conflictiva y esclarecerlas a la luz de pensamiento global y original de Pablo. No tomar el texto como norma absoluta para todos los tiempos, sino como una opinión contradictoria, y resolverla en la situación actual a la luz de toda la tradición de Jesús y del cristianismo originario.

Solo un trabajo exegético minucioso, con una visión global de los escritos auténticos de Pablo, y el uso de reglas hermenéuticas adecuadas, puede resolver estas cuestiones. Hay que analizar caso por caso

Algunos textos que son cruciales en la vida y cartas de Pablo

Es imposible presentar aquí todo el pensamiento de Pablo en sus 7 cartas auténticas. Nos concentraremos inicialmente en 1 Cor capítulos 1 al 4 y dos Corintios capítulos 10 al 13, y finalmente en las cartas a los Gálatas y Romanos. 

1 Corintios capítulos 1 al 4. Pablo enfrenta las divisiones en la Iglesia de Corintio, presentando la realidad histórica de la comunidad de Corinto: “Mirad, hermanos, quiénes han sido llamados!.No hay muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. Dios ha escogido más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es” (1 Cor 1, 26). Pablo ve en esta realidad de la comunidad el reflejo de la “locura de la cruz” (1, 18 y 23), la “locura de la predicación” (1, 21) y la “locura divina” (1, 25). Efectivamente, la opción de Dios es “irracional” para la escala de valores del Imperio Romano. A partir de aquí Pablo busca superar las divisiones en la Iglesia de Corinto.

Pablo confronta su autoridad de Apóstol contra los que dividen a la Iglesia:

“Porque pienso que a nosotros los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Nosotros necios por seguir a Cristo; vosotros sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas vosotros fuertes. Vosotros llenos de gloria; mas nosotros, despreciados. Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes. Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos. Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la basura del mundo y el desecho de todos“ (1 Cor 4, 9-12). 

Los que trabajan con las manos eran normalmente esclavos. Pablo escribió la mayoría de sus escritos estando en la cárcel. Alrededor del 80 % de los discípulos de Pablo eran esclavos, por eso el mensaje de Pablo se expandió muy rápidamente en todo el Imperio Romano. 

2 Cor capítulos 10 al 13

Aquí tenemos una carta independiente, llamada “carta escrita con lágrimas” (2,4). El tema central es la defensa de Pablo contra la deslegitimación de su persona, su ministerio, su teología y su vivencia de Iglesia.

Veamos algunos textos:

Pablo cuestiona a los que él llama “super-apóstoles”, “falsos apóstoles, que se disfrazan de Apóstoles de Cristo”. Estos han cuestionado la autoridad apostólica de Pablo: “Si alguien presume de alguna cosa – es una locura lo que digo – también yo puedo presumir de lo mismo: ¿Que son hebreos? también yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡también yo! ¿Son descendencia de Abraham? ¡también yo! ¿Ministros de Cristo? - ¡digo una locura! - ¡yo más que ellos!, más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces. Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces naufragué; un día y una noche pasé en el abismo. Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; trabajo y fatiga; noches sin dormir, muchas veces, hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias“. (2Cor 11, 21- 28). Luego Pablo presume de las visiones y revelaciones del Señor (2 Cor 12, 1-6)

Pablo es su Carta a los Gálatas expone la Verdad del Evangelio que nos liberó de la “maldición de la ley”(cap. 3 y 4) “¿Recibieron el Espíritu por la práctica de la ley o por la fe en la predicación?” (3,1-5) “Cristo nos liberó de la maldición de la ley” (3,13). En Cristo “ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer. Todos somos uno en Cristo 3,26-28)

“Como niños éramos esclavos de la ley, pero ahora somos hijos libres” (4,1-7). ¿Cómo podemos volver atrás y someternos a leyes miserables? (4,8-11). “Cristo nos liberó para ser libres” ( 5,1-3). “Han roto con Cristo, todos cuantos buscan la justicia en la ley. Han caído en desgracia”: (5, 4 ).

En síntesis: la práctica de la fe me abre al Espíritu que me da Vida

El sometimiento a la Ley da fuerza a mi Carne que me lleva a la Muerte.

La contradicción entre Fe y Ley se define por la confrontación entre Espíritu y Carne, entre Vida y Muerte. En la carta a los Gálatas Pablo defiende su Evangelio contra los falsos hermanos (cristianos judaizantes) que buscan la salvación en el cumplimiento de la ley. Pablo, por el contrario, afirma que nuestra liberación de la ley nos permite alcanzar la libertad y la justicia, lo que hace posible superar la contradicción entre judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer. Pablo en forma violenta escribe sobre la “maldición de la ley”, y que “han roto con Cristo los que buscan la salvación en el cumplimiento de la ley”. 

Carta a los Romanos

Seleccionamos algunas citas que hablan por sí mismas:

“No me avergüenzo del Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego” (Rom 1, 16).

“En efecto, la cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia” (Rom 1,18).

“Cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, obraban en nuestros miembros, a fin de que produjéramos frutos de muerte (Rom 7, 5). “ Al presente, hemos quedado emancipados de la ley, muertos a aquello que nos tenía aprisionados, de modo que sirvamos con un espíritu nuevo y no con la letra vieja” (Rom 7, 6). “Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús” (Rom 8, 1). “Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte” (Rom 8, 2).

Fuente: Amerindia

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