lunes, 3 de junio de 2019

Un político jamás debería sembrar odio y miedo.




“El problema de Benedicto son las rodillas, no la cabeza. Tiene una gran lucidez y escuchándole, me hago fuerte, siento la esencia de las raíces y me ayuda a s


Francisco 'responde' a Salvini: “ Un político jamás debería sembrar odio y miedo”eguir adelante"

La corrupción es una de las enfermedades de la política en todas partes”



“Un político jamás debería sembrar odio y miedo, tan solo esperanza. Debemos ayudarles a ser honestos, a no hacer campañas con banderas deshonestas: la calumnia, la difamación, el escándalo”. Sin querer dar nombres -aunque fue preguntado directamente por Mateo Salvini-, el Papa Francisco arremetió contra los populismos que abogan por una Europa “de división y de fronteras”.

En el tradicional encuentro con los medios en el vuelo de regreso de Rumanía a Roma, Bergoglio recalcó que el viejo continente “debe aprender de su historia”, porque “si Europa no es grande ante los retos futuros se marchitará”.
Las fronteras y las ideologías

"Estamos viendo fronteras en Europa y eso no es bueno. Es verdad que cada país tiene su propia identidad y debe protegerla, pero por favor, que Europa no se deje vencer por el pesimismo y la ideología, porque es atacada por ideologías y nacen los grupillos", lamentó.





“He dicho que Europa de madre se está convirtiendo en abuela. Quizá alguien a escondidas se puede preguntar si no será el final de la aventura iniciada hace 70 años", advirtió el Pontífice, quien invitó a los líderes europeos a "recuperar la mística de los padres fundadores" y que la Unión Europea "debe reencontrarse a sí misma y superar la división y las fronteras".

"Pensad en una Europa dividida, aprendamos de la historia y no regresemos al pasado", instó el Papa, que consideró “imprudente” valorar gestos como el de Salvini, quien hizo campaña electoral besando un rosario, pero a la vez criticando al Vaticano por defender a los refugiados.


La corrupción, una enfermedad

“Debemos ayudar a los políticos a ser honestos", repitió Francisco, quien lamentó que “sembrar odio es terrible”, y lleva a la corrupción. “La corrupción es una de las enfermedades de la política en todas partes”.

Francisco también fue preguntado por la salud de Benedicto XVI. “Cada vez que lo visito lo veo como un abuelo. Le tomo la mano, y le hago hablar. Habla poco, despacio, pero con la misma profundidad de siempre”, aseguró el Pontífice, quien quiso despejar los rumores que hablan de Ratzinger como una suerte de 'Papa en la sombra', contra las reformas de Francisco.


“El problema de Benedicto son las rodillas, no la cabeza. Tiene una gran lucidez y escuchándole, me hago fuerte, siento la esencia de las raíces y me ayuda a seguir adelante", dijo el Papa que, pese a todo, aseguró que “hay grupos católicos un poco integristas”, y pidió “rezar por ellos”.

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