miércoles, 3 de abril de 2013

¿Corre peligro la vida del Papa Francisco?


Leonardo Boff, teólogo brasileño.

* Inquietantes declaraciones del teólogo Leonardo Boff, quien advierte que donde hay poder no hay amor y que los grupos fundamentalistas del Vaticano deben estar muy disconformes; además recordó la “súbita muerte” de Albino Luciani, el Papa Juan Pablo I
¿Está diciendo que el papa Francisco correría peligro? Es la última pregunta de una entrevista que el periodista de La Nación, de Costa Rica, Álvaro Murillo, realizó al ex sacerdote y teólogo brasileño, Leonardo Boff, quien está de visita en el país vecino.
Boff, de 74 años, aparte de ser además filósofo, escritor, profesor y ecologista, es archirreconocido por ser cofundador de la Teología de la Liberación, una opción por los pobres de la que abjuraron muchos que decían abrazarla en los años 80 y 90.
La pregunta de Murillo estuvo precedida por otra donde le preguntaba si la gestión de Francisco, signada por la humildad, le impulsaría a irse a vivir afuera del Vaticano.
Boff ofreció una respuesta demoledora: “Como Juan Pablo I, que, dos días antes de morir, reunió a los cardenales y les anunció eso; dos días después, apareció muerto”.
Y respondió de manera contundente la última interrogante sobre el peligro que correría la vida del Papa Francisco.
“Es un peligro, porque hay una historia en el Vaticano de muchos asesinatos, hace mucho tiempo. Él debe tener cuidado porque donde hay disputa del poder no hay amor, y el poder siempre busca más poder.
“Debe manejar eso para hacer una reforma sin provocar un cisma. Las bases de los dos papas anteriores eran fundamentalistas, como Opus Dei o Comunión y Liberación, o los Caballeros de Cristo. Esos grupos deben de estar muy disconformes con el nuevo Papa, que es más de base social”.
No es la primera vez que Boff hace declaraciones explosivas. Sus andanzas a favor de los pobres le costaron en 1985, la condena de un año de silencio o suspensión a divinis, por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida entonces por el anterior Papa, Joseph Ratzinger. Siete años después, ante otra conjura en su contra, abandonó los hábitos.
Desde entonces confirmó su anti vaticanismo, que actualmente parece revertida por su entusiasmo ante la elección de Jorge Mario Bergoglio, “tan jesuita como él”, señala el periodista costarricense.
¿Por qué el cambio? “Su nombre, Francisco, es más que un nombre, es un proyecto de Iglesia. Reconstruye una Iglesia que está en ruinas, por los escándalos sexuales, del banco del Vaticano, peleas internas. Es providencial que sea un jesuita, muy bien formado y con las virtudes de San Francisco, con la sencillez y la opción por los pobres.
“Viene del tercer mundo, donde vive el 60% de los católicos, mientras Europa es una región agonizante. Él puede traer un vigor nuevo a la Iglesia, una esperanza nueva y ya ha dado señales muy claras de que será diferente. Ya dijo que los pastores deben tener olor de ovejas, no de palacios, de altares y sacristías. Es una Iglesia de siempre. Él será más pastor que doctor.
Murillo le consulta si Francisco podrá hacer los cambios que desea, con las mismas autoridades del papado anterior.
“Él tiene que intervenir, usar ese poder de la monarquía absolutista. Tiene la capacidad de intervención en el cuerpo enfermo de la Iglesia, en su cáncer. Si no lo hace, no tendría sentido su nombre.
“El problema es que la Iglesia perdió totalmente la credibilidad y está universalmente desmoralizada. Él fue elegido para rescatar esa credibilidad en esta crisis interna. Él se siente obligado a una reforma profunda ante los errores de la Curia”.
“Tal vez esa sea la única ventaja de ser una monarquía absolutista. Tiene poder absoluto e inmediato. Puede quitar a un cardenal, transferir a un arzobispo, y puede excomulgar a personas del más alto nivel. Quizá sea la única ventaja de ser una dictadura.
Boff señala que el Papa Francisco siempre ha preferido a los pobres no por filantropía, sino por justicia. Indica además que la mayoría de cardenales y obispos son muy devotos del Papa y lo ensalzan y tal, por lo que es momento de que lo imiten y se despojen de los títulos de palacio.
“Ya él dijo que ‘el carnaval se terminó’, cuando quisieron ponerle los ropajes. Esto es un escándalo. Con toda esa solemnidad y hábitos, más bien parece el carnaval de Río. Yo soy uno que voy a recordar que imiten al Papa. Si no lo hace, es señal de que rompen con él y su papado.
Consultado si el actuar del Papa Francisco está inscrito en el eje central de la Teología de la Liberación, indicó que sí y agregó que “estamos muy felices y no importa que utilice, o no, las palabras “Teología de la Liberación”. Nos importa su solidaridad y su autoridad moral por lo humano y por la Tierra.
¿Sabía el Consejo Cardenalicio a quién elegía? “Sospecho que los cardenales europeos estaban avergonzados. Sabían que no podía ser uno de ellos”, señala..

Nuevos contextos, nuevas pedagogías… ¿nuevos desafíos teológicos?



por Nicolás Panotto
La realidad de la globalización, la sofisticación de los medios de comunicación y la creciente influencia del mundo virtual, han implicado, en las últimas décadas, fuertes transformaciones en el campo de lo educativo y de las modalidades pedagógicas. El desplazamiento espacial constante de los sujetos y la complejización del análisis de los contextos sociales vigentes, puso en jaque a los modelos y perspectivas tradicionales de lo educativo, así como sus modos de institucionalización.
Como muchas y muchos afirman, estas transformaciones no tienen que ver sólo con cambios y readaptaciones en el área de lo tecnológico. Existe, en cierta medida, un cierto romanticismo al respecto, donde se piensa que sólo con la mediación de una computadora con Internet, dichos obstáculos pueden ser sorteados. Por el contrario, estos desafíos requieren, ante todo, de profundas transformaciones en torno a los paradigmas tradicionales en lo educativo y pedagógico, específicamente en las dinámicas de construcción del conocimiento, el rol de los sujetos y los mecanismos de poder, el lugar de nuevas modalidades de aprendizaje, entre otros elementos.
¿Cuáles son los desafíos que se presentan frente a las nuevas circunstancias, especialmente desde las modalidades virtuales cada vez más en boga en el campo educativo? Sumariemos solo algunos:
Una mayor centralización en el lugar de el/la estudiante como sujeto activo en la construcción del conocimiento. La distancia física entre profesores/as y estudiantado transforma el rol de ambos, haciendo que los primeros se ubiquen como tutores y acompañantes de procesos de aprendizaje, y los últimos en constructores de esquemas y mecanismos prácticos y teóricos desde su lugar y contextos. Esto, por supuesto, es también una realidad en instancias presenciales. Pero las modalidades virtuales y la carencia de un espacio físico concreto, profundizan aún más su énfasis.
Elaboración de modelos pedagógicos constructivistas. Esto se conecta con el punto anterior. Carecer de un espacio áulico presencial, donde el grupo tiene contacto directo y desde donde se pueden realizar dinámicas de participación más fácilmente, levanta una serie de desafíos en el campo de lo pedagógico, donde se hace necesaria la aceptación y reconocimiento de otras presencialidades y tipos de interacción, cuyos efectos, auque diferentes, no distan de ser menos efectivos que los de una instancia presencial. Esto requiere, como muchos/as afirman, de una resignificación de lo espacio-temporal y del lugar de los/las estudiantes en la construcción de nuevos paradigmas pedagógicos. La aprehensión de estas realidades se hace muy difícil para muchos/as profesores y estudiantes habituados a lo presencial. Por ende, el desafío es cómo preparar un espacio de construcción del conocimiento, teniendo en cuenta las posibilidades –comunicacionales, estéticas y estructurales- que dispone un espacio virtual.
El reconocimiento de lo intercultural. Una de las grandes ventajas de las nuevas tecnologías es facilitar la creación de un espacio plural, donde diversas voces, experiencias y perspectivas culturales entren en contacto, elemento que en una instancia presencial es más difícil de lograr (al menos desde las características particulares que un espacio virtual facilita). Como algunos/as afirman, esto significa una profunda democratización de lo educativo. La convergencia de tantas latitudes y contextos en un mismo espacio, conlleva que la construcción del conocimiento se inscriba en un campo sumamente heterogéneo, lo cual enriquece profundamente su dinámica. Esto, a su vez, requiere de una complejización de lo epistemológico, donde se hace necesaria la promoción de una sensibilidad hacia la voz del otro y lo diferente, y la necesidad de resignificar constantemente la construcción de sentidos, símbolos, conceptos y “verdades”.
Dialogando sobre algunos de estos temas con un profesor de teología, me dice lo siguiente: “Nosotros aplicamos el constructivismo como paradigma, pero no ‘ateo’ sino ‘cristiano’, donde sí hay principios y verdades. Por eso, hay que dar oportunidades para que, dentro de esas verdades absolutas, los estudiantes vayan variando su cosmovisión particular”. Como podemos ver, esta afirmación podría conllevar ciertas dificultades para dar respuesta a los desafíos descritos anteriormente. Se levantan varias preguntas: ¿qué lugar tienen los sujetos concretos en la construcción de lo teológico? ¿Existe una teología que se contextualiza, o una pluralidad de ellas? ¿Dónde reside el “principio de verdad”? ¿Cómo enfrentamos las nociones de pluralismo, diferencia y heterogeneidad intrínsecos a las dinámicas interculturales, facilitadas por las modalidades virtuales?
Este ejemplo muestra, como dijimos al inicio, que dichas transformaciones no sólo implican cambios en el campo de lo tecnológico sino, principalmente, de lo paradigmático. Más aún, en este caso, de lo teológico. ¿Por qué? Porque, como sabemos, la teología parte también de un marco epistémico, metodológico y hermenéutico que encauzará de manera particular sus discursos y propuestas. De aquí, entonces, que la teología, en tanto disciplina educativa, debe asumir estos nuevos desafíos desde transformaciones no sólo en el campo tecnológico, práctico o institucional, sino –principalmente- desde su propia constitución epistemológica.
¿Cómo responder, entonces, a estos desafíos desde el quehacer teologal? Abordemos brevemente algunos elementos que nos pueden servir como puente para afrontarlos:
La contextualidad de la teología. Esto puede parecer una verdad de Perogrullo, pero no está demás recordarlo. La teología es siempre una construcción de sentido inscripta en contextos específicos. Lo contextual, entonces, no es solo un escenario mediador neutro sino un locus en donde se inscriben los filamentos más profundos de todo discurso teológico. Esta comprensión conlleva el reconocimiento de una doble vía en su quehacer. Por un lado, la teología, desde su misma esencia, promueve el valor de la existencia de una pluralidad de contextos. No hay un solo lugar desde dónde hablar de lo divino sino muchos. Por otro, esta misma pluralidad de lo contextual conlleva el hecho de la relativización (o sea, de la no enarbolación en una posición absoluta) de todo discurso teológico. ¿No es ello, acaso, el reconocimiento de la trascendencia de lo divino? Más aún, es aquí donde comprendemos que lo intercultural posee un lugar central en la construcción teológica, ya que su quehacer no es más que un posicionamiento en ese “inter” entre diversos contextos culturales, desde tiempos bíblicos hasta hoy.
La dinámica de la logía en lo teo. Siempre decimos que la teo-logía es el discurso sobre Dios. Pero “logía” también significa diálogo. Esto implica que lo teológico se inscribe en una práctica dialogal donde entran en juego muchos actores y discursos, ubicados, como dijimos, en una pluralidad de lugares y contextos. Reconocer esta dinámica dialogal de lo teológico implica reconocer la necesidad de la apertura de su quehacer, donde todas las voces deben ser escuchadas y donde cada una de ellas posee un lugar particular de veracidad, aunque el encuentro con un “otro” hace que ninguna de ellas se entrone en una posición absoluta.
La centralidad de lo narrativo y experiencial. Esta pluralización y centralidad dialogal de lo teológico, implica reconocer la importancia de las experiencias concretas de los sujetos. Por ello, lo narrativo es una herramienta central en la tarea teológica (especialmente en el campo de lo educativo), en tanto práctica que promueve la circulación de relatos particulares, que en su misma especificidad y localización, posee un rol esencial en la construcción de los conocimientos y las maneras de circunscribir y pluralizar lo teológico. Enfatizar en dichas narrativas es empoderar el lugar de los sujetos en la construcción de lo teológico, en este caso en un espacio educativo.
En síntesis, la pluralización y heterogeneidad inherentes a las nuevas dinámicas pedagógicas actuales, requiere también de una transformación paradigmática del quehacer y enseñanza teológicos. Este es un camino de doble vía, sin el cual ninguno de los dos campos podrá desarrollarse. Por una parte, la implementación de nuevas modalidades pedagógicas sin una apertura de la comprensión del quehacer teológico no permitirá una verdadera profundización y efectivización en sus resultados. En otros términos, el objetivo transformador y propulsor de lo educativo en el contexto actual no alcanzará su meta. Por otra parte, la clausura del quehacer teologal en modelos pedagógicos no pertinentes a las nuevas complejidades del contexto, conllevará a una clausura de lo teológico en sí, al no reconocer su intrínseca heterogeneidad, pluralidad e interculturalidad constitutivas.


Autor/a: Nicolás Panotto


Licenciado en Teología por el IU ISEDET, Buenos Aires. Doctorando en Ciencias Sociales y Maestrando en Antropología Social por FLACSO Argentina. Miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. Director general del Grupo de Estudios Multidisciplinarios sobre Religión e Incidencia Pública (GEMRIP - www.gemrip.com.ar)

    Fuente: Lupa Protestante

    martes, 2 de abril de 2013

    Día mundial del Autismo.



    ¿Qué nos pediría un Autista?

    Ángel Rivière

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    1. Ayudame a comprender. Organiza mi mundo y facilitame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura, y no caos.

    2. No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez mas.

    3. No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son "aire" que no pesa para ti, pero pueden ser una carga muy pesada para mi. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo.

    4.Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuando he hecho las cosas bien y ayudame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a ti: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.

    5. Necesito mas orden del que tu necesitas, mas predictibilidad en el medio que la que tu requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir.

    6. Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayudame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mi. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.

    7. No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.

    8. Lo que hago no es contra ti. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño. Ya que tengo un problema de intenciones, no me atribuyas malas intenciones!!

    9. Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamais "alteradas" son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme.

    10. Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo ni cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en el. No vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicacion que las personas que os considerais normales.

    11. No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tu autista para ayudarme. El autista so yo, no tu!

    12. No solo soy autista. También soy niño, un adolescente, o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis "normales". Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es mas lo que compartimos que lo que nos separa.

    13. Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía.

    14. No me agredas quimicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una mendicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.

    15. Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser dificiles de comprender o afrontar, pero no es culpa de nadie. La idea de "culpa" no produce mas que sufrimiento en relación con mi problema.

    16. No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser mas autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de mas.

    17. No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mi no me sirve de nada que tu estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene la culpa de lo que me pasa.

    18. Ayudame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades. Acercate a mi, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, ha tenido momentos malos, pero puedo estar cada vez mejor.

    19. Aceptame como soy. No condiciones tu aceptacion a que deje de ser autista. Se optimista sin hacerte "novelas". Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.

    20. Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparacion con los que os decís "normales". Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y solo aquello que mas me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya "normal". En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

    .


    ÁneFuentesas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.”

    Más sobre Ángel Rivière aquí y aquí.


    Fuente: Artículos para la reflexión

    lunes, 1 de abril de 2013

    “El racismo y la discriminación siguen muy presentes en la sociedad argentina”.


    Foto de Pepe Mateos. El Clarin
    Servindi, 1 de abril, 2013.- La historia de los pueblos originarios de Argentina “es una historia de exterminio y conquista, pero también de una riqueza cultural que subsiste como una presencia viva” afirma Carlos Martínez Sarasola, director de la Fundación desde América en una entrevista publicada el 31 de marzo en el diario El Clarin.
    “La Argentina tiene civilización desde hace mucho más que 500 años” destaca Martínez Sarasola quién es autor de la reciente publicación “La Argentina de los caciques. O el país que no fue”, editada por Nuevo Extremo, el 2013.
    Carlos Martínez Sarasola es un antropólogo argentino especializado en los estudios indígenas y etnohistóricos. Es autor de varios libros sobre temas indígenas como Nuestros paisanos los indios(1992), Los hijos de la tierra (1998)De manera sagrada y en celebración (2010), entre otros.
    Para acceder a la entrevista efectuada por Fabián Bosoer al profesor e investigador de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) dar clic al siguiente enlace:

    Otras noticias:


    Fuente: Servindi

    Monseñor Romero y la iglesia de los pobres.





    Óscar Arnulfo Romero, fue arzobispo de San Salvador desde 1977 y durante su ministerio denunció públicamente la violencia política y las violaciones a los derechos humanos que se vivían en su país. El 24 de marzo de 1980 fue asesinado cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador.
    Organizaciones populares y religiosas de El Salvador conmemoraron el pasado domingo el 33 aniversario del asesinato del obispo mártir monseñor Oscar Arnulfo Romero y su legado por los pobres y perseguidos.
    La Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, que investigó las violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado (1980-1992), concluyó en 1993 que el crimen fue organizado por el fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), el mayor Roberto D’Aubuisson. D’Aubuisson dio la orden de asesinar al Arzobispo e instrucciones precisas a miembros de su entorno de seguridad, actuando como “escuadrones de la muerte”, de organizar y supervisar la ejecución del asesinato, precisa el documento (p.132).
    Un día antes del atentado, el domingo 23 de marzo de 1980, monseñor Romero hizo en su homilía un ferviente llamado a la dictadura militar a cesar la persecución del movimiento popular reivindicativo. “En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión”, expresó.
    Los homenajes a Romero se prolongaron durante los últimos días por la fundación que lleva su nombre y la Universidad José Simeón Cañas (UCA), jesuita, también desarrolló un programa de actividades en su memoria.
    El presidente Mauricio Funes, quien considera a Romero el guía espiritual de la nación y durante cuya administración se han hecho los primeros homenajes oficiales al religioso, rindió la víspera tributo al obispo mártir. El nombre de Monseñor Romero significa opción preferencial por los pobres, significa la justicia por la que luchamos y, sobre todo, la verdad que nos permitirá alcanzar la paz que todos anhelamos, afirmó Funes. El mandatario subrayó que “fue en vida la voz de los que no tienen voz y ahora, después de su martirio, siempre será así”. Recordó que el crimen fue ejecutado “bajo órdenes de mentes asesinas de la época, de gente que quería callar la voz de Monseñor, que quería borrar con esa muerte su palabra a favor de los pobres, de los vulnerables”. “Aún seguimos esperando que la justicia llegue al fondo del caso y revele esa verdad, que no solo se debe a los familiares de Monseñor, sino a la Iglesia Católica y a todo el pueblo salvadoreño”, expresó (1).
    JON SOBRINO, S.J., director del Centro Monseñor Romero de la UCA de San Salvador, ha subrayado que “viendo el sufrimiento de los salvadoreños dijo Monseñor Romero: “No abandonaré a mi pueblo”. Y no fueron palabras vanas. Solía decir: “Con ustedes correré todos los riesgos”. Y al presidente del país que le ofrecía protección le contestó solemnemente: “Quiero decirle que, antes que mi seguridad personal yo quisiera seguridad y tranquilidad para 108 familias y desaparecidos. Un bienestar personal, una seguridad de mi vida no me interesa mientras mire en mi pueblo un sistema económico que tiende cada vez más a abrir esas diferencias sociales”. De su dolor habló Monseñor en las homilías. “Hermanos, ya me duele mucho el alma de saber cómo se tortura a nuestra gente”. Y las homilías las preparaba así. “Le pido al señor durante toda la semana, mientras voy recogiendo el clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen, la ignominia de tanta violencia, que me dé la palabra oportuna para consolar, para denunciar, para llamar al arrepentimiento”.
    Creaba, estrujaba el lenguaje, para que aflorase su dolor. “Esta semana se me horrorizó el corazón cuando vi a la esposa con sus nueve niñitos pequeños que venía a informarme. Según ella lo encontraron con señales de tortura y muerto. Ahí está esa esposa y esos niños desamparados”.
    Arremetió contra los criminales, y más allá de la justicia legal y restaurativa conminó a hacerse cargo de la vida de esos nueve niños: “Yo creo que el que comete un crimen de esa categoría está obligado a la restitución. Es necesario que tantos hogares que han quedado desamparados como este reciban ayuda. El criminal que desampara un hogar tiene obligación en conciencia de ayudar a sostener ese hogar”. Y la buena noticia de ese pueblo. En ese pueblo sufrido Monseñor Romero encontró luz, cariño y amor. “Siento que el pueblo es mi profeta”. “El obispo siempre tiene mucho que aprender de su pueblo”. “Entre ustedes y yo hacemos esta homilía”. “Con este pueblo no cuesta ser buen pastor”. “Me glorío de estar en medio de este pueblo”.
    Razón tenía el padre Ellacuría cuando dijo: “Con Monseñor Romero Dios pasó por El Salvador” (2).

    Celebraciones el mundo

    Religiosos y referentes de los derechos humanos, como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, participaron el pasado sábado 23 de marzo de diversos actos en Roma (Italia) para recordar el 33 aniversario del asesinato del obispo salvadoreño, Oscar Romero.
    Las actividades comenzaron hace algunos días, pero el acto central se efectuó ayer y hoy con la realización de un encuentro público en el Capitolio, titulado “Martirologio Latinoamericano”, una misa y un celebración ecuménica realizada bajo el lema de “Oscar Romero símbolo de los mártires de la justicia y de la paz”.
    Pérez Esquivel afirmó que el religioso salvadoreño es “un mártir y profeta de la iglesia” cuyo mensaje fue “ser coherente entre el decir y el hacer con el Evangelio”.
    Estas celebraciones para recordar a Romero son de larga tradición en Roma, ya que comenzaron hace varios años por iniciativa del entonces Director de la Caritas romana, monseñor Luigi Di Liegro, se informó oficialmente en comunicado del CIPAX. Además, en Roma existe una iglesia -la basílica San Bartolomeo all’Isola- que dedica sus altares a los “Mártires del Siglo XX y XXI”, y donde se pueden ver las imágenes de sacerdotes, religiosas y laicos muertos por el terrorismo de Estado en Latinoamérica (3).
    Ángel González, colaborador del Movimiento Latinoamericano Molacnats, me ha comentado que “en Diciembre de 1980, niños de los sectores populares de los barrios del Norte de Barquisimeto, Venezuela agrupados en el Movimiento de Acción de los Niños (MOANI) organizaron una marcha por la Paz, en solidaridad con el pueblo Salvadoreño y en memoria del Santo Mártir de ese país, quien defendió la dignidad de los pobres, denunció las masacres cometidas por las fuerzas armada y el gobierno nacional apoyado por el gobierno de los Estado Unidos. Recordamos en esta Semana Santa la pasión, muerte y resurrección en el pueblo, de un verdadero profeta quien con su sangre regó las tierras de nuestra América latina donde hoy germinan los frutos de lucha, dignidad y libertad. Viviremos y Venceremos!”.
    Gustavo Gutiérrez, sacerdote, teólogo y padre de la Teología de la Liberación, se une a la búsqueda de justicia que anima la lucha de Monseñor Romero con esta reflexión para la semana santa.
    “¿Tú eres rey?”, pregunta Pilatos a Jesús en un texto del evangelio de Juan que volveremos a leer esta Semana Santa. Jesús no lo niega, pero precisa: “Mi reino no es de este mundo”. Pilatos, astuto, no se engaña, le dice: “¿Entonces tú eres rey?”. Una cuestión que es, más bien, un aserto. Jesús asiente: “Yo soy rey”. Esa afirmación le costará la vida. Sus acusadores aprovecharán para gritar que ello va contra la autoridad del emperador romano, por esa razón, y no sin intención burlona, pondrán la inscripción INRI en la cruz.
    Pero ¿qué ha querido decir Jesús al sostener que su reino ‘no es de este mundo’? ¿Se trataría de un reino ahistórico, alojado exclusivamente en un más allá de nuestro tiempo? Según el testimonio de los evangelios, el reino está presente desde ahora entre nosotros, en ruta a su plenitud, incluso nos enseñó a pedir “que tu reino venga”. Jesús dice a Pilatos que es rey, pero de un reino muy distinto al que el gobernador representa. No es mundano, no usa el poder para dominar y defender privilegios, sino para servir. Servir, ante todo, a los últimos de la sociedad, a los olvidados. Sin duda, se requiere de medios eficaces para transformar situaciones en las que no se respeta la dignidad humana y los derechos humanos de los más débiles; eso sí constituye un poder, pero, desde las enseñanzas del evangelio, deber ser siempre un poder generoso y humilde de servicio. No como el de “los grandes de este mundo” que “tratan despóticamente” y “abusan de su poder”. “Que no sea así entre ustedes”, les dice Jesús a sus discípulos (Marcos 10,42). Una advertencia hoy para todos, incluida la propia Iglesia.
    Hacer memoria de la muerte y resurrección de Jesús debe ser una ocasión para respirar a pleno pulmón y experimentar el don de la vida que celebramos en estos días. No nos dejemos ganar por el escepticismo frente a la necesidad de cambios personales y a la posibilidad de construir una sociedad justa y humana, en la que todos tengan un lugar digno y justo. Aprender a estar alertas frente a todo tipo de maltrato y discriminación, y ser conscientes de la parte de responsabilidad que nuestra dejadez y repliegue culpable sobre nosotros mismos pueden tener en esos hechos, son condiciones indispensables para un cambio. Al renovar nuestra esperanza en el misterio pascual que celebraremos muy pronto, renovemos igualmente la capacidad de estar atentos a todo lo que vulnere a los seres humanos, imágenes de Dios para un creyente, por quienes Jesús entregó su vida”, concluye Gustavo Gutiérrez (4).

    Monseñor Romero y el nuevo papa Francisco

    El papa Francisco acaba de decirnos que sueña con una “Iglesia pobre y para los pobres”, para eso necesitamos, como lo ha dicho también, reconocer que el auténtico poder de la Iglesia consiste en servir a los pobres.
    El premio nobel por la paz Adolfo Pérez Esquivel encontró el Papa Francisco en Vaticano y asistió en Roma a una misa y a otra ceremonia en memoria del obispo salvadoreño. “Con el Pontífice hemos hablado de nuestros mártires, semillas de vida que han dado la propia vida por otras personas. Romero era un gran profeta, es un mártir de la Iglesia”, dijo. “Estamos muy contentos con la elección del papa Francisco. Por primera vez ha sido elegido un pontífice latinoamericano y eso llevará a la Iglesia a salir del eurocentrismo” comento Pérez Esquivel a los periodistas reunidos en la sede del Serpaj (Servicio Paz y Justicia) en Roma.
    Espero que el Papa Francisco pueda reconocer que el Reino de Dios en la Tierra fue construido también por sacerdotes que fueron injustamente expulsados por el orden de los salesianos, como por ejemplo Alejandro Cussianovich (Perú) y Gerardo Lutte (Bélgica-Italia), como acabo de denunciar en el artículo “Le pape François et une église des les pauvres “que he publicado en la agencia ALAI (5) y en el Fórum des Alternatives (6).
    Concluyo con las palabras de JON SOBRINO, S.J., director del Centro Monseñor Romero de la UCA de San Salvador: “Este año el aniversario de Monseñor Romero coincide con la elección de un nuevo papa, Francisco. Para terminar quiero decir brevemente dos cosas: la primera es mi deseo de que en él los pobres encuentren siempre compasión. Que el papa nos ayude a nosotros a ser compasivos con los pobres. Y que nosotros ayudemos al papa a ser compasivo con ellos. La segunda es presentarle algunos deseos. Menciono cuatro que me parecen importantes, y que espero sean de su agrado:
    1. Que proclame que la Iglesia es Iglesia de los pobres, y que escuche con alegría el aplauso de Juan XXIII, quien descansa en paz en una tumba cercana a su aposento papal.
    2. Que de una vez por todas enaltezca a la mujer y resuelva valientemente el problema de la mujer en la iglesia. Y que con las mujeres dentro la Iglesia sea mejor partera de humanidad.
    3. Que no abandone la modesta cruz que lleva al pecho. Y que comience a dar pasos para dejar de ser jefe de Estado. Y así, que haga de la iglesia un pueblo que camina, con tanteos, hacia Dios.
    4. Que canonice sin necesidad de repetir fórmulas y sin quedar aprisionado en normas, a todos los mártires y a todas las mártires de la justicia en el seguimiento de Jesús. Y si busca un nombre para que todos ellos y ellas tengan nombre, desde aquí le ofrecemos muy humildemente el nombre de Monseñor Romero y el nombre de los mártires de El Mozote. Y que él añada muchos otros nombres de hombres y mujeres -y de pueblos crucificados- que han dado su vida por amor como Jesús crucificado y como el siervo sufriente de Yahvé. Con todos ellos y con todas ellas Dios ha pasado por este mundo.

    Que Monseñor Romero le ayude al papa Francisco. Y que nos ayude a todos nosotros a parecernos a Jesús de Nazaret”, concluye p. Jon Sobrino (7).
    NOTAS
    ·http://www.andes.info.ec/personaje/conmemoran-trigesimo-tercer-aniversario-asesinato-monsenor-romero.html
    ·http://www.redescristianas.net/2013/03/25/en-el-xxxiii-aniversario-del-martirio-de-monsenor-romero-homilia-del-padre-jon-sobrino-el-22-de-marzo-en-la-capilla-de-la-uca/
    ·http://www.cipax-roma.it/oscar_romero.asp
    ·http://puntoedu.pucp.edu.pe/opinion/la-semana-santa-y-los-pobres/
    ·http://alainet.org/active/62630
    ·http://www.forumdesalternatives.org/fr/le-pape-francois-et-une-eglise-des-les-pauvres
    ·http://www.redescristianas.net/2013/03/25/en-el-xxxiii-aniversario-del-martirio-de-monsenor-romero-homilia-del-padre-jon-sobrino-el-22-de-marzo-en-la-capilla-de-la-uca

    [* Operador de redes internacionales para la defensa de los derechos humanos en Latinoamérica. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS. Trabaja en Latinoamérica desde 2001 con experiencias en Guatemala, Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela, Brasil. Investigador, panelista y autor de varios libros].