sábado, 10 de enero de 2015

Cambio climático multiplica amenazas de conflictos y disturbios.


La compañía de análisis de riesgos Maplecorft confirmó que el cambio climático es un multiplicador de amenazas e incrementa el riesgo de conflictos y disturbios civiles en 32 países, incluyendo a las economías emergentes de Bangladesh, Etiopía, India, Nigeria y Filipinas.

Así lo advirtió en la séptima edición anual de Cambio Climático y Atlas de Riesgo Ambiental (CCERA, por su sigla en inglés) lanzado por Maplecroft, donde actualiza un índice de vulnerabilidad de los países ante el cambio climático.

El índice evalúa la posición geográfica y la capacidad de los gobiernos para adaptarse al cambio climático en los próximos 30 años.

Emplea datos de riesgo comparables entre 198 países y a través de 26 temas, que incluyen las emisiones, las regulaciones medioambientales o la gestión de desastres naturales.

En tal sentido Maplecorft reafirma las conclusiones de informes recientes dados a conocer por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos que identificó el cambio climático como un “multiplicador de amenazas” que aumenta el riesgo de conflictos y disturbios.

Los resultados sitúan a Bangladesh en la cima del pódium del riesgo extremo, seguido de Sierra Leona, Sudán del Sur, Nigeria, Chad, Haití, Etiopía, Filipinas, República Centroafricana y Eritrea.

Por su parte, también economías en desarrollo como Camboya (12), Myanmar (19), Pakistán (24) y Mozambique (27) se sitúan en la categoría de “riesgo extremo”.

Una de las características unificadoras de las economías identificadas por el CCERA es que dependen en gran medida de la agricultura, con un 65 por ciento de su población laboral empleada en el sector, y el 28 por ciento de su producción económica global basada en ingresos agrícolas.




El calentamiento global aumentará la pobreza y la migración y la reducción de los niveles de la educación, y, como consecuencia, la privación de derechos de ciertas comunidades e impulsaría el apoyo a grupos radicales.

De esta manera, los países que ocupan los primeros puestos presentan un alto potencial para la desestabilización tanto de la seguridad regional, como de sus economías nacionales.
Fusión de riesgos afecta crecimiento económico y capacidades militares

Según Maplecroft, la fusión y el empeoramiento de los riesgos en un país tiene el potencial de desestabilizar la seguridad regional, lastimar las economías nacionales e impactar las operaciones y cadenas de suministro de las empresas.

Nigeria, cuarto clasificado de mayor riesgo, se cita como un ejemplo típico de un país donde esto ha ocurrido. La extensa sequía y la inseguridad alimentaria ayudaron a crear las condiciones socioeconómicas que dieron lugar a la aparición de Boko Haram y la violenta insurgencia en el noreste del país.

La inseguridad alimentaria y la volatilidad del precio de los alimentos también se han identificado como factores desencadenantes de la Primavera Árabe – particularmente en Egipto y el actual conflicto sirio.

Con una de cada cuatro personas aún desnutridas en el África subsahariana, los impactos del cambio climático hacen que sea aún más difícil para los gobiernos de la región mejorar la seguridad alimentaria y ayudar a reducir las tensiones.

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Fuente; Servindi

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