Juan José Tamayo-Acosta.
Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones. Universidad Carlos III de Madrid Octavio Salazar Benítez. Profesor titular de Derecho Constitucional. Universidad de Córdoba (Diario de Córdoba, 16 de julio de 2015)
“Feminismos, género y masculinidades”. Es el título del curso de verano que vamos a celebrar en La Rábida (Huelva), del 20 al 22 de julio del presente año bajo el patrocinio de la Universidad Internacional de Andalucía. El interés de curso radica en primer lugar en el propio tema, que constituye –o debe constituir- uno de los centros del debate intelectual y político en la dirección hacia una sociedad inclusiva, igualitaria, paritaria, liberada de todo tipo de discriminaciones sexistas, raciales, clasistas y respetuosa de la diversidades étnicas, culturales, religiosas, de género, sin desembocar en desigualdades.
Es un curso en el que participamos especialistas en las diferentes disciplinas que se ocupan de los estudios de género: ciencias sociales y políticas, filosofía, derecho, teología, historia, ciencia, etc. con un largo recorrido intelectual, una intensa actividad docente, un extenso curriculum bio-bibliográfico y una larga historia de militancia en los movimientos sociales, sobre todo en el feminista. Somos cuatro hombres y cuatro mujeres –paridad- que venimos trabajando las cuestiones de género desde hace varias décadas y que hemos empezado a hacerlo de manera coordinada. Es la mejor garantía para poder avanzar al unísono en el discurso de la igualdad de género y en la praxis transformadora de la sociedad.
No podemos quedarnos en la foto fija del feminismo de los orígenes, ni siquiera en la del siglo XX, aun cuando no podemos desconocer y valorar los hitos fundamentales en la historia del feminismo. Por eso, el curso es también un programa a medio y largo plazo en el que vamos a analizar los más importantes desafíos que plantean los diferentes feminismos a la cultura, a la sociedad, a la ciencia, al arte, a la vida académica, a la filosofía, a las ciencias sociales. Pero también los desafíos que el nuevo paradigma cultural, los cambios sociales, las transformaciones económicas y las revoluciones científicas plantean a los feminismos.
No vamos a quedarnos en el debate académico, que limitaría sobremanera el interés y la participación. Bajaremos a la vida cotidiana, a la arena política, a las relaciones sociales, a los conflictos provocados por el patriarcado, a las resistencias del neoliberalismo frente a las luchas feministas, a las diferentes formas de violencia de género, a los nuevos climas culturales, a las plurales identidades sexuales, etc. El feminismo es una revolución incruenta que, lejos de alimentar las crecientes desigualdades actuales, lucha contra dichas desigualdades y trabaja por la integración social de los sectores más vulnerables de la sociedad. La perspectiva de género debe compaginarse con otras perspectivas como la intercultural, la interreligiosa, la poscolonial, etc. Y todo en sintonía con los movimientos sociales que luchan por otro mundo posible donde quepamos todas y todos.
El curso supone un avance sobre otras actividades similares en torno a los feminismos en, al menos, dos campos temáticos, que queremos destacar de manera muy especial: las masculinidades y el análisis de las religiones desde la perspectiva de género.
Las masculinidades no son ajenas al discurso de género, pero no se encuentran en el centro del debate. Nosotros queremos colocarlas en el centro a través de un análisis crítico de las masculinidades hegemónicas –tanto las religiosas como las sociales-, que están en la base del patriarcado y de la propuesta de nuevas masculinidades no opresivas, abiertas a valores éticos que no privilegien a los hombres discriminen a las mujeres. El feminismo y las cuestiones de género no son asuntos solo de mujeres, sino que afectan a hombres y a mujeres. Por eso es necesario –urgente, diríamos- la incorporación de los hombres a la reflexión teórica feminista y a las luchas por la emancipación y la igualdad.
Las religiones son el último y muy influyente bastión del patriarcado social. Por eso creemos necesario elaborar una teoría crítico-feminista de las religiones como condición necesaria para de-construir, y no reproducir por más tiempo, el discurso sagrado androcéntrico y la organización patriarcal religiosa en la sociedad, e incorporar las tradiciones igualitarias y emancipatorias de las religiones a los discursos de género y a las prácticas feministas.
Fuente: Redes Cristianas
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