sábado, 29 de febrero de 2020

El agotamiento emocional es mucho peor que el agotamiento físico.


La ajetreada rutina diaria y las responsabilidades puede causar agotamiento físico y mental pero el más peligroso de este malestar se trata del emocional.

El trabajo, el estudio, las responsabilidades, las obligaciones y los deberes hacen que una persona pueda llegar a padecer de agotamiento físico, mental o emocional.


Las diversas actividades que forman parte de la rutina diaria de una persona pueden llegar a causar un desgaste físico evidente. El desplazarse al trabajo, clases, las labores del hogar, la caminata y cualquier actividad física causa efectos directos sobre el estado físico de los individuos.

Normalmente los malestares físicos generan mayor revuelo y preocupación, sin llegar a mostrar preocupación por el aspecto más importante: el emocional. Y es que las dolencias físicas, logran ser tratadas mediante medicación, masajes o descanso.

En cambio el agotamiento emocional, no se diagnostica fácilmente, ni puede ser tratado de igual forma que las dolencias físicas. Debido a que existen diversas razones que pueden ser el detonante de dicho cansancio, por lo que para su solución, necesitan ser descubiertas y tratadas individualmente.



El agotamiento emocional, un peligroso padecimiento

El estrés, los deberes, las preocupaciones y las distintas responsabilidades que una persona experimenta, pueden llegar a generar un estado de agotamiento físico, emocional y mental.

Cuando un individuo experimenta cansancio físico, este se demuestra en su estado de salud física. Mientras que el agotamiento mental, afecta directamente el comportamiento, sueño, alimentación y conducta de las personas que lo padecen.

En cambio cuando se trata del agotamiento emocional se hace referencia a un malestar de mayor magnitud, bastante común en la actualidad. Este padecimiento afecta directamente las emociones del individuo, creando un desequilibrio que afecta la forma en la que interactúa, se desarrolla y siente los eventos vividos.


El entorno social, el trabajo, la economía, las responsabilidades y las relaciones de amistad y amor, son tan solo algunos de los elementos que contribuyen al agotamiento emocional. Al sobrecargar a nivel sentimental a una persona, quien experimenta momentos de susceptibilidad y exposición ante quienes le rodean.

Para hacer frente al agotamiento emocional es necesario reconocer e identificar, que situaciones o personas que generan mayor nivel de estrés en tu vida. Con el objetivo de poder evitarlas a tiempo y así evitar que su presencia cause desgaste sobre tu salud emocional.

Igualmente es recomendable hacer espacio dentro de tu rutina diaria, para tener un momento privado y de relajación. Puedes practicar un hobby o simplemente no hacer nada y disfrutar de la tranquilidad. Así podrás mantener en calma tus sentimientos y tu corazón, cuidando y protegiéndote de la influencia negativa de otros sobre ti.

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