jueves, 24 de noviembre de 2011

La dignidad humana.


Wilfredo Delso, el Cura de Fabara (Zaragoza), fue uno de los primeros curas rebeldes que se puso al servicio del pueblo, contra los intereses de los caciques. Sufrió en 1974 las iras del Arzobispo de turno, Pedro Cantero, Consejero del Reino, quien le fulminó con el cese canónico cerrándose al diálogo. Pero Wilfredo sintió el apoyo de su comunidad y de muchos compañeros curas. La semilla estaba sembrada y dio frutos en la Iglesia española de la transición. Los próximos días la fundación que lleva su nombre, AWD, va a celebrar en Fabara un Foro de Debate sobre “La crisis como reto global”. Entre otros, intervendrá Enrique de Castro, el cura de San Carlos Borromeo de Entrevías y el autor de este artículo, colaborador de ATRIO, viejo amigo y promotor de la memoria de Wilberto y de un nuevo tiempo de siembra.
Las cosas tienen interés como objetos de conocimiento, belleza con frecuencia, precio muchas veces y utilidad casi siempre; pero no tienen dignidad, los animales tampoco. Las personas, en cambio, tienen dignidad. Un niño, un aciano, un enfermo, un preso, un parado, un inmigrante sin papeles y un pobre que no tenga nada…, tienen dignidad. La dignidad no es como la belleza o la ciencia, ni una virtud adquirida, ni una propiedad espiritual o corporal que unos tengan y otros en absoluto. No es un privilegio ni un valor que se cotice. Cualquier persona merece un respeto por el mero hecho de serlo; pero la dignidad humana no depende del respeto o reconocimiento del que uno sea objeto. Un trato indigno nos indigna, pero no nos hace indignos. Al contrario, esa indignación subleva nuestra dignidad: la levanta, sobre todo cuando sale en defensa de los débiles. La dignidad es un valor que nadie puede quitarnos, aunque cualquiera pueda perderlo en sí y para sí mismo -en conciencia y a conciencia, por su culpa- si pierde el respeto debe a sí mismo como a los otros.
Se ha llamado dignidad al valor que distingue por igual a todas las personas. Y se ha visto en la razón humana su fundamento, los filósofos, y los teólogos en una presunta imagen y semejanza de Dios en nosotros mismos. En 1948 la Asamblea de Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo Artículo I dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. La dignidad humana es principio y fundamento de todos los derechos humanos que prohíben el trato deshumano de las personas sin discriminación alguna en todo tiempo, lugar y situación dada: en la guerra o en la paz, en libertad o cautiverio, ya se trate de un terrorista o delincuente común, no hay derecho contra los derechos humanos. Nunca, en Guantánamo tampoco.
A propósito de la dignidad humana formuló Kant un imperativo categórico: “Actúa de tal forma que trates siempre a la humanidad así en tu persona como en la persona de cualquier otro como fin en sí mismo y nunca como un simple medio”. Y añadió la siguiente explicación: “En el reino de los fines todo tiene un precio o una dignidad. Lo que tiene precio puede sustituirse por algo equivalente; pero lo que está por encima de cualquier precio y carece por tanto de equivalente, tiene dignidad [...] La única condición necesaria para que algo pueda ser un fin en sí mismo es que no tenga solo un valor relativo, es decir, un precio, sino el valor intrínseco que llamamos dignidad”. Y Machado nos advirtió que “solo el necio confunde valor y precio”. ¿Se refería a los listos que vacían las cajas y se llenan los bolsillos? Yo sí, yo me refiero a ellos y a los “dignatarios” : a cuantos se aprovechan para enriquecerse del puesto de trabajo (!) que ocupan en las cajas de ahorro o de la posición social que corresponde a la “dignidad” que representan en el Estado, a cuantos ponen su categoría humana a la altura de sus vergüenzas. Me refiero a los listillos que se pasan de listos y a los necios que los envidian. A los intermediarios o pontífices de la nueva religión que da culto al dinero.
La alternativa, amigos, ya no es Dios o el Cesar como dijo aquel; ni Dios o el Dinero, que también lo dijo Jesús; ni siquiera el Estado o el Mercado, o los “mercados”, para llamarlos con un nombre que me recuerda otro: ” Legión”, que es el nombre de todos los demonios de un poseso del que hablan también los evangelios. Ni está el dilema entre dos cuernos, la política o la economía; ni se ofrece al parecer alternativa frente a las dos desde una ética universalmente aceptada; ni se la espera de las religiones, ni de una religión católica a la vieja usanza. En este mundo mundial se ha llegado a una situación en la que otro mundo sólo es posible. Porque uno es el señor, según parece, en el mundo real: el Dinero, y uno solo el bautismo bajo su nombre. Y todo lo demás al suelo! Los derechos humanos son todavía una causa pendiente en muchas naciones, la dignidad humana un hecho de conciencia en los hombres y mujeres de buena voluntad, y la indignación un movimiento social en flor. Está por ver lo que debe ser, lo que ha de venir: la cosecha, que no vendrá sin esfuerzo después del invierno y estamos aún en otoño. Justo cuando esperamos y necesitamos aquí, en España, que llueva a cántaros sobre la tierra después de lo que ha caído.
José Bada, 22-11-2011
Fuente: ATRIO

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Chile: Falleció Danielle Mitterrand, una gran mujer solidaria con las luchas de los pueblos.



Mapuexpress, 23 de noviembre, 2011.- Danielle murió la madrugada de este martes en París a los 87 años de edad. Recordada como una mujer combativa, como una mujer comprometida, recta, defensora de los desheredados, de los excluidos en el planeta y militante incansable de los derechos humanos.
Danielle Miterrand, quien ingresó el pasado setiembre ingresada en septiembre debido a una insuficiencia respiratoria en el hospital Georges Pompidou de París se apagó a las dos de la madrugada, según sus allegados, informaban las agencias internacionales de noticias.
Colocada en “coma artificial” desde el pasado viernes, Danielle Mitterrand, más delgada que de costumbre en los últimos años, comentaban sus cercanos a la prensa, trataba de seguir adelante con su militancia con el mismo convencimiento con el que participó en la Resistencia a la ocupación nazi, defendió la lucha de los rebeldes kurdos, la Cuba, la rebelión zapatista, la Bolivia de Evo Morales, las reivindicaciones de los mapuches en Chile, los movimientos altermundialistas.

Última Visita a Chile

En abril del 2009 fue la última oportunidad que Danielle estuvo en Chile y uno de los puntos de especial atención que abordó fue desde la perspectiva de los Derechos Humanos al agua indicando “El agua es universalmente libre y un bien común de la humanidad” indicó.
Asimismo, en ese contexto visualizó con especial atención los conflictos territoriales causados por políticas públicas que promueven principalmente la inversión privada, es decir la expansión forestal, la celulosa, los proyectos hidroeléctricos, pesqueros y salmoneros, las plantas y recintos de vertederos, los proyectos mineros, entre otros. Estos conflictos transversales y que afectan a diversos pueblos y sectores sociales en Chile fueron parte de diversos testimonios que recibió.
Para la Fundación nde Danielle, el trabajo con los pueblos indígenas y los sectores de la sociedad civil en general, es uno de los pilares de sus actividades. Desde su creación, France Libertés ha apoyado a través de acciones de terreno o dando testimonio de la realidad que aqueja a esos pueblos, al igual que desplegando estrategias de influencia política para facilitar el dialogo o crear presión en las autoridades.
Tomando en cuenta el apego y la relación histórica que tiene Danielle Mitterrand con los pueblos indígenas y organizaciones de la sociedad civil, se realizó en su visita a Chile una mesa de discusión.
El objetivo principal de ese encuentro realizado el 25 de abril del 2009 fue de escuchar los testimonios de dirigentes y actores tanto a nivel del respeto de los derechos humanos como de la aplicación del convenio 169 de la OIT.

¿Quién fue Danielle, Mitterrand?

Durante la Segunda Guerra Mundial fue agente de la Resistencia y fue entonces cuando conoció a François Mitterrand, con el que contrajo matrimonio el 28 de octubre de 1944. Danielle Mitterrand tuvo tres hijos, Pascal, muerto tempranamente, Jean-Christophe y Gilbert.
Después de la elección presidencial de su marido en 1981, Danielle asumió las funciones de primera Dama dedicándose principalmente a la ayuda para el llamado Tercer mundo.
En 1986 creó la fundación humanitaria France Libertés – Fondation Danielle Mitterrand, destinada a socorrer a los hombres y mujeres desamparados y oprimidos, emprendiendo acciones de sensibilización y financiación, que presidió hasta su fallecimiento.
En sus últimos años luchó por poner en primer lugar de los derechos humanos el derecho al acceso al agua igualándolo con la educación, la democracia participativa y la economía responsable.
Falleció tras unos días de hospitalización a causa de una anemia este martes 22 de Noviembre en la madrugada.
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Otras noticias:

martes, 22 de noviembre de 2011

México: el secuestro de migrantes.




La CNDH publicó recientemente el Informe especial sobre secuestro de migrantes en México. Se trata de un documento detallado y sustentado en un amplio trabajo de investigación en diferentes estaciones migratorias, dependencias oficiales, casas de migrantes y lugares de tránsito. En más de 2 mil visitas de trabajo de campo se pudo constatar 214 eventos de secuestro de indocumentados y dado que se trata de plagios masivos son varios miles de personas involucradas en estas acciones.
La investigación contrasta con la práctica política en estos casos de primero negar los hechos y luego, con la presión pública, proceder a investigar, de manera tortuosa y poco efectiva lo sucedido. El informe de la CNDH sobre el secuestro le pone datos concretos e información confiable a un fenómeno donde la situación de vulnerabilidad no presenta una disminución y los grupos que comenten violaciones en su perjuicio se han especializado y diversificado sus estrategias.
También se constata y se denuncia que en 9 por ciento de los casos los testimonios señalan que hay varios tipos de policías y funcionarios de migración involucrados, el único que se salva es el Ejército. Pero además de funcionarios y autoridades están coludidos un complejo entramado de informantes, halcones, taxistas, maquinistas y coyotes que sirven de apoyo a los grupos de delincuentes dedicados al secuestro, la violación y la extorsión.
Desde el año 2006 en las casas de migrantes, en su mayoría regenteadas por la Iglesia católica y organizaciones afines, se empezó a reportar el fenómeno como una nueva modalidad delictiva. El clímax se dio en 2010 con el secuestro y la masacre de 72 migrantes centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas.
Uno de los dos sobrevivientes de San Fernando fue entrevistado por la CNDH y su testimonio figura al final del informe, junto con otros tantos que dan cuenta de la ferocidad y brutalidad que ejercen los secuestradores sobre sus víctimas.
Si bien las modalidades de ese delito y el uso de informantes varían según los casos y las regiones, el modus operandi para establecer el contacto con los familiares de migrantes y el envío del dinero es exactamente el mismo. Los extorsionadores utilizan la misma modalidad a la que recurren los indocumentados para solicitar dinero y apoyo a sus familias. Los envíos llegan por Western Union y otros sistemas de envíos de remesas. Muchos de ellos en bancos, que cuentan con cámaras, exigen identificación y tienen bases de datos que se pueden rastrear con facilidad por las autoridades competentes, si hicieran su trabajo.
Como medida de seguridad los migrantes van pidiendo dinero a sus familias de a poco, mientras avanzan en la ruta y de este modo se sienten protegidos de los asaltantes que les roban su dinero. Luego al llegar a la frontera el migrante contrata un coyote al cual se le paga en el lugar de destino al entregarse la mercancía. Hasta el cambio de siglo se trataba de un servicio garantizado, sólo se le pagaba al coyote cuando el indocumentado había llegado a su lugar de destino. Obviamente, el coyote cuidaba su mercancía y sólo lo entregaba cuando había recibido el pago y se tomaban las debidas precauciones, tanto por parte de los familiares como por la parte de los coyotes.
En ocasiones los coyotes eran golpeados al entregar la mercancía o no les pagaban lo convenido. De ahí que a la hora de acercarse al destino los migrantes eran prácticamente amarrados y custodiados para que no se escaparan sin pagar. Sin embargo, los acuerdos solían respetarse por ambas partes y muchas veces se utilizaban coyotes conocidos o que pertenecían al pueblo de origen. El negocio se basaba en la confianza mutua y era bastante seguro.
Los migrantes sin redes sociales y sin contactos eran lo que estaban más expuestos a la extorsión y al engaño. De igual modo los indocumentados de las zonas emergentes como Veracruz, por ejemplo, se encuentran más expuestos y vulnerables a la hora del cruce. Algo similar sucede con los centroamericanos, en especial los hondureños, que es el grupo más reciente en involucrarse al proceso migratorio internacional que cruza por México.
La llegada masiva de migrantes de las nuevas zonas de origen de México y Centroamérica generó una sobredemanda de servicios, lo que derivó en la improvisación de coyotes sin experiencia que abandonaban a los indocumentados en el desierto y el ingreso del crimen organizado al negocio.
El secuestro de migrantes se basa en la cantidad de secuestrados no en la calidad del plagiado y el monto de sus recursos. Es la extorsión de los pobres a cambio de su vida. Se supone que el migrante tiene recursos equivalentes al pago del coyote, por lo que las sumas se limitan a unos pocos miles de dólares, que multiplicados por 10 o 20 personas resultan ser significativas.
El secuestro de migrantes se ha multiplicado por que los pobres no reclaman y si lo hacen nadie los atiende, más aún si son extranjeros indocumentados. En tres años y medio, de diciembre de 2006 a junio de 2010, la Unidad Especializada en la Investigación de Secuestros de la PGR sólo ha iniciado tres indagatorias por este delito. Un récord nacional de una indagatoria por año. Por su parte, en año y medio la Sedena realizó 17operativos y liberó a 486 migrantes víctimas de secuestro de varias nacionalidades, incluidas la mexicana.
El informe de la CNDH demuestra fehacientemente que la Estrategia Nacional e Integral para el Combate al Secuestro no funciona y que la Unidad de Investigación tampoco hace su trabajo. Paradójicamente las pistas son claras, el modus operandi no ha cambiado, sólo hay que rastrear los envíos.
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Fuente: Chacatorex

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Hacia el cisma de los laicos?


Nada sabía de los “lolardos”, hasta que comencé el libro que me he regalado para mi 34 cumpleaños. “La comerciante de libros” de Brenda Vantrease. Según revela la novela y da fe la historia, los “lolardos” fueron considerados herejes en el siglo XIV por la iglesia católica, por aspirar a la traducción de la Palabra de Dios y su llegada a todas las manos; así como su aspiración a la reforma. Fueron condenados, porque su iniciativa se consideró cismática, y por ello condenatoria.
El cisma, como concepto es creado por la iglesia desde que esta, siente la necesidad de defender el uso de su única verdad, a costa de lo que sea. Cismático es el que desobedece a la autoridad eclesiástica, pero mantiene la unidad de la fe. Como ejemplo cito la carta “Adeone te” al obispo Juan, a comienzos del año 559, por manifestar su disparidad de pensamiento con el papa Pelagio I; “¿Hasta que punto te falló la verdad de la madre católica, que no te consideraste inmediatamente cismático, al apartarte de las sedes apostólicas?” No abriré aquí un insulso debate sobre la autoridad y la posesión de la verdad aderezada con el tema de las llaves de Pedro, no se trata se eso. Pero se tratan estas letras de la cercanía o lejanía, que los fieles o bautizados mantenemos con la iglesia.
Yo no aliento un cisma, aunque en mi juventud me sorprendo de que no estallara en los tiempos que corren. Lo que advierto es que el cisma esta presente, aunque aun este larvado en la sociedad cristiana. Mi tienda es lugar de paso y de conversación para amigos y ajenos. La semana pasada, la conversación con una mujer y madre de familia nos llevó a hablar de la fe. ¡Figuraos, en el mostrador de una tienda! La señora manifestó con claridad su hartazgo, “sobre aquellos que solo condenan posturas llamadas antinaturales, cuando luego disuelven un matrimonio canónico previo pago de su importe. Aquellos que un domingo te hablan de Dios y de la justicia y la paz del evangelio, y al siguiente Domingo te aconsejan educadamente a quien votar. Aquellos que piden por Dios pero no dan ni por la virgen”, -dijo la mujer ante mí-. Palabras duras, de acuerdo; como dura es la realidad de la vida.
Sinceramente me adolecí, pues este testimonio no es de una encuesta demoscópica, pero es reflejo del sentimiento generalizado que sienten muchas personas.
Que conste que me adolecí, no por “aquellos” que nombraba la señora y que todos sabemos quiénes son; sino por la mujer y su herida sensibilidad. Porque en este tiempo más que nunca, puede ser la fe, la salvaguarda para mantener el ánimo esperanzador y el empuje necesario para continuar hacia delante. Pero la gente esta cansada de que se les diga que vayan a misa los domingos, pues eso y las obras de misericordia, agradan a Dios. No justifico estas palabras, pues la vivencia de la fe puede ser una cosa y la practica de la religión otra distinta aunque conexas.
Y esta señora y su planteamiento no son exclusivos. Tras ella, esta el esposo, y los hijos y familiares, dispuestos a la influencia de sus vivencias y pensamientos. Ella es portadora de este nuevo sentir hacia la practica de la fe, y probablemente sean de los que solo vemos en las iglesias para acontecimientos culturales.
¿Quiénes llenan las iglesias en este momento? ¿Quiénes son hoy la esperanza de la Iglesia? Salvo Comunión y Liberación, Opus Dey, los Kikos y catorce mil ramas católicas de pensamiento ultra conservador en este continente y aquel; una gran mayoría de las personas bautizadas pasan olímpicamente de la iglesia, -permítaseme la expresión-. ¿Dónde dejamos el capitulo de la libertad de pensamiento en nuestra comunidad cristiana? Porque, si eres laico y no estas comprometido, quizás ni se dignen mirarte los obispos; pero como estés consagrado u ordenado, prepárate para hacer uso de tu libertad pues te freirán como a san Lorenzo.
¿Quién se adolece de la exclaustración del apreciado franciscano Arregui, salvo los libre pensadores? Aquellos que no ven solo una isla en el horizonte, sino una miríada de ellas para ponerse a su resguardo y desde tal o cual isla, contemplar a Dios y el mundo. ¡Porque, no solo existe la isla vaticana! El teólogo Castillo, es otro que en la madurez de su vida manifiesta su salida de lo clerical, para poder tener autentica libertad de expresión y de pensamiento.
De los curas casados ya no hablamos, pues tienen la boca seca de hablar de estos asuntos. Y los laicos progresistas y críticos, que algún día estaremos aunque sea en la clase baja de la teología, ¿qué será de nosotros? ¿Nos enviarán un “monitum” a casa con un rollo de precinto del gordo, para que nos lo pongamos en la boca? Lejos quedaron aquellas palabras del cardenal Tarancón citadas por Miret Magdalena, cuando decía sobre la critica que: “es improcedente para la mayoría de obispos, sacerdotes y cristianos piadosos, y sin embargo, la critica no sólo es conveniente, sino necesaria en la Iglesia; […] para despertar a los dormidos y para estimular a losa cobardes”.
Pienso que el cambio está presente, es inevitable. Será doloroso, pasará por la cruz; pero será efectivo. Lo que ocurre es que a excepción de los grandes cismas, las grandes separaciones; la separación actual es mas desgarradora pues hace que muchas personas cuya fe se cimienta –en parte- en la estructura clerical, le fallen los cimientos de la misma y vean poco a poco caer el edificio mental que tienen como Iglesia católica.
Los matrimonios cristianos no canónicos –heterosexuales u homosexuales-, celebrados en comunidad con ausencia del sacerdote, son ya una realidad. Hay personas a las que no les importa que en un libro de la parroquia digan que están casados. Unión civil a efectos legales, unión cristiana ante los ojos de Dios y la comunidad, pues ya sabemos que el sacerdote es testigo de la iglesia, ya que son los esposos los que se administran mutuamente el sacramento. No entro en discusión sobre la procedencia o improcedencia de estos acontecimientos dados en comunidades, pero lo que seguro no haré es condenarlos.
Lo seguro es que para estos y otros muchos, el sacerdote hoy en día no es ni representación ni garantía de la presencia de Jesús. Es uno más entre los presentes, admiten estos.
Desde luego, lo que tengo claro es que me niego a marcharme de la Iglesia de Jesús. Y quien me invite a ello, tendrá frente a él la determinación de una persona que antepone el amor, la fraternidad y el respeto ante cualquier ley o disposición concreta.
El pueblo es sabio, en el reside el germen de lo laico en el cual se introdujo Jesús, al bajar al lodazar de la rivera del Jordán.
Vivamos expectantes este proceso continuo de cambios, desde la serenidad y desde la contemplación. Confirmemos continuamente nuestra fe, abrazados a los hermanos y dispongamos los corazones, para ayudar a quien nos precise. Los formulismos y protocolos vienen solos, pero el evangelio es vida y la vida nos corresponde vivirla a nosotros, con la ayuda de Dios y la asistencia de su Espíritu.
Atentos pues.
Fuente: Atrio
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La tecnología y la educación: una dosis de realismo.


En educación existen dos puntos de vista extremos con respecto al uso de la tecnología. Por una parte, están sus defensores a ultranza, a quienes se ha dado en llamar evangelistas, y que recuerdan que una integración óptima de la tecnología permitiría cambiar el paradigma de la educación escolar, centrándolo mucho más en la actividad del alumno. Por otra parte, también hay voces que sostienen que la tecnología no es ni más ni menos que una fuente de entretenimiento que no hace más que distraer a los alumnos, y a sus docentes, de lo sustancial: aprender cosas serias.Curiosamente, ninguna de estas dos perspectivas parece responder a las preguntas que un profesional de la docencia generalmente se hace y que básicamente tienen que ver con la mejora de las prácticas de enseñanza y aprendizaje, y de los resultados educativos. Por esta razón, comienza a cobrar fuerza una nueva visión centrada en el realismo: ¿Servirán estas soluciones a "docentes como yo", es decir, a profesionales que ni pretenden ser paladines de la tecnología ni tampoco acérrimos protectores de la pizarra, sino sencillamente buenos docentes?
A estas alturas no debería ser necesario recordar las razones por las que cabría esperar que la tecnología tuviera ya una mayor presencia en las aulas. Para empezar, las hay relacionadas con los cambios en las demandas de los mercados laborales; de hecho, sabemos a ciencia cierta que la mayor parte de los alumnos que hoy están en las aulas de la ESO tendrán trabajos en los que la tecnología y el conocimiento tecnológico serán capitales. En segundo lugar, está la cuestión de la brecha digital. Ahí la escuela sigue siendo un bastión muy importante. En tercer lugar hay que recordar una vez más el flaco favor que conceptos como el de nativos digitales hacen a la educación al presuponer, erróneamente como se ha demostrado de forma empírica en multitud de ocasiones, que por el mero hecho de ser diestros en el manejo de determinados dispositivos, aplicaciones o servicios son automáticamente maduros en términos de competencias requeridas y de valores y usos responsables de la tecnología. ¿Dónde, si no es en la escuela, se puede aprender a manejar responsablemente la información y a transformarla en conocimiento? ¿Dónde se puede aprender a cooperar y a no plagiar?
En todo caso, es innegable que las tecnologías digitales forman parte indisociable del paisaje escolar: el 93% de los alumnos de 15 años de la OCDE asisten a una escuela en la que cuentan con acceso a un ordenador y prácticamente el mismo porcentaje (92,6%) dispone igualmente de acceso a Internet. España se encuentra, en este sentido, ligeramente por debajo de la media (90%), pero ciertamente con una cifra nada despreciable.
Pese a todo, cuando se examinan con detalle los datos acerca de los usos escolares de la tecnología emerge una imagen extremadamente compleja. Por una parte, el porcentaje de alumnos de 15 años de edad en los países de la OCDE que usa como mínimo 60 minutos a la semana el ordenador en el aula es siempre inferior al 4% en todos ellos y apenas alcanza el 1,7% en el caso del área de matemáticas. Y son estos mismos alumnos los que, en un 50%, utilizan prácticamente a diario la tecnología para realizar sus tareas escolares... en casa. Por otra parte, más del 75% de los docentes utiliza casi diariamente el ordenador para la preparación de sus clases o para la realización de tareas administrativas, por no hablar de los usos privados, cuando apenas se sirve de él en el aula.
De esta realidad tan compleja hay quien hace lecturas extremadamente simplistas, ya sea para denigrar las inversiones realizadas o, lisa y llanamente, para enviar un mensaje de desconfianza hacia la escuela y los docentes, a quienes se les exige un esfuerzo titánico de cambio de paradigma. Sin embargo, la complejidad de los datos exige una buena dosis de realismo: lo que funciona en tecnología y educación son aquellas soluciones que permiten llevar a cabo el trabajo escolar de forma más eficiente. Esto explica por qué, por ejemplo, los alumnos utilizan masivamente la tecnología para sus trabajos escolares, aunque siendo, como muchos son, huérfanos digitales de cualquier tipo de influencia educativa sobre esta materia, confundan eficiencia con plagio o prescindan de cualquier esfuerzo de procesamiento crítico de la información -razón de más para insistir de nuevo en la importancia de la escuela en este ámbito-.
Y esta misma búsqueda de la eficiencia explica también por qué los docentes encuentran óptimas las soluciones que la tecnología les ofrece para preparar sus clases o presentar mejor los contenidos en el aula, pero no todavía para cambiar sus formas de enseñanza. Muy probablemente las soluciones tecnológicas que se proponen no son suficientemente convincentes para la gran mayoría de "docentes como yo", probablemente porque el esfuerzo que exige su adopción no parece suficientemente recompensado, ni por el sistema en forma de incentivos para la carrera profesional, ni por los resultados obtenidos, ya que la forma y los contenidos de lo que hoy se evalúa no se corresponden todavía con las expectativas y las necesidades de la sociedad y de la economía del conocimiento.
Los datos sobre la intensidad y la variedad de los usos de la tecnología en el aula no transmiten la imagen que tal vez cabría esperar de la escuela de la sociedad del conocimiento. El análisis de las buenas prácticas en materia de tecnología y escuela muestra que uno de los factores más importantes es el maridaje entre el compromiso profesional docente, con un marco institucional favorable y un liderazgo escolar que le apoye. Si realmente se desea que las buenas prácticas se generalicen, el sistema escolar en su conjunto debe ser permeable a la innovación sistémica; es decir, debe contar con herramientas que permitan examinar con realismo en qué tareas o para qué problemas docentes pueden existir soluciones tecnológicas apropiadas, que mejoren la eficiencia del trabajo escolar o, sencillamente, que lo hagan aún más interesante.
Puede que la tan deseable revolución en el paradigma de la educación escolar todavía tarde en llegar, pero la escuela y muchos docentes, lo mismo que los alumnos, se están moviendo: han depositado su confianza en unas soluciones tecnológicas que les permiten trabajar de forma más eficiente. Y, en el caso docente, este trabajo consiste hoy en buscar fórmulas que permitan que los alumnos aprendan más, mejor y, probablemente, distinto.
Francesc Pedró es jefe de la Oficina de Tecnologías de Información y la Comunicación de la Unesco. Es autor del documento básico que presentará en la Semana Monográfica de la Educación de la Fundación Santillana, que se celebra en Madrid entre los próximos días 21 y 25 de noviembre bajo el título La educación en la sociedad del conocimiento.
Fuente: elpais.com