Blog personal de Juan Carlos Urquhart de Barros - Arzobispo Primado de la Iglesia Católica Episcopal Antigua en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.-
domingo, 31 de octubre de 2010
Argentina: Los kirchner frenaron parte de la crisis económica.
sábado, 30 de octubre de 2010
La importancia de una mujer en la Presidencia.Dilma en Brasil.
Aquí es donde veo la importancia providencial de poder tener al frente del gobierno de Brasil a una mujer como Dilma Rousseff. Ella podrá unir las dos dimensiones: la del trabajo que busca racionalidad y eficacia (la dimensión masculina), y la del cuidado que acoge lo más pobre y sufrido y proyecta políticas de inclusión y de recuperación de la dignidad (dimensión femenina). Dilma posee el carácter de una gran y eficiente gestora (su lado de trabajo/masculino) y al mismo tiempo la capacidad de llevar adelante con ternura y compasión el proyecto de Lula de cuidar de los pobres y de los oprimidos (su lado de cuidado/femenino). Ella puede realizar el ideal de Gandhi: «la política es un gesto amoroso para con el pueblo».
viernes, 29 de octubre de 2010
Religión y ciencia.
(Creacionismo y Diseño Inteligente)
Un español que ha dedicado una buena parte de su vida y su gran bagaje científico a evitar que se enseñe el creacionismo en las escuelas americanas, por considerar que no es un método científico. Su nombre es Francisco J. Ayala (Madrid, 1934), genetista, licenciado en Física, ordenado sacerdote dominico, asesor científico de varios papas y en la actualidad ciudadano norteamericano casado desde 1985 con una mujer de origen checo, con la que tiene dos hijos.
Su tesis es que ni solo la ciencia tiene sentido ni todas las respuestas están en la Biblia, un libro, la Biblia, que muchos utilizan como texto de primaria, según afirma Ayala: “Leer el Génesis como un texto científico es una barbaridad científica y religiosa”; y tomando como ejemplo los capítulos 1 y 2 sobre la creación del hombre, concluye: “la interpretación literal de la Biblia se autodestruye”. Sin embargo no tiene ningún empaque en mostrar sus discrepancias con el científico Richard Dawkins, quien defiende que sólo la ciencia tiene sentido; postura tan extraña, afirma Ayala, como quien encuentra todas las respuestas en la Biblia. Por supuesto, la ciencia no tiene nada que decir sobre el alma y el espíritu, al igual que la Biblia no pretende una explicación científica del universo.
Francisco Ayala, miembro de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, uno de los más prestigiosos científicos de origen español en activo, especializado en biología evolutiva, defiende que la evolución biológica sigue ocurriendo, pero a la vez se hace eco de la evolución cultural que nos permite volar mejor que los pájaros sin tener alas y navegar mejor que los peces sin poseer branquias; mientras la evolución biológica se produce en miles de generaciones, la cultural ocurre en una escala de años.
A sus muchos títulos y reconocimientos académicos (es doctor honoris causa de una quincena de universidades y miembro de numerosas academias de ciencias), se une su sensibilidad religiosa y su espiritualidad y defensa de la divinidad. Posee la Medalla Nacional de la Ciencia de los Estados Unidos y, recientemente, le ha sido concedido el Premio Templeton (cuyo nombre completo, en inglés, es Templeton Prize for Progress Toward Research or Discoveries about Spiritual Realities)[1], que culmina otros muchos premios y medallas de diferentes países, que reconocen su dimensión científica universal.
Entre sus múltiples publicaciones sobre temas científicos en los que no elude su dimensión religiosa, el último traducido al español (mayo 2007), publicado por Alianza Editorial es Darwin y el diseño inteligente: creacionismo, cristianismo y evolución, al que queremos prestar una atención especial. Tiene otras publicaciones dedicadas al mismo tema, como La evolución de un evolucionado: escritos seleccionados, Universidad de Valencia, Servicio de Publicaciones (2006); Teoría de la evolución (1999), Ediciones Temas de Hoy; La teoría de la evolución del hombre (1995), Alianza Editorial; La teoría de la evolución: de Darwin a los últimos avances de genética (1997), Ediciones Temas de Hoy; Origen y evolución del hombre (1995), Alianza Editorial; La naturaleza inacabada(1994), Salvat Editores y otros más, así como más de 500 artículos científicos.
El libro Darwin y el diseño inteligente: creacionismo, cristianismo y evolución, editado en rústica, tiene 232 páginas y un precio de 17,35 €: está estructurado en diez capítulos, precedidos de una introducción en la que analiza la relación entre Biblia y Evolución. Los capítulos abarcan los temas siguientes: 1) Diseño inteligente; 2) La evolución de Dawin; 3) Selección natural; 4) Pruebas de la evolución; 5) Evolución humana; 6) Evolución molecular; 7) El creacionismo y sus problemas; 8) Creacionismo y fundamentalismo en Estados Unidos; 9) Ciencia: poder y límites; y 10) Darwin en la historia de las ideas.
Ayala trata en este libro, como ha hecho en publicaciones anteriores, de conciliar ciencia y religión con respecto a un tema tan vidrioso, especialmente en el entorno social donde él se mueve, los Estados Unidos de Norteamérica, sometido a la presión de los movimientos fundamentalistas, como es la evolución de las especies. Centra sus esfuerzos en sostener que ciencia y religión no son dos aspectos antinómicos, sino complementarios; no hay contradicción posible, puesto que se trata de asuntos que se mueven en planos diferentes, sin que exista solape entre ellos. Mientras que la ciencia trata de descubrir y explicar los procesos de la naturaleza, la religión trata del significado y propósito del universo y de la vida, la forma como se relaciona el ser humano con su Creador en cuya relación cobran un protagonismo principal los valores morales que inspiran y guían la vida humana y que la ciencia soslaya por no formar parte de sus intereses.
La selección natural explica la evolución de las especies a través de millones de años y la adaptación de los organismos a su entorno, con ojos para ver, alas para volar, y agallas para respirar en el agua. Y añade en su análisis que el mundo de la vida está lleno de imperfecciones, sufrimiento, crueldad y sadismo. La espina dorsal esta mal diseñada, los depredadores devoran a sus presas, los parásitos destruyen a sus huéspedes. La selección natural da cuenta de estas calamidades que, por ello, no necesitan ser atribuidas a mal diseño o perversidad del Creador.
Según explica Ayala, la evolución por selección natural esta más de acuerdo con la fe religiosa en un Dios de amor, misericordia y sabiduría, que el llamado “diseño inteligente” que atribuye al Creador las imperfecciones del mundo de la vida. Dios ha concedido al ser humano la capacidad de “señorear la tierra”, es decir, descubrir sus misterios y analizar todo cuanto afecta tanto al universo como a los seres humanos y le invita a servirse de su inteligencia para desentrañar los misterios de la Creación. No hacerlo así es despreciar los dones concedidos por Dios. No existe, pues, confrontación entre ciencia y religión.
Desde el punto de vista teológico, nos queda un amplio camino por recorrer, que comienza por adoptar un plano de humildad ante la inmensidad de la Creación y de respeto ante la capacidad concedida por Dios a sus criaturas para desentrañar los misterios del Universo.
El libro Darwin y el Diseño Inteligente proporciona la mejor introducción a Darwin y a la biología de la evolución actualmente disponible y supone un reto para los creyentes que desean tener la mente abierta para comprender mejor la obra de Dios.
Octubre de 2010.
[1] El Premio Templeton es un premio internacional otorgado anualmente desde 1972 por la Fundación John Templeton a las personalidades que contribuyen a la investigación o los descubrimientos de realidades espirituales. El premio lleva el nombre de su fundador, Sir John Templeton, un empresario estadounidense de origen británico, nombrado caballero en 1987 por Isabel II en reconocimiento a su labor como filántropo. Hasta 2001 se llamó Premio Templeton para el progreso de la religión y desde 2001 hasta la actualidad se le ha llamado Premio Templeton para el Progreso hacia la investigación o descubrimientos sobre realidades espirituales. Actualmente el premio es entregado por el príncipe Felipe de Edimburgo en una ceremonia que tiene lugar en el Palacio de Buckingham. El Premio rinde homenaje a una persona viva que haya hecho una contribución excepcional a la afirmación de la dimensión espiritual de la vida, ya sea a través de una idea, descubrimiento, o la práctica de determinadas obras. Hombres y mujeres de cualquier credo, profesión u origen nacional pueden ser nominados para el Premio Templeton. La distinguida lista de anteriores ganadores incluye a representantes del cristianismo, el judaísmo, el islamismo, el hinduismo y el budismo. Entre ellos hay variospremios Nobel. []
Máximo García Ruiz
Máximo García Ruiz es licenciado en teología, licenciado en sociologia y doctor en teología. Profesor de sociología y religiones comparadas en el seminario UEBE y profesor invitado en otras instituciones académicas. Por muchos años fue Presidente del Consejo Evangélico de Madrid y es miembro de la Asociación de teólogos Juan XXIII.
Fuente:LUPA PROTESTANTE
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NUBARRONES PREOCUPANTES EN AMÉRICA LATINA
Por Sergio Ferrari*
A pesar de una situación globalmente favorable dada la existencia de algunos gobiernos progresistas y dinámicos movimientos sociales, se perciben señales portadoras de preocupación en la actual coyuntura latinoamericana. Entrevista con el analista belga Eric Toussaint.
La intentona golpista en Ecuador del pasado 30 de septiembre y los resultados electorales en Venezuela cuatro días antes, constituyen signos que deben ser correctamente interpretados, enfatiza Eric Toussaint, coordinador del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM).
“La lectura a fondo de la etapa que vive América Latina me crea una gran inquietud ya que percibo que la situación se está degradando”, afirma el politólogo belga en entrevista durante una reciente visita a Suiza. El especialista analiza los hechos que fundamentan su argumentación
Ecuador y Venezuela
El más reciente, la rebelión policial contra el presidente Rafael Correa en Ecuador el último día de septiembre pasado. “Fue una real tentativa de Golpe de Estado, promovida por la policía, un sector del ejército y con el apoyo de la primera fuerza de oposición aglutinada en torno al ex presidente Lucio Gutiérrez”.
Aunque fracasó – debido especialmente a bajísimos niveles de planificación y organización-, la intentona dejó al desnudo significativas debilidades políticas del Gobierno.
La principal, según Toussaint quien fue asesor del Presidente Correa en temas de deuda externa, “fue la escasa movilización popular para oponerse al Golpe”.
Si bien hubo una movilización durante las horas en que Correa estuvo ‘secuestrado’ por los golpistas en el hospital donde era atendido, “la magnitud de la misma en la Quito, la capital, en la que participaron apenas entre 5 y 10 mil personas, fue mucho menor que la respuesta popular, por ejemplo, cuando se produjo la intentona de golpe contra Hugo Chávez en Venezuela en el 2002, que reunió a cientos de miles de personas”.
“Ya se lo habíamos anticipado a Correa, no sólo yo, sino también algunos de sus asesores y gente de izquierda que lo apoya críticamente. Está cometiendo un error gravísimo al marginar a movimientos populares importantes –incluyendo a fuertes organizaciones indígenas - por considerarlos ‘corporativistas’ y carentes de una visión global de sociedad”.
Esa distancia entre el Gobierno y los actores sociales, ha sido también la consecuencia de movilizaciones indígenas, del gremio magisterial y de la comunidad universitaria -que defiende el principio de la autonomía-, que se produjeron en los últimos tres años, explica.
Y si bien es cierto que luego del intento del 30 de septiembre, las índices de popularidad de Correa aumentaron -ubicándose actualmente en más del 70%-, estas encuestas no miden necesariamente “la capacidad de movilización activa y popular para defender el proceso en marcha”.
La segunda señal preocupante según el analista belga, la constituyen las últimas votaciones en Venezuela, que significan la segunda “derrota”, (e “insisto en ponerlo entre comillas”, enfatiza Toussaint) del ‘chavismo’ en las diez contiendas en que ha participado.
Si bien la coalición del presidente Hugo Chávez obtuvo 98 de los 165 diputados “su apoyo real representa en concreto al 49% de los votos, cifra muy inferior al 60% que obtuvo el presidente en 2006[1]”. Los resultados de la votación popular dan lo que constituye prácticamente un empate entre los votos obtenidos por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y su aliado el Partido Comunista de Venezuela (PCV), por un lado, y los votos obtenidos por la alianza de la oposición, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), por el otro. En la sumatoria global de los votos para la Asamblea Nacional, la alianza gubernamental sacó 5.423.324 votos (48,87%) y la alianza opositora 5.320.364 votos (47,94%), con lo cual hay una diferencia a favor del gobierno de sólo 102.960 votos, menos del 1% del total de los votos válidos. El Partido Patria para Todos que es de izquierda y no hacia parte de la alianza gubernamental obtuvo 353.709 votos (3,19%) y saco 2 diputados.
A partir de la consulta electoral de septiembre pasado, la coalición gobernante asegura la mayoría simple aunque pierde la mayoría calificada que mantenía desde el 2005.
“La base más firme y popular está entrando en una fase de decepción. Y se da tanto un desplazamiento de votos como un aumento del abstencionismo en ese país sudamericano”, sentencia.
“Tiempo precioso perdido”
De lo fáctico a las conclusiones más generales, existe para el director del CADTM un simple paso conceptual a recorrer. “Lo venimos diciendo desde hace dos años. En América Latina los Gobiernos progresistas de la región están perdiendo un tiempo precioso”.
El ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), que es una propuesta de integración de los Pueblos, no avanzó y se queda por el momento en declaraciones y papeles. No existe el Banco del ALBA. No hay un programa concreto de integración de las economías de los países que adhieren al ALBA, subraya.
Lo que hay, explica, son acuerdos bilaterales importantes, como el de Cuba y Venezuela, para intercambio de petróleo, servicios de salud y médicos. O el tratado de Venezuela y Bolivia. O la política venezolana de vender por solidaridad petróleo a los países que integran PETROCARIBE a un precio menor que el del mercado internacional.
El Banco del Sur – que podría ser un instrumento financiero de gran trascendencia para la región- “se ha quedado en el papel desde 2007 y a la espera de la ratificación de al menos cuatro parlamentos de los siete países participantes. Pero no se logra avanzar.
Las causas son varias. Fundamentalmente, la falta de interés. “Como es el caso de Brasil que cuenta con su propio Banco de Desarrollo – el BNDES- con una cartera de préstamos muy fuerte, que sirven para apoyar las inversiones y los contratos de las grandes trasnacionales brasileras… Brasil ve la propuesta del Banco del Sur casi como una competencia a su propia institución y por eso no estimula su avance”, evalúa Toussaint.
América Latina, una primavera democrática opacada por crecientes nubarrones. Más precisamente, al decir de Eric Toussaint, el riesgo de vivir fracasos. “Y que estos procesos, experiencias en marcha, programas estratégicos y alternativos no concretados -como el ALBA o el Banco del Sur- puedan llevar a una nueva frustración”.
“Lo de Ecuador de fin de septiembre, las últimas elecciones en Venezuela, enormes expectativas populares pospuestas en el Brasil de los últimos ochos años, el Golpe en Honduras del año pasado… son signos que no pueden dejar de preocuparnos”, concluye.
[1] 7.300.000 personas lo habían votado en diciembre de 2006, lo que significaba una ventaja de 3 millones de votos sobre su principal adversario, Manuel Rosales. Ver Eric Toussaint: “Transformar el fracaso del 2 de diciembre de 2007 en una potente palanca para impulsar el proceso en curso en la Venezuela de Hugo Chávez”
www.cadtm.org/spip.php?article2989
* en colaboración con Swissinfo y E-CHANGER
Fuente: APIA VIRTUAL
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jueves, 28 de octubre de 2010
La muerte del Néstor.
Por Domingo Riorda.
La muerte de una persona deja un vacío imposible de cubrir. Es la característica humana. Somos únicos. Insustituibles. También produce el vacio del tiempo. Ya no está en el ser que dejó de ser.
Néstor Kirchner murió a las 9.30 del miércoles 29. La sensación del espacio vacío del liderazgo se anidó en los sentimientos de la población Rápidamente, algunos columnistas martillaron sobre el concepto de que ahora el poder con mayúscula había desaparecido. La Presidenta se quedaba sola, sin saber cómo operar. Quienes sabían que ello era mentira no pudieron evitar la sensación del vacío.
Poco a poco las horas mostraron que, en esta ocasión, el tiempo mantenía la calidad de existencia propia. Por alguna razón el tiempo del reciente muerto no estaba vacío.
El viento sureño avanzó hacia las poblaciones y ciudades modificando el clima monótono y pesado del silencio censal. Se percibía que el cuerpo inerte de Calafate estaba respirando junto a los cuerpos andantes del ciudadano y la ciudadana de todo el país.
La voz latinoamericana proveniente del norte del Continente exclamando ¡Viva Kirchner! hirió el orgullo de las voces argentinas. Los vocablos se encadenaron unos tras otros presionando sobre el temor hasta salir a campo descubierto.
Los seres andantes abrieron sus ojos. Miraron sus manos. La extendieron. Recordaron que desde el pulgar al índice, 21 centímetros, era una medida de longitud El palmo. En ocasiones les había servido para medir una distancia determinada reemplazando el centímetro
Se decidieron. Palmo a palmo podían conquistar el espacio presuntamente vacío. Los vocablos encadenados produjeron pensamientos. Recuperaron la memoria. Vencieron la impronta de la Dictadura de que de eso no se habla.
Conversaron entre ellos sobre los muros derrumbados por el que yacía en la extensión patagónica. El cuadro del Dictador sacado de un lugar donde jamás debió estar. La toma de la ESMA. El parate a los medios. La ley de comunicaciones. El matrimonio del mismo sexo. El recupero de la política sobre la economía. El subsidio universal. Los aumentos a los jubilados en medio de la hecatombe económica internacional. El adiós al FMI y el BM. La UNASUR.
Como ocurre cada vez que se juntan el pensamiento y la conversación se recobra la movilidad del cuerpo. La inerme verticalidad se transforma en el caminar. La Plaza de Mayo, que siempre fue popular compitiendo con la Plaza Libertad, al lado del Colón, que era la de los de buena posición económica, recibió los pasos de los primeros visitantes.
Algunos porteños despistados sobre la noción de la distancia querían ir en autos hasta Calafate. Desalentados por un conocedor de los kilómetros aceptaron la sugerencia de que los vientos sureños les traía la respiración del patagónico y se plegaron a la multitud que se concentró en la Plaza luego del horario censal.
La onda lumínica se fue debilitando. La noche alcanzó el país. La ciudadanía descubrió que el vacío no era tal y que el tiempo no estaba vacío. El espacio vivido continuaba, pegadito, al espacio para vivir. El tiempo conservaba su calidad de tal. Ahora el adiós se lo veía como la ventana a los sueños.
El pueblo le ganó la batalla a la muerte. El mañana era suyo. Con sus luces y sombras. También con la advertencia de Dios a Josué al llegar a la Tierra Prometida. Allí, donde le prometió que le daría toda tierra que pisaran sus pies. Porque de eso se trata. La responsable lucha de las mujeres y de los hombres por una sociedad más justa y digna.+ (PE)
PreNot 9167
101028
Fuente: ECUPRES
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miércoles, 27 de octubre de 2010
La preponderancia católica en la legislación nacional y provincial
Por Juan Cruz Esquivel.
Universidad de Buenos Aires/Conicet.
Buenos Aires.
1. La impronta católica en la legislación nacional.
La Constitución Nacional y una secuencia legislativa modelan las características del vínculo del Estado argentino con la Iglesia Católica y con los restantes cultos. La distinción no es azarosa, la propia normativa distingue al catolicismo de las demás religiones. La Carta Magna, reformada por última vez en 1994, hace referencia a cuestiones de índole religiosa en varias oportunidades. Entre las más salientes, podemos destacar: el artículo 2º establece que es función del gobierno federal sostener el culto católico apostólico romano. He aquí el primer elemento que proyecta diferencias en el trato con las confesiones religiosas. A su vez, el artículo 14º y el 20º se refieren a la libertad religiosa en tanto prescriben que todos los habitantes pueden “profesar libremente su culto”.
El financiamiento al culto católico se materializa en una batería legislativa aprobada por la última dictadura militar y que aún continúa vigente: la Ley N° 21.950, sancionada en 1979, otorga una asignación mensual a los arzobispos y obispos con jurisdicción sobre arquidiócesis, diócesis, prelaturas, eparquías y exarcados del Culto Católico Apostólico Romano. En el espíritu de esta legislación, se destaca la acción misionera que lleva adelante la institución católica en todo el país, afianzando, de ese modo, el sentimiento del ser nacional. Se pone de manifiesto con claridad la perdurabilidad de una cosmovisión que equipara la identidad nacional con la identidad católica. La Ley N° 21.540 de 1977, contempla una asignación mensual vitalicia a arzobispos, obispos y auxiliares eméritos, siempre católicos. A su vez, la Ley N° 22.430 de 1981, reglamenta lo propio para sacerdotes seculares católicos, no amparados por un régimen oficial de previsión. Por su parte, la Ley N° 22.162, de 1980, otorga una asignación mensual a los curas párrocos o vicarios ecónomos de parroquias situadas en zonas de frontera o en aquellas zonas que requieran la promoción de su desarrollo.
Asimismo, la Ley N° 22.950, sancionada en 1983, establece la contribución del gobierno nacional en la formación del clero diocesano. Los obispos residenciales perciben una partida económica en concepto del sostenimiento mensual por cada alumno de nacionalidad argentina del Seminario Mayor perteneciente a la propia jurisdicción eclesiástica. El mismo beneficio es concedido a los Superiores Provinciales de las órdenes de los mercedarios, dominicos, franciscanos (orden de frailes menores), jesuitas (compañía de Jesús) y salesianos.
El Decreto N° 1.991 de 1980, prevé el otorgamiento de pasajes por parte del gobierno nacional a representantes del culto católico que viajen al o desde el exterior y dentro del territorio argentino por razones de su ministerio (arzobispos, obispos, superiores de órdenes y congregaciones religiosas, miembros del clero secular y regular, religiosos y religiosas, laicos investidos con los Sagrados Ministerios, catequistas y dirigentes de movimientos católicos).
No sólo cuestiones monetarias marcan una situación jurídica desigual entre el catolicismo y los demás cultos. Elementos simbólicos que se enmarcan en un vínculo privilegiado con el Estado también refuerzan las diferencias. A través del Decreto N° 1.233 (1998), el Estado expide credenciales a arzobispos, obispos, prelados y superiores mayores, acreditando su condición de tales. Pese a no ser considerados funcionarios estatales, otras huellas perduran del régimen de patronato. Los prelados católicos se encuentran homologados con las autoridades de gobierno. El Decreto N° 1.131 (1959) incluye a los cardenales en la nómina de los beneficiados por la obtención del pasaporte diplomático. A su vez, los arzobispos y los obispos reciben el pasaporte oficial, al igual que los legisladores nacionales, los ministros de la Corte Suprema y los gobernadores de las provincias.
Las iconografías católicas que decoran organismos oficiales y la convocatoria para la realización del Tedeum no están prescriptas en la legislación, pero su permanencia y continuidad denota con claridad el indiscutido y naturalizado papel protagónico que detenta la Iglesia Católica en el escenario público argentino.
Si la relación entre el Estado y la Iglesia Católica se rige por el Acuerdo de 1966, la Constitución Nacional y el sinfín de leyes que pasamos revista, el vínculo con las restantes confesiones se canaliza por intermedio del Registro Nacional de Cultos. Creado en los tiempos de la dictadura militar, allá por 1978 (Ley N° 21.745), el Registro Nacional de Cultos supone que todas las entidades religiosas que ejerzan sus actividades de culto en la Argentina, a excepción de la Iglesia Católica, deben tramitar su inscripción y reconocimiento oficial, como condición previa a su actuación.
La educación argentina ha contemplado desde sus inicios la enseñanza pública y privada, dentro de ésta, también la religiosa. En 1884, la aprobación de la Ley de Educación Común Nº 1420, asentó las bases de una educación obligatoria y gratuita. Más allá de que las representaciones construidas en torno a dicha legislación le impriman un carácter laico, lo cierto es que en ninguno de los 82 artículos se hace referencia a la cuestión de la laicidad como modelo educativo.
Tampoco en la nueva Ley de Educación Nacional Nº 26.606, aprobada en 2006. Esta última explicita que el Estado debe garantizar el derecho constitucional, individual y social de educarse. No obstante, a la hora de definir los responsables de las acciones educativas, se menciona al propio Estado Nacional, a las provincias, a los municipios y a “las confesiones religiosas reconocidas oficialmente” (art. 6º). Entre los fines de la política educativa nacional, se alude a la importancia de “una educación integral que desarrolle todas las dimensiones de la persona (…)” (art. 11º). Vale aclarar que ante este punto, hubo una ofensiva de las autoridades católicas para resaltar la dimensión religiosa del ser humano en el proceso formativo.
Ahora bien, los artículos de la ley que se refieren a la educación de gestión privada, especifican cuáles son las instituciones con derecho a prestar un servicio educativo. En el artículo 63º, se enumera, entre otras, a la Iglesia Católica y a las confesiones religiosas que se encuentran inscriptas en el Registro Nacional de Cultos. Las atribuciones de las instituciones educativas de carácter religioso trascienden la gestión meramente administrativa: disponen de las facultades para diseñar sus propios planes de estudio. A su vez, el artículo 65º contempla el aporte financiero del Estado, destinado al pago de los salarios docentes de las escuelas de gestión privada.
Otro de los temas que despierta interés en las instituciones religiosas es el que atañe a la salud sexual y reproductiva. En 2003, la Ley Nº 25.673 auspició la creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. La normativa contrasta con buena parte de las reglamentaciones que hemos pasado revista. El respeto a la autonomía individual y a la libertad de opción en la materia nos advierte la complejidad del Estado, la inexistencia de una uniformidad en su seno y la necesidad de contemplar la impronta de quienes conducen las diferentes carteras de gobierno.
Es que en países con cierto desapego a la cultura institucional y con marcadas evidencias de discontinuidades en las políticas de Estado y en la propia visión del rol del Estado, cobra relevancia, tanto como la propia legislación, el perfil asumido por cada ministro. De ese modo, es dable percibir que convergen situaciones en las que el Estado promueve una ampliación de derechos ciudadanos, en simultáneo con el despliegue de otras fisonomías, donde predominan principios y valores de un sistema doctrinario particular.
Retomando los contenidos de la ley sobre salud sexual y procreación responsable, la misma se plantea “alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable, con el fin de que pueda adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia” (art. 2º) [subrayado del autor]. El programa se propone ser el vehículo para garantizar el acceso igualitario a la información sobre la salud sexual y la procreación responsable, para que luego los individuos definan el método con absoluta libertad. Asimismo, se reglamenta el suministro de los métodos y elementos anticonceptivos que demande el beneficiario, respetando sus convicciones, siempre y cuando no sean abortivos y luego de brindar las ventajas y desventajas del método natural. Los mismos son incluidos en el Programa Médico Obligatorio.
En cuanto a la divulgación de la información, se hace una distinción entre las instituciones educativas de aquellas prestadoras del servicio de salud. En el caso de las primeras, sean confesionales o no, se sostiene que deben cumplimentar la norma en el marco de sus convicciones. A las instituciones de salud de carácter confesional, se las exceptúa de la distribución de anticonceptivos, si ello afectara a las convicciones de sus responsables y a los objetivos de la entidad. Un análisis ligero podría catalogar tal contemplación como una claudicación del Estado.
Sin embargo, la objeción de conciencia es un derecho de los individuos que el poder público debe respetar en el marco de la plena vigencia de las instituciones democráticas. Desde ya que esa objeción de conciencia, de carácter individual, no puede neutralizar el espíritu de la legislación, esto es, que el Estado garantice la prestación del servicio a través de los hospitales públicos. Democratización de la información, distribución gratuita de anticonceptivos y libre elección, respetando las convicciones personales, sintetizan los principios de un programa nacional que, sin embargo, encuentra obstáculos a la hora de la implementación, habida cuenta de una cultura política hegemónica muy permeable a las voces de la jerarquía eclesiástica, aunque vayan a contramano del amplio consenso de la ciudadanía.
2. Heterogeneidad normativa en las provincias.
Las normativas jurídicas de las provincias argentinas se destacan por sus marcados contrastes. La Carta Magna de la provincia de Santa Fe, en su artículo 3º, afirma que “la religión de la provincia es la Católica, Apostólica y Romana, a la que le prestará su protección más decidida, sin perjuicio de la libertad religiosa que gozan sus habitantes”.
En una democracia, el Estado tiene la responsabilidad de garantizar una amplia gama de libertades; entre ellas, la libertad de conciencia. Ello supone el respeto por la pluralidad de convicciones -religiosas, filosóficas, etc.- que conviven en el seno de la sociedad. Más allá del atenuante final, se evidencia una tensión entre los principios democráticos y la determinación estatal de cuál es “la religión de la provincia”, un derecho que le corresponde a cada ciudadano. Resulta contradictorio que el poder civil abone al ideario democrático si, al mismo tiempo, impulsa una doctrina religiosa en particular y la proclama como religión oficial, más allá del carácter mayoritario o minoritario de la misma. Radicales, peronistas y ahora socialistas han gobernado Santa Fe. Ninguno de ellos ha planteado reformar esta legislación, lo cual refleja la naturalización de un estado de situación signado por la oficialidad católica y por una cultura política con componentes confesionales, independientemente de la filiación partidaria y de las inclinaciones ideológicas.
El caso santafecino diverge del neuquino. La Constitución de Neuquén se define como laica, promueve un tratamiento igualitario hacia los cultos y coloca al Estado en un lugar de imparcialidad. Si pudiera establecerse un continuo en una escala que parte de lo confesional y finaliza en la laicidad, Santa Fe y Neuquén se ubican en los vértices y las demás jurisdicciones incorporan matices que las sitúan en posiciones intermedias. Algunas, más próximas a la situación de Santa Fe. Tal el caso de Catamarca: prescribe la protección estatal a la institución católica y conserva el anacrónico requisito de profesar el Culto Católico Apostólico Romano para poder ser elegido gobernador o vicegobernador (art. 131 de la Constitución provincial). De acuerdo a la reglamentación, un evangélico, un judío o un ateo, por ejemplo, se encuentran imposibilitados de conducir los destinos de la provincia.
También los casos de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba, que contemplan la enseñanza religiosa obligatoria en las escuelas públicas. En La Pampa y San Luís, se establece que los cursos de religión deben impartirse exclusivamente por los ministros autorizados desde los diferentes cultos, pero con posterioridad al horario de clase. Los fundamentos normativos explicitados en el rubro educativo dejan entrever, en muchos casos, la impronta confesional en el espíritu de la legislación. Las constituciones de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca y Tucumán trazan, como objetivos de la educación, la formación integral de la persona en su dimensión, vocación o destino trascendente. Formación que integra el culto a las instituciones patrias, a los símbolos nacionales y a los principios de la moral cristiana como tres componentes de una misma identidad.
En contrapartida, Capital Federal, Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Neuquén se pronuncian por el carácter laico de la educación, desde el nivel inicial hasta el universitario. Se promueve una educación orientada a la formación de ciudadanos para la vida democrática y la convivencia humana, basada en los valores de la libertad, la justicia y la integración de las diferencias culturales, religiosas y políticas.
La doctrina católica sostiene que existen derechos naturales del individuo y de la sociedad, correspondientes a la propia condición humana, que derivan de la voluntad de Dios y son pre-existentes al Estado. En ese sentido, cualquier reglamentación que tendiera a modificar alguno de esos derechos atentaría contra la ley superior. Sobresale el caso de Corrientes y, fundamentalmente, el de Neuquén.
En la provincia mesopotámica, se hace mención al derecho que les cabe a varones y mujeres a tener un control responsable sobre su sexualidad, incluyendo la salud sexual y reproductiva. Y esas observaciones, lejos de contradecir, acompañan la preservación del derecho a la vida.
En la provincia patagónica, se reglamenta el deber del Estado de garantizar el ejercicio de los derechos reproductivos y sexuales, libres de coerción y violencia, como derechos humanos fundamentales. En ese contexto, se promueven programas de procreación responsable, respetando las decisiones libres y autónomas de hombres y mujeres, relativas a su salud reproductiva y sexual, especialmente a decidir responsablemente sobre la procreación, el número de hijos y el intervalo entre sus nacimientos. Se prevé una atención sanitaria especializada en salud reproductiva y sexual para brindar asistencia sobre el acceso a la anticoncepción, control del embarazo y prevención de enfermedades de transmisión sexual, así como el derecho a la información sobre los derechos reproductivos.
3. Síntesis final.
Tanto en la fundamentación del Estado, como en el financiamiento del culto, la enseñanza religiosa en el sistema educativo público, la utilización de recursos estatales para el financiamiento de las escuelas confesionales y la definición del concepto de vida, es dable advertir una marca religiosa que permea el corpus legislativo, es posible visualizar en todo su espesor la influencia del catolicismo en la normativa jurídica. No obstante, el análisis pormenorizado expone la neutralidad religiosa en la legislación de algunas provincias.
El accionar histórico de la Iglesia Católica en nuestro país ha reflejado una voluntad continua de reproducir una presencia pública. No ha renunciado a la batalla por la manipulación simbólica de la vida privada y por la fijación de los valores que orientan las pautas de comportamiento colectivo. La educación, las relaciones familiares y sexuales, la participación política, los límites de la intervención estatal, la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas, son todas temáticas en las cuales la institución eclesiástica no solo tiene posturas definidas, sino que además procura que la sociedad en su conjunto las incorpore como propias. Su participación en el momento de la conformación de la Nación y la herencia de un modus vivendi definido por un esquema de legitimaciones recíprocas, han garantizado históricamente la atención de la dirigencia política a las requisiciones católicas.
El Bicentenario representa una óptima oportunidad para re-pensar nuestra legislación y armonizarla con los principios democráticos. El pleno ejercicio de los derechos ciudadanos en un marco de justicia, igualdad y respeto por la diversidad es aún una asignatura pendiente.+ (PE/P12)
Publicado en Página 12, de Buenos Aires, el 19 de octubre de 2010.
Fuente:El Polvorín