martes, 29 de septiembre de 2009

Fiestas Judías: Rosh Hashaná y Yom Kippur

YOM KIPPUR una llamada a la reflexión

El ser humano, desde los comienzos de la Historia de la Humanidad, ha utilizado los astros para marcar los momentos importantes de su vida, incluyendo su relación con la divinidad, no importa la que sea.
En estas últimas semanas del mes de septiembre estamos celebrando dos de las más importantes en el calendario judío, las cuales son Rosh Hashaná y Yom Kippur.
La primera es la ocasión para que el judío se juzgue a sí mismo. Es el momento de un gran examen de conciencia. Este año ha sido el 17 de septiembre. Le siguen 10 días aptos para el arrepentimiento. Son días de penitencia recordando el pecado de idolatría, símbolo de todos los pecados, cuando el pueblo adoró al becerro de oro en el desierto, negando al único Dios verdadero. Esos “días terribles” se piensa que el mundo entero compadece ante Yavhe para pedirle perdón por los pecados cometidos especialmente contra el prójimo.
Rosh Hashaná viene a ser el preludio de Yom Kippur. La fiesta representa el momento culmen y final de los diez días penitenciales. Para los seguidores de la fe de Abrahán el Yom Kippur es el Día del Gran Perdón, el llamado Sábado de los Sábados o, simplemente, el DIA. Es la jornada en que la comunidad entera se siente purificada de todas sus faltas. Se basan en escritos del profeta Isaías para apoyar estas afirmaciones. Pero se trata de un perdón que a la vez es expiación. Y es obra de Dios, quien renueva su promesa de creación y alianza sin tener en cuenta la infidelidad del pueblo. Gracias a ese perdón el proyecto de creación no puede considerarse nunca fracasado, pues constantemente se ofrece la posibilidad de romper las cadenas de la fatalidad para comenzar de nuevo.
En el "Shul´han Aruj, la recopilación de las leyes prácticas y sus comentarios hasta los sabios contemporáneos según la tradición sefaradí," recogidas por el Rabí Yosef Caro a finales del Medievo, nos dice "… Cada hijo de Israel, descendiente de Jacob…posee una centella de la verdad de la Torá…Aunque por sus múltiples faltas haya podido ahogar en sí esa centella sagrada, jamás podrá extinguirse completamente. En el día de Kipur, un soplo nos llega de las más altas esferas espirituales iluminando nuestro espíritu y ayudándonos a rechazar las seducciones de una vida "libre" de las exigencias del Judaísmo, sin el freno moral que nos impone"
En un mundo globalizado, secularizado y desacralizado como el que vivimos, los organismos supranacionales como las Naciones Unidas están ocupando el lugar de la llamada a la reflexión que en el pasado tenían sinagogas, iglesias, mezquitas o escuelas. Si bien es cierto que estas instituciones tienen mucho de burocrático y de cinismo, como lo hemos comprobado los que hemos laborado en ellas, sin embargo siguen siendo instituciones válidas. Deberían ser sus Asambleas una llamada a un Yom Kipur generalizado, universal. En un mundo globalizado, una reflexión globalizada organizada por estos organismos supranacionales y globalizadores.
En estos días de festividades judías aprendamos a reflexionar sobre nuestros errores para poder construir un futuro mejor.
A la comunidad creyente judía nuestros respetos en estas fiestas grandes de su fe. Ellos son para nosotros los cristianos, los hermanos mayores en la fe. Como afirmaba Pio XI los cristianos espiritualmente somos semitas.
Fuente:
http://columnadelpadretomas.blogspot.com/

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