viernes, 30 de septiembre de 2016

Firmaron la paz, ahora hay que construirla.


Por Álvaro Renzi Rangel*
ALAI, 30 de setiembre, 2016.- Con la firma del presidente Juan Manuel Santos por el gobierno y del comandante Rodrigo Londoño ("Timochenko") por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), se puso fin el 26 de setiembre de 2016 al conflicto armado interno más antiguo de América Latina que causó más de 220.000 muertos y al menos cinco millones de refugiados y desplazados.
América Latina asistió en Colombia a un momento clave de su propia historia, sin precedentes desde que en la última década del siglo pasado se firmaran los acuerdos de paz en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. El sueño de una región de paz se agiganta. Hay nuevas palabras que se irán incluyendo en el vocabulario político colombiano: legalidad, democracia, participación popular, equidad, justicia social.
Culminaron cuatro años de un proceso de negociación arduo, difícil y por momentos sumamente frágil en La Habana, donde la comunidad latinoamericano-caribeña y mundial puso todo su empeño para que se lograra un acuerdo que le otorgara herramientas al país para transitar hacia los cambios necesarios, hacia la pacificación definitiva.
El acuerdo no significa el fin del conflicto, pero abre la perspectiva de superar la guerra y su permanente pérdida de vidas, crea las condiciones para el retorno de miles de desplazados a sus tierras, permite un proceso de justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el conflicto. Pero, sobre todo permite consolidar la vida democrática del país y alentar su desarrollo.
Ahora hay que construir la paz, entre todas las partes. El fin formal de la guerra es apenas el inicio para la construcción de la paz. El proceso comienza por la aprobación refrendataria de los acuerdos por parte de la ciudadanía, así como la ratificación parlamentaria de diversas modificaciones legales previstas en los acuerdos.
Hay sectores políticos, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe, y corporativos de lo que se ha calificado como el poder fáctico del país, interesado en bombardear el proceso de pacificación. La guerra ha sido para este poder fáctico un gran negocio por más de 50 años, cuando se han apropiado de la tierra y su explotación.
Las inercias de la violencia no necesariamente se detendrán de manera automática, y tal vez resulte inevitable la persistencia de núcleos irreductibles en uno y otros bandos. Pero ese fenómeno marginal es consustancial a cualquier proceso de paz y cabe esperar que tanto las partes firmantes como la sociedad tengan la capacidad y la tenacidad requeridas para impedir que altere el curso de la pacificación, señala en un editorial el diario mexicano La Jornada.
No hay que olvidar que por varias décadas la alta burguesía, en su afán por el lucro, siempre se opuso a una política de paz que mermara sus ganancias. Quizás por temor a los cambios democráticos y sobre todo a ser afectados en sus intereses económicos y de influencia en la opinión pública, es que los dueños de los medios habían definido por décadas una línea adversa a las negociaciones de paz y hostil a toda iniciativa y propuesta de la guerrilla. ¿Cambiarán ahora? Nada se habla en los acuerdos sobre la necesaria democratización de la comunicación.
¿Cómo hablar de una comunicación para la paz en un país donde hasta no hace mucho tiempo el gobierno negaba la existencia de un conflicto, donde los periodistas y los medios se abstenían de hablar de los falsos positivos y de las masacres de campesinos e indígenas? ¿Cómo hablar de paz en un país que aloja siete bases extranjeras? ¿Cómo se hace para cambiar el chip? ¿Será que los grandes medios se volvieron democráticos? ¿O será que la guerra ya no es negocio y que ahora para los negocios hace falta la paz?, comenta el comunicólogo uruguayo Aram Aharonian.
Hay un aspecto por demás importante en el Acuerdo Final, la transformación de las FARC en partido o movimiento político, que además de ampliar el espectro político del país, le dará un impulso al movimiento social y popular colombiano, para posicionarse como una fuerza política con posibilidades de ser poder y gobierno. Esto sin duda aportaría a la unidad latinoamericana y al fortalecimiento de los proyectos alternativos ya existentes en la región.
Y quedan muchas las preguntas que se hacen desde los sectores progresistas: si se desmovilizarán los paramilitares, si los acuerdos mejorarán las condiciones de la lucha social y de vida de las grandes mayorías, si terminará la violencia contra los dirigentes campesinos e indígenas, de los movimientos sociales, de los defensores de los derechos humanos. El problema de fondo lo identificó muy bien el papa Francisco: tierra, techo, trabajo para todos, es el desafío.
El galardonado escritor colombiano William Ospina se pregunta por qué la gente está tan escéptica. Y se responde: “porque nadie siente que este proceso esté cambiando las condiciones que nos llevaron a la guerra y que la hicieron posible durante 50 años. Algo en el corazón de la sociedad presiente que una paz sin grandes cambios históricos, una paz que no siembre esperanzas, es un espejismo, hecho para satisfacer la vanidad de unos políticos y la hegemonía de unos poderes, pero no para abrirle el horizonte a una humanidad acorralada por la necesidad y por el sufrimiento…”
Existen riesgos en la implementación de los acuerdos: uno, que el propio Estado incumpla lo pactado, otro el fenómeno del paramilitarismo, pues con el antecedente del exterminio de la Unión Patriótica los colombianos bien saben cuánto puede costar y retroceder un proceso de paz.
“Si el Estado no toma medidas políticas para contrarrestar el avance del fortalecimiento de este fenómeno, el punto tres sobre la terminación del conflicto estaría en evidente peligro y por ende los otros puntos acordados también. (…) Si esto llegará a suceder el papel de la izquierda latinoamericana radica en la solidaridad que podamos tejer para lograr fortalecer la lucha del movimiento social y popular colombiano de exigir el cumplimiento de los acuerdos”, señala la exsenadora Piedad Córdoba.
Un acuerdo no garantiza la paz, es solo un marco para construirla. Y el otro marco debería ser la justicia. Justicia también para establecer los mecanismos que muchas empresas utilizaron para apoyar y financiar a grupos paramilitares, cuyas acciones causaron miles de muertos, torturados y desaparecidos en todo el país, violencia de la cual finalmente ellos se lucraron para ampliar sus propiedades y riquezas, con el silencio cómplice de los grupos mediáticos.
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*Álvaro Renzi Rangel es sociólogo, investigador del Observatorio de Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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Fuente: ALAI: http://www.alainet.org/es/articulo/180545
Fuente: Servindi

jueves, 29 de septiembre de 2016

El 92% de la población mundial vive en lugares donde los niveles de calidad del aire no alcanzan los límites fijados por la OMS.


La Organización Mundial de la Salud advirtió que una de cada nueve muertes en el mundo es a causa de la exposición a la contaminación del aire. Casi no existen ciudades en el mundo donde la contaminación no sea un problema.

“Para que las personas estén sanas, deben respirar aire limpio, desde la primera inhalación hasta la última”.

Eso afirma la doctora Flavia Bustreo, subdirectora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, casi no hay ciudades en el planeta donde el aire no esté contaminado.

El 92% de la población mundial vive en lugares donde los niveles de calidad del aire no alcanzan los límites fijados por la OMS.

Eso según un informe en el que la organización evalúa la calidad del aire a la que está expuesta la población mundial y cuantifica las enfermedades y muertes derivadas de esta contaminación.

El reporte contiene los datos más detallados jamás publicados por la OMS, que usa cifras procedentes de mediciones por satélite, modelos de transporte aéreo, y de monitores de estaciones terrestres en relación con más de 3.000 ubicaciones en 103 países, tanto rurales como urbanas.

El modelo de calidad del aire utilizado en el informe mide la cantidad de las partículas más pequeñas, de menos de 2,5 micrómetros de diámetro, que pueden entrar en el torrente sanguíneo y llegar al cerebro.

Nueve de cada diez personas en el planeta respira aire contaminado.

Alrededor de 3 millones de muertes cada año están relacionadas a la contaminación del aire exterior.

Y cuando se suma la contaminación del aire “interior”, que incluye el humo de la madera o el de los fuegos que se utilizan para cocinar, la contaminación del aire está vinculada a una de cada nueve muertes en el mundo, según la OMS.
Qué dice el mapa

Las zonas más afectadas por la contaminación del aire son aquellas pintadas de rojo, mientras que las menos, o aquellas que sí cumplen con los parámetros de la OMS, están coloreadas de verde.

Por lo tanto, el aire en las áreas de amarillo y naranja también está contaminado.
Las regiones más perjudicadas

La calidad del aire es más pobre en las regiones de Asia oriental y el sudeste delMediterráneo, seguidas por los países africanos.

La OMS advirtió que los países más pobres son los que más sufren la contaminación del aire.

Según las conclusiones del informe, casi el 90% de las muertes relacionadas con la contaminación del aire se producen en países de ingresos bajos y medios.

Y dos de cada tres fallecimientos ocurren en las regiones de Asia Suroriental y Pacífico Occidental.


Los países más afectados


Turkmenistán tiene el mayor índice de mortalidad asociada a la contaminación del aire exterior.

Tayikistán, Uzbekistán, Afganistán y Egipto completan la lista de los cinco primeros.

“Cada vez más, los países ricos realizan acciones para mejorar la calidad del aire”, dijo el Dr. Carlos Dora de la OMS a la agencia AP.

El transporte ineficiente aporta a la contaminación del aire.

Mientras, la situación en “los países más pobres se vuelve cada vez peor”, señaló.

Sin embargo, dijo,en América del Norte está haciendo mejor las cosas que enEuropa, sobre todo porque Europa depende más del combustible diesel y de prácticas agrícolas que crean amoníaco y metano.

China, el país con la sexta tasa más alta de mortalidad vinculada a la contaminación del aire, es relativamente rico, pero está plagado de nieblas tóxicas en sus ciudades y del aire contaminado procedente de fuentes industriales.
Por qué se contamina el aire

Entre las principales fuentes de contaminación del aire figuran los modos ineficientes de transporte, la quema de combustible en los hogares y dedesechos, las centrales eléctricas y las actividades industriales.

Pero los humanos no son los únicos que contaminan.

Pese a que China no es un país pobre, sufre las consecuencias de la mala calidad del aire.

Por ejemplo, las tormentas de arena, especialmente en regiones cercanas a desiertos, también pueden influir en la calidad del aire.

La OMS señaló también que el transporte sostenible, la gestión de residuos, las energías renovables y la reducción de emisiones industriales son opciones posibles para reducir la contaminación del aire.


Método


La OMS aclaró que este último informe es el más detallado que se ha publicado hasta ahora.

El estudio se llevó a cabo con el análisis combinado de mediciones por satélite y más de 3.000 estaciones de vigilancia aérea sobre el terreno.

En países de medianos y bajos ingresos, y donde la población es menor, el impacto de la contaminación es mucho más alto.

La exposición a la contaminación del aire en los países se analizó teniendo en cuenta la población (habitantes y densidad) y los niveles de contaminantes.

Por ello, países de ingresos altos como los Estados Unidos y Canadá donde la densidad de población es mucho mayor con respecto a la contaminación, en el mapa aparecen de color verde.

Y en países de medianos y bajos ingresos, y donde la población es menor, el impacto de la contaminación es mucho más alto y en el mapa aparecen coloreados desde el amarillo al rojo.

En tanto, las diferencias abruptas entre fronteras de países (como sucede en el límite de EE.UU. y México) puede estar relacionada a la escases o ausencia de datos de monitoreo y poca información en general sobre otros factores que afectan las estimativas, explicaron desde la OMS a BBC Mundo.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Para reactivar la economía, emplear a más mujeres.



Muchos economistas lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo. Facilitar la incorporación de las mujeres al empleo no es solo una estrategia esencial para evitar la discriminación injusta entre mujeres y hombres y para que éstas últimas puedan elegir y realizarse como personas en las mismas condiciones y con la misma libertad que los hombres. Además de eso, que no es poco, favorecer el empleo de las mujeres es fundamental porque la evidencia empírica demuestra que cuando una mujer se incorpora al empleo remunerado el número total de empleos de la economía no aumenta solo en una persona sino en algo más. Eso es así porque el empleo femenino (dicho con palabras muy llanas) “tira” de otros puestos de trabajo remunerados adicionales y porque, además, aumenta la demanda total, lo que hace que sean necesarios más empleos para satisfacer el consumo adicional de las nuevas mujeres con ingresos propios.

Lina Gálvez y Ruth Rubio-Marín acaban de publicar un artículo muy interesante con propuestas para lograr ese objetivo (El mercado tiene sexo: ¡la desigualdad también!). Y, casualmente, acaba de publicarse una nota del Fondo Monetario Internacional que insiste en que para impulsar el crecimiento lo que conviene es emplear a más mujeres (To Boost Growth: Employ More Women).

Me alegra que una institucion tan conservadora, habitualmente reacia a hacer planteamientos que se salgan del pensamiento mayoritario y que tanto ha dificultado la incorporación de las mujeres al empleo remunerado, imponiendo políticas que reducen el gasto social y la provisión de servicios públicos, esté empezando a asumir que es fundamental cambiar de rumbo. Años atrás, algunos de sus economistas publicaron estudios que demostraban que, cuanto más empleo femenino hay, se generan mejores rendimientos macroeconómicos, y ahora menciona un caso exitoso como es del Canadá.

Según los análisis que se han realizado para este país, si desapareciera la brecha entre la tasa de actividad de la población masculina y la femenina (de 7 puntos porcentuales a favor de los hombres) el PIB de Canadá sería un 4,5% más elevado que el actual. Aunque ya sabemos que el PIB es un indicador bastante bruto, al menos sirve ahora para indicarnos que el efecto de esa mayor actividad femenina no es poca cosa.

Al leer esos datos he pensado los avances que se podrían producir en España si nuestros gobiernos adoptaran políticas efectivas para promover el empleo femenino como las que proponen Lina Gálvez y Ruth Rubio-Marín en su artículo mencionado o en otro trabajo anterior y más amplio titulado Por una política económica que incorpore la igualdad de género. Y si, además, entendieran que para crear empleo masculino o femenino (y, en general para generar ingresos dignos para toda la población) es fundamental modificar la distribución de los tiempos de trabajo y, sobre todo, asumir de manera efectiva como principio de actuación que el trabajo humano no es una mercancía. Un principio, por cierto, que muchísimos países (entre ellos España) han asumido al ratificar la Declaración de Filadelfia de la Organización Internacional del Trabajo que así lo señala expresamente.

En nuestro país, la diferencia entre la tasa de actividad de mujeres y hombres es aún mayor que la canadiense (11,3 puntos, según la EPA del segundo trimestre de 2016), lo que quiere decir que, posiblemente, podríamos lograr un impulso incluso aún mayor si la hiciésemos desaparecer. Pero, eso sí, siempre que esas políticas no se lleven a cabo de cualquier forma.

La brecha en las tasas de empleo de mujeres y hombres ha disminuido muchísimo en los últimos años en España (del 24,7 a 11,2, según Eurostat: aquí o aquí). Sin embargo, esa disminución no se puede considerar como un fenómeno por sí solo positivo. Se ha producido a costa de una gran precarización del empleo y de un incremento muy grande de las mujeres empleadas, contra su voluntad, a tiempo parcial, lo que ha reforzado la división de trabajo tan sesgada que “especializa” a las mujeres en el trabajo doméstico, al que dedican cada vez más horas y muchas más que los hombres.

Si en España se pudiera conformar un gobierno de progreso apoyado en una amplia mayoría parlamentaria, una de sus tareas más importantes debería ser la de poner en marcha, en colaboración con todas las autonomías y administraciones locales, una estrategia estatal para la igualdad y la corresponsabilidad entre mujeres y hombres que facilitara de verdad el empleo femenino. El impulso económico que produciría sería extraordinario y el aumento del bienestar que llevaría consigo mucho más impresionante.

Desgraciadamente, los dirigentes de los partidos que podrían llevar a cabo un plan de este tipo prefieren seguir tirándose los trastos a la cabeza.

martes, 27 de septiembre de 2016

Ante la grave crisis socio-ambiental, la urgencia de una ética planetaria.


23 septiembre 2016 · by Oscar Mateos · in CJ, Cuadernos CJ, Ecología, Economía, Ética, Globalización


[Este artículo forma parte del Cuaderno CJ número 200 y corresponde al primer capítulo del mismo. Durante las próximas semanas publicaremos en este blog el resto de capítulos del cuaderno.]

Oscar Mateos. 

Nuestro mundo globalizado y su modelo de consumo son un gran transatlántico con rumbo al desastre. Dicha afirmación no es algo distópico ni exagerado: nuestra huella ecológica ha alcanzado niveles extraordinarios, el planeta ya no es capaz de regenerar buena parte de lo que consumimos y los expertos advierten de que si mantenemos el ritmo actual de consumo, en 2050 necesitaremos el equivalente a por lo menos tres planetas para abastecernos. Las consecuencias de todo este modelo son sabidas y reconocidas por todos: calentamiento global, cambio climático, refugiados ambientales…

El sentido de urgencia respecto a esta grave coyuntura ha sustituido al tratamiento casi anecdótico que la cuestión del cambio climático recibía hace tan solo unos años. La justicia ambiental se ha convertido así en parte intrínseca e ineludible del debate amplio sobre la justicia en el siglo XXI. 

Desde grandes organismos internacionales hasta los principales líderes mundiales, pasando por científicos o multinacionales, todos hoy reconocen algo que es innegable y ha sido denunciado repetidamente por algunas voces desde hace años: el modelo de vida occidental no es universalizable. 

El gran crecimiento económico de los llamados países emergentes en base al modelo de desarrollo capitalista no ha sido una buena noticia, pues ha servido para constatar que el desarrollo era algo más que crecimiento económico y que el progreso se ha alcanzado en nombre de la depredación ambiental y la consolidación de un modelo de consumo insostenible. Ha sido necesario esperar a que centenares de millones de personas en el Sur global (especialmente en China e India) abrazaran el modelo, que antes únicamente ostentábamos el 15% del planeta, para darnos cuenta de que el progreso y el desarrollo deben definirse siguiendo unos criterios y valores que no se limiten a la capacidad de consumo y la riqueza económica.

Estamos en un callejón sin aparente salida, una verdadera encrucijada, una cuenta atrás a la que la humanidad debe ser capaz de dar la más urgente y diligente de las respuestas. «El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad» (Laudato Si’, nº 25). «Un grito que viene de la humanidad y de la Tierra misma, uno que tiene que ser escuchado por la comunidad internacional», exhortaba Francisco a los reunidos en la Conferencia de París sobre Cambio Climático(COP21) celebrada en diciembre de 2015. No cabe duda de que la COP21 ha significado un primer paso al poner de relieve la urgencia de la situación actual, pero asimismo ha mostrado una vez más la falta de instrumentos y alternativas para trascender el modelo de producción, consumo y desarrollo que se practica. La rueda del capitalismo necesita seguir girando… En palabras de Pere Casaldàliga: «¿Quién, cómo y cuándo bloqueará sus radios?».

Regular por arriba: una comunidad terrestre con un destino común

La coyuntura es compleja. Existen instrumentos o iniciativas que abordan algunos de los efectos colaterales de todo este desvarío medioambiental, configurando una «gobernanza fragmentada». No obstante, seguimos careciendo de instrumentos vinculantes que conformen una verdadera gobernanza global, poniendo de relieve uno de los dramas de este siglo XXI: mientras que nuestros problemas se han globalizado, los mecanismos de los que disponemos para regularlos se han quedado atrapados en el marco del Estado-nación.

Dentro de este preocupante contexto nos queda por lo menos una buena noticia: parece existir cada vez mayor consciencia de que esta cuestión no es algo ficticio, ni teórico, ni procedente de un reducido grupo de científicos, sino que cunde una creciente sensación de que estamos ante un problema real y acuciante. Incluso el Foro Económico Mundial, que se reúne anualmente en Davos, o los informes de los principales centros de inteligencia mundiales como la CIA han incluido este asunto en sus agendas tras calificarlo como la principal amenaza a la seguridad mundial. Esta toma de conciencia es positiva,siempre que no sea ya demasiado tarde.

Sea como fuere, la inexistencia de una ética planetaria y la hegemonía de un modelo económico, social y cultural muy individualista, basado en el consumo, hace difícil afrontar el problema buscando una solución global.

Como afirma el prólogo de la Carta de la Tierra, «somos una sola familia humana y una única comunidad terrestre con un destino común». Un destino que no solo nos compromete a nosotros sino también a otras especies, así como a las generaciones que están por venir. El sentido de interdependencia es hoy mucho más importante que en cualquier otro momento histórico: interdependencia con la biosfera e interdependencia con las generaciones futuras.

No debemos eludir ese sentido de urgencia. Necesitamos un gran pacto global que supere el paradigma de la seguridad nacional para abrazar el de la seguridad planetaria. Un pacto que implique, comprometa y obligue a todos (individuos, estados, organizaciones, empresas…) a producir, consumir y estar en el planeta de una forma que garantice el futuro de todos. Esa gobernanza global, tan difícil y casi inimaginable en un contexto en el que los intereses nacionales y privados priman por encima del bien común, deberá ser posible si queremos que el planeta siga existiendo.

Desbordar por abajo: hacia una civilización de la sobriedad y la pobreza compartidas

Pero además de regular este modelo por arriba, es necesario un modo de vida que sea capaz de extenderse y desbordar al sistema por abajo, impulsando una transformación cultural, re-politizando y re-educando nuestras conciencias y nuestros hábitos, pasando, como señala Jorge Riechmann, de una «cultura de la hybris [de la desmesura] a una cultura de la autocontención».

Desbordar el capitalismo por abajo sería posible aplicando un modelo de civilización basado en la sobriedad y la pobreza compartidas, y tratando de que la política vuelva a recuperar el poder. Son ya muchas las iniciativas que abogan por el cambio para trabajar en red de una forma mucho más democrática y más participativa. Iniciativas emergentes que aportan la consciencia de que es necesario otro modelo social y cultural.

Este modelo cultural debe ser desbordado también desde el plano de la identidad, construida en torno al consumo, entendido como una especie de comensalidad histórica que jerarquiza y genera estratificación social. Todo el mundo consume, pero no todo el mundo consume bien. Deconstruir esta dimensión más cultural, yendo más allá de la dimensión política y gubernamental, es un reto clave para evitar la homogeneización. El diálogo entre civilizaciones y la recuperación de la diversidad cultural del planeta, de sus prácticas y saberes, se impone como un importante reto a tener en cuenta y asumir.

Este es nuestro reto. Como Francisco en su encíclica Laudato Si’, somos cada vez más conscientes del diagnóstico, de las alternativas de las que disponemos y de la responsabilidad que supone condicionar la vida de las generaciones futuras. Ahora bien, la cuenta atrás ha empezado, no podemos esperar más. Un modelo basado en la sobriedad y la pobreza no es algo únicamente deseable sino algo necesariamente posible que puede verse potenciado y reforzado a través de la espiritualidad que conlleva el diálogo interreligioso e intercultural.

lunes, 26 de septiembre de 2016

375 científicos advierten sobre la amenaza inminente del calentamiento global.



Julio César Centeno | Rebelión | 24/09/2016

375 de los científicos más prominentes en la materia, incluyendo 30 premios Nobel, advierten sobre la inacción política ante el calentamiento global en su pronunciamiento del 20 de septiembre 2016.


El calentamiento global es consecuencia de la actividad humana. No es una creencia, ni una teoría; no es un fraude o una conspiración. Es una realidad física.

El consumo de combustibles fósiles motorizó la revolución industrial. Pero también provocó aumentos en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocando cambios significativos en el clima del planeta.

Las huellas del calentamiento global son visibles por todas partes: aumenta el nivel del mar, se calientan los océanos, se calienta la atmósfera y la superficie terrestre, se derriten las capas de hielo en el Ártico, en la Antártida, en los glaciares; se alteran los patrones de las lluvias, se acidifican los océanos, se propagan enfermedades, se extinguen especies, se amenaza el suministro de agua y alimentos a la población mundial.

El cambio climático provocado por la actividad humana no es algo alejado de nuestras experiencias diarias, afectando sólo lugares remotos. Es algo presente, aquí y ahora, en nuestro país, en nuestras comunidades. Es posiblemente la mayor amenaza actual para la humanidad, erosionando nuestra habilidad para construir un mejor futuro.

La ciencia del calentamiento global es conocida desde hace más de un siglo. Las evidencias, cada vez más fuertes, claras y contundentes, condujeron a todos los gobiernos del mundo a suscribir elAcuerdo de París en diciembre 2015. Participaron todos los países, a pesar de sus pronunciadas diferencias en sistemas de gobierno, en intereses nacionales, en responsabilidad por las emisiones acumuladas, en vulnerabilidad ante las crecientes consecuencias de los cambios climáticos en gestación. Los líderes de 193 países reconocieron que el calentamiento global es una amenaza real para las generaciones presentes y futuras de todo el planeta.

Las evidencias son incuestionables. Ningún científico con reputación las disputa. Es simplemente la verdad.

Sin embargo, a pesar del Acuerdo de París, corremos el riesgo de cruzar puntos sin retorno, como alteraciones en la circulación oceánica, la pérdida de enormes masas de hielo y la extinción de especies. Tales riesgos provocarían modificaciones dramáticas durante miles de años. No debemos asumir los riesgos de cruzar estos límites.

En la campaña presidencial de los Estados Unidos se vociferan dudas sobre el calentamiento global, o se insinúa que es sólo un proceso natural, o se afirma que el calentamiento global es un fraude. Estos señalamientos son falsos.

No son señalamientos nuevos. Se presentan en cada elección. Para el partido republicano es una condición electoral. Es realmente lamentable que el partido de Abraham Lincoln, el presidente que inició la Academia Nacional de las Ciencias, sea ahora cuestionado por la Academia Nacional de las Ciencias de hoy. Es igualmente lamentable que el partido de Richard Nixon, quien estableció laAgencia de Protección Ambiental, trate ahora de eliminarla. Más lamentable aún es que el partido que presume promover una visión fiscalmente conservadora, con su insostenible posición sobre el calentamiento global provoque costos económicos y sociales muchos más altos para todos los ciudadanos.

Los científicos hemos advertido por décadas sobre los peligros del calentamiento global para todo el mundo. Vemos como tales predicciones se han venido corroborando. Ya no hay científicos de reputación en desacuerdo sobre los factores fundamentales que modifican el clima.

A pesar de este progreso, no faltan quienes pretendan conducirnos al pasado, quienes se ciegan ante las contundentes evidencias científicas. Para aquellos ciudadanos que voten por políticos que niegan la ciencia, que arremeten contra los científicos en lugar de arremeter contra las causas del calentamiento global, su legado será el calentamiento global que pudieron haber contribuido a evitar.

¿Qué le dirán a sus hijos?

Firmado por:

Benjamin D. Santer, Member, National Academy of Sciences^

Kerry A. Emanuel, Massachusetts Institute of Technology^

George B. Field, Harvard University^

Ray Weymann, Carnegie Institution for Science Emeritus^

Peter C. Agre, Johns Hopkina Malaria Research Institute

y 370 científicos más: léalos a todos

domingo, 25 de septiembre de 2016

Que se cumplan las reparaciones a Haití.


Foto: Resumen Latinoamericano

Servindi, 24 de setiembre, 2016.- La coalición Reparación del Colonialismo efectuó un pedido para que brinde reparación a las víctimas del cólera en Haití cuya responsabilidad fue admitida por la Organización de las Naciopnes Unidas (ONU) 

Un informe liderado por el académico Philip Alston, Relator especial sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, y filtrado por el diario The New York Times, revela que la ONU es la causante de introducir el cólera en Haití, donde se registran al menos 10.000 muertes por la epidemia en 2010.

El 19 de agosto de 2016 el Secretario general de la ONU Ban Ki-moon se vió obligado a reconocer que "las Naciones Unidas tiene una responsabilidad moral con las víctimas de la enfermedad, por lo que debe apoyar al país en la construcción de los sistemas de agua, saneamiento y salud".

Ello ocurrió luego que la prensa difundiera la Relación sobre la responsabilidad de las Naciones Unidas en relación al cólera a Haití´la cual fue publicada de manera oficial el 26 de agosto, y en la que sustenta que este organismo internacional fue claramente responsable.

La Coalición Reparación del Colonialismo pidió que las reparaciones a las víctimas sean parte de un programa del próximo gobierno. 

El asunto es controversial y será discutido durante la 71ma sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.


La demanda pedía a las Naciones Unidas reparaciones individuales, disculpas públicas, tratamiento medico de las víctimas actuales y futuras y construcción de infraestructuras sanitarias y de depuración del agua.

Colonialism Reparation reiteró su pedido de justicia y reparación se cumplan por la ONU tal como ya solicitado en noviembre de 2011.
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Fuente: Con información de Reparación del Colonialismo: http://www.colonialismreparation.org/es/reparaciones-a-haiti.html

sábado, 24 de septiembre de 2016

La humanidad está naufragando y no queda mucho tiempo para seguir equivocándose.



La humanidad está naufragando. El deterioro ecológico acelerado, la profundización de las desigualdades en todos los ejes de dominación y la crisis de legitimidad política –con su derivada del crecimiento de los movimientos xenófobos y neofascistas– amenazan con colapsar nuestra civilización. Es urgente abordar la crisis, no queda mucho tiempo para seguir equivocándose.

Después de décadas de aplicación de capitalismo neoliberal, hemos topado con los límites del planeta. Los territorios de los países empobrecidos, utilizados como mina y vertedero, también dan síntomas de agotamiento, tanto de energía y materiales, en el mantenimiento de los ciclos naturales, así como en la capacidad regenerativa de la biosfera.

El cambio climático es ya tan evidente que el negacionismo, tan eficazmente impulsado por los grandes lobbies transnacionales, retrocede. Aunque, como hemos visto en la última Cumbre de París, esa consciencia no se traduzca en decisiones reales que permitan plantar cara a los problemas cruciales que hemos de afrontar. Más bien, nos encontramos con las propuestas de un capitalismo disfrazado de verde y tecnoeficiente que se ofrece a resolver los problemas que él mismo ha causado.

Hay quien dice que el deterioro ecológico ha sido el precio pagado para alcanzar el bienestar, pero no es así. A la vez que se destruye la naturaleza, se profundizan las desigualdades en todos los ejes de dominación. Se ha agravado la situación de las poblaciones más empobrecidas que llevan décadas sufriendo esta guerra encubierta y los indicadores muestran cómo crece la distancia entre el Norte Global y el Sur Global.

Y las desigualdades también se agrandan en las llamadas sociedades del bienestar: buena parte de la población es precaria y millones de personas se encuentran hoy en día en una situación de exclusión. Especialmente sangrante es la situación de migrantes y refugiadas. Desposeídas de su derecho a permanecer y expulsadas de sus territorios, muchas personas hacen el mismo viaje que las materias primas y los flujos de riqueza, hasta que se encuentran las vallas de la vergüenza, que permiten la entrada de los recursos expoliados y de los capitales pero no así de quienes tratan de escapar de la miseria o la guerra.

Millones de personas están en paro y muchas personas empleadas son pobres. El empleo, base sobre la que se construye en las sociedades occidentales el bienestar, ya no es espacio de derechos y las propias condiciones laborales generan pobreza.

Así las cosas, muchos seres humanos solo cuentan con el colchón familiar para tratar de eludir la miseria. Y dentro de los hogares, en los que predominan las relaciones patriarcales y desiguales, son las mujeres las que en mayor medida cargan con las tareas que se dejan de cubrir con los recursos públicos. Son quienes cargan con el trabajo y las tensiones que se derivan de la resolución de las necesidades cotidianas en contextos de miseria y sufren en sus cuerpos la violencia del conflicto.

Paradójicamente, a pesar de que las señales de desastre son cada vez más claras y más explícitas, los poderes económico y político y las mayorías sociales siguen actuando como si la crisis global no existiese. La inviabilidad material del modelo productivo global y sus nefastas consecuencias sobre amplios sectores de la población permanece fuera de los debates públicos y de las urgencias de las agendas políticas al uso.

Solo se podrá abordar esta crisis compleja reorientando el metabolismo social, de forma que no se fuerce a las personas a competir absurdamente contra aquello a lo que le deben la vida. Nos atrevemos a apuntar algunos principios básicos que son insoslayables en esta reorientación.

El primero, el inevitable decrecimiento de la esfera material de la economía. Se decrecerá materialmente por las bue- nas (de forma planificada, democrática y justa) o por las malas (a costa de la expulsión y precariedad de muchos).

El segundo, el radical reparto de la riqueza y de las obligaciones y la necesidad de reorganizar los trabajos, todos los trabajos. Luchar contra la pobreza es lo mismo que luchar contra la excesiva acumulación. Será obligado, entonces, distribuir el acceso a la riqueza, poner límites a los excesos materiales y aplicar el principio de suficiencia, poniendo como eje central la equidad.

Esta transición no será sencilla ni podrá ser realizada sin conflicto. ¿Sería posible afrontar este cambio sin que los poderosos y ricos sientan que las soluciones que permitan resolver la crisis civilizatoria amenazan su posición? ¿Pueden mantenerse los privilegios de las elites a la vez que se garantiza una vida decente a las mayorías y asegura la sostenibilidad ecológica?

Sobre todos estos temas pretendemos debatir y reflexionar en los III Encuentros Ecosocialistas Internacionales (www.ecosoc.org), que se celebran en Bilbo el 23, 24 y 25 de septiembre y que tratan de seguir profundizando los diálogos y propuestas ya iniciadas en Ginebra (2014) y en Madrid (2015).

Al igual que en los encuentros anteriores, en Bilbo se darán cita sindicalistas, ecologistas, feministas, organizaciones políticas, movimientos sociales, etc. de diversas procedencias geográficas. Es un debate necesario que pretende abordar la situación actual con toda su complejidad, sus contradicciones y dificultades. Poner en colectivo los análisis y propuestas que cada una hacemos por separado, nos puede ayudar a vislumbrar posibilidades y propuestas para abordar las urgentes y necesarias transiciones.

Es ya una cuestión de supervivencia.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente: Naiz

viernes, 23 de septiembre de 2016

Califican Arco Minero de crimen ecológico y crimen de Estado.


“El decreto sobre la explotación del Arco Minero del Orinoco constituye un gigantesco crimen ecológico, que significaría la liquidación de Guayana, Amazonas y el Delta”.

Así lo denunció Alexander Luzardo, ex Presidente de la Comisión de Ambiente de Venezuela, en una conferencia realizada en el Colegio de Ingenieros de Venezuela el 19 de setiembre.

Luzardo aseveró que la contaminación con el mercurio y sus derivados ocasionarían daños irreversibles, afectando a los pueblos indígenas y locales del sur de Venezuela.

Luzardo asegura que las zonas que serían más afectadas por el emprendimientom minero se debe a que son zonas ecológicas extremadamente frágiles y sensibles; y donde se encuentran las últimas reservas de agua dulce no contaminada del país”.



El proyecto se activó en febrero de este año por el presidente Nicolás Maduro. El Arco Minero del Orinoco contempla una zona de 111.800 kilómetros cuadrados, ubicada al sureste de Venezuela.

Para Luzardo “el mal llamado arco minero (...) pretende destinar el 12 por ciento del territorio nacional a la actividad minera, es decir, 12 millones de hectáreas, extensión comparable con Cuba, más grande que Panamá y varios países europeos”.

De prosperar dicha iniciativa se vería afectada la reserva forestal de Imataca, que tiene 3 millones 800 mil hectáreas, asimismo la reserva forestal del Caura, con más de 5 millones de hectáreas.

Otra de las áreas protegidas en riesgo es el monumento natural Wanai, decretado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

También se afectaría la cuenca estratégica del Caroní, que surte de hidroelectricidad a más del 65 por ciento del territorio nacional.

“Como país nosotros necesitamos inversiones rentables, ecológicamente sustentables, como lo están planteando diversos países del mundo, como lo ha manifestado el Papa en su Encíclica" dijo Luzardo.

Pero este proyecto del llamado “arco minero”, significaría la liquidación de la Guayana, el Amazonas y el Delta, sentenció.

"Solicitamos que ese decreto sea derogado, tal como lo hizo la Asamblea Nacional el pasado 14 de junio que tomó la decisión de desconocerlo y declarar su nulidad, porque afecta las últimas reservas de agua limpia no contaminada del país , lo cual es mucho más valioso que cualquier otro recurso" concluyó el ex Senador.

Dato:

Alexander Luzardo fue Senador del anterior Congreso de la República, ex Presidente de la Comisión de Ambiente, y autor de las Normas Ambientales de la Constitución Nacional. Asimismo, es Profesor Titular de la Universidad Central de Venezuela en Derecho Ambiental y Desarrollo Sustentable.




Fuente: Servindi

jueves, 22 de septiembre de 2016

El desorden y la injusticia.



Ni Goethe, semidiós del pensamiento, al afirmar “prefiero la injusticia al desor­den” tuvo en cuenta, como tampoco las cabe­zas pensantes que se suben al carro de tan sospechosa idea, que los juegos de palabras en política, y sobre todo en estos tiem­pos de lucidez po­pular, son tan despreciables para la inteligen­cia simple como peligrosas las bombas de relojería.

Porque no hay quien con la cabeza en su sitio pueda pensar que el desorden sólo existe cuando es visible, manifiesto y tangi­ble. Porque, hoy es imposible que pueda haber algún bien pensante que no repare en lo siguiente: no hay mayor desorden en una colectividad que cuando está en ella instituida la injusti­cia social, y la justicia formal está prostituida al no reparar los jueces y tribunales el injusto cometido por las clases sociales su­periores… Lo mismo que no hay quien no “entienda” que falta­ría más que tanto el Goethe Canciller de la República de Weimar, que quería la paz en las calles a cualquier precio, como luego y siempre todos los turiferarios y beneficiarios máximos del sistema ultracapitalista no quieran la protesta rui­dosa, la denuncia peligrosa, la algarada, la revuelta, y con ma­yor motivo la revolución. Y digo faltaría más, porque sencilla­mente todos ellos, quienes forman parte del poder financiero, del político, del religioso y del mediático viven opíparamente, justo de los privilegios, canonjías y prebendas que aporta la calma absoluta en la calle y en los despachos, aunque la vida en cada hogar del montón sea insoportable.

En España, en estos momentos de su historia en que se hace balance de las tropelías, fechorías y desvalijamientos de las ar­cas públicas por parte de gobernantes y políticos durante casi dos décadas, la repulsa popular más extrema ya ha traspasado hace tiempo los niveles iniciales de indignación que acompa­ñan a cada escándalo conocido, para situarse en el escalón supe­rior de la impotencia. Y esa impotencia se hace sentir en grado sumo al ir presenciando la población año tras año, que la justicia dedica todos sus recursos a la investigación e instruc­ción de cada caso, pero pasan los años y no se conoce todavía ninguno de envergadura que haya pasado a la siguiente fase del juicio oral, es decir al juicio público propiamente dicho.

Siendo así que lo mismo que cualquiera hoy día está al cabo de la calle de lo que digo al principio: que no hay mayor desor­den que la injusticia, que también lo está en el hecho de que, téc­nicamente, hay indicios y pruebas suficientes de los obteni­dos en muchos de los procesos abiertos en los que el fraude, la prevaricación, el co­hecho y la apropiación de caudales públicos alcanzan una gra­vedad extraor­dinaria, como para haber debido pasar el proceso al trámite ple­nario, al juicio oral. Ello, con inde­pendencia de que más ade­lante y a medida que puedan acu­mularse más delitos co­meti­dos por las mismas personas, se abran nuevos procesos.

Son demasiados años los dedicados a la investigación como para no pensar y sentir que el encallamiento de los casos en una instrucción que parece pretender ser exhaustiva, no hace más que extender la sensación general de que la propia Justicia con­tribuye a la impunidad extrema y por consiguiente a la injusti­cia. Que, en definitiva, el centro de gravedad del ma­yor desor­den de un país se encuentra precisamente en la falta de volun­tad de hacer justicia, cuando los imputados por delitos públicos gravísimos pertenecen a la clase gobernante o política, o senci­llamente a las clases sociales superiores…


jueves, 15 de septiembre de 2016

Banco mundial: Contaminación atmosférica, cuarto factor de decesos prematuros.


La contaminación atmosférica se convirtió en el cuarto factor de deceso prematuro en el mundo, provocando pérdidas por 225 mil millones de dólares en 2013 en la economía global, a consecuencia del impacto en los ingresos laborales, reportó este jueves el Banco Mundial (BM).
El aire contaminado mató a 2.9 millones de personas en 2013, según los últimos datos disponibles publicados en un informe de la institución. Si se suma la contaminación en los hogares, principalmente la resultante del uso de combustibles sólidos para calefaccionar o cocinar, el total de muertos se eleva a 5.5 millones.

El Banco Mundial caracterizó la contaminación atmosférica como la forma de contaminación más letal, y el cuarto factor principal de riesgo de fallecimientos prematuros en el planeta.
Las enfermedades causadas por la contaminación ambiental (cardiovasculares, cáncer de pulmón, y otras patologías pulmonares crónicas y respiratorias) son en consecuencia responsables de una muerte de cada 10 en el mundo, seis veces más que las producidas por el paludismo.

Cerca de 87 por ciento de la población del planeta está más o menos expuesta a este problema.
Estas pérdidas en vidas humanas son también sinónimo de mermas en términos de potenciales ingresos y de obstáculos al desarrollo económico, según cálculos del Banco Mundial.
En un estudio elaborado junto al Instituto de Mediciones y Evaluaciones de Salud (IHME, por sus siglas en inglés), el Banco Mundial estimó que si bien los fallecimientos relacionados con la contaminación del aire afectan principalmente a los niños pequeños y los adultos mayores, las muertes prematuras también provocan pérdidas de ingresos laborales en la población económicamente activa.

El estudio evalúa que las pérdidas de ingresos laborales imputables a esos decesos alcanzaron 225 mil millones de dólares en 2013. Además, esta contaminación provoca pérdidas en términos de bienestar, que totalizan 5.1 billones de dólares, dice el BM.
La contaminación atmosférica cuesta a América Latina y el Caribe ingresos laborales equivalentes a 0.13 por ciento de su producto interno bruto, mientras en Asia Meridional, la región más afectada, asciende a 0.83 por ciento.
El Banco Mundial calcula que alrededor de 90 por ciento de la población en los países de ingresos bajos y medianos están expuestos a niveles peligrosos de contaminación del aire ambiental.

Aseveró que las pérdidas mostraron un marcado incremento respecto de los 162 mil millones de dólares registrados en 1990, por lo que exhortó a los gobiernos a adoptar medidas urgentes para mejorar la calidad del aire.
La contaminación atmosférica es un desafío que amenaza el bienestar humano esencial, provoca daños al capital natural y físico, y restringe el crecimiento económico, indicó Laura Tuck, vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.
Al promover ciudades más saludables e inversiones en fuentes de energía más limpias podemos reducir las emisiones peligrosas, ralentizar el cambio climático y, lo que es más importante, salvar vidas, sostuvo.

Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Mirando al firmamento.



Gabriel Mª Otalora

“Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber”. Con estas palabras se inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles, quien se inspiraría seguramente mirando a las estrellas en las noches luminosas que abundan en lo que hoy llamamos Grecia. Yo también me he puesto a observar estrellas en una noche de verano, entre las pocas que se ven en nuestro firmamento vasco. Y pensaba sobre el hecho de que puede llevar muerta cientos de años dada la distancia que existe con estos astros luminosos. Qué grande es captar la luz de estrellas que están a millones de años luz de la Tierra. Imbuido en esta reflexión, sentí la grandeza del universo desde la pequeñez humana hasta interiorizar que la clave de la felicidad es la verdadera humildad, la única fuente de la que mana la capacidad de asombro.

Curiosamente, y a pesar de que la humildad es fácil de denigrar (actitud propia de gente débil, etc.), nadie insulta ni desprecia a otro llamándole “humilde”. A lo sumo, se tolera como eufemismo pero no como algo degradante, quizá porque todos sabemos que tras la humildad se esconde la verdadera grandeza. Aunque nuestras limitaciones la proyecten como virtud inalcanzable.

Una persona humilde no se siente auto-suficiente; sus códigos de conducta están alejados de los de la propia conveniencia egoísta. La humildad, en cambio, nos predispone a cuestionar aquello que hasta ahora habíamos dado por cierto, incluida la percepción de las estrellas. Y no se deja manipular como muestra la paradoja de que, cuando manifestamos humildad intencionadamente, se corrompe y desaparece; ya no es modestia. La coletilla “en mi humilde opinión” no es más que nuestro orgullo disfrazado que choca con la máxima de esta virtud: no se predica, se practica.

Merece la pena aprovechar alguna de las noches veraniegas que quedan para contemplar el cielo mientras sentimos admiración ante la creación asombrosa de Dios que al mostrarnos nuestra pequeñez puede hacernos más grandes por dentro. La mariposa recordará siempre que fue gusano, recordaba Mario Benedetti; la mariposa no lo recordaba para desvalorizarse sino porque quería sentir el gozo de reafirmarse en la maravilla que supone la transformación cuando trabajamos humildemente por ella.

El cosmos nos puede hacer humildes ante su infinitud de dimensiones inabarcables para la mente humana. Es algo que no podemos contenerlo mentalmente porque la realidad supera nuestra capacidad.

No estamos en un cosmos inmutable que cabe en nuestra realidad minúscula, sino en una especie de cosmogénesis o inmensa secuencia de eventos interconectados en el desarrollo del universo cuyas magnitudes aconsejan humildad: Leo que se llevan contabilizadas 80.000 millones de galaxias. Y cada una de ellas, alberga cientos de miles de millones de soles como el nuestro en los que, a su vez, cabrían un millón de planetas como el nuestro. Cuando podemos ver una estrella como un lejano puntito, tenemos que imaginarnos su enorme tamaño para verlas a simple vista. Hay que tener en cuenta que una distancia normal entre dos estrellas es de diez años luz, unos cien millones de kilómetros… ¡entre dos estrellas!

Solo en la oscuridad puedes ver las estrellas, decía Martin Luther King; y si despojamos a la frase de su sentido metafórico profundo, puede ayudar a ponernos en situación ante lo que abarca la vista y alcanza la imaginación ante el firmamento: en la medida que reconocemos lo poco que somos y podemos, eso que facilita nuestro deseo de buscar más; no es necesario utilizar la arrogancia. El evangelio y la historia nos muestran las consecuencias cuando optamos por la dirección contraria.

martes, 13 de septiembre de 2016

Se desarrolla el I Congreso Internacional sobre interculturalidad.


I Congreso Internacional: los territorios discursivos en América Latina – Interculturalidad, Comunicación e Identidad se realiza en Quito de 12 al 14 de setiembre

La ciudad ecuatoriana de Quito es sede del I Congreso Internacional: los territorios discursivos en América Latina – Interculturalidad, Comunicación e Identidad, programado del 12 al 14 de setiembre.

El objetivo del Congreso es ofrecer un amplio espacio de reflexión y diálogo a los diferentes estudiosos e investigadores que, desde Latinoamérica y otras regiones y continentes, plantean el ámbito de las prácticas comunicativas definiendo sus problemáticas e identidad.

De igual forma se busca abrir un espacio de reflexión para el intercambio de puntos de vista y diversas maneras de producir un texto desde diferentes perspectivas que se toman en cuenta para el análisis de los complejos acontecimientos socioculturales e históricos de diversos pueblos.

El Congreso también buscará convocar a la comunidad científica a formar parte de la Sociedad Latinoamericana de Estudios Interculturales, creada en 2012.

El evento es organizado por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), la Sociedad Latinoamericana de Estudios Interculturales (SoLEI), y la Universidad de La Frontera (UFRO).


También patrocinan la Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador, la Asociación Chilena de Semiótica, el Laboratorio de Prospectiva e Investigación en Comunicación y Cultura de España y la Red ARCAI de Argentina.

Fuente: Servindi

domingo, 11 de septiembre de 2016

Jon Sobrino: "El principio de la misericordia es bajar de la cruz a los pueblos crucificados"


Anselm Grün: "Buen samaritano, ejemplo de misericordia sanadora"

Universidad de la Mística, 10 de septiembre de 2016

Los aportes de los participantes enriquecieron notablemente las facetas de la misericordia vistas anteriormente desde su experiencia en las organizaciones caritativas que presiden

(Universidad de la Mística).- Hoy, en su cuarto día de conferencias, el II Congreso Mundial de Biblia y Mística, ha contado con destacados ponentes. Anselm Grün, Jon Sobrino e Inés Serrano Fernández enriquecieron el tema de la misericordia con sus propias aportaciones.

Anselm Grün es monje benedictino alemán, Doctor en teología. Reside en el Monasterio de Münsterschwarzach (Alemania). Es reconocido mundialmente por sus escritos sobre espiritualidad, siendo autor de más de 300 libros relativos al tema. Más de 14 millones de copias de sus libros han sido vendidas y traducidas a una treintena de idiomas.

El Dr. Grün, bajo el tema de la "La misericordia sana" ofreció su aporte originalintegrando espiritualidad y psicología de una manera dinámica y sanadora, a través del desarrollo de la misericordia en el evangelio como camino de sanación.

Desarrolló los siguientes puntos: Jesús, fundamento principio y fin de toda sanación espiritual, el buen samaritano como ejemplo de misericordia sanadora y modelo de Dios Padre, importancia de la sanación personal para acompañar la sanación del otro, la importancia de la misericordia consigo mismo para compadecer a los demás y culminó su conferencia mistagógica con una oración.

La segunda conferencia estuvo a cargo del sacerdote Jesuita Jon Sobrino. El se formó en España, Alemania y Estados Unidos, donde cursó estudios de ingeniería. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1956. Es profesor de Teología y director del Centro Monseñor Romero de la Universidad Centroamericana de San Salvador. Es miembro del Consejo Editorial de Concilium.

Desarrolló su ponencia "El Principio de la Misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos crucificados". En ella, trató sobre aspectos de la misericordia del Padre, principalmente la imagen de Dios Padre y de un Padre que es Dios, aludiendo a la parábola del hijo pródigo y aludió al gozo del Padre.

El P. Sobrino enfatizó el primer momento de la misericordia refiriéndose al Libro de Éxodo cuando el Padre se revela a Moisés como el que es Misericordioso y busca liberar a su pueblo. Actualizó este ejemplo de dos maneras, preguntando cómo podríamos bajar de la cruz a los que sufren y proponiendo una parábola comparando el bajar de la cruz a los crucificados con el empujar una carreta, es decir, actualizar la imagen de una iglesia misericordiosa.

La Dra. Inés Serrano Fernández, Psicoterapeuta, introdujo el tema "El Valor terapéutico del Perdón". Habló del qué, cómo y porqué del perdón; de los conceptos fundamentales a tener en cuenta en una terapia de perdón y cómo con la ayuda de la misericordia de Dios se logra la sanación terapéutica. Explicó el perdón como proceso de sanación mental y psicológica y el efecto del perdón en la salud, proporcionando datos valiosos y procesos específicos refiriéndose a reconocidos autores.

La mesa redonda "La misericordia en la acción social de la Iglesia" con aportaciones del Lic. Sebastian Mora Rosado, Secretario General de Cáritas, Lic. Javier Menéndez Ros, Director de Ayuda a la Iglesia necesitada y Lic. Carla Gil, presidenta de Manos Unidas. Los aportes de los participantes enriquecieron notablemente las facetas de la misericordia vistas anteriormente desde su experiencia en las organizaciones caritativas que presiden.

El día concluyó con las comunicaciones: "Acción misericordiosa". El Dr. Esteban Monjas Ayuso, propuso la Misericordia de Dios en "El Quijote" y por último el Dr. Javier Marín Marín, "Vínculo entre la acción educativa y la misericordia".

sábado, 10 de septiembre de 2016

El calentamiento de los océanos amenaza la salud humana.


El aumento de la temperatura del mar como consecuencia del cambio climático eleva el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, según el mayor estudio sobre la materia, publicado en el Congreso Mundial de la Naturaleza que se celebra en Hawái.

Un grupo de científicos durante una expedición en el Océano Glaciar Ártico. EFE

El aumento de las temperaturas marinas afecta a los seres humanos de forma directa y sus consecuencias ya se pueden observar sobre las poblaciones de peces, los fenómenos meteorológicos extremos y un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, según el estudio más completo en la materia, que se presentó este lunes en el Congreso Mundial de la Naturaleza de Hawái.

El informe Qué es el calentamiento oceánico: causas, escala, efectos y consecuencias examina los efectos del calentamiento oceánico sobre las especies, los ecosistemas y los beneficios que los océanos brindan a los seres humanos. Con la participación de 80 científicos de 12 países, recopila pruebas científicas detectables de los efectos de este fenómeno sobre la vida marina, desde los microorganismos hasta los mamíferos.

“El calentamiento oceánico es uno de los mayores desafíos ocultos de esta generación yestamos totalmente faltos de preparación para abordarlo”, dice Inger Andersen, directora general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “La única manera de preservar la fecunda diversidad de la vida marina y de salvaguardar la protección y los recursos que el océano nos proporciona, es reducir de forma rápida y sustantiva las emisiones de gases de efecto invernadero”.
El calentamiento oceánico ya afecta a los ecosistemas, desde las zonas polares hasta las regiones tropicales. Empuja a grupos enteros de especies –plancton, medusas, tortugas y aves marinas– hasta 10 grados de latitud hacia los polos. Provoca la pérdida de áreas de reproducción de tortugas y aves marinas, y menoscaba el éxito reproductivo de los mamíferos marinos, según indica el informe.

“Al dañar los hábitats de los peces y desplazar especies hacia aguas más frías, el calentamiento de los océanos afecta a las poblaciones de peces en algunas zonas, y podría, según el informe, reducir las capturas de las pesquerías en las regiones tropicales”, señala un comunicado de la IUCN.
Pérdida de biodiversidad en los ecosistemas marinos
En el este de África y el Océano Índico Occidental, por ejemplo, el calentamiento hareducido la abundancia de algunas especies de peces al matar parte de los arrecifes de coral de los que dependen, lo cual se suma a las pérdidas causadas por la sobrepesca y las técnicas de pesca destructivas.

Asimismo, en el sudeste asiático, si la emisión de gases de invernadero prosigue al mismo nivel, se estima que las capturas de la pesca marina podrían disminuir entre un 10% y un 30% en 2050 con respecto a los años 1970–2000, a medida que la distribución de las especies de peces cambia.

“El 93% del calor generado desde los años 70 en el marco del calentamiento climático fue absorbido por los océanos, que actúan como un amortiguador del cambio climático, pero esto tiene un precio. Nos hemos quedado atónitos ante la escala y la magnitud de los efectos operados por el calentamiento oceánico sobre ecosistemas enteros, como indica claramente este informe”, dice Dan Laffoley, vicepresidente de medio ambiente marino de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN, y uno de los autores principales del informe.

El informe presenta indicios de que el calentamiento del mar provoca un aumento de las enfermedades en las poblaciones de flora y fauna, y que también perjudica la salud humana, porque los agentes patógenos se propagan más fácilmente en aguas más cálidas. Entre esos agentes se encuentran las bacterias que causan el cólera y las floraciones de algas nocivas responsables de enfermedades neurológicas como la ciguatera.
Un foco de enfermedades
El calentamiento de los océanos también afecta al clima, con efectos en cadena sobre los seres humanos. El número de huracanes graves ha aumentado a un ritmo de entre el 25% y el 30%por grado de calentamiento global, según el informe. Se ha registrado un aumento de las precipitaciones en las latitudes medias y las zonas monzónicas, y menos lluvia en varias regiones subtropicales. Estos cambios tendrán efectos sobre los rendimientos de las cosechas en importantes regiones productoras de alimentos, como Norteamérica y la India, según el informe.

“El escudo contra el cambio climático que nos brindan los océanos y sus ecosistemas, alabsorber grandes cantidades de CO2 y al protegernos contra las tormentas y la erosión, también se reducirá con el calentamiento oceánico”, señala el informe.

El texto recomienda, entre otras cosas, reconocer la gravedad de los efectos del calentamiento oceánico sobre los ecosistemas de los océanos y los beneficios que proporcionan a los seres humanos, ampliar las áreas marinas protegidas, proporcionar protección jurídica al alta mar, evaluar mejor los riesgos sociales y económicos relacionados con el calentamiento oceánico, y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La conservación de los océanos es uno de los temas principales que trata el actual Congreso de la UICN que se celebra estos días en Hawái, en el que los miembros votarán acerca de mociones relativas a la protección del alta mar y áreas protegidas en la Antártida, entre muchas otras.


Fuente: Rebelión