miércoles, 30 de septiembre de 2015

Una reflexión sobre la utopía.


Boavantura de Sousa Santos 

Algún día, cuando se pueda caracterizar la época en que vivimos, la principal sorpresa será que todo se vivió sin antes ni después, sustituyendo la causalidad por la simultaneidad, la historia por la noticia, la memoria por el silencio, el futuro por el pasado, el problema por la solución. Así, las atrocidades bien pudieron atribuirse a las víctimas; los agresores fueron condecorados por su valentía en la lucha contra las agresiones; los ladrones fueron jueces; los grandes responsables políticos pudieron tener una cualidad moral minúscula en comparación con la magnitud de las consecuencias de sus decisiones. Fue una época de excesos vividos como carencias; la velocidad fue siempre menor de lo que debía ser; la destrucción siempre justificada por la urgencia de construir. El oro fue la base de todo, pero estaba asentado en una nube. Todos fueron emprendedores hasta demostrar lo contrario, pero la prueba de lo contrario fue prohibida por las pruebas a favor. Hubo inadaptados, aunque la inadaptación apenas se distinguía de la adaptación: tantos eran los campos de concentración de la heterodoxia dispersos por la ciudad, por los bares, por las discotecas, por la droga, por Facebook.

La opinión pública pasó a ser igual a la privada de quien tenía poder para publicitarla. El insulto se convirtió en el medio más eficaz del ignorante para ser intelectualmente igual al sabio.

Se desarrolló el modo a través del cual los envases inventaron sus propios productos y de no haber productos fuera de ellos. Por eso, los paisajes se convirtieron en paquetes turísticos y las fuentes y manantiales tomaron la forma de botella. Cambió el nombre de las cosas para que estas se olvidaran de lo que eran. La desigualdad pasó a llamarse mérito; la miseria, austeridad; la hipocresía, derechos humanos; la guerra civil sin control, intervención humanitaria; la guerra civil mitigada, democracia. La propia guerra pasó a llamarse paz para poder ser infinita. También el Guernica pasó a ser un mero cuadro de Picasso para no estorbar el futuro del eterno presente. Fue una época que comenzó con una catástrofe, pero que pronto logró convertir catástrofes en entretenimiento. Cuando una gran catástrofe sobrevenía, parecía ser sólo una nueva serie.

Todas las épocas viven con tensiones, pero esta pasó a funcionar en permanente desequilibrio, tanto en el ámbito colectivo como en el individual. Las virtudes fueron cultivadas como vicios y los vicios como virtudes. El enaltecimiento de las virtudes o de la cualidad moral de alguien dejó de residir en cualquier criterio de mérito propio para convertirse en el simple reflejo del envilecimiento, de la degradación o negación de las cualidades o virtudes ajenas. Se creía que la oscuridad iluminaba la luz, y no al revés.

Operaban tres poderes al mismo tiempo, ninguno democrático: el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado; servidos por varios subpoderes, religiosos, mediáticos, generacionales, étnico-culturales, regionales. Curiosamente, no siendo ninguno democrático, eran el pilar de la democracia realmente existente. Eran tan fuertes que era difícil hablar de cualquiera de ellos sin incurrir en la ira de la censura, la demonización de la heterodoxia, el estigma de la diferencia.

El capitalismo, que se basaba en los intercambios desiguales entre seres humanos supuestamente iguales, se disfrazaba tan bien de realidad que el propio nombre cayó en desuso. Los derechos de los trabajadores eran considerados poco más que pretextos para no trabajar. El colonialismo, basado en la discriminación contra seres humanos que sólo eran iguales de manera diferente, tenía que ser aceptado como algo tan natural como la preferencia estética. Las presuntas víctimas de racismo y xenofobia, antes que víctimas, eran siempre sujetos de provocación. A su vez, el patriarcado, que se basaba en la dominación de las mujeres y la estigmatización de las orientaciones no heterosexuales, tenía que ser aceptado como algo tan natural como una preferencia moral compartida por casi todos. A las mujeres, homosexuales y transexuales había que imponerles límites si no sabían mantenerse dentro de sus propios límites.


Nunca las leyes generales y universales fueron tan impunemente violadas y selectivamente aplicadas, con tanto respeto aparente por la legalidad. El primado del derecho convivía amenamente con el primado de la ilegalidad. Era normal desconstitucionalizar las Constituciones en su nombre.

El extremismo más radical fueron el inmovilismo y el estancamiento. La voracidad de las imágenes y de los sonidos creaba remolinos estáticos. Vivieron obsesionados por el tiempo y por la falta de tiempo. Fue una época que conoció la esperanza, pero en cierto momento la halló muy exigente y cansadora. Prefirió, en general, la resignación. Los inconformes con tal renuncia tuvieron que emigrar. Sus destinos fueron tres: ir afuera, donde la remuneración económica de la resignación era mejor y por eso se confundía con la esperanza; ir adentro, donde la esperanza vivía en las calles de la indignación o moría en la violencia doméstica, en el crimen común, en la rabia silenciada de las casas, de la espera en las salas de urgencia de hospitales, de las prisiones, y de los ansiolíticos y antidepresivos, y el tercer grupo quedaba entre dentro y fuera, en espera, donde la esperanza y la falta de ella alternaban como las luces de los semáforos.

Todo pareció estar al borde de la explosión, pero nunca explotó porque fue explotando, y quien sufría con las explosiones o estaba muerto o era pobre, subdesarrollado, viejo, atrasado, ignorante, prejuicioso, inútil, loco; en cualquier caso, descartable. Era la gran mayoría, pero una insidiosa ilusión óptica la tornaba invisible. Fue tan grande el miedo de la esperanza que la esperanza acabó por tener miedo de sí misma y entregó a sus adeptos a la confusión.

Con el tiempo, el pueblo se transformó en el mayor problema, por el simple hecho de haber tanta gente de más. La gran cuestión pasó a ser qué hacer con tanta gente que en nada contribuía al bienestar de quienes lo merecían. La racionalidad se tomó tan en serio que se preparó meticulosamente una solución final para los que producían menos, por ejemplo, los viejos. Para no violar los códigos ambientales, cuando no fuese posible eliminarlos, fueron biodegradados. El éxito de esta solución hizo que después fuese aplicada a otras poblaciones descartables, como los inmigrantes, jóvenes de las periferias, tóxicodependientes, etcétera.

La simultaneidad de los dioses con los humanos fue una de las conquistas más fáciles de la época. Bastó para ello con comercializarlos y venderlos en los tres mercados celestiales existentes: el del futuro más allá de la muerte, el de la caridad y el de la guerra. Surgieron muchas religiones, cada una parecida con los defectos atribuidos a las religiones rivales, pero todas coincidían en ser lo que más decían no ser: mercado de emociones. Las religiones eran mercados y los mercados eran religiones.

Es extraño que una época que comenzó solo teniendo futuro (todas las catástrofes y atrocidades anteriores eran la prueba de la posibilidad de un nuevo futuro sin catástrofes ni atrocidades) haya terminado solo teniendo pasado. Cuando comenzó a ser excesivamente doloroso pensar el futuro, el único tiempo disponible fue el pasado. Como ningún gran acontecimiento histórico nunca fue previsto, también esta época terminó tomando a todos por sorpresa. A pesar de ser generalmente aceptado que el bien común no podía dejar de asentarse en el lujoso bienestar de pocos y el miserable malestar de las grandes mayorías, había quien no estuviese de acuerdo con tal normalidad y se rebeló. Los inconformes se dividían en procurar tres estrategias: mejorar lo que había, romper con lo que había, no depender de lo que había.

Visto hoy, a tanta distancia, era obvio que las tres estrategias debían ser utilizadas articuladamente, a modo de división de tareas en cualquier trabajo complejo, una especie de división del trabajo del inconformismo y de la rebeldía. Pero en esa época ello no fue posible porque los rebeldes no veían que, siendo producto de la sociedad contra la cual luchaban, tendrían que comenzar por rebelarse contra sí mismos, transformándose primero ellos antes de querer transformar la sociedad. Su ceguera los hizo dividirse sobre lo que debía unir y unirse respecto a lo que los debía dividir. Por eso ocurrió lo que ocurrió. Y cuán terrible fue está bien inscrito en el modo como vamos intentando curar las heridas de la carne y del espíritu al mismo tiempo que reinventamos una y otro.

¿Por qué persistimos, después de todo? Porque estamos reaprendiendo a alimentarnos de la hierba dañina que la época pasada más radicalmente intentó erradicar, recurriendo para eso a los más potentes y destructivos herbicidas mentales: la utopía.


Fuente:Atrio

martes, 29 de septiembre de 2015

Argentina: Bajo la lluvia y el Sol la Carpa de la Soberanía firme en el Obelisco.




Desde el 25 de septiembre permanece levantada en el Obelisco en la Ciudad de Buenos Aires una gran carpa. La misma tiene por objetivo informar a la comunidad sobre la grave situación social, cultural y ambiental del país a causa del denominado modelo “extractivista” que se impone a través de las políticas del Estado.

La carpa se ha denominado “Carpa de la Soberanía: Contra el extractivismo y el pago de la deuda externa y por la defensa de los bienes comunes” y se desarrollará hasta el 2 de octubre, todos los días, con diferentes actividades que apuntan a la denuncia pero también a las propuestas con alternativas al modelo actual, porque otros modos de vida, producción y consumo son posibles.




La instalación cuenta con paneles informativos y de debate, intervenciones artísticas y stands de las organizaciones y asambleas con el fin de procurar abrir y enlazar caminos para la construcción de un modelo alternativo que erradique para siempre el saqueo de nuestras divisas a través de la deuda externa y de nuestros bienes comunes, su contaminación y destrucción solo para complacer los intereses de los grandes poderes mundiales y sus cómplices locales.

Las temáticas que se podrán encontrar girarán en torno al eje soberanía, y son: monocultivos, transgénicos y agrotóxicos, el falso progreso, crisis civilizatoria, mega minería, fracking, mega represas, extranjerización y concentración de la tierra, saqueo de nuestros mares y ríos, deuda externa, ilegitima y eterna y su relación con la entrega de bienes comunes, la consecuencia del empobrecimiento del pueblo (niñez, campesinado, pueblos originarios y ancianos), la contaminación urbana y periurbana. La pérdida de biodiversidad y de fuentes de vida como el agua y el suelo, alternativas de producción y consumo, energías renovables, experiencias de construcción de legislación popular hacia otra institucionalidad, incendios de bosques, energía nuclear.

La carpa permanecerá abierta las 24 hs. con actividades programadas e intervenciones artísticas varias. Durante los próximos días habrá:

Martes 29: Soberanía, Deuda ilegítima y bienes comunes.
Desde las 12 hs. Intervenciones artísticas

- Muestra "Soberanía / No al Saqueo", de Carlos Filomía, desde el sábado 26 de septiembre hasta el viernes 2 de octubre de 2015. Documentación sobre casos de saqueo a través del extractivismo, resistencia y erradicación del mismo.

La FLIA
Colectivo de arte teatro pintura campaña "el Buen Vivir". 
15 a 17 hs. Carlos Filomía y Claudia Valente en "Soberanía argenta": Juego para estrategas de mesa, serie 2015. 
17:30 hs Mesa debate (Asamblea por la Suspensión del pago e investigación de la Deuda y en Defensa de los bienes comunes: Mariano Pasi, Jaime Fuchs, Beverly Keene, Nora Cortiñas)
20 hs Proyección Colectivo Mate Amargo cine independiente “No lo harías en tu casa”.

Miércoles 30: Resistencias y Alternativas (1 parte)

- Muestra "Soberanía / No al Saqueo", de Carlos Filomía, desde el sábado 26 de septiembre hasta el viernes 2 de octubre de 2015. Documentación sobre casos de saqueo a través del extractivismo, resistencia y erradicación del mismo.

-14 a 17:30 hs: 
Carlos Pellegrini Folklore
Resistencias desde el Arte (Frente de artistas del Borda y Frente de Artistas Ambulantes Organizados)
-17:30 hs: Mesa debate sobre alternativas y resistencias (Enrique Viale, Comunidad Aynhi sobre Buen Vivir, Grupo de Reflexión Rural, Organización Lautaro de Jujuy, María Elena Saludas)
20 hs: Proyección “Pensar la Transición” de la serie América Latina Piensa.

Jueves 1/10: Resistencias y Alternativas (2 parte)
Intervenciones artísticas: Grupo GULP performance.

- Muestra "Soberanía / No al Saqueo", de Carlos Filomía, desde el sábado 26 de septiembre hasta el viernes 2 de octubre de 2015. Documentación sobre casos de saqueo a través del extractivismo, resistencia y erradicación del mismo.

-17:30 hs: Mesa debate (Claudio Lozano, Alfredo Grande, Comunidad Aynhi sobre Buen Vivir y Adolfo Pérez Esquivel)
20 hs. Proyección a confirmar



Viernes 2/10: Cierre de la carpa

- Muestra "Soberanía / No al Saqueo", de Carlos Filomía, desde el sábado 26 de septiembre hasta el viernes 2 de octubre de 2015. Documentación sobre casos de saqueo a través del extractivismo, resistencia y erradicación del mismo.

15 hs Charla “Arte indígena. Conviviendo en la ciudad” Comunidad Aynhi.
16 hs. Mesas: Resistencia desde la música / Resistencia desde los medios
17 hs Murga y Mural Julio Cesar Creativo //
Música en Vivo para la Presentación de su Disco Música por la Soberanía
Audiovisuales sobre conflictos de pueblos originarios.
Mate Amargo, cine independiente.

Organizaciones que organizan la acción:



CTA- Emancipación Sur - Todos los 25 hasta que se Vaya Monsanto - FLSAA (Frente de Lucha por la Soberanía Alimentaria Argentina) – Visión Sostenible - Unidad Popular – La Olla – Mate Amargo Cine independiente – Che Pibe – MOI – Tribu Verde - Activismo Político y Cultural - Asamblea por la Suspensión del pago e investigación de la Deuda y en Defensa de los bienes comunes – Candombe Curimbe – UTSAPA – Aynhi comunidad indígena - Nueva Organización Gastronómica – Diálogo 2000/Jubileo Sur Argentina - Asamblea El Algarrobo – Asambleas del Pueblo – Salvador Herrera – Tierra y Dignidad – Espacio Intercuencas -



Organizaciones y espacios que participan en las mesas y actividades:



La Revolución de la Cuchara- Conciencia Solidaria – Asamblea Unidxs por el Rio Vicente López y Foro por la salud de Vte. López -Autoconvocados contra el CEAMSE de González Catán – ELT Río Bravo - Moreno Ciudad Pulmón/ CPS 29 de mayo - Asamblea No a la entrega de la costa Quilmes Avellaneda – Acampe Malvinas - Frente de Artistas del Borda – Grupo GULP - Observatorio Petrolero Sur – SERPAJ – Grupo de Reflexión Rural - Attac-Argentina – FAAO (Frente de Artistas Ambulantes Organizados) – Foro Hídrico de Lomas de Zamora – FLIA – La Retaguardia – Festisheca – Acampe Malvinas – Organización Lautaro -



Contactos de prensa


1140834604
1150368823
1161774783


domingo, 27 de septiembre de 2015

Ser íntegro es saberse uno con el universo.


Por José Carlos García Fajardo*

La naturaleza de la integridad propia del ser humano cabal es la de estar siempre presente. La palabra salud significa “total, completo”. Total implica integración, interconexión y vinculación de todas las partes de un sistema, de un organismo, una inseparabilidad.

Si a una persona le han amputado un brazo, pierna, otra parte del cuerpo o tenga que enfrentarse a la muerte, sigue básicamente completo aunque tenga que adaptarse a la situación.

¿Qué es vivir sino una adaptación constante? Lo que entendemos por “vida” es otra dimensión. Por eso respondió Malraux a De Gaulle, cuando este le preguntó cómo podría consolarse por la muerte de su único hijo, ya que el Ministro de Cultura era agnóstico, “Puede que la vida no tenga sentido, mi General, pero tiene que tener sentido vivir”, aquí y ahora.

Es esta adaptación a las cosas y situaciones como son en sí lo que influye en el proceso de sanación, y en la superación hasta límites hasta entonces no imaginados. Aunque nuestros cuerpos sean completos están cambiando de forma continuada (ni una célula nuestra ha estado en el seno de nuestra madre) y se encuentran inmersos en un todo mayor, llámesele entorno, ambiente, planeta o universo. Por eso la salud constituye un proceso dinámico. No es un estado fijo que se nos da y al que nos sujetamos.

Recordemos, e pur si mueve. Cuando a Galileo le exigían que se retractase de que la Tierra no era el centro del universo, suplicó a los cardenales que le presionaban para que refutase una afirmación que iba “¡contra la Palabra de Dios en la Biblia!”: “No les pido que me crean, sólo que miren por este telescopio”. A lo que respondieron ¡Lejos de nosotros mirar por ese instrumento! Eso significaría poner en duda nuestra Fe”.

La idea de integridad no sólo se encuentra en el significado de las palabras salud y sanación, sino que forma parte del significado profundo de las palabras meditación y medicina. Según el físico David Bohm, que sostiene que la integridad es una propiedad fundamental de la naturaleza, medicina y meditación provienen del latín mederi, que significa “curar”, restablecer, recuperar el orden.

Aunque parezca que no tiene mucho que ver el concepto de medición con meditación o medicina, en su sentido más corriente pero, aquí viene la semántica a echarnos una mano, aunque yo me iría derecho a la régula áurea pitagórica de la proporción; porque las cosas no son hermosas por parecerse a un canon externo sino por ser proporcionadas.

¿Acaso no son pulchrae, hermosas, las pirámides de Egipto, la Venus de Milo, la catedral de Chartres, o el Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo? ¿Y en qué se parecen? En que son proporcionadas, como La Pietà de Miguel Ángel, su Moisés, o el rostro de un bebé dormido o de una niña sonriendo, o el Gran Cañón, el Sahara, las cataratas del Niágara, Iguazú o Victoria en el Zambeze. ¿Y acaso el cráter del Gorongoro no ha sido calificado como una extravagancia bellísima de la naturaleza antes de conducirnos a las llanuras sin fin del Serengueti?

David Bohm dice “todas las cosas tienen su propia media interna correcta” que las hace ser lo que son. Vista desde este prisma la medicina es la ciencia para restaurar la medida interna correcta cuando ha sido perturbada por enfermedad o lesión. Recordemos la definición de la OMS desde 1948: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Pues lo mismo sucede con los trascendentales o universales Unum Verum, Bonum et Pulchrum convertuntur: “Lo que es Uno es Verdadero, es Bueno y Hermoso; por eso son intercambiables, o facetas de una misma realidad.

Meditación es el proceso de percibir de forma directa la medida interna correcta de uno mismo… en el cosmos, en el todo y en el uno en expansión incesante.

Grandes cerebros se han visto preocupados por la idea de integridad y cómo realizarla en la vida diaria. Carl Jung escribió: La integridad ha ocupado las mentes más preclaras de Oriente durante más de tres mil años, porque no se puede obviar la aportación india, Uppanishads, Vedanta, el inmortal Baggavadhad Gita. Jung entendió la relación que existe entre la meditación y la realización de la integridad.

*Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Director del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS).
—-

Fuente: Servindi

sábado, 26 de septiembre de 2015

Niño refugiado sirio revoluciona Baviera y las redes con un dibujo.



El niño regaló a la policía un folio con las dos caras de su viaje El menor pintó el dibujo en un centro donde se inscriben los refugiados al llegar al país.

Un niño sirio, cuyo nombre se desconoce y que podría haber llegado, junto con sus padres, al Estado de Baviera en las dos últimas semanas, ha conmovido a la sociedad alemana y también a la policía del land con un dibujo que tiene la virtud de mostrar el horror que vive su país y la amable acogida que recibió cuando él y su familia fueron recibidos por la propia policía bávara. 

Este Estado federal alemán es el primero con el que se encuentran la mayoría de los refugiados que llegan a través de la frontera austriaca desde el sur de Europa. El menor, según Fabian Hüppe, portavoz de la policía en Baviera, habría pintado el dibujo mientras esperaba un centro donde las autoridades registran a los refugiados que llegan al país, un trámite que puede durar horas, incluso días. Para hacer la espera más agradable, la policía regala a los niños utensilios para dibujar. 

Por lo general, los niños regalan sus dibujos a los agentes o los cuelgan en las paredes de los centros de registro. El niño anónimo regalo su dibujo a los agentes de Passau, que reconocieron de inmediato el valor que tenia y lo difundieron a través de Twitter. 

 LAS DOS CARAS DE UNA VIDA 

El dibujo tiene dos caras: el horror y la esperanza. En una pagina el niño dibujó la situación brutal que existe en su país, destrucción, sangre y muerte. En la otra, la nueva vida que le espera en Alemania. Orden, tranquilidad y una bandera alemana. "El dibujo nos ha emocionado a todos”, admitió el portavoz de la policía de Baviera. "Por eso decidimos propagarlo. Muchos colegas aceptan los dibujos como un recuerdo emotivo, pero este dibujo ha sido una excepción”. Hüppe admitió desconocer el nombre del niño y tampoco pudo dar informaciones sobre su paradero actual.



viernes, 25 de septiembre de 2015

Ante los refugiados sirios, ¿abre América Latina su corazón y sus brazos?



Clara Temporelli.

Latinoamérica recibió en el pasado olas de inmigrantes árabes que se abrieron camino en la región pese a sus diferencias culturales, religiosas e idiomáticas. Esta historia puede ofrecer pistas en medio de la gigantesca crisis de refugiados desatada por la guerra en Siria, que desafía especialmente a Europa, es la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Según las cifras de las Organización Internacional para las Migraciones más de 350.000 personas han atravesado este año el Mediterráneo para llegar a ese continente y al menos 2.643 murieron en el mar.

En nuestro continente hoy, según las entidades que los agrupan, cerca de 18 millones de latinoamericanos tienen origen árabe, en su mayoría de inmigrantes que llegaron entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Éstos no eran formalmente refugiados, pero escapaban de serios problemas: la crisis en la producción y venta de seda hizo emigrar a miles de libaneses que vivían de esa actividad; también surgieron persecuciones contra las minorías cristianas maronitas, que junto con el derrumbe del Imperio Otomano y el riesgo de ir al frente de guerra llevaron a buscar nuevos horizontes.

Brasil fue la principal puerta de entrada en América Latina. Los especialistas creen que una de las claves para la integración en la región fue la ausencia de trabas, simplemente se les permitió inmigrar y trabajar. Los primeros inmigrantes vendían productos de forma ambulante, de pueblo en pueblo, con el tiempo fijaron domicilios que eran a la vez sus hogares y tiendas, se los denominaba “turcos” por pertenecer al Imperio Otomano, aunque en realidad no eran turcos sino sirio-libaneses. También el hecho de que muchos fueran cristianos maronitas les permitió adaptarse desde el punto de vista religioso, participando en misas, ritos católicos y hasta fundando sus propias iglesias. La segunda y tercera generación progresó porque pudo tener acceso a la educación e incursionó en la industria, en las ciencias, en la medicina.

Estos antecedentes han pesado para las políticas receptivas que países latinoamericanos aplican con los actuales refugiados sirios.

Los inmigrantes árabes han sido retratados en la literatura latinoamericana en la novela de Jorge Amado De cómo los turcos descubrieron América o en la obra de Gabriel García Márquez Cien años de soledad.

En Brasil, según datos oficiales, los refugiados ya suman más de 2.000 desde 2011, un contingente superior al que recibieron algunos países europeos. Éste país simplificó el trámite para reconocerlos, las asociaciones sirias y libanesas se mueven para facilitarles techo y trabajo, y algunos han llegado a ser acogidos en parroquias católicas, algo que el papa Francisco pidió que haga Europa.

En Argentina el director del Diario Sirio Libanés, Yaoudat Brahim, explicó que: “en este momento, el Club Sirio Libanés de Buenos Aires (CSLBA), está elaborando una lista de voluntarios, que se comunican para ofrecer ayuda como una habitación en su casa, departamentos vacíos o también fincas para trabajar; es posible hacer una carta ante Migraciones (con carácter de declaración jurada) en la que se deja constancia que se tienen las posibilidades y las condiciones de recibir a un refugiado, pero insiste en que este tipo de trámites llevan dos meses como mínimo y no resuelve la urgencia de los refugiados”.[…] “También existe el ‘Programa Siria’, implementado desde el 2014 por el Gobierno, que tiene el inconveniente que llevarlo a la práctica tarda alrededor de dos meses y las personas que están sufriendo el conflicto no tienen ese tiempo para resolver su extrema situación”. Este programa facilita los mecanismos para que familiares o conocidos de ciudadanos sirios puedan recibirlos en sus hogares. Además, estipula los requisitos para que las víctimas de la guerra, soliciten refugio en Argentina. […] Conocemos muy bien el drama de la población siria y es noticia mundial porque a Europa le preocupa el tema migratorio. Muchos de sus gobiernos fomentaron la situación actual en Siria y en medio Oriente. Cien años de explotación tiene consecuencias”, agregó Brahim.

Según la Comisión Nacional para los Refugiados, Argentina dio asilo a 233 personas desde el inicio del conflicto. Ante esta situación, algunos municipios y provincias Argentinas se ofrecieron ante la ONU para acoger a familias sirias, la localidad de Pilar, en la provincia de Córdoba, ofrece terrenos y trabajo para unas 50 familias que quieran instalarse allí, con la posibilidad de iniciar los trámites necesarios para que en un futuro “puedan radicarse de manera definitiva”. Ya existen diez familias en condiciones de viajar al país, comunicaron en exclusiva a Infonews fuentes del municipio.

También Santiago del Estero abre sus brazos a los hermanos refugiados y según confirmaron a Diario Panorama, cerca de cien personas se encuentran en esa provincia tramitando la visa. La Sociedad Sirio Libanesa trabaja a la par del Consulado Sirio, que en estos días comunicará oficialmente los pasos que seguirá ante los cientos de inmigrantes que llegan. También interviene la Dirección de Derechos Humanos de Santiago del Estero.

Países como Argentina, se han construido, como sociedades nuevas, con aportación del exterior, renovadas y cambiadas en cada etapa, con cada nuevo flujo. Es consciente de su deuda con esas personas que llegaron y ayudaron a levantar la sociedad de hoy. Ese reconocimiento, resulta opuesto a la situación de sociedades homogéneas, antiguas, iguales. Se trata de recibir personas, de la manera en que se acogió a los europeos que llegaron antes. Pero la mayoría de los economistas europeos están de acuerdo en que la inmigración[1] promueve el crecimiento, y Alemania está viviendo un momento en que la ola de emigrantes puede serle económica y demográficamente útil. En esta realidad humana hemos de considerar que los refugiados se desplazan a ese país -primeramente- porque les facilita un albergue comunitario y les dan una cantidad de dinero para alimentos, además de que permanecen cerca de Siria, a dos horas de vuelo, a dos meses caminado. La gente no quiere migrar, espera que se solucione el conflicto para volver. Si se terminan las balas, se terminan los problemas, dejan de migrar y de morir en su intento por llegar a Europa.

Argentina se suma así a los otros países que ya reciben refugiados sirios, como Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, España, Suecia, Suiza, Chile, Uruguay.

El Papa Francisco expresó el día 6 de septiembre que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede a una familia de refugiados tanto de Siria como de Irak, comenzando por su diócesis de Roma, de tal manera que dos parroquias del Vaticano acogerán en estos días dos familias de refugiados; pues la Misericordia de Dios se expresa a través de obras concretas. Y es el Misericordia, el otro nombre del Amos, expresado por Jesús en Mateo 25: ‘Todo aquello que hagan a uno solo de estos hermanos míos más pequeños me lo harán a mí”.

El evangelio en Mateo 7,23-30 nos enfrenta a una acumulación de límites: Jesús se encuentra en tierra extranjera (en la región de Tiro) ante una mujer, extranjera: sirio-fenicia, pagana, y con una hija poseída por un espíritu maligno. Es sencillo descubrir el sufrimiento y la angustia de esta madre. Sin embargo, Jesús le responde fríamente, se siente enviado a otros destinatarios. Esta mujer desmonta los argumentos de Jesús usando sus mismas palabras. Afirma que la compasión y la misericordia están por encima de la discriminación de los pueblos. Su respuesta impacta a Jesús, quien reacciona, comprende de repente que los parámetros culturales, raciales y religiosos, le han hecho contestar con dureza y reacciona. Sus actitudes y razones se hacen polvo. La misericordia las desborda y cambia su negativa por curación. El coraje, el amor y la pasión con que la mujer lo ha interpelado tocan su ternura y su misericordia. La fe de la mujer en su bondad no tiene fronteras, provoca el cambio de Jesús y hacen posible la sanación.

El diálogo con la vida lleva al cambio continuado. Abrirse a lo diferente provoca un cambio y Jesús no tiene miedo a rectificar si se da cuenta que está equivocado, se le desbloquean los prejuicios hacia los paganos y extranjeros; se le ilumina el camino, un camino sin fronteras, que va más allá de su pueblo, de su cultura, de su religión y nación.

El sufrimiento humano no tiene fronteras; la compasión, el amor y la misericordia de Dios ha de ser experimentada por todas las personas. La parábola de Mateo 25 nos recordará que seremos juzgados según nuestra actitud ante los hambrientos, sedientos, presos, “extranjeros”, desnudos, enfermos o presos…

¿Estaremos dispuestos a vivir el coraje de la fe, a desafiar la discriminación, a incluir y abrir todas nuestras fronteras, las del corazón, las políticas, las económicas para acoger con brazos abiertos a los refugiados? Como sociedades cristianas no tenemos excusas válidas que nos justifiquen.

***

[1] Sobre la terminología: La BBC utiliza el término migrante para referirse a todas las personas en movimiento que todavía tienen que completar el proceso legal de solicitar asilo. Este grupo incluye tanto a las personas que huyen de países asolados por conflictos bélicos -como el caso de Siria- a quienes es muy probable que se le conceda el estado de refugiado, así como aquellos que buscan empleo y mejores condiciones de vida, que son propensos a ser catalogados como migrantes económicos.


Imagen extraída de: Observatorio MEP sobre migración

jueves, 24 de septiembre de 2015

Los refugiados, el capitalismo y la ideología (Europa).



Maciek Wisniewski, Periodista polaco


¿Refugiados, inmigrantes, desplazados, “sin papeles”, aliens? ¿Cómo llamar a las masas de sirios, afganos o libios, productos de las guerras imperiales que golpean las puertas de la “Festung Europa” (más su torre alemana), sofocándose en los camiones y ahogándose en el Mediterráneo en la más grande crisis de este tipo ocurrida jamás (con 59 millones de forzados a dejar sus casas en el mundo, según la ONU)? ¿Qué tal, “seres humanos”? Parece que la opción más obvia es la menos deseada. Nombrar bien las cosas importa (“refugiados” es aquí más apropiado que “migrantes”). Pero a veces extraordinarios debates semánticos encubren la deshumanización común.

2) Hannah Arendt, en un corto texto, “We refugees” (1943), escrito desde su propia posición de refugiada que huyó de la guerra en Europa, veía esta condición como “paradigma de la nueva conciencia histórica”. Tratando de humanizar a los desplazados y sensibilizar a las poblaciones receptoras los describía como “el avant-garde de sus pueblos”. En aquel entonces la encarnación de un refugiado fue un judío (como ella), pero “cuya expulsión fue seguida por la de la mayoría de los europeos”.

3) Hoy un refugiado es por lo general un musulmán, estigmatizado como antes un judío por su religión e identidad. Más que “paradigma de la nueva conciencia” es un símbolo de ignorancia y nueva deshumanización en la época en que la historia ya no enseña nada. Las imágenes de Europa de ayer y hoy son intercambiables. Gente con bultos en los hombros y niños en las manos, caminando de un país al otro por las carreteras y al lado de las vías férreas. Por donde quiera alambre de púas y campos de internamiento –que no son Auschwitz, pero nacen de la misma matriz de la modernidad– llenos de personas con números en los brazos… (véase: Rick Lyman: “Treatment of migrants evokes memories of Europe’s darkest hour”, en The New York Times, 4/9/15).

4) Giorgio Agamben, leyendo al texto de Arendt, escribió uno suyo (We refugees, 1993). Su mirada a los ámbitos de relaciones internacionales y derechos humanos –”hijos de los estados-naciones soberanos”– ayuda a entender por qué a pesar de los esfuerzos internacionales (ONU, et al.) aún no se ha resuelto la cuestión de los refugiados (que más bien se agravó). Según él, la figura de un “refugiado” es mortal a la sola existencia del Estado-nación (desnuda la ficción de “soberanía” y rompe duplas identitarias “hombre-ciudadano”/”origen-nacionalidad”).

5) Apuntando al “tóxico componente” estatal en la Unión Europea, Agamben sugería un paso hacia una “entidad aterritorial” donde –entre otros– se borraría la oposición “ciudadano/no ciudadano” y todos serían “refugiados”… ¿Utopía? La verdad es que fue justo la tensión entre lo “nacional” y lo “metaeuropeo” lo que explotó a la hora de la crisis. De allí el sadismo hacia Grecia o hacia los refugiados. Más que una excepción, la tensión es la regla, incluso un modo de gobernar. Así Bruselas puede no hacer nada o jugar a “buen policía/mal policía”: “quisiéramos recibirlos, pero algunos países se oponen” (un disenso curiosamente ausente a la hora de rescatar los bancos o empujar más austeridad).

6) Cuando Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia rechazaron recibir las cuotas obligatorias de refugiados, se anunció que “allí murió la solidaridad” (Corriere della Sera, 5/9/15). Aunque verdadera, la acusación llega 30 años tarde: en Polonia la destrucción del sindicato del mismo nombre, del movimiento social alrededor suyo y del propio valor humano (y sustitución por precariado, atomización y egoísmo) fueron condiciones indispensables para la restauración capitalista en 1989.
7) Mientras algunos condenan la xenofobia hacia los refugiados, esconden que la deshumanización de abajo es la misma que se enseña desde arriba hacia las siempre invisibles víctimas de las “intervenciones humanitarias” (o sea: la misma gente). Bernard-Henri Levy, como un buen ideólogo, con una mano critica y con la otra exculpa: fustiga bien a Europa por “indiferencia” o hablar de refugiados como “migrantes” y “quinta columna de la jihad”, pero el vínculo con las guerras de la OTAN (de las que es un promotor) es para él… “cortina de humo de Rusia” (Project Syndicate, 31/8/15).

8) Shlomo Sand, hijo de sobrevivientes polacos-judíos de Shoah nacido en 1946, en… un campo de refugiados en Austria (y criado en campos parecidos en Alemania hasta emigrar a Israel), tiene razón: la única ideología que cementa hoy a Europa –que no cesa de subrayar sus raíces “judeo-cristianas”– es la islamofobia, que cumple el mismo papel “unificador” que el antisemitismo para los estados-naciones en los siglos XIX-XX (Jewish Quarterly, 2010, no. 215).

9) Un pequeño ejercicio corrobora esta tesis a la luz de hoy: tomamos a Hungría y Eslovaquia; escuchamos al premier Víktor Orbán alertando que “la oleada musulmana hace peligrar la identidad cristiana de Europa” (Frankfurter Allgemeine Zeitung, 3/9/15) y asegurando defenderla impidiendo que los refugiados tomen trenes a Alemania en la estación Budapest-Keleti y desenvolviendo el alambre de púas en la frontera; escuchamos al gobierno eslovaco aceptando apenas un puñado de refugiados, “sólo si son cristianos”, excusándose que “en el país no hay mezquitas”; abordamos el vehícu­lo del tiempo y vamos a 1944 a Budapest, donde en la misma estación los fascistas de la Cruz Flechada “defensores de la civilización europea” meten –al revés que hoy– por fuerza a los judíos a los trenes a Auschwitz, y a Bratislava, donde funcionarios del régimen cato-fascista del padre Tiso dan 100 dólares por cada judío denunciado, excusándose tal vez que “en el país no hay sinagogas”, y ¡ voilà!


10) Para Agamben, en la medida en que “refugiado” es peligroso para el Estado-nación –¿qué tal si de repente otros ciudadanos descubren que hay vida inteligente más allá del Estado?– su figura es “revolucionaria”. Incluso, ante el ocaso de otros sujetos, es la “única capaz de cambiar la sociedad”. De allí el afán del poder por rechazarla. O “domesticarla”. He aquí una fórmula capitalista en píldora: “¡Déjenlos entrar y ganar dinero!” (The Economist, 29/8/15). Pues, ¿qué tal si de repente otros ciudadanos descubren que hay vida inteligente más allá de la comodificación del ser humano?


Puede ver la información completa en la siguiente dirección:

http://www.jornada.unam.mx/2015/09/11/opinion/022a1pol

Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales

Fuente: Servindi

miércoles, 23 de septiembre de 2015

El derecho de los pueblos indígenas a permanecer en aislamiento.


"Han pasado solo unos años desde que a los pueblos indígenas en aislamiento se los calificaba como un engaño. Ahora su existencia es innegable. Sabemos cosas que obviamente ellos no saben, pero ellos saben cosas que nosotros desconocemos. Representan la mayor diversidad de la humanidad y demuestran la universalidad del ingenio humano al dar forma al entorno empáticamente para mejorar la vida. Son pueblos por derecho propio."

Un artículo de la revista Science ha dividido a la comunidad académica sobre la situación de los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario. En la editorial publicada en la prestigiosa revista científica los norteamericanos Robert S. Walker y Kim R. Hill sostienen que los países deben optar por el contacto con estas poblaciones; sin embargo, en este análisis, Stephen Corry, director de la organización Survival International, refuta estos planteamientos y sostiene que hacerlo podría provocar la desaparición de estas poblaciones por los severos daños a su salud. En el Perú existen cinco reservas territoriales para pueblos en aislamiento voluntario.

Por Stephen Corry* para Ojo Publico

En un artículo publicado en la revista Science el pasado 5 de junio, los antropólogos estadounidenses Robert S. Walker y Kim R. Hill señalan cómo los primeros contactos con integrantes de pueblos indígenas amazónicos en aislamiento provocan una disminución considerable de su población, pero a pesar de estas evidencias, sostienen que los gobiernos incurren en “una vulneración de su responsabilidad” al“rechazar contactos autorizados y bien planificados”.

Brasil solía aplicar la política que Walker y Hill sugieren: su Gobierno instigó el contacto con indígenas en aislamiento entre los años 60 y 80 bajo el clamor de “abrir” la Amazonia y explotar sus recursos. Quería “pacificarlos” para que dejasen de resistirse al robo de sus tierras.

DE LA PACIFICACIÓN A LA PROTECCIÓN

El departamento encargado de los asuntos indígenas brasileños, la Fundación Nacional del Indio (Funai), siempre ha contado con trabajadores sensibilizados. A finales de los 80 la política de esta organización giró de de la “pacificación” a intentar detener primeramente la invasión de los territorios indígenas.

Ahora Walker y Hill quieren retroceder en el tiempo. Sostienen que un “plan bien organizado” y el acceso de personal médico a estos territorios ocupados por poblaciones indígenas en aislamiento es todo lo que hace falta para que el contacto sea una "historia de éxito". Pero no es cierto: las autoridades brasileñas también contaban antes con muchos planes cuando los indígenas murieron masivamente y hay numerosos casos en los que el personal médico no pudo, y todavía hoy no puede, evitar las muertes.

Sydney Possuelo, un antiguo director de la Funai, organizó decenas de expediciones para tomar contacto durante más de 40 años y tiene infinitamente mayor experiencia que cualquier antropólogo. Recientemente contaba su experiencia con los indígenas araras de Brasil: “Creía que sería posible hacerlo sin dolor o muertes y organicé uno de los frentes mejor equipados que Funai haya tenido nunca. Lo preparé todo (...) Puse en marcha un sistema con médicos y enfermeros. Me aprovisioné con medicamentos para combatir las epidemias que siempre sobrevienen. Disponía de vehículos, un helicóptero, radios y personal experimentado. Pensé: ‘No dejaré que ni un solo indígena muera’. Y se produjo el contacto, las enfermedades llegaron y los indígenas murieron”.

Walker y Hill intentan justificar su posición afirmando que es "poco probable" que los pueblos indígenas en aislamiento sean “viables”. En su opinión las enfermedades provenientes del exterior “agravadas con la variabilidad demográfica y la endogamia”harán que su desaparición sea “muy probable en un futuro cercano”. Hill va aún más allá en otro artículo: “Casi con toda seguridad muchos grupos aislados se extinguieron en el siglo XX sin haber siquiera establecido contacto”. Esta afirmación resulta extraña, pues en realidad hay muchos pueblos indígenas aislados, muchos más del doble del número indicado por los autores (1). No hay pruebas, además, de que muchos hayan desaparecido sin intervención externa.

Los pueblos indígenas aislados están en grave peligro, pero se debe a las enfermedades y a la violencia que genera la invasión de su territorio. Cuando se les deja vivir en paz parecen tan “viables” como cualquiera.

REDUCCIÓN DE LA POBLACIÓN

Los antropólogos estadounidenses también sostienen que “poco después de un contacto pacífico (...) las poblaciones indígenas que sobreviven se recuperan rápidamente del declive demográfico”. La expresión clave aquí es “que sobreviven”. Hay varios ejemplos conocidos de pueblos indígenas que luego del contacto su población se ha reducido a una docena de integrantes. También hay muchos ejemplos que contradicen directamente la hipótesis de los antropólogos. Hay pueblos cuya población luego del contacto ha permanecido muy por debajo de las estimaciones, a pesar de disponer de medicina occidental. Por ejemplo, los aborígenes de Australia todavía son solo alrededor de la mitad de los que eran antes del contacto. Cuando la población sobreviviente crece, como por ejemplo en Norteamérica, sus problemas de mala salud, muerte temprana, abuso de alcohol y drogas, suicidio, entre otros, no parecen ser una tentación para adoptar nuestra versión particular de la sociedad humana.

A pesar de ello, Walker y Hill piensan que es “improbable” que estos pueblos“escogiesen el aislamiento si dispusiesen de información completa (por ejemplo, si supiesen que el contacto no provocaría masacres y esclavitud)”. El principal asesino de los pueblos indígenas recién contactados es la enfermedad, seguida de la violencia y después el robo de tierras, y el resultado es una desintegración social catastrófica. Esto es clara y trágicamente evidente en muchas reservas de nativos americanos o entre los guaraníes de Brasil, donde el suicidio de la persona más joven registrado hasta el momento fue el de una niña de 9 años.

El hecho de que haya casos de indígenas contactados que se han retirado posteriormente a un mayor aislamiento desmiente de nuevo la tesis de Walker y Hill (2). Los hechos reales conducen a una única política: parar la invasión de tierras indígenas, no acelerarla con expediciones para entrar en contacto.

Cualquier afirmación que sostenga que no hay recursos para proteger el territorio indígena debe ser enérgicamente rechazada. El dinero está ahí. Cada año se sustraen decenas de miles de millones de dólares de los territorios indígenas, pero el presupuesto de la agencia brasileña para asuntos indígenas es minúsculo y la mayoría se desperdicia en burocracia.

Hace doscientos años los progresistas se enfrentaron a una elección: aceptar la esclavitud como algo inevitable e intentar tratar mejor a los esclavos, o luchar para acabar con ella. Con los pueblos en aislamiento ocurre lo mismo: los ponemos en contacto con el mundo industrializado, les guste o no, intentando garantizar que no mueran muchos en el proceso; o bien los ayudamos a proteger la tierra ancestral que se supone que les pertenece, y les permitimos escoger su propio futuro.

LOS DERECHOS TERRITORIALES SON CLAVES

Los derechos indígenas han dado grandes pasos desde hace cincuenta años, cuando los terratenientes podían librarse de la cárcel declarando que no sabían que matar indígenas fuera algo malo. El principio legal más importante en la actualidad es que nada debería ocurrir en las tierras indígenas sin el consentimiento libre, previo e informado de sus propietarios indígenas. Las incursiones en la tierra de los pueblos indígenas en aislamiento vulneran estos derechos. Pero está claro que a Walker y a Hill no les preocupan estos pormenores legales. Su artículo solo hace una breve referencia a los “derechos de los nativos”, pero no dice cuáles son ni menciona la clave esencial para la supervivencia indígena: los derechos territoriales.

Pueden argumentar que las leyes apenas se aplican, pero esa no es razón para dejarlas de lado. Es hora de que la sociedad industrializada y las empresas empiecen a cumplir con las normas de las Naciones Unidas y las políticas de responsabilidad social corporativa y dejen de invertir en proyectos que no cuentan con el adecuado consentimiento de aquellos cuyas tierras destruyen, en especial cuando pertenecen a los pueblos más vulnerables del planeta.

La forma más sencilla y, por mucho, la más económica de salvar la selva es garantizar que la mayor cantidad posible permanezca en manos indígenas. Esto no tiene nada que ver con ninguna ideología de café del "noble salvaje", sino sencillamente con hechos fácilmente verificables a través de imágenes satelitales.

La supervivencia de los pueblos indígenas depende de la protección de su tierra. Esto es particularmente vital para quienes eligen evitar el contacto, pero también aplicable a quienes lo buscan (y ningún analista serio dice que se les deba prohibir hacerlo).

Han pasado solo unos años desde que a los pueblos indígenas en aislamiento se los calificaba como un engaño. Ahora su existencia es innegable. Sabemos cosas que obviamente ellos no saben, pero ellos saben cosas que nosotros desconocemos. Representan la mayor diversidad de la humanidad y demuestran la universalidad del ingenio humano al dar forma al entorno empáticamente para mejorar la vida. Son pueblos por derecho propio.

* Stephen Corry es director de la organización Survival International.

(1). Survival ha estado monitoreando la situación de los pueblos en aislamiento en Latinoamérica desde 1969. Basamos nuestras estimaciones en el número de pueblos indígenas aislados (superior al centenar) en información que hemos recopilado de diferentes fuentes, incluyendo la de nuestros propios observadores, indígenas contactados y otros intermediarios, como científicos y agentes gubernamentales.

(2). De entre los muchos ejemplos que se podrían aportar, remitimos a uno de los más próximos en tiempo: las personas más recientemente contactadas del mundo son tres indígenas awás de la Amazonia brasileña. El Gobierno contactó y sedentarizó a su grupo en la década de los años 80, pero entonces ellos decidieron regresar a la selva donde han permanecido nuevamente en aislamiento hasta que la presiones que sufren sus tierras les forzaron a establecer contacto otra vez en diciembre del año pasado.


Publicado por ANRed

martes, 22 de septiembre de 2015

La región minera de Antofagasta, espejo de la desigualdad chilena.


En la ciudad de Calama, la llamada capital minera de Chile, en la norteña región de Antofagasta, los marcados contrastes sociales se evidencian en modernas viviendas de barrios acomodados colindantes con asentamientos informales. Foto: Marianela Jarroud/IPS

Por Marianela Jarroud

Los habitantes de la región minera de Antofagasta, en el norte de Chile, poseen en promedio el mayor ingreso interno por persona, mientras unas 4000 de sus familias residen en precarios asentamientos informales, en una de las desigualdades más marcadas del país.

“Los contrastes en esta región son enormes, los mineros ganan mucha plata, los sueldos que reciben son altísimos. Es muy común ver casas inmensas mientras a pocos metros se erigen casitas precarias”, afirmó Jaime Meza, residente en esta ciudad de Calama, en cuyo municipio se ubican unas 37 operaciones mineras.

Entre ellas, el municipio de Calama, del que es cabecera esta ciudad del mismo nombre, acoge al yacimiento a cielo abierto de Chuquicamata, la mina de cobre más grande del mundo.

La región de Antofagasta cuenta con el más alto producto interno bruto por persona del país, el mayor crecimiento económico y las mejores condiciones para alcanzar el desarrollo, según un estudio territorial realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo a cifras oficiales, esta región de 625.000 habitantes tiene un ingreso promedio anual por persona de 37.205 dólares, casi ocho veces lo registrado en la región de La Araucanía, en el sur del país, donde el ingreso anual por habitante apenas llega a 4500 dólares. El promedio del ingreso de los 17,6 millones de habitantes del país es de 23.165 dólares.

Sin embargo, 45.000 personas viven en situación de pobreza en Antofagasta y de ellos 4000 se encuentran en condición de indigencia.

Además, miles de habitantes viven en 42 precarios asentamientos informales, en este país llamados campamentos, lo que equivale a unas 4000 familias.

La ciudad de Calama, conocida como la “capital minera de Chile” y que se define como el oasis del desierto de Atacama, está ubicada a 2250 metros sobre el nivel del mar, a unos 240 kilómetros de Antofagasta, la capital regional, y a 1380 kilómetros al norte de Santiago.

Cuenta con 150.000 habitantes, aunque si se considera a la población flotante ocasionada por la actividad minera, esta cifra supera las 200.000 personas.

El municipio de Calama, que se extiende por 15.600 kilómetros cuadrados, es asiento de cuatro de los ocho yacimientos mineros de la estatal Corporación del Cobre de Chile (Codelco), que controla mayoritariamente el sector en el país y es el mayor productor cuprífero del mundo.


La ciudad de Calama se define a sí misma como un oasis en medio del desierto de Atacama, el más árido del mundo. Foto: Marianela Jarroud/IPS

Atraídos por la actividad minera, Calama acoge a una buena parte de los 57.000 inmigrantes que habitan en la región, fronteriza con Argentina y Bolivia y está cercana al Perú.

Esta realidad se percibe en hechos tan cotidianos como acudir a un consultorio de salud pública, donde la variedad de naciones se entremezclan.

“Esta es una ciudad multicultural, definitivamente”, afirmó a IPS el médico Rodrigo Meza, del hospital Doctor Carlos Cisternas de Calama.

“Del total de partos atendidos en nuestro hospital, 40 por ciento corresponde a mujeres inmigrantes”, añadió.

En un breve paseo por el centro de Calama, corroído por el paso del tiempo y contrastante con los sectores más acomodados de la ciudad, un viajero puede encontrar fácilmente a inmigrantes bolivianos, colombianos, ecuatorianos y peruanos.

“Es más difícil encontrar a un chileno que a un extranjero en estas calles”, señaló Sandra, una colombiana que transita por el centro de Calama.

La fuerza laboral extranjera se concentra principalmente en el servicio doméstico, en el caso de las mujeres, y en empleos profesionales, técnicos y obreros que se desempeñan en la minería o la construcción, en el caso de los hombres.

Un número importante de mujeres inmigrantes se dedica también a la prostitución, un servicio históricamente muy requerido en los asentamientos mineros, con muchos hombres solos.

Calama posee un casino cuyas utilidades crecen en torno a 10 por ciento anual y el centro comercial de la ciudad recibe más de 10 millones de visitantes al año.

“Un minero con poca experiencia puede partir ganando mensualmente casi un millón de pesos (unos 1500 dólares) y de ahí para arriba”, comentó Jaime Meza a IPS. Él trabaja en una empresa que presta servicios externos a compañías mineras en responsabilidad social, lo que le lleva a recorrer continuamente las localidades de los yacimientos.

Sin embargo, en esta ciudad la vida es cara. Un kilogramo de pan, un alimento básico en la mesa chilena, cuesta más de dos dólares y una vivienda para una familia de clase media, bordea los 150.000 dólares. Pero “hay dinero y gente dispuesta a pagar”, coincidieron varios comerciantes a IPS.

En contraste, el salario mínimo apenas alcanza 350 dólares mensuales y muchos inmigrantes de Calama, al no contar con contrato o seguridad social, pueden recibir solo la mitad.

La desigualdad del día a día se ve con claridad cuando las empresas mineras pagan a sus trabajadores bonificaciones especiales al finalizar cada negociación colectiva.

Los bonos alcanzan miles de dólares y los comercios lanzan en sintonía “ofertones” para atraer a los beneficiados.

“Los contrastes en esta ciudad son muy tremendos. Los mineros hacen filas los viernes para sacar dinero y gastarlo en carrete (juerga), en mujeres, en alcohol”, afirmó a IPS el taxista Francisco Muñoz.

“Las diferencias son muy violentas”, agregó este varón nacido en Calama, donde ha vivido siempre.

Muñoz afirmó que la situación empeoró hace unos siete años, cuando Codelco decidió trasladar a Calama el campamento minero de Chuquicamata, a 15 kilómetros de la ciudad. Unas 3200 familias fueron las últimas en dejar las instalaciones donde los trabajadores de Codelco vivían con altas comodidades.

Los mineros llegaron directamente a casas construidas para ellos, lo que definió el ordenamiento de la ciudad: al oriente las nuevas villas de Codelco son el reducto de “barrio alto (de lujo)”, mientras al poniente y al norte se ubican los sectores más populares.

“Los mineros compraron estas casas a precios preferenciales y Codelco les dio un bono para que pudieran acceder a ellas con facilidad. Pero ahora las venden a cifras exorbitantes. Pensar en comprar una casa en Calama es casi imposible. Un ciudadano común puede solo acceder a una casa del Estado (subsidiada), jamás a las que ellos venden”, aseguró Meza.

La realidad en Calama, un municipio rico en minería pero pobre en ingresos, derivó en el año 2009 en protestas sociales que exigían que la localidad perciba cinco por ciento de los recursos que deja aquí la extracción de cobre, la principal riqueza del país.

Solo en 2014, Chile extrajo 5746 millones de toneladas del metal rojo, 31,2 por ciento de la producción mundial.

Las protestas por la postergación histórica del municipio, se suceden hasta la actualidad bajo el lema: “¿Qué sería de Chile sin Calama?”.

Las últimas manifestaciones, realizadas el 27 de agosto, son “un desborde previsible”, para el antropólogo Juan Carlos Skewes.

“Eso es bueno, porque lo que hacen los grandes desbordes es ensanchar las avenidas de la participación”, aseguró a IPS.

Agregó que seguramente las protestas se mantendrán mientras no haya una respuesta concreta respecto de la distribución equitativa de las ganancias de la minería en Chile, que Calama ve muy poco, pese a que salen de su territorio.

Editado por Estrella Gutiérrez

__

Importante: Esta nota ha sido reproducida previo acuerdo con la agencia de noticias IPS. En este sentido está prohibida su reproducción salvo acuerdo directo con la agencia IPS. Para este efecto dirigirse a: ventas@ipslatam.net

Fuente: Servindi

lunes, 21 de septiembre de 2015

La Teología de la Liberación y las perspectivas de una teoría todavía incomprendida.



Adital

Desde que surgió en América Latina en la década de 1960, la Teología de la Liberación (TdL) ha promovido el debate sobre los pobres y los oprimidos y su importancia, principalmente para la Iglesia Católica. Para los críticos, la corriente significa una politización indebida de la fe; para los defensores el modelo, representa, más allá de una revolución espiritual y cultural, la reapropiación de la Palabra de Dios por parte de los pobres.
A pesar de las reflexiones consideradas “revolucionarias” y “comunistas”, la TdL siempre provocó la oposición del ala más conservadora de la Iglesia, desde su origen con el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez. Uno de los exponentes de la TdL en Brasil, Leonardo Boff, por ejemplo, fue condenado por el Vaticano a un año de “silencio obsequioso”.

Con más de 50 años de existencia, la corriente pasó por algunas generaciones de teólogos y teólogas que siguen renovando la “opción por los pobres”. Después de los años 90, sin embargo, la TdL atravesó un período de declinación y el envejecimiento de sus líderes. Sin embargo, con el Papa Francisco reorientando el foco cristiano hacia los pobres y oprimidos, la corriente retorna a los debates que involucran a la Iglesia.

Bajo la perspectiva de la TdL, los pobres ya no son vistos como meros objetos de caridad, sino como sujetos de su historia y de su emancipación.
Un ejemplo de las actuales discusiones es el II Congreso Continental de Teología, organizado por la red católica Amerindia, a realizarse en Belo Horizonte (Estado de Minas Gerais – Brasil), del 26 al 30 de octubre de 2015. Con el tema “La Iglesia que camina con Espíritu y desde los pobres”, el encuentro reunirá a teólogos/as y comunidades cristianas de las Américas para profundizar las reflexiones sobre la reforma de la Iglesia, estructurando propuestas para un “hacer cristiano en comunidad”, y con la opción por los pobres.

Para comentar sobre las principales contribuciones y el futuro de la Teología de la Liberación, Adital entrevistó al teólogo y sociólogo Dirceu Benincá, que explica por qué la corriente todavía es incomprendida por algunos sectores y cómo puede ser identificada en las acciones del Papa Francisco. Según el teólogo, la TdL tiene en su ADN la perspectiva “profética” y la comprensión de que la fe tiene necesariamente una dimensión política. Benincá comenta además cómo la fe cristiana fortalece la consciencia crítica y fomenta una espiritualidad de lucha colectiva por mejores condiciones de vida.

Adital: ¿Qué significa la opción preferencial por los pobres, punto central de la Teología de la Liberación?

Dirceu Benincá: Representa una revolución teológica y eclesial, así como una oposición frontal al sistema capitalista. La evangélica opción preferencial por los pobres, asumida por la Teología de la Liberación (TdL), viene acompañada de un posicionamiento claro, contrario a todas las injusticias sociales, desigualdades económicas, autoritarismos políticos y colonialismos culturales, causas de pobreza y miseria. Esa opción surge como consecuencia de una decisión consciente de la Iglesia libertadora, inspirada en el proyecto de Jesús de Nazaret.

No podemos olvidar que la TdL surgió en América Latina, en los años 1960, como reacción a un sistema marcado por dictaduras militares, explotación, dependencia externa y mucho sufrimiento humano. Inmediatamente, se propagó también por África, Asia e inclusive hacia algunos ambientes del Primer Mundo. Se inspira en los documentos producidos por el Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965), evento histórico que promovió la apertura de la Iglesia Católica al diálogo y la interacción con el mundo moderno.

La TdL tuvo un significativo impulso con la Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Medellín (1968). En ella, los obispos analizaron, con una seria preocupación, la “violencia institucionalizada” y las “estructuras injustas”, que pesaban sobre los pueblos. Establecieron como gran directriz de la Iglesia la opción preferencial por los pobres, lo que quedó más explícito en la Conferencia de Puebla [México] (1979). En 1992, en la Conferencia de Santo Domingo [República Dominicana], los obispos afirmaron: “El creciente empobrecimiento a que están sometidos millones de hermanos nuestros, que llega a intolerables extremos de miseria, es el más devastador y humillante flagelo que vive América Latina y el Caribe” (nº 179). En Aparecida [Brasil] (2007), hubo una revalidación de la importancia de la TdL ante los desafíos del tercer milenio.

La opción preferencial por los pobres es, pues, la toma de consciencia del verdadero compromiso de la Iglesia en la sociedad dividida en clases. Compromiso que se traduce en la lucha incesante por la garantía del derecho fundamental a la vida digna para todos. De ahí la centralidad en los pobres, cuya vida está más amenazada y atribulada. Con la Teología de la Liberación, la Iglesia hace lo que no podría dejar de hacer para ser auténticamente cristiana.

Adital: ¿Cuáles son hoy los rostros de esos pobres y oprimidos?

DB: En la sociedad actual, los pobres y oprimidos tienen múltiples rostros. Trascienden fronteras geográficas, históricas, étnicas, de género, culturales o religiosas. El empobrecimiento, la exclusión social, la violación de derechos y de la dignidad humana son consecuencias directas de los procesos neocoloniales y neoliberales, que ganan amplitud y profundidad con el avance de la globalización. Se trata de un fenómeno que se reproduce, se expande y tiende a ser naturalizado por el sistema hegemónico.

La pobreza y la miseria no son cuestiones meramente matemáticas y económicas. Permean las diversas dimensiones de la vida personal y social. Entre los pobres y oprimidos, no pueden ser olvidados los migrantes, los catadores de materiales reciclables, los habitantes de calle, las mujeres, los jóvenes, los ancianos, las víctimas de la droga y del tráfico humano, los desempleados, los trabajadores esclavizados y tantos otros, según lo referido en el Nº 402 del Documento de Aparecida. En esta lista, se incluye también a nuestra “Casa Común”, como afirma el Papa Francisco inmediatamente al comienzo de la encíclica Laudato Si’: “Entre los pobres más abandonados y maltratados, se cuenta a nuestra tierra oprimida y devastada…” (nº 2).

Para el sociólogo Dirceu Benincá, la Teología de la Liberación generó muchas prácticas innovadoras y una “nueva manera de ser Iglesia”. La opción preferencial por los pobres sería la toma de consciencia del verdadero compromiso de la Iglesia. Los pobres y oprimidos trascienden fronteras geográficas, históricas, étnicas, de género, culturales o religiosas.

Adital: En términos prácticos, ¿cómo se realiza la Teología de la Liberación en las acciones del día a día? ¿De qué modo ayuda la fe cristiana a la liberación de la miseria y de la pobreza?

DB: La fe cristiana puede recibir diferentes orientaciones prácticas, ya sea en una perspectiva intimista, fundamentalista, individualista, mercadológica o, de manera diferente, en una dirección comunitaria, solidaria, profética, libertadora. En el día a día, contribuye a la liberación de la miseria y de la pobreza, en la medida en que acerca a las personas, fortalece la conciencia crítica y creativa, estimula el diálogo, la participación y la solidaridad, fomenta una espiritualidad que mueve a la lucha colectiva por la mejora de las condiciones de vida.

La TdL generó muchas prácticas innovadoras y una nueva manera de ser Iglesia, identificada con las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), con la lectura contextualizada de la Biblia y con el protagonismo de los laicos. Inspiradas en las primeras comunidades cristianas, provocaron nuevas reflexiones teológicas y nuevas discusiones sobre el papel de la Iglesia en la sociedad. Se constituyeron en espacios privilegiados para vivir la fe, combatir el individualismo y ejercitar la vida comunitaria. Las CEBs y la TdL crearon una dialéctica efectiva y eficaz entre fe y vida.

Así pensadas y vividas, la fe y la espiritualidad ayudan a la liberación, al tiempo que superan una visión mágica de Dios y un modelo meramente dogmático y ritualístico de religión. Al apuntar a los cambios sociales y personales posibles y necesarios, la fe cristiana incorpora un compromiso libertador y se constituye en un combustible capaz de sustentar la reacción ante las más diversas formas de opresión. Para la TdL no basta la búsqueda de la liberación de alguna angustia existencial, lo que le vale es la liberación integral.

Adital: ¿Por qué la Teología de la Liberación es una corriente considerada incomprendida, difamada y hasta perseguida?

DB: Creo que hay dos razones básicas para eso. La primera tiene que ver con la denuncia que hace la TdL de las causas de la pobreza y de la miseria de millones de personas en el mundo. Los teólogos y teólogas de la liberación se niegan a ver ese fenómeno como una generación espontánea, consecuencia sin causa o hecho ante el cual quepan sólo acciones asistenciales o invocaciones a la piedad divina. Antes, por el contrario, toman tales realidades como productos históricos de un sistema social abominable, que genera desigualdades, enriquecimiento de algunos a costa de muchos. Ese sistema, consubstanciado en el capitalismo, se reconfigura continuamente pero mantiene inalterada la lógica del imperialismo, de la acumulación y de la exclusión social.

La otra razón se refiere a “qué hacer” ante esa realidad, después de denunciarla. La TdL señala la concientización, la organización y la búsqueda de la transformación de las estructuras injustas. Cuando los pobres se organizan y emergen como sujetos de derechos, comenzando por el “derecho a tener derechos” (Hannah Arendt), acaban inmiscuyéndose en varios intereses de segmentos de la sociedad y de la propia Iglesia. De ahí surgen, naturalmente, reacciones adversas, acusaciones, incomprensiones e intentos de censura. Pero la TdL no produce adeptos del miedo y sí del coraje, de la lucha y de la esperanza a toda prueba.

Adital: La Teología de la Liberación es acusada de ser una politización de la fe o una teoría comunista, ¿por qué?

DB: La TdL nace en un contexto social e histórico marcado por profundos procesos de opresión y exclusión. Sin embargo, eso no sería suficiente para que fuera identificada con una teoría marxista/comunista, pues podría haber asumido una orientación político-religiosa de legitimación del poder dominante, como lo hicieron en otros tempos otros modelos teológicos. Sin embargo, en el ADN de la TdL está la perspectiva profética y la comprensión de que la fe tiene necesariamente una dimensión política. Dimensión demostrada por Jesús al asumir la causa de la liberación de los pobres, lo que resultó en su muerte en la cruz.

Para leer, interpretar y buscar la transformación de la realidad, con sus múltiples contradicciones, los teólogos de la liberación utilizan teorías críticas entre las cuales pueden estar los abordajes marxistas. En la base de la acusación de que la TdL se desvió hacia el “nefasto” comunismo está la intención de sus opositores de descalificar ese pensamiento teológico. Ningún eventual o puntual reduccionismo teórico de la TdL puede ser una razón suficiente para considerarla inadecuada. El análisis contextualizado y crítico de la realidad, asociado con la evocación de un Cristianismo pragmático y libertador, convierte a la TdL en una propuesta incómoda para muchos. Ésa es la causa de muchas acusaciones indebidas.

Entre las principales contribuciones de la TdL, Benincá destaca la consolidación de un nuevo paradigma teológico y de una nueva metodología pastoral, basada en el triplete “ver-juzgar-actuar”, del cual emergieron múltiples movimientos populares, pastorales y sociales.

Adital: ¿Qué contribuciones trajo la Teología de la Liberación a América Latina?

DB: Una de las principales contribuciones fue la consolidación de un nuevo paradigma teológico y de una nueva metodología pastoral, basada en el triplete ver-juzgar-actuar. La TdL hizo ver que las estructuras sociales y el funcionamiento de la sociedad son producciones humanas, que pueden y en muchos casos deben ser transformados. Y además de eso, que esa tarea es consecuencia inmediata de la fe cristiana y requiere el protagonismo de los pobres. Ellos ya no son vistos como meros objetos de caridad sino como sujetos de su historia y de su emancipación.

Articulada con la Pedagogía, la Filosofía y otras ciencias con una orientación libertadora, la TdL contribuyó a crear consciencia crítica. Entre sus legados hay una fuerte cultura política y ciudadana, de donde emergieron múltiples movimientos populares, pastorales sociales, organizaciones no gubernamentales, instituciones, grupos de base, movimientos políticos, sindicales, culturales en defensa de la justicia, de los derechos, de la dignidad, en fin, de la vida de los marginados, oprimidos y excluidos. Se destaca también la formación de un incontable número de líderes sociales y eclesiales, así como el testimonio de muchos mártires de la fe cristiana y de la lucha por la liberación.

Adital: Muchos afirman que la Teología de la Liberación es una corriente que ya perdió actualidad y relevancia. ¿Cómo evalúa esa concepción?

DB: Es verdad que hoy la TdL no tiene tanta visibilidad, o tal vez sea mejor decir, ya no es tan combatida abiertamente, como en los años 1980 y 1990. Los tiempos son otros. Muchas cosas cambiaron en el interior de la Iglesia y de la sociedad, inclusive, con una gran contribución dada por la propia TdL. En mi evaluación, no perdió actualidad ni relevancia. Mientras haya situaciones de pobreza y de exclusión, su contribución será relevante. Y actual también siempre será, dado que está enraizada en el proyecto libertador de Jesucristo. No se trata de un modelo teológico acabado sino en permanente proceso de construcción. Y en eso reside su gran capacidad de actualizarse continuamente.

La actualidad de la TdL puede ser percibida con claridad en la figura del Papa Francisco, que, con simplicidad, alegría y ternura evangélica, sabiduría y coraje profético, lenguaje y metodología popular, está causando grandes impactos positivos en la Iglesia Católica y en el mundo entero. Esa manera de hacer Teología, de conducir y alentar a la Iglesia, es altamente provechoso porque integra la fe con la vida concreta. Ante el actual sistema neoliberal, que transforma todo y a todos en mercancía, la TdL no es sólo útil y necesaria. Es también indispensable.

Adital: ¿Cuáles son hoy los nuevos líderes de la Teología de la Liberación, además de los dos principales teólogos brasileros Leonardo Boff y Frei Betto? ¿Hay un trabajo de renovación?

DB: Hay varios otros teólogos y teólogas brasileros con significativas contribuciones en el ámbito de la Teología de la Liberación. No voy a dar nombres. El hecho de que sus producciones no sean tal vez tan conocidas como las de los dos teólogos citados no significa que no tengamos a alguien más haciendo, reflexionando y escribiendo en esa dirección. Por otro lado, se debe considerar el avance de tendencias más carismáticas y conservadoras en el interior de las Iglesias, en general. Creo que el intenso y exitoso trabajo que el Papa Francisco está realizando contribuye de manera directa a la renovación de la Iglesia y al fortalecimiento de la TdL. Agréguese a esto los muchos encuentros, congresos, seminarios, publicaciones, centros teológicos y proyectos de formación de laicos que, ciertamente, favorecen la revigorización de esta perspectiva teológica.

Adital: ¿Cuáles son las convergencias y divergencias entre los más antiguos y los jóvenes en la Teología de la Liberación? ¿Qué debe hacerse para la construcción de un diálogo y de una continuidad?

DB: De manera genérica, pienso que las convergencias están relacionadas con las referencias bíblicas y teológicas en defensa de la liberación integral de la persona humana, de la justicia social y de la vida digna para todos. Si hay divergencias, tal vez se den en cuestiones de método y puntos de vista sobre temas específicos. Sin embargo, la TdL no huye de las divergencias, pues ellas también ayudan a generar el debate, tan necesario para dar consistencia a la propia Teología.

La discusión de temas emergentes, como la ecología, nuevas modalidades de ministerios (ordenación de mujeres, ordenación de hombres casados, celibato opcional), nuevas constituciones familiares y otros vinculados a las nuevas realidades políticas, culturales y religiosas están en el horizonte de la TdL. Para eso, pienso que es fundamental el coraje profético de miembros de la jerarquía para romper ciertos tabúes y fomentar el cambio desde adentro de la Iglesia. Estos son también desafíos para los teólogos y teólogas de todas las generaciones.

Para Benincá, la TdL continúa actual y relevante, y es un modelo teológico en permanente construcción. En el futuro de la TdL están la defensa incondicional de los derechos y de la vida de los pobres, el cuidado de la “Casa Común” y una “urgente” democratización del poder en la Iglesia, con la participación de las mujeres en condiciones de igualdad de derechos en relación con los hombres.

Adital: ¿Cuál es el futuro de la Teología de la Liberación?

DB: Es difícil prever el futuro de la Teología de la Liberación, incluso porque se ha vuelto cada vez más difícil hacer cualquier tipo de previsión sobre el futuro. Hay una inestabilidad y una volatilidad muy grande en la sociedad llamada “alta modernidad”, modernidad líquida (Bauman) o posmodernidad. Aunque prevalezca tal escenario, apuesto a la necesidad imprescindible de fortalecer la TdL, dada su importancia para la vida de las Iglesias y para la sociedad como un todo. Creo que ella da la razón fundamental de la fe y de la esperanza cristiana.

Creo también que el futuro de la TdL pasa inevitablemente por tres puntos: defensa incondicional de los derechos y de la vida de los pobres, fortalecimiento de la cultura del cuidado de la “Casa Común”, empeño decidido y urgente para democratizar el poder en la Iglesia, con la participación de las mujeres en condiciones de igualdad de derechos con los hombres.

Adital: ¿Cómo evalúa la relación del Papa Francisco con la Teología de la Liberación? ¿Qué contribuciones ha hecho el Sumo Pontífice al tema?

DB: El Papa Francisco es la expresión más autentica de quien comprendió la autenticidad, la vitalidad y la actualidad de la TdL. Sus contribuciones son innumerables y, por cierto, muchas de ellas serán percibidas con el paso del tiempo. Sin embargo, vale registrar su valiente empeño para promover cambios internos en la vida de la Iglesia, comenzando por el Vaticano; su apertura ecuménica, junto con el lenguaje y la manera popular de ser que lo caracterizan. Eso no le impide hacer profundas y valientes denuncias proféticas ante situaciones y estructuras que hieren la dignidad humana. Su postura en defensa de los pobres y de sus organizaciones es inconfundible. El diálogo con los movimientos populares es otra actitud inédita y de gran significado social, eclesial y teológico.

Hay una nítida intencionalidad, con acciones concretas, para garantizar un papel más central de las mujeres en la vida de la Iglesia, más allá de una sensibilidad ante las nuevas constituciones familiares. La convocatoria al cuidado del medio ambiente, expresado de manera emblemática en la encíclica Laudato Si’; su testimonio de pastor con “olor a oveja”, lejos de pompas principescas; su insistencia en la misión de una Iglesia “hacia afuera”, comprometida con las causas de la justicia y no autorreferencial. ¡Todo eso retrata la comprensión y la contribución del Papa Francisco a la Teología de la Liberación!

Lea también

[ENTREVISTA ESPECIAL] Las contradicciones en el reconocimiento de Don Romero dentro y fuera de la Iglesia
Frente a la globalización, La Teología de la Liberación es más necesaria que nunca, dice un teólogo
El Papa, la Iglesia y los movimientos sociales
Misericordia que transforma
Fray Clodovis Boff: sólo es posible una Teología de la Liberación bajo la condición de comenzar y terminar en el horizonte de la fe.