sábado, 28 de abril de 2018

Impactante discurso de colombiana ganadora del Nobel ambiental.



Francia Márquez. Fuente de la imagen: captura de vídeo en Youtube

Prensa Latina

El discurso de la líder afrocolombiana Francia Márquez al recibir el Goldman Prize, equivalente al Nobel de Medio Ambiente, fue calificado de conmovedor y trascendente. Espacios dedicados a la temática medioambiental en varios de medios prensa locales reprodujeron fragmentos o el texto completo de su ovacionada intervención anoche en una ceremonia en Estados Unidos.

El discurso de la líder afrocolombiana Francia Márquez al recibir el Goldman Prize, equivalente al Nobel de Medio Ambiente, fue calificado de conmovedor y trascendente.

Espacios dedicados a la temática medioambiental en varios de medios prensa locales reprodujeron fragmentos o el texto completo de su ovacionada intervención anoche en una ceremonia en Estados Unidos, donde recibió el reconocido lauro.

El Goldman Prize lo entrega cada año la homónima fundación con sede en la ciudad estadounidense de San Francisco a defensores de la naturaleza y el medio ambiente, repartido en seis categorías en función de la zona geográfica.

Márquez, quien lidera actividades de conservación medioambiental en el departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia, resultó elegida como la mejor representante de Sudamérica.

La fundamentación hizo referencia a su lucha por evitar la minería ilegal de oro en su tierra ancestral.

‘Soy una mujer afrodescendiente, crecí en un territorio ancestral que data desde 1636’, comenzó de ese modo su discurso la líder social colombiana de 36 años de edad.

‘Hago parte de aquellos que sueñan que algún día los seres humanos vamos a cambiar el modelo económico de muerte para darnos paso a construir un modelo económico que garantice la vida’. ‘Es hora de actuar, enfriar el planeta es nuestra responsabilidad’, añadió.

Cuando hablo, continuó Márquez, ‘hablo por un lugar de justicia, no solo para negros, también para indígenas, mujeres’.

En su emotiva alocución recordó a la líder social hondureña Berta Cáceres, ganadora de igual premio en 2015 y asesinada en 2016.

‘Este premio es un reconocimiento a todos los que resisten por defender el medio ambiente y la vida. Gracias a Berta Cáceres, que nos sigue acompañando’, remarcó.

La líder colombiana se identificó también como parte de los que luchan contra el racismo estructural y por seguir pariendo la libertad y la justicia.

Viva la Colombia Humana, concluyó.



jueves, 26 de abril de 2018

¿Quién se beneficia del terrorismo? Atentados que suelen ser falsa bandera.

Ojos para la Paz
por Purificación González de la Blanca

Siempre nos insistieron en que en Afganistán no había recursos, cuando ese desgraciado país es precisamente una inmensa mina de todos los recursos posibles. Además de petróleo y gas -y ser zona de paso de oleoductos y gasoductos- Afganistán tiene oro, mucho oro amarillo, y no de los lingotes hechos de tungsteno que abundan en la tesorería de EEUU. La existencia de toneladas de oro, diamantes, esmeraldas, cobre, hierro, uranio, y otros minerales (como tierras raras), que hoy pone los dientes largos al Servicio Geológico de EEUU (USGS) De ahí que los invasores no se despeguen de su territorio y que España (que sigue siendo un servidor del imperio, sea el de Francia, sea el de EE.UU.) vigile desde la base de Herat uno de los subsuelos más ricos en petróleo de Afganistán.

El conflicto de Afganistán (desde 2001) es, junto con Irak, uno de los primeros ejemplos de la privatización de la guerra contemporánea.

Los estados capitalistas, a través de medios de comunicación y políticos, han explotado hasta el hartazgo el fenómeno del terrorismo espectáculo en su propio beneficio, para justificar un mayor control social, el aumento de medidas represivas y las diferentes guerras imperialistas de saqueo.
Desde su nacimiento, el terrorismo se ha revelado como un método muy eficaz para fortalecer (nunca para debilitar) los poderes absolutistas del Estado frente a los ciudadanos/as. A pesar de ello, multitud de personas siguen creyendo en la independencia y originalidad de este fenómeno, gracias a la mitificación del mismo realizada por los medios de propaganda y por los partidos políticos.

Ya va siendo hora de recuperar el sentido común y desmontar esta maquiavélica estrategia, tan útil en las sociedades capitalistas para justificar estados de excepción permanentes, gracias a la excusa del mito terrorista sobre el que el sistema capitalista fundamenta y justifica sus criminales políticas y la consiguiente lucha antiterrorista.
Es necesario desmontar este gigantesco fraude.

En el caso del terrorismo que nos venden como propio de fanáticos fundamentalistas, no hay que olvidar que estas bandas armadas (Al Qaeda, Frente Al-Nusra, Jebel Al-Nusra, Estado Islámico, Isis o Daesh, Boko-Haram, Al Shabab, etc.) han sido creadas, entrenadas, armadas e introducidas por los países atlantistas (CIA, Mossad, M16 y otros ayudantes, como la OTAN), con el fin de atacar los cimientos de los países en el objetivo. Son el enemigo perfecto. Primero las introducen y después entra EE.UU. y los países atlantistas (y también Israel, Arabia Saudí, e incluso Qatar) a “salvar” el país.

¿Qué pretenden con el atentado de Kabul? Es triste, pero pretenden matar a muchas personas inocentes, aterrorizar a la población. El objetivo es justificar la presencia de los países invasores, como EE.UU., Reino Unido o España (¡Ay la base de Herat!), controlar los infinitos recursos de ese país: petróleo y gas (y los gasoductos), que explotan empresas de los EE.UU., Holanda, Francia y Reino Unido, principalmente.

Además del Oro Negro, Afganistán tiene oro, mucho oro amarillo, y no de los lingotes hechos de tungsteno que abundan en la tesorería de EEUU. De hecho, la compañía financiera JPMorgan Chase firmó con Karzai, en 2011, un acuerdo por el valor de 40 millones de dólares, para hacerse con una de las minas de oro afgano. La existencia de toneladas de oro, diamantes, esmeraldas, cobre, hierro, uranio, y otros minerales (como tierras raras), que hoy pone los dientes largos al Servicio Geológico de EEUU (USGS), ya había sido documentado, hace un siglo, por las expediciones rusas y británicas.

Pero casi tan importante como los recursos mencionados, es que haya muchos contratos de empresas de la guerra y mercenarios.
Estos atentados son el máximo exponente de la llamada “guerra global contra el terrorismo”.
El conflicto de Afganistán (desde 2001) es, junto con Irak, uno de los primeros ejemplos de la privatización de la guerra contemporánea. El uso de contratistas privados en el marco de conflictos armados no es una política nueva, pero en Irak y Afganistán ha adquirido nuevas dimensiones: no sólo ha aumentado drásticamente en número y forma, ahora corporativa, sino también el tipo de servicios que realizan. Del 2001 al 2007, el número estimado de las EMSPs presentes en Afganistán variaba entre 60 y 140 empresas, con alrededor de 18.000 a 28.000 efectivos. Actualmente no tenemos la cifra exacta.

Pero sí sabemos que la guerra en Afganistán costará a EE.UU, en 2018, 45.000 millones de dólares. Además, estas empresas han realizado todo tipo de servicios militares y de seguridad. Desde el transporte y protección de convoyes militares, la formación y entrenamiento de fuerzas armadas locales, y la protección de embajadas y proyectos de reconstrucción, hasta la desactivación de minas y la “erradicación de cultivos de opio” (que se han extendido, porque financian a la CIA), el apoyo operacional directo (incluido el manejo de drones), y tareas de inteligencia como el interrogatorio de prisioneros.

Desde “la guerra de terror”, que empezó 15 años atrás, el número de mercenarios contratados por las empresas militares y de seguridad privadas, que operan en las líneas de frente en el Oriente Medio y África, han proliferado sustancialmente
El informe “Mercenarios desatados: el nuevo mundo de las Empresas Militares y de Seguridad Privadas (EMSP)” examina esta industria privada de millones de dólares. Las empresas privadas se han beneficiado de la inestabilidad de las zonas en conflicto, y a lo largo de los 15 años han aumentado en número. De acuerdo con el informe, centenares de nuevas empresas fueron establecidas en los últimos cinco años.

El Reino Unido es un importante centro de industria de las EMSP. Algunos nombres de las corporaciones mencionadas en el Informe son perfectamente conocidos, como, por ejemplo, G4S, Aegis Defense Services Control Risks y Olive Group, Mega-oil, etc.
La empresa Raytheon (NYSE: RTN) es una corporación industrial y uno de los contratistas de defensa militares más grandes de los Estados Unidos. Creada en 1922, la compañía adoptó su nombre actual en 1959. Tiene alrededor de 75.000 empleados en el mundo y ganancias anuales aproximadas de 25 mil millones de dólares. Más del 90% de las ganancias de Raytheon provienen de contratos de defensa, en el 2007 fue el quinto contratista de defensa del mundo y el cuarto más grande en los Estados Unidos por ganancias. Raytheon es el mayor productor de misiles guiados del mundo.

El corazón de la industria es “una puerta giratoria” entre las EMSP, los militares, la inteligencia y las multinacionales. Los intereses de estos sectores están estrechamente entrelazados.
Apoyando los sectores de gas y petróleo
El mercado más grande para las EMSP en Irak es el relacionado con la seguridad para las corporaciones privadas que buscan invertir en el país, sobre todo, en la industria petrolera y de gas, como es el caso de BP, Royal Dutch Shell, ExxonMobil que utilizan el servicio de mercenarios.

El norte y el oeste de África son igualmente un importante mercado para las EMSP internacionales.
Aegis Defence Services opera en 18 países a lo largo del continente, incluyendo Angola, Níger, Nigeria, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
Los Blackwater de EEUU (conocido como Academi tras cambiar de nombre), que tiene a centenares de colombianos combatiendo junto con Arabia Saudí en Yemen.

En el caso de los autoatentados de París, las empresas de armamento y tecnología de guerra subieron en la bolsa.
La estadounidense Honeywell, sociedad con sección de ingeniería y sistemas aeroespaciales, remontó en la Bolsa de Nueva york el 1,36%, mientras que General Dynamics, conglomerado de empresas estadounidense del sector aeroespacial y militar, cotizó al alza el 1,61%.

Thales, compañía francesa de electrónica dedicada al desarrollo de sistemas de información y servicios para los mercados aeroespacial, de defensa y seguridad, cerró en el mercado parisino con un repunte del 2,16 %.

La británica Bae Systems, contratista militar y constructora aeronáutica comercial, mejoró el 2,45% y Rolls Royce, que fabrica motores de aviación, el 2,82%, ambas en la Bolsa de Londres.

Las estadounidenses Huntington Ingalls, dedicada a la construcción naval, y L-3 Communications, especializada en sistemas de inteligencia, comunicación, vigilancia, repuntaron el 3,47% y el 4,09%, respectivamente.
Raytheon, una de las corporaciones industriales y contratistas de defensa militar más grandes de los Estados Unidos, subió en el mercado neoyorquino el 4,76% y Lockheed Martin, multinacional de origen estadounidense especializada en la industria aeroespacial y militar, también cotizó al alza, el 6,36%.
Northrop Grumman, asociación de empresas aeroespaciales y de defensa estadounidense, es la que mejor aprovechó los sucesos de París, al revalorizarse en esos momentos el 6,69% en Nueva York.

Podríamos resumir solo con un pequeño párrafo: Que no nos engañen, el terrorismo hace subir la bolsa. Pobres pueblos.

Abril de 2018
Ojos para la Paz

martes, 24 de abril de 2018

¿Fe, confort o alivio?


Por: José Neivaldo de Souza

Leí una frase, atribuida a C. S. Lewis, que me hizo pensar: "si buscas una religión cómoda, no te aconsejo el cristianismo". ¿Cómo así? ¿La religión no debe traer consuelo a los fieles? Jesucristo, la roca sobre la que nació el Cristianismo, no dijo en el evangelio de Mateo (11,28): "Vengan a mí, todos los que están cansados y oprimidos, y yo los aliviaré"? En el caso de la fe cristiana, ¿Qué diferencia hay? Son cuestiones que me apuntan a una teología práctica. 

Hay motivaciones esenciales en la vida que nos ayudan a seguir adelante y la fe es una de ellas. Natural al ser humano, sin ella la vida no tiene sentido. Nuestro modo de ser y estar en el mundo depende de esta motivación. Me gusta la definición del filósofo Sören Kierkegaard: "Fe es la pasión más elevada de la humanidad" ¡De hecho! Por ser una pasión, ella carga la “carga” de la ambigüedad. Lo que en la Ley de Newton llamamos inercia y movimiento me atrevo a llamar de consuelo y alivio. 

Como en el principio de la física, la inercia se refiere a la resistencia a cualquier cambio, es decir, la tendencia del cuerpo inerte es mantenerse en la misma dirección y velocidad. Confortable, su motivación para el movimiento depende de una fuerza externa, como vemos, por ejemplo, en algunos accidentes en las carreteras: Si una carreta cargada de bobinas de repente se detiene y si la carga no está bien atada, puede soltarse y continuar en la velocidad anterior y en la misma dirección. Un día, en la natación, mi instructor vio que yo estaba sin ánimo y fuerzas para nadar. Me dijo con autoridad: "sal de la zona de confort". Entendí su bronca y, bajo su observación y motivación, no renuncié, tomé coraje y seguí adelante

Al hablar de comodidad, desde una perspectiva teológica liberadora, hago una analogía con la física newtoniana. Confort es inercia, desánimo y estancamiento. Alivia, por el contrario, es una parada para descanso, consciente de que la dinámica de la vida, con sus conflictos y soluciones, continúa. Este cambio trae realización personal dependiendo del contexto social, cultural y religioso presentado.

Un amigo, predicador de la Biblia, me confesó que se sentía un cristiano devoto y se enorgullecía por ello. Hablar del Reino de los Cielos, no sólo era tranquilo para él, sino compensador, pues le daba status y, no era difícil, por un buen salario, acumular ropa, zapatos, tener la nevera llena, carros que lo llevaban a donde quisiera, sin preocuparse por el precio del combustible. La interpretación que hacía de la Palabra de Dios, así como la fe, tenía también su ambigüedad. Escogió la comodidad, la inercia. No comprendía la reprobación de Jesús: "Jamás puedes servir a Dios y al dinero" (LC 13, 16b). Confortaba a los pobres y sufrientes apuntando hacia el post-muerte donde no habría hambre, ni enfermedad y las personas se encontrarían con lo Divino. En Dios, según él, no hay lo imposible. Conformar a la situación de este mundo, sin perder la esperanza en la vida eterna, parecía ser su método de predicación. Mientras tanto, tomaba vino y banqueteaba con políticos y empresarios corruptos, aun sabiendo que reproducía los intereses de una clase que sólo se preocupaba en acumular sobornos y beneficios. Algo no estaba bien. Su fe era sostenida por una falsa teología, una falsa alegría y un falso evangelio. ¿No sería también una falsa fe o una fe inerte?

Un día mi amigo se despertó y se sintió "incómodo" en esta situación. Tomó su desayuno y luego abrió la Biblia encontrando un texto que lo provocó. Era el evangelio de Mateo (7,15-21). Reflexionando sobre las enseñanzas de Jesús, leyó: "cuidado con los falsos profetas. Ellos vienen a ustedes vestidos de pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces". Se preguntó a sí mismo sobre sus actitudes y la eficacia de sus testimonios. ¿Su predicación no sería un engaño? ¿No vendía una ilusión? El decir "Señor, Señor" no pasaría de hipocresía? En comparación con un árbol, observó sus frutos y vio que "un árbol bueno no puede producir frutos malos.

Confort no es sinónimo de alivio. C. S Lewis tenía razón. Aplicó la palabra "cómoda" en el sentido de comodidad o una situación que no trae molestias o problemas. Alivia, aplicado por Jesús, quiere decir disminución de la carga, descanso de las molestias y de los problemas. Así, puedo entender lo que dijo C. S. Lewis. Jesús no nos prometió una paz de cementerio, sino lucha, enfrentamiento, persecución y cruz. Es en esta situación que nos sentimos aliviados.




jueves, 19 de abril de 2018

El bombardeo de Siria no ha sido un acto de justicia.



La historia se repite en Siria. Y, en Oriente Medio, es una cadena de repeticiones tramposas cubiertas con el hipócrita envoltorio de la justicia y el humanitarismo. La política internacional tiene muy poco ver que la moral. Sea cual sea la escuela o doctrina que se invoque: realista o idealista, intervencionista o aislacionista. Son los intereses los que determinan las decisiones.

Resulta muy difícil de tragar, para quienes llevamos informando décadas sobre los conflictos internacionales, que el reciente bombardeo contra supuestas instalaciones sirias relacionadas con su arsenal químico se presente como una acción reparadora o justiciera de un crimen contra la humanidad. Los escrúpulos selectivos no se sostienen.

PRESTIGIO DE LAS ARMAS, DESPRESTIGIO DE LA CONFIANZA

No se puede pretender que se ha actuado en Siria por un móvil de humanidad, como afirmó Theresa May en el Parlamento el pasado lunes, mientras se ha hecho la vista gorda (por no decir ciega) ante la monstruosidad que se lleva cometiendo desde hace años en Yemen.

No se puede pretender que se castiga al “animal” Assad, mientras el presidente-hotelero apenas ha consentido albergar en EEUU a 44 desplazados sirios en los últimos seis meses o poco más de 3.000 durante todo el año pasado, cinco veces menos que en el último año de Obama (1).

No se puede pretender que hay un sentimiento de compasión por esas víctimas, cuando el adalid del American first hace gala de desprecio por la suerte de ese o de otros países torturados, en una actitud pasivo-agresiva, como alguien ha definido con agudeza (2).

No se puede pretender estar del lado de los perseguidos cuando el justiciero de gatillo fácil protege, justifica, sostiene y ensalza a quienes cometen atropellos groseros continuados contra los derechos humanos en Egipto, Filipinas, Arabia Saudí o Palestina

No se puede pretender que se ha respetado la legalidad internacional, cuando se acudió a las armas antes de que se hubiera acreditado que, efectivamente, hubo un ataque con armas químicas en Duma y que el responsable fue el régimen sirio, por muy fundadas que estuvieran nuestras sospechas.

No se puede pretender que la precipitación en la respuesta militar respondió al convencimiento de que Rusia vetaría la legitimación del ataque cuando eso es lo que Estados Unidos (y en menor medida Francia y Gran Bretaña) suelen hacer cuando a la mesa del Consejo de Seguridad llegan denuncias sobre violaciones groseras del derecho internacional por parte de regímenes protegidos por Occidente (2).

No se puede pretender que los bombardeos sirven para algo más que exhibir una archiconocida superioridad bélica occidental, completamente inútil, por lo demás, para evitar la carnicería en la que lleva décadas sumida la región de Oriente Medio, pero sí para engrosar los arsenales de tiranos y las cuentas corrientes u ocultas de los fabricantes de armamento.

No se puede pretender que se puedan repartir certificados de buena y mala conducta en función de la docilidad o la resistencia que dictadores de uno u otro signo o naturaleza (presidente o reyes) demuestran ante la estrategia occidental en la región.

No se puede pretender que unas víctimas civiles merecen más reparación que otras según el tipo de armas con que son masacradas, ya sean químicas, biológicas, convencionales o de alta precisión, o según quién provoca la matanza.

No se puede pretender, con invocaciones grandilocuentes (Macron o May) o vulgares (Trump), que se imparte justicia cuando sólo se castigan los abusos o crímenes de los dictadores que no nos obedecen o que buscan protección, tutela o escondite en otras grandes potencias tan hipócritas como las nuestras, aunque menos sujetas el escrutinio público interno, como es el caso de Siria con Irán o Rusia.

No se puede pretender que una operación militar aislada, propagandista, de dudosa legalidad (o claramente ilegal) pueda sustituir a una estrategia fallida, en Siria y en el conjunto de la región más atribulada del planeta, como ha intentado hace el presidente Macron, fiel seguidor de sus antecesores en el Eliseo cuando, conscientemente o por inercia institucional, evidencia el reflejo colonial en algunas de sus decisiones internacionales.

No se puede pretender que el bombardeo de un país se acepte como una operación de prestigio o como un ejercicio moral cuando es un puro acto de fuerza, y en este caso, sin propósito a medio o largo plazo, desconectado de una estrategia sólida y verificable, tras cinco años de martirio espeluznante, que relata detalladamente el especialista Andrew Tabler (3)

LA MENTIRA COMO SISTEMA

En fin, no se puede pretender, después de Argelia, de Vietnam, de las dictaduras militares iberoamericanas, de Afganistán, de la guerra sucia en Centroamérica, de la antigua Yugoslavia, de Irak, de Palestina, de Yemen, y de todas las “guerras de baja intensidad” pero de alto sufrimiento humano que se nos dice por lo general la verdad, cuando se ha comprobado con lacerante asiduidad que se nos miente por sistema.

Hace unos días, Stephen Walt, profesor de Relaciones Internacionales de un instituto de Harvard, por quien este humilde comentarista siente confesada admiración, afirmaba en su último artículo para una publicación especializada que “ya no se podía confiar en América” (4).

Esta sentencia, como se pueden imaginar, estaba relacionada con escaso apego a la verdad del principal inquilino de la Casa Blanca, a quien, en sus primeros diez meses de mandato, se le detectaron seis falsedades por cada una imputada a Obama a lo largo de sus ocho años de presidencia.

En realidad, la mentira ya formaba parte del decorado del despacho oval y de otros despachos del mundo antes de que el recordman mundial del embuste se instalara en él.

Pero el riesgo consiste en que nos resignemos -esto es opinión de quien escribe, no del profesor de Harvard-; no tanto a que se mienta desde el poder, sino a que sólo se mienta. Ya sea para demostrar (Macron o May) que, a golpe de gatillo, conservamos intacta nuestra reputación de poderosos, como afirma mi compañero Rafael Díaz Arias (5), o para presumir de una exhibición de fuerza con lenguaje de adolescente adicto a los videojuegos de guerra (no hace falta indicar a quién me refiero).

NOTAS

(1) “Trump and the rest of the world offer a little hope for Syrian refugees”. ISHAAN THAROOR. THE WASHINGTON POST, 18 de abril.
(2) “More Mayhem in the Middle East”. BRIAN KATULIS y DANIEL BENAIM. FOREIGN POLICY, 16 de abril.
(3) “Despite the Trump’s bluster, it’s unclear what the Syria strikes accomplished”. THE GUARDIAN, 15 de abril. 
(4) “How Syria came to this”. ANDREW TABLER. THE ATLANTIC, 15 de abril.
(5) “America can’t be trusted anymore”. STEPHEN M. WALT. FOREIGN POLICY, 10 de abril. 

lunes, 16 de abril de 2018

Espiritualidad y religiones.


Iosu Perales

De vez en cuando algún obispo hace públicas reflexiones muy críticas rayanas en la intolerancia acerca de prácticas como el yoga, el reiki y otras meditaciones orientales. Dicen de ellas que no son compatibles con la fe cristiana, lo cual suscita perplejidad en buena parte de la ciudadanía. 

Para muchas personas espiritualidad y religión son lo mismo. Más todavía, hay quienes creen que sólo puede ser espiritual quien forma parte de una Iglesia. Es una idea equivocada. Mucho antes que el cristianismo –por poner un ejemplo tan cercano a nosotros– ya había hombres y mujeres que practicaban el cultivo del espíritu, que meditaban, que ayunaban, que vivían una intensa vida interior. Ahora bien, es también verdad que hay muchas personas con una religiosidad practicante y una gran espiritualidad. La realidad de esta relación es por consiguiente muy diversa y desde luego que todas las formas deben ser respetadas.

Creo que hay que diferenciar también entre quienes se sienten partícipes de una religión y no son miembros de una Iglesia y quienes lo son y observan sus normas. Lo religioso excede lo institucional, y puede encontrar en este último un ambiente favorable u hostil, como lo hizo notar hace muchos años el teólogo brasileño Leonardo Boff en su libro Iglesia: carisma y poder.


Un amiga, teóloga, me tiene dicho que precisamente por ser seguidora del Evangelio no es parte de ninguna Iglesia. “Los dogmas ya no me dicen nada. Las tradiciones del cristianismo, tal como las aprendí, me son cada vez más ajenas”. Mi amiga busca una espiritualidad que alimente de verdad el sentido de su vida. Por eso toma distancia, revisa y critica la religión aprendida. Como en su caso, pienso que mucha gente percibe que el sistema religioso que nos han enseñado habla de un concepto anticuado del mundo. Es necesario caminar con otros zapatos.


Mi amiga, como millones de personas en el mundo, practica el yoga. Encuentra en ello una calma mental y un equilibrio emocional que le ayudan a ser mejor persona. En la relajación encuentra una buena vía para viajar a su interior, conocerse y reconciliarse consigo misma. De alguna manera hace meditación, aunque es verdad que hay otras prácticas de raíz oriental más especializadas. En realidad no hay meditación mala. Precisamente, en las sociedades ruidosas del presente, qué falta hacen el silencio, la meditación, la prudencia y el diálogo crítico, que son virtudes esenciales en estos tiempos en los que la felicidad, tejida de solidaridad, sentido de justicia y buen trato, es un bien escaso.


Mi amiga cita a Einstein cuando dice: “A mí me basta con el misterio de la eternidad de la Vida, con el presentimiento y la conciencia de la construcción prodigiosa de lo existente”. Y añade: “La religión, el sistema religioso en el que me educaron me llenó de respuestas fijas, preestablecidas, muchas de ellas amenazantes, angustiantes, generadoras de miedo, de culpa y de infelicidad”. Lo que quiere decir es que es tiempo de humanizarnos superando los ritos rígidos y rutinarios. Su referente es Jesús de Nazaret en quien ve a un hombre espiritual y un maestro ético que no es responsable de los dogmas construidos desde el poder y justificados con monoteísmos rígidos y agresivos.


La meditación no es contraria en todo caso a la práctica de una religión. A través de ella se fortalece una cualidad humana que consiste en preguntarse sobre el sentido de la vida y en buscar respuestas. Se puede estar en los dos lugares al mismo tiempo. La posición escogida por mi amiga es un ejemplo de lo que está ocurriendo con mucha gente que deja de sentirse vinculada a la Iglesia católica y a las religiones organizadas en poderosas estructuras en general. Ahora bien, otros muchos millones de personas también practican yoga y meditación sin ser seguidoras de los evangelios. O bien son agnósticas o directamente ateas.


Como he afirmado toda meditación es buena. Hay autores que datan su presencia en hace cinco mil años. Budismo, hinduismo, paganismo, islamismo, judaísmo, cristianismo… han ido configurando formas de meditación que no deben ser jerarquizadas. Cada quien busca y procura encontrar aquella que encaja mejor en su personalidad, en sus creencias. No sería bueno que del mismo modo que las religiones discuten sobre cuál es la verdadera y se ufanan de que sus divinidades son más poderosas, las meditaciones discutieran sobre cuál es superior a las demás.


La espiritualidad no se cobija bajo un paraguas que representa una fe segura, lo que es muy legítimo, sino que se hace preguntas, es permanente búsqueda, es cuestionadora, es crítica, un camino propio. Es como un viaje al interior de la persona que medita a su modo e interpela a la conciencia para actuar de una determinada manera. Pero como digo creo que es perfectamente compatible con ser miembro de una Iglesia. Es desde la libertad que cada cual debe elegir, no debe haber imperativos externos que marquen las fronteras de lo prohibido y de lo permitido.


Por todo esto, no alcanzo a entender las descalificaciones de quienes erigiéndose en jueces consideran que entre el yoga y cualquier modalidad de meditación, bien sea laica u oriental, hay un muro infranqueable con la fe cristiana. Sinceramente creo que además de ser una afirmación errática, de autoaislamiento, es sectaria. Me suena a que quienes lo afirman están molestos por una cierta pérdida de control, una frustración derivada de ver que mucha gente medita de una u otra manera fuera de su ámbito. Al contrario, la empatía entre los seres humanos debería llevarnos, primero al respeto, segundo a la humildad de no creer que nuestra propuesta es la única válida. Lamentablemente, el integrismo sigue arraigado en algunos sectores católicos. Son incapaces de estar a la altura de los tiempos y ven lo nuevo como una amenaza.


Antes de llegar a un posicionamiento de choque y anulación del otro, los afirmantes deberían preguntarse porque las iglesias se vacían. Tal vez la idea de Dios más generalizada en las jerarquías no se asocia a la fiesta, a la alegría, al placer, a la belleza, y por ahí hay una respuesta. Tal vez durante siglos ha predominado la difusión de un Dios-control, de premios y castigos, y por ahí hay otra respuesta. En particular las jerarquías de la Iglesia Católica han perdido el paso de los nuevos tiempos y su discurso no convence, no es atractivo.


El clero se está haciendo mayor y su prestigio cultural y hasta religioso va en descenso. Es un fenómeno que abarca asimismo a protestantes y judíos. Este paulatino abandono de creencias antes indiscutidas afecta también a las ideologías. Con todo, hoy vivimos en sociedades dinámicas donde los postulados han ido cambiando: hoy por ejemplo los Derechos Humanos son el cemento en torno a los que se construye un nuevo consenso. Las iglesias deberían comprometerse de verdad, con hechos, con esta narrativa. En este contexto se extiende una espiritualidad laica que no tiene una única forma de vida, sino que se expresa de manera diversa y acoge experiencias de meditación que al parecer resultan exitosas. Abrir un frente contra el yoga o el reiki, no es sino dar un paso más en la dirección equivocada.


Termino. Un dicho ruso dice “la teoría es gris y verde el árbol de la vida”. Respetemos la pluralidad de opciones que buscan acercarse al menos a la felicidad. La vida se nos presenta como un abanico de posibilidades. No hay una única alternativa, una única creencia. Lo que hay son oportunidades a las que podemos optar libremente siempre desde el principio de que no hay meditación negativa y de que todas sus formas pueden ser compatibles. Lo que cuenta es la experiencia personal en la búsqueda del sentido de la vida.

viernes, 13 de abril de 2018

La Iglesia latinoamericana pide la convocatoria de un Sínodo universal sobre la mujer.


Jesús Bastante

Las mujeres "han de ser reconocidas y valorizadas como corresponsables de la comunión y misión de la Iglesia"

"Esta Pontificia Comisión para América Latina no pretende proyectar sus propios planteamientos y necesidades a la Iglesia universal, pero se plantea seriamente la cuestión de un Sínodo de la Iglesia universal sobre el tema de la Mujer en la vida y la misión de la Iglesia". La Iglesia latinoamericana ha dado el primer paso para el necesario reconocimiento de la mujer en la institución. A todos los niveles. Un camino apoyado por Francisco y que no tiene marcha atrás.

Esta es una de las principales conclusiones de un encuentro celebrado por la CAL, bajo el lema "La mujer, pilar en la edificación de la Iglesia y de la sociedad en América Latina". Entre otras, los responsables admiten que "siguen existiendo clérigos machistas, mandones, que pretenden usar a las mujeres como servidumbre dentro de su parroquia, apenas como clientela sumisa de los cultos y mano de obra bruta para lo que se necesite", y son rotundos en la respuesta: "Todo esto tiene que ir acabando".

Y es que las mujeres "han de ser reconocidas y valorizadas como corresponsables de la comunión y misión de la Iglesia, presentes en todas las instancias pastorales de reflexión y decisión pastorales". Al tiempo, recuerdan que "es posible y urgente multiplicar e ampliar los puestos y las oportunidades de colaboración de mujeres en las estructuras pastorales de las comunidades parroquiales, diocesanas, a niveles de las Conferencias episcopales y en la Curia Romana".


En el documento final, difundido este miércoles, afirma que "el cambio de época en el que estamos inmersos y que requiere de parte de la Iglesia una nueva propuesta de dinamismo misionero, exige un cambio de mentalidad y un proceso de transformación análogo al que el Papa Francisco logró concretar con las asambleas del Sínodo sobre la Familia -que llevaron a la exhortación apostólica Amoris Laetitia- y que ahora se propone con la próxima asamblea sobre los jóvenes".

Ese trabajo por la sinodalidad, también debe, según la CAL "estar libre de prejuicios, estereotipos y discriminaciones sufridas por la mujer". Al tiempo, pide a las comunidades cristianas "realizar una seria revisión" para "pedir perdón por todas las situaciones en las cuales han sido y todavía son cómplices de atentados contra su dignidad".

El documento agrega que las iglesias locales han de tener "la libertad y el coraje evangélico para denunciar todas las formas de discriminación y opresión, de violencia y explotación sufridas por las mujeres en distintas situaciones y para introducir el tema de su dignidad, participación y contribución en la lucha por la justicia y la fraternidad, dimensión esencial de la evangelización".

Por ello, "se invita a todas las instituciones católicas de enseñanza superior, en particular a las facultades de teología y filosofía, a continuar profundizando una teología de la mujer, a la luz de la tradición y del magisterio de la Iglesia, de renovadas reflexiones teológicas sobre la Trinidad y la Iglesia, del desarrollo de las ciencias, en especial de la antropología, como también de las actuales realidades culturales de los movimientos y aspiraciones de las mujeres", declara la CAL.

"Que se promueva en todas las iglesias locales y a través de las conferencias episcopales un diálogo franco y abierto entre pastores y mujerescomprometidas en diversos niveles de responsabilidad (dirigentes políticas, empresarias, líderes de movimientos populares y comunidades indígenas)", concluye el documento, que puede leer íntegro aquí.

jueves, 12 de abril de 2018

"Radiografía del Agua" alerta sobreexplotación del recurso hídrico.

Fuente: Chile Sustentable

El informe “Radiografía del Agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile” advierte sobre la escasez del recurso hídrico al norte en el país chileno. Esto debido a la sobreexplotación del agua y al cambio climático.

La publicación, dada a conocer en el marco de la 5.ª versión de Water Week Latinoamérica 2018, es una radiografía de la situación del recurso hídrico a partir de la información extraída de diversas fuentes oficiales y otorgada por instituciones, tanto del Estado como privadas, universidades nacionales e internacionales, centros de investigación y estudios.

De acuerdo al informe realizado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, 2015), Chile está ubicado dentro de los 30 países con mayor riesgo hídrico en el mundo al año 2025.

En la actualidad la brecha del agua, que comprende recursos disponibles en ríos, aguas subterráneas y la almacenada en el suelo o la vegetación, llegará a un punto crítico.
La problématica del agua.

Chile tiene una marcada desigualdad hídrica. Mientras que la zona sur de su territorio dispone de una mayor oferta del recurso hídrico, en la zona norte del país se presenta una menor oferta de aguas para el abastecimiento de las principales actividades que allí se desarrollan. 

La metodología de investigación se aplicó a 25 cuencas de las 101 existes en Chile, las cuales contaban con datos suficientes y comparables. La información obtenida se clasificó en cuatro categorías de BH: bajo, moderado, medio y alto.

El informe reveló que de las 25 cuencas analizadas, 9 presentan una brecha hídrica alta. Es decir, una fuerte presión sobre el recurso hídrico, consumiendo 40 por ciento o más del agua disponible y cuya baja disponibilidad resulta contraproducente para la sostenibilidad y el desarrollo económico.

Además, el informe señala que Chile ha venido transitando por una sequía meteorológica, la cual se ha acentuado en los últimos años por la disminución de precipitaciones y el aumento en la sequedad del aire por incremento en la temperatura.

El informe alerta que de seguir la falta de precipitaciones y el aumento de la temperatura resultaría imposible la sostenibilidad de la producción en los sectores agrícolas y energéticos.

Al respecto, las zonas de producción localizadas en torno a los causes de los ríos Los Choros, la Ligua, Limarí, Petorca y San José, al norte de Chile, serían los más afectados.






Ulrike Broschek: “La Radiografía del agua aborda brecha -relación oferta y demanda- y riesgo hídrico, que analiza la posibilidad de ocurrencia de un daño. Éste se mide en déficit, exceso y calidad de agua”. #WaterWeek2018


Cabe mencionar que el informe es la primera publicación de Escenarios Hídricos 2030, organismo en la que participan más de 40 instituciones y gremios chilenos y tiene como finalidad identificar los territorios con potencial falta de recurso hídrico y posibilidad de sufrir daño social, ambiental y/o económico.

Puedes ver el Resumen estratégico Radiografía del Agua - Fundación Chile, clic aquí.

Fuente: Servindi.org

miércoles, 11 de abril de 2018

Maestro, ¿dónde vives?


M. Carmen de la Fuente

“Maestro, ¿dónde vives?” (Jn 1, 38) es una pregunta que resuena fuerte en el interior de las mujeres y hombres que deseamos encontrarnos con Jesús, para conocerle más, amarlo más y seguirle más. Una pregunta que nos compromete, porque conocemos la respuesta, “venid a verlo” (Jn 1, 39) y porque sabemos que, si su mirada se cruza con la nuestra, su fuerza nos moverá a ir, a ver y a pasar el resto del día con él.

“Maestro ¿dónde vives?” nos ha llevado a Melilla-Nador, un lugar que, si alguna cosa es, es frontera, porque allí la frontera lo empapa todo. Una frontera que separa dos mundos que nos esforzamos en mantener alejados. Una frontera que hiere y mata a hombres y mujeres cada vez más jóvenes. Una frontera que no queremos mirar pero que es tan nuestra como de quien la construye y la protege. Una frontera a la que vivimos de espaldas porque duele, porque sabemos que está construida sobre nuestro miedo, nuestra indiferencia y nuestro egoísmo. Una frontera que se reproduce en nuestras calles, en nuestros barrios, en nuestro imaginario… para separar a los de aquí de los de allá, lo legal de lo ilegal, los documentados de los indocumentados, los que estamos de los que llegan…

Hasta ese lugar frontera llegamos un grupo de 35 personas para celebrar la Pascua en comunidad y acogidas por las comunidades que allí viven. Cada una desde nuestra historia, nuestra motivación personal y nuestro deseo: algunas movidas por la búsqueda y la necesidad de confirmar que sí, que Dios se hace presente también en la frontera; otras confiadas en vivir el encuentro porque saben que si Dios está en algún sitio, es en las fronteras y que es allí donde su rostro aparece con más claridad.

“Maestro ¿dónde vives?” es el interrogante que nos ha acompañado cada día durante esta Semana Santa y para el que hemos ido encontrando algunas respuestas, que no son definitivas y que no agotan la pregunta, pero que nos pueden ayudar a seguir nuestro camino.

El Maestro vive con y en las personas que sirven. Hombres y mujeres que además de servir para algo, viven sirviendo a alguien. Personas que curan las heridas del camino (las internas y las externas), que acompañan el sufrimiento, que simplemente están.
Son aquellas que suben al bosque para encontrarse con quien se esconde esperando la oportunidad de llegar al otro lado.
Son las que viven en lo alto del monte, entre la cárcel y el vertedero, acompañando a todo un barrio, llamando a cada vecino/a por su nombre.
Son aquellas que están rodeadas de menores extranjeros que viven en la calle, consiguiendo que por momentos dejen de ser “no acompañados” y recordándonos que también ellos son dignos de nuestra mirada.
Son aquellas que se ponen al servicio de quien ha conseguido cruzar la frontera –a pie de piedra, a pie de CETI- , ofreciendo herramientas para continuar su viaje.

Son mujeres y hombres de humanidad desplegada, que se arrodillan para lavar los pies de otros/as. Son presencia y puerta abierta. En ellas vive el Maestro mostrándonos como el amor puede –si queremos- convertirse en servicio.

El Maestro vive con y en las personas que sufren. Aquellas que vienen desde lejos recorriendo rutas imposibles que duran años. Personas que en el camino son convertidas en mercancía, extorsionadas, encerradas, maltratadas… pero que a pesar de tanto sufrimiento tienen una fuerza sobrehumana, alimentada por la fe en un Dios que sienten que los acompaña y los sostiene siempre y para siempre.
Son aquellas que sufren en un bosque en condiciones infrahumanas.
Son las porteadoras que cargan con bultos que valen más que su vida y que luchan cada día por pasar la frontera.
Son las que intentan saltar la valla una y otra vez, aunque en cada intento sean golpeadas de un lado y de otro, devueltas por la puerta de atrás y situadas de nuevo en el punto de partida.
Son los menores que viven en la calle esperando un hueco en los bajos de un camión o arriesgándose para “colarse” en un barco.

Son personas a las que tratamos de despojar de su humanidad, a las que recortamos su dignidad, a las que convertimos en cifras. Con ellas vive el Maestro (que también fue humillado ante la mirada de muchos) porque son sus elegidas, mostrándonos que la lógica de Dios es radicalmente opuesta a la lógica que mueve nuestro mundo.

El Maestro vive con y en las personas que esperan. Aquellas que mantienen la esperanza, a pesar de vallas y fronteras, porque saben que la muerte no tiene la última palabra. Son personas que esperan sin quedarse quietas, que viven en el camino con los sentidos afinados (mirando, escuchando, tocando, oliendo y gustando la Vida).
Son las que esperan que dejemos de dar rodeos, miremos al margen del camino -a la frontera- y que la compasión nos lleve a hacernos cargo, cargar y encargarnos de la realidad. Mientras tanto siguen gastando su vida curando las heridas de los que yacen “apaleados y medio muertos”.
Son aquellas que esperan que los estados dejen de protegerse con alambradas y concertinas, de las personas que huyen de la miseria que sostiene nuestro bienestar. Mientras tanto denuncian las situaciones de injusticia y vulneración de derechos humanos de las que son testigo.
Son las que sencillamente explican “esto tiene que ser de otra manera” y cuentan a quien se acerca a ellas el sufrimiento que han visto con sus propios ojos. Con su relato lleno de rostros desean contagiarnos de la humanidad que vamos perdiendo, mientras esperan que la frontera deje de ser un lugar donde perder la vida.

Son personas que mantienen su compromiso con la Justicia y desde él nos interpelan continuamente. Con ellas vive el Maestro y en ellas sigue resucitando, manteniendo viva la esperanza (contra todo pronóstico).

“Maestro ¿dónde vives?”. Con las personas que sirven, con las personas que sufren, con las personas que esperan. Estos son los ecos de unos días en la Frontera Sur. Que este tiempo de Pascua que ahora comenzamos sea oportunidad para seguir encontrando al Maestro en nuestras fronteras, cada uno/a en las suyas: visibles e invisibles, internas y externas. Puede ayudarnos hacer el camino con los ojos bien abiertos y, quizá, dejar de mirar cerca y hacia arriba para mirar lejos y hacia abajo.

sábado, 7 de abril de 2018

La federación evangélica critica que los ministros de Estado vayan a las procesiones.



La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) criticó este martes “la participación oficial de los ministros de Justicia, Rafael Catalá, Defensa, Dolores de Cospedal, Educación, Íñigo Méndez de Vigo e Interior, Juan Ignacio Zoido en las procesiones de la Semana Santa católica”, porque daña “la imagen de la aconfesionalidad del Estado español”.

La presencia de estos ministros en las procesiones es, según Ferede, “muy desafortunada e inapropiada”, ya que “en un Estado aconfesional los cargos públicos, por definición, no pueden ni deben profesar devoción religiosa alguna”. Por tal motivo, según los evangélicos, “si un ciudadano que ostenta un cargo público desea expresar su devoción en un acto religioso, debería hacerlo de forma muy discreta y a título inequívocamente particular”.

Considera Ferede que “lo mismo puede decirse respecto a la participación de otros cargos públicos, representantes políticos, miembros de las Fuerzas Armadas, y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en estos actos y otros que se producen en otras festividades religiosas a lo largo del año”.

Ferede asegura que la presencia de la Legión, por ejemplo, “con sus uniformes, himnos, símbolos y banderas que pertenecen y representan a todos los españoles, resulta ofensiva por discriminatoria para millones de ciudadanos que profesamos otras creencias religiosas, afectando de manera negativa a la convivencia y a la unión de todos los españoles. Además, la participación de soldados y mandos del Ejército en actos religiosos no puede tener el estatus de un acto militar y, por lo tanto, ser de asistencia obligatoria”.

Además, observa esta federación que con estos actos España parece estar inmersa “en un lamentable retroceso a posiciones confesionales e identitarias propias de otros tiempos”.

Por esto, reitera “una vez más nuestra solicitud al Gobierno español de que se establezca un protocolo claro, preciso y no abierto a interpretaciones particulares, que regule la participación o no de los cargos públicos y los representantes de las instituciones del Estado en cualquier acto de carácter religioso, según proceda. Que, a tal efecto, nos ponemos a disposición del Gobierno para ayudar a la elaboración y redacción de dicho protocolo”.

viernes, 6 de abril de 2018

El sueño que no termina: Martin Luther King Jr, legado que resurge.

Martin Luther King Jr. y su familia, en su casa de Atlanta, Georgia, en marzo de 1963Foto Ap


David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada

El reverendo Martin Luther King Jr., al morir el 4 de abril de 1968, se había convertido en un hombre mucho más peligroso del que dio su histórico discurso Tengo un sueño, en 1963: se había atrevido a cuestionar los fundamentos del sistema político y económico del país y llamó a una revolución moral contra los trillizos gigantescos del racismo, el materialismo extremo y el militarismo.

En su último año de vida, King Jr. declaró que el movimiento de derechos civiles que había encabezado necesitaba transformarse en un movimiento de derechos humanos y condenó no sólo la violencia y explotación dentro del país, sino también la política imperial. Se proclamó contra la guerra en Vietnam y la explotación del tercer mundo, afirmando que, como campeón de la no violencia –expresada en el histórico (y casi nunca citado por las élites) discurso en la iglesia Riverside, de Nueva York, que ofreció justo un año antes de su asesinato–, sabía que nunca más podría elevar mi voz contra la violencia de los oprimidos en los guetos sin antes haber hablado claramente sobre el más grande proveedor de la violencia en el mundo actual: mi propio gobierno.

Fue repudiado no sólo por opositores, sino por muchos de sus colegas que le aconsejaban no salirse del guion de los derechos civiles, y enfrentó la reprobación de la opinión pública, con dos tercios expresando desacuerdo con sus nuevas posiciones y una mayoría de los afroestadunidenses. Medios que lo habían elogiado, como el New York Times, el Washington Post o la revista Time, criticaron su nueva posición. La Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que lo había espiado por considerarlo un peligro para la nación, ahora buscaba cómo destruirlo políticamente por órdenes personales de su director, J. Edgar Hoover. El presidente Lyndon Johnson jamás lo perdonó. A la vez, se intensificaron las amenazas de muerte ya comunes durante muchos años y varios políticos y hasta colegas de lucha que lo habían elogiado cuando su mensaje se había limitado sólo al tema del racismo lo abandonaron.


Él había anunciado una nueva Campaña de los Pobres (Poor people’s campaign) enfocada en la desigualdad económica y la explotación de los trabajadores. Viajó a Memphis, Tenesí, para brindar su apoyo a una huelga de trabajadores municipales de limpieza, y mientras se preparaba para ir a cenar, al salir al balcón del motel Lorraine una bala segó su vida.


La noticia sacudió al país, y estallaron furiosos disturbios en decenas de ciudades alrededor del país, y en la capital –donde había ofrecido un discurso cinco días antes– se contaron más de 800 incendios y 13 muertes en los cuatro días de explosiones de ira.


Su imagen oficial post mortem fue cuidadosamente maquillada para que se quedara en 1963, con el sueño de igualdad racial, y hasta la fecha, en todo festejo oficial en escuelas o en los pasillos del poder en Washington, está congelado ahí, y casi nunca hay referencia al King del último año, uno que convocaba una transformación radical de su país.


Lo amaban como un mártir después de que fue asesinado, pero lo rechazaron como manifestante cuando estaba vivo, comentó recientemente a The Guardian Jesse Jackson, quien estaba con él ese día trágico.




Su último discurso –en un acto en Memphis donde no estaba programado– pareció pronosticar su muerte, declarando que Dios me permitió subir la montaña. Y vi al otro lado, y he visto la tierra prometida. Yo podría no llegar ahí con ustedes, pero quiero que sepan esta noche que nosotros, como un pueblo, llegaremos a la tierra prometida.

Los ecos de sus mensajes, entregados con esa inconfundible voz sonora, retumban por este país medio siglo después. Sus críticas y condenas al sistema estadunidense al enlazar el tema del racismo con el de la injusticia económica y el militarismo se podrían aplicar a la coyuntura actual. A la vez, sus ecos están en las movilizaciones por un salario digno en estos momentos expresado por decenas de miles de maestros de educación pública en West Virginia, Kentucky, Oklahoma y Arizona; están en el nuevo movimiento estudiantil contra la violencia de las armas, donde en la masiva Marcha por nuestras vidas, hace unos días, apareció entre los cientos de miles de jóvenes Yolanda Renee, de nueve años de edad, nieta de King; está en el movimiento de Black Lives Matter, y también con el de los jóvenes inmigrantes dreamers, está en luchas en los campos y en los centros urbanos.

Esta primavera, King estará presente en el renacimiento de su último proyecto, La campaña de los pobres: un llamado nacional por la renovación moral, convocada por el reverendo William Barber (quien algunos consideran potencialmente como un nuevo King) organizado desde abajo con la idea de detonar seis semanas de desobediencia civil no violenta con el objetivo de salvar el alma de Estados Unidos[https://poorpeoplescampaign.org].

Barber, como también Jesse Jackson y el representante John Lewis, entre otros veteranos del movimiento encabezado por King, estará en Memphis junto con otros en una serie de actos ahí, como otros en Atlanta donde está el monumento y centro de King (dirigido por su hija, Bernice King), para marcar los 50 años de su muerte –y habrá todo tipo de eventos en todo el país para conmemorar al gran líder moral. Pero la disputa sigue sobre a cuál King se recuerda, si sólo el del mensaje de amor y reconciliación, festejado por políticos, iglesias, empresarios y funcionarios, o el hombre de las palabras peligrosas que permanecen más vigentes que nunca en este país.

Cuando nuestros días se vuelven grises con las nubes bajas de la desesperanza, y cuando nuestra noches se vuelven más oscuras que mil medianoches, recordemos que hay una fuerza creativa en este universo trabajando para bajar las gigantescas montañas del mal, un poder que es capaz de hacer un camino donde no existe camino y transformar los ayeres oscuros en brillantes mañanas. Que nos demos cuenta de que el arco del universo moral es largo, pero que se inclina hacia la justicia, declaró Martin Luther King Jr. en 1967 al animar a sus seguidores a confrontar la injusticia fundamental del sistema estadunidense.


jueves, 5 de abril de 2018

Gafas que lo ven todo.


Silvia Ribeiro*

En la novela 1984 de G. Orwell (publicada en 1949) el Gran Hermano es una entidad omnipresente que observa a todos los ciudadanos, apoyada en una trama de instituciones de control, que vigilan acciones, pensamientos y lenguaje, instaurando el uso de una neolengua que reduce y elimina contenidos con el fin de vaciar las formas de pensar en libertad. La visión de la realidad está fuertemente distorsionada por los medios de comunicación.

Cualquier parecido con la realidad que vivimos no es coincidencia. Lo que denunciaba Orwell sigue siendo el objetivo de estados y empresas trasnacionales: conocer qué pensamos y qué hacemos para controlar a toda la población, sea para moldearla a consumir lo que vendan, para que voten a alguien, para que acepten condiciones de explotación, para adormecerla en mundos virtuales y distraerla de la realidad brutal que nos rodea, y si eso no alcanza, para reprimir a quien se rebele o no se adapte al statu quo dominante. El escándalo que sigue creciendo sobre el uso de información de millones de usuarios en Facebook y otras fuentes por Cambridge Analytica, es parte de ese contexto.

Orwell muestra una realidad opresiva, en la que los ciudadanos obedecen por miedo y formas de control agobiantes. Pero en realidad, la neolengua se está formando al castrar el lenguaje en mensajes hipersintéticos que eliminan vocales, sustituyen palabras por unas letras que evocan una frase. En el camino desaparecen tildes, eñes, signos que abren interrogación y admiración y quizá, al mismo tiempo, la apertura a interrogarnos y admirar el mundo real. Los sentimientos y el tejido infinito de compartirlos en palabras se sustituye por unas caritas estándar para todos los países, idiomas y culturas.

Orwell nunca imaginó que todo esto no sería impuesto, que usar esa neolengua y poner en público la información e imágenes de qué pensamos y hacemos, dónde estamos, qué comemos, con quién hablamos, lo que nos gusta y lo que opinamos de muchos temas no sería un proceso forzado y obligatorio, sino voluntario al participar en lo que paradójicamente se ha dado en llamar redes sociales. Muchísima gente en el planeta vivimos bajo la vigilancia e influencia de las empresas que manejan esas redes de comunicación indirecta, entre las mayores las llamadas GAFA: Google, Apple, Facebook y Amazon.

La información que reúnen Google y Facebook sobre cada usuario es mucho más de la que imaginamos. Un artículo reciente en The Guardian, enlista la cantidad enorme de datos que ambos cosechan al registrar y conservar históricamente, con indicación de tiempo y lugar, el uso que hacemos de sus sitios y otras aplicaciones, las páginas de Internet que vemos, los lugares donde estuvimos, dónde trabajamos, los mensajes que intercambiamos, el directorio de contactos, fotos, avisos que nos llaman la atención, la información que borramos y un largo etcétera. 


Google y Facebook juntos saben más de nosotros que nuestras parejas, familias y amigos. A esto se suma la información electrónica adicional que dejamos en instituciones, tiendas, bancos, etcétera. Todo lo que cargamos en Facebook va por defecto a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos. Pero aunque no fuera así, el caso de Cambridge Analytica muestra que toda esa información puede ser vendida, comprada o conseguida para usarla con fines comerciales, políticos, militares o represivos. El manejo de datos masivos y el uso de inteligencia artificial es lo que permite conectar e interpretar tal cantidad de datos.

A esto se suma la omnipresencia de cámaras de seguridad en espacios abiertos, instituciones, lugares de trabajo y educativos, y el hecho de que las propias empresas como GAFA y similares, pueden vernos y escucharnos en nuestras casas mediante micrófonos y cámaras de teléfono, computadoras, pantallas de televisión y hasta drones, que en poco tiempo serán comunes para servicios de entrega a domicilio.

A nivel mundial, el líder de las tecnologías de vigilancia es China, que ha integrado el reconocimiento facial a las cámaras de vigilancia públicas y este sistema a su vez a lentes que usan policías en lugares públicos, que conectan imágenes con el historial de cada persona en archivos policiales y de instituciones públicas. China vendió a Ecuador en 2016 el sistema de cámaras de vigilancia Ecu911, que integra parte de estas herramientas.

El laboratorio de vigilancia extrema y control masivo de la población para China parece ser la provincia de Sinkiang, donde vive la población Uygur, mayoritariamente musulmanes, que han protagonizado protestas contra el gobierno desde 2009. Allí instalaron estrategias y tecnologías de vigilancia de punta. A la recolección de datos por cámaras y redes sociales –las permitidas en China, que no son de GAFA– han integrado la identificación de ADN, a partir de bancos genéticos recolectados y el muestreo obligatorio de los Uygur. Un dato significativo es que han cambiado su política de Internet y redes móviles. Mientras en 2009 silenciaron las redes por meses, ahora la estrategia es la opuesta. Necesitan que exista mayor conectividad para que la red de control pueda extenderse. (https://tinyurl.com/yars2nef)

El ejemplo de Sinkiang parece extremo, pero es el modelo que piensan seguir en el resto de China, además de venderlo a otros países. Estados Unidos, Europa, Rusia tienen ya opciones similares.

Ya conscientes, esta realidad se torna opresiva, como pensó Orwell, y eso es un buen paso. No es un ruta sin salida. Pero tenemos mucho que pensar y actuar para enfrentarla.

*investigadora del Grupo ETC

miércoles, 4 de abril de 2018

Políticos y predicadores.


José M. Castillo, teólogo
Fuente: Teología sin censura

Los políticos gobiernan. Los predicadores exhortan. En teoría, la cosa es así. En la práctica, sabemos que muchas veces se producen deslizamientos, del gobierno a la predicación. O al revés, sabemos que abundan los predicadores que, en lugar de exhortar, se dedican a mandar.
Por eso no es raro ver, en el hemiciclo de las Cortes, a parlamentarios que, en lugar de decidir lo que conviene al bien de la ciudadanía (argumentando debidamente lo que deciden), se dedican a pronunciar auténticos sermones, con sus promesas y amenazas, como corresponde a un buen predicador.

Y si, en lugar de irte al Parlamento, te vas a la catedral o a la parroquia, es posible que te encuentres al clérigo de turno imponiendo obligaciones o prohibiendo libertades, que, de hacerle caso, la feligresía saldría de la iglesia con la cabeza gacha y el ánimo encogido, suave y humilde, como el que es llevado en el furgón de Alcalá-Meco.

Pero, si vamos al fondo del problema, el peligro más serio, que amenaza a políticos y predicadores, no está en que intercambien los papeles. Lo más grave, que les amenaza a todos, es la hipocresía. Algo en que casi nadie piensa, pero en lo que incurrimos casi todos con demasiada frecuencia. Y no se piense que lo de la “hipocresía” es cosa baladí. ¡Qué va! Nada de eso. La “hypokrisis”, de la que hablaban los griegos, pertenece originalmente al lenguaje teatral. De forma que “la representación teatral” terminó por significar (en sentido negativo) “hipocresía” (U. Wilckens).

De ahí que el verbo “hykrynomai” significa “representar un papel”.
Pues bien, así las cosas, esto nos lleva a pensar que políticos y predicadores son personajes que tienen que andar haciendo auténticos equilibrios, para no terminar siendo “hipócritas comediantes”, que van por la vida representando “el gran teatro del mundo”. Individuos que, si no son heroicamente auténticos, acaban siendo artistas de la mentira, la corrupción y el engaño. Y destaco el heroísmo de autenticidad que necesitan quienes se dedican a la representación de lo que nos conviene a los “ciudadanos” y a los “creyentes”.

En el caso de los políticos, la tentación es fuerte, demasiado fuerte. Porque el poder y el dinero tienen una fuerza de seducción a la que no es fácil resistir con la integridad que está en juego cuando lo que se decide son los derechos, la dignidad, la salud, la cultura… de la sociedad entera. Y en el caso de los predicadores, la tentación del poder y del dinero (que también en ellos está presente) se acrecienta con otra tentación, la fidelidad a fórmulas “dogmáticas”, que fueron necesarias y se vieron como intocables en tiempos remotos.

Hay “dogmas”, que fueron apremiantes hace quince siglos, pero que hoy ya, ni se entienden, ni interesan como no se haga de ellos la debida y necesaria hermenéutica (interpretación). Pero eso justamente es lo que hace que el predicador de turno hable desde una “intemporalidad”, que les ofrece a los pacientes fieles unos temas y un lenguaje que pudo interesar hace mil quinientos años, pero que ahora ni se entiende, ni interesa, ni responde a las necesidades que hoy tenemos y al lenguaje con el que nos comunicamos

Consecuencia: políticos y predicadores han perdido, casi todos, su credibilidad. ¿Quién se fía hoy de lo que se dice en el parlamento o en la catedral? A lo más que llegamos es a que los políticos se alíen con los “novios de la muerte”. Así, política y religión interesan como noticia. Pero más de eso, ¿para qué? O ¿a quién?

martes, 3 de abril de 2018

La Ressurrección como una revolución en la evolución.


por Leo Boff

En la siguiente entrevista del 27 de marzo de 2018 Boff explica que “la Resurrección es la concreción de la utopía predicada por Jesús, el Reino de Dios que implica la superación de morir y de la muerte”. Pero ¿cómo comprenderlo dejando de lado pruebas (científicas) concretas? Es ahí donde, según el teólogo, se inscribe como alternativa la narrativa mítica. “El mejor camino es elaborar narrativas y proyectar mitos que, en el sentido moderno del término, son un medio de expresar lo indecible. El mito no inventa el hecho, le da una forma para que podamos comprenderlo”, explica.

Lea la entrevista completa.

IHU On-Line – ¿En qué medida la Modernidad perturba el entendimiento pleno del concepto de Resurrección?

Leonardo Boff – No veo que la Modernidad tenga interés en el tema de la Resurrección, no los autores que conozco. Sí se preocupan por el tema de la muerte. Por otro lado, si tenemos un concepto más profundo del ser humano, ahí sí apunta el tema de la Resurrección. Si aceptamos que el ser humano es un proyecto infinito y está devorado por un deseo que no conoce límites, como Aristóteles y Freud reconocieron, ahí se plantea la pregunta: ¿cuál es el objeto adecuado a su impulso infinito y al oscuro objeto de su deseo infinito?

Sólo un infinito sacia nuestra sed de infinito, sólo una vida que es eterna hace descansar el deseo. Es la famosa experiencia agustiniana del “cor inquietum” que sólo descansa cuando encuentra a Dios. El sentido de la vida es más vida, es la plenitud de la vida. Es lo que los cristianos llamamos Resurrección.

IHU On-Line – ¿En qué consiste el “resucitar” según la Teología y la Antropología?

Leonardo Boff – La Resurrección no puede ser identificada con la reanimación de un cadáver como el de Lázaro que, finalmente, acabó muriendo. La resurrección es la irrupción del “novissimus Adam” de San Pablo (1Cor 15,45). Es decir, es la completa realización de todas las incontables virtualidades presentes en el ser humano. Si es un proyecto infinito, la Resurrección representa el momento en que estas virtualidades llegan a su plena floración.

IHU On-Line – ¿Cuáles son los límites de buscar la Resurrección como un dato histórico? ¿Y de qué forma la lectura mítica puede ampliar el entendimiento acerca de la Resurrección?

Leonardo Boff – Nadie vio la resurrección de Jesús. Tenemos sólo testimonios de personas a las que se dejó ver y algunas señales como el sepulcro vacío y sus vestiduras. Por lo tanto, no es un hecho histórico susceptible de ser detectado por una cámara o por la televisión. Es un hecho que sucedió en Jesús, accesible por la fe en los testimonios.

Este evento no pertenece al mundo del bios, de la vida biológica que siempre termina en la muerte. Por eso los textos juiciosamente hablan de Zoé, que significa una vida eterna. Tampoco dicen: hemos visto al Señor, sino: Él se dejó ver (óphte en griego, aoristo pasivo de oráo ver). La iniciativa parte de Jesús y no de los apóstoles, a los que les permite verlo. Podríamos decir que la Resurrección es la concreción de la utopía predicada por Jesús, el Reino de Dios, que implica la superación de la muerte y el morir. No sin razón Orígenes, uno de los más geniales teólogos cristianos del norte de Egipto en el siglo III, denomina la resurrección como la autobasilea tou Christou: la autorrealización del Reino en Cristo.

Cuando las realidades son demasiado grandes, nos faltan conceptos y palabras. El mejor camino es elaborar narrativas y proyectar mitos que en el sentido moderno del término (en C.G. Jung y en los antropólogos) son un medio de expresar lo indecible. El mito no inventa el hecho, le da una forma que podamos comprender. En esa línea se debería pensar la resurrección de Jesús. Antropológicamente es fecunda, pues se encuentra con lo que de utópico e infinito discernimos en el ser humano.

IHU On-Line – Muchos estudiosos sostienen que la Resurrección de Cristo es la victoria de la vida sobre la muerte. ¿Cómo podemos comprender tal perspectiva?

Leonardo Boff – La vida está llamada a la vida y no a la muerte, aun cuando sabemos que un día vamos a morir. Este es el anhelo fundamental del ser humano, no sólo vivir mucho, sino, como señalaba Nietzsche, vivir eternamente. En ese sentido, la Resurrección representa un tipo de vida tan plena que en ella no penetra la muerte. Pero para eso, ella necesita transfigurarse, es decir, realizar totalmente al ser humano en sus infinitas posibilidades. No vivimos para morir, como dirían los existencialistas. Morimos para resucitar. Don Pedro Casaldáliga lo formuló bien: la alternativa cristiana es o vida o resurrección.

IHU On-Line – ¿Es posible afirmar que el Dios vivo en el Cristo sólo se revela plenamente en la Resurrección? ¿Por qué?

Leonardo Boff – Mientras estaba entre nosotros, Jesús participaba de todo tipo de limitaciones e incluso achaques de la existencia humana. Es lo que está implícito en la encarnación. El autor de la Epístola a los Hebreos es muy concreto: “entre súplicas, clamores y lágrimas se dirigió a aquel que lo podía salvar de la muerte… y aprendió a obedecer por medio de los sufrimientos” (Hb 5,7-8). Más adelante dice que él “es el general de la fe” (12,2). La Resurrección es la superación de esta situación carnal y el paso a la situación “espiritual” (del Espíritu de vida). Aquí Dios se revela como el Dios que hace de un muerto, un vivo y de un vivo el “novísimo Adán”. Se da la plena revelación del Dios vivo que quiere la vida y que en el libro de la Sabiduría se revela como “el apasionado amante de la vida” (Sb 11,24).

IHU On-Line – ¿En qué consiste la idea de “resurrección de la carne” y de qué forma se articula con la perspectiva del sepulcro vacío, tan detalladamente descrito en la narrativa de Marcos?

Leonardo Boff – “Carne”, bíblicamente, significa la situación humana frágil, enfermiza, mortal. Esta situación fue totalmente transmutada por la Resurrección. Pablo lo dice claramente: “se siembra un cuerpo vital y se resucita un cuerpo espiritual” (1Cor 15,44). Yo sostengo la tesis, aceptada por muchos, de que las apariciones al final del evangelio de Marcos serían un añadido posterior, un pequeño resumen de las apariciones. El Marcos original no tendría nada de eso. Jesús termina diciendo “a los discípulos y a Pedro que Él (Jesús) los precederá en Galilea. Allí me veréis como os dije” (Mc 16,7).

Con eso quiero decir que Jesús no se ha manifestado aún de forma plena. Todos estamos en camino a Galilea (el término de la historia) para verlo entonces cara a cara. Me parece que así se entiende mejor la historia humana, porque a pesar de la Resurrección de Cristo en verdad nada ha cambiado, pues campa la muerte y la violencia en el mundo. En la esperanza caminamos hacia la Galilea de la resurrección. El mismo Jesús está en proceso de resurrección, pues sus hermanos y hermanas, que somos nosotros, aún no han resucitado ni el universo que le pertenece ha alcanzado su plenitud. Está todavía en fase de cosmogénesis. Cuando todo se complete, entonces, Jesús y su comunidad habrán finalmente resucitado. Aquí caben las palabras de Ernst Bloch: “el génesis está al final y no al principio”.

IHU Online – Usted dice que la Resurrección representa “una revolución en la evolución”. Me gustaría que detallara esa perspectiva.

Leonardo Boff – La moderna cosmología afirma unánimemente que el estado del universo no es la estabilidad, sino la movilidad. Todo se está expandiendo, completándose y autocreando. La evolución permite que las virtualidades latentes dentro del universo conozcan emergencias, puedan irrumpir bajo las formas más diferentes. En este sentido, el universo no está todavía listo. En vez de hablar de cosmología, deberíamos hablar de cosmogénesis, la lenta y progresiva génesis de todas las cosas.

Cuando digo, siguiendo a Jürgen Moltmann, que la Resurrección es una revolución en la evolución, quiero decir que la Resurrección es una pequeña anticipación del fin bueno de la creación, como si el término de la evolución se anticipase y nos mostrara en pequeño lo que nos está preparado. Eso es una revolución dentro de la evolución que aún continúa y sigue su curso.

IHU On-Line – ¿De qué forma el panenteísmo puede contribuir al entendimiento de la Resurrección en nuestro tiempo?

Leonardo Boff – La expresión panenteísmo fue creada en el siglo XIX por un teólogo protestante de nombre Krause. Y no tiene nada que ver con el panteísmo. Él quiere decir lo que la teología antigua y clásica enseñaba y todavía enseña con la expresión “pericóresis” (la intro y retro relación de todo con todo) o “circumincesión”. Primero se aplicaba a la relación de la creación con el Creador: ambos están de tal manera imbricados que uno no puede ser entendido sin el otro. Después se aplicó a la cristología y a la doctrina trinitaria. Las tres divinas Personas están tan íntimamente relacionadas que una siempre implica a la otra y así eternamente.

Panenteísmo significa, entonces, que Dios está en todo y todo está en Dios, guardadas las diferencias entre criatura y Creador. No se trata de panteísmo según el cual todo es indistintamente Dios. El propio Voltaire mostró el absurdo filosófico que tal afirmación comporta. El panenteísmo guarda las diferencias, pero revela cómo ambos están presentes el uno en el otro y no pueden ser pensados separadamente. Esta comprensión puede generar una mística como la de Pierre Teilhard de Chardin o la de San Francisco de Asís, que conseguían ver a Dios en todas y en cualquiera de las realidades.

El Cristo cósmico de las epístolas de San Pablo y de la introducción del evangelio de San Juan nos da la perspectiva del “pléroma”, es decir, de la universalidad de la presencia del Resucitado en todas las cosas. Es célebre el dicho 77 del evangelio apócrifo de Santo Tomás, al que grandes nombres de la exégesis como Joaquim Jeremías y otros confieren gran autoridad, pues parece haber salido de la boca del Resucitado: “Yo soy la Luz del mundo. Todo salió de mí y todo vuelve a mí. Raja la leña y estoy dentro de ella, levanta la piedra y estoy debajo de ella, porque estaré con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos. Levantar una piedra cuesta y rajar la leña es duro. Incluso estos quehaceres comunes contienen la presencia del Resucitado.

IHU On-Line – ¿Cómo puede la vuelta a la experiencia de la Resurrección de Cristo inspirar a la humanidad de nuestro tiempo a superar sus dilemas?

Leonardo Boff – Tal vez este pequeño cuento del área de la ecología que se encuentra en mi libro Ecología: grito de la Tierra – grito de los pobres (307) pueda responder a esta pregunta: «En cierta ocasión un anciano y santo monje fue visitado en sueños por el Resucitado. Este, el Resucitado, lo invitó a pasear por el jardín. El monje accedió con entusiasmo y lleno de curiosidad. Después de caminar largo tiempo dando vueltas por el sendero del jardín como hacen aún hoy los monjes después del almuerzo, el santo y anciano religioso se atrevió a preguntar: “Señor, cuando andabas por los caminos de Palestina, una vez dijiste que un día volverías con toda tu pompa y gloria, ¡pero esa vuelta se está demorando mucho!”. Tras unos momentos de silencio que parecían una eternidad, el Resucitado respondió: “mi querido hermanito: cuando mi presencia en el universo y en la naturaleza sea evidente; cuando mi presencia en tu piel y en tu corazón sea tan real como mi presencia aquí y ahora; cuando esta conciencia se vuelva cuerpo y sangre en ti hasta el punto de no pensar más en ello; cuando estés tan lleno de esta verdad que ya no necesites preguntar con curiosidad, entonces mi querido hermano habré regresado con toda mi pompa y gloria”».

Más no se necesita decir: el Resucitado está entre nosotros sólo en las fimbrias del misterio; quien crea y sea sensible percibirá su presencia.

Traducción de Mª José Gavito Milano

Leonardo Boff é teólogo e escribió el libro Nuestra resurrección en la muerte, Vozes 2004.