sábado, 23 de enero de 2021

La naturaleza como base para recuperarse de la crisis del coronavirus.


El paseo Sant Joan, en Barcelona, es un ejemplo de este tipo de soluciones. Roser Vilallonga / Archivo


LORENA FARRÀS

Los tejados verdes, el compost, los pasos de fauna, los métodos de depuración naturales o las prácticas de la agricultura ecológica son algunos ejemplos de lo que se conoce como soluciones basadas en la naturaleza (SbN).

Es algo tan viejo como el propio mundo, puesto que se inspiran y se apoyan en el comportamiento del medio natural. Sin embargo, la economía mundial ha crecido muchas veces de espaldas a esta realidad a pesar de que estas iniciativas no solo son ventajosas para el planeta, sino también rentables y resilientes, según los expertos consultados.
Alternativas
No solo son ventajosas para el medio ambiente, sino también rentables y resilientes


Cada vez son más las voces que se alzan para aprovechar la recuperación económica para volver a tejer alianzas con la naturaleza. Especialmente teniendo en cuenta de que nos encontramos inmersos en una crisis (la de pandemia de la covid) que tiene como origen la intromisión del ser humano en el medio natural. Las Naciones Unidas advierten, además, de la importancia de estas soluciones para hacer frente a la crisis climática y detener la rápida pérdida de biodiversidad.

En la cuarta edición de la Cumbre Un Planeta (One Planet Summit), el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, indicó que las oportunidades comerciales emergentes en la naturaleza podrían crear 191 millones de puestos de trabajo para el año 2030, según el Foro Económico Mundial. En Málaga están tan convencidos de ello que ha nacido un Clúster de Soluciones Basadas en la Naturaleza. Es el primero en España y está integrado por 36 entidades, según su presidente, Enrique Salvo.


Paso de fauna en una autopista Otras Fuentes

En la actualidad “este tipo de soluciones son aplicadas principalmente por administraciones públicas”, señala Francesc Baró, investigador posdoctoral del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB). 

Algunos de los ejemplos catalanes recogidos en el Observatorio de las SbN –impulsado por la Fundación Conama y el Centro de Cooperación para el Mediterráneo de la UICN– son el proyecto Alcorques Vivos de Barcelona, la remodelación del barcelonés paseo de Sant Joan y la recuperación de las dunas de las playas del delta del Llobregat. Alcorques Vivos consiste en la siembra específica de una mezcla de herbáceas nativas de flor que sirvan para atraer a entomofauna específica para el control biológico de plagas del arbolado viario.

En la segunda iniciativa, además de aumentar la presencia de vegetación en la céntrica calle de la capital catalana y dar prioridad al peatón, se ha diseñado el suelo de tal manera que ayude a gestionar el agua para disminuir el riesgo de inundaciones. Finalmente, al restaurar y asegurar la estabilidad de las dunas y de la biodiversidad que de estas depende, se ha aumentado la resiliencia costera frente a temporales.

“Ciudades como Barcelona han hecho una importante apuesta en los últimos años y cada vez hay más proyectos en municipios de todos los tamaños”, afirma Víctor Irigoyen, de la Fundación Conama.
Sectores
La empresa privada también se apunta a la tendencia

También las empresas privadas empiezan a aplicar soluciones basadas en la naturaleza. Albert Sorolla, de la empresa de proyectos de bioingeniería Naturalea, explica que firmas como Torres han aplicado estas soluciones en su día a día y asegura que muchas veces son “incluso más baratas que las tradicionales” y que “requieren de menos mantenimiento” o bien este “es más económico” o supone un menor consumo de recursos. Suez o Heineken son algunas de las multinacionales que ya las están aplicando, según Paz Ferrer, de Ecoacsa.


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