lunes, 1 de julio de 2019

ONU: La humanidad se dirige hacia un "apartheid climático".

Fuente de la imagen: Sitio web Cambio climático y pobreza


América Latina figura entre las regiones más afectadas. Por su parte, los más ricos se reservan un lugar menos expuesto a los efectos del cambio climático, que en gran medida fueron provocados por ellos.

La humanidad se dirige hacia "un escenario de apartheid climático, donde los ricos pagan para escapar del sobrecalentamiento, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo tiene que sufrir".

Esa fue la visión de un "desastre inminente" que ha presentado esta semana en un informe el relator especial de la ONU para la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston.

En su opinión, los organismos a favor de los derechos humanos se ocupan de asuntos insignificantes en comparación con la escala de problemas en aumento. 

Las medidas adoptadas han sido "evidentemente inadecuadas" y "totalmente desproporcionales a la urgencia y la magnitud de la amenaza". Además, la metodología es "lamentablemente insuficiente", aseveró.

Philip Alston

Cientos de millones de pobres y desplazados

Alston advirtió que en este siglo XXI, cientos de millones de personas se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada y a enfermedades.

Para 2050, el cambio climático podría desplazar a 140 millones de personas en África subsahariana, Asia del Sur y América Latina. 

Habrá también cerca de 250.000 muertes adicionales al año como consecuencia de la malnutrición, la malaria, la diarrea y la hipertermia.

El mayor riesgo lo corren los más pobres, aseguró el relator de la ONU. Aquellos que pertenecen a las naciones menos responsables de la contaminación por dióxido de carbono y sus consecuencias, experimentarán el impacto más grave.

No obligatoriamente se trata de aquellos que actualmente viven en la pobreza. Según sus estimaciones, más de 120 millones de personas pasarán a formar parte de esa categoría para 2030. Incluso en los países desarrollados, muchas familias de clase media se volverán pobres, agregó.
Los más ricos, "mejor ubicados"

"Las personas en situación de pobreza suelen vivir en áreas más susceptibles al cambio climático y en viviendas menos resistentes. Pierden relativamente más cuando se ven afectadas, tienen menos recursos para mitigar los efectos y reciben menos apoyo de las redes de seguridad social o del sistema financiero para prevenir o recuperarse del impacto", reza el informe.

"Ciertas personas y países se han hecho increíblemente ricos mediante las emisiones sin pagar los costos", afirmó el autor. Los más ricos, responsables de gran parte de los gases de efecto invernadero emitidos y que más se han beneficiado de ellos, quedarán "mejor ubicados para hacer frente al cambio climático".

No obstante, según la estimación de Alston, si la economía mantiene su rumbo actual, "no preservará el crecimiento a largo plazo" y no habrá "ningún tipo de futuro envidiable", sino un "desastre".

El informe urge a realizar "cambios estructurales profundos" en la economía mundial, con el fin de hacerla más verde y sostenible. Al mismo tiempo, insta a desarrollar una red de seguridad justa y estable para los trabajadores que perderán sus puestos de trabajo.
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Datos adicionales

Acceda al informe del relator con un clic en el siguiente enlace:

Philip Alston fue nombrado Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la pobreza extrema y los derechos humanos en junio de 2014, por el Consejo de Derechos Humanos. Nacido y educado en Australia (Derecho y Economía) y con un doctorado de la Universidad de California, es un académico de derecho internacional y profesional de los derechos humanos. 

Es profesor de derecho John Norton Pomeroy en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York y ha enseñado anteriormente en varias escuelas de derecho de todo el mundo, entre ellas la Escuela de Derecho y Diplomacia Fletcher, la Facultad de Derecho de Harvard, la Universidad Nacional de Australia y el Instituto Universitario Europeo.

El profesor Alston también ha servido a las Naciones Unidas en diversas funciones desde los años ochenta. Fue el primer Relator del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas desde 1987 hasta 1990, y luego presidió el Comité durante ocho años hasta fines de 1998. Durante este período, desempeñó un papel central en los esfuerzos para reformar y racionalizar el sistema de órganos de tratados de las Naciones Unidas y, como experto independiente nombrado por el Secretario General de las Naciones Unidas, informó a la Asamblea General sobre las medidas para garantizar la eficacia a largo plazo de los órganos de tratados de derechos humanos de las Naciones Unidas (informes en 1989, 1993 y 1997). Entre 2002 y 2007, se desempeñó como Asesor Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y entre 2004 y 2010, como Relator Especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias.

Fuente: servindi.org

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