martes, 16 de febrero de 2010

Doble cara del cristianismo.


Vigencia del pensamiento de Camilo Torres. Por Enrique López Oliva. La Habana. Cuba.
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"Tenemos una institucionalización del cristianismo, especialmente del catolicismo, ahora, en América Latina como en el resto del mundo, que es una restauración de la Iglesia con poder, con prestigio, y un combate contra las fuerzas progresistas dentro de la Iglesia", afirmo el sacerdote y teólogo belga Francois Houtart, durante la conferencia que ofreciera sobre el sacerdote-guerrillero colombiano Camilo Torres, al conmemorarse el 44 aniversario de su caída en combate.

El sacerdote Francois Houtart hablo, el lunes 15 de febrero, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana -donde reposan los restos del patriota cubano y sacerdote católico Félix Varela, uno de los primeros cubanos que abogó por la independencia de Cuba de la metrópoli española, durante un acto organizado por el Grupo de Reflexión y Dialogo "Oscar Arnulfo Romero", con el que se inició una nueva Jornada "Camilo Torres" en Cuba.

Entre los presentes estuvieron estudiantes colombianos becados en la Isla, en la Escuela Latinoamericana de Medicina, así como profesores y estudiantes de la Universidad de La Habana, varios pastores evangélicos -entre ellos el pastor bautista Raúl Suárez, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba y fundador del Centro Memorial "Martín Luther King Jr."-, la obispa coadjutora de la Iglesia Episcopal de Cuba, Nerva Cot, y el sacerdote católico español Isidro Hoyos.

El Coordinador del Grupo de Reflexión y Solidaridad "Oscar Arnulfo Romero", Gabriel Coderch, manifestó que esa agrupación quiso "conmemorar y celebrar la vida de Camilo Torres, quien escandalizara a muchos hombres y mujeres de su tiempo, pero que también fuera un reto de fe y de esperanza para muchos cristianos y cristianas en el continente".

Destacó que fueron las Jornadas Camilo Torres que celebradas en Cuba las que nos irían "mostrando la radicalidad del Evangelio y la opción camilista, y la necesidad de las transformaciones sociales más radicales, y nuestro sentido de estar al lado de la Revolución Cubana", "va a ser desde nuestro compromiso un quehacer teológico cubano y una contribución a la teología latinoamericana desde nuestra realidad y desde nuestra experiencia".

"En el marco del 25 aniversario del Grupo de Reflexión 'Oscar Arnulfo Romero' –dijo- es que hemos invitado a esta Aula Magna de la Universidad de la Habana al sacerdote belga Francois Houtart, que es una de las figuras cimeras de lo mas avanzado del pensamiento cristiano y socialista de la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del siglo XXI, además una persona que conoció a Camilo Torres".

Houtart resaltó que junto a la iglesia institucional "tenemos también nuevos movimientos religiosos que responden al espíritu de las necesidades sociales y psicológicas de la gente, pero que están vinculados con una perspectiva de salvación puramente individual, de despolitización. Ese es el tipo de institucionalización principal que conocemos en el cristianismo actual en el continente latinoamericano".

"Pero, al mismo tiempo –señaló-, frente a este tipo de institucionalización hay los valores del Mensaje de Cristo, que es un Mensaje de Liberación, de liberación personal y de liberación colectiva, y este Mensaje vive todavía en muchos cristianos del continente".

"Por eso –argumentó-, podemos pensar en las palabras de la Misa Campesina de Nicaragua, donde hablan de un Dios que esta en la calle, de un Dios que se identifica no con la clase opresora, sino con los pobres que luchan. Esta perspectiva de un compromiso de cristianos en las orientaciones revolucionarias de América Latina existe, y ese –enfatizó- fue el aporte de Camilo".

Houtart inicio su conferencia recordando que "este mismo día del quince de febrero, hace 44 años, cayó Camilo Torres en las montañas de Colombia. Hablar de Camilo a este auditorio es un privilegio particular y realmente lo hago con mucho gusto y emoción porque he tenido el privilegio de ser amigo suyo durante casi doce años".

Describió a grandes rasgos lo que fue la vida de este sacerdote católico colombiano; contó varios aspectos de relaciones personales que tuvo con el, y ofreció algunas características de su pensamiento y acción, concluyendo con una reflexión sobre lo que Camilo puede significar "para nosotros en el continente latinoamericano".

Subrayó que la convicción política de Camilo fue avalada por una adhesión al cristianismo, pero no del cristianismo como una pura herencia sociológica, sino como proyecto de una elección muy consciente. Apunto que Camilo Torres "no era cristiano de nacimiento, (sino que él) lo eligió".

Concluyó su conferencia insistiendo en que en este tiempo de transformaciones, necesitamos "principios y éticas, y eso es un aporte de Camilo". Añadiendo, "Porque realmente ha desarrollado eso: principios y ética, especialmente hoy, que no podemos solamente en el mundo entero pensar a regular situaciones, sino que estamos pensando en términos de nuevos paradigmas en la organización de la sociedad, para salvar el planeta y salvar a la humanidad".

Insistió en que "la realidad social es dialectiva y no lineal. El pensamiento lineal es siempre un pensamiento conservador, aunque sea de derecha o de izquierda. Es un pensamiento dogmático". Pero, "Camilo, como sociólogo, se dio siempre cuenta de que la situación no es lineal, que los cambios no son lineales. Que la sociedad significa actores, interacción, es decir una dialectiva, que nunca se realiza (como) una cosa definitiva. Que la revolución es una marcha, es un proceso".

Refiriéndose a Colombia el sacerdote belga sostuvo que hoy se esta ante "una sociedad muy bloqueada y con muchos actores", que "debemos eventualmente analizar en su realidad y entrar en un proceso dialectivo de transformación, lo que vale para todos los países de América Latina. Este pensamiento dialéctico me parece fundamental", recalco.

Según Houtart esta situación "plantea un problema delicado: el problema de la lucha armada. La lucha armada –afirmó- no puede ser tampoco una cuestión de dogma, no es la vía necesaria para transformar las sociedades. La lucha armada depende de las circunstancias. Hay evidentemente situaciones donde esta muy claro que la lucha armada es la vía necesaria, tal vez no la queremos, pero es necesaria", y recordó que él, personalmente, participó en la lucha armada contra el nazismo en Europa.

"Podemos preguntarnos hoy en Colombia si es la lucha armada la manera de transformar la sociedad", expresó y añadió que "Estamos en un contexto nuevo, no es el contexto de la vida de Camilo. Un contexto interno y externo diferente. Por eso hay interrogantes reales"

"La historia de Colombia es una historia de violencia terrible. Cada vez que la izquierda aceptó un cese al fuego con la derecha, fue aniquilada, fue suprimida físicamente, lo sabemos. Pero evidentemente estamos en una situación de violencia que debe terminar un día", dijo.

Puntualizó que "Hay un cansancio de la población frente a la violencia, que se traduce también por un cierto nivel de despolitización. Hay también la necesidad para la lucha armada de recurrir a métodos que podemos llamar contradictorios, como secuestros, como narcotráfico, etc."

Y sobre todo, afirmó que "Hay situaciones nuevas que piden una reflexión. No condeno a la guerrilla, donde hay gente de un valor extraordinario, pero si pienso que se debe reflexionar la manera de transformar la sociedad colombiana a largo plazo. Debemos reconocer a la guerrilla como un actor político y debemos luchar para eso, porque es la única manera de transformar una lucha armada, que no parece tener los resultados esperados, en una lucha política" agregando "pero estoy muy consciente de la dificultad de este proceso".

La conferencia culminó intercambiando con varios asistentes que interrogaron al sacerdote Houtart sobre aspectos por el abordados, entre estos, el valor del símbolo, valor que el sacerdote considera ha olvidado el pensamiento moderno, y que debe redescubrirse como una segunda lectura de la realidad.

Sobre la compleja situación actual de Colombia, Houtart opinó que el país tiene una situación geopolítica privilegiada "por el imperialismo", lo que motiva las nuevas bases militares. Finalmente, insistió en la necesidad de cambiar los paradigmas: modificar la relación con la naturaleza, situar el valor de uso sobre el valor del cambio, democratizar todas las relaciones sociales, y permitir a todas las culturas contribuir al desarrollo social. Insistió asimismo en la necesidad de ayudar a los Movimientos Sociales a construir una nueva teoría para los cambios. + (PE)

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Fuente:
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4318
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