Rompamos el Silencio es, en definitiva, el nombre del que nos dotamos como conjunto, pero es también la expresión más clara de la voluntad que nos mueve, una vez al año, a trabajar junt@s. Nos definen nuestros objetivos, nuestros principios y nuestras prácticas. Rompamos el Silencio es la gente y colectivos que lo integran, su manera de organizarse y tomar decisiones, su manera de salir a la calle, las propuestas mediante las que interacciona con las demás, y su intención de ser escuchado.Nuestro principal objetivo es visibilizar aquellas luchas en las que trabajamos cotidianamente, y que permanecen ocultas por los intereses convergentes de los medios de comunicación y el poder político. Para ello, ponemos en marcha lo que llamamos “Semana de Lucha Social”, en la que los distintos ejes de trabajo que componen Rompamos el Silencio llevan a cabo sus acciones por toda la ciudad.¿Y por qué sólo una semana al año?Una semana es la duración exacta que planificamos para concentrar temporalmente las acciones de nuestros ejes, de manera que el impacto también sea mayor: una acción encadenada tras otra nos permite visibilizar con mayor contundencia aquello que pretendemos denunciar.Por otra parte, Rompamos el Silencio no nace espontáneamente el primer día de la Semana de Lucha Social: nos reunimos previamente durante meses para tratar de converger en nuestras diferencias, para debatir y reflexionar conjuntamente, para elaborar propuestas de acción. Es un trabajo intenso que requiere mucho esfuerzo y que finalmente se traduce en la Semana de Lucha Social.El modelo organizativo de Rompamos el Silencio es de carácter horizontal y descentralizado, siendo la Asamblea General la instancia de deliberación y decisión por excelencia. El consenso es la base de su sistema de toma de decisiones: no votamos, porque primamos el acuerdo sobre la lógica de las mayorías. Esta práctica política, que huye de modelos verticales, presuntamente más eficaces, pero menos participativos, requiere de tiempo para garantizar la implicación y presencia de quienes la integran.Acción, pero ¿para qué?La acción directa forma parte del nuestro repertorio de actuación desde que los movimientos sociales existen: es nuestro principal medio de protesta. Dice un autor que “la protesta es el recurso de los que no tienen acceso a las instituciones”, y algo de eso hay. Aunque no protestamos para que nos escuchen los poderosos, que nunca lo hacen, ni lo harán, sino para llegar a la gente de la calle que sufre o ignora aquello de lo que hablamos. Dirigimos nuestras acciones a nuestr@s vecin@s en los barrios, a l@s jóvenes que no pueden estudiar y son precarizad@s en trabajos basura, y a l@s que estudian y ven cómo las universidades se venden a las empresas sin que nadie nos pregunte qué opinamos; nos dirigimos también a quienes saben lo que cuesta un alquiler hoy, y saben o intuyen quiénes son los responsables; a quienes quieren una sociedad donde las mujeres no sean cotidianamente invisibilizadas o minusvaloradas por el hecho de serlo, a quienes repudian tanto como nosotr@s la homofobia y las agresiones diarias que conlleva; pretendemos que nos escuchen quienes creen que el saber y la cultura no son productos comercializables, pero no conocen otras propuestas; y quienes piensan que el fascismo debe ser desterrado de nuestra memoria histórica arrebatada y de nuestras vidas; también a quienes no les gusta que los ejércitos sigan existiendo, ni que se militarice progresivamente nuestra vida y la de los pueblos a los que los ejércitos invaden; nos dirigimos a quienes alguna vez pensaron que el mundo podría funcionar de otra manera; actuamos para aquellas personas que escuchan diariamente lo que el poder quiere que escuchen, a través de medios que son también esferas de poder; y a l@s que sospechan que nos arrebatan la calle y espacios que también son nuestros y donde pueden crecer otras formas de gestión y organización. A todo@s ell@s, y a l@s que no lo han descubierto aún, les invitamos a sumarse a nosotr@s.¿Y cuáles son los principios de actuación de Rompamos el Silencio?Nuestra metodología se basa en dos principios: la acción directa no violenta y la desobediencia civil.Reivindicamos la acción directa no violenta como forma de intervención en el espacio urbano en el que vivimos, rechazando la única dimensión a la que lo quieren reducir: al tránsito y al consumo. Las calles son también espacios para la disensión, y por eso las tomamos de manera pacífica, sabiendo pese a todo que habrá quien confunda el conflicto que nuestra práctica pone sobre la mesa, con “actitudes violentas”. Por eso repetimos una y otra vez que intervendremos pacíficamente, porque rechazamos los intentos de criminalización que tratarán de invisibilizar nuestras voces con cualquier excusa.La desobediencia civil es una práctica política que tiene ya dos siglos de historia: el norteamericano Henry D. Thoreau fue el primero en teorizar sobre esta propuesta, que fue posteriormente generalizada a través de figuras como Gandhi o Martin Luther King. Se basa en conferirse el derecho a desobedecer una ley que es considerada injusta, a partir de un conflicto entre los conceptos de legalidad y legitimidad.En nuestra práctica concreta, la desobediencia tiene unas implicaciones políticas muy precisas: entendemos que los espacios públicos son de l@s ciudadano@s y que, por tanto, no necesitamos pedir permiso para ocupar simbólicamente aquello que también es nuestro. Esto no quiere decir que incitemos abiertamente a la comisión de hechos delictivos, sino que, cuando se plantea un conflicto entre lograr un objetivo político (la protesta) que consideramos justo y legítimo, y la legalidad, anteponemos conscientemente los primeros a la segunda, con una plena asunción de las consecuencias que ello pudiera acarrear. No promovemos desórdenes públicos, reclamamos las calles que también son para la expresión de la disidencia política. Nuestras acciones son festivas, simbólicas y reivindicativas; tratamos de hacernos oír en el estruendo normalizador que el sistema prevé para nosotr@s. Y cuando la ley intenta impedírnoslo, tratamos de seguir adelante, de manera pacífica, pero sin renunciar al conflicto, reivindicando nuestro derecho a estar ahí. Si no sale bien, lo volveremos a intentar.Finalizando…Ya sólo nos queda invitarte a que lo compruebes con tus propios ojos. Sigue nuestra web para encontrarnos, o pásate por nuestra sede temporal durante la Semana de Lucha, serás bienvenid@. ¡Nos vemos en la calles!Asamblea de Rompamos el Silencio
Fuente:
http://www.apiavirtual.com/2010/02/14/rompamos-el-silencio/
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