lunes, 15 de junio de 2015

Corporaciones transnacionales, un cáncer en la vida de los pueblos y en la tierra.



15M Ronda

Las quinientas mayores corporaciones o grupos de empresas del mundo emplean únicamente al 0,05% de la población mundial, pero controlan el 25% de la producción económica global y mueven el 70% del comercio internacional. La mitad de las cien economías mayores no corresponden a países, sino a corporaciones. Las trescientas mayores corporaciones (excluyendo las instituciones financieras) poseen cerca de la cuarta parte de los activos productivos, mientras que las cincuenta mayores compañías financieras controlan el 60% de todo el capital productivo.

Con ocasión de la II Cumbre UE-CELAC en Bruselas, colectivos y organizaciones sociales de Europa y América Latina y el Caribe se han reunido durante tres días, del 8 al 10 de junio, en las Jornadas de Movilización por la Sobera-nía de los Pueblos frente al Poder de las Transnacionales y la Arquitectura de Tratados de Comercio e Inversiones.

Las violaciones de derechos humanos se cometen a menudo con el consentimiento de las autoridades locales y nacionales, quienes protegen los intereses de las empresas multinacionales europeas (y latinoamericanas) bajo el paraguas de la inversión en el desarrollo de la región. Se denunció el asesinato y desaparición de 116 defensores de derechos humanos en América Latina durante 2014.
En el acto final de los Días de Movilización, representantes de comunidades latinoamericanas afectadas por las acciones de las empresas multinacionales organizaron ‘el Tour de la impunidad’, un recorrido por el barrio Europeo de Bruselas donde existe una gran concentración de oficinas que albergan a los lobbies encargados de defender los intereses de los mayores conglomerados empresariales. El recorrido visibilizó los mecanismos de influencia de las multinacionales sobre las instituciones europeas.

Nosotras y nosotros, miembros y representantes de colectivos y organizaciones diversas de Europa y América Latina y el Caribe, reunidos en Bruselas declaramos:
Nuestro profundo rechazo a las políticas neoliberales y de austeridad que se vienen aplicando en los países de la Unión Europea para resolver la crisis generada por un sistema financiero desregulado en extremo, que no piensa sino en obtener el mayor beneficio posible, vía el precepto de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas. De la crisis financiera se pasó a la crisis de la deuda de los Estados, y ahora a la crisis presupuestal de los Estados con austeridad. Más de 25 millones de habitantes de la UE, principalmente jóvenes, están hoy sin empleo o perdieron su trabajo, mientras que los bancos europeos han recibido ayudas multimillonarias.

Denunciamos la actitud del FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, que buscan imponer los intereses de los acreedores al pueblo griego y el gobierno conducido por Syriza. En el caso de los países de América Latina y el Caribe reclamamos un cambio sustancial de las políticas extractivistas que de México a Argentina, de Brasil a Bolivia, se han generalizado provocando la deposición de territorios, expropiación de tierras, des-plazamiento de poblaciones y daños medioambientales.

Demandamos a los gobiernos la suspensión inmediata y definitiva de las negociaciones del Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión que la UE realiza con los Estados Unidos, del Tratado de Comercio de Servicios (TISA) y de la Asociación Transpacífica (TPP) en el que participan varios países latinoamericanos.

La firma de estos acuerdos tendría nefastas consecuencias no solo para los habitantes de Europa, América Latina y Estados Unidos, sino del mundo en general, al desreglamentar el empleo, la seguridad alimentaria, las leyes medioambientales, privatizar y/o desregular los servicios públicos, y otorgar mayores derechos a las empresas transnacionales y los inversionistas privados que podrían incrementar demandar a un Estado, lo que constituye un ataque directo a su soberanía.

Tenemos que revertir la ideología neoliberal apelando a los principios de los derechos humanos. De lo contrario, Estados Unidos seguirá ahondando en la senda que abrió con el NAFTA [el tratado de libre comercio que firmó con Canadá y Estados Unidos en 1994] y acabará firmando dos acuerdos similares con la Unión Europea, el TTIP, y con los países del Pacífico, el TPP, pasará a controlar así el 60% del PIB mundial y el 75% del comercio mundial.

Se les dará a las empresas la oportunidad de cambiar todo el trabajo que se ha hecho en Europa por construir un modelo social en beneficio de las personas y de las y los trabajadores.
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EN POCAS PALABRAS

Un paseo por el mundo

15-M RONDA http://www.facebook.com/15MRonda JUNIO 2015 Nº7

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