miércoles, 10 de noviembre de 2010

Uruguay:El juez le pisó los galones a la Ley de impunidad: primer general en actividad que marchó a la cárcel


La Justicia abrazó a la verdad.

36 años después. La Justicia procesó ayer al Gral. Miguel Dalmao y al Cnel. José Nelson Chialanza por la muerte en tortura de la joven comunista Nibia Sabalsagaray


El juez Rolando Vomero consideró a los dos militares como coautores de un delito de homicidio muy especialmente agravado; apoyándose en un cúmulo de pruebas, el testimonio de 28 personas y pericias forenses. El delito tiene pena de 15 a 30 años, no excarcelables.

Activo. Miguel Dalmao es el primer general en actividad procesado por delitos de lesa humanidad.

El comandante Rosales convocó para hoy a todos los generales activos para informarlos del procesamiento


No fue suicidio, fue un crimen: "Sometida a diversos tormentos, la detenida falleció"

La Justicia dispuso el procesamiento con prisión del primer militar en actividad, por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura: el general Miguel Dalmao fue enjuiciado ayer por la muerte en torturas de Nibia Sabalsagaray, en 1974.

Mauricio Pérez |

El juez Penal de 10º Turno, Rolando Vomero, dispuso ayer el procesamiento con prisión del general Miguel Dalmao y el coronel (r) José Nelson Chialanza como "coautores" de un delito de "homicidio muy especialmente agravado", en el marco de la indagatoria penal por el crimen de la militante de la UJC, Nibia Sabalsagaray, el 29 de junio de 1974.

El magistrado hizo lugar al pedido de la fiscal Mirtha Guianze y dispuso el enjuiciamiento de ambos oficiales, en virtud del cúmulo de pruebas recopiladas durante el proceso, entre ellas, el testimonio de 28 testigos, el informe de una autopsia psicológica y una autopsia histórica sobre las causas de la muerte.

El coronel (r) Chialanza fue procesado en su condición de jefe del Batallón de Transmisiones Nº 1 (hoy Batallón de Comunicaciones Nº 1), cargo por el cual tenía "participación en las detenciones y posterior interrogatorio". "Como jefe nada le podía ser desconocido" y "evidentemente también autorizaba los métodos de interrogatorio", expresa el auto de procesamiento emitido por el juez Vomero, al cual accedió LA REPUBLICA.

Por su parte, Dalmao fue enjuiciado como encargado del S2 (inteligencia militar) de la unidad militar, en virtud del arresto administrativo del oficial Mario Segnini, jefe del S2. Los miembros del S2 eran los responsables de la "lucha antisubversiva", únicos con potestades de interrogar a los detenidos políticos. "Al quedar el indagado como jefe del S2 realizó las actividades correspondientes a su cargo. En esas circunstancias fue detenida Nibia Sabalsagaray", afirmó el magistrado.

Nibia Sabalsagaray "fue detenida por personal militar en su domicilio de la calle Eduardo Acevedo 1710. Era el Hogar de Hijos de Empleados de Campomar. Una vez en el Batallón de Transmisiones Nº 1 fue alojada en las llamadas Salas de Disciplina (...) pequeños calabozos, habitualmente destinado para las sanciones al personal, pero que en esos tiempos era utilizado para alojar detenidos".

"Se desconoce quienes fueron las personas que realizaron la detención". Sin embargo, "una vez en el cuartel (Sabalsagaray) fue interrogada por personal militar del S2 y cuyo jefe era Dalmao. Fue sometida a diversos tormentos, entre ellos sofocarla mediante presión en el cuello. En el transcurso de la sesión, la detenida falleció", señaló el magistrado.

LAS CONTRADICCIONES DE DALMAO

El auto de procesamiento emitido por el juez Rolando Vomero deja constancia que el general Miguel Dalmao, entonces responsable del S2 en el Batallón de Transmisiones Nº 1, modificó en tres oportunidades su versión sobre la forma en la cual fue hallado el cuerpo de Nibia Sabalsagaray.

El oficial declaró en 1974 ante el Supremo Tribunal Militar (STM), en el marco de la investigación administrativa desarrollada en dictadura, que "siendo aproximadamente la hora 12.10, el suscripto recorrió los calabozos en los que se encuentran los detenidos por actividades subversivas, ya que pensaba hablar con la detenida Nibia Sabalsagaray Curutchet, y al asomarme a la celda número tres, notó que la mencionada se encuentra arrodillada en el piso y colgando de un pañuelo anudado al cuello y a un hierro saliente de la pared que da a la cabecera de la tarima". La versión fue ratificada en marzo de 2010 al comparecer por primera vez como "indagado" en la causa judicial.

Sin embargo, "en su declaración por informe (2006), Dalmao contradice el acta a la que se hizo referencia", aduciendo que se enteró de la muerte de la joven "por información que circuló apenas consumado su deceso, se ahorcó usando un pañuelo de seda con el que se colgó del cuello, usando el eje de la traba mariposa de la tarima en la Sala de Disciplina donde estaba alojada". "De sus palabras se desprende que no vio el cuerpo y que se enteró de su muerte por trascendidos".

Por último, durante la audiencia ratificatoria desarrollada el pasado jueves, tras el pedido de procesamiento de la fiscal Guianze, el oficial dijo que "al abrir la mirilla notó a la detenida colgada del gancho en una posición 'cuasi fetal'. En los cuales las rodillas estaban levantadas y por acción de la gravedad supongo que los pies podrían haber llegado al piso".

Dalmao explicó su contradicción por cuanto, "en la premura de los hechos y en el impacto que provocó esa visión en mí y teniendo en cuenta que desde la mirilla por razones de incidencia de la visión pueda haberme apresurado, es lo que escribí el 29 de junio de 1974". Sin embargo, el juez Vomero asegura que es "pacíficamente admitido en nuestra jurisprudencia que las primeras deposiciones son las que deben tenerse por válidas".

En este sentido, "los elementos probatorios incorporados en autos indican que Nibia Sabalsagaray no pudo colgarse como relataron los indagados. Para ello debió ser gigante, lo que no era", señala el fallo. El magistrado fundamentó sus dichos en la pericia desarrollada por el forense Domingo Mederos, por la cual se afirmó que para cumplirse la versión oficial la joven debía medir "dos metros y medio".

En este contexto, "los elementos probatorios incorporados hacen presumir que Nibia Sabalsagaray sufrió apremios físicos durante el interrogatorio a que fue sometida y que falleció a consecuencia de ellos. Debe tenerse presente (...) que se trataba de una persona que se sabía buscada, (y) que teniendo la posibilidad de salir de la ciudad no lo hizo. Era un hecho conocido que en los cuarteles se torturaba a los detenidos. Y ello no podía ser desconocido por la occisa. Pese a todo corrió el riesgo de ser detenida y atormentada. No parece razonable en ese panorama que, inmediatamente de producida su detención, se suicidara", concluyó el magistrado.

El delito de "homicidio muy especialmente agravado" fue imputado a título de "dolo eventual", en el marco de lo dispuesto por el artículo 18 del Código Penal, por cuanto "quien ordenó un interrogatorio bajo tormento, sesión en la cual se incluyó la compresión del cuello del detenido, necesariamente tiene que representarse la posibilidad de la muerte".

Asimismo, el magistrado rechazó el pedido del abogado Edgardo Mikolic, representante de Chialanza, de imponer prisión domiciliaria para su cliente, en atención de tratarse de un hombre mayor de 70 años. El juez Vomero sustentó su negativa en lo dispuesto por el artículo 127 del CPP, por cuanto "su situación (imputado por un delito de "homicidio" con agravantes) está expresamente excluida por la ley".

LA HISTORIA DEL "CABEZA"

El general Miguel Dalmao se convirtió ayer en el primer oficial en actividad procesado por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura cívico-militar. El "cabeza", como es conocido, ingresó a la Escuela Militar el 1º de marzo de 1970 y egresó como alférez del arma de Ingenieros el 15 de setiembre de 1973, ya en plena dictadura, integrando la promoción "Con libertad no ofendo ni temo".

Como oficial subalterno prestó servicios en el Batallón de Ingenieros de Combate Nº 3, el Batallón de Transmisiones Nº 1 (donde falleció Nibia Sabalsagaray), el Estado Mayor del Ejército y el Batallón de Ingenieros de Combate Nº 1, siendo promovido al grado de capitán el 1º de febrero de 1981.

Dalmao continuó su carrera dentro del Ejército hasta ascender al generalato el 1º de febrero de 2005, durante el gobierno de Jorge Batlle, año en el cual fue designado director Nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas. El 1º de febrero de 2008 asumió como comandante de División de Ejército IV, cargo en el cual permaneció hasta ayer, por cuanto las autoridades decidieron su pase a "situación de disponibilidad".

LA PRINCIPAL CONTRADICCIÓN

"La principal inconsistencia es el relato de cómo estaría el cadáver, o sea la condiciones en las cuales se encontró el cadáver y el mecanismo aducido para producir la muerte. El gancho del cual se habría utilizado como punto fijo para colgar el pañuelo con el cual se habría ahorcado la víctima está, o estaba a 180 cm. del piso. Y por otra parte las declaraciones de quien habría encontrado la víctima surge que esta se encontraba colgada y arrodillada en el piso. Lo cual es materialmente imposible salvo que la víctima tuviera una estatura aproximada a los dos metros y medio. El clavo en la pared estaba a 1.80 del piso. El pañuelo utilizado era un pañuelo común y uno si ata un nudo no permite una distancia muy grande del lugar fijo en el clavo hacia abajo. O sea que directamente una persona de una estatura aproximada a los 184 cm. (mi estatura), quedaría como mucho, tocando con la punta de los dedos de los pies de lo que es el piso. Esta sería la explicación gráfica de porqué es imposible que ella estuviera arrodillada en el piso sostenida de su pañuelo", declaró el médico forense Domingo Mederos ante la Justicia. Mederos consideró, de esta forma, "inconsistente" la versión oficial.

ROSADILLA. CONCURRIÓ AL COMANDO ANTE DUDAS DEL GENERALATO SOBRE SITUACIÓN DE DALMAO; GARANTIZÓ RECLUSIÓN EN CORACEROS

General planteó renuncia de Rosales

El ministro de Defensa Luis Rosadilla aclaró al comandante en jefe del Ejército Rosales y a los generales aspectos de la situación del general Dalmao, procesado con prisión. En particular, garantizó de que el militar en actividad no irá a una cárcel "por ahora" y que permanecerá recluido en dependencias de la Guardia de Coraceros.

El secretario de Estado acudió ayer al mediodía a la sede del Comando General del Ejército ante el requerimiento del jefe del ejército, general Jorge Rosales. El comandante mantenía desde la hora 10 un encuentro con los generales en actividad para explicarles la situación de Dalmao, pero a determinada altura el propio Rosales se vio desbordado por las preguntas e inquietudes planteadas.

Fue ahí que decidió llamar al ministro de Defensa Rosadilla, quien se sumó en el último tramo del encuentro que duró unas tres horas. Dada la cercanía entre el Comando y la sede ministerial, su presencia no se hizo esperar.

El día anterior, Dalmao había sido procesado con prisión como coautor del "homicidio muy especialmente agravado" de la militante Nibia Sabalsagaray en 1974, al igual que el coronel ( r ) Chialanza. La noticia, si bien era "esperable", sacudió la interna del Ejército, por ser el primer oficial en actividad enjuiciado por hechos ocurridos durante la dictadura. Dalmao, el general más antiguo y quien hasta ese momento ocupaba la titularidad de la División de Ejército IV, fue trasladado a la sede de Coraceros, una dependencia del Ministerio del Interior, por disposición del juez penal Rolando Vomero y del ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Por el momento no será traslado a la Cárcel Especial de Domingo Arena, donde se alberga a los militares retirados procesados por violación a los Derechos Humanos.

Rosadilla respondió a las preguntas de los militares, algunos de los cuales se mostraron muy inquietos por la situación. "Estamos de luto", afirmó un alto oficial a LA REPUBLICA. No obstante, si bien en el encuentro con Rosales se expresó el "dolor" por la situación del "camarada de armas" se admitió que el tema habrá que "asumirlo como se pueda" de aquí en adelante y que Dalmao "deberá hacer un gran esfuerzo para demostrar que no es culpable" del delito que se le imputa. "¿Qué otra cosa se puede hacer?", se preguntó un militar consternado por la situación. El clima tenso comenzó a disiparse en la cúpula del Ejército, aunque no dejó de sorprender la celeridad con que la justicia se pronunció. Desde el Ministerio de Defensa se aseguró que no hubo ninguna reacción "fuera de lo común" en el Ejército. "Nadie planteó ninguna locura, como acuartelarse, ¡qué disparate!", afirmó una fuente consultada. No obstante, otras fuentes, señalaron que en el fragor de la reunión, antes de la llegada del secretario de Estado, un general (Willy Purstcher) sugirió a Rosales que "si yo estuviera en tu lugar, doy un paso al costado, doy una conferencia de prensa , digo mi verdad y me voy". En respuesta, otros generales señalaron que "se estaría en la misma situación: habría que designar a otro comandante y el problema seguiría estando".

El planteo de Purstcher, ex edecán de Sanguinetti y cuyo nombre se manejó para sustituir a Dalmao, no recibió respuesta de Rosales. El ministro declaró a la salida del encuentro que no había comentarios al respecto e igual actitud adoptó Rosales, quien hace aproximadamente 15 días fue amonestado por el Ejecutivo por ciertas apreciaciones, entre ellas, afirmar que "confiaba en la inocencia declarada por Dalmao". El gobierno temía, ante versiones que indicaban que la oficialidad recibiría mal la sentencia contra el militar en actividad e incluso quienes afirmaban que había una "intencionalidad política" detrás de la sentencia.

Desde el Ministerio de Defensa Nacional se dijo que la reunión de este martes de mañana fue una sesión de trabajo "común" con la única diferencia de que se trató el caso Dalmao. Se afirmó que no hubo "ningún reclamo fuera de lugar", posicionamiento o "catarsis colectiva" de la oficialidad. Dalmao está en situación de "no disponibilidad" en el Ejército. La fuerza no tomará ninguna resolución mientras que la sentencia en su contra no quede firme, conocida la intención de su defensa de apelar.

Mientras tanto el militar cobrará el 50% de su retribución, no previéndose ninguna sanción o Tribunal de Honor en su contra.

"SE ACATA"

El presidente de la República José Mujica prefirió no opinar sobre la situación procesal del general Miguel Dalmao. "La opinión es un opinión de la Justicia, no es opinable: se acata", dijo ayer escuetamente el Presidente a los periodistas, tras participar en Maldonado en un foro empresarial.

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