Lázaro Fariñas* / Cubainformación.-
Desde hace unas semanas, se ha arreciado una campaña propagandista contra el gobierno cubano, acusándolo de estar apaleando a los opositores pacíficos de la isla y reprimiendo violentamente a las llamadas Damas de Blanco cada vez que estas salen a las calles en sus muy bien pagadas provocaciones. No se ve a la policía repartiendo palos como en España o Chile, pero eso no importa, sigue saliendo por doquier que la represión está en aumento en Cuba, y eso es preocupante.
Hay que tener mucho cuidado, ya que hemos visto lo que ha estado pasando en esta última década con respecto a este tipo de campaña mediática, en la que lo primero que se hace es propaganda negativa sobre el gobierno que se quiere derrocar. Esa campaña puede ir, desde que el gobierno escogido tiene armas de destrucción masiva y permite campamentos terroristas en su territorio, hasta que este está reprimiendo y atacando criminalmente a la población civil. Hay otros argumentos que pueden utilizar para demonizar un gobierno y con ello, tener el motivo para bombardear su territorio con la intención de crear el terror dentro de la población y que esto conduzca a la creación de una fuerza interna que se sume a la quinta columna creada con anterioridad o incluso, invadirlo con tropas militares para imponer en el país escogido un gobierno que satisfaga a los que empezaron la campaña de propaganda.
Por supuesto que ningún país pequeño puede ser el creador de la idea de cambiar gobiernos, ninguno tendría ni la capacidad militar, ni los recursos mediáticos para crear una campaña de desinformación contra nadie. Podría uno pensar que los países de la comunidad europea tendrían dichos recursos para poder crear tal tipo de acción, pero el que piense eso está totalmente equivocado.
Individualmente, ningún país en Europa tiene esa capacidad, ni la tiene Francia, ni Inglaterra, ni Alemania, pero tampoco la tendrían si entre ellos hicieran un pacto regional para llevar a cabo una acción como esa. El único país del mundo que hoy en día puede hacerlo es los Estados Unidos de América. No solo es el único que tiene la capacidad de crear las condiciones mediáticas que justifiquen una acción encaminada a cambiar regímenes en el mundo, sino es el único que tiene la capacidad militar y económica para llevarlo a cabo, como también es el único que lo ha hecho una y otra vez a través en la historia moderna.
Con el pretexto de que el gobierno del Talibán en Afganistán estaban protegiendo a Bin Laden y su organización terrorista, Al Qaeda, las tropas de este país desembarcaron allí y no solo acabaron con los campamentos de los terroristas sino que cambiaron el gobierno del país e impusieron un nuevo régimen, y desde entonces, allí permanecen, continuando una guerra a la que no se le ve fin por ninguna parte.
Con Irak fueron creando las condiciones para atacar aquel país y derrocar al gobierno de Saddam Hussein, afirmando una y otra vez que aquel gobierno tenía armas de destrucción masiva y que era inminente que las lanzara contra occidente. No les importó que no habían pruebas suficientes de que eso fuese cierto. La campaña mediática fue intensa y la historia todos la conocemos. El cambio de régimen fue hecho realidad.
Ahora, le tocó el turno a Libia y a Siria, ya que, con la primera, lograron sus objetivos y están en camino de lograrlos con la segunda. Empezaron la campaña de propaganda de que el Coronel Gadafi estaba reprimiendo a la población civil, hasta que se las agenciaron para que, cobardemente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitiera una resolución que le permitió entrar en acción bombardeando ciudad tras ciudad, dejando una estela de víctimas entre la misma población civil que decían defender. Utilizaron en aquel país una quinta columna interna que no tenía la menor posibilidad de derrocar el gobierno constituido, y es esa la que, gracias a los terribles bombardeos, ha logrado apoderarse del poder.
Siria va por el mismo camino y creo que no hay momento fijo que no comiencen las acciones militares desde el exterior contra aquel país. Hace ya rato que empezaron la campaña de propaganda, demonizando al régimen imperante, como también empezaron las presiones económicas.
Siempre se comienza por la campaña de propaganda, por la desinformación, inventando actos de represión que no existen en la realidad, pero que no importa si existen o no existen, el asunto es afirmarlo una y otra vez, hasta que se logre crear las bases para la acción que llevaría al cambio de régimen. Por eso hay que ponerle atención cuando se comienza una campaña propagandista contra cualquier país, porque por ahí se comienza.
Realmente dudo que lo que ha sucedido en Libia llegue a suceder en Cuba, pero me imagino que los libios también dudaron que lo que había sucedido en Irak, le sucediera a ellos. Si eso fue lo que pensó Gadafi ya vemos que se equivoco. Esperamos que no nos equivoquemos.
*Lázaro Fariñas periodista cubano residente en EE.UU.
Fuente: ApiaVirtual
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