El mediocre es un tipo sin posibilidades de elevarse, es un tipo chato; digamos que su grisura, su vida gris, no dependen de las condiciones o del contexto sino que están en él mismo. En cambio, el mediano para mí es un individuo que lleva una vida gris y rutinaria y sin mayor horizonte, porque está cercado, bloqueado por las condiciones económicas por un sórdido clima familiar, o por una falta de desarrollo cultural. O sea que el mediano es un ser recuperable para la vida en su acepción más plena.
Palabras de Mario Benedetti, en entrevista. Hortensia Campanella
Montevideo, 22 de mayo de 2010 -
Estos días el presidente José Mújica, ha recordado algunos de los poemas de Benedetti, blandiéndolos para catequizar a los empleados públicos…Pero esto se ha transformado en una errónea interpretación del fondo de esos poemas, que nos quieren denunciar un sistema de cosas imperantes…
Primero porque Benedetti, que ocupo algún cargo público, sabia que los funcionarios públicos no tienen el poder de decretar feriados, pero que los feriados forman parte de su salarios y sacarlos de un golpe, es una rebaja salarial…Porque las dinámicas no las imponen los empleados, sino los mandos medios y altos de la administración. Más en este momento con la gran proliferación de asesores de todos tipo y color y con las multitudinaria presencia de organismos como el BID, o el Fondo Monetario Internacional, los empleados no influimos en ninguna decisión…”Somos prescindibles” (debemos estarnos tranquilos y obedientes)…
En el fondo los poemas de la oficina de Mario Benedetti, se revelaban contra esa cosificación que se hace de los empleados públicos, reprimiendo lo mejor de ellos y promoviendo lo peor, esto propiciado por el poder político por centurias, y que ha configurado una verdadera subcultura creada no por quienes no tienen poder en la sociedad, sino propiciada por los que mandan y ordenan que se reproduzca el sistema, van quitándonos a todos, la iniciativa, las ganan de aportar y hasta el trabajar con demasiado ahínco…
Si habremos recibo garrotazos por ser muy contraídos, aprendimos que unos son más iguales ante la Ley que otros… y que equivocarse en eso, siempre implicaba una sanción escrita o implícita (pero que siempre resulta dolorosa), aunque esta fuese velada…(como un traslado para mejorar el servicio), ponernos en el camino de un rico, de un influyente o de una empresa demasiado poderosa, siempre nos costo caro…(aunque la Ley nos diera la razón)… Pero la causa de esto no era una persona en particular, era un sistema imperante, una cultura que nos venia de arriba y que el poder nos imponía (porque Señor Presidente…todos fuimos nuevos)…
Y esta imposición no es incruenta, nos la hacen a sangre y fuego… que no se debe controlar “a determinada categoría de personas”…Que no te metas en eso…y cuantas veces nos metimos y tenemos una cicatriz por cada vez… No se debe culpar a los empleados que no tienen el poder y reproducen lo que les viene desde “arriba” que en realidad es una cultura que les fue dada por el poder y que es ahí donde debemos operar el cambio…
Tal vez, si se reconstituyera en serio la carrera administrativa, si se pusiera como importante la capacitación y la antigüedad, como forma de llegar a los máximos grados… Si no se diera el mensaje de que los funcionarios de carrera somos unos inútiles y se pagara mejores salarios a los “de confianza de la administración” que siempre son paracaidistas… cuestiones como son las asesorias y otras variantes…de gente que es experta en planificación, pero no sabe un comino de la función concreta y por eso comete errores elementales…, si se nos diera la oportunidad de poner en marcha…de participar en la planificación, tanto como en la ejecución…tendríamos funcionarios con experiencia y conocimientos en las funciones, como para poder encausar el funcionamiento de la administración pública…
Si no se discriminara tanto en el sueldo entre asesores y pasantes (los nuevos), tenemos abogados recibidos, trabajando a full como pasantes, por sueldos muy inferiores y algunas asesorias internacionales ganan en dólares un platal…y si se denuncia a una gran empresa trasnacional, la aplanadora del sistema nos pasa por arriba…¿Como osamos pensar que a ellos se les aplica la Ley, igual que a todos?
Eso denunciaba Benedetti, un sistema que prolongaba la injusticia, que priorizaba la “confianza” por sobre la eficiencia, que nos pone en el camino de una reforma que obedece más al ajuste del Estado (ordenado por el F.M.I y toda la calaña de organismos multilaterales de crédito) que a la eficiencia de un Estado que sirva al Pueblo…
Por esto, hoy todavía en medio de esta sociedad cada vez más invadida por los neoliberales de siempre…en donde la máxima es el tijeretazo y el recorte, en vez de la inversión transformadora…Benedetti, sigue vigente, desde su arte, denunciando la necesidad de juzgar a los culpables, de encontrar los restos de los desaparecidos, de crear un Uruguay con mejor distribución de la riqueza…de darse cuenta que los OBREROS, pueden ser OBREROS- empresarios, mientras que los empresarios, nunca serán obreros…
Y que el sistema en la administración pública la impuso la clase política, que es la única que tiene las llaves del poder…Por eso le deseamos suerte Presidente, Ojala pueda hacer una administración publica más justa y eficiente, y servidora del Pueblo, se asombrara de saber que los empleados públicos tienen muchas ideas, están dispuesto a secundarlo si ese es el objetivo, dignificando su función y cobrando un salario justo y que para lograr un cambio así…se necesita de los empleados públicos…no podemos hacer una reforma a favor del Fondo y en contra del Frente…Como decía el troesma Don Mario…OJALA PUEDAS JUAN ANGEL…OJALA PUEDAS CONTIGO Y CON LOS OTROS…
Es raro que uno tenga tiempo de verse triste:
siempre suena una orden, un teléfono, un timbre,
y, claro, está prohibido llorar sobre los libros
porque no queda bien que la tinta se corra.
(pp. 575-576)
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)
Fuente: REDES CRISTIANAS
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