Luis Arce Borja
La vida y la muerte tienen diferente dimensión en el mundo capitalista. La desvalorización del ser humano es una aberración originada por la perversión enajenante del sistema imperialista.
En todo el transcurso de la historia de la lucha de clases y dominación de los imperios, todo se ha reducido a los intereses de los poderosos. La vida y la muerte, la moral y la ética, los sentimientos y mismo la solidaridad, se han convertido apéndices del poder, en algo hipócrita sin sentido y útil solamente para reforzar el poder.
El mundo se estremeció el 15 de abril, cuando un niño de ocho años y dos adultos fueron muertos en un atentado en Boston (Estados Unidos). Los medios de comunicación de las potencias señalaron: el mundo entero se conmocionaba con un nuevo atentado en Estados Unidos”. La famosa cantante Pink lloró y dijo: “Nuestros pensamientos y oraciones están con todos aquellos afectados por las explosiones de Boston”. Barak Obama aseguró que el peso de la justicia caerá sobre los responsables. Todos los gobernantes del mundo se pronunciaron contra este ataque en el corazón de los Estados Unidos. Argentina condenó “firmemente” y calificó de “acto criminal” el atentado en Boston. China, Rusia, Europa, Brasil, Guatemala, Chiles, etc. etc., dijeron lo mismo.
Es justo llorar la muerte de un niño y dos adultos. Pero seria mas justo que los mismos que ahora sufren y se lamentan los estragos de un atentado, harían lo mismo por la muerte injusta de cientos de niños inocentes en Afganistán, Irak, Libia y otros países atacado por las tropas norteamericanas y la Unión Europea. Un niño, sin tomar en cuenta su color, su estatura, su medio social, su educación, debe tener el mismo valor en cualquier parte del mundo. Nadie debe matarlo, nadie debe torturarlo, nadie debe hacerle daño, nadie debe violarlo. Estados Unidos llora la muerte de un niño ahora, pero nunca ha soltado una lágrima por los niños afganos asesinados por sus soldados. Nunca ha tenido un gesto de solidaridad con los cientos de niños torturados y violados por sus militares.
El problema es que los Estados Unidos, y las potencias imperialistas de Europa asesinan y masacran a pueblos enteros. Cerca de un millón de civiles asesinados en Irak, y hasta ahora que se sepa nadie ha establecido un día de conmemoración de estas victimas de una guerra injusta. En los países ricos no hay un solo lamento por estos atroces crímenes en los que se cuenta cientos de niños masacrado por militares norteamericanos. En febrero del 2013, el Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU con sede en Ginebra denuncio la muerte de cientos de niños afganos, asesinados en los últimos 5 años por las fuerzas militares USA. Dijo que las muertes infantiles causadas por soldados de EE.UU. en Afganistán se duplicaron entre 2010 y 2011. Según esta institución, muchos niños fueron capturados y sometidos a tortura. “Las fuerzas estadounidenses detuvieron a cientos de niños en Afganistán. Muchos de ellos se quedaron sin acceso a asistencia jurídica, educación o servicios de rehabilitación desde hace más de un año”, indica el informe de la ONU. Agrega también que los niños menores de edad fueron detenidos junto con adultos, algo que va en contra de las normas internacionales. Algunos de ellos, además, fueron sometidos a torturas.
En abril del 2012 la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (Unama) entregó un informe donde detallaba que 110 niños habían muerto y 68 resultaron heridos en un bombardeo mixto de tropas de la OTAN y los Estados Unidos. La “Operación Libertad” de Estados Unidos para invadir Afganistán se inicio el 7 de octubre del 2001. Hasta la actualidad, esta guerra de conquista ha dejado, aparte de los niños torturados y muertos, más de 20 mil civiles asesinados. El 6 de abril 2013 en un ataque aéreo realizado por la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN mato diez niños y una mujer de Afganistán. Los niños tenían entre dos meses y siete años de edad. El 30 de marzo del 2013, la OTAN lanzó proyectiles desde su helicóptero en la ciudad de Ghazni. Fueron asesinados dos niños.
El asesinato de niños no sólo es un hecho dramático en Afganistán o Irak. En agosto del 2011, la prensa publicó que aviones de la OTAN comandados por pilotos norteamericanos en un solo ataque mataron a 85 civiles entre ellos 33 niños, 32 mujeres y 20 hombres. Como dio cuenta un medio de comunicación: “Ellos (la OTAN) no diferencian entre soldados, niños y ancianos”, dijo Abdulkader Al-Hawali, un estudiante de quinto año de Medicina en el hospital de la cercana Zlitan, donde las autoridades dicen que se trasladó a algunos de los muertos y heridos.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 con cerca de 3 mil victimas sirvieron a los Estados Unidos de símbolo para acelerar sus planes de invasiones militares a nivel mundial. Los atentados en Boston, sin sabe aun quienes son los autores, serán una herramienta más para ampliar los planes “antiterroristas” y militaristas del gobierno de Obama al interior de este país, y extender su política de agresión imperialista a nivel mundial. Este atentado, que aun no tiene reivindicación, es útil también para desviar la atención de los verdaderos problemas de la pobreza y desocupación creciente que afecta a la población norteamericana.
Fuente: ApiaVirtual
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