Para APIAVIRTUAL
Por Sascha Schmidt (*)
Alemania
He aquí un tema para pensar y no solo para sociólogos. Según un estudio publicado en Alemania, la selección nacional de fútbol es la mayor representación de la unidad del país, y con ella se sienten identificados todos los sectores de la sociedad. En esta nota una entrevista con el profesor Sascha Schmidt, coordinador del citado estudio.
Desde el Mundial de Fútbol del 2006 la selección alemana genera los movimientos de masas más grandes del país.
El estudio, adelantado por el ISBS (Institute for Sport, Business and Society) para la Federación Alemana de Fútbol (DFB), encontró que la selección es el más fuerte vínculo entre todos los ciudadanos, para los que su equipo nacional es motivo de orgullo, tanto en lo deportivo como en lo social, y símbolo del sentimiento patriótico.
Curiosamente, este es un fenómeno relativamente reciente cuya fuentes de origen fueron el Mundial del 2006, la nueva política de promoción de talentos jóvenes de la DFB, así como la participación de la selección en campañas de gran contenido social, entre ellas las dirigidas a combatir el racismo, o a apelar por la integración del inmigrante.Deutsche Welle conversó sobre todo esto con el profesor Sascha Schmidt, coordinador del estudio.
Profesor Schmidt, el estudio plantea la pregunta de si la selección de fútbol no es actualmente el cuarto poder en Alemania. ¿Cuán grande es el verdadero poder del equipo nacional en la sociedad alemana?
En Alemania nos encontramos en una sociedad muy dirigida a los individuos y cada vez menos al colectivo. La Iglesia, los sindicatos, y los partidos políticos, vienen perdiendo seguidores y la dimensión de su significado se reduce. Mientras tanto, el equipo nacional, y sus integrantes, tienen cada vez más adeptos y su capacidad de convocar a la sociedad ha venido creciendo.
¿Aplica eso para todos los sectores sociales?
No importa si mujer u hombre, pobre o rico, habitante del campo o la ciudad: no hay ninguna diferencia entre ellos cuando se trata de la selección de fútbol, con la cual todos se sienten identificados por igual. Curiosamente, cuando revisamos qué sector es el que más fuertemente se siente representado por el equipo nacional, nos encontramos con que es el de los inmigrantes.
¿Por qué?
La selección representa a ese país del cual ya son parte, o del cual pueden ser parte. El equipo nacional es apreciado como un instrumento de integración, como un colectivo permeable a través del cual los inmigrantes pueden ingresar a su nuevo hogar. Además, ella ofrece un tema del cual se puede hablar con los anfitriones desde la perspectiva de algo “nuestro”.
¿La selección ofrece un sentimiento de pertenencia?
Si, y también una experiencia colectiva que unifica, y que ninguna otra institución del estado está en capacidad de ofrecer. En nuestra sociedad hay la necesidad de vivir un “nosotros” que solo la selección de fútbol puede brindar.
¿Es este auge de la selección algo pasajero?
No creo que esto sea algo momentáneo, o producto de una moda. La gente se siente atraída por el éxito de la selección, pero en especial por su simpatía. A todos nos gusta ser parte del éxito, y también ser simpáticos.
¿Eso pese a que esta selección no ha ganado ningún título internacional?
Pero para el público alemán es un éxito estar siempre entre los cuatro primeros de los torneos que ha disputado. Ahora bien, las expectativas actualmente son muy grandes y no sabemos qué podrá pasar después del Mundial. Eso sí, si Alemania conquista la Copa del Mundo en Brasil la selección crecerá aún más como símbolo patrio, como representante de todos.
¿Qué se esconde detrás de ese apoyo a la selección: nacionalismo o patriotismo?
Acá estamos hablando de un patriotismo sano y positivo que por cierto apareció con gran fuerza durante el Mundial del 2006, cuando la gente se atrevió al amparo de la selección de fútbol a sentirse orgullosa de su país, sin la carga de culpa histórica tan arraigada en la sociedad cuando se trata de identificarse con ciertos símbolos. Ese fenómeno sorprendió a todos. Además, en los partidos de la selección no hay incidentes con la extrema derecha porque el equipo representa precisamente valores de integración contrarios a los suyos.
¿No es también de cierta forma preocupante que el más importante símbolo patrio alemán en la actualidad sea un equipo de fútbol?
En primer lugar uno debe estar contento de tener ya un símbolo patrio tan positivo de identificación y unidad. Claro, a largo plazo habrá que preguntarse por qué esto es así, por qué un jugador como Mesut Özil es más conocido por todos los alemanes, y tiene un contacto más fluido con ellos, que varios de los más importantes políticos del país. La DFB está muy consciente de su papel, y el de la selección; ellos saben que el fútbol puede mover muchas cosas, pero no todas, porque al final no es otra cosa que un deporte.+ (PE/El Arca/ DW.DE).
(*) Sociólogo.
Fuente: ApiaVirtual
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