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domingo, 15 de febrero de 2015

Las patronas: hace 20 años que mujeres ayudan a migrantes indocumentados.


por Ilka Oliva Corado

El 5 de febrero cumplieron 20 años de ardua labor humanitaria al servicio de los migrantes indocumentados que atraviesan territorio mexicano en su paso hacia Estados Unidos.

Su pueblo La Patrona, Amatlán, Veracruz, México es parada obligatoria para el tren llamado “La Bestia”, que trasporta en el lomo de sus vagones a miles de indocumentados que han sido arrojados a la indefensión migratoria, desde sus países de origen por gobiernos corruptos y sistemas en decadencia que los olvidan en las alcantarillas de las clases sociales y la imposibilidad del desarrollo.

Las Patronas es un grupo de mujeres que sale a las vías del tren y lanzan bolsas de comida y botellas de agua a los migrantes que van sobre “La Bestia.” Son el ejemplo vivo de lo que es dar sin esperar nada a cambio. Con ellas se vive la acción. El actuar. El movilizar. Concientizar de la situación de la migración indocumentada es parte vital de su aporte a esta problemática mundial.

Conocidas en el mundo entero por tan íntegra entrega, Las Patronas están de aniversario — cabe mencionar que es primera vez que lo celebran. Tuve el enorme privilegio de conversar vía telefónica con Norma Romero, coordinadora de Las Patronas. Una charla que nada tuvo de entrevista periodística, más bien una plática entre una indocumentada que muy bien pudo ir sobre cualquier vagón de “La Bestia” en su camino hacia Estados Unidos y una mujer que en cualquier instante pudo tenderle la mano para ayudarla.

Crónicas de una Inquilina tiene el gusto de presentarles, en Encuentros, a: Las Patronas. Disfrútenla y si les nace coméntenla y compártanla, porque las heroínas de pies de barro son candiles encendidos en los rincones más oscuros de la indiferencia.


¿Qué es lo que sucede el 05 de febrero de 1995?


Dos de mis hermanas —Rosa y Bernarda— fueron a comprar el pan y la leche para desayunar, y cuando el tren venía pasó despacio porque como es paso ahí tiene que bajar la velocidad, y nosotros pensábamos que la gente que venía en el tren era mexicana y que se subía en éste para aventurarse, a veces los jóvenes tiene inquietudes, verdad. Pensábamos que como nadie les cobraba el transporte se podían subir pero, ellas escucharon que les gritaron “madre tenemos hambre” y ellas pensaban que las estaban vacilando, y pasó el siguiente grupo y también les dijo “madre tenemos hambre regálanos un pan” entonces una de ellas les tiró la bolsa de pan y vino el grupo de atrás y también les pidió entonces les lanzaron las cajas de leche. Y llegaron a la casa y mi mamá les preguntó qué habían hecho con el pan y la leche que les había encargado y ellas le comenzaron a decir: fíjate mamá que la gente que va en el tren pues no es mexicana porque tienen un acento no sé cómo hablan ellos, y nos gritaron que tienen hambre.


Entonces nos reunimos en casa y conversamos toda la familia, la verdad en ese tiempo alcanzaba el dinero y hasta sobraba, porque eran baratas las cosas, hoy en día lastimosamente está más cara la canasta básica. Entonces empezamos a hacer taquitos, que arrocito, que huevitos y frijolitos. Y pusimos 8 taquitos en cada bolsita. El día después de que mis hermanas reglaron el pan y la leche empezamos a hacer la comida y fueron 30 “lonches” y resulta que mi “apá” dijo bueno y les van a dar el taco, ¿y con qué se lo van a bajar? Pues llenen una botellitas de agua dice. Las botellitas de agua no las podían agarrar porque se les resbalaban de las manos, llegamos a casa y le contamos a mi “apá” y nos dijo que las amarráramos en par un hilo y eso hicimos.

[Y así inicia la historia de Las Patronas, que le ha vuelta al mundo; con una familia que no fue apática a la necesidad de desconocidos. ¿Cuántos de nosotros haríamos eso?]

Empezaron con 30 almuerzos, ¿hoy en día cuántos dan?

Ahorita a partir de 2014 fue el cambio — debido al Plan Frontera Sur, que criminaliza a los indocumentados por parte de autoridades mexicanas y hace que estos busquen otras vías de transporte para llegar a la frontera con Estados Unidos — porque nosotros estábamos dando entre 600 y 700 “lonches” porque era mucha gente la que estaba cruzando, llegamos a tener hasta más de mil personas al día. Buscándole pan de dulce, tortillas, lo que hubiera, lo que encontráramos y pidiéndole a la tente que donara su comida que no la tiraran porque luego la tiran cuando les sobra. Y hacíamos recolectas y la gente se empezó a dar cuanta que sí había necesidad y comenzaron a donar. Y así fue como se dio y la gente se empezó a involucrar.


Claro que no ha sido fácil porque antes ayudar a un indocumentado era un delito y era donde teníamos que tener cuidado. Después de formar un grupo con mi familia formé otro grupo en la parte centro del pueblo con otras mujeres para que nos pudieran ayudar, así ellas daban comida allá y nosotras por acá. Y fue ahí donde comenzamos pero después vinieron los malos comentarios de la gente: “no que esas viejas están locas, que ayudar al migrante es un delito, que las van a acusar de polleras.” Ellas estuvieron ayudando como dos años, pero después los esposos comenzaron a decirles “no que si te metes en problemas a ver cómo le haces, que quién sabe qué,” entonces las mujeres por miedo nos dijeron, mira mejor no. Yo les dije que estaba bien porque tampoco quiero ser la causante de que tengas roces con sus maridos. De las 25 que éramos quedamos 15, de las cuales hoy en día estamos 14.


Hoy en día estamos dando 100 “lonches” en el tren, y los que llegan a la casa caminando, porque hay migrantes que se bajan o van heridos o cansados y llegan al comedor y ahí los atendemos. Bajó la cantidad debido al cobro de las mafias.

[Que están conformadas por las propias autoridades municipales, estatales y migratorias en contubernio con los grupos criminales reconocidos por la violencia con la que tratan a los migrantes indocumentados]


Veinte años es un mar de memorias…


Mira, hay que ser agradecido con Dios por todo lo que nos da, agradezco a Dios haberme dado unos padres que me enseñaron a trabajar y que me dieron valores. Tuve la oportunidad de tener una pareja que se portó bien y que no se metió en mis decisiones y que me apoyó [su esposo falleció] y que me dio un hijo que es tranquilo, que está estudiando y que le está echando ganas.

El cambio de la palabra a la acción

Norma era catequista en la iglesia de su pueblo pero sentía un vacío, sentía que no era suficiente lo que hacía, tuvo algunos roces con otras mujeres de la iglesia porque para ella no era solo ir a misa y afuera vivir con envidias, prejuicios y doble moral. Se alejó del catequismo y pidióa Dios una señal, ella quería pasar de la palabra a la acción y la señal llegó el día menos pensado.

Ese día en el 1996 terminamos de dar la comida y después de haber terminado la jornada del día me voy a mi casa y nos acostamos a dormir y como a eso de las 11:30 llega una compañera del grupo y toca la puerta y me dice: “oye Norma, el tren se acaba de parar y trae como quinientas personas pero viene un enfermo y aquí está su esposa y un compañero” los vi por la ventana y les dije que me esperaran porque me iba a cambiar. Ella se fue a su casa a dormir y me los dejó ahí en la puerta y cuando salgo esta mujer me dice ayúdame por lo que más quieras y se arrodilla frente a mí, inmediatamente le dije que se levantara, no lo pensé dos veces y le dije que me llevara a donde estaba su marido, ésa era la señal que yo necesitaba, fue ése el momento en que cambió todo en mi vida.

Agarré la camioneta de mi esposo y no me puse a pensar en que en el 96 era delito ayudar a un indocumentado, solo salí y les dije que me llevaran a donde estaba su esposo, llegamos y vi la multitud de gente que estaba en el tren, llego a las vías y le dio a Dios, “Señor si tú me pusiste aquí, tú me vas a ayudar” en ese momento algo me cubrió desde la cabeza hasta los pies, nunca he vuelto a sentir algo similar. Fue como un cobijo, como si alguien me hubiese abrazado. Como si alguien me hubiera quitado la venda de los ojos, desde ahí perdí el miedo. Y la certeza que Dios estaba actuando y que quería mi servicio. El miedo se me fue quitando poco a poco y es como si él me hubiera dicho: “ahora sí, ven y trabaja.”

Se acercan los muchachos indocumentados y me dicen, “madre por lo que tú más quieras ayúdanos” y yo les dije voy a ayudar al que viene enfermo no los puedo ayudar a todos y me dicen, “no, con que los ayudes a ellos ya nos estás ayudando a nosotros.” Ahí había amor, solidaridad, ahí no había fronteras, ahí había algo hermoso.

Era un muchacho que había defendido a su esposa porque el tren fue asaltado por las mafias y querían abusar sexualmente de ella y él la defendió y lo acuchillaron, imagínate de Agua Blanca a La Patrona el tren hace tres horas, y en ese tiempo la persona se desangró y venía con mucha temperatura y además perdió el sentido.

Entonces todos comenzaron a ayudar a bajarlos del lomo del vagón y fue algo tan hermoso, todos éramos hermanos ahí, y lo bajaron con tanto cuidado. El muchacho era negro, negro que solo sus dientes blancos se le miraban, y vi a aquel hombre como le extendieron las manos y le juntaron los pies, mientras unos lo sostenían de los brazos, otros lo agarraban de los pies, y fue como ver a un Cristo negro.

Nos negaron el servicio en el hospital cercano del pueblo porque era indocumentado, también un doctor de una clínica privada porque dijo que no se quería meter en problemas. Eso fue como la segunda llamada de Dios, de decir pues ahora háganlo ustedes, cúrenlo ustedes. Y me lo llevé a mi casa y estuvo en mi cama, sabía algo de primeros auxilios y llamé a un amigo que también sabía de primeros auxilios y él me dijo cómo proceder pero tampoco se atrevió a ir a mi casa porque pensaba que se nos iba a morir y no quería problemas.

Compramos medicina para la fiebre y para controlar la infección. Llegando a la casa lo bañamos con agua fría para bajarle la fiebre y revisamos la herida. Estuvo en mi casa más de 20 días recuperándose y se fue en septiembre y nos llamaron por teléfono el 25 de diciembre para decirnos que había logrado cruzar a Estados Unidos. Y eso es lo más bonito, de servir y no esperar nada a cambio. Y mucha gente dice “esto lo hacen y de seguro les pagan” y no es así, el pago más grande viene de la bendición de Dios.

La Internacionalización

Mira nos ha ayudado mucho los documentales que se han hecho acerca de nuestro trabajo, eso nos ha dado a conocer a nivel internacional, y como nosotros abrimos las puertas a quién guste venir a conocer lo que hacemos han llegado personas de muchos países. Documentalistas, cineastas, periodistas. Y abrimos las puertas porque queremos concientizar a la sociedad civil, para que no solo juzguen, para que más bien conozcan a la gente, a veces es mejor enseñarle lo malo al ser humano que enseñarle lo bueno. Cuando tu ves a una persona migrante lo que primero que dices es “es un delincuente” ¿ya fuiste a investigarlo? Por qué mejor no te preguntas si tiene hambre, si necesita abrigo, en qué lo puede ayudar. Por qué no hacemos todo lo contrario y te das el tiempo de conocerlo.

Nosotros en todos estos años hemos visto pasar a miles de migrantes y para nosotros es bendición ayudarlos. Y les decimos que cuando lleguen a Estados Unidos no se olviden de su familia y hagan las cosas bien para que les vaya bien.

El comedor-albergue

Ya teníamos el comedor pero no el albergue porque no teníamos quién nos apoyara en lo económico, entonces un documental que se llama La Patrona el director lo llevó a varios festivales, y estuvo en Francia y de allá le preguntaron qué era lo que nosotros necesitábamos y yo le dije: un cuarto para voluntarios, un cuarto para que duerman los muchachos –indocumentados- y una oficinita. Unas regaderas y baños para los muchachos también. Y gracias a los documentales que se han realizado acerca de nuestro trabajo nos han invitados de varias universidades a dar pláticas y a concientizar a los estudiantes. Y siempre los invitamos a conocer la experiencia y llegan a nuestro comedor y nos llevan víveres. Nosotras necesitamos calzado, ropa, porque los migrantes van solo con la mudada puesta y por lo menos que se cambien cuando llegan al albergue, es sumamente importante el calzado y la ropa.

Tenemos una camioneta –pickup- que nos donaron cinco familias de Jalapa y eso vamos por las compras para hacer los almuerzos.

Cabe mencionar que el comedor-albergue está construido en el terreno que le regaló su padre a Norma. Nada de ayuda municipal o estatal.

¿Cómo es la relación con las entidades migratorias?

Es buena, hemos estado trabajando en equipo y ayudan en los hospitales cuando llevamos a migrantes heridos, claro el trato es distinto cuando van solos, tiene que ir una de nosotras para acompañarlos en todo el proceso y verificar que las autoridades les den trato humano. Yo siempre he dicho no es en sí la identidad la que está mal sino las personas y cuando es así yo hablo con ellas directamente y de buen modo y eso nos ayuda mucho. Trato de concientizarlos y que vean a los migrantes como hermanos que somos.

Si el paciente necesita prótesis se coordina con las autoridades, realiza la terapia y se envía a un albergue para que vayan asimilando lo de su prótesis y su nueva realidad.

El Plan Frontera Sur

El Plan Frontera Sur vino a afectar más la situación de los migrantes porque los criminaliza, lo que los obliga a buscar otras alternativas para atravesar México y los expone a bandas de criminales, caminan más y sin agua ni comida. Ha bajado el afluente porque antes atendíamos al día a 600 o 700 y hoy a 100 o 120.

El Instituto Nacional de Migración

Bueno por estos lares están más concientizados porque nosotros nos hemos encargado de no quitar el dedo del renglón, y porque tampoco nos confiamos, lo que sucede en otros albergues es que solo les brindan protección dentro de las instalaciones y cuando salen ya no se hacen responsables. Aquí es lo contrario, los apoyamos dentro y fuera, los acompañamos abordar los autobuses o si tienen que subir el tren también vamos. Entones cuando las autoridades nos ven respetan al emigrante. Esto requiere que nosotros nos involucremos por completo y salgamos de nuestra zona de confort, si vamos a ayudar que sea bien no a medias.

Concientizar a la sociedad civil

Todos los migrantes en mi camino han sido un regalo de parte de Dios, hay momentos en lo que no solo tienes que batallar con las personas que lastiman al migrante, sino también con la sociedad civil que desconoce el dolor que carga el emigrante, pero también los pastores evangélicos. Es un conjunto de gente que solo critica y habla con prejuicios pero que no se involucra, muy fácil es hablar pero qué difícil es actuar.

Nosotras como ya sabemos les hablamos a los migrantes y les decimos “por estos lugares sí pueden pasar, por estos lugares no, a tal hora sí a tal hora no.” La sociedad civil ahí podría ayudar muchísimo pero ni las personas como comunidady mucho menos los pastores de inglesa. Y te das cuenta que no puedes decaer y que tu deber es crear conciencia. Hay mucha gente que se ha sumado pero que no actúa y lo que necesitamos en su acción. Es muy fácil encerrarse en la iglesia y orar y orar pero las cosas no se resuelven orando, tenemos que involucrarnos todos.

Tú eres de las pocas como Padre Solalinde, Pantoja y Fray Tomás, que son de armas tomar

Hombres como ellos nos hacen muchísima falta, que tengan el acercamiento hacia las personas ignorantes, que no solo hablen de la biblia sino que se comprometan con la acción que Dios nos ha enseñado. Fácil es decir de la boca hacia fuera cuando no sale del corazón.

En el 2013 reciben el Premio Nacional de Derechos Humanos

Con ese Premio nos dimos a conocer más, y mucha gente se sorprendió porque son muchas las organizaciones que trabajan en la defensa de los Derechos Humanos en México, y nos preguntaban que cómo le hicimos para ganarlo y nosotras les decimos que solo con el favor el de Dios y haciendo bien a los demás. Ese reconocimiento yo lo considero como un regalo de parte de él, porque eran 356 organizaciones las que estaban propuestas.

A Las Patronas las propusieron para el Premio Príncipe de Asturias 2015.

Es un trabajo arduo no solo con atender a los migrantes sino con la sociedad civil que no se involucra y los ve como delincuentes y luego que piensan que los migrantes cuando cruzan nos mandan dólares y no es así, solo las gracias recibimos y también creen que la gente que llega de otros países a conocer nuestro comedor nos deja mucho dinero y eso también es falso. La gente piensa que esto es como un negocio. Yo siempre les dijo que si fuera cierto que nos pagaran entonces no fuéramos 14 mujeres seríamos 100. Es muy fácil hablar pero tampoco tienen la capacidad de acercarse y ver cómo lo estamos haciendo y mucho menos involucrarse sabiendo que no van a recibir más que las gracias. Y las que se han acercado solo tardan una semana y con la misma se van, porque no es del corazón y esperan recibir algo más.

Los días 14 y 15 de febrero Las Patronas celebrarán por primera vez su aniversario, cumplen 20 años tendiéndole la mano a los migrantes indocumentados que pasan por La Patrona, Veracruz. En sus actividades está una misa que oficiará el Obispo de Saltillo, Raúl Vera, -quién apoya contra viento y marea a los indocumentados que atraviesan México- contarán con la presencia de los sacerdotes Alejandro Solalinde, Pedro Pantoja y Fray Tomás González. Se hará una procesión en el pueblo.

Cumplimos 20 años pero también es un agradecimiento a Dios a todas y a cada una de las personas que han caminado a nuestro lado todos estos años. Sin el apoyo de quienes donan nosotras no podríamos ayudar a los migrantes y esto es para agradecerles a ellas. Somos un gran equipo. Entre sacerdotes, asociaciones, fundaciones y sociedad civil.

Los 43 estudiantes de Ayotzinapa

El dolor de ellos es nuestro dolor, así como cada año recibimos a las madres centroamericanas en su caravana buscando a sus hijos migrantes desaparecidos en México. Yo le comento a la gente que cuando fue la masacre de San Fernando que mataron a 72 migrantes indocumentados, no se hizo tanto ruido porque eran migrantes, tuvimos que esperar a que pasara esto con los 43 normalistas para que sintiéramos el dolor que sienten las madres centroamericanas. Les digo, imagínense todo el dolor que se les ha causado a aquellos países hermanos, ahora estamos viviendo en carne propia con estos padres que lamentablemente también están en la lucha.

Es que tenemos que levantar la voz, tenemos que caminar unos con los otros. Apoyándonos y exigiendo esa justica que todos necesitamos. Hoy estamos aquí pero mañana estamos expuestos todos, necesitamos seguridad, nadie es intocable. No tenemos que ser indiferentes al dolor de las demás personas. Hay que unirnos, hay que echarnos la mano. Yo me doy cuenta cuando viene la caravana de madres centroamericanas, la gente las ve como preguntándose, ¿y éstas qué vienen a hacer? Y yo les digo, acérquense a ver las fotos, tus hijos también pueden migrar. Que conozcan a las mamás y que conversen con ellas y que se enteren por qué vienen. Informar si alguien vio pasar a alguno de las fotografías que llevan las madres colgadas en su cuello.

Que no sean espectadores y que se acerquen. Es tan poco lo que nos piden y nosotros con tanta indiferencia. No entiendo por qué somos así.

¿Deseás agregar algo para dar por terminada ésta conversación?

Bueno, decirle a la gente que no discriminemos, que no juzguemos, así como está Centroamérica hoy vive México y así nos vamos, los mexicanos no cantamos mal las rancheras. Nos hace falta solidaridad, el sentir que muchas personas están viviendo momentos difíciles, que no seamos indiferentes al dolor de las demás personas, no estamos salvos, en cualquier momento nos puede tocar a nosotros. Que nos empecemos a respetar. Todos somos hermanos, no importa la religión, la raza, la nacionalidad, el color.

Nota: si usted desea colaborar con víveres, dinero, ropa o calzado puede hacerlo comunicándose con ellas en las redes sociales: @LasPatronas_dh en Facebook: La Patrona.

Fuente: Apia Virtual
Texto completo en: http://www.lahaine.org/las-patronas-hace-20-anos

viernes, 30 de enero de 2015

Para los Bancos no hay Derechos Humanos.-


Uno de los sectores más atrasados en la incorporación de las políticas que protegen y promueven los derechos humanos es el financiero. Más de la mitad de los bancos ni siquiera reconoce la existencia de tales derechos en sus normativas internas. Por ello, generalmente están involucrados, por medio de financiamiento, en el traslado forzoso de comunidades, el trabajo infantil, la apropiación de tierras con respaldo militar y la violación del derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación


Carey L Biron*/IPS

Sólo la mitad de los principales bancos internacionales aplican políticas de respeto de los derechos humanos, según una nueva investigación, a pesar de que así lo exige una serie de principios que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó para guiar las actividades de las empresas trasnacionales.

De los 32 bancos examinados, los investigadores encontraron que ninguno ha puesto en marcha públicamente un proceso que aborde las violaciones de los derechos humanos. Tampoco cuentan con mecanismos de reclamación para que las personas afectadas por los abusos puedan quejarse.

La investigación, publicada por BankTrack, una red internacional de organizaciones no gubernamentales que vigila las actividades bancarias, se conoce más de 3 años después de la adopción de los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos.

Estos principios, aprobados por unanimidad por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2011, especifican una serie de acciones y obligaciones para todas las empresas, incluidas las del sector financiero.

Algunos de “los bancos que abarca este informe […] financiaron empresas y proyectos que implicaron el traslado forzoso de comunidades, el trabajo infantil, la apropiación de tierras con respaldo militar y la violación del derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación”, denuncia la investigación, publicada el 2 de diciembre de 2014.

“Las políticas y procesos, abiertos al escrutinio público y respaldados por informes adecuados, son herramientas importantes para que los bancos se aseguren de que este tipo de abusos no se produzcan, y que cuando lo hacen, aquellos cuyos derechos fueron afectados tengan el derecho a un recurso efectivo”, señala.

“Si estas políticas y procedimientos han de tener sentido, entonces el financiamiento para este tipo de ‘negocios dudosos’ deberá, eventualmente, acabar”, añade.

Uno de los bancos estudiados, JPMorgan Chase, es uno de los principales financistas en Estados Unidos del aceite de palma, a través de préstamos e inversiones de capital. Aunque la institución tiene una política de derechos humanos, los investigadores de BankTrack hallaron que sólo la aplica a los préstamos y no a las inversiones.

“Cuando se trata de presentar informes sobre su aplicación, el banco no cumple, por lo que la política es poco más que decorativa”, afirmó Jeff Conant, de Amigos de la Tierra Estados Unidos, una organización que investiga el financiamiento del aceite de palma.

La financiación privada en la actualidad facilita casi toda la gama de la actividad empresarial, pero Conant destaca que “las instituciones financieras no están obligadas a responder por sus actos”.
Conclusiones aleccionadoras

Pero el nuevo estudio indica que algunos bancos están bien encaminados para cumplir con los Principios Rectores. El banco mejor clasificado, el holandés Rabobank, recibió 8 de 12 puntos posibles, seguido de cerca por Credit Suisse y UBS.

Sin embargo, éstas son las excepciones. El puntaje promedio apenas llegó al 3, mientras que muchos recibieron una calificación de cero, entre ellos instituciones chinas, de la Unión Europea y Estados Unidos.

De hecho, Bank of America, una de las mayores instituciones financieras del mundo, recibió sólo 0.5 puntos de 12, y eso porque expresó algún tipo de compromiso para realizar investigaciones relacionadas con los derechos humanos.

“Las conclusiones de este informe son bastante aleccionadoras acerca de lo que puede esperarse de los principios de autorregulación”, observó el argentino Aldo Caliari, del Center of Concern, un centro de investigación con sede en Washington.

“Los Principios Rectores son el mínimo indispensable de cualquier marco de derechos humanos en el sector empresarial, un marco que tiene el consentimiento de las empresas. Así que el hecho de que haya tan escasa adhesión a una herramienta relativamente débil… Es muy revelador”, expresó.

A pesar de la diversidad de casos, el sector financiero en su conjunto tomó nota de los Principios Rectores.

En 2011, cuatro bancos europeos se reunieron para discutir las posibles consecuencias de los principios para el sector. Luego se sumaron tres bancos más a lo que ahora se conoce como el Grupo de Thun, y en octubre de 2013 la agrupación publicó un documento inicial sobre los resultados de estas discusiones, con recomendaciones para su cumplimiento.

Un conjunto ya existente de pautas voluntarias para el sector bancario, conocido como los Principios del Ecuador, también se actualizaron en 2013 para reflejar la existencia de los Principios Rectores. Hasta el momento, los Principios del Ecuador fueron ratificados por 80 instituciones financieras en 34 países.

“Hasta la fecha, los esfuerzos de los bancos para poner en práctica los Principios Rectores de la ONU giraron principalmente en torno a la producción de documentos de debate sobre el mejor camino a seguir”, indicó Ryan Brightwell, autor del nuevo informe.

“Tres años y medio después de la puesta en marcha de estos Principios, es hora de pasar a su aplicación”, exhortó.
Fortalecimiento de la rendición de cuentas

Las conclusiones sobre la escasa aplicación de los Principios Rectores fortalecerá la posición de aquellos que desean modificarlo o sustituirlos. Algunos sugieren un cambio de marco para que las instituciones financieras reciban un tratamiento distinto al de otros sectores.

El “sector financiero exige un tratamiento de excepción con respecto a la aplicación de los Principios Rectores”, escribió en 2013 Caliari.

“Las compañías financieras, más que otras empresas, tienen el potencial, con un cambio de conducta, de influir en la conducta de otros actores. Eso significa que también se debe esperar de ellas un mayor nivel de responsabilidad cuando no lo hacen”, explicó.

Caliari y otras personas integran un movimiento que busca ir más allá de los marcos voluntarios, del tipo de los Principios Rectores, para adoptar un mecanismo vinculante.

Este objetivo, que ya lleva décadas de trabajos, recibió un importante impulso en junio, cuando el Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó a favor de permitir el inicio de negociaciones para un tratado vinculante en torno a las empresas trasnacionales y sus obligaciones de derechos humanos. En esa misma sesión también se aprobó otra resolución para fortalecer la ejecución de los Principios Rectores.

Los nuevos datos sobre la relativa falta de cumplimiento de los Principios Rectores por parte de los bancos son una de las razones por las que crece el número de adeptos a un tratado jurídicamente vinculante, según Caliari.

“Es cada vez más claro que los mecanismos que se basan en el consentimiento de las empresas no pueden ser la totalidad de los mecanismos de rendición de cuentas disponibles. Se necesita más”, subrayó el integrante del Center of Concern.

*Traducido por Álvaro Queiruga

Carey L Biron*/IPS

Fuente: Apia Virtual

domingo, 7 de diciembre de 2014

El ocaso de la globalización económica.



Análisis del ocaso de la globalización económica y del subsiguiente retorno a compartimentos económicos estancos.

El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén inter-relacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos, por lo que la irrupción de la crisis económica en la aldea global ha provocado la aparición de nuevos retos para gobiernos e instituciones sumidas en el desconcierto y en la incredulidad, retornando lenta pero inexorablemente a escenarios económicos desconocidos desde la II Guerra Mundial.

Ocaso de la economía global

La sustitución de la doctrina económica de Equilibrio presupuestario de los Estados por la del déficit endémico, (práctica que por mimetismo, adoptarán las economías domésticas y las empresas y organismos públicos y privados), ha contribuido a la desaparición de la cultura del ahorro, endeudamiento crónico y excesiva dependencia de la Financiación Exterior. Asimismo, la política suicida en la concesión de créditos e hipotecas de alto riesgo de las principales entidades bancarias mundiales que inmersos en la vorágine expansiva de la economía mundial del último decenio y en aras de optimizar su cuenta de resultados, habrían actuado obviando las más elementales normas de prudencia crediticia, convirtiéndose en meros brokers especulativos y descuidando las dotaciones a los Fondos de Provisión e Insolvencia.

Ello, unido a la falta de supervisión por parte de las autoridades monetarias de los índices de solvencia de las entidades bancarias, originó la crisis de las subprime de EE.UU., seguida de un goteo incesante de insolvencias bancarias, una severa contracción de los préstamos bancarios y una alarmante falta de liquidez monetaria y de confianza en las instituciones financieras. A ello se sumaría la instauración del consumismo compulsivo en los países desarrollados, favorecido por el bombardeo incesante de la publicidad, el uso irracional de las tarjetas de plástico, la concesión de créditos instantáneos con sangrantes intereses y la invasión de una marea de productos manufacturados de calidad dudosa y precios sin competencia, provenientes de los países emergentes, pues la obsesión paranoica de las multinacionales apátridas o corporaciones transnacionales, por maximizar los beneficios, (debido al apetito insaciable de sus accionistas, al exigir incrementos constantes en los dividendos), les habría inducido a endeudarse peligrosamente en aras del gigantismo, mediante OPAS hostiles e intensificando la política de deslocalización de empresas a países emergentes, en aras de reducir los costes de producción, (dado el enorme diferencial en salarios y la ausencia de derechos laborales de los trabajadores).

Finalmente, el brutal incremento del consumo de materias primas y productos elaborados por parte de los países emergentes, (debido a sus espectaculares crecimientos de los PIB anuales en el último decenio), coadyuvado por la intervención de los brokers especulativos, ha conllevado una espiral de aumentos de precios imposibles de asumir por las economías del Primer Mundo, (al no poder revertirlas en el precio final del producto dados sus altos costes de producción) y como consecuencia, se ha producido una sensible pérdida de su competitividad, estancamiento de sus exportaciones y aumento de los Déficits por Cuenta Corriente y Deuda Externa, dibujándose un escenario a cinco años en el que asistiremos a la implementación del proteccionismo económico, con la consiguiente contracción del comercio mundial, subsiguiente finiquito a la globalización económica y retorno a escenarios económicos de compartimentos estancos.

Radiografía del estancamiento económico mundial

En los países desarrollados,el finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década, provocado por las tasas de paro galopantes y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores unido al deterioro progresivo de las condiciones laborales, provocará frecuentes estallidos de conflictividad laboral y agudización de la fractura social de los países desarrollados, quedando diluidos los efectos benéficos de sus anunciadas medidas sociales al dar por finiquitado el estado asistencial, lo que obligará a amplias capas de la población a depender de los subsidios sociales. Además, el esperado anuncio de la Fed del final de la implementación de medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para incrementar la base monetaria y la previsible subida de tipos de interés en el 2015, podría provocar un nuevo crash bursátil mundial pues el nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se movería en la horquilla de los 11.000-12.000 en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, a años luz de los estratosféricos techos actuales, rememorando valores de octubre del 2008.

Dicho estallido provocará la consiguiente inanición financiera de las empresas y subsiguiente devaluación de sus monedas para incrementar sus exportaciones y tendrá como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial aunado con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y un agudo estancamiento de las economías globales.

En cuanto a los países emergentes (BRICS, México, Corea de Sur y Tigres asiáticos), sufrirán un severo estancamiento de sus economías con crecimientos anuales del PIB inferiores al 3% (después de un decenio espectacular con tasas de crecimiento superiores a los dos dígitos), debido a la brutal constricción de las exportaciones por la contracción del consumo mundial y a la elevación de los parámetros de calidad exigidos por los países del Primer Mundo, implantación por los países emergentes de leyes laborales y medioambientales más estrictas, lo que conllevará una drástica reducción de sus Superávit. Asimismo, deberán padecer tasas de inflación desbocadas, debido a la necesidad imperiosa de importar cantidades ingentes de alimentos para abastecer a sus habitantes ante la alarmante carestía de productos agrícolas básicos para su alimentación, lo que acelerará la agudización de la fractura social, el incremento de la inestabilidad social y un severo retroceso de sus incipientes libertades democráticas.

Respecto a los países del Tercer mundo, el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas a causa de la severa crisis económica global plasmada en la contracción de la demanda mundial de materias, obligará a una gran parte de su población a vivir por debajo del umbral de la pobreza al sufrir tasas de inflación desbocadas cercanas a los dos dígitos e incrementos espectaculares de la Deuda Exterior. Así, el cambio de patrones de consumo de los países emergentes aunado con inusuales sequías e inundaciones y la aplicación de restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento, conseguirá desabastecer los mercados mundiales de productos agrícolas básicos para la alimentación (trigo, maíz, mijo, sorgo y arroz) , elevar sus precios hasta niveles estratosféricos y provocar una nueva crisis alimentaria mundial que irá “in crescendo” hasta alcanzar su cenit en el horizonte del 2.020 y afectará especialmente a las Antillas, América Central, México, Colombia, Venezuela, Egipto, Corea de Norte, India, China, Bangladesh y Sudeste Asiático, ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la hambruna de los 1.000 millones actuales a los 2.000 millones estimados por los analistas.

GERMÁN GORRAIZ LOPEZ-Analista

Fuente: Apia Virtual

lunes, 24 de noviembre de 2014

Trabajadoras migrantes de casa de familia en Chile.


Un abrazo de humanidad

“¿Lo peor? Que nos hagan trabajar peor que a la Cenicienta antes de la llegada de ningún príncipe y sin horario. Que nos miren casi como a bestias y nos paguen lo que les da la gana.”

“Ave del mar, espuma migratoria, / ala del Sur, del Norte, ala de ola, / racimo desplegado por el vuelo, / multiplicado corazón hambriento / (…) y a contraviento y contramar, la vida.”
Pablo Neruda

por Andrés Figueroa Cornejo

Visiblemente agotada luego de trabajar 20 horas continuadas para obtener medio día libre para sus trámites sindicales, la Presidenta del Sindicato Nacional Interempresa de Trabajadoras/es Inmigrantes de Casa Particular (Sinaincap, https://www.facebook.com/groups/139480892851864/), Rosa Flores, se sienta sobre una silla azul de la junta de vecinos Nº 15 de la comuna de Independencia de Santiago de Chile. Rosa es de origen peruano, de la provincia de Barranca, distrito Supe Puerto y reside en la capital chilena desde hace 5 años. Es madre y padre de 6 hijos, 4 de los cuales permanecen en su país, donde ella se desempeñó como obrera calificada y profesional de la costura antes de migrar.

La dirigenta sindical informa que la organización que lidera lleva dos años de vida, cuenta con un centenar de socias, y recibe el apoyo tanto de voluntarios independientes, como del Fondo Alquimia. Su sede se encuentra en la calle Barnechea Nº 320, también situada en la comuna de Independencia (zona norte de Santiago, a metros de la corriente del río Mapocho).

Rosa Flores dice que el salario promedio de las trabajadoras migrantes de casa particular es de alrededor de $250 mil pesos mensuales (USD420), con contrato laboral o sin él, de los cuales, al menos ella, remesa de $150 a $200 mil pesos al Perú.

Trabajadora empobrecida, mujer, madre sola y migrante es la confabulación matemática de todas las maldiciones bajo las relaciones sociales de clase, patriarcado, y de poder capitalistas.

-¿Cuáles son las formas de explotación y discriminación más brutales que sufren?

“Que nos hagan trabajar peor que a la Cenicienta antes de la llegada de ningún príncipe y sin horario. Que nos miren casi como a bestias, que nos paguen lo que les da la gana. Que, resultado de la presión y la sobreexplotación laboral, muchas padezcan cuadros depresivos y deterioro de su salud mental.”

Rosa dice que trabaja normalmente desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche, sin descanso, y añade que “muchas compañeras son víctimas de acoso sexual. Tenemos los testimonios que lo acreditan, como también indican que sobretodo le ocurre a las migrantes. Las agresiones, la violencia y los malos tratos de los empleadores/as, lamentablemente, no son extraños. Y, por supuesto, nuestros jefes/as no logran advertir nuestra tristeza salida de la distancia que nos separa de nuestros seres más queridos. Hay indolencia.”

-La reunión que tienen hoy es para conocer los verdaderos efectos de la reciente ley aprobada para trabajadoras de casa particular y, en especial, de las consecuencias para las mujeres migrantes que laboran en el área. ¿Para qué sirve el sindicato, además?

“Ya es valioso tener un espacio para reunirnos y solidarizarnos. Un lugar de humanidad. La condición de migrante es muy dura. La mayoría que llega -sea peruana, boliviana, haitiana, nicaragüense, colombiana, e incluso chilenas que provienen del interior del país-, no tiene idea de cómo defenderse frente a los atropellos. El sindicato cumple la función de colectivo que informa sobre nuestros derechos y sus procedimientos legales. Los domingos realizamos actividades desde la mañana. Hay talleres de computación e Internet, de danza, de inglés, de francés, comunicación, xilografía, de organización. Nuestra agrupación es un abrazo.”

La Presidenta del sindicato aclara que no todos los empleadores tienen un mal comportamiento y respecto del vínculo con otras organizaciones de trabajadores/as, “hemos participado en diversos encuentros sindicales. Si bien existen buenas relaciones, también hemos observado la falta de compañerismo con los migrantes. Se sufre un nivel de discriminación y corporativismo “chileno” desde nuestros propios pares como asalariados/as. Y varios de esos mismos trabajadores/as, los mejor pagados, tienen una “nana” migrante criando a sus hijos/as. Cuando los chicos son adoptados, la situación es más grave. Nosotras hasta dormimos con los pequeños/as.”

En el sindicato conviven mujeres profesionales de la salud, la confección, cosmetólogas. Casi todas tienen terciaria y todas, primaria y secundaria escolar completa, pese a que por las dificultades del visado, muchas deben cursar nuevamente sus estudios para validar lo que ya saben.

Aquellas trabajadoras que deseen informarse o ingresar al sindicato, basta que escriban al correo de Rosa, floresrosita56@gmail.com

“Con la nueva ley, el empleador tiene todas las de ganar”

El abogado Patricio Rojas (rojasmesina@gmail.com) es uno de los colaboradores centrales de la organización. Se desenvuelve en la Clínica Jurídica de la Universidad Diego Portales, en el Programa Refugio ligado al derecho migratorio. Aquí se refiere la nueva ley sobre el sector –compuesta por tres legislaciones que modifican el actual Código Laboral- que ya fue aprobada y que entrará en vigencia en dos tramos: en enero y luego en noviembre de 2015.

Rojas precisa que la ley “hace una distinción entre las trabajadoras de casa particular puertas adentro y puertas afuera. En materia de jornada laboral, la jurisdicción no realiza ningún cambio para las trabajadoras puertas adentro, por tanto no existe ningún avance en ese aspecto. Sólo establece un mínimo de descanso de 12 horas para las asalariadas contratadas, y que el domingo es un día libre que puede dividirse en dos medios días libres: la mitad del domingo y la mitad de otro día de la semana. Todo ello sujeto a un acuerdo entre las partes, entre empleador y trabajadora.”

-Siempre y cuando exista un contrato…

“La nueva ley establece que debe existir un contrato de trabajo escrito, el cual debe ser inscrito en la Inspección del Trabajo con las cláusulas que señala el Departamento de Extranjería e Inmigración. Por eso para las trabajadoras migrantes, el contrato, además, tiene que ser notariado.”

El abogado indica que la ley registra las funciones específicas de las trabajadoras (lavado, aseo, cuidado de niños, etc.), “y en el caso de que se trate de una labor especial, como la atención de adultos mayores o de alguna persona discapacitada, ello también debe estar contemplado en el contrato. Por otro lado, es preciso que ahora las tareas especiales deban explicitar la dirección (ubicación puntual) donde se efectúan. Y sobre la ropa de trabajo, la ley dice que ella sólo puede usarse dentro de la casa, en el ámbito privado. O sea, el empleador no puede obligar a la trabajadora, por ejemplo, a ir a la playa –o a cualquier espacio público- a cuidar chicos vestida de “nana”.”

-¿La nueva ley es un beneficio real?

“Es complejo. El convenio 189 de la OIT, suscrito por Chile, afirma que debe haber igualdad para las trabajadoras de casa particular, que han sido por largas décadas las más vulnerables. No obstante, pese a ser aprobadas ambas legislaciones, la nueva ley sancionada no dice nada de la jornada de trabajo de las trabajadoras de casa particular puertas adentro.”

Patricio Rojas manifiesta que hay dos elementos de la ley que “parecen avances, pero que no lo son. Para las trabajadoras de casa particular puertas afuera se iguala el horario de trabajo respecto del conjunto de los empleados que en Chile es de 45 horas semanales. Empero, la ley agrega 15 horas de labor que no son tomadas como extraordinarias, sino que como “adicionales” y negociables con el empleador. Sin embargo, y muy claramente, en una relación laboral hay una subordinación entre dos orillas, donde el empleador tiene la fuerza. Es decir, se podría llegar a las 60 horas de trabajo sin necesidad de acuerdo entre las partes debido a que, de no haberlo, la trabajadora puede ser despedida.”

-¿Y la fiscalización?

“La ley expresa que la fiscalización se realizará a través de los funcionarios de la Inspección del Trabajo, haciendo visitas a domicilio, siempre y cuando las trabajadoras realicen una denuncia. Y aquí está el grave problema. Para ser fiscalizado, el empleador tiene la opción de dejar ingresar al inspector a su domicilio, y si no quiere, puede solicitar una hora y día para ir él mismo a la Inspección del Trabajo. En buenas cuentas, la fiscalización no es real.”

-En general, y considerando que desde el Estado hasta el sector privado, la tercerización, el subcontrato, el trabajo informal van convirtiéndose diariamente y desde hace mucho tiempo, en la forma dominante del empleo, ¿para qué sirve esta ley?

“Yo me hago eco de las palabras del prestigiado abogado laboralista José Luis Ugarte, en términos de que esta ley no reporta ningún beneficio real y que, en consecuencia, nada hay que celebrar al respecto. Con esta legislación el empleador tiene todas las de ganar y todas la posibilidades para incumplirla.”

Fuente: Apia Virtual

jueves, 6 de noviembre de 2014

El INM persigue a Fray Tomás González defensor de los DD.HH..


“Esta denuncia inverosímil y falsa, es parte del alarmante incremento de la persecución y violenta criminalización del INM hacia las personas migrantes y a quienes desde La 72, Hogar -Refugio para Personas Migrantes, les asistimos humanitariamente.”

Tenosique, Tabasco, 5 de noviembre de 2014.

EL INM PERSIGUE PENALMENTE A FRAY TOMÁS GONZÁLEZ DIRECTOR DEL HOGAR REFUGIO PARA PERSONAS MIGRANTES LA 72 DE TENOSIQUE TABASCO.

A la sociedad civil nacional e internacional,

A las autoridades mexicanas,
A los medios de comunicación:

Hoy ante la Agencia del Ministerio Público de la Federación ubicada en la Delegación de la PGR en Tenosique Tabasco, Fray Tomás González Castillo rindió declaración ministerial ante el licenciado José Armando Morena, dentro del expediente PGR/TAB/TEN/460/D/2014 denunciado por el delito de lesiones.

El 30 de septiembre Santiago Castro Rodríguez delegado en Tenosique del Instituto Nacional de Migración, hizo llegar la denuncia del agente Marvin Agustín Tapia Nava quien refiere que el 29 de septiembre de este año “al saludar cordialmente a Fray Tomás González que se encontraba en su camioneta este le sujetó la mano, y arrancó la camioneta, arrastrándolo por más de 100 metros” causándole serias lesiones.

Esta denuncia inverosímil y falsa, es parte del alarmante incremento de la persecución y violenta criminalización del INM hacia las personas migrantes y a quienes desde La 72, Hogar -Refugio para Personas Migrantes, les asistimos humanitariamente. Estas agresiones iniciaron el año 2011 con la fundación de La 72 y hoy llegan al extremo de hacer uso del sistema penal en contra del director de este centro, criminalizando la labor de defensa de los derechos humanos.

Desde hace 10 años se ha documentado ampliamente la participación sistemática de agentes del INM en hechos delictivos, entre otros, extorsión, robos, lesiones y otros delitos contra personas migrantes cometidos por los propios funcionario en acciones que han puesto en grave riesgo la vida e integridad de quienes atraviesan este país. Estas acciones se han recrudecido en el marco de la implementación del Plan Frontera Sur por parte del gobierno federal.

Tomás González Castillo y quienes colaboran en La 72, desde 2013 cuentan con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos las que obligan al estado mexicano a proteger su vida e integridad de los defensores, que derivaron en la adopción de medidas de protección en favor de los defensores por parte de la Junta de Gobierno del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, encargado de implementar y vigilar el cumplimiento.

En estos días, en el marco de las audiencias en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se ha denunciado el uso del sistema penal contra defensores y los gobiernos, incluidos el mexicano, adoptaron compromisos para su protección que esta denuncia abiertamente desafía.

A continuación un recuentos de los actos de agresión de autoridades a La 72 en 2014.

• 29 de enero. La Policía Federal encargada de la custodia de La 72, por mandato del CIDH y acuerdo del Mecanismo para Defensores, Defensoras y Periodistas, detiene, golpea y amenaza de muerte a dos personas migrantes hospedas en La 72. El expediente de la denuncia ante la PGR por estos hechos es A.P. PGR/TAB/TEN/69/D/2014

• 10 de abril. Agentes del INM secuestran a dos personas migrantes que habían estado en La 72. Después de torturarlos psicológicamente y robarles $3,000.00 los dejaron en libertad. No se presentó ninguna denuncia; pero una vez hecho público el hecho mediante un comunicado las autoridades migratorias aceptaron el hecho e indicaron que harían todo por sancionar a los culpables.

• 30 de abril. Después de monitorear una caravana de personas migrantes que salió de Tenosique, el equipo de La 72 fue testigo del violento operativo armado por más de 150 personas pertenecientes a las siguientes corporaciones: Ejército mexicano, INM, Policía Federal, Policía Estatal, Policías municipales de Emiliano Zapata y Tenosique, Grupo Beta. Fueron detenidas más de 300 personas, golpeadas y agrededidas verbalmente; además de que Rubén Figueroa, Aurelio Montero y Tomás González resultaron lesionados.

• 13 de agosto de 2014. Comienzan los operativos con los que el INM junto con la PF y la Policía estatal, impedirán a las personas migrantes subirse al tren. Este operativo y los siguientes tendrán como denominador común una extrema violencia verbal y física.

• 14 de agosto de 2014. El Grupo Beta participa de un aparatoso operativo en el que participan agentes federales de migración, Policía federal y estatal. Al darse cuenta el coordinador de dicho grupo que lo estaban filmando, hostiga, intimida e intenta obstaculizar la labor de documentación del equipo de La 72.

Por lo anterior demandamos a las autoridades:

1. Que dicha indagatoria sea concluida, que se investigue la probable comisión de los delitos de falso testimonio ante la autoridad ministerial y abuso de autoridad.

2. A las autoridades federales del Mecanismo de Protección que cumplan las medidas cautelares de la CIDH y que más allá de discursos, hagan valer las propias medidas que dictó su Junta de Gobierno.

Finalmente denunciamos enérgicamente que, en el contexto que vive el país, la sociedad civil nacional e internacional no tolerará una agresión de ningún tipo de personas que se dedican a defender los derechos humanos.

La 72, Hogar – Refugio para Personas Migrantes

Ccp Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Ccp Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Ccp Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tabasco
Ccp Movimiento Migrante Mesoamericano
Ccp Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos
Ccp Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, AC
Ccp SMR Scalabrinianas, Misión para Migrantes y Refugiados
Ccp Propuesta Cívica AC
Ccp Casa del Migrante de Saltillo

Fuente: Apia Virtual
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jueves, 30 de octubre de 2014

Chile:¿qué significa y para qué sirve el verso de la inclusión social?



Ellos saben que la memoria popular es un acumulado histórico peligroso y que si llega a organizarse la rebeldía, esta fiesta triste y de palcos numerados comienza sus descuentos.

Andrés Figueroa Cornejo

1. En plena fase del imperialismo financiero, de reordenamiento geopolítico mundial determinado por la guerra de mercados entre EE.UU. y China, y de depresión económica; en Chile –uno de los enclaves transpacíficos estratégico para los intereses del Estado corporativo norteamericano-, el relato dominante de la administración Bachelet o Nueva Mayoría, gira, como en tantas partes, en torno a la expresión-fuerza “inclusión social”.

2. Chile se encuentra en curso recesivo, rima con la caída del PIB junto al sistema regional y planetario, sufre las consecuencias de la baja del precio de los commodities, y las inversiones mineras se deslocalizan hacia territorios legislativos laborales y ambientales aún más “flexibles” como el peruano. En consecuencia, la administración gubernativa de turno repite con volumen de sordera y a través de todos sus poros institucionales que sus reformas vueltas papel mojado una tras otra (reforma tributaria, educacional, constitucional, laboral, etc.) tienen el objetivo progresista de la inclusión social.

3. ¿Qué significa inclusión social en el Estado policial chileno -esa franja que se explica económicamente por su dependencia del precio del cobre, la celulosa, media botella de vino tinto y un filete de salmón exportable; la bolsa, su plataforma financiera concentrada y que se llena la barriga sin pedir cuentas a sus dadores de sangre y dicta las cifras del precio del dinero que impone el Banco Central; los ahorros previsionales y el IVA-?
Aquí la inclusión social es el fetiche necesario de la totalidad capitalista que persigue la reproducción incesante del consenso y la cohesión imposible en una sociedad dividida en clases sociales de intereses antagónicos y en pugna permanente. La brutalmente inequitativa distribución del ingreso es apenas un síntoma, como el saqueo y la expoliación de humanidad y naturaleza, los modos desesperados mediante los cuales el capital nostalgia la tasa de utilidades de su época dorada.

4. ¿Quién le explicará a los miles de trabajadores/as estudiantes que distraen una fracción de su salario mordido por los créditos, que la movilidad social prometida por la industria de la educación superior del país es un mito conveniente, irregulado y basado en la pura y dura ganancia privada? ¿Quién le explicará a los tantos/as que no son el muchacho/a-modelo-blanco, vestido casualmente para la ocasión y de sonrisa ganadora que tapiza los lugares públicos comprados por cursos y carreras sin lugar en la plaza laboral? Allí también se rompe la cara de la inclusión social.

5. ¿Un bono es inclusión social, un programa social limitado y clientelar, un crédito simbólico para emprendedores y cuentapropistas cuando comienza a escasear el trabajo en relación de dependencia y los funcionarios públicos están tercerizados y en la frontera de su expansión?

6. ¿O inclusión social es, en medio de la dictadura capitalista con formato de chaqueta y corbata, tener el mismo derecho a cuotas para marearse con dos o tres celulares y televisores por cabeza, tanto en la calle como puertas adentro? ¿Por qué hay gente que aún cree que existen las “puertas adentro”? ¿No son las “puertas adentro” más que el puente imaginario de la consecución real de las relaciones sociales del sujeto expulsado de la política, pero integrado a la mansedumbre satisfecha y evasiva de tener a mano farmacias y botillerías?

7. ¿Inclusión social, cohesión social, unidad nacional expresada en los momentos de la discriminación, xenofobia, patriarcado, rabia postiza contra los/as migrantes y los jóvenes de fuera y dentro del país; doctrina del shock a la chilena, bombazos misteriosos con resultado de muerte, bombazos misteriosos con resultado de miedo, con resultado de pacificación social, de neocolonización mapuche, con resultado de “cada cual en su escondite”, toda vez que ya no existen escondites?

8. Entonces el recurso discursivo de la inclusión social es alienación, ideología, condición de la gobernabilidad inestable, control, promoción de la auto-vigilancia, de la auto-censura, del desplazamiento y oscurecimiento de las responsabilidades existenciales y colectivas (si es que existe una división genuina al respecto). Es fuerza e intentona de consenso por arriba, con promotores a sueldo por abajo.

9. “¡Ah”, dirán los funcionarios pagados y no pagados de la inclusión social, “otro que trabaja para la UDI, otro melancólico de la tiranía, otro que está contra el progreso infinito, contra nuestra condición de país ordenado, legalista y emergente; otro agente de la inteligencia del gobierno boliviano, otro resentido social incapaz de entender que este es el mejor de los mundos posibles”.
Pero los funcionarios de la inclusión social saben mejor que la mayoría que por el momento toma palco, que están condenados a adoptar medidas atropelladas, golpes de efecto, palizas y crímenes ejemplares y precautorios. Ellos saben que la memoria popular es un acumulado histórico peligroso y que si llega a organizarse la rebeldía, esta fiesta triste y de palcos numerados comienza sus descuentos. Con un cronómetro y calendario de agujas y tiempos volcánicos, desde abajo, desde la raíz fogosa de la Tierra. Ese lugar y esa hora donde las cámaras del poder son pupilas inútiles.

Fuente: Apia Virtual

viernes, 27 de junio de 2014

“Los jinetes y las jardineras” o la parábola del origen del feminicidio.


Por Alda Facio

Había una vez un mundo habitado por dos sexos: los jinetes y las jardineras. Estos dos sexos conformaban lo que se conocía como la humanidad que junto a otros muchos seres, vivía en una tierra abundante y feliz. Jinetes y jardineras tenían mucho en común: ambos eran seres poderosos, capaces de sentir muchas distintas emociones como el amor, la cólera, la alegría, el miedo, la tristeza, la vergüenza y más. Tenían ambos el increíble poder de reírse de sí mismos, sanar sus propios cuerpos así como capacidades mentales que les permitían inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas que les permitían concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. También tenían la capacidad de ser conscientes de sí mismos, así como de su pasado, lo que utilizaban para planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. Y, a pesar de compartir todo eso, también ostentaban importantes diferencias mutuas que, sin embargo, no les impedían reconocer que lo más importante era que ambos amaban disfrutar de todas las experiencias que sus vidas diferentes les proporcionaban.

Los jinetes eran un sexo magnífico. Viajaban por todo su planeta estableciendo pueblos e intercambiando conocimientos y productos. En los sólidos barcos que construían, los jinetes usaban su poder para ir a todas partes a enseñar y aprender las variadas formas del mundo, las canciones de la experiencia y la interacción.
Las jardineras tenían otra forma de estar en su mundo. Estudiaban las plantas y su crecimiento, pintaban imágenes con brillantes colores que sacaban de la tierra y sus rocas. Nombraban la vida que las rodeaba y tejían maravillosas historias con esas palabras. Cuidaban de todo lo que vivía en el planeta, incluyendo a los jinetes.

De hecho, ellas eran las que les daban vida, no solo a los jinetes, sino a ellas mismas a través de un proceso que se llamaba “alumbramiento”. En definitiva, las jardineras usaban su poder para crear y mantener la vida.
”Poder” para estos dos sexos era una palabra buena. Significaba “fuerza para actuar y crear.” Pero un día los jinetes aprendieron a abusar de su poder y lo usaron sobre las jardineras para dominarlas y controlarlas. En vez de seguir respetando las importantes diferencias entre ellos y las jardineras, los jinetes dijeron: “Estas jardineras son muy poderosas, las vamos a poseer y así poseeremos también los frutos de sus vientres, sus jardines y sus palabras.” Y efectivamente así pasó. Luego de haber utilizado su poder sobre las jardineras, los jinetes aprendieron a usar también a la naturaleza y a los animales, como si fueran simples recursos creados por un Dios Celestial para su beneficio exclusivo.

Con el tiempo los jinetes se volvieron muy egocéntricos y el amor entre los sexos se tornó violento y nada feliz. Poco a poco cada sexo aprendió a temer y sospechar del poder del otro. El tiempo pasó y ciertos miembros del sexo viajero, llamados “hipermanes”, se volvieron demasiado poderosos. Crearon religiones y construyeron sistemas de pensamiento, de trabajo, de gobierno y de guerra centrados en su supuesta superioridad. Esto les dio poder sobre la tierra misma, algo nunca antes imaginado ni siquiera por los dinámicos jinetes. Fue así como nació el Patriarcado, un sistema político, económico, social y religioso producto de la institucionalización del dominio de los jinetes sobre las jardineras, dominio que luego se extendió a todo lo relacionado con ellas. Esta institucionalización del poder de los jinetes sobre las jardineras implicó que todos los jinetes, y no solo los hipermanes, se sintieran los dueños de la fuerza reproductiva y productiva de las jardineras, controlando sus cuerpos, mentes, sexualidad y espiritualidad generalmente por medios “pacíficos” como el derecho y la religión, pero muy a menudo reforzando estos medios mediante el uso de la violencia física, sexual y/o psicológica, al punto de llegar al asesinato si ellas no se sometían.

Desde el inicio del Patriarcado, el grupo de jinetes que hemos llamado los hipermanes no se contentó con tener poder solo sobre las jardineras, sino que decidieron inventar un sistema que les diera poder sobre todos los seres de su planeta. Para ello, entre otras estrategias, se dieron a la tarea de justificar su poder sobre todas las jardineras y demás jinetes. Primero, decidieron erradicar la idea de que jinetes y jardineras compartían la misma energía vital. Borraron además la idea de que las distintas manifestaciones de esa energía eran mutuamente diferentes, ya que no había una más esencialmente humana, superior o más necesaria que las otras. Difundieron la idea de que las diferentes eran las jardineras. Una vez establecido que los jinetes eran el modelo de lo humano en su mundo, fue fácil declarar su superioridad sobre las jardineras, precisamente por las diferencias de ellas con respecto al modelo. Así lograron establecer que el sexo más dinámico era superior al sexo dador de vida que, como ya hemos dicho, era más reposado y tranquilo.

Pero una vez establecida la superioridad de los jinetes sobre las jardineras, los hipermanes tenían que justificar también su superioridad sobre los otros jinetes. Para ello, crearon una forma de ver y sentir el mundo dicotómica y jerárquica basada en el reconocimiento de la existencia de solo dos sexos que, con el tiempo, se convirtió en una característica esencial del paradigma patriarcal. Según esta forma de ver y sentir, todas las cosas, hechos y valores se podían asociar con uno u otro de los sexos que ellos mismos ya habían decretado como opuestos.

Así se asoció la naturaleza con las jardineras y la cultura con los jinetes, y decretaron que todas las cosas y valores se podían clasificar como pertenecientes a la naturaleza o creados por la cultura. Y recuerden que ya habían estableciendo no solo que lo construido por la cultura era más valioso que lo dado por la naturaleza, sino que todo lo construido por la cultura le daba sentido a lo dado por la naturaleza a tal punto que la razón se entendía como lo opuesto a los sentimientos, la producción a la reproducción, la ciencia a la espiritualidad, los jinetes a las jardineras. Esto los llevó a creer que todo se podía explicar y medir de tal forma que ya no se respetó más lo inconmensurable y misterioso de la vida. No contentos con esto, definieron uno de cada uno de los opuestos como carentes de lo que definía al otro; así, los sentimientos fueron definidos como carentes de racionalidad, la quietud como carente de dinamismo y creatividad, la paz como ausencia de guerra, la naturaleza como aquello que debe ser definido y transformado por la cultura.

Y como la sensibilidad, las emociones, la espiritualidad, la quietud y la reproducción eran asociadas con las jardineras, estas fueron definidas como carentes de racionalidad y dinamismo, elementos asociadas con los jinetes. De esa manera lograron que todo lo asociado con las jardineras no tuviera valor propio, sino que existiera “para” o en función de los jinetes, particularmente los hipermanes. Una vez logrado esto, declararon inferior a todos los grupos —aunque fueran compuestos por jinetes— que tuvieran algunas características asociadas con las jardineras o que no fueran tan dinámicos o poderosos como el grupo que se estableció como modelo de lo humano: los jinetes de la clase hipermánica.

Las jardineras y los jinetes que amaban la libertad y la justicia trataron de resistirse a los hipermanes, y a veces lo lograban. Pero la forma dicotómica de ver y sentir el mundo que moldeaba las creencias y prácticas de los hipermanes se fue instalando en sus mentes y corazones y persistió a través de los tiempos. Gracias a ello, los hipermanes se mantuvieron seguros y todopoderosos viajando a lo largo y ancho de la creación y tiranizando a toda la humanidad, especialmente a las jardineras de todas las edades y culturas.

Tanto se sofisticó el sistema de los hipermanes, que la violencia extrema contra las jardineras llegó a vivirse como natural, o como parte de su identidad cultural, y hasta como erotismo. Así la vivían muchos jinetes y no pocas jardineras, quienes “voluntariamente” se sometían o sometían a sus hijas a las más dolorosas o humillantes torturas que los habitantes de ese mundo justificaban como “diferencias culturales”.

Fue así como en todas partes a las jardineras se les hacía creer que el sometimiento total a un jinete, llamado matrimonio, había sido inventado por ellas mismas para “atrapar” a un jinete que las mantuviera y protegiera y que, sin un jinete a su lado, no podrían sobrevivir. Fue así como los jinetes lograron que aún frente al peligro de ser torturadas y hasta asesinadas por sus propios maridos, las jardineras siguieran “voluntariamente” casándose con ellos.

Pero como algunas jardineras se rebelaban contra esta forma de esclavitud, los hipermanes inventaron castigos atroces para aquellas que no se sometieran. En algunas partes de ese mundo se quemaron a millones de jardineras en la hoguera por el único pecado de ser solteras; mientras que, en otras, a las viudas se las quemaba vivas en las piras funerarias de sus difuntos esposos. Todavía en otros, a las viudas se las desterraba de sus hogares si no accedían a convertirse en las esclavas del hermano de su difunto marido.

Eran tan absurdas muchas de las tradiciones en ese mundo que, para considerarse sexualmente atractivas, los cuerpos de las jardineras tenían que ser moldeados a la manera decidida por los hipermanes. Dependiendo de la época histórica, en nombre de la belleza se exigía que ellas tuvieran casi que desaparecer para ser consideradas suficientemente esbeltas; mientras que en otras épocas, pechos, piernas, caderas, labios, ojos, nalgas o cualquier otra parte de sus cuerpos, se inflaban o encogían al gusto de las normas de belleza establecida por los misóginos hipermanes. A veces, a las jardineras se las obligaba a esconder todo menos los ojos, porque las normas de algunas religiones dictaban que el físico de las jardineras perturbaba a los jinetes, mientras que en otras culturas a las jardineras se las convencía que lo más importante era verse “sexy”, aunque su ropa fuera incómoda o hasta peligrosa para su salud. En todas las culturas, la apariencia y el bienestar de las jardineras llegaron a ser decidido por los hipermanes, quienes ejercían su misoginia parapetados detrás de la religión, la cultura o la moda.

Muchos de los jinetes aceptaban que la violencia contra las jardineras se había convertido en un verdadero problema social, pero la mayoría pensaba que era un problema menor, comparado con tantas otras crueldades que los hipermanes cometían contra ellos. Y peor aún, las propias víctimas defendían muchas de estas formas de violencia en nombre del amor romántico, el erotismo, la identidad cultural o religiosa, el respeto por las tradiciones y, aunque cueste creerlo, hasta en nombre de la libertad personal.

Tanto fue el odio y la violencia contra las madres, las hijas, las hermanas, las amigas y las colegas de los jinetes; y tanta fue la complicidad de demasiados jinetes con este sistema, que no se dieron cuenta de que a la mayoría de ellos esto también les hacía daño. No entendieron que un sistema que deshumanizaba precisamente a quienes tenían el poder de dar vida era un sistema que estaba basado en el desprecio por la vida misma. No vieron que un sistema así inevitablemente degeneraría en uno que le haría también la guerra a cualquier jinete que no aceptara sus valores. Peor aún, no vieron que si los cuerpos de las jardineras podían ser mercancías que los jinetes podían comprar a su antojo, por qué no también poder comprar y vender sus órganos, o a otros jinetes o hasta a la Madre Tierra, sus océanos, sus bosques, sus lagos y todos los seres que la habitaban. Fue así como sucedió que ese mundo vio su oxígeno enrarecido, sus aguas contaminadas y sus semillas privatizadas y convertidas en meras mercancías.

Fue tanto el poder sobre las jardineras, y tanto el desprecio de los jinetes y las jardineras por las jardineras, que la violencia contra ellas se fue incrementando al punto que los asesinatos de jardineras se volvieron cotidianos. La sucesión de muertes violentas de mujeres en una ciudad llamada Ciudad Juárez, en un país llamado México, fue el detonador de la atención pública de un fenómeno que se extendía a todas las naciones de ese mundo. La violencia en contra de las jardineras fue declarada uno de los problemas más graves que afrontaba el mundo por el mismo Secretario General de un órgano llamado Naciones Unidas. Pero el asesinato de jardineras, que incluso llegó a presentar signos de tortura, mutilación, saña y/o violencia sexual, seguía creciendo.

Los asesinatos de jardineras representaban la culminación del poder de los jinetes sobre las jardineras. Quienes estudiaban esas cosas demostraron que cuando un grupo utiliza su poder sobre otro, esa situación resulta en la pérdida de poder del grupo dominado, con lo cual se crea una peligrosa desigualdad de poder entre ellos que resulta en una violación reiterada y sistemática de los derechos de las integrantes del grupo dominado. Y, efectivamente, así sucedió: entre más utilizaron los jinetes su poder sobre las jardineras, estas perdían más y más su poder de recrear y cuidar la vida; al punto que la vida, especialmente la de las jardineras, llegó a no valorarse y hasta a despreciarse. Debido a esta situación el concepto de femicidio fue acuñado y usado por primera vez por las jardineras feministas Diana Rusell y Jill Radford, autoras del libro Femicide: The Politics of Woman Killing. En ese libro las autoras establecían que el concepto de femicide se refiere al asesinato de las jardineras por el hecho de ser tales, y que operaba como forma de dominación, poder sobre y control hacia ellas.

Según estas autoras, el femicidio se podía dar tanto en condiciones de paz como de guerra, en democracias como en dictadura. Podía ser cometido por conocidos —maridos, convivientes, novios, familiares, sacerdotes, médicos, amigos— o desconocidos —violentos, violadores, asesinos, grupos delincuenciales, miembros de las fuerzas armadas, policiales o del crimen organizado. Eso sí, todos los femicidios tenían en común su origen en las relaciones desiguales de poder entre los jinetes y las jardineras, las cuales ubicaban a las jardineras en una situación de mayor vulnerabilidad, limitando así el goce de su derecho a la vida, a la integridad personal, a la libertad y al acceso a la justicia y el debido proceso.

A pesar de la adopción de importantes mecanismos y políticas encaminadas a prevenir, investigar, procesar y sancionar los femicidios, los Estados no observaron adecuadamente sus obligaciones de ejercer la debida diligencia al realizar todas esas acciones, porque en el fondo, tanto sus funcionarias como funcionarios no tenían en muy alta estima la vida de las jardineras. Ese poco valor que se le daba a la vida y quehacer de las jardineras se traducía en grandes obstáculos para implementar esos mecanismos, leyes y políticas. Entre los desafíos más grandes se encontraban:

1. Desconocimiento de la teoría de los derechos humanos y no aplicación de sus tratados internacionales, especialmente la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la jardinera, CEDAW y la Recomendación General 19 que establecía que la violencia contra las jardineras era una forma de discriminación producto de las relaciones desiguales de poder entre jinetes y jardineras.
2. Reducción por parte de la población en general a clamar por el alto a la impunidad con respecto a los feminicidios, en vez de demandar el cumplimiento de todas las obligaciones estatales una vez cometida una violación a un derecho humano, incluidas las obligaciones de reparar el daño e impedir su repetición.
3. Falta de voluntad política para afrontar el feminicidio, la cual requeriría, entre otras, una reforma a fondo de la administración de justicia y de la policía.
4. Minimización del feminicidio por parte de las autoridades al no responder con seriedad y celeridad para investigar, procesar y sancionar a los responsables, así como reparar a las víctimas y sus familiares.
5. Ausencia de programas de sensibilización y capacitación sostenidos para todos los funcionarios/as de la administración de justicia y áreas afines.
6. Ausencia de sistemas de registro adecuados que proporcionasen datos precisos para el abordaje de la problemática.
7. Procesos judiciales demasiado centrados en el procesamiento penal de los agresores.
8. Investigaciones policiales y judiciales deficientes, incluyendo omisiones, errores y negligencia y, en algunos casos, hasta re-victimización de la víctima por su asesinato mostrando mayor interés en su vida privada que en el esclarecimiento de los hechos.
9. Poco y dificultoso acceso a la justicia delas y los familiares de las víctimas obstaculizándoles la reparación por su sufrimiento.
10. Ausencia de una comprensión holística de la seguridad pública que reduciría la vulnerabilidad de las jardineras al feminicidio.

Aunque nombrar el asesinato de jardineras por ser tales como femicidio ayudó a desarticular los argumentos que, además de insistir en la naturaleza privada de la violencia de género, tendían a culpabilizar a la víctima, el feminicidio se seguía dando en ese mundo porque los Estados no entendieron que para erradicarlo tenían que crear condiciones de igualdad entre jinetes y jardineras. Solo así podrían no solamente erradicar la impunidad por los feminicidios sino, más importante aún, erradicarlos por completo.

Pero el concepto de igualdad había probado ser uno de los más difíciles de implementar y hasta de entender. Su instrumentalización producía tales disparates como jardineras teniendo que probar ser tan fuertes, tan dinámicas o tan capaces de utilizar el poder sobre las y los otros como los hipermanes. Y como ese tipo de igualdad era imposible o no deseable para casi todas las jardineras, algunas propusieron que ya no se hablara de igualdad sino que mejor buscaran la armonía que habían gozado los dos sexos de ese mundo antes de que los hipermanes controlaran casi todo. Pero el problema era que eso no era ya posible, tanto porque en ese mundo todo lo asociado con la naturaleza, la reproducción, las emociones y los sentidos había sido despreciado por tantos milenios, como porque muy profundo en el corazón de cada jinete estaba la culpa por la injusticia que cometieron sus antepasados con las jardineras. Y muy profundo en el corazón de ellas estaba la vergüenza de haberlo permitido. Además, la ciencia y tecnología hipermánica había demostrado que ya no era posible clasificar a los seres de ese planeta en solo dos sexos, como se había hecho en el pasado cuando la diferenciación se había basado en la observación de los genitales. Ahora sabían que los cuerpos eran mucho más complejos y que la combinación de órganos genitales, cromosomas, gónadas, hormonas y aparato reproductor interno de las personas eran algo único en cada persona y, por tanto, las posibilidades eran casi infinitas. Pero si bien ya no se debía catalogar a las personas como pertenecientes a uno u otro sexo al nacer, lo cierto es que todas las sociedades de ese mundo aún lo hacían, y todo lo culturalmente construido había sido edificado sobre la suposición de la existencia de solo dos sexos: uno masculino y superior, y otro femenino e inferior.

Esta realidad, por más artificial o arbitraria que fuera, hacía que si bien la erradicación de los feminicidios no podía lograrse con una vuelta a un pasado menos violento y desigual donde solo se reconocían dos sexos complementarios, sí se podría lograr si se eliminaban las desigualdades entre todos los seres humanos; empezando por reconocer que los hipermanes no eran el modelo de ser humano y que su perspectiva no era la única posible, así como eliminando el valor peyorativo que en ese mundo se le daba a casi todo lo asociado con las jardineras, aunque estuviera en los cuerpos de los jinetes.

Por eso, unas jardineras que trabajaban con ese instrumento internacional de derechos humanos que hemos mencionado ya, y que se llama la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las jardineras o CEDAW, proponían que la única forma de acabar con los feminicidios y otras violencias contra ellas era logrando erradicar la desigualdad de poder entre ellos y ellas, y que la única forma posible de lograrlo en esos momentos era implementando el tipo de igualdad que proponía esa Convención. Esa igualdad no se basaba en eliminar las diferencias entre estos dos grupos ni entre las jardineras mismas, sino todo lo contrario, la igualdad que proponía la CEDAW se basaba en reconocer que todos los seres eran igualmente diferentes y todos tenían derecho a gozar de todos los derechos humanos. Además, la igualdad que planteaba esa Convención reconocía que dado que por tantos milenios se había discriminado a las jardineras, la igualdad no se podría lograr con solo declararla, sino que los Estados tendrían que tomar muy variadas medidas concretas para erradicar todas las formas de discriminación si querían lograr la igualdad, incluidas medidas especiales de carácter temporal que en ese mundo se llamaban acciones afirmativas. Más importante aún, en su artículo 5, la CEDAW contemplaba la necesidad de cambiar ese pensamiento dicotómico, jerárquico y sexualizado que impedía que en ese mundo se entendiera que las diferencias entre jardineras y jinetes, así como las desigualdades entre jinetes y entre jardineras, podían considerarse como diferencias mutuas y, por lo tanto, sin jerarquía. Y tampoco eran las diferencias un obstáculo para la igualdad concebida como un derecho, sino todo lo contrario, eran la razón de ser de la misma, porque si todos los seres fueran idénticos no habría necesidad de un derecho a la igualdad.

Sí, aunque ustedes no lo crean, ese instrumento reconocía que todos los prejuicios y estereotipos creados por el pensamiento dicotómico tenían que ser transformados. Así fue como muchas y muchos se dieron cuenta de que esa forma dicotómica de ver y entender el mundo no les permitía entender el concepto de igualdad entre seres diversos y, por ende, no podían ni siquiera visualizar las soluciones a tantos femicidios y violencias. Comprendieron que esta nueva manera de entender la igualdad conlleva la integración de las oposiciones. Así los jinetes serían entendidos como tan diferentes o semejantes a las jardineras como ellas eran diferentes o semejantes a los jinetes. Entendieron que esa igualdad requería conceptos y categorías nuevas. Ya no habría oposición entre masculino y femenino, superior e inferior, sino que tendrían jardineras y jinetes productivamente cuidadores y cuidadosamente productivos. No habría oposición entre seres independientes y seres dependientes, sino seres interdependientes sin importar si eran jinetes o jardineras o cualquier combinación de ambos. Así también se entendió que lo personal era político y lo político personal, y que no podía haber individuos sin comunidad, ni comunidad sin individuos.

Entendieron que solo manteniendo las diferencias tajantes entre lo sicológico y lo social, lo personal y lo político, el cuidar y el construir podrían los jinetes mantener su poder sobre las jardineras. En vez de ver los valores y las cualidades que hasta ese momento habían entendido como femeninas o masculinas, las vieron como distintos aspectos o niveles de un mismo fenómeno: la vida humana en toda su magnífica diversidad.

Y así fue como entendieron que para librarse de los femicidios y las violencias de género tenían primero que lograr la igualdad porque era la ausencia de esta su causa. Para lograrlo, las jardineras tuvieron que perdonar a los jinetes y hacer un gran esfuerzo por sanar su traición repetida durante milenios. Los jinetes tuvieron que recrearse, redefinirse y reafirmarse como seres no en oposición a las jardineras, sino como seres capaces de sentir emociones y cuidar a las y los suyos. Juntos/as las jardineras y los jinetes se abocaron a cuestionar la forma dicotómica de sentir, entender y explicar la realidad, y juntas/os descubrieron las cualidades y valores que requerían para construir esa sociedad igualitaria.

Llegó el día en que jardineras y jinetes se entendieron como seres sentipensantes, interdependientes y poderosamente vulnerables. Seres capaces de pensar amorosamente, vivir el ahora sin desconocer el pasado ni olvidar el futuro, sintiéndose únicas/os a pesar de ser parte del todo. Lo lograron entrando en contacto con su propio ser en vez de alimentando egos heridos. En ese viaje interior despertaron al miedo que aquella primera traición les había provocado y lo reconocieron con renovado respeto. Así pudieron ver cómo la culpa y la vergüenza que brotaba de esa herida les habían impedido construir una verdadera igualdad.

Decidieron sanar la herida dejando ir la culpa y la vergüenza. Fue así como redescubrieron que había más alegría en el perdón, más energía en el amor y más posibilidades de éxito en la ternura. Y éxito tuvieron. Desde que lograron la igualdad entre jardineras y jinetes, nunca más hubo femicidios ni violencias de ningún tipo contra cualquier jardinera por el hecho de serlo. Al contrario, jinetes y jardineras aprendieron a trabajar juntas/os usando sus distintos poderes, ya no sobre otras/os, sino para disfrutar el poder de crear y recrear la vida en su mundo.

Fuente: ApiaVirtual