lunes, 31 de marzo de 2014

Chile celebra triunfo contra Ley Monsanto y Convenio UPOV.



Servindi, 20 de marzo, 2014.- El retiro de la ley Monsanto sobre privatización de las semillas campesinas y la no adhesión al Convenio UPOV 91 sobre protección de obtenciones vegetales es celebrado por la ciudadanía chilena que se movilizó activamente en defensa de la producción agroecológica y la agricultura familiar campesina.


La presión fue generada por un amplio movimiento en el campo y la ciudad en defensa de semillas libres de patentes, transgénicos y plaguicidas articulado en la Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, RAP-Chile.

La Presidenta Bachelet y su coalición de gobierno anunció el 17 de marzo el retiro del proyecto conocido como ley Monsanto y que fue enviado al parlamento en 2009 por la propia presidenta durante su gestión anterior.

La iniciativa legal pretendía entregar a empresas transnacionales como Monsanto, Syngenta, Pioneer/Dupont y Bayer, productoras de semillas híbridas y transgénicas, amplias garantías a costa de los derechos de los campesinos y campesinas y del patrimonio genético del país.

La campaña desplegó masivas movilizaciones, intercambios de semillas, y un despliegue de recursos visuales por las redes sociales.

Un rol especial tuvieron las mujeres campesinas e indígenas, los agricultores biodinámicos, junto a organizaciones socio-ambientales, indígenas y de consumidores, y familias- todos ellos interesados en optar por alimentos sanos y seguros. Estos formaron el corazón del movimiento de defensa de la semilla.

Cabe destacar que en los últimos años en Chile se ha fortalecido el redescubrimiento del valor de la agricultura familiar campesina, y de la agroecología como alternativas reales para enfrentar problemas como el cambio climático, y la necesidad de contar con más y mejores alimentos para la población.

Agua, tierra y semillas son componentes esenciales para lograr la soberanía alimentaria, objetivo perseguido por la campaña Yo no quiero transgénicos en Chile, entendido como el derecho de todos y todas a decidir libremente sobre los alimentos que consumen, considerando la cultura tradicional y sin que esto quede en manos de las transnacionales que monopolizan el comercio de la semilla.

La ex senadora Ximena Rincón, actual ministra secretaria general de gobierno, encabezó en el Senado la oposición al proyecto de ley y gracias a la vigilancia ciudadana una mayoría de legisladores se informó y unió a la oposición de la norma.

La organización internacional Vía Campesina celebró la decisión la cual consideró un triunfo del movimiento ciudadano y advirtió que hay que tener presente que el peligro de UPOV 91 no ha terminado pues el gobierno “se ha comprometido a desarrollar un nuevo proyecto de ley escuchando a los distintos sectores involucrados y afectados”.

Al respecto indicó que “no nos cabe duda de que las empresas harán millonarias campañas de lobby y de desinformación, incluso de cooptación de organizaciones, a través de las cuales esperan seguir difundiendo sus mitos, amenazas y mentiras” puntualizó.

El senador Alejandro Navarro, presidente del Partido MAS, expresó: “esto no acaba aquí, pues el análisis anunciado por el ejecutivo requiere de consulta indígena. Piñera fue un maestro en realizar consultas indígenas mal hechas, campeón en llamar a dialogar sólo a quienes aprobaban sus proyectos, sin respetar los requisitos de la consulta tal como lo disponen los tratados internacionales”.

“Así ocurrió con la ley de pesca, con la ley de fomento forestal y con la ley de concesiones eléctricas. Espero que como Nueva Mayoría no hagamos lo mismo, consultas indígenas fraudulentas, pegándonos avivadas contra los derechos de los pueblos indígenas” aseveró Navarro.
Convenio UPOV

El movimiento ciudadano denunció un lobby ejercido por Monsanto desde hace seis años a favor que Chile suscriba el Convenio UPOV 91, un tratado promovido por el sector privado y que se actualiza periódicamente para generar mayores ganancias a las empresas.

Indican que dicho convenio no ha nacido bajo el patrocinio de las Naciones Unidas y varios de los países que registran sus semillas híbridas en Chile, tales como Nueva Zelanda, Canadá, Sudáfrica no están adscritos al UPOV 91.

Tampoco lo están países que valoran altamente su patrimonio genético como Brasil, Perú y China, por lo que es innecesario firmar la actualización del año 1991 (UPOV 91) de ese convenio.
Propuesta de Ley de Semillas

El propósito de la ciudadanía chilena es gestar una nueva Ley de Semillas que permita avanzar hacia la soberanía alimentaria, estableciendo programas de producción y distribución de semillas campesinas locales.

La norma debe permitir la comercialización de las semillas campesinas locales, reconociendo el rol y autonomía de las comunidades en la recuperación de las semillas tradicionales para el campo y los huertos urbanos.

La propuesta ciudadana propone además respaldar la moratoria a los cultivos transgénicos como una forma de proteger la biodiversidad y el etiquetado de los alimentos con transgénicos, que consagra el derecho de los consumidores a optar por alimentos sanos.

Otro aspecto concierne a eliminar del registro del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) los plaguicidas altamente peligrosos (PAP) y dañinos para las abejas.

Asimismo, apoyar en cada región de Chile la creación de ferias locales y poderes de compra de los organismos del Estado, tales como hospitales y escuelas, para permitir el abastecimiento de la población con alimentos agroecológicos producidos en forma sana y sin agrotóxicos.

Declaración de la CLOC- Vía Campesina Chile al retiro de la ley de obtentores del proceso legislativo


Las organizaciones de la CLOC-Vía Campesina-Chile celebramos la decisión del gobierno de la Presidenta Bachelet de retirar del proceso legislativo el Proyecto de Ley de Protección de Derechos de Obtentores Vegetales, proyecto que buscaba implementar en Chile UPOV 91 y que se hizo conocido como Ley Monsanto.

Este es un gran triunfo, obtenido a través de las muchas acciones, reuniones, foros, entrevistas e iniciativas amplias y movilizadoras de las organizaciones de la CLOC-VC-Chile y los movimientos sociales, que permitieron una amplia comprensión de parte de la ciudadanía, mediante el desarrollo de argumentos sólidos y un trabajo de difusión masivo que incluyó a cientos de comunidades campesinas e indígenas, así como una discusión seria y metódica con una importante cantidad de Senadores.

Desde la CLOC-VC-Chile nos enorgullecemos de haber participado de manera permanente y sin vacilación en este proceso de resistencia social, de haber impulsado procesos de convergencia y movilización a pesar de las incomprensiones y los apoyos prestados al proyecto de ley por otras organizaciones campesinas con las cuales nos vimos confrontadas y confrontados. Nos place haber contribuido a desarmar el conjunto de mitos que se difundían desde los aparatos de lobbystas de las empresas y haber sido capaces de romper el cerco comunicacional y hacernos escuchar, aún cuando nuestra voz inicialmente fue bloqueada o saboteada en los debates parlamentarios y en el Tribunal Constitucional mientras el empresariado era escuchado ampliamente. Nos sentimos estimuladas y estimulados de que nuestros análisis y propuesta hayan contribuido a las luchas contra a UPOV 91 y contra las leyes de semillas de nuestros hermanos de la CLOC y La Vía Campesina en los países enfrentados a esta ofensiva del capital

Como lo hemos afirmado: de haber sido aprobada, la ley habría convertido en delito prácticas campesinas e indígenas milenarias -como es el seleccionar, cuidar, guardar e intercambiar las semillas-, habría permitido que las empresas se apropiaran de las semillas campesinas, y habría permitido castigos como la destrucción de cultivos y confiscación de cosechas.

Debemos tener presente que el peligro de UPOV 91 no ha terminado. El gobierno se ha comprometido a desarrollar un nuevo proyecto de ley escuchando a los distintos sectores involucrados y afectados. No nos cabe duda de que las empresas harán millonarias campañas de lobby y de desinformación, incluso de cooptación de organizaciones, a través de las cuales esperan seguir difundiendo sus mitos, amenazas y mentiras.

Tenemos que mantenernos alertas y mantener con aún más fuerza nuestra campaña de información, continuar con las conversaciones serias y fundamentadas con las organizaciones, los parlamentarios y la ciudadanía, desarrollando nuestros argumentos de manera aun más clara. Sabemos que la verdad y la justicia están de nuestra parte. Asimismo, esperamos y lucharemos porque la participación de las organizaciones campesinas y de pueblos indígenas en la discusión de una nueva ley sea efectiva y suficientemente amplia y representativa, y que cuente con las necesarias garantías de que seremos escuchados.

Son varios las y los Senadores a los cuales agradecemos su disposición a escuchar y a estudiar nuestros argumentos, así como su honradez al expresar sus ideas y establecer compromisos. Agradecemos especialmente a la ex-Senadora Ximena Rincón, por escucharnos y apoyarnos desde el principio.

Triunfamos porque hicimos un enorme trabajo colectivo y socializamos masivamente la nuestra posición. En este proceso, agradecemos y valorizamos el compromiso, los aportes y esfuerzos de GRAIN por poner a disposición su elaboración y análisis participando de manera activa y permanente en la discusión, los debates y elaboración colectiva de posiciones.

Hacemos un llamado a todas las organizaciones sociales y especialmente a las organizaciones del campo a informarse e involucrarse en los procesos que se desarrollarán a partir de ahora. El derecho campesino e indígena milenario a cuidar, conservar e intercambiar semillas es base de la soberanía alimentaria de los pueblos y debe ser defendido por todos.

¡LAS SEMILLAS SON UN PATRIMONIO DE NUESTROS PUEBLOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS, DE SUS MUJERES -PRINCIPALES GUARDADORAS- Y SON NUESTROS PUEBLOS QUIENES GENEROSA Y COMPROMETIDAMENTE LAS HEMOS PUESTO AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD!

¡POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y POPULAR, NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LAS SEMILLAS, NO A UPOV 91!

¡LAS SEMILLAS CAMPESINAS E INDÍGENAS SON GARANTÍA DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA PARA LOS PUEBLOS!

ANAMURI CONAPROCH CONFEDERACION RANQUIL ANMI

CLOC – VÍA CAMPESINA CHILE

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Fuente: Servindi

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