RED INTERRELIGIOSA LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA SOBRE VIH Y SIDA
PRE-FORO ECUMÉNICO E INTERRELIGIOSO DEL
V FORO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE SOBRE VIH/SIDA E ITS
LIMA, 19 AL 20 DE NOVIEMBRE DE 2009
DECLARACIÓN
Convocados por la Red Interreligiosa Latinoamericana y Caribeña sobre VIH y Sida - Religiones por la Paz, los y las participantes del Pre-Foro Ecuménico e Interreligioso del V Foro Latinoamericano y del Caribe sobre VIH/SIDA e ITS manifestamos lo siguiente:
1) Las comunidades religiosas estamos llamadas a acompañar a las personas con VIH (niños/as, adolescentes, adultos y ancianos), desde un amor inclusivo y con una perspectiva de derechos, viviendo un permanente proceso de conversión que nos haga capaces de acogida incondicional, y luchando contra toda forma de estigmatización y discriminación.
Para ello, debemos:
· Preparar a nuestras comunidades religiosas para el manejo de la temática del VIH y sida, contando con un correcto conocimiento de la sexualidad, con perspectiva de género, interculturalidad y resiliencia.
· Dialogar con las nuevas realidades, volviendo a leer nuestros textos sagrados desde, y en respuesta a los problemas de la humanidad de hoy, para generar oportunidades de vivir dignamente, trasformando toda injusticia en derechos.
· Generar procesos significativos de educación y sensibilización para la prevención del VIH y una vida sin violencia.
2) Las comunidades religiosas aprendemos de las personas con VIH a redescubrir nuestras creencias de otro modo, para que estén centradas en el bien de los demás, e interesadas en traducirse en acciones solidarias y efectivas. Ello implica el acompañamiento personalizado y la animación de las propias organizaciones de personas con VIH, para la prevención y el tratamiento, en conjunción de esfuerzos con los gobiernos y la sociedad civil, desde una espiritualidad que aporte mística al activismo de la promoción de derechos.
3) Las comunidades religiosas encontramos en los hermanos y las hermanas que viven con VIH, y en las personas y organizaciones solidarias con su causa, razones que fortalecen nuestras creencias, y sentimientos que despiertan nuestra fraternidad. Ello supone el reconocimiento de cuán sujetos de su vida son todas y cada una de las personas viviendo con VIH, y el aprecio respetuoso de las orientaciones e identidades sexuales, y toda forma de diversidad.
4) Las comunidades religiosas en su labor de fe y promoción de la vida, hemos de contemplar de una manera creativa e integral, el tratamiento de la sexualidad, procurando contrarrestar los mitos que la desdibujan, y ofreciendo una información completa y sustentada. Para ello, debemos elaborar programas educativos, que guardando fidelidad con nuestras respectivas creencias, cuenten con indicadores para una evaluación rigurosa de sus impactos, y que estén dirigidos a las diferentes edades, según la realidad de cada cultura y sociedad. Asimismo, para aprovechar mejor los esfuerzos que ya se realizan, generaremos redes y alianzas efectivas entre las comunidades de fe y los Estados, los organismos internacionales y las organizaciones de la sociedad civil.
5) Las comunidades religiosas hemos de fortalecer por medio de la Red Interreligiosa Latinoamericana y Caribeña sobre VIH y Sida, las estrategias de incidencia política en la generación y la implementación de legislaciones y políticas públicas en nuestros países, en favor de la protección de los derechos de las personas con VIH. Asimismo, haremos visibilizar los avances con el correcto aprovechamiento de los medios de comunicación social y las tecnologías de la información y la comunicación, propiciando el surgimiento de liderazgos sociales y políticos en las personas con VIH, a fin de que ellas también sean protagonistas de un mundo más justo, inclusivo y solidario.
Lima, 20 de noviembre de 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario