Continúa la matanza de cristianos en aldeas de Nigeria.
Agencias misioneras han denunciado que estas semanas se están produciendo graves ataques y asesinatos de cristianos en la zona de Plateau, en el centro de Nigeria.
El viernes, un grupo de hombres armados mataron a seis cristianos en un ataque en Dinu, pueblo del estado de Plateau sur. Hace sólo un mes los pastores Fulani musulmanes dispararon un cristiano hasta matarlo en un pueblo cercano, denuncian los líderes cristianos.
Aunque las identidades de atacantes y víctimas no están esclarecidas, el reverendo Johnson Kikem, presidente del Consejo de la Iglesia Regional de la Iglesia de Cristo (COCIN), informó que algunos miembros de la iglesia huyeron de la aldea y dijeron que los atacantes eran musulmanes.
El 18 de junio, los musulmanes de etnia fulani mataron Toma Vongjen, cristiano de 40 años, en un pueblo de Bakin Rijiya del área de Wase, también en el estado de Plateau. Según la misma fuente, también destruyeron templos cristianos en cuatro aldras próximas, en la zona sur del estado.
Las luchas por el territorio entre pastores y agricultores se entremezclan con el choque religioso en esta zona, donde se sospecha que grupos extremistas islámicos han inflamado el odio de los pastores musulmanes Fulani hacia los agricultores, de etnia Tarok y predominantemente cristianos.
MASACRE EN EL SUR DEL ESTADO
El 27 de junio se produjo otro grave ataque en otras tres aldeas del sur de Plateau, en el área de Langtang. Más de 30 hombres cristianos, mujeres y niños fueron asesinados por presuntos extremistas islámicos, dijeron las autoridades.
Inicialmente un portavoz musulmán del Grupo de Trabajo Especial de los militares (STF), el capitán Salisu Mustapha, dijo que los residentes cristianos de Magama, Bolgong y Karkashi fueron atacados por los pastores Fulani en aparente represalia por el robo de ganado.
La magnitud de la masacre y la respuesta del STF - matando a 20 de los asaltantes en enfrentamientos armados, y persiguiendo a otros 100 – indica que los ataques superaban los enfrentamientos tribales.
“Este no es un caso de crisis étnica entre los Fulani y los Tarok. Se trata de que algunos hombres armados han llegado recientemente a esta zona”, dijo el general Henry Ayoola, comandante de el STF en el estado de Plateau. “Hemos encontrado que la mayoría de los atacantes ni siquiera eran nigerianos”, afirmó.
Dos de los asaltantes fueron detenidos, pero el ejército no ha dado ninguna información adicional sobre su identidad.
DENUNCIA DE ROBO Y REPRESALIAS
El portavoz Fulani Sanihu Jauro negó que los pastores musulmanes Fulani participaran en las masacres en el área de Langtang. La BBC informó que los pastores tomaban represalias porque 1000 cabezas de ganado habían sido robadas antes los ataques, y que las autoridades habían sido insensible a las súplicas Fulani de protección. Según informes oficiales, se han recuperado cerca de 500 de los animales y se busca el resto.
“El número de cristianos muertos puede estar en 70”, dijo el representante de las iglesias (COCIN). “Los atacantes musulmanes persiguieron a sus víctimas cristianas en las motocicletas y los estaban matando mientras trataban de escapar. Muchos cadáveres han sido recuperados de la selva, y creemos que más pueden todavía ser encontrados”.
Marcos Lipdo, director ejecutivo de la Fundación Stefanos, una organización de Jos al servicio de los perseguidos, confirmó los ataques en un comunicado de prensa, diciendo que miles de cristianos han huido. Nanman Darko, presidente del Comité de gestión de la Junta de Gobierno Local Langtang del Sur, dijo a Morning Star News que más de 6.000 personas desplazadas se refugiaron en la ciudad Mabudi.
EL GOBIERNO INTENTA PONER PAZ
Preocupado por la escalada de violencia en el sur de la meseta, el gobierno estatal ha creado un comité para buscar formas de restaurar la paz en la zona y ha prometido más vigilancia.
El vicegobernador del estado, Ignacio Longjan, en un comunicado, dijo que el comité se compone de los miembros de la Casa de Gobierno de la Asamblea, comisarios, líderes religiosos y personal de seguridad. Su objetivo es crear un clima de seguridad entre los ciudadanos de la zona y que puedan volver a convivir de forma pacífica.
Los cristianos que viven en la zona central de Nigeria sufren regularmente de ataques de diversos grupos armados. En el norte del país la situación es aún más complicada, con la presencia de Boko Haram, lo que llevó al ejército a ordenar una intervención especial el pasado mes de mayo.
Fuentes: World Watch Monitor, Protestante Digital
Editado por: Protestante Digital 2013
Fuente: Protestante Digital
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