Redacción de Atrio, 18-Abril-2014
Esta tarde, antes de empezar los oficios en la Iglesia de la Abadía Fiesolana en Florencia, donde solía celebrar y predicar Ernesto Balducci,un pionero de la cultura de la paz y de la lectura laica del cristianismo, con quien me unió una estrecha amistad, se leerá y firmará una petición por el indulto a 529 condenados a muerte en Egipto. El actual director de la revista, Severino Saccardi, nos explica el sentido del acto, al que me uno. AD.
El “mundo cristiano”, en sus diversas formas, ya se encuentra inmerso en la atmósfera y en los ritos de la Semana Santa. Incluso los no creyentes viven la atmósfera especial de la fiesta y las fiestas que se acercan. Hay un pequeño detalle que tal vez no se enfatiza lo suficiente: no hay resurrección sin pasión. La pasión no es un accesorio o como un momento de transición. Es la dimensión constante de la condición humana, que tiene muchos aspectos hermosos y brillantes, pero que también tiene el “lado oscuro” del sufrimiento y de la muerte.
Específicamente, vale la pena recordar que la Pasión, cuya memoria las iglesias cristianas conmemoramos, es una condena a de muerte de hace DOS MIL AÑOS. Una pregunta surge: ¿qué hacen hoy las iglesias cristianas, además de celebrar sus ritos y honrar la memoria de acontecimientos antiguos de gran evocación simbólica, por los CONDENADOS A MUERTE DE NUESTRO TIEMPO? ¿Qué hacen los cristianos y no cristianos en el mundo occidental para erradicar la vergüenza de la pena de muerte, que vergonzosamente se sigue aplicando hoy en día lo mismo que en la época de Jesús? ¿Y qué es lo que hacen –esta es la pregunta básica– las Iglesias cristianas y los no creyentes demócratas por sus “hermanos musulmanes”?
La imagen y definición que den de sí mismos dependerá de lo que hagan al respecto, aunque esta acción favorezca hoy a la mayoría del mismo mundo islámico más fundamentalista, oscurantista y lejana a nosotros; pero eso no importa. Hay que cultivar la cultura de los derechos más aún cuando se trata de nuestros adversarios políticos, y por eso hacemos aquí una petición en favor de los CONDENADOS A MUERTE EN EGIPTO, quinientos (529) “pobres diablos”, quizás criminales, culpables tal vez, sin duda políticamente indeseables en Egipto. ¿Cuándo mejor para hacer esta petición que en el umbral del viernes que evoca precisamente los tormentos de un hombre condenado a muerte por la clase política, religiosa y militar de su tiempo?
Y al hablar del actual caso de EGIPTO, estamos también CONTRA LA PENA DE MUERTE EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO(China, Irán, donde ahorcan por decenas, mientras que el mundo permanece en silencio, y en muchos de los tan democráticos EE.UU.) y también estamos en contra APLICACIÓN DE HECHO DE LA PENA DE MUERTE CON OTRA MANERA de persecución religiosa, cuando decenas de personas mueren o son voladas por su mera adhesión a un credo en lugar de otro. Es una pena. ¿Por qué no nos rebelamos? “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? “, gritó Jesús de forma tan humana desde la Cruz. Y cuándo mejor que en este viernes, en vísperas de Pascua, para que cristianos y laicos hagamos un examen de conciencia sobre todo esto? ¿Nada tiene que decir el papa Francisco, que me encanta, sobre los condenados a muerte en Egipto y en el resto del mundo?)
Mientras recordamos la historia de un hombre condenado a muerte, del que nos dijeron que había resucitado para darnos la esperanza, ¿vamos a limitarnos a comer los dulces tradicionales de Pascua y brindar con la copa de cava con amigos y familiares? Entonces todo sigue como antes. Las ceremonias serán una reminiscencia de la Pasión como episodios folklóricos y los condenados a muerte en el mundo continuarán en la angustiosa espera de su inminente destino. ¿Qué decir, amigos? Os felicito las pascuas. Os quiero. Pero me gustaría hoy brindar, sobre todo, para que por fin alguien se ocupe de los condenados a muerte (inocentes o culpables, comunes y políticos) y realmente trabaje para erradicar esta vergüenza del mundo. ¡NUNCA MÁS PENA DE MUERTE! Y recuerden todos que el Viernes Santo y la Pascua no es un rito, sino una memoria real. El mundo es a menudo crudo, oscuro y es difícil que la luz de la Pascua penetre en él.
Saccardi Severino, director de Testimonianze.
PD: Renuevo la invitación a todos los amigos a firmar la petición por la salvación de las personas condenadas a muerte en Alejandría, Egipto lanzada por la revista Testimonianze , dando a los miembros infotestimonianze@gmail.com [Enviar a esta dirección de correo un breve texto: "Ma adhiero a la petición de Testimonianze por la salvación de los 529 condenados en Egipto"].
Fuente: ATRIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario