lunes, 2 de diciembre de 2013

El grito de los pobres te liberó.

Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.

Hermano Alberto (Patishtán) te venimos a encontrar hoy que llegas a tu tierra, a tu gente y a tu pueblo como hombre libre.

Damos gracias a Dios por esta alegría que llena nuestros corazones, por este encuentro en libertad que hemos querido desde hace años y que nos ha venido interpelando como una señal que guió nuestro caminar.

“Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados”. (Mt. 5, 6)

Nuestro Dios Padre y madre que vive en los sagrados cerros de estas tierras escuchó las oraciones, los pasos y las voces que todo el pueblo creyente elevó con tu nombre por la verdad, la paz y la justicia, hoy te reciben y te acogen como hombre libre que siempre has sido, libre de la culpa que los poderosos te pusieron y que cargaste en tus hombros durante 13 años, 5 meses y 11 días, siempre con la verdad de tu testimonio, con la paz de nuestro Dios Padre y Madre, con la justicia de tu corazón generoso.

Cuidador del pueblo te reconoció el jTatic Samuel, profeta para los pobres, los perseguidos, los despreciados; con nosotros indígenas está presente y contigo viene también el jTatic para darte fuerza a ti y a tu familia, y para darnos a todos su bendición, para que nunca olvidemos su ejemplo en vivir por la verdad, la paz y la justicia. Con alegría vivimos hoy y siempre el amor a Dios, el amor a nuestras hermanas y hermanos y el amor a la vida que es un regalo de Dios.

Bienvenido hermano Alberto.

El clamor por la justicia fue creciendo entre los pueblos, las voces de los hombres y mujeres de corazón justo y generoso se elevaron en muchos lugares de Chiapas, en muchos lugares de México, en muchos lugares del mundo entero; no las acalló la soberbia de los tribunales, su desprecio; sordos y ciegos se hicieron ante las voces de los humildes y creció en nosotros la indignación y el deseo de justicia, para ti y para todos nosotros, para los pueblos, para los indígenas, para los no indígenas, para los enfermos, los perseguidos, los encarcelados, para los desaparecidos, y para los pobres.

Y la verdad se abrió paso hasta lo más alto, imposible ocultar la verdad de tu inocencia, la verdad de tu injusta sentencia, de tu injusto encarcelamiento, y aquí estamos hoy reunidos tú y nosotros, todos somos hoy un poco más libres.

Damos gracias a todas las personas que pusieron sus corazones y sus actos con los nuestros y con los tuyos para que brille la verdad de tu inocencia, de tu sufrimiento y la verdad de tu lucha por la libertad; tu libertad nos anima a seguir nuestro caminar en la búsqueda de la libertad, justicia y paz; porque los que te mantuvieron preso más de 13 años siguen oprimiendo al pueblo que te liberó. 

30 de Noviembre del 2013.

Fuente: Chacatorex

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