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lunes, 14 de mayo de 2018

Los pueblos en defensa de la vida y el territorio.


Los pueblos en defensa de la vida y el territorio: Contrapoder y autodefensa en América Latina

Raúl Zibechi

En muchas regiones de América Latina los Estados nacionales no protegen a sus ciudadanos, en particular a los sectores populares, indios, negros y mestizos, quienes están desprotegidos ante la violencia del narcotráfico, de las bandas criminales, de los guardias privados de las empresas multinacionales y, aunque parezca paradójico, de las propias instituciones armadas del Estado, como la policía y las fuerzas armadas.

Las múltiples masacres que se suceden en México, como la de 43 estudiantes en Ayotzinapa en setiembre de 2014, no son una excepción, como no lo es la impunidad de más de 30 000 desaparecidos y 200 000 muertos desde que el Estado declarara la “guerra contra el narcotráfico” en 2007.1 Con algunas diferencias, lo que sucede en México se repite en la mayoría de los países de la región. En Brasil mueren de forma violenta 60 000 personas cada año; el 70 % de ellas son afrodescendientes, que en su mayoría son jóvenes pobres.2

Ante el panorama de violencias que ponen en riesgo la vida de las poblaciones más vulnerables, algunos de los sectores afectados han decidido crear formas de autodefensa y contrapoderes. En un comienzo, son formas defensivas, pero con su desarrollo consiguen establecer verdaderos poderes paralelos al Estado.

Las autodefensas son decisivas para la formación de poderes diferentes a los hegemónicos, centrados en las instituciones estatales, porque son poderes anclados en las prácticas comunitarias. Sin embargo, debemos ir más al fondo, con mayor detalle, para poder desentrañar de qué se trata esta nueva tendencia de los movimientos sociales en América Latina.

La lógica estatal y la lógica comunitaria son opuestas, antagónicas. La primera descansa en el monopolio de la fuerza legítima en un determinado territorio y en su administración a través de una burocracia civil y militar permanente, no elegible, que se reproduce, y es controlada por ella misma. La burocracia le otorga estabilidad al Estado, ya que permanece inalterable aún cuando se producen cambios de gobierno. Transformarla desde dentro es muy difícil y supone procesos de larga duración. En América Latina se agrega otro factor que hace aún mas difícil cambiarlas: las burocracias estatales son creaciones coloniales, cuyo personal es reclutado entre las elites blancas, educadas y masculinas en países donde la población es mayoritariamente negra, india y mestiza.

La lógica comunitaria está basada en la rotación de tareas y funciones entre todos los miembros de la comunidad, cuya máxima autoridad es la asamblea. En este sentido, la asamblea como espacio/tiempo para la toma de decisiones debe considerarse un “bien común”. Sin embargo, no considero la comunidad como una institución, sino como relaciones sociales que se despliegan en un espacio o territorio determinado.

En una mirada centrada en los vínculos, no podemos reducir lo común a las hectáreas de propiedad colectiva, a los edificios y a las autoridades elegidas en asambleas que pueden ser manejadas por caudillos o burócratas. Podemos considerar que existe una comunidad como institución y otra como vínculo social, y que esta diferencia es muy importante para la cuestión del poder. En el análisis que propongo, el corazón de la comunidad no está en la propiedad común (aunque esa propiedad seguirá siendo importante), sino en los trabajos colectivos o comunitarios que reciben los más variados nombres: minga, tequio, gauchada,guelaguetza, y que no deben reducirse a las formas de cooperación institucionalizadas en las comunidades tradicionales.3

Los trabajos colectivos son el sustento de lo común y la verdadera base material que produce y reproduce la existencia de comunidades vivas, con relaciones de reciprocidad y ayuda mutua diferentes a las relaciones jerárquicas e individualizadas propias de las instituciones estatales. La comunidad se mantiene viva no por la propiedad común sino por los trabajos colectivos que son un hacer creativo, que re-crean y afirman la comunidad en su vida cotidiana. Esos trabajos colectivos son el modo como los comuneros y comuneras hacen comunidad, como forma de expresar relaciones sociales diferentes a las hegemónicas.

En su trabajo sociológico, la comunera maya guatemalteca Gladys Tzul asegura que en la sociedad basada en los trabajos comunales no hay separación entre el ámbito de la sociedad doméstica, que organiza la reproducción, y la sociedad política, que organiza la vida pública, sino que ambas se sustentan y alimentan mutuamente. En las comunidades rige la complementariedad entre los dos ámbitos a través del gobierno comunal. “El gobierno comunal indígena es la organización política para garantizar la reproducción de la vida en las comunidades, donde el trabajo comunal es el piso fundamental donde descansa y se produce esos sistemas de gobierno comunal y donde se juega la participación plena de todos y todas”.4

Los trabajos colectivos los encontramos en todas las acciones de la comunidad; son los que permiten reproducir no solo los bienes materiales, sino la comunidad como tal, desde la asamblea y la fiesta hasta la contención del dolor a través de los duelos y los entierros, y también permiten coordinar alianzas con otras comunidades. Las luchas de resistencia que aseguran la reproducción de la vida comunal están ancladas también en los trabajos colectivos.

El colocar el acento en la multiplicidad de trabajos colectivos nos permite abordar la cuestión del poder y del contrapoder desde otro lugar. En primer término, ni uno ni otro son instituciones, sino relaciones sociales. En segundo, al ser relaciones sociales, pueden ser producidas por cualquier sujeto colectivo en cualquier espacio, porque se separan de la comunidad, de las relaciones propiedad y de sus autoridades para reaparecer allí donde los sujetos o movimientos realicen ese tipo de prácticas inspiradas en lo comunitario, aunque no sean comunidades.

En tercer lugar, al poner el foco en las relaciones sociales, podemos acercarnos a los flujos de poder, a los cambios en las relaciones de fuerzas y, en el caso de los movimientos sociales, a los ciclos de nacimiento, madurez y declive que son inherentes a la lógica social colectiva. De ese modo, no caeremos en la tentación de considerar como poderes a instituciones que son en realidad eslabones de la maquinaria estatal, como sucede, por ejemplo, con los consejos comunales en Venezuela.

En este caso, los consejos comunales dependen del financiamiento estatal y funcionan en clave burocrática, forman parte de la estructura organizativa del Estado y lo afianzan pero no lo trascienden, y con el paso del tiempo registran una creciente homogeneización y pérdida de independencia. Aunque en Venezuela existe una fuerte cultura igualitarista en los barrios populares, donde la horizontalidad y la ausencia de jerarquías son cultura, concluye que las contradicciones entre base y vértice se han resuelto con el predominio de las direcciones que han acotado y controlado los espacios de igualitarismo.5

Un grave problema para la emancipación es que en todas las culturas existen rasgos más menos potentes de cultura jerárquica, alimentada por las relaciones patriarcales y machistas. También en las comunidades indígenas y en los espacios de afrodescendientes, donde el caudillismo, el personalismo y el paternalismo se reproducen de forma casi “natural”. Por eso creo que es importante hacer hincapié en los vínculos sociales que se expresan en los “trabajos colectivos”, en un sentido amplio, desde la asamblea hasta la fiesta. Es en el trabajo vivo y creativo donde hay alguna posibilidad de modificar culturas y modos de hacer, no en las instituciones establecidas que funcionan en base a inercias que reproducen las opresiones.

Los contrapoderes son, en los hechos, trabajos colectivos que encaran las comunidades, tanto las rurales como las urbanas, para defenderse de poderes superiores que ponen en riesgo su sobrevivencia. En los ejemplos que describiremos a continuación, aparece un puñado de experiencias donde se despliegan poderes antiestatales que tienen en común el ser controlados por colectivos populares (o comunidades).

Es importante destacar que en las ciudades (como Cherán y México DF), los contrapoderes están insertos en movimientos sociales territorializados que controlan espacios comunes y, por lo tanto, necesitan defenderlos. En este punto, existen muchas similitudes entre lo que sucede en una comunidad indígena rural y un sector popular de una periferia urbana. La vida colectiva de ambos está siendo cuestionada por dos variantes del modelo extractivista (acumulación por desposesión): represas hidroeléctricas y minería a cielo abierto, en el caso rural, y especulación inmobiliaria o gentrificación, en las ciudades.

La defensa de la vida y la comunidad

Las multicolores movilizaciones del pueblo nasa, en las montañas del Cauca colombiano, se realizan con un cordón de guardias que se colocan delante y a los costados, formados en línea, protegiendo a los comuneros y comuneras, disciplinados y “armados” con bastones de mando, palos de madera con los símbolos ancestrales. La protección y defensa de las comunidades es el objetivo de la Guardia Indígena, que se considera a sí misma como una instancia de educación y formación política.

Todos los años se realiza un acto de graduación de cientos de guardias en el norte del Cauca (sur de Colombia): hombres, mujeres y jóvenes entre 12 y 50 años, que participaron en la Escuela de Formación Política y Organizativa donde se capacitan en derechos humanos y en la “ley originaria” para ejercer sus tareas. La graduación es un acto de hondo contenido místico que sucede en un centro de armonización, orientado por los ancianos sabios de las comunidades, junto a catedráticos universitarios y defensores de los derechos humanos






La estructura de la Guardia Indígena es sencilla y muestra de qué se trata esta organización: cada vereda (comunidad) elige en asamblea diez guardias y un coordinador. Luego se elige un coordinador por resguardo (territorio indígena) y otro para toda la región. En la región Norte del Cauca hay 3500 guardias indígenas correspondientes a 18 cabildos (autoridades elegidas en los resguardos).

“No tenemos nada que ver con una policía, somos formadores de organización, somos protección de la comunidad y defensa de la vida sin involucrarnos en la guerra”, explica uno de los coordinadores de la Guardia Indígena.6 La participación en la guardia es voluntaria y no remunerada, los vecinos de la vereda y las autoridades colaboran en el mantenimiento de la huerta familiar de cada guardia elegido y en ocasiones hacen mingas (trabajo colectivo) para sembrar y cosechar.

Los guardias son evaluados una vez al año y pueden ser mantenidos en la tarea o sustituidos por otros, porque la organización se asienta en la rotación de todos sus miembros. La justicia comunitaria –que es la tarea central de la Guardia Indígena– busca recuperar la armonía y los equilibrios internos, basada en la cosmovisión y la cultura nasa, y se diferencia de la justicia estatal que separa y encarcela a los que delinquen. La guardia defiende el territorio de los militares, paramilitares y guerrilleros que han asesinado y secuestrado a cientos de comuneros durante la guerra. En los últimos años también protegen el territorio de las multinacionales mineras que contaminan y desplazan poblaciones.

Además de fomentar la formación y la organización de las comunidades, los guardias alientan la soberanía alimentaria, impulsan huertas comunitarias y asambleas de reflexión sobre el “derecho propio”, como denominan a la justicia comunitaria. Cada seis meses los guardias participan en rituales de armonización, orientados por los médicos tradicionales como forma de “limpieza” individual y colectiva.

La resistencia pacífica es una de las señas de identidad de la Guardia Indígena. En varias ocasiones se han concentrado cientos de guardias, convocados por los silbatos tradicionales, para rescatar a un prisionero secuestrado por los narco-paramilitares o la guerrilla. Hacen valer el peso de la cantidad de guardias disciplinados y su determinación para conseguir liberar a los secuestrados sin violencia. En ocasiones también han hecho frente a las fuerzas armadas del Estado.7

En el año 2004, la Guardia Indígena recibió el Premio Nacional de Paz que entrega anualmente un conjunto de instituciones, entre ellas Naciones Unidas y la Fundación Friedrich Ebert. La guardia se ha convertido en un referente para otros pueblos, como los afrodescendientes, y también para campesinos y sectores populares que sufren violencia estatal o privada. 

Autodefensa y movimientos sociales

El ejemplo de la Guardia Indígena no es una excepción. Buena parte de los movimientos latinoamericanos se han dotado de formas de autodefensa para la protección de las comunidades y sus territorios. El reciente avance del extractivismo, con sus emprendimientos mineros, de monocultivos y obras de infraestructura, está siendo respondido por los pueblos, que en algunos casos establecen formas de control territorial en base a grupos que son controlados por las comunidades.

Para explicar qué son las autodefensas y qué relaciones tienen con los contrapoderes, voy a describir brevemente cuatro casos, que se complementan con el ya mencionado de la Guardia Indígena del sur de Colombia: las rondas campesinas de Perú, la Policía Comunitaria de Guerrero, y dos experiencias urbanas, las fogatas de Cherán y las brigadas de la Comunidad Habitacional Acapatzingo en la Ciudad de México.

Rondas campesinas, Perú

En la década de 1970, en las áreas rurales remotas de Perú no había prácticamente Estado y los campesinos estaban desprotegidos ante los ladrones de ganado. Se trataba de comunidades muy pobres y frágiles, ganaderas y de altura, a las que cualquier robo puede desorganizar su economía de subsistencia.

En asambleas decidieron hacer rondas de noche, para vigilar a los ladrones de ganado y encargarse de la seguridad de las comunidades. Las rondas campesinas se instalaron primero como rondas nocturnas rotativas entre todos los vecinos de las comunidades, pero luego empezaron a realizar obras a favor de la comunidad (caminos y escuelas, entre otras) y más tarde empezaron a impartir justicia, actuando como poderes locales.8

Las rondas se reactivaron en Cajamarca, norte del Perú, contra el proyecto minero aurífero Conga, para evitar la contaminación de sus fuentes de agua de las que depende la agricultura familiar. Decidieron nombrarse Guardianes de las Lagunas porque acampan a 4000 metros de altura, en zonas inhóspitas, donde vive muy poca gente, para vigilar, para ser testigos y resistir la presencia de las multinacionales







Policía Comunitaria de Guerrero, México

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) nace en 1995 en contextos indígenas para defenderse de la criminalidad. La conforman inicialmente 28 comunidades, que consiguen reducir los índices delictivos en un 90 al 95 %.






Al principio, entregaban a los delincuentes al Ministerio Público, pero al ver que eran liberados en horas, una asamblea regional decidió en 1998 crear las Casas de Justicia, donde el acusado puede defenderse en su lengua, sin pagar abogados ni multas, ya que la justicia comunitaria busca la “reeducación” del condenado y en el juicio se busca llegar a acuerdos y conciliar las partes, involucrando a familiares y autoridades de las comunidades.

La “reeducación” del culpable consiste en trabajar sirviendo a la comunidad, porque esta justicia no tiene carácter punitivo, sino que busca la transformación del individuo bajo supervisión y seguimiento de las comunidades. La máxima autoridad de la CRAC-PC es la asamblea abierta en las localidades pertenecientes a la Policía Comunitaria. Las asambleas “nombran los coordinadores y comandantes, así como pueden destituirlos si son acusados de no cumplir con su deber; además, se toman decisiones relacionadas con la impartición de justicia en casos difíciles y delicados, o con asuntos importantes que atañen a la organización”.9 La CRAC-PC nunca ha generado una estructura de mando vertical y centralizada, mostrando que funcionan como poderes diferentes a los estatales que nombramos como autoridades comunitarias.

A partir de 2011 la experiencia de la Policía Comunitaria se expandió notablemente en el estado de Guerrero y en el conjunto del país, al profundizarse la violencia estatal y del narcotráfico contra los pueblos y la deslegitimación de los aparatos estatales. En 2013 se produce un enorme salto que hizo que los grupos de autodefensa estuvieran presentes en 46 de los 81 municipios de Guerrero y que involucraran a unos 20 000 ciudadanos armados.

Deben señalarse las diferencias entre policías comunitarias y autodefensas. Estas últimas son grupos de ciudadanos que se arman para defenderse de la delincuencia, pero a diferencia de las primeras, sus miembros no son nombrados por sus pueblos ni les rinden cuentas de sus acciones, carecen de reglamentos y principios de funcionamiento. Sin embargo, su notable expansión se debe al crecimiento de las autodefensas indígenas impulsadas por el levantamiento zapatista de 1994 y reconocidas por el Manifiesto de Ostula de 2009, aprobado por pueblos y comunidades indígenas de nueve estados en la 25ª asamblea del Congreso Nacional Indígena (CNI), que reivindicó el derecho a la autodefensa.10

Fogatas de Cherán, México

Cherán es una pequeña ciudad de 15 000 habitantes en el estado de Michoacán, cuya población son mayoritariamente indígenas purépechas. El 15 de abril de 2011 la población se levantó contra los talamontes, por la defensa de sus bosques de uso común, la vida y la seguridad comunitaria, frente al crimen organizado protegido por el poder político. A partir de ese momento, la población se autogobierna a través de las 179 fogatas instaladas en los cuatro barrios que forman la ciudad, que son el núcleo del contrapoder indígena






La población elige por el sistema de “usos y costumbres” un Concejo Mayor, que es la principal autoridad reconocida municipal, incluso por las instituciones estatales. No se realizan más elecciones con partidos, sino que son las asambleas las que eligen a los gobernantes. Las fogatas son extensión de la cocina en las barricadas comunitarias, se convirtieron en un espacio de convivencia entre vecinos, de intercambio y de discusión, en donde “se incluyen activamente lxs niñxs, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos”, y donde se toman todas las decisiones.11

La imagen del poder comunal en Cherán es un conjunto de círculos concéntricos. En la parte exterior figuran los cuatro barrios y, en el centro, la Asamblea Comunal respaldada por el Concejo Mayor del Gobierno Comunal, integrado por doce representantes, tres de cada barrio. Luego aparecen el Concejo Operativo y la Tesorería Comunal, conformando el primer círculo alrededor del centro/asamblea. Alrededor hay seis consejos más, de administración, bienes comunales, programas sociales, económicos y culturales, de justicia, de los asuntos civiles y el consejo coordinador de barrios. Como dicen en Cherán, se trata de una estructura de gobierno circular, horizontal y articulada.12

Comunidad Habitacional Acapatzingo, México

La Comunidad Habitacional Acapatzingo está integrada por 600 familias en la zona sur de la Ciudad de México (de 23 millones de habitantes) y pertenece a la Organización Popular Francisco Villa de la Izquierda Independiente. Es el barrio popular más consolidado del México urbano, con criterios de autonomía y autoorganización. La base de la organización son las brigadas formadas por 25 familias. Cada brigada nombra responsables para las comisiones, que en general son cuatro: prensa, cultura, vigilancia y mantenimiento. Sus integrantes son rotativos y nombran representantes para el consejo general de todo el asentamiento, donde confluyen representantes de todas las brigadas.

Cuando se presenta un conflicto interviene la brigada, aunque sea un problema intrafamiliar, y dependiendo de la gravedad puede pedirse la intervención de la comisión de vigilancia y hasta del consejo general. Cada brigada se encarga una vez por mes de la seguridad del predio, pero el concepto de vigilancia no es el tradicional (control), ya que gira en torno a la autoprotección de la comunidad y su trabajo principal consiste en la educación de los pobladores.13

La comisión de vigilancia tiene también el papel de marcar y delimitar el adentro y el afuera, quién puede entrar y quién no debe hacerlo. Este es un aspecto central de la autonomía, quizá el más importante. Cuando se produce una agresión en el hogar, los niños salen a la calle haciendo sonar el silbato, mecanismo que la comunidad utiliza ante cualquier emergencia. El ambiente interior es apacible, a tal punto que es común ver a los niños jugando solos con total tranquilidad en un espacio seguro y protegido por la comunidad, algo impensable en la violenta Ciudad de México.

Del Sur Global al Norte Global

Este ensayo se centra en América Latina, pero las experiencias que se presentan no son exclusivas del Sur Global. Desde la crisis financiera de 2008, se ha vivido una territorialización de algunas resistencias y proyectos colectivos, en particular en Grecia, Italia y el Estado español.

La Azienda Mondeggi, cerca de la ciudad italiana de Florencia, ha sido recuperada por decenas de jóvenes, que producen vino, aceite de oliva y miel, entre otros productos, viven de forma colectiva y consiguieron recuperar decenas de hectáreas para convertirlas en “bienes comunes”.14 Otra notable experiencia colectiva territorial es la resistencia al tren de alta velocidad en el norte de Italia, el movimiento 'No TAV' en el valle de Susa.15 En Vitoria, en el Estado español, los jóvenes de movimientos populares han recuperado todo un barrio (Errekaleor),16 que defienden de la especulación inmobiliaria.

En los tres países europeos existen también fábricas recuperadas, cientos de centros sociales y culturales y, en algunas ciudades españolas, como Salamanca o Valencia, se han abierto huertas semiurbanas en donde trabajan los desocupados para asegurarse alimentos e ingresos mínimos. Algunas de estas experiencias son de carácter colectivo, vinculadas a movimientos sociales.17 A medida que las ciudades del Norte están siendo remodeladas por la especulación inmobiliaria, jóvenes y mujeres que solo tienen acceso a puestos de trabajo de baja calidad tienden a abrir espacios de diversos tipos, desde huertas hasta colectivos culturales y de comunicación alternativa, como forma de mantener en pie relaciones sociales de camaradería y solidaridad.

Poder, contrapoder y poderes no estatales

En un sentido muy general, podemos asegurar que los movimientos sociales son contrapoderes que buscan equilibrar o contrapesar a los grandes poderes globales (empresas multinacionales) y también a los Estados nacionales, que suelen trabajar juntos. A menudo, esos contrapoderes actúan de modo simétrico al poder estatal, estableciendo jerarquías muy similares, aunque estén ocupadas por personas de otros sectores sociales, de otras etnias y colores de piel, de otros géneros y generaciones.

El concepto de contrapoder nos remite a un poder que busca desplazar al poder existente y que se constituye de modo muy similar al poder estatal, tal como lo conocemos y padecemos, por lo menos en las sociedades occidentales. No se trata de entrar en un debate teórico sobre poder, contrapoder o antipoder, tesis que defienden Toni Negri y John Holloway, respectivamente.18

Creo que el gran problema de estas propuestas es que ignoran la realidad latinoamericana, donde los movimientos sociales no se cuentan por individuos sino por familias (cuando vas a una comunidad indígena, a un campamento de campesinos sin tierra o de desocupados sin techo, siempre te dicen “somos tantas familias”). Esto nos remite siempre a la comunidad, pero no a una comunidad esencialista, comunidad-institución, sino a relaciones fuertes y directas, cara a cara, entre personas que tienen estrechas relaciones en la vida cotidiana.

En las propuestas de las izquierdas que apuestan por el “contrapoder”, late la tentación de convertirse en nuevo poder, construido a imagen y semejanza del Estado-nación. El ejemplo histórico serían los soviets de Rusia o los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en Cuba, que con el tiempo se convirtieron en parte del aparato estatal, se subordinaron al Estado y formaron parte de su institucionalidad.

En la realidad de las comunidades que resisten –de ahí el extenso relato sobre las experiencias concretas–, los poderes construidos (ya sean formas de autodefensa o formas de ejercer el poder) tienen una base completamente diferente a la que predomina en las grandes revoluciones o en los movimientos sociales. En la cultura política hegemónica, la imagen de la pirámide que inspira el Estado y la iglesia católica, se repite constantemente en los partidos y en los sindicatos, con una regularidad asombrosa. El control del poder pasa por ocupar el punto más alto de esa pirámide y toda la acción política pone las energías colectivas en esa dirección.

Existen, empero, otras tradiciones bien distintas, en las cuales toda la energía de la comunidad está puesta en evitar que los dirigentes tengan poder, o sea, que se aproximen a un poder de tipo estatal, como señala el antropólogo francés Pierre Clastres.19 La comunidad es un poder, incluye relaciones de poder, pero tiene otro carácter al del poder estatal. Los concejos de ancianos, los cargos elegidos y rotativos, son poderes transparentes permanentemente controlados por el colectivo para que no se autonomicen, no se separen y puedan ejercer un poder sobre la comunidad, que es lo que caracteriza al Estado con sus burocracias no elegibles, separadas de la sociedad y colocadas por encima de ella.

Al nombrar este tipo de poderes debemos diferenciarlos de las otras formas de ejercer el poder y, por eso, propongo denominarlos poderes no estatales. Quizá el caso más conocido sean las Juntas de Buen Gobierno existentes en las cinco regiones zapatistas, que funcionan en los cinco caracoles. Las Juntas están integradas mitad por varones y mitad por mujeres. Son elegidas entre los cientos de miembros de los municipios autónomos. Todo el equipo de gobierno (24 personas en algunos caracoles) cambia una vez cada ocho días.

Este sistema de rotación, como dicen las propias bases de apoyo zapatistas, permite que, al cabo de cierto tiempo, todos aprendan a gobernar. La rotación se registra en los tres niveles del autogobierno zapatista: en cada comunidad entre las personas que la integran, en cada municipio autónomo por los delegados electos, revocables y rotativos, y en cada región con la Junta de Buen Gobierno. Son más de mil comunidades, 29 municipios autónomos y unas 300 000 personas que se gobiernan de este modo.

Dos cuestiones son destacables. La primera es que es el único caso en toda América Latina en el cual la autonomía y el autogobierno se expresan en tres niveles con la misma lógica asamblearia y rotativa que en la comunidad. De los 570 municipios con que cuenta el estado de Oaxaca, 417 se rigen por un sistema normativo interno, conocido como “usos y costumbres”, que les permite elegir sus autoridades de forma tradicional, en asamblea y sin partidos políticos. Pero ni siquiera en este caso tan extendido de autogobierno se logró superar el nivel municipal.

La segunda característica de la autonomía zapatista es que no produce burocracias, porque la rotación las dispersa, evita que se congele un cuerpo especializado y separado. Algo similar sucede en Cherán, entre la Guardia Indígena de Colombia y los Guardianes de las Lagunas en Perú. Sin embargo, en el caso colombiano, existen los cabildos que gobiernan un territorio o resguardo, que serían algo similar a las regiones zapatistas. Sin embargo, la injerencia del Estado a través de planes de educación y salud, y sobre todo a través de la financiación estatal de los cabildos, los ha llevado a burocratizarse, aunque existen contratendencias importantes, como la Guardia Indígena, que es el corazón del poder de la etnia nasa.

La importancia de los poderes no estatales, entre los que incluyo las diversas formas de autodefensa señaladas, radica en que actualmente los movimientos sociales latinoamericanos tienen una doble y compleja dinámica. Por un lado, interactúan con el Estado y sus instituciones, como han hecho todos los movimientos en la historia. Se trata de un vínculo complejo y cambiante, según países y realidades políticas. Resisten al Estado y a las grandes empresas, les plantean demandas y exigencias, negocian y, en muchas ocasiones, obtienen recursos y demandas formuladas en las plataformas de reivindicaciones. Es la típica acción del movimiento sindical, y de la inmensa mayoría de los movimientos.

La segunda forma de acción es más reciente y apareció con fuerza en las últimas décadas, sobre todo en América Latina. Junto al vínculo con el Estado, los movimientos crean espacios y territorios propios, ya sea recuperando tierras que les habían sido expropiadas, ocupando tierras ociosas de propietarios privados o de instituciones oficiales, en las más diversas áreas rurales y urbanas. Alrededor del 70 % de la superficie de las ciudades latinoamericanas han sido “tomas” en las que los migrantes rurales construyen sus viviendas, sus barrios y las infraestructuras sociales como escuelas, centros de salud y deportivos.

Muchos de esos espacios, ocupados ilegalmente, son legalizados por las instituciones que les ofrecen además servicios colectivos. Pero otros muchos son reprimidos o sus integrantes tienen una intencionalidad diferente consistente en crear otras formas de vida, o “mundos otros”, en el lenguaje zapatista. Se convierten en “territorios en resistencia” que, en algunos casos, se mueven hacia “territorios de emancipación”, allí donde las mujeres y los jóvenes juegan un papel destacado en la configuración de lo nuevo.

Lo que resulta evidente es que el sistema empuja a millones de personas a crear sus propios espacios y territorios para poder sobrevivir, porque no tienen vivienda, están desocupados o sufren alguna forma de marginación. En esos espacios buscan construir la salud y la educación que el sistema les niega, ya sea porque es de mala calidad o porque los servicios están muy lejanos y son de difícil acceso. En los 5000 asentamientos rurales del MST de Brasil, hay 1500 escuelas con maestras nacidas en las comunidades y formadas en el magisterio estatal.

Todas esas construcciones necesitan ser defendidas. No estamos ante situaciones excepcionales. Estos días 30 000 personas (8000 familias) acampan desde el 2 de septiembre en una zona urbana de la ciudad São Bernardo do Campo, en São Paulo: la ocupación Pueblo Sin Miedo orientada por el MTST.






Necesitan agua, comida y servicios higiénicos todos los días. Pero también necesitan defender el espacio (varios vecinos dispararon armas de fuego contra los ocupantes), crear una forma para tomar las decisiones y de resolver los problemas diarios. Establecieron un reglamento interno para garantizar la seguridad y el trabajo en equipos.20

Eso los llevó a crear una coordinación interna, a elegir a sus miembros y a sostenerlos todos los días, durante meses. Es un embrión de contrapoder o de poder no estatal. Los caminos no están prefijados, cada experiencia concreta toma los rumbos que puede o que sus integrantes definen.



NOTAS:

1. El País (2016) 'Año 11 de la guerra contra el narco'. (consultado el 12 de diciembre de 2017).

2. IPEA-Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (2017) Atlas de Violencia 2017. (consultado el 2 de diciembre de 2017).

3. Zibechi, R. (2015) 'Los trabajos colectivos como bienes como bienes comunes material/simbólicos', El Apantle 1 (10): 73-98.

4. Tzul Tzul, G. (2015) 'Sistemas de gobierno comunal indígena: la organización de la reproducción de la vida', El Apantle, 1 (10): 125-140.

5. Boni, S. (2017) Il Poder Popular nel Venezuela socialista del ventunesino secolo. Florencia: Editpress.

6. Zibechi, R. (19 abril 2008) 'Autoprotección indígena contera la guerra'. (consultado el 18 de diciembre de 2017).

7. Zibechi, R. (2014) 'Autoprotección colectiva, dignidad y autonomía', Contrapunto 4 (5): 75-82.

8. Hoetmer, R. (2014) 'Las rondas campesinas no son grupos terroristas', en revista Contrapunto, 4 (5): 75-82.


10. Congreso Nacional Indígena (17 de junio de 2009) 'Manifiesto de Ostula'. (consultado el 5 de diciembre de 2017).

11. Agencia SubVersiones (21 abril 2015) 'Cheran K’eri: cuatro años construyendo autonomía'. (consultado el 18 de de diciembre de 2017).

12. Concejo Mayor de Gobierno Comunal de Cherán (2017) Cherán K ´eri. 5 años de autonomía. Cherán. 

13. Pineda, C. (2013) 'Acapatazingo: construyendo comunidad urbana', Contrapunto, 3 (10): 49-61.

14. Botazzo, R. (16 de octubre de 2016) 'La fattoria senza padroni'. (consultado el 22 de diciembre de 2017).

15. Revelli, M. y Pepino, L. (2012) Non solo un treno - La democrazia alla prova della Val Susa. Torino: Edizioni Gruppo Abele.

16. Zibechi, R. (2 de mayo de 2016) 'Dos continentes, una misma lucha'. En https://desinformemonos.org/dos-continentes-una-misma-lucha/ (consultado el 22 de diciembre de 2017).

17. Bellón, F. (15 de agosto de 2015) 'Los yayo-okupas de huertos urbanos en Valencia'. En http://agroicultura.com/general/los-yayo-okupas-de-huertos-urbanos-en-valencia/ (consultado el 22 de diciembre de 2017).

18. Negri, T. (2001) 'Contrapoder', en Contrapoder. Una introducción. Buenos Aires: Ediciones de Mano en Mano y Holloway, J. (2001) 'Doce tesis sobre el anti-poder', en Contrapoder. Una introducción. Buenos Aires: Ediciones de Mano en Mano.

19. Zibechi, R. (2010) Dispersing Power. Social Movements as Anti-State Forces. Oakland: AK Press: 66.

20. MTST (2017) 'Um grito por dignidade'. (consultado el 18 de diciembre de 2017).


SOBRE EL AUTOR

Raúl Zibechi es periodista, escritor e investigador, vinculado con los movimientos sociales en América Latina. Como educador popular, dinamiza talleres con diversos grupos sociales, en especial en las periferias urbanas y con campesinos. Ha publicado 18 libros, entre los que cabría destacar No secarán la tierra (Grito Manso, 2017), Cambiar el mundo desde arriba. Los límites del progresismo (Desdeabajo, 2016) y Preservar y compartir. Bienes comunes y movimientos sociales (Mardulce, 2013). Es columnista habitual en La Jornada (México), Gara (Estado español) y otros medios alternativos. 

Este artículo forma parte del informe Estado del poder 2018, editado en castellano por Transnational Institute (TNI) y FUHEM Ecosocial.


Fuente: fuhem.es

miércoles, 19 de octubre de 2016

Los curas villeros, convencidos de que "al padre Viroche lo mató la mafia que él denunció".



por Jesús Bastante

"A medida que pasan los días crecemos en la certeza de que al padre Viroche lo mató la mafia que él denunció y por la cual fue amenazado". Los "curas villeros" de Buenos Aires lo tienen claro: Juan Viroche no se suicidó, sino que su muerte fue, cuando menos, inducida, por los mismos cuya "corrupción" denunciaba el religioso.

En un comunicado, firmado entre otros por Pepe di Paola, los sacerdotes insisten en que los posibles asesinos de Viroche "están detrás de la trata de personas y del narcotráfico", con el único deseo "de acumular dinero, sin importarles que esté salpicado de sangre inocente. Sin importarles el dejar hipotecadas vidas de niños y niñas, adolescentes y jóvenes".

Para los firmantes, "la mafia es como una mancha de aceite que lo invade todo, no hay institución a la que no pueda alcanzar", y "busca complicidades a través de la corrupción".

"La corrupción es proselitista, crece, contagia, se justifica y llega un tiempo en el que se terminan sacrificando al dios dinero las convicciones de toda una vida, amistades, la propia familia", subraya el manifiesto, que añade que "lo que no podemos permitirnos como sociedad es dialogar con la tentación de la corrupción en sus distintas formas. Si lo hacemos estaremos aportando el caldo de cultivo para que se consoliden las mafias en nuestra querida Patria".

El texto concluyo enviando "un sentido saludo a la familia, a la comunidad parroquial y a los barrios donde el padre Juan ejerció su ministerio sacerdotal" y renovando, con el ejemplo de Viroche y del cura Brochero "el compromiso pastoral con nuestros barrios, con el anhelo de que a través de nuestras obras nuestro pueblo sepa que comprendemos su dolor".



El pronunciamiento de los curas villeros no ha sido el único. Así, el teólogo brasileño Leonardo Boff, considera "dramático el asesinato de Juan Viroche". En su opinión, el religioso "murió como consecuencia de su coherencia en defensa de los pobres y de su dignidad".

"És un mártir como fueron los hermanos jesuítas en El Salvador, Rutillo Grande, el Obispo Angelleli, Oscar Romero y tantos otros en nuestra América. Son los que están en la base de una Iglesia nueva que nace de la fe del pueblo", subraya Boff, quien asegura que "él estará en el Reino de justicia, paz y amor infinito. El seguirá acompañando el camino de su pueblo. No está ausente, es solo invisible".

Por su parte, el obispo de Merlo-Moreno, Fernando Maletti, comparó la muerte de Viroche con la del cura Carlos Múgica, asesinado en 1974, mientras que el activista solidario Juan Carr consideró que al párroco "lo mataron".

Todo ello, mientras la Policía ya tiene los resultados de la segunda autopsia al cadáver, llevada a cabo el pasado viernes. En los mismos, los peritos desmintieron que el sacerdote tuviera las costillas fracturadas, y afirmaron que no presentaba otras heridas previas a la muerte.

Viroche tampoco habría sufrido heridas en el tórax. Tras estos datos, únicamente faltan los resultados de los estudios toxicológicos que se hicieron para determinar si al sacerdote le aplicaron o le dieron alguna substancia que anulara su voluntad y permitiera montar la escena de un suicidio.

Finalmente, el corresponsal de Todo Noticias y Canal 13 en Tucumán, José Inesta dio a conocer la foto de la tumba del párroco y se preguntó si esos son los honores que la Iglesia le rinde a sus sacerdotes.

Los restos del sacerdote descansan en el cementerio ubicado en el departamento de Cruz Alta. El lecho donde descansa el sacerdote se encuentra en una calle interna del propio cementerio, en el medio del camino. Eso genera la sorpresa de los visitantes y la indignación de los amigos y familiares de Viroche.

Según informa la periodista Mariana Romero en su cuenta de Twitter, la sobrina de Juan Viroche contó que los restos del cura serán trasladados esta semana a un cementerio cercano, amplio y con verde, cerca de un árbol.





Declaración ante la muerte del padre Juan Viroche

El jueves 6 de octubre al mediodía rezamos junto a otros sacerdotes, en el Santuario de San Cayetano de Liniers, la Misa por el padre Juan Viroche.

En Santuarios como el de San Cayetano se ponen en juego los valores más queridos por el pueblo argentino, en este caso: "Paz, Pan y Trabajo". Este es un lugar simbólicamente muy fuerte, ya que allí se atesora el deseo que tiene nuestra gente de "vivir bien".

Sin embargo, las mafias que se han ido conformando en nuestro país se organizan desde otra lógica, el "pasarla bien". Están detrás de la trata de personas y del narcotráfico por nombrar dos ejemplos, pero hay más. Las mueve el deseo de acumular dinero, sin importarles que esté salpicado de sangre inocente. Sin importarles el dejar hipotecadas vidas de niños y niñas, adolescentes y jóvenes.

A medida que pasan los días crecemos en la certeza de que al padre Viroche lo mató la mafia que él denunció y por la cual fue amenazado.

La mafia es como una mancha de aceite que lo invade todo, no hay institución a la que no pueda alcanzar. Y le seduce todo lo que de alguna manera detente poder. Por consiguiente no confundamos la mafia del narcotráfico con dos pibes jóvenes que usan visera.

La mafia busca complicidades a través de la corrupción. La corrupción es proselitista, crece, contagia, se justifica y llega un tiempo en el que se terminan sacrificando al dios dinero las convicciones de toda una vida, amistades, la propia familia.

Con una mirada creyente podemos decir que todos tenemos pecados, lo que no podemos permitirnos como sociedad es dialogar con la tentación de la corrupción en sus distintas formas. Si lo hacemos estaremos aportando el caldo de cultivo para que se consoliden las mafias en nuestra querida Patria.

Hoy queremos enviarle un sentido saludo a la familia, a la comunidad parroquial y a los barrios donde el padre Juan ejerció su ministerio sacerdotal. Y un fuerte abrazo a todo el clero de Tucumán que ha perdido un hermano.

Y celebrando con alegría la canonización del Cura Brochero --cuyo modelo sacerdotal, nos interpela e inspira--, renovamos el compromiso pastoral con nuestros barrios, con el anhelo de que a través de nuestras obras nuestro pueblo sepa que comprendemos su dolor.


16 de octubre de 2016



P. José María Di Paola, villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín

P. Gustavo Carrara, P. Nicolás Angellotti, P. Eduardo Casabal, villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Lorenzo de Vedia, P. Carlos Olivero, P. Gastón Colombres, villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Guillermo Torre, P. Martín Carrozza, P. José Luis Lozzia de la Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Domingo Rehin, villa Lanzone, Villa Costa Esperanza. Diócesis de San Martín

P. Juan Manuel Ortiz de Rosas, San Fernando. Diócesis de San Isidro.

P. Basilicio Britez, Villa Palito, Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo

P. Franco Punturo, Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Sebastián Sury, P. Damián Reynoso, Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Pedro Baya Casal, P. Adrián Bennardis, Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires

P: Javier Klajner, P. Sebastián Risso y de la Villa 6. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Alejandro Seijo, Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Rodrigo Valdez, P. Mario Miceli, Villa Playón de Chacarita. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Andrés Tocalini, Villa los Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires

P. Juan Isasmendi, Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.

P. Nibaldo Leal, V. Ballester. Diócesis de San Martin.

P. Eduardo Drabble, Santuario San Cayetano. Arquidiócesis de Buenos Aires.

Carlos Morena, Ángel Tissot, Mario Romanín, Alejandro León, Juan Carlos Romanín. Salesianos. Villa Itatí. Don Bosco.

P. Hernán Cruz Martín. Barrio Don Orione - Claypole. Obra Don Orione.

P. Dante Delia. Villa Borges. Diócesis de San isidro.

P. Antonio Mario Ghisaura. Villa Tranquila. Diócesis Avellaneda- Lanús.




lunes, 18 de enero de 2016

El tráfico de personas ya genera tanto dinero como el narcotráfico.



El aumento de migraciones a nivel global, sobre todo de refugiados desde Siria, ha fortalecido a las mafias, según Europol.

Las mafias que se ocupan del tráfico de personas están generando un movimiento de dinero similar al del narcotráfico, según los cálculos realizados por Rob Wainwright, el jefe de Europol, en una entrevista con The Independent. 

En Europa, el aumento en el volumen de personas que huyen de sus países ha disparado económicamente a las mafias, que suelen cobrar entre 3.000 y 6.000 euros por llevarlos desde un lugar de origen o de paso -Turquía, Siria, Irak, Líbano o Jordania- hasta suelo europeo.

Según encuestas realizadas a 1.500 refugiados, un 90% afirmó haber pagado a un grupo criminal para llegar a Europa. 

“Si realizamos cálculos sencillos, en 2015 el volumen de dinero osciló entre 3.000 y 6.000 millones de euros: se trata de un negocio multimillonario que pronto podría superar al narcotrafico”, añadió Rob Wainwright. 

Las redes de trata de personas, en las que están involucradas decenas de miles de personas, se extienden desde África hasta los países nórdicos. Estos delincuentes gestionan pasaportes falsos para sus clientes y les ayudan a cruzar la frontera.

“En 2015, el desarrollo de la venta de personas, sobre todo con destino a Europa, fue crucial”, añadió el jefe de Europol, organismo que el año pasado identificó a 10.700 sospechosos de cometer delitos relacionados con esa actividad.


EL CONFLICTO EN SIRIA, EL PRINCIPAL MOTOR


En un comunicado realizado por las agencias de la ONU para los refugiados, el Coordinador de Ayuda Humanitaria de Emergencia y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, han puesto el foco nuevamente en el conflicto en Siria como la causa de la mayor crisis de refugiados en la actualidad.

“Mientras el flujo de refugiados hacia Europa ha conseguido por fin llamar la atención del mundo sobre la crisis siria y las enormes cotas de sufrimiento humano que produce, la mayor carga con diferencia recae en las comunidades y gobiernos de la región”, declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. 

“Tenemos que parar esta corriente que arrastra cada vez más profundamente a los refugiados sirios hacia la pobreza extrema, alentar la esperanza en su propio futuro y el de su país, así como hacer más por aquellos que los acogen”, añadió Grandi. 


PRÓXIMA CONFERENCIA INTERNACIONAL EN LONDRES


“Comenzamos 2016 con millones de personas necesitadas de ayuda dentro de Siria, y alrededor de 400.000 que se encuentran sitiadas por las facciones en conflicto, y a las que se impide de manera efectiva recibir cualquier tipo de ayuda humanitaria. Después de casi seis años de brutal conflicto y parálisis política, la población siria necesita nuestra ayuda más que nunca”, manifestó Stephen O’Brien, Coordinador de Ayuda Humanitaria de Emergencia de la ONU.

“La conferencia sobre Siria del 4 de febrero será una oportunidad para poner el foco en el impacto humanitario del conflicto, particularmente en mujeres, niñas y jóvenes. Allí se recabará apoyo para la rendición de cuentas sobre los abusos contra civiles y el fracaso a la hora de protegerlos. Urjo a los Estados miembros a enviar líderes experimentados a Londres para mostrar al mundo que esta crisis cuenta con nuestra máxima atención y compromiso pleno”, añadió O’Brien. 

lunes, 6 de enero de 2014

América Latina lidera la tasa de deforestación a escala global.


- “Todo conspira a favor de la impunidad ambiental, el consumismo, el contrabando, la corrupción, el narcotráfico y la inacción judicial”, remarca especialista.

Servindi, 6 de enero, 2014.- El incremento constante de los índices de la deforestación reflejan la ancestral complicidad de las empresas transnacionales, los organismos públicos y la indiferencia de la gente. Así lo sostiene Carlos Fermín en un amplio informe difundido hoy por Ecoportal.net.

El mismo concluye, tras citar la realidad de más de una docena de países, que América Latina viene sistemáticamente liderando la tasa de deforestación a escala global.

Señala así que esta situación no sólo se debe al incremento en casi el 30 por ciento de la deforestación que se produjo en la Amazonía de Brasil, sino por la irracional devastación del Gran Chaco Americano, que se intensificó abruptamente a lo largo del 2013.

“Creemos que la deforestación es un problema irreversible e irreparable, pues su ejercicio está intrínsecamente coligado a otros inconvenientes de magnitud global, como la delincuencia organizada, el consumismo, el contrabando, la corrupción, el narcotráfico y la inacción judicial”.

De ese modo describe Fermín lo grave y complejo de la situación a la que se ha llegado.

Asimismo, cuestionó los espejismos creados en torno a cómo se debe abordar el tema. “Nos seguimos equivocando al creer que con un poquito de verde artificial impregnado en el desértico entorno que habitamos, ya el sentimiento de culpa quedará execrado de nuestra conciencia”.

Compartimos a continuación el texto completo difundido hoy en Ecoportal.net.
La gran deforestación latinoamericana

Vivimos en un Mundo que se construye mediante la destrucción de los entornos naturales que albergan los tesoros benditos del planeta Tierra. Detrás de los centros comerciales, restaurantes de comida rápida, tiendas por departamento, complejos agroindustriales, edificios corporativos, autopistas vehiculares y demás proyectos urbanísticos, se esconde la despiadada aniquilación de los bosques, junglas y selvas que yacen en nuestros territorios.


La salud de los ecosistemas padece de un círculo vicioso en manos del Hombre, quien personificando al capitalismo de la atroz Sociedad del siglo XXI, no se cansa de derramar la sangre que se ciñe en la raíz, en el tallo y en las hojas de la Naturaleza. Es así, como la gran semilla que germinó el árbol de la vida, se sigue pisoteando, talando y derrumbando con la fuerza del hacha. De allí, que los altos índices dedeforestación observados en la actualidad, son un reflejo de la ancestral complicidad de las empresas transnacionales, los organismos públicos y la indiferencia de la gente.

La deforestación va más allá de ser un proceso conllevado por la acción humana en el que se destruye la superficie forestal, debido a la tala o quema de árboles para satisfacer el apetito caníbal de la industria maderera, o para obtener suelos fértiles en los cuales desarrollar actividades mineras, agrícolas y ganaderas. Creemos que la deforestación es un problema irreversible e irreparable, pues su ejercicio está intrínsicamente coligado a otros inconvenientes de magnitud global, como la delincuencia organizada, el consumismo, el contrabando, la corrupción, el narcotráfico y la inacción judicial. Todo conspira a favor de la impunidad ambiental, que nunca recibe las denuncias, las sanciones y los castigos para los criminales, pero siempre aparecen nuevos productos, marcas y engaños que venderle a las personas.

En conexo, la deforestación fue una legendaria práctica ilegal que asaltaba los troncos bajo la luz de la Luna, y se convirtió en una rentable costumbre que se negocia a plena luz del Sol. No hay duda, que el desquiciante sonido de la sierra eléctrica prendida las 24 horas del día, hace que todos se desvelen escuchando la gran acústica del ecocidio en contra de la Pachamama. De hecho, mientras usted lee este artículo, siguen desapareciendo más y más árboles en la geografía mundial, porque los oficinistas necesitan hojas de papel para imprimir el logo de la nueva campaña publicitaria, los arquitectos requieren mucho más espacio para construir la pista de aterrizaje del nuevo aeropuerto, y los inversionistas extranjeros ya quieren empezar a extraer el oleaginoso petróleo.

A nadie le importa el destino de la biodiversidad, que implora silencio dentro de sus templos sagrados de supervivencia. Las aves, los reptiles, los mamíferos y los anfibios, se ven desgraciadamente forzados a abandonar sus hogares, antes que la tierra orgánica de sus nidos, cuevas y madrigueras, se transforme en una carretera asfaltada, en piso de granito pulido, o en alfombras tapizadas en bronce. No obstante, los Seres Humanos piensan que todo se resuelve colocando una bonita planta ornamental frente a la puerta de bienvenida de los locales comerciales. Nos seguimos equivocando al creer que con un poquito de verde artificial impregnado en el desértico entorno que habitamos, ya el sentimiento de culpa quedará execrado de nuestra conciencia.

Recordemos que la belleza biológica de los árboles, protege al suelo de la erosión, absorbe el dióxido de carbono (CO2), y libera oxígeno que purifica el aire del entorno. Incluso, los árboles abaten el impacto de las ondas sonoras, que causan contaminación sónica por el excesivo ruido del mundo moderno, debido al claxon de los automóviles, las máquinas de las empresas y las alarmas de las tiendas. La presencia de árboles en zonas urbanas, propicia un clima agradable que mejora nuestra relación con el prójimo, al percibir una mayor armonía, empatía y civismo entre los residentes. Es el refugio, el alimento y la esperanza de vida para seres vivos como insectos y pájaros, que a su vez, ayudan a mantener el equilibrio en los ecosistemas.

Los árboles son fuente de sabiduría, relajación e inspiración para quienes se atrevan a descubrirlos.

El capricho de talar un árbol por dinero, muestra toda la miseria espiritual que corrompe el alma del Hombre. Ya nadie quiere a los árboles. Son toscos, feos y estáticos. Son un verdadero estorbo, porque obstruyen la señal de las conexiones inalámbricas para navegar en la Internet, y enviar mensajitos por las redes sociales. Los árboles están llenos de polvo y bichos raros, que no combinan con el glamour de una chaqueta de cuero, unos tacones altos y una hebilla plateada. Por culpa de los árboles, se registran accidentes automovilísticos que estropean el diseño vanguardista de los carros. Y para colmo, los árboles también atraen a los rayos, que en caso de tormentas eléctricas son una amenaza de muerte para las personas. Poco a poco, los árboles se han transformado en el enemigo a vencer por el orbe. Aunque el espíritu de lucha del planeta Tierra, es capaz de resembrar árboles y reforestar los suelos. En las últimas décadas se viene abusando de los recursos naturales, arrancando con violencia la hierba que crece en cada rincón del globo. Un problema que se repite en Latinoamérica, es el daño ambiental originado por la privatización de terrenos. El salvaje desmonte que se hace en predios, huertos, conucos y fincas, por disposición de los dueños de las tierras, es una práctica que destruye de forma arbitraria los ecosistemas. El hecho que sean los propietarios de un inmueble, no les da derecho a jugar con el hábitat.

Ya es imposible que la Naturaleza resuelva por completo las problemáticas vinculadas al Efecto Invernadero, al Cambio Climático y al Calentamiento Global. Vemos que la mayoría de los individuos se confunden al creer que sólo por observar un puñado de árboles frente a sus ojos, tras salir de viaje o regresando del trabajo, ya es razón suficiente para afirmar que el Mundo sigue tan verde como el pasto. Esa es la atávica trampa utilizada por las empresas inescrupulosas, que se aprovechan del marco de ilegalidad ambiental, para continuar con la nociva práctica de ladeforestación, sin temor a represalias de los habitantes, comunidades o gobiernos.

El vertiginoso modus vivendi de la actualidad, se paga con la ignorancia de la población. La transculturación genera una mayor demanda de bienes y servicios que asfixian el discernimiento de la gente. Cuando negamos la importancia de rescatar el sentido de pertenencia, desconociendo las raíces autóctonas de nuestros territorios e irrespetando el valor del Medio Ambiente, estamos permitiendo la entrada de agentes externos (fábricas, consorcios, compañías), que deciden impulsar una infraestructura que jamás se somete a controles socio-ambientales, para tasar el grado de contaminación y la destrucción ambiental provocada. Lo más triste, es que las familias humildes de campesinos, etnias aborígenes y sembradores, terminan siendo las principales víctimas del eterno complot que existe entre el chantaje de los latifundistas, el oportunismo de las contratistas y los intereses económicos de los empresarios.

Muchas veces sin saberlo, estamos parados sobre invaluables patrimonios indígenas, en el recuerdo de árboles centenarios y en jeroglíficos de civilizaciones antiguas, que marcaron el inocente acervo histórico de nuestros antepasados. Sin embargo, ellos no imaginaban que el feroz proceso de industrialización provisto por la Humanidad, se centraría en irrumpir, explotar y mercadear todos los tesoros de Gaia. Por eso, ahora sólo vemos paredes con pantallas de alta definición, sentimos el frío del Aire Acondicionado y olemos el tradicional pollo de Kentucky. No hay ley, enmienda u ordenanza vigente que asegure el respeto por los árboles. Tales razones, obligan a denunciar el grave problema de la deforestación que se apreció en las tierras latinoamericanas durante el año 2013, y que a continuación explicaremos.

En Brasil, la deforestación aumentó en un 28% tras reportarse más de 5 mil kilómetros cuadrados de árboles talados, en gran medida, por la legalización de la reforma al Código Forestal que achicó las áreas verdes protegidas dando cabida a megaproyectos que destruyen la vegetación carioca. Los estados de Mato Grosso, Roraima y Pará, registraron los mayores índices de deforestación. Lo que genera discordia, es el acuerdo firmado por Brasil en el marco de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), para compartir con el resto de países latinoamericanos su “infalible” sistema de control de deforestación, la tecnología empleada para controlar la tasa de deforestación y el financiamiento de iniciativas que protejan los bosques.

Parece que las manos de la burocracia, del clientelismo y de la corrupción están conspirando en contra de la OTCA, pues el 2013 demostró que Brasil no dispone de una estrategia certera que evite el aumento constante de la deforestación en su geografía, por lo que resulta absurdo creer que sus fallidos intentos por respetar los recursos naturales, dejen una enseñanza positiva a las demás naciones que integran la región latinoamericana. No olvidemos que el cultivo y la comercialización de la Soja, es toda una industria socio-productiva en Brasil, que viene expandiendo el mercado agrícola a costa de incrementar el porcentaje de áreas deforestadas.

En México, las obras de ampliación vial dieron como fruto la tala indiscriminada de 1500 árboles en la ciudad de Cancún, y más de 400 árboles sanos fueron derribados en la autopista México-Puebla, para seguir aumentando los kilómetros de pavimento que destruyen los suelos. Según la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp), diariamente se pierden 500 hectáreas de selvas, bosques y montes por la tala clandestina de árboles en el país mexicano. Además, en Puebla se pierden en promedio 15 mil hectáreas al año, y sólo se está reforestando una octava parte del total de los bosques que desaparecen. Vale aclarar, que la exagerada propaganda electoral también es culpable de la tala indiscriminada de árboles y de contaminar visualmente a los estados aztecas. México ocupó el sexto lugar en el año 2013 por deforestación a escala global, y el segundo puesto en América Latina, al perder un aproximado de 600 mil hectáreas al año.

En Paraguay, se incrementó un 34% la práctica de la deforestación a comparación del 2012, con más de 160 mil hectáreas de boques taladas. En la actualidad, la nación paraguaya deforesta gravemente la Reserva Natural Cabrera Timane y el Parque Nacional Médanos del Chaco. El salvaje ecocidio asociado a las actividades agropecuarias, se resiente en el Chaco Paraguayo o Región Occidental, donde se pierde un aproximado de 1000 hectáreas por día, representando más de 360.000 hectáreas destruidas al año. Recordemos que el Gran Chaco Americano, integrado por Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil, es el mayor bosque seco continuo del Mundo, y viene siendo sometido a un extremo proceso de deforestación que agudiza la crisis ambiental global.

En Perú, se depredan alrededor de 150.000 hectáreas al año, por la caótica práctica de la minería ilegal que está fuertemente adentrada en todo el territorio. Así, se ha perdido más del 50% de la cubierta vegetal de la costa peruana y se han reducido los bosques nativos del país andino. Por ejemplo, en la zona de Tamshiyacu, existió durante el 2013 un proceso brutal de deforestación de los bosques primarios., que terminó con la vida de más de 500 hectáreas para cultivar cacao y palma aceitera. Ahora vemos que la nación asiática de China, se interesa en firmar acuerdos bilaterales con Perú, para el manejo sostenible de los bosques, conservación de la biodiversidad y la protección de los pantanos, pues según los representantes chinos, ellos tienen una “estricta” política ambiental que evita la tala indiscriminada de árboles. Vale recordar, que para la producción de los palillos chinos se talan más de 20 millones de árboles al año en los bosques de China, lo que incide en la destrucción ambiental del planeta Tierra.

En Bolivia, se disipan 250.000 hectáreas boscosas al año, por el crecimiento de la frontera agrícola y el llamado “chaqueo”, que se basa en la incineración ilegal de árboles para obtener suelos fértiles en los que cultivar la coca. Recordemos que Bolivia perdió 1,8 millones de hectáreas por deforestación entre el período 2000-2010, afectando a las localidades de Santa Cruz, Cochabamba, Pando, Beni y la Paz. Hoy en día, la tendencia negativa sigue en aumento debido a que Bolivia junto a Paraguay, Indonesia, Malasia y Angola, está perdiendo rápidamente la masa forestal de sus territorios, y por ende, deforestando los bosques del Mundo. Por esas razones, se presentó en el país boliviano un juego didáctico denominado “SimPachamama”, que busca fomentar la responsabilidad socio-ambiental en la gente, viviendo en armonía con la Naturaleza y así lograr erradicar la práctica de la deforestación.


En Ecuador, la tasa de deforestación marcha a pasos agigantados, sobre todo, en la provincia costera de Esmeraldas, donde la maderaes vista como una mercancía por extraer de los bosques nativos, plantaciones y formaciones pioneras. En Esmeraldas se están talando 12.000 hectáreas cada año. Aunque en el 2013 se estableció un Estado de Excepción por 60 días para contrarrestar la deforestación en Esmeraldas, es simplista creer con ese decreto se va a lograr un supuesto “aprovechamiento forestal sostenible”. La tala ilegal de bosques nativos es penada con hasta cinco años de prisión en la nación ecuatoriana. Pero, no hay amenaza jurídica que valga, cuando las empresas madereras imponen las reglas del juego. Pese a que desde el 2008 existe el programa “Socio Bosque”, que otorga incentivos económicos a los campesinos para que preserven por voluntad propia los ecosistemas, es más que evidente el fracaso de esa iniciativa.

En Argentina, se sigue afianzando la deforestación de los bosques nativos en la provincia de Córdoba. La elevada tasa anual de desmonte que se presenta en suelo cordobés, demuestra que no existe una verdadera política ambiental que castigue el delito y garantice el respeto por los ecosistemas. Vemos que cada año en departamentos como Ischilín, Río Seco, Tulumba y Cruz del Eje, se observa un daño ecológico permanente. En párrafos anteriores, comentábamos la importancia de proteger el Gran Chaco Americano, que por desgracia, se sigue deforestando en un santiamén. En el mes de octubre, se talaron casi 65.000 hectáreas de bosque chaqueño para uso agropecuario, en la que Argentina contribuyó con el 49% de deforestación.

En Uruguay, se pagan las consecuencias de privatizar el parque Roosevelt, que era un lugar de sana recreación familiar, y se convertirá en un parque de diversiones que tendrá 16 atracciones mecánicas, incluyendo un elevador de 17 metros de altura, el cual se entretuvo talando más de 100 árboles en un predio de 3,5 hectáreas. Casualmente en la antigua base Roosevelt Roads en Puerto Rico, también se produjo una deforestación que fue descrita como una “masacre ambiental”, pues fueron abatidos árboles, palmeras y el vistoso mangle rojo que se encuentra en peligro de extinción y es un símbolo de la naturaleza puertorriqueña.

En Chile, se talaron decenas de árboles patrimoniales en el municipio de San Bernardo, por donde se ubica la avenida Portales que es una zona emblemática chilena. Cabe destacar, que en la comuna de Curarrehue en Chile, se verificó el camino equivocado que transita la sociedad moderna, derrumbando árboles milenarios por ignorancia. La irrevocable decisión de talar 8 Araucarias por parte de la Corporación Nacional Foresta (Conaf), se basa en un proyecto de pavimentación vial, que no respeta el marco legal vigente el cual prohíbe su tala en territorio austral, por estar en peligro de extinción. El Araucaria es el árbol sagrado de los mapuches y un monumento natural que enaltece la identidad cultural chilena. Pero, los directivos de la Conaf declararon lo siguiente: “Es el costo del progreso, no podemos frenar el desarrollo de toda una nación por 8 araucarias”. Ese es el injusto razonamiento de quienes nunca tuvieron una debida educación ambiental, que les inculcara el valor conservacionista.

En Cuba, la provincia de Holguín aqueja un gravísimo deterioro ambiental por la ilegalidad unida a la tala y quema de árboles, a los suelos dañados por la extracción de minerales, y al vertido de basura doméstica. En Colombia, persiste el problema de la deforestación en Cundinamarca, que arrasa 23 mil árboles al año, lo que repercute en más de 2300 hectáreas. En Venezuela, existe una progresiva tala de árboles en la ciudad de Maracaibo, que en septiembre del 2013 registró los 50 grados centígrados de sensación térmica, siendo un nuevo récord en la capital zuliana. Es consabida la deforestación en el estado Zulia, que genera más calor, fatiga e intranquilidad en sus habitantes. También en el estado Nueva Esparta, se removió la capa vegetal de 77 hectáreas para la construcción de 3.500 viviendas, en un terreno adyacente a la avenida La Auyama.

Por desgracia, Colombia y Venezuela sufren los embates de la minería ilegal en busca de extraer oro y de las cuadrillas guerrilleras que invaden los ecosistemas. No es casualidad, que la deforestación de la Amazonía de Colombia alcanza las 65.500 hectáreas, por lo que el gobierno propone un programa llamado “Visión Amazonía”, para que grupos armados desmovilizados se comprometan a reforestar áreas verdes del país cafetero. Los ex guerrilleros recibirán pagos económicos por sus servicios. Es triste que el interés monetario sea la motivación del proyecto. Mejor sería que los grupos subversivos ayudaran de forma desinteresada a sanar los bosques que tanto han destruido.

En Honduras, se está perturbando el Parque Nacional de Humedales Cuyamel-Omoa, para desarrollar el mono cultivo de palma africana y agro-combustible, que viene socavando la cobertura boscosa y sedimentando los sistemas lagunares. En Panamá, se agudiza la cría de ganado, los cargamentos con madera ilegal y la minería clandestina, que sigue deforestando los bosques de la península de Azuero y las provincias de Chiriquí y Darién. Y en Nicaragua, tenemos el ecocidio que se comete a diario en Bosawás, siendo la mayor reserva de biósfera de Centroamérica, y que pierde 42.000 hectáreas al año, porque los grupos vandálicos de leñadores, necesitan mucha másmadera que trasladar a los aserradores y venderle a los fabricantes.

La triste realidad demuestra que América Latina viene sistemáticamente liderando la tasa de deforestación a escala global. No sólo por el incremento del casi 30% que se produjo en laAmazonía de Brasil, sino por la irracional devastación del Gran Chaco Americano, que se intensificó abruptamente a lo largo del 2013, y que se está convirtiendo en un foco de deforestación masiva. Es lamentable que los mapas virtuales satelitales, las estadísticas provistas por los organismos ambientales, y las noticias que informan la alarmante desertificación de los suelos, siempre lleguen después que los camiones se atestaran de madera ilegal para traficarla con las mafias. Cada día todo se vuelve más plástico, más artificial y más contaminante. La semilla transgénica hace que los árboles se empiecen a ver borrosos, en blanco y negro, como si fueran una herencia del pasado que entorpece el futuro de la Humanidad.

Vimos que la deforestación es un crimen omnipresente, que se retribuye con mayor fiereza en los senderos latinoamericanos. Nadie se salva de la insaciable motosierra que glorifica la vida y la muerte de los árboles. No importa raza, bandera o credo, cuando la eterna impunidad ambiental se encarga de auspiciar el ultraje a los bosques. Mientras los Seres Humanos sigan poblando el Mundo, es imposible erradicar por completo la deforestación de la geografía mundial. Por eso, es vital reforestar el pensamiento y denunciar la tala de árboles en las ciudades que habitamos, buscando que el 2014 sea la oportunidad de exigir respeto por la Naturaleza.

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Fuente: Servindi

domingo, 10 de noviembre de 2013

La tala ilegal opera con métodos similares al narcotráfico y socava estado de derecho.



- Las operaciones de tala ilegal a gran escala en el Perú están ligadas a una corrupción de alto nivel y redes de crimen organizado.


Por Elizabeth Hinoztroza


La tala ilegal es una forma de delincuencia organizada internacional que opera con métodos similares al tráfico de drogas y armas. Socava el estado de derecho de un país y representa una amenaza significativa pues alienta el desarrollo de grupos criminales.


Así lo revela el informe Justice for forests a and forest peoples realizado por el Banco Mundial en el que se describe como los troncos originarios de la Amazonía, son traficados y blanqueados por métodos similares al narcotráfico y provocan una corrupción de alto nivel.

Los métodos implican prácticas sofisticadas y fraudulentas llevadas a cabo por redes criminales internacionales que generan redes de corrupción a nivel regional e internacional. Obtienen importantes beneficios y evasión fiscal a gran escala, señala el documento.

El diario estadounidense, The New York Times, a través de un reciente reportaje, se hizo eco del informe y destacó que las operaciones de tala ilegal a gran escala en el Perú están ligadas a una corrupción de alto nivel y redes de crimen organizado.

A raíz del reportaje Francisco Berrospi, ex fiscal ambiental de Ucayali, declaró, en un medio local, que la tarea de proteger a la Amazonía resulta complicada porque ésta no solo es azotada por taladores ilegales, sino también por malos funcionarios.

De la misma forma, reconoció que varios jueces y fiscales no están capacitados en temas medioambientales y se encuentran en la orfandad de recursos humanos y logísticos para enfrentar una criminalidad que el considera incluso más poderosa que el narcotráfico: el poder de la madera.

Las declaraciones del ex funcionario ratifican el estudio efectuado por la Interpol que revela que las mafias de la tala ilegal blanquean el dinero en bancos e instituciones financieras mediante la inversión en empresas legítimas que les permita operar en algunos sectores de la economía.

El estudio: Impactos económicos de la tala y comercio ilegal de maderas en el Perú, de la Sociedad Peruana de Ecodesarrollo (SPDE), indica que la tala ilegal abarca un amplio espectro de modalidades y constituye un accionar criminal que destruye los bosques en una apuesta por un futuro de muerte.

Las modalidades van desde el aprovechamiento maderable en áreas naturales protegidas hasta el cambio de uso del suelo donde principalmente, la actividad ilícita, se concentra en la extracción selectiva de especies con fines comerciales.

Por ello, la tala ilegal, aunque representa para la población rural una fuente de ingreso inmediato a mediano y largo plazo significa n impacto negativo por mermar el capital natural, así como también por incrementar los conflictos y la violencia social.
Una comprensión de la tala ilegal y el comercio asociado

Una hoja informativa del ex Instituto de Recursos Naturales (Inrena) -ahora Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp)- define la tala ilegal como la “actividad ilícita para obtener recursos de flora sin contar con los permisos, concesiones y autorizaciones forestales y sin planes de manejo aprobados”.

Por otro lado, la hoja de ruta Towards an Improved Understanding of Illegal Logging and Associated Trad, sustenta que la tala no autorizada en zonas calificadas o autorizadas por la ley es tala ilegal.

La mayoría de los expertos en la hoja de ruta coinciden en que el registro que se realiza sin los permisos requeridos o violando los términos de estos también es ilegal.

Sin embargo, pese a las concepciones de qué es tala ilegal, la falta de especificidad en el volumen de ella, y el comercio asociado que se produce, reflejan el desafío de monitorear y documentar fenómenos difíciles y peligrosos de investigar.
Justicia para los bosques

La hoja informativa: Mejorar los esfuerzos de justicia penal para combatir la Tala Ilegal (Fact Sheet: Justice for Forests. Improving Criminal Justice Efforts to Combat Illegal Logging) recomienda a los responsables políticos, al sector forestal y a los actores legales, usar la justicia penal para los bosques a fin de luchar con eficacia.

Por su naturaleza ilegal es difícil de estimar cuantitativamente el tamaño de la tala ilegal pero se presume que en el Perú el volumen de madera ilegal supera en mucha proporción a la cantidad legal autorizada.

El estudio estima que el comercio ilegal de madera genera entre 10 y 15 millones de dólares al año, dinero que en su mayoría es controlado por el crimen organizado, libre de impuestos y que se utiliza para pagar a funcionarios corruptos del gobierno en todos los niveles.







De la misma forma, reflexiona que cada dos segundos un área del tamaño de un campo de fútbol es deforestado por los madereros ilegales, llegando incluso, en países como Perú y Bolivia, a ser hasta un 90 por ciento de toda la tala, ilegal.


El oro rojo que se extingue


En la hoja de ruta antes citada, Towards an Improved Understanding of Illegal Logging and Associated Trade (Hacia una comprensión mejorada de la tala ilegal y el comercio asociado), y de acuerdo con los datos Global Trade Atlas, entre el 75 y el 80 por ciento de las exportaciones de caoba peruana ingresa a los Estados Unidos.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund o WWF) afirma que la gran mayoría de las exportaciones de caoba en el Perú son cosechadas ilegalmente de las áreas protegidas y de las reservas indígenas.

El Gobierno del Perú estima que el valor de la caoba ilegal que sale de los puertos peruanos, supera el comercio de la caoba legal peruana en un factor de tres.

Finalmente, TRAFFIC, un programa conjunto del Fondo Mundial para la Naturaleza y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) infiere que las importaciones de productos forestales ilegales en Estados Unidos están creciendo debido al fuerte crecimiento del comercio documentado.


Para acceder a los siguientes documentos y enlace referidos haga clic en los siguientes enlaces:
Justice for forests (PDF, 60 páginas)

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Fuente: Servindi