Una nueva Navidad se avecina con sus
plurisignificados que la enriquecen dentro de la multiculturalidad.
Pero nosotros los Cristianos,
festejamos concretamente, el nacimiento del Cristo.
"Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.
Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas pa labras: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.»
Después que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.» Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho del niño.
Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían. María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior.
Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado.
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, nombre que había indicado el ángel antes de que su madre quedara embarazada." (Lc 2, 6 - 21 - Biblia Latinoamericana)
El Cristo redentor y misericordioso,
que debe nacer todos los días en nuestro corazón. Cada uno de
nuestros días debe ser una nueva Navidad: la luz que opaca a la
oscuridad; el bien que triunfa sobre el mal; el corazón que se torna
más solidario; el hombre nuevo que vence al hombre viejo.
Cada día debemos abrir nuestros
corazónes para que el Sol “Todopoderoso” ilumine su interior y
crezca el “salvador” que inhabita en lo más profundo del
silencio y mediante la gracia del “Espíritu” seamos uno con
Cristo.
Que esta Navidad 2011 nos sirva para
festejar un triple nacimiento: el del “Redentor” que nació en
un “pesebre de un aposento” (Lc 2, 7) de Belén; el del “Cristo
Vivo” que late en nuestros “corazones” y el del “Cristo Vivo”
que camina entre nosotros.
Aprovechemos esta fecha como punto de
partida para reacondicionar el templo interior en el que habita
Cristo y para reforzar las relaciones comunitarias para que el
“Cristo vivo” se manfieste cada día con más fuerzas.
Los invito a reflexionar sobre las
palabras del Antiguo Testamento:
"¡Ánimo, hijos,
pídanle ayuda a Dios, y él los librará de la tiranía y del poder
de sus enemigos! Yo espero que el Dios eterno los salve; el Señor
santo y Dios eterno me ha dado la alegría de saber que pronto tendrá
compasión de ustedes. Yo, con tristeza y lágrimas, los vi partir;
pero Dios me los devolverá con alegría y gozo eternos. Y así como
ahora las ciudades vecinas los han visto salir cautivos, pronto verán
cómo el Dios eterno los salvará con su gran gloria y esplendor.
Hijos míos, soporten con paciencia el castigo que Dios les ha
enviado. Sus enemigos los han perseguido, pero pronto verán ustedes
cómo van a ser ellos destruidos, y ustedes les pondrán los pies
sobre el cuello. Mis hijos consentidos han ido por caminos ásperos;
sus enemigos se los llevaron como las fieras se llevan a las ovejas.
¡Ánimo, hijos, pidan ayuda a Dios, y él, que les mandó todo esto,
se acordará de ustedes! Así como se empeñaron en alejarse de Dios,
vuélvanse ahora y búsquenlo con mucho más empeño. Porque él, que
les envió estas calamidades, les dará también alegría eterna al
concederles la salvación."
(Baruc 4, 21-29)
(Baruc 4, 21-29)
Elevemos una plegaria al Cristo Vivo
que camina con nostros:
Por los abandonados, humillados y
discriminados.
Por los que tienen hambre y sed.
Por los que viven en la oscuridad.
Por todos los hombres de buena
voluntad.
“Dios todopoderoso, que nos diste
la gracia para unirnos en este momento, a fin de ofrecerte nuestras
súplicas en común; y que, por tu muy amado Hijo, nos prometiste
que, cuando dos o tres se congregan en su Nombre, tú estarás en
medio de ellos: Realiza ahora, Señor, nuestros deseos y peticiones
como mejor nos convenga; y concédenos en este mundo el conocimiento
de tu verdad y en el venidero, la vida eterna. Amén.
Bendigamos
al Señor.
Demos gracias a Dios.
La gracia de nuestro Señor
Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean
con todos nosotros, ahora y siempre. Amén. (2 Corintios
13:14)”
(Oración de San Juan Crisóstomo, del oficio diario del
Libro de Oración Común.)
" (...)La justicia brota de la tierra: porque la Palabra se hizo carne. Y la justicia mira desde el cielo: porque todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba. La verdad brota de la tierra: la carne, de María. Y la justicia mira desde el cielo: porque el hombre no puede recibir nada, si no se lo dan desde el cielo. (...)"(De los Sermones de San Agustín, Obispo - Serm. 185)
Queridos hermanos Cristianos: luchemos
a partir de hoy por una Iglesia UNA, la Que Dios Padre Soño y
planteó, la que Cristo vino a concretar y la que ambos junto al
Espíritu Santo y la adhesión del hombre, vienen levantando piedra
a piedra, a pesar del soplo de las tinieblas.
Invito además a los hermanos “no
Cristianos” para que nos unamos en el camino del amor; y la paz:
sea con todos nosotros.
¡Feliz Navidad!
Mons.++ Juan Carlos Urquhart de Barros
Provincia Episcopal Antigua
Iglesia Cristiana del Buen Pastor
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