Un 80% oyó burlas en el colegio dirigidas a otra persona en su misma situación
El miedo y el aislamiento son las principales consecuencias de la discriminación padecida por el 50% de la comunidad gay, lesbiana, bisexual y transexual en la Unión Europea. Según la mayor encuesta realizada en 2012 sobre su situación, respondida por 93.000 personas en los 27 países miembros, además de Croacia, los prejuicios les impiden equipararse al resto de los ciudadanos. Cuando los insultos se transforman en actos violentos, la mitad de las víctimas no lo denuncia por desconfiar de la actuación policial. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE, responsable del estudio, pide la armonización de la lucha contra el trato recibido por este colectivo. También aconseja “el castigo penal de la incitación al odio homófobo y transfóbico”, ya que los transexuales se llevan siempre la peor parte.
Los grupos más discriminados son los jóvenes de 18 a 24 años (que representan un 57%). Le siguen las lesbianas (55%) y la gente de menores ingresos (52%) en todas las categorías. España figura entre los países con menores niveles de discriminación percibida por los encuestados en virtud de la orientación sexual (un 38% sobre una media comunitaria del 47%). La cifra más abultada aparece en Lituania, con un 61%.
A la hora de buscar trabajo, uno de cada cinco encuestados se sintió discriminado. Los transexuales, uno de cada tres. Traducido en cifras, España suma aquí un 17%. La media de la UE es de un 20%. El pico es para Chipre, con un 30%. En los 28 países, las dos terceras partes de las personas fueron testigos de comentarios o conductas negativas por la inclinación sexual de un colega. A su vez, un tercio se sintió discriminado en el ámbito sanitario, educativo, de servicios sociales, vivienda o servicios en general. En España, fue un 27%. El promedio comunitario es de un 32%, aunque Lituania llega al 42%. “Mi comportamiento en el trabajo supone un alto grado de autocensura”, dice un consultado gay alemán, de 31 años. “Un compañero me dijo que me respetaba, pero creía que yo era anormal”, señala una lesbiana italiana de 28 años. Un 66% teme ir de la mano en público en toda la UE. Entre los varones gais, un 75%.
La enseñanza secundaria fue el peor periodo para todos. Dos de cada tres ocultaron su condición. En España lo hizo un 91%, que es la media general en la UE. Chipre la supera con un 97%. Sin embargo, mientras un 60% del total fue víctima de comentarios negativos, un 80% recuerda burlas dirigidas hacia otra persona en su misma situación. En Holanda, que suma los porcentajes más bajos en todas las categorías anteriores, un 5% escaso de los alumnos de secundaria cree que los adolescentes deben mostrar sus preferencias sexuales, según análisis propios. “Hay que actuar en la UE para derribar barreras, acabar con el odio y generar una sociedad de plenos derechos para todos”, afirma Morten Kjaerum, director de la Agencia de los Derechos Fundamentales.
El resultado de la consulta se presenta en La Haya hoy, día mundial contra la homofobia y la transfobia desde que la OMS retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales en 1991. El cuestionario podía rellenarse por Internet para asegurar el anonimato y un acceso amplio. Una vez la persona en cuestión se encuadraba en alguna de las cuatro categorías, gay, lesbiana, bisexual y transexual, podía citar sus experiencias en el marco laboral, educativo, sanitario y de servicios sociales, así como en lugares públicos, ya fueran bares o tiendas. Del total de encuestado, los varones gais (62%) son los que más respondieron. El grupo menos representado son los transexuales (7%), a pesar de que padecen el mayor número de agresiones o amenazas violentas (8%). El promedio comunitario es aquí del 6%.
Fuente: sociedad.elpais.com
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