Trabajar en lugar de jugar y aprender. Pocas oportunidades para ir a la escuela. Foto: Jason Motlagh/Pulitzer Center on Crisis Reporting
Por Salva la Selva
Son forzados a realizar los trabajos más peligrosos y duros, encerrados, golpeados y engañados a la hora de cobrar el jornal: hombres, mujeres y niños trabajan en las plantaciones como esclavos siete días a la semana.
Durante nueve meses, el periodista Benjamin Skinner y su equipo investigaron las condiciones laborales en las plantaciones de palma en Indonesia. Los estremecedores resultados fueron publicados en Bloomberg-Bussinessweek (en inglés): los trabajadores en los monocultivos de la empresa malasia KLKfueron atraídos con promesas falsas, les robaron sus documentos y les obligaron a realizar trabajos forzosos.
Ya en 2010, la organización ambiental Rainforest Action Network (RAN), denunció al KLK y a sus clientes por graves violaciones de los derechos humanos. KLK es, con 200.000 hectáreas de plantaciones, el quinto productor de aceite de palma del mundo.
Empresas occidentales como Cargill, que les habría comprado 27.000 toneladas de aceite de palma, son sus clientes. La transnacional norteamericana abastece a su vez de aceite de palma a grandes fabricantes de alimentos como Nestlé, Kellog'sy Unilever, así como también a la industria del biodiesel.
Así los productos del trabajo esclavo aterrizan en la mesa y el tanque del automóvil de muchas familias: margarina, cereales de desayuno, cremas de cacao, helados, cosméticos y en el agrocombustible.
Salva la Selva se une a RAN para exigir a Cargill y sus clientes que se abstengan de comerciar con este dañino aceite de palma obtenido a base de trabajo esclavo.
¡Súmate a la campaña de Salva la Selva!
Fuente: Lista Informativa Nicaragua
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