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martes, 28 de enero de 2020

Trump presenta su plan de paz para Oriente Próximo.

Donald Trump y Benjamin Netanyahu, este martes en la Casa Blanca. En vídeo, señal en directo. KOBI GIDEON/GOVERNMENT PRESS OFFICE/DPA

El llamado 'Acuerdo del siglo' nace marcado por el rechazo de los dirigientes palestinos

El presidente de EE UU, Donald Trump, ha presentado este martes en la Casa Blanca el llamado Acuerdo del siglo para Oriente Próximo, un nombre grandilocuente para un plan de paz que nace herido de muerte, pese a los tres años que lleva en elaboración. En los últimos días, diferentes medios estadounidenses han avanzado que la propuesta incluye el redibujo del mapa de Cisjordania y Jerusalén y una lluvia de 50.000 millones de dólares (45.420 millones de euros) en inversiones para fomentar la prosperidad, pero eso no acaba de convencer a las autoridades palestinas.


"Hace muchos, muchos años, decenios y siglos, que buscamos la paz en Oriente Próximo. Y esta es una oportunidad", enfatizó Trump este lunes, tras recibir al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, así como a su opositor, el centrista Benny Gantz. “Es lo más cerca que hemos estado nunca de un acuerdo”, añadió el republicano.

Para Trump, la presentación de un plan tan ambicioso como este constituye una suerte de colofón a sus últimos movimientos en política exterior. En el transcurso de semanas, ha logrado que el Congreso apruebe la reformulación del acuerdo comercial con México y Canadá, ha firmado un principio de acuerdo con China para dejar atrás la guerra comercial y ha matado a un poderoso general iraní acusado por Washington de colaboración con el terrorismo, Qasem Soleimani, sin que la operación haya desembocado, al menos hoy por hoy, en una escalada bélica. Todo, en un momento más que complicado en la política nacional, en pleno impeachment por el escándalo de las presiones a Ucrania.

También a Netanyahu le ayuda, pues está acusado en tres casos de corrupción, además de la elección a la que se enfrenta el próximo mes. Este martes, el fiscal general de Israel ha solicitado el procesamiento del primer ministro por corrupción. En el Washington de Trump, ha encontrado un firme aliado, empezando por el hecho de que la persona a la que el republicano ha confiado este espinoso caso no es otro de Jared Kushner, yerno del presidente y amigo personal de Netanyahu.

Fuente: elpais.com

martes, 13 de noviembre de 2018

El odio y la guerra en Estados Unidos.


Alejandro Nadal

Donald Trump y Barack Obama advirtieron en repetidas ocasiones que las elecciones legislativas de este pasado martes en Estados Unidos serían las de mayor consecuencia en la historia de ese país. Tenían razón. Pero cuando se apuntó que los comicios serían una especie de referéndum nunca se dijo que el tema más profundo, el de la guerra y la paz, estaría ausente de esta jornada electoral.

Unos días antes de las votaciones para renovar el Poder Legislativo en Estados Unidos, el economista Paul Krugman señaló que el odio estaría en las boletas electorales. Ganador del Premio Nobel de Economía, Krugman tiene una columna en el New York Times y es una de las voces más influyentes en su país. Sin duda tenía razón, pero paradójicamente le faltó agregar que las guerras de su país no tienen cabida en el debate electoral. Ese hecho revela que en la sociedad estadunidense el patriotismo se ha convertido en una enfermedad que ha infectado a demócratas y republicanos por igual.

En el más reciente informe sobre operaciones bélicas dado a conocer por la Casa Blanca, se señala que las fuerzas armadas de Estados Unidos están peleando siete guerras. (El informe). Las operaciones van desde Afganistán e Irak, hasta Siria, Yemen, Somalia, Libia y Níger. Esas intervenciones se llevan a cabo bajo la Autorización para el empleo de la fuerza armada, promulgada en 2002, a unos meses de los atentados contra las Torres Gemelas. Según la Casa Blanca, las operaciones se llevan a cabo en contra de Al Qaeda, las fuerzas del Estado islámico (ISIS), Al-Shabaab y, por último, la red de fuerzas fieles al talibán. Las hostilidades ocupan todo el territorio de lo que la administración Obama definió como el arco de inestabilidad.

Al día de hoy, las bajas militares sufridas por las fuerzas estadunidenses en Afganistán (desde que se inició esa guerra en 2001), llegan a 2 mil 415. En Irak las bajas alcanzan 4 mil 497 muertes y más de 32 mil heridos. Los decesos de civiles iraquíes ascienden a 1 millón 455 mil 590. No existe una cifra confiable sobre las muertes de civiles en Afganistán, pero esa guerra es ya la de mayor duración en la historia de Estados Unidos. Y según cualquier indicador que quiera usarse, Washington no está ganando la guerra en Afganistán. Habría que decir que ya nadie sabe bien lo que significaría una victoria en ese conflicto.

Pero cuidado con dirigir algo que se parezca a una crítica a estas operaciones bélicas, porque en Estados Unidos el tema del patriotismo y los jóvenes en uniforme es sacrosanto. El pueblo simplemente ha sido acondicionado para adorar a los héroes que llevan el uniforme. Basta observar el fervor patriotero en cualquier encuentro deportivo para darse cuenta. Hasta la sátira política de Comedy Central y Saturday Night Live, tan aguda como irreverente, se cuida mucho de criticar el despliegue militar del imperio para no despertar la furia del público.

El presupuesto militar en Estados Unidos, aprobado en agosto, es de 717 mil millones de dólares (mmdd). Es el más importante en la historia de ese país y nadie dice nada sobre este tema. Aun recortándolo a la mitad, ese gasto militar sería superior al de Rusia, China, Irán y Corea del Norte juntos. Solamente el incremento de 200 mmdd autorizado por Trump podría garantizar educación pública gratuita a nivel universitario a toda la población escolar de Estados Unidos. Los principales beneficiarios son las grandes compañías, como Raytheon, Boeing, Northrop-Grumman, Lockheed-Martin y General Dynamics. El desvío de recursos hacia la industria militar ha contribuido en el pasado a la pérdida de competitividad de la industria estadunidense, pero a nadie se le ocurre cuestionar la política exterior de Washington basada en la idea de un estado de guerra permanente.
Al electorado estadunidense le preocupa primordialmente el régimen de acceso a la salud, los impuestos y los migrantes. Aquí es donde Trump ha echado leña a la hoguera, infundiendo miedo con el espectro de una caravana de unos 5 mil migrantes centroamericanos que lentamente se abre paso a través del territorio mexicano rumbo a la frontera con Estados Unidos. El delirante Donald no escatima recursos retóricos y habla de hordas y hasta de una invasión que amenazaría la integridad de la frontera sur de su país. Su desplante electorero de enviar entre 5 mil y 15 mil efectivos armados a la frontera sur puede llegar a costar más de un centenar de millones de dólares. Pero la preocupación de los demócratas fue más por el efecto sobre las elecciones que sobre el tema del empleo del ejército, no fuera a ser que el electorado llegara a pensar que están criticando a los chicos y chicas en uniforme que luchan por la patria.
Los dirigentes del Partido Demócrata han criticado a Trump por promover el odio y por sus políticas que provocan mayor división. Pero nadie critica las guerras del imperio. Pueden criticar el odio, pero no la guerra.
Twitter: @anadaloficial

jueves, 10 de mayo de 2018

La Cumbre de las dos Coreas y los acercamientos con Washington: la actualización de un conflicto.



Alejandro Torres Rivera

En días pasados, los presidentes de la República de Corea (Corea del Sur) y la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), Moon Jae-in y Kim Jong-un, respectivamente, se reunieron en la localidad de Panmunjom, ubicada en el Paralelo 38 de la península, en la llamada ¨Zona Desmilitarizada¨ que divide desde 1953 ambos Estados. Se trató de un evento sin precedente, donde ambos presidentes, en una reunión televisada, afirmaron su disposición de llegar a un acuerdo final de paz que ponga fin al armisticio decretado entre ambas partes hace aproximadamente 65 años. Como parte de las conversaciones entre ambos presidentes, Kim Jong-un realizó expresiones indicando su disposición a también considerar poner fin al programa nuclear que viene desarrollando su país a cambio de un acuerdo negociado con Estados Unidos en el cual este país se comprometa a no invadir la República Popular Democrática de Corea, logrando así la desnuclearización de la península.

El encuentro preliminar entre los dos presidentes guarda relación con la también reciente visita del Director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos a la República Popular Democrática de Corea. En ella se sentaron las bases iniciales para un eventual encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y contra parte norcoreana, el presidente Kim Jong-un, proyectada para finales del mes de mayo del corriente. El posible lugar de reunión sería la emblemática sala donde las partes, desde la firma del Armisticio, han sostenido periódicamente encuentros para el manejo de sus diferencias, evitando así el reinicio de hostilidades.

A pesar de que en años recientes se produjeron incidentes entre ambos países donde se temió la reanudación de hostilidades en el plano militar, en la reunión habida entre los dos presidentes coreanos, cada uno cruzó simbólicamente la línea que demarca el inicio del territorio del otro como aspiración recíproca en torno a la reunificación de las dos Coreas.

La República Popular Democrática de Corea ha ido desarrollando un importante sistema de misiles capaces de portar armamento nuclear, químico y biológico. Sin embargo, a pesar de que el gobierno de la República de Corea no cuenta con armamento nuclear, Estados Unidos mantiene en el territorio instalaciones de todo tipo (aéreas, de tierra, navales e infantería de marina). Allí la capacidad nuclear está en manos estadounidenses. Recordemos que todos los submarinos estadounidenses son impulsados con energía nuclear al igual que muchos de sus buques, los que tienen a su vez la capacidad para portar armamento nuclear. Lo mismo podemos decir de la aviación estratégica estadounidense, tanto la estacionada temporalmente en suelo surcoreano como la que permanece en bases ubicadas a nivel continental en Estados Unidos y sus emplazamientos de misiles intercontinentales.

De acuerdo con expertos internacionales, la República Popular Democrática de Corea cuenta con misiles que podrían aproximarse a suelo japonés en apenas 10 a 11 minutos luego de ser lanzados. Estos pueden impactar su capital Tokio y otras importantes ciudades. Estados Unidos, sin embargo, contribuyó al desarrollo por parte de Japón de un sistema antimisiles denominado Aegis, capaz de interceptar misiles con un alcance menor a 5 mil kilómetros.

Existen también quienes dudan de la capacidad de la República Popular Democrática de Corea, cuyo gobierno ha hecho ostentación de poseer tal poder ofensivo, en que misiles lanzados desde dicho país tengan el potencial de impactar ciudades en la costa Oeste de Estados Unidos. El tiempo para el impacto desde su lanzamiento sería de media hora aproximadamente. Para ello tendrían que haber desarrollado la capacidad de lanzamiento de misiles con un alcance de 5,500 kilómetros. Sin embargo, se señala que el último ensayo fue de un misil que mantuvo la trayectoria por más de 20 minutos y proyectó un alcance de 4,500 kilómetros. Bajo tal capacidad, tendrían la posibilidad de impactar las bases de Estados Unidos localizadas en Guam, ya que tomaría apenas 15 minutos alcanzar tal objetivo.

Hace apenas ocho años ocurrió otra asonada de crisis dentro del marco de un duelo de artillería efectuado por tropas militares ubicadas a ambos lados del fronterizo Paralelo 38. En este mismo lugar, las partes contendientes en una guerra a la cual la comunidad internacional occidental ha llamado ¨conflicto¨, y que se propagara por espacio de tres años entre 1950 y 1953, concluyeron pro tempore sus hostilidades con una tregua y un Armisticio. Los incidentes ocurridos a finales de 2010 fueron descritos por los observadores internacionales como el mayor enfrentamiento militar entre ambos países desde la década de 1970. Otros incidentes de menor dimensión han ocurrido después de esa fecha.

Igualmente, podemos indicar que a lo largo de las pasadas décadas, en momentos de mayor distensión entre ambos Estados, se han materializado acuerdos en virtud de los cuales ciudadanos de cada uno de estos países transita temporalmente hacia el otro para encuentros familiares e incluso acuerdos de trabajo.

La península de Corea, como indicamos, es compartida por dos Estados cuyo origen es uno común. Por décadas, el espacio donde ubican ambas Coreas, fue objeto de disputa entre imperios regionales. Después de la Guerra Ruso–Japonesa y Sino–Japonesa de comienzos del Siglo 20, a partir de 1910 la península de Corea pasó a ser ocupada por Japón hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial en agosto de 1945. En ese año, el Ejército Imperial de Japón se rindió ante fuerzas armadas soviéticas y estadounidenses a partir de lo cual, en 1948, el país quedó dividido en dos. Para efectuar la división se tomó en consideración una línea imaginaria que discurriría entre Oeste y Este a lo largo del Paralelo 38. Así surgieron dos Estados separados, la República Popular Democrática de Corea y la República de Corea.

Con el triunfo de la Revolución China el 1 de octubre de 1949, el 25 de junio de 1950, Kim Il-sung, destacado dirigente comunista coreano que se había distinguido en la lucha de resistencia contra el Japón durante la Segunda Guerra Mundial, decidió invadir el sur de Corea. Kim Il-sung gozaba de un amplio reconocimiento por el pueblo coreano de la porción norte de la península. Con la invasión, el dirigente norcoreano perseguía a través de la lucha por la liberación nacional en la península, no solo la unificación de la nación coreana en un solo Estado político; sino además, la implantación en éste de un modelo de desarrollo económico y político socialista. La experiencia del desarrollo de la Revolución China era para Kim Il-sung un referente importante, aunque siempre concibió el desarrollo de la revolución coreana a partir de lo que entendía eran las particularidades de su país.

La reacción de Estados Unidos ante el conflicto desatado, todo ello en medio del calor por así llamarlo, de la ¨guerra fría¨, no se hizo esperar. Mediante una Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, votada en momentos en que el representante de la Unión Soviética no estaba presente, Estados Unidos obtuvo la aprobación de un mandato para intervenir en el llamado ¨conflicto¨ en Corea.

Esta intervención, que se prolongó por espacio de tres años, provocó las muertes, heridas o mutilaciones de al menos de 778 mil surcoreanos; la muerte de no menos de 1.5 millones de norcoreanos; de medio millón de los llamados ¨voluntarios chinos¨ que fueron movilizados en apoyo a Corea del Norte; y 54 mil soldados estadounidenses. En esta guerra mal llamada ¨conflicto¨, la peor de las cuales hayan participado soldados puertorriqueños hasta el presente, nuestras bajas ascendieron a 3,540 de las cuales 743 fueron soldados muertos como resultado de las operaciones de combate.

En el conflicto participaron 43,434 puertorriqueños. En términos estadísticos, se indica que hubo una baja puertorriqueña por cada 660 habitantes; en comparación con Estados Unidos, donde hubo una baja por cada 1,125 habitantes. En el caso de los muertos en el conflicto, hubo un puertorriqueño por cada 42 soldados estadounidenses fallecidos. Como en otro tiempos, la potencia colonial ponía las armas y los colonizados su sangre.

La intervención de la República Popular China en el conflicto se produjo a partir del 19 de octubre de 1950. En esos momentos las tropas estadounidenses y de la coalición internacional se acercaban a la frontera sur de China, mientras en los mandos castrenses de debatía el uso de armamento atómico en las operaciones militares. Para el general Douglas Mc Arthur, Estados Unidos no sólo debía utilizar este tipo de armamento, sino aprovechar la coyuntura para un ataque preventivo contra la recién fundada República Popular China. De hecho, se indica que fueron estas declaraciones del principal oficial militar estadounidense en aquel momento lo que provocaron su retiro del mando y eventual jubilación.

Fue la intervención inicial de alrededor de 338 mil voluntarios del Ejército Popular de Liberación los que entonces forzaron la retirada de tropas de Estados Unidos y de la coalición de las Naciones Unidas hasta la frontera previa al inicio del conflicto en el Paralelo 38. Para 1951 la ofensiva de las fuerzas chinas y norcoreanas hacia el sur habían avanzado en sus posiciones hasta Seúl, actual capital de la República de Corea.

Entre avances y retrocesos militares de cada una de las partes, la contienda se extendió hasta el 27 de abril de 1953, cuando finalmente alcanzaron la tregua que suspendió temporalmente las operaciones militares, definiendo una vez más el Paralelo 38 como la línea divisoria entre ambos países.

Desde el final de la Guerra de Corea, Estados Unidos ha mantenido su presencia militar en el sur de la península con decenas de miles de tropas e instalaciones. China, sin embargo, no mantiene personal de combate en la República Popular Democrática de Corea.

La realidad de compartir una frontera entre ambos países convierte la situación coreana en un asunto de alto interés geopolítico para el gobierno chino.

Conforme a los documentos que rigen el Armisticio entre los dos bandos contendientes, cada parte debería haberse retirado dos kilómetros desde donde se encuentra el Paralelo 38, estableciéndose así una zona desmilitarizada de cuatro kilómetros entre los componentes militares de cada parte. Decimos ¨debería haberse retirado¨, ya que desde entonces, son múltiples los incidentes en los cuales unidades de cada lado infiltran el otro; mientras por debajo de la tierra o sobre su espacio aéreo, se realizan actividades asociadas a las operaciones militares encubiertas de cada parte. De hecho, recientemente se dio a conocer la deserción de un soldado norcoreano que se pasó al sur mientras se abría fuego contra él desde el lado norte de la zona.

Con posterioridad a la reunión entre los dos líderes coreanos, se ha planteado la posibilidad de que se lleve a cabo una reunión entre el presidente de la República Popular Democrática de Corea y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Aunque se indica que el encuentro sería en la Zona Desmilitarizada, también se han sugerido lugares alternos como Singapur y Mongolia, este último, dada sus relaciones diplomáticas tanto con Washington como con Pyongyang.

Existen funcionarios de la administración Trump que se oponen a que el presidente estadounidense viaje a la península de Corea señalando que prefieren un tercer país neutral. Sin embargo, medios estadounidenses indican que luego de Trump haber observado por televisión la reunión entre los dirigentes coreanos, este ha expresado su preferencia porque la reunión se efectúe en la Zona Desmilitarizada, lo que también es la preferencia del presidente de Corea del Sur. Sobre el particular el presidente estadounidense indicó: ¨Hay algo que me gusta allí, porque estás allí y, si las cosas funcionan, lo celebraremos allí mismo, y no en un tercer país.

El quid pro quo de este encuentro sería como poco, para Estados Unidos y las dos Coreas, poner fin a un estado de beligerancia durmiente que data de la fecha en que se suscribió el Armisticio en 1953; la normalización de las relaciones entre los dos Estados que integran la península coreana; un acuerdo de seguridad para ambas partes en la península que impulse importantes transformaciones como parte de un proceso de integración económica y de reunificación familiar; la desnuclearización de la península; el fin del programa nuclear de la República Popular Democrática de Corea; y una eventual disminución de la presencia militar de Estados Unidos en suelo coreano. Está por verse si, en efecto, las condiciones para tales avances están dadas.

domingo, 27 de agosto de 2017

La lucha contra el cambio climático.


Por Amy Orta Rivera*

Claridad, 24 de agosto, 2017.- Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, los mismos estadounidenses así como la comunidad internacional han estado preocupados en cómo Estados Unidos se va a estar involucrando en la lucha contra el cambio climático.

En junio pasado, Trump anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París (Acuerdo), el cual busca que todos los países disminuyan sus gases de efecto invernadero para controlar el aumento de temperaturas globales. Hablar del Acuerdo, implica que también tenemos que incluir lo que es el financiamiento climático internacional.

El financiamiento climático se refiere a la ayuda monetaria por parte de países desarrollados a países en vías de desarrollo, para que estos últimos puedan establecer programas de mitigación o adaptación al cambio climático. Con estas ayudas, países no industrializados pueden tener programas de transición energética, mientras que otros pueden transformar áreas que son altamente vulnerables a los cambios climáticos.

El financiamiento climático promueve el concepto de “responsabilidades comunes, pero diferentes”. Es decir, que a pesar que todos los países son responsables para resolver el cambio climático, la manera en cómo lo resuelven es diferente. Esto se debe a que los países no industrializados tienen menos capacidades económicas para luchar contra el cambio climático en comparación con los países desarrollados.

Actualmente existen 5 grandes fondos internacionales para el financiamiento de proyectos para combatir el cambio climático: Fondo Verde para el Clima, Fondo para Países Menos Adelantados, el Fondo Especial para el Cambio Climático, Fondos de Inversión en el Clima y por último el Fondo de Adaptación del Protocolo de Kioto. Cada uno de estos fondos tienen procesos y una reglamentación específica de cómo los países elegibles pueden solicitar fondos para sus programas. Los programas pueden ser de reducción de gases de efecto invernadero o programas para aumentar la resiliencia de comunidades ante el cambio climático.

Por ejemplo, la isla-nación de Samoa creó una propuesta para financiar un proyecto de resiliencia climática enfocado en el manejo de inundaciones. Cuando hablamos de resiliencia climática, nos referimos a que debemos tener en cuenta la capacidad o falta de capacidad de un sistema para superar los retos del cambio climático. Con este fin, el Fondo Verde para el Clima aprobó una financiación de $65.7 millones para sufragar los gastos del mencionado proyecto, de los cuales $8 millones serían co-financiados por el gobierno de Samoa, mientras que los otros $57.7 millones serían coo financiados por el Fondo Verde para el Clima.

Aunque se pueda ver como una cantidad altísima, la realidad es que en Samoa por cada evento de huracán, la cifra para reparar daños asciende a unos $200 millones de dólares. Esto es por daños a estructuras que ya existen en el área como hospitales, casas y escuelas.

Por lo tanto, los beneficios a largo plazo no solamente lo disfrutarán las comunidades afectadas, sino que también el gobierno de Samoa podrá utilizar los recaudos de las contribuciones en otras necesidades, al no tener que desembolsar grandes cantidades de dinero para resolver el problema recurrente de las inundaciones por sistemas ciclónicos.

Esto demuestra la importancia que tiene la financiación climática, la cual es vital para muchas comunidades que no tienen los recursos económicos y necesitan con urgencia nuevas estructuras para superar las consecuencias del cambio climático.

La pregunta siguiente sería, si estos fondos climáticos internacionales son tan excepcionales e importantes para resolver las situaciones que trae el cambio climático, ¿Puerto Rico se pudiera beneficiar de ellos?. Dada a la relación política y económica que Puerto Rico tiene con Estados Unidos, Puerto Rico no puede solicitar a estos fondos. Sin embargo Puerto Rico sí puede solicitar fondos dentro de la jurisdicción de Estados Unidos, como lo es el Departamento de Energía o crear sus propios fondos.

Para el 2010, Puerto Rico creó la Ley 83, llamada Ley de Incentivos para Energía Verde de Puerto Rico, la cual tiene como objetivo desarrollar proyectos energéticos a través de la utilización del Fondo de Energía Verde de Puerto Rico, creado bajo la misma Ley. El Fondo es suplido por diferentes “impuestos, incentivos estatales y federales, donaciones de entes privados no gubernamentales (pero relacionados a la producción de energía renovable sostenible y renovable alterna) y multas” y manejada por la Oficina de Política Pública Energética. Cuando se creó el Fondo, el Gobierno de Puerto Rico tenía la meta de proveer $185 millones para desarrollar proyectos de energía verde.

Estos fondos pueden ser utilizados a nivel residencial, industrial y comercial. Como parte de los beneficios están las exenciones contributivas y/o el financiamiento de proyectos relacionados a energía renovable. La Ley 83 también ofrece incentivos para proyectos relacionados a conservación y eficiencia energética, y puede “otorgar incentivos, contratos, préstamos, instrumentos de inversión, créditos de producción de energía, proveer ayuda financiera”.

Este tipo de fondos verdes también pueden ser utilizados por los municipios. Por ejemplo, para el 2009, el Municipio Autónomo de Caguas aprovechó unos fondos provenientes del Departamento de Energía. Estos fondos verdes se utilizaron, por ejemplo en el área de Villa Turabo en la cual se creó un proyecto de iluminación en las calles utilizando placas solares. Además, se utilizaron para remodelar un edificio abandonado y lo convirtieron en el edificio eficiente del Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe. Estos proyectos y otros esfuerzos han llevado a Caguas a que para el año fiscal 2015-2016 hayan ahorrado sobre 2.7 millones de libras de CO2, lo que equivale a un ahorro de energía de 7%.

La otorgación de fondos ya sean internacionales o nacionales es una que tiende a ser controversial ya que ciertos sectores entienden que la financiación climática debe ser una de responsabilidad individual o que debe ser suplida por fondos domésticos mas no internacionales. La administración de Trump es una que está dentro de los sectores que abogan por la eliminación completa o disminución de la otorgación de estos fondos. Todavía nos queda esperar la decisión final de Trump en si Estados Unidos retira completamente los fondos o los disminuye.

El tener estos fondos verdes ya sea para programas de mitigación o adaptación ayuda a que países no industrializados tengan las herramientas para luchar contra el cambio climático. Esto es en especial a islas-naciones que no tienen los suficientes recursos económicos y que son los países más vulnerables a las consecuencias del cambio climático.

La utilización de los fondos climáticos no solo asegura la disminución de gases de efecto invernadero o la supervivencia de comunidades vulnerables, sino que también asegura que las futuras generaciones estén mejor preparadas. Necesitamos evaluar nuestras necesidades y crear prioridades para tener una mejor inversión en proyectos sustentables y lograr mejores resultados.
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*Amy Orta Rivera es miembro de Enlace Latino de Acción Climática (ELAC).
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Fuente: Servindi.org

sábado, 18 de marzo de 2017

Continúa la resistencia Sioux contra Trump y sus oleoductos.


Pese a que la empresa constructora afirma que el oleoducto Dakota Access se encuentra casi terminado y listo para operar, los opositores a esta polémica obra apelan ante la Corte Federal de EE.UU. su funcionamiento. Al tiempo que las protestas en Washington se hace cada vez más fuertes frente a la Casa Blanca.

Por José Carlos Díaz Zanelli

Servindi, 17 de marzo, 2017.- Una de las primeras decisiones adoptadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue dar luz verde a la construcción del polémico oleoducto de Dakota Access. Sin embargo, las movilizaciones y la resistencia legal contra esta obra continúan tanto a nivel judicial como en las calles.

En el ámbito legal, los representantes de las tribus que habitan en las reservas Standing Rock y Cheyenne River Sioux han apelado la decisión adoptada por la Corte Federal de los EE.UU. de dar viabilidad al proyecto. El pedido puntual es que se evite el flujo de combustible a través del oleoducto.

Mientras la resolución de esta apelación aún se mantiene en espera, la empresa constructora y operaria del oleoducto, Energy Transfer Partners, ha señalado que la construcción de la obra se encuentra casi concluida. Es más, afirmaron mediante un comunicado que en los próximos días se podría iniciar el transporte de crudo a través del oleoducto. 

Como se recuerda, una de las principales preocupaciones es el hecho de que el oleoducto pase por debajo del río Misisipi. Esto pondría en riesgo la principal fuente de agua de las poblaciones originarias de Norteamérica asentadas en las reservas Standing Rock y Cheyenne River Sioux.
Protestas en Washington

Ante esta situación, las movilizaciones en Washington no han cesado contra la política extractiva encabezada por Donald Trump. Esta semana se reactivó frente a la Casa Blanca la denominada “Marcha de las Naciones Indígenas” que rechaza la ejecución del proyecto Dakota Access. 

Las movilizaciones son desarrolladas tanto por activistas como por ciudadanos de los pueblos originarios de Norteamérica. La carta de protesta incluye el rechazo no solo al oleoducto de Dakota Access –siendo este el más polémico–, sino también al Keystone XL.




De momento, y aunque la construcción y ejecución de los oleoductos es inminente, la resistencia a ellos continuará en Washington. Y es que tanto los colectivos de nativos norteamericanos como activistas han montado un campamento frente a la Casa Blanca desde donde esperar seguir resistiendo a la poco dialogante política extractiva de Donald Trump.

Fuente: Servindi

sábado, 11 de marzo de 2017

México hace el trabajo sucio de EU contra inocentes: Solalinde, candidato al Nobel de la Paz.


Por EFE


El fundador del albergue de migrantes Hermanos en el Camino, ubicado en Oaxaca, defiende que todos los recursos que lleguen a sus manos por esta postulación o por el premio, en el caso de ganarlo, los administraría “para las causas nobles” y así gastarlo “en favor de los que lo necesiten”.


Por Isabel Reviejo


México, 11 mar (EFE).- El sacerdote católico y activista Alejando Solalinde aseguró hoy a Efe que su postulación al Premio Nobel de la Paz 2017 le hace “fuerte” para defender a las personas migrantes frente a las políticas impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.


“Si Donald Trump está yendo con todo, yo seguiré también defendiendo con todo a las personas migrantes”, afirma el sacerdote mexicano en una entrevista realizada horas después de que se diera a conocer que el Comité Noruego del Nobel aceptó la postulación para este reconocimiento.

El sacerdote, un comprometido defensor de los derechos de los migrantes, considera que hay una “confrontación” entre los valores que ha dejado ver el republicano, de “xenofobia, discriminación, racismo y misoginia”, y los que esgrimen los defensores de derechos humanos.

Por ello, en su camino hacia el Nobel representará “a aquellas personas solidarias que ayudan a los migrantes, que son hermanos, que tienen derechos”.


“Esta postulación me hace fuerte a mí para apoyar a las personas migrantes”, asevera Solalinde.





Asimismo, señala que le llama la atención haber sido postulado en momentos “muy críticos para México, de mayor corrupción, mayor crisis de derechos humanos y en el momento en el que peor tratan a los migrantes”.

Durante los últimos años, defiende, en materia de migración el país “ha hecho el trabajo sucio para EU ” y ha tratado “con desprecio” y “como delincuentes” a las miles de personas que anualmente recorren el país -la mayoría centroamericanos- en busca de una mejor vida en el vecino del norte.

La nominación es, “antes que nada, una responsabilidad muy grande”, apostilla el sacerdote.

Recuerda que participó en la década de los 90 en el comité que defendió la postulación al Nobel del defensor de los derechos de los indígenas Samuel Ruiz, y que entonces mucha gente se acercaba al que fuera obispo de San Cristóbal de las Casas “como si fuera el mesías” buscando protección y justicia.

Si bien esta es una situación similar a la que él mismo experimenta en su día a día, este acercamiento de las víctimas “va a ser el doble” con la postulación.

“No me pesa, porque mi vida es para ellos, pero conozco mis límites”, reconoce Solalinde, quien espera poder encontrar la forma de dar respuesta a estas personas canalizando sus peticiones a activistas y a las instituciones, “que también deben hacer lo suyo y no lo hacen”.





El fundador del albergue de migrantes Hermanos en el Camino, ubicado en el sureño estado de Oaxaca, defiende que todos los recursos que lleguen a sus manos por esta postulación o por el premio, en el caso de ganarlo, los administraría “para las causas nobles” y así gastarlo “en favor de los que lo necesiten”.


“Yo no me quiero quedar con nada porque no lo necesito, tengo todo lo que necesito para vivir, soy el hombre más rico del mundo, no tengo necesidad de nada, al contrario”, reflexiona.


Y concluye diciendo: “No quiero que acabe mi vida y pensar que guardé algo que pudo haberse empleado para ayudar a alguien”.



viernes, 3 de marzo de 2017

La Iglesia mexicana pide "poner un freno al racismo, al odio y al terrorismo del indigno presidente norteamericano".


Acusa a Peña Nieto de "sumisión" frente al "terrorismo migratorio" de Trump
Las redadas contra indocumentados han sembrado "miedo" y desatado "una verdadera psicosis"


Jesús Bastante

Nuestros hermanos inmigrantes no tienen quién los defienda ni a quién acudir; están huérfanos y no saben qué hacer, pues no confían en un gobierno que es el causante de su exilio; a la clase política no le interesa su suerte

Los obispos de la frontera EEUU-México, con los migrantes


(Jesús Bastante).- "Las autoridades mexicanas no aciertan a actuar, no hacen más que declaraciones y promesas; son tibias sus reacciones, muestran también miedo, y peor aún, sumisión". La Iglesia mexicana, a través del semanario Desde la Fe, ha arremetido contra el Gobierno de Peña Nieto, a quien acusa de "sumisión" ante las medidas migratorias de Donald Trump, que la revista católica tilda de "terrorismo".

El editorial es duro desde su mismo título, "Terrorismo migratorio". En el mismo, se denuncia cómo "lo que hace el señor Trump no es sólo la aplicación de un legalismo inhumano, sino un verdadero acto de terror".

Las redadas contra indocumentados han sembrado "miedo" y desatado "una verdadera psicosis" entre los mexicanos que residen en Estados Unidos, añade el semanario. Y es que, señala, las amenazas del candidato se han cumplido ya como presidente. "Todo mexicano indocumentado será deportado sin miramiento alguno, sin ningún respeto a su dignidad humana, sin tomar en cuenta sus derechos fundamentales, sin importar en qué situación quede su familia. Todos serán tratados como criminales y enviados a México; pero no sólo eso, también serán devueltos a nuestro país los inmigrantes no mexicanos que hayan cruzado por nuestro territorio".

Mientras tanto, "nuestros hermanos inmigrantes no tienen quién los defienda ni a quién acudir; están huérfanos y no saben qué hacer, pues no confían en un gobierno que es el causante de su exilio; es más, se han dado cuenta que a la clase política no le interesa su suerte", denuncia el semanario.

Para Desde la Fe, "no vemos firmeza en la defensa de nuestra soberanía; no vemos dignidad en el trato con nuestro vecino del norte; no vemos estrategias eficaces para ayudar a nuestros connacionales; no vemos altura ni inteligencia en los responsables de atender esta crisis humanitaria".

El editorial concluye apuntando cómo tanto los obispos de México como los de EEUU "hacen un gran esfuerzo por atender esta crisis", y el propio Papa "ha hecho varios pronunciamientos". "Pero hace falta mucho más, y se echa de menos no sólo la solidaridad nacional, sino también la solidaridad internacional para poner un freno al racismo, al odio y al terrorismo del indigno presidente norteamericano".



Editorial de Desde la Fe:

Terrorismo migratorio


Donald Trump amenazó como candidato, y ahora lo cumple como Presidente de los Estados Unidos: los mexicanos indocumentados, todos, sin excepción, serán deportados. Pero no sólo aquéllos que tienen algún antecedente penal -lo cual podría ser comprensible-, sino cualquiera que haya ingresado sin papeles, no importa si es un trabajador ejemplar, si paga sus impuestos y es parte del desarrollo de ese país. Todo mexicano indocumentado será deportado sin miramiento alguno, sin ningún respeto a su dignidad humana, sin tomar en cuenta sus derechos fundamentales, sin importar en qué situación quede su familia. Todos serán tratados como criminales y enviados a México; pero no sólo eso, también serán devueltos a nuestro país los inmigrantes no mexicanos que hayan cruzado por nuestro territorio.

Lo que hace el señor Trump, no es sólo la aplicación de un legalismo inhumano, sino un verdadero acto de terror. ¿Qué otro nombre se puede dar a las órdenes ejecutivas del presidente norteamericano, que autoriza realizar redadas de indocumentados, dando autoridad a todo policía local para actuar como agente migratorio?

Nuestros hermanos indocumentados tienen miedo, sus hijos sufren una verdadera sicosis, mientras las autoridades mexicanas no aciertan a actuar, no hacen más que declaraciones y promesas; son tibias sus reacciones, muestran también miedo, y peor aún, sumisión. Siguen esperando a que el mandatario norteamericano entre en razón, cuando ha demostrado, desde que era candidato, que lo suyo, su método, es justamente la sinrazón.

Nuestro gobierno continúa explicando lo del gasolinazo mientras el país arde en la violencia, la inestabilidad económica y la obscena corrupción; mientras nuestros hermanos inmigrantes no tienen quién los defienda ni a quién acudir; están huérfanos y no saben qué hacer, pues no confían en un gobierno que es el causante de su exilio; es más, se han dado cuenta que a la clase política no le interesa su suerte.

Mientras los partidos políticos y los altos funcionarios reciben inmoralmente miles de millones de pesos, y el gobierno gasta de forma irresponsable millonadas en su fallida publicidad, apenas se dan, sin hacer llegar los recursos a los consulados, unas migajas -mil millones de pesos- para atender esta emergencia humanitaria. Eso es lo que valen para el gobierno todos los mexicanos que anualmente envían casi 30 mil millones de dólares para aliviar la miseria de incontables de familias a las que nuestra clase política no ha sido capaz de brindar un desarrollo digno.

La cobardía no es prudencia, ni la estridencia es virtud; sin embargo, no vemos firmeza en la defensa de nuestra soberanía; no vemos dignidad en el trato con nuestro vecino del norte; no vemos estrategias eficaces para ayudar a nuestros connacionales; no vemos altura ni inteligencia en los responsables de atender esta crisis humanitaria. Se necesita pericia, experiencia, no aprendices donde hace falta verdaderos maestros del arte de la diplomacia, y sensibilidad humana y política.

Las comisiones episcopales de México y Estados Unidos hacen un gran esfuerzo por atender esta crisis. El Papa Francisco ha hecho varios pronunciamientos, manifestando su preocupación, y ha unido a estas dos iglesias para que trabajen juntas en favor de los indocumentados, pero hace falta mucho más, y se echa de menos no sólo la solidaridad nacional, sino también la solidaridad internacional para poner un freno al racismo, al odio y al terrorismo del indigno presidente norteamericano.



miércoles, 1 de marzo de 2017

Trump amaga con usar Ejército para detener migrantes; México lleva 10 años haciéndolo.


México lleva al menos una década utilizando a Ejército, Marina Armada y múltiples corporaciones policiacas federales y locales para capturar y deportar a miles de migrantes sin documentos.



El gobierno de Estados Unidos analiza movilizar 100 mil militares de la Guardia Nacional para detener migrantes en su frontera con México, según reveló un memorándum dirigido al Departamento de Seguridad Nacional publicado el 17 de febrero por The Associated Press. 

Pero Donald Trump, quien desde entonces ha lanzado varios mensajes contradictorios sobre este plan de militarizar la frontera, no es el único mandatario que ha amagado con usar al Ejército para detener migrantes. De hecho, las autoridades mexicanas llevan al menos 10 años utilizando no solo al Ejército, sino también a múltiples corporaciones policiacas, para capturar a miles de personas sin documentos.

En respuesta a una solicitud de información pública realizada por Animal Político, el Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que de 2006 a junio de 2016, un total de 77 mil 310 migrantes indocumentados fueron puestos a disposición del Instituto tras ser detenidos por elementos de seis corporaciones de seguridad, entre Ejército, Marina, y cuerpos de policía.

Estas detenciones, en promedio más de 7 mil 700 cada 12 meses, se produjeron a pesar de que la Ley de Migración vigente establece que sólo el INM puede detener a personas migrantes que transiten sin documentación. Sin embargo, varios puntos de la ley abren la puerta a que México pueda detener migrantes empleando la colaboración de sus fuerzas armadas.

PF y PGR, las que más migrantes detienen

De acuerdo con los datos del INM, la Policía Federal es la que más migrantes detiene con 28 mil 854 capturas, el 37.4% del total. Le sigue de cerca la Procuraduría General de la República (PGR), cuyos elementos pusieron a disposición del INM a 24 mil 541 migrantes.

Solo entre estas dos policías se realizaron 53 mil 395 detenciones de migrantes, el 69.2% del total. O en otras palabras: dejando a un lado las capturas del INM, casi 7 de cada 10 migrantes fueron detenidos por estas dos policías.

Chiapas, la principal puerta de entrada de México para la migración indocumentada procedente del Triángulo Norte de Centroamérica –Guatemala, El Salvador, Honduras-, es la entidad donde la Policía Federal detiene a más migrantes: 6 mil 481 capturas en 10 años; o 648 cada año, en promedio.

Le siguen Tamaulipas (4 mil 027); Sinaloa (2 mil 485); el Estado de México (2 mil 085); y San Luis Potosí (mil 955).

Chiapas también es la entidad donde más migrantes detiene la PGR: 4 mil 330. Tabasco, otra entidad fronteriza con Guatemala, y Oaxaca, estado del sur que es ruta tradicional para los migrantes que buscan alcanzar la frontera Norte, son las otras dos entidades con más detenciones de PGR: 2 mil 365 y 2 mil 177, respectivamente.

La Ciudad de México, con mil 458, y Nuevo León, con mil 350, son los otros dos estados donde la PGR capturó a más migrantes.

Gráfico: Omar Bobadilla (@obobadilla)



Más de 20 mil migrantes detenidos por policías estatales y locales


Las policías locales son la tercera fuerza que más migrantes capturan y ponen a disposición del INM: 14 mil 112 eventos de detención, el 18.3% del total.

Tamaulipas, con 2 mil 347 casos, es la entidad donde los agentes locales detuvieron a más migrantes. Le siguen Nuevo León (1,912) y Baja California (mil 734).

Los policías estatales realizaron 6 mil 307 detenciones, el 8.1% del total.

Tamaulipas es, de nuevo, la entidad donde los agentes estatales capturaron a más migrantes: mil 789 casos. Le siguen Nuevo León (mil 112) y San Luis Potosí (743).
Marina y Ejército detuvieron a más de 3 mil 300 migrantes

Mientras que la Marina Armada de México hizo 2 mil 333 detenciones de personas sin documentos. Quintana Roo, con mil 074 casos, es el estado donde más migrantes detuvo. Tamaulipas (782), Yucatán (223), Chiapas (102) y Oaxaca (77), son los otros estados con más detenciones.

Por su parte, el Ejército mexicano (SEDENA) detuvo 983 migrantes y los puso a disposición del INM, siendo Tamaulipas (432), Tabasco (210), Veracruz (152), la Ciudad de México (151), y Nuevo León (112), las entidades donde más capturas hizo.

Cabe precisar que el Ejército ha informado en sus boletines sobre operaciones de rescate de migrantes que fueron secuestrados por grupos del crimen organizado, especialmente Tamaulipas y Nuevo León. Mientras que la Marina ha informado sobre rescates de migrantes –cubanos en su mayoría- en el mar de la costa de Yucatán y Quintana Roo. Por lo que, aunque el INM no precisa en su respuesta en qué condiciones se produjeron las detenciones, no todos los migrantes detenidos fueron en labores de control migratorio.

Sin embargo, en el especial ‘Plan Frontera Sur: Una cacería de migrantes’ numerosos testimonios de personas indocumentadas narraron a Animal Político cómo fueron perseguidos por policías y militares para su detención y posterior deportación de México.

Uno de esos operativos, por ejemplo, tuvo lugar el 20 de agosto de 2014, cuando agentes del INM y soldados detuvieron a 300 migrantes que pretendían subir al tren conocido como ‘La Bestia’ para iniciar su ruta al norte.


¿Y qué dice la ley?


De acuerdo con la Ley de Migración vigente, solo los agentes del INM pueden realizar labores de verificación y revisión migratoria. Es decir, son los únicos que pueden requerir los documentos migratorios a una persona.

Sin embargo, el artículo 96 de la ley también añade que las autoridades policiacas pueden “colaborar” en la detención de personas indocumentadas cuando el Instituto así lo solicite. Por ejemplo, si el INM considera que la vida de sus agentes corre peligro en un operativo, y puesto que éstos no pueden portar armas de fuego, puede pedir ayuda a estas corporaciones de seguridad.

No obstante, Elba Coria, investigadora integrante de la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas de la Universidad Iberoamericana, explicó en entrevista que este artículo no implica en ningún caso que el Ejército, ni las diferentes policías, puedan realizar operativos por su cuenta para detener migrantes.

“Ninguna autoridad que no sea el INM puede realizar detenciones por su cuenta. Los operativos se deben realizar siempre en presencia del INM y con un oficio de colaboración”, recalcó Coria.

A pesar de esta precisión, en los medios de comunicación se continúa informando sobre operativos realizados por la policía para detener migrantes sin documentos.

Por poner un ejemplo: el 21 de junio de 2015, año con más capturas de migrantes indocumentados desde 2006, elementos de la Policía Estatal de Oaxaca detuvo a más de 50 migrantes en distinto operativos, para ponerlos posteriormente a disposición del INM.

jueves, 23 de febrero de 2017

Amnistía dura con Trump por su "venenosa retórica"



PARÍS. REUTERS, AFP, 23 feb 2017

Desde hace meses que Donald Trump es el primer actor de la política internacional. Y como tal no podía escapar al informe 2016 de Amnistía Internacional divulgado ayer miércoles, que atribuye a la retórica "venenosa" del presidente de Estados Unidos que el mundo sea hoy un lugar más sombrío.

En su reporte anual que incluye a 159 países, el grupo de derechos humanos dijo que los principios de la dignidad y la igualdad de las personas están amenazados por las nuevas tendencias políticas, acentuadas a partir de la llegada de Trump al poder, el 20 de enero.

"La venenosa retórica de la campaña de Donald Trump ilustra la tendencia global hacia una forma más airada y divisiva de hacer política. En todo el mundo, líderes y políticos en busca de poder articularon discursos de miedo y desunión, culpando a los otros de los motivos de queja, reales o inventados, del electorado", sostiene Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, en el prólogo del informe.

El mundo, sostuvo, se ha convertido en un "lugar más oscuro e inestable" con la aparición de discursos de odio contra refugiados en Europa y Estados Unidos.

Agrega que las primeras medidas de Trump "sugieren una política exterior que menoscabará significativamente la cooperación multilateral y señalará el inicio de una nueva era en la que habrá mayor inestabilidad y desconfianza mutua".

"En este contexto, se corre el riesgo de que los valores articulados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 no estén ya garantizados", afirma más adelante.
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El informe de Amnistía Internacional expresó especial inquietud respecto a Trump, quien fue elegido presidente "tras una campaña que causó consternación por su discurso discriminatorio, misógino y xenófobo", y que "ilustra la tendencia global más airada y divisiva de hacer política".

"Las decisiones que está tomando, ya sea la construcción de un muro en la frontera con México o la aceleración de las expulsión de inmigrantes ilegales, van a tener repercusiones sobre millones de personas", alertó Geneviève Garrigos, responsable de la región Américas de Amnistía.

Además de Trump, Amnistía arremetió contra el presidente filipino Rodrigo Duterte, el turco Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro húngaro Viktor Orban, que "tienen una agenda tóxica que persigue, convierte en chivos expiatorios y deshumaniza a grupos enteros de personas".

El secretario general de Amnistía, Salil Shetty, advirtió además contra el "riesgo de efecto dominó" cuando países poderosos, como Estados Unidos, "dan marcha atrás en sus compromisos con los derechos humanos". Frente a este escenario, Amnistía llamó a todos a movilizarse. "El año 2017 será de resistencia", dijo Shetty a la AFP. "Nuestras esperanzas reposan en el pueblo".

En su informe, Amnistía alertó sobre la inquietante situación de los refugiados centroamericanos que huyen de la violencia "implacable" en sus países y que son "frecuentemente olvidados".

En 2016, estas personas fueron víctimas de expulsiones desde México y Estados Unidos, a pesar de los abrumadores indicios de que muchos regresaban a situaciones de peligro mortal, señaló AI.

Garrigos denunció, además, la detención de migrantes, incluso de menores no acompañados, en los meses pasados en la frontera sur de Estados Unidos, muchos de ellos sin acceso adecuado a atención médica ni a la asistencia de un abogado.

"Nos preocupa que esta situación se agrave con la gran cantidad de migrantes cubanos que han ido a Ecuador para luego tratar de subir a Estados Unidos, o de haitianos que se encuentran bloqueados en la frontera mexicana, sin ningún recurso, en condiciones muy difíciles", agregó.

Aunque con sede en Londres, Amnistía presentó excepcionalmente su informe 2016-2017 en Francia, para alertar sobre la situación en este país a dos meses de elecciones presidenciales.

"Francia está en un punto de inflexión en cuanto a los derechos humanos", advirtió Shetty, pidiendo a los ciudadanos "que no caigan en la trampa de los discursos de odio, miedo y aislamiento".
Presos políticos.

Argentina y Venezuela, bajo gobiernos de signos opuesto, tienen dos presos políticos que ensombrecen sus récords en materia de derechos humanos, la líder indígena Milagro Sala y el dirigente Leopoldo López, señaló Mariela Belski, directora de Amnistía en Buenos Aires. La organización volvió a configurar este año a América Latina como la región más desigual y violenta del planeta, con Venezuela, México, Brasil, El Salvador y Nicaragua liderando nuevamente los índices más altos de homicidios.
Eslogan del Post en defensa de la democracia.

El diario The Washington Post reveló un nuevo eslogan en su página web: "Democracy Dies in Darkness" ("La democracia muere en la oscuridad"). El eslogan apareció por primera vez el viernes y próximamente será integrado a la versión del diario en papel. "Es algo que siempre decimos en la interna al hablar de nuestra misión", explicó a la AFP la portavoz del periódico, Kristine Coratti, respecto al rol que quiere jugar The Washington Post en la defensa de la democracia estadounidense. La expresión "Democracy Dies in Darkness" es usada habitualmente por Bob Woodward, editorialista del The Washington Post y leyenda del periodismo por sus revelaciones en el escándalo de Watergate durante la presidencia de Richard Nixon.
Macri usa "chivos expiatorios" para justificar las políticas de seguridad.

Amnistía Internacional (AI) acusó ayer al Gobierno argentino de utilizar a los indígenas, los refugiados y los inmigrantes como "chivos expiatorios" para justificar políticas de seguridad y "mano dura", como un decreto con el que buscan endurecer las leyes migratorias.

Durante un encuentro con la prensa en Buenos Aires para desglosar el informe anual de la organización, la directora ejecutiva de AI Argentina, Mariela Belsk, denunció la retórica del "nosotros contra ellos" iniciada por Donald Trump con su llegada a la Presidencia estadounidense y que, a su juicio, la replica su par argentino, Mauricio Macri.

"No es llamativo que a los dos días de las órdenes ejecutivas (sobre control fronterizo y vigilancia interna) del presidente Trump, Macri presente un decreto de necesidad y urgencia para modificar una ley migratoria que fue debatida durante 10 años y que es modelo a nivel internacional", apuntó. Belsk se refirió así al decreto firmado por el mandatario argentino a principios de febrero que endurece la ley migratoria del país con el fin de prohibir la entrada a personas con antecedentes penales y acelerar la expulsión de los extranjeros que cometan delitos en territorio argentino.

Para ella, la decisión forma parte de un discurso que utiliza a los migrantes, a los refugiados y a los indígenas como los "chivos expiatorios" para "justificar una política de seguridad y mano dura" que el Gobierno quiere llevar adelante "en un contexto preelectoral", por los comicios legislativos de octubre.

Asimismo, Belsk criticó que la gestión de Macri haya vuelto a poner en la agenda temas de derechos humanos que ya fueron "zanjados" por la Justicia, la sociedad y "la propia historia" argentina, en referencia a la polémica causada por algunos funcionarios alrededor de la cifra de desaparecidos durante la última dictadura (1976-1983), que los organismos sitúan en 30.000. EFE

Fuente: elpais.com.uy

sábado, 14 de enero de 2017

Este año pasará a la historia como un punto de inflexión para el mundo.


Periodista Digital

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001 y profesor de Economía en la Universidad de Columbia, cree que este año pasará a la historia por ser el punto de inflexión que marque el devenir de EEUU y del mundo.

Quizá una nueva era en la que las políticas que se han aplicado en las últimas décadas pasen a la historia en favor de nuevas medidas que viren hacia el lado opuesto a las actuales (La inteligencia de EEUU filtra que Rusia chantajea a Trump con 'una perversión sexual').

Stiglitz explica en Project Syndicate que "las políticas que hemos usado para dirigir la globalización han sembrado las semillas de su propia difamación. Irónicamente, un candidato del mismo partido que ha fomentado con mayor fuerza la integración financiera y comercial del mundo ha ganado las elecciones en EEUU prometiendo deshacer ambas cosas". 

Parece que las políticas de Donald Trump empiezan a contar con el beneplácito de una parte cada vez mayor de la sociedad e incluso algunos economistas y organismos de prestigio.


"No obstante, sus políticas pro-crecimiento pueden verse minadas si sus propuestas fiscales (bajar impuestos) incrementan la desigualdad, si comienza una guerra comercial o si EEUU abandona sus compromisos para reducir las emisiones". 

Trump no puede cambiar el avance

Además, la globalización parece irreversible:


"China e India están ahora integradas en la economía global, la innovación tecnológica está reduciendo el número de trabajos en el sector industrial de todo el mundo. Trump no puede recrear esos puestos de trabajo bien pagados que se vieron en décadas pasadas; el sólo puede fomentar el crecimiento de la industria avanzada, la cual requiere un capital humano muy bien formado y que encima no es intensiva en factor trabajo".

Las políticas comerciales que promete Trump y su posición política a nivel internacional "podría destruir el orden internacional establecido desde la Segunda Guerra Mundial", sostiene Stiglitz, que también se pregunta qué ocurrirá si Putin intensifica los ataques sobre Ucrania, cuál será la respuesta de un Trump que quiere estrechar relaciones con el presidente ruso. 


"A medida que el poder de EEUU vaya reblandeciéndose en 2017 y más allá, el futuro del orden internacional será más incierto". 


"Con la llegada de Trump, y con los grandes partidos redefiniéndose, este año será recordado como el punto de inflexión para la historia de EEUU y el mundo".

miércoles, 23 de noviembre de 2016

¡Oremos! Inicia el asalto al poder de los racistas y extremistas


Dice el viejo refrán que la primera impresión es la que cuenta y que difícilmente tendrás una segunda oportunidad para enmendarla a tu favor.
Si nos atenemos a este viejo principio, de validez cuasi universal, el presidente electo Donald Trump ha confirmado lo que muchos temían; que se dispone a rodearse de extremistas y racistas en el inicio de su mandato.
Comenzando por Jeff Sessions, senador por Alabama, quien ha sido designado por Trump como su Fiscal General.

Sessions es un viejo conocido de la comunidad inmigrante a la que siempre ha negado toda posibilidad de legalizar su situación en EU. Enemigo jurado de los dos últimos proyectos de ley en materia de reforma migratoria, que contribuyó a dinamitar, Sessions considera que los inmigrantes “no tienen derechos constitucionales”.

¿Recuerdan el viejo precepto fundacional que consagra la declaración de independencia de EU, de que “todos los hombres son creados iguales?… ¿Que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, como por ejemplo el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad”?

Pues, según Sessions, estos derechos no asisten a los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que hoy viven como esclavos de la era moderna y que se han convertido en objetivo prioritario de la presidencia de Donald Trump.

La designación de Jeff Sessions como máximo representante del Departamento de Justicia confirma que, el presidente electo Donald Trump, se tomará muy en serio su cruzada contra la inmigración indocumentada.

Las redadas y deportaciones prometidas contarán, sin duda alguna, con su bendición.

En el marco de la relación bilateral con México, no es un secreto que el Departamento de Justicia es una de las oficinas que más han estrechado su cooperación con la Procuraduría General de la República (PGR).

Las constantes visitas de los procuradores mexicanos, desde la presidencia de Felipe Calderón hasta la de Enrique Peña Nieto, han permitido limar asperezas para el buen funcionamiento de labores de inteligencia entre los dos países; han acelerado los procesos de extradición de capos de la droga y han robustecido la cooperación entre las fuerzas armadas de México y las distintas agencias federales de EU que operan dentro de territorio mexicano.

Tras la designación de Sessions, la cooperación con países como México tendrá que volver a la casilla de salida. Algo similar a lo que ocurrió cuando Enrique Peña Nieto asumió la presidencia en 2012.

Otras designaciones que mandan una poderosa señal, son la del congresista republicano y miembro del Tea Party, Mike Pompeo como nuevo director de la CIA ,y la del general retirado, Michael Flynn, como asesor de seguridad nacional de Donald Trump.

En ambos casos, diplomáticos europeos han confirmado a La Jornada su “enorme preocupación” por la feroz oposición de ambos al tema del acuerdo nuclear con Irán y por sus críticas a la vieja alianza de EU con la OTAN.

Pero, también, por la proximidad de Flynn con el gobierno ruso de Vladimir Putin, por su posición extremista ante la comunidad musulmana a la que no se han cansado de criminalizar y, en particular, por la posición favorable de Pompeo hacia los programas de espionaje masivo y su defensa o justificación de la práctica de la tortura que quedó reflejado en el reporte senatorial de diciembre de 2014.

Un reporte que, por cierto, no ha generado ninguna investigación especial, no se ha castigado a nadie y no se ha compensado a nadie por los daños causados durante largos períodos de encarcelamiento y tortura en centros de detención clandestinos en Afganistán, Irak, países de Europa del este y en la base militar de Guantánamo.

Tras las designaciones de Sessions, Pompeo y Flynn, son muchos los que se preguntan si, acaso, el asalto de los extremistas sólo ha comenzado en el inicio de la era Trump.

Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales

domingo, 20 de noviembre de 2016

La decadencia de occidente.


Mario Vargas Llosa

El populismo de los últimos años…


El ‘Brexit’ y el triunfo de Trump son un síntoma inequívoco de esa muerte lenta en la que se hunden los países que pierden la fe en sí mismos y renuncian a luchar.


Primero fue el Brexity, ahora, la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Sólo falta que Marine Le Pen gane los próximos comicios en Francia para que quede claro que Occidente, cuna de la cultura de la libertad y del progreso, asustado por los grandes cambios que ha traído al mundo la globalización, quiere dar una marcha atrás radical, refugiándose en lo que Popper bautizó “la llamada de la tribu” —el nacionalismo y todas las taras que le son congénitas, la xenofobia, el racismo, el proteccionismo, la autarquía—, como si detener el tiempo o retrocederlo fuera sólo cuestión de mover las manecillas del reloj.

No hay novedad alguna en las medidas que Donald Trump propuso a sus compatriotas para que votaran por él; lo sorprendente es que casi sesenta millones de norteamericanos le creyeran y lo respaldaran en las urnas. Todos los grandes demagogos de la historia han atribuido los males que padecen sus países a los perniciosos extranjeros, en este caso los inmigrantes, empezando por los mexicanos atracadores, traficantes de drogas y violadores y terminando por los musulmanes terroristas y los chinos que colonizan los mercados estadounidenses con sus productos subsidiados y pagados con salarios de hambre. Y, por supuesto, también tienen la culpa de la caída de los niveles de vida y el desempleo los empresarios “traidores” que sacan sus empresas al extranjero privando de trabajo y aumentando el paro en Estados Unidos.

No es raro que se digan tonterías en una campaña electoral, pero sí que crean en ellas gentes que se suponen educadas e informadas, con una sólida tradición democrática, y que recompensen al inculto billonario que las profiere llevándolo a la presidencia del país más poderoso del planeta.

La esperanza de muchos, ahora, es que el Partido Republicano, que ha vuelto a ganar el control de las dos cámaras, y que tiene gentes experimentadas y pragmáticas, modere los exabruptos del nuevo mandatario y lo disuada de llevar a la práctica las reformas extravagantes que ha prometido. En efecto, el sistema político de Estados Unidos cuenta con mecanismos de control y de freno que pueden impedir a un mandatario cometer locuras. Pues no hay duda que si el nuevo presidente se empeña en expulsar del país a once millones de ilegales, en cerrar las fronteras a todos los ciudadanos de países musulmanes, en poner punto final a la globalización cancelando todos los tratados de libre comercio que ha firmado —incluyendo el Trans-Pacific Partnership en gestación— y penalizando duramente a las corporaciones que, para abaratar sus costos, llevan sus fábricas al tercer mundo, provocaría un terremoto económico y social en su país y en buen número de países extranjeros y crearía serios inconvenientes diplomáticos a Estados Unidos.

Su amenaza de “hacer pagar” a los países de la OTAN por su defensa, que ha encantado a Vladímir Putin, debilitaría de manera inmediata el sistema que protege a los países libres del nuevo imperialismo ruso. El que, dicho sea de paso, ha obtenido victoria tras victoria en los últimos años: léase Crimea, Siria, Ucrania y Georgia. Pero no hay que contar demasiado con la influencia moderadora del Partido Republicano: el ímpetu que ha permitido a Trump ganar estas elecciones pese a la oposición de casi toda la prensa y la clase más democrática y pensante, muestran que hay en él algo más que un simple demagogo elemental y desinformado: la pasión contagiosa de los grandes hechiceros políticos de ideas simples y fijas que arrastran masas, la testarudez obsesiva de los caudillos ensimismados por su propia verborrea y que ensimisman a sus pueblos.

Una de las grandes paradojas es que la sensación de inseguridad, que de pronto el suelo que pisaban se empezaba a resquebrajar y que Estados Unidos había entrado en caída libre, ese estado de ánimo que ha llevado a tantos estadounidenses a votar por Trump —idéntico al que llevó a tantos ingleses a votar por el Brexit— no corresponde para nada a la realidad. Estados Unidos ha superado más pronto y mejor que el resto del mundo —que los países europeos, sobre todo— la crisis de 2008, y en los últimos tiempos recuperaba el empleo y la economía estaba creciendo a muy buen ritmo. Políticamente el sistema ha funcionado bien en los ocho años de Obama y un 58% del país hacía un balance positivo de su gestión. ¿Por qué, entonces, esa sensación de peligro inminente que ha llevado a tantos norteamericanos a tragarse los embustes de Donald Trump?

Porque, es verdad, el mundo de antaño ya no es el de hoy. Gracias a la globalización y a la gran revolución tecnológica de nuestro tiempo la vida de todas las naciones se halla ahora en el “quién vive”, experimentando desafíos y oportunidades totalmente inéditos, que han removido desde los cimientos a las antiguas naciones, como Gran Bretaña y Estados Unidos, que se creían inamovibles en su poderío y riqueza, y que ha abierto a otras sociedades —más audaces y más a la vanguardia de la modernidad— la posibilidad de crecer a pasos de gigante y de alcanzar y superar a las grandes potencias de antaño. Ese nuevo panorama significa, simplemente, que el de nuestros días es un mundo más justo, o, si se quiere, menos injusto, menos provinciano, menos exclusivo, que el de ayer. 

Ahora, los países tienen que renovarse y recrearse constantemente para no quedarse atrás. Ese mundo nuevo requiere arriesgar y reinventarse sin tregua, trabajar mucho, impregnarse de buena educación, y no mirar atrás ni dejarse ganar por la nostalgia retrospectiva. El pasado es irrecuperable como descubrirán pronto los que votaron por el Brexit y por Trump. No tardarán en advertir que quienes viven mirando a sus espaldas se convierten en estatuas de sal, como en la parábola bíblica.

El Brexit y Donald Trump —y la Francia del Front National— significan que el Occidente de la revolución industrial, de los grandes descubrimientos científicos, de los derechos humanos, de la libertad de prensa, de la sociedad abierta, de las elecciones libres, que en el pasado fue el pionero del mundo, ahora se va rezagando. No porque esté menos preparado que otros para enfrentar el futuro —todo lo contrario— sino por su propia complacencia y cobardía, por el temor que siente al descubrir que las prerrogativas que antes creía exclusivamente suyas, un privilegio hereditario, ahora están al alcance de cualquier país, por pequeño que sea, que sepa aprovechar las extraordinarias oportunidades que la globalización y las hazañas tecnológicas han puesto por primera vez al alcance de todas las naciones.

El Brexit y el triunfo de Trump son un síntoma inequívoco de decadencia, esa muerte lenta en la que se hunden los países que pierden la fe en sí mismos, renuncian a la racionalidad y empiezan a creer en brujerías, como la más cruel y estúpida de todas, el nacionalismo. Fuente de las peores desgracias que ha experimentado el Occidente a lo largo de la historia, ahora resucita y parece esgrimir como los chamanes primitivos la danza frenética o el bebedizo vomitivo con los que quieren derrotar a la adversidad de la plaga, la sequía, el terremoto, la miseria. Trump y el Brexit no solucionarán ningún problema, agravarán los que ya existen y traerán otros más graves. Ellos representan la renuncia a luchar, la rendición, el camino del abismo. Tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos, apenas ocurrida la garrafal equivocación, ha habido autocríticas y lamentos. Tampoco sirven los llantos en este caso; lo mejor sería reflexionar con la cabeza fría, admitir el error, retomar el camino de la razón y, a partir de ahora, enfrentar el futuro con más valentía y consecuencia.

*Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936), I marqués de Vargas Llosa, conocido como Mario Vargas Llosa, es un escritor peruano. Uno de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos, su obra ha cosechado numerosos premios, entre los que destacan el Príncipe de Asturias de las Letras 1986 y el Nobel de Literatura 2010. Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2015. © Mario Vargas Llosa, 2015

Por: Mario Vargas Llosa
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Madrid, sabado 19 de noviembre 2016

Fuente: reportero24.com