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lunes, 4 de febrero de 2019

Sencillez.


por Miguel Ángel Mesa Bouzas

La sencillez es, quizá, una de las mayores necesidades que tenemos que recuperar los hombres y mujeres de nuestros días, para poder tener una vida más enriquecedora, plena y feliz. Estos serían, a mi modo de entender, algunos de los rasgos de una persona que aspira a vivir con sencillez:

Una persona sencilla sabe escuchar con atención, ofrece sus dones y habilidades con generosidad y se siente agradecido por todo lo que le ofrece en cada momento la vida.
Una persona sencilla no se cree nunca en posesión absoluta de la verdad, atiende a las razones del otro y aprovecha todo lo positivo que se le ofrece.
Una persona sencilla desprende ternura, sensibilidad y cercanía por los cuatro costados.
Una persona sencilla se deja interpelar por la realidad y, ante cualquier situación injusta levanta su voz y sale a manifestarse a la calle, junto a otros hombres y mujeres, sin importarle sus creencias o sus ideas.
Una persona sencilla guarda y protege como oro en paño ese tallo frágil y flexible de la esperanza que, a pesar de los vientos contrarios, siempre vuelve a su ser y permanece en pie.
Una persona sencilla no es codiciosa, ni se afana por tener más dinero o más posesiones: vive contenta con lo que tiene e intenta no angustiarse por nada.
Una persona sencilla se siente libre ante todo y ante todos, sin hipotecar su forma de vida por nada que le impida sentir y respirar en libertad.
Una persona sencilla no cree que ya lo ha conseguido todo, sino que siempre le sobran cosas; o que lo sabe ya todo, sino que se mantiene en búsqueda permanente.
Una persona sencilla anda siempre deseando el encuentro,pretendiendo la armonía, buscando sin cesar el diálogo y el entendimiento, la paz basada en la justicia.
Una persona sencilla sabe disfrutar con los amigos y amigas de una buena comida en común, de una conversación íntima, de un viaje compartido...
Una persona sencilla goza y es feliz con los pequeños detalles y regalos que le ofrece el día a día, con las personas a las que quiere y que le quieren, con la naturaleza que le rodea.
Una persona sencilla se muestra acogedora y ofrece su solidaridad con los marginados y excluidos, sin importarle lo que digan de ella, porque sabe que solo así será posible otro mundo más humano y fraterno, justo y en paz.
Una persona sencilla camina sonriente, feliz, humilde y confiadamente, junto a los demás, es decir, sobre la palma de la mano del Misterio diáfano de la Vida.

domingo, 3 de diciembre de 2017

La venta de esclavos en Libia sacude la cumbre de la UE y la Unión Africana.

Los países europeos y africanos acuerdan en Costa de Marfil intensificar la cooperación para erradicar las mafias de personas

Periodista Digital

Las imágenes sobre la venta como esclavos de inmigrantes subsaharianos en Libia han sacudido la cumbre Unión Europea-Unión Africana, que reúne en Abiyán (Costa de Marfil) a casi 110 delegaciones.
Este foro estaba pensado para hablar de la juventud, en un continente donde el 60 por ciento de la población tiene menos de 25 años, y de las oportunidades que deben tener en el futuro.
Pero, como relata Mariano Calleja en 'ABC', el escándalo de la trata de personas en el norte de África ha acaparado la atención de los líderes, pese a no ser un punto oficial del orden del día.
En una reunión en los márgenes de la cumbre «oficial», la ONU, la Unión Europea y la Unión Africana acordaron la creación de un grupo de trabajo para salvar vidas en el Mediterráneo y luchar contra las mafias de inmigración irregular, sobre todo en Libia.
En un comunicado conjunto se señala que el objetivo es «salvar y proteger las vidas de los inmigrantes y refugiados en las rutas de llegada a Europa, acelerar la asistencia a los retornados voluntarios a sus países de origen y reubicar a aquellos que necesiten protección internacional».
A instancias del presidente francés, Emmanuel Macron, los líderes de España, Francia, Alemania, Italia, Libia, Chad y Níger, además de la alta representante de política exterior de la UE y el secretario general de la ONU, se sentaron a la misma mesa para analizar el futuro de Libia y buscar soluciones urgentes, que pasan por acabar con las mafias de trata de personas.
Macron, en una entrevista a medios franceses en Abiyán, apostó por una operación militar y policial para desmantelar las redes de traficantes de inmigrantes en Libia y abogó por reforzar la operación militar contra el yihadismo en el desierto del Sahel, aunque no quiso entrar en detalles. «Hay que actuar, no solo denunciar», advirtió.
Según llegaron al lujoso hotel, en medio de la humildad de Abiyán, donde se celebró la cumbre, los dirigentes políticos se refirieron con preocupación a la situación en Libia. Tenían por delante dos jornadas para demostrar que se puede pasar de las palabras a los hechos y avanzar en las soluciones. La Unión Europea llevó a Costa de Marfil su plan para alcanzar inversiones por valor de 44.000 millones de euros hasta 2020. Un proyecto, inspirado en el «Plan Juncker» para Europa, con el que se pretende mejorar la situación de los países de origen de la inmigración ilegal, su calidad de vida en definitiva, y animar así a sus jóvenes a no emprender el «peligroso viaje» hacia Europa de forma irregular, en busca de una vida mejor.
El futuro de los jóvenes
Las medidas son cada vez más urgentes, en un continente donde la demografía ejerce una fuerte presión, y donde hay países, como Níger, que doblan su población cada 14 años. Ahora mismo la población africana es de 1.200 millones de personas (15 por ciento del total mundial), y se prevé que en 2050 alcance los 2.400 millones (26 por ciento), y en 2100 llegará al 39 por ciento del total del mundo, según estimaciones de Naciones Unidas. En el periodo de 2010-2015, mientras la tasa de fertilidad global fue de 2,51 hijos por mujer, en África fue de 5,1.
El futuro de la juventud, y los flujos migratorios hacia Europa para huir de la pobreza o de las guerras, están unidos. Eso sí, solo el 20 por ciento de las migraciones se dirigen a Europa. La mayor parte de los movimientos son dentro del continente africano. Desde la Unión Africana, se pidió directamente a Europa que invierta en su juventud, para frenar así el éxodo, masivo y a menudo trágico, de un continente a otro.
Nada más llegar a la cumbre, la canciller alemana, Angela Merkel, que se encuentra en plenas negociaciones para intentar formar Gobierno, subrayó la necesidad de acabar con el tráfico de personas y la esclavitud, y planteó como solución la creación de una ruta legal para que los africanos alcancen Europa de forma segura, algo que defendió también el presidente Rajoy. El saludo entre ambos fue tan cordial como siempre.
En la cumbre, los dos oradores principales en la sesión sobre la migración fueron el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, por parte europea, y el Rey Mohamed VI, por parte africana. En una intervención a puerta cerrada, Rajoy expuso la experiencia española, basada en la cooperación con los países de origen y de tránsito, que ha sido asumida ya por la UE. Rajoy puso como ejemplo de cooperación la relación entre España y Marruecos y subrayó la necesidad de reforzar la lucha contra las mafias para desmantelar su «perverso» negocio. «Son responsables de las recientes imágenes que están en la mente de todos», afirmó, en alusión a la venta de esclavos.
En Abiyán se produjo un hecho insólito, pues fue la primera vez que coincidieron en una cumbre, y además en la misma sala, el Rey de Marruecos y el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali.

viernes, 3 de marzo de 2017

La Iglesia mexicana pide "poner un freno al racismo, al odio y al terrorismo del indigno presidente norteamericano".


Acusa a Peña Nieto de "sumisión" frente al "terrorismo migratorio" de Trump
Las redadas contra indocumentados han sembrado "miedo" y desatado "una verdadera psicosis"


Jesús Bastante

Nuestros hermanos inmigrantes no tienen quién los defienda ni a quién acudir; están huérfanos y no saben qué hacer, pues no confían en un gobierno que es el causante de su exilio; a la clase política no le interesa su suerte

Los obispos de la frontera EEUU-México, con los migrantes


(Jesús Bastante).- "Las autoridades mexicanas no aciertan a actuar, no hacen más que declaraciones y promesas; son tibias sus reacciones, muestran también miedo, y peor aún, sumisión". La Iglesia mexicana, a través del semanario Desde la Fe, ha arremetido contra el Gobierno de Peña Nieto, a quien acusa de "sumisión" ante las medidas migratorias de Donald Trump, que la revista católica tilda de "terrorismo".

El editorial es duro desde su mismo título, "Terrorismo migratorio". En el mismo, se denuncia cómo "lo que hace el señor Trump no es sólo la aplicación de un legalismo inhumano, sino un verdadero acto de terror".

Las redadas contra indocumentados han sembrado "miedo" y desatado "una verdadera psicosis" entre los mexicanos que residen en Estados Unidos, añade el semanario. Y es que, señala, las amenazas del candidato se han cumplido ya como presidente. "Todo mexicano indocumentado será deportado sin miramiento alguno, sin ningún respeto a su dignidad humana, sin tomar en cuenta sus derechos fundamentales, sin importar en qué situación quede su familia. Todos serán tratados como criminales y enviados a México; pero no sólo eso, también serán devueltos a nuestro país los inmigrantes no mexicanos que hayan cruzado por nuestro territorio".

Mientras tanto, "nuestros hermanos inmigrantes no tienen quién los defienda ni a quién acudir; están huérfanos y no saben qué hacer, pues no confían en un gobierno que es el causante de su exilio; es más, se han dado cuenta que a la clase política no le interesa su suerte", denuncia el semanario.

Para Desde la Fe, "no vemos firmeza en la defensa de nuestra soberanía; no vemos dignidad en el trato con nuestro vecino del norte; no vemos estrategias eficaces para ayudar a nuestros connacionales; no vemos altura ni inteligencia en los responsables de atender esta crisis humanitaria".

El editorial concluye apuntando cómo tanto los obispos de México como los de EEUU "hacen un gran esfuerzo por atender esta crisis", y el propio Papa "ha hecho varios pronunciamientos". "Pero hace falta mucho más, y se echa de menos no sólo la solidaridad nacional, sino también la solidaridad internacional para poner un freno al racismo, al odio y al terrorismo del indigno presidente norteamericano".



Editorial de Desde la Fe:

Terrorismo migratorio


Donald Trump amenazó como candidato, y ahora lo cumple como Presidente de los Estados Unidos: los mexicanos indocumentados, todos, sin excepción, serán deportados. Pero no sólo aquéllos que tienen algún antecedente penal -lo cual podría ser comprensible-, sino cualquiera que haya ingresado sin papeles, no importa si es un trabajador ejemplar, si paga sus impuestos y es parte del desarrollo de ese país. Todo mexicano indocumentado será deportado sin miramiento alguno, sin ningún respeto a su dignidad humana, sin tomar en cuenta sus derechos fundamentales, sin importar en qué situación quede su familia. Todos serán tratados como criminales y enviados a México; pero no sólo eso, también serán devueltos a nuestro país los inmigrantes no mexicanos que hayan cruzado por nuestro territorio.

Lo que hace el señor Trump, no es sólo la aplicación de un legalismo inhumano, sino un verdadero acto de terror. ¿Qué otro nombre se puede dar a las órdenes ejecutivas del presidente norteamericano, que autoriza realizar redadas de indocumentados, dando autoridad a todo policía local para actuar como agente migratorio?

Nuestros hermanos indocumentados tienen miedo, sus hijos sufren una verdadera sicosis, mientras las autoridades mexicanas no aciertan a actuar, no hacen más que declaraciones y promesas; son tibias sus reacciones, muestran también miedo, y peor aún, sumisión. Siguen esperando a que el mandatario norteamericano entre en razón, cuando ha demostrado, desde que era candidato, que lo suyo, su método, es justamente la sinrazón.

Nuestro gobierno continúa explicando lo del gasolinazo mientras el país arde en la violencia, la inestabilidad económica y la obscena corrupción; mientras nuestros hermanos inmigrantes no tienen quién los defienda ni a quién acudir; están huérfanos y no saben qué hacer, pues no confían en un gobierno que es el causante de su exilio; es más, se han dado cuenta que a la clase política no le interesa su suerte.

Mientras los partidos políticos y los altos funcionarios reciben inmoralmente miles de millones de pesos, y el gobierno gasta de forma irresponsable millonadas en su fallida publicidad, apenas se dan, sin hacer llegar los recursos a los consulados, unas migajas -mil millones de pesos- para atender esta emergencia humanitaria. Eso es lo que valen para el gobierno todos los mexicanos que anualmente envían casi 30 mil millones de dólares para aliviar la miseria de incontables de familias a las que nuestra clase política no ha sido capaz de brindar un desarrollo digno.

La cobardía no es prudencia, ni la estridencia es virtud; sin embargo, no vemos firmeza en la defensa de nuestra soberanía; no vemos dignidad en el trato con nuestro vecino del norte; no vemos estrategias eficaces para ayudar a nuestros connacionales; no vemos altura ni inteligencia en los responsables de atender esta crisis humanitaria. Se necesita pericia, experiencia, no aprendices donde hace falta verdaderos maestros del arte de la diplomacia, y sensibilidad humana y política.

Las comisiones episcopales de México y Estados Unidos hacen un gran esfuerzo por atender esta crisis. El Papa Francisco ha hecho varios pronunciamientos, manifestando su preocupación, y ha unido a estas dos iglesias para que trabajen juntas en favor de los indocumentados, pero hace falta mucho más, y se echa de menos no sólo la solidaridad nacional, sino también la solidaridad internacional para poner un freno al racismo, al odio y al terrorismo del indigno presidente norteamericano.



sábado, 28 de enero de 2017

“No hay justicia sin pan a los hambrientos, acogida a los extranjeros, cuidado a los encarcelados…”


Xabier Pikaza Ibarrondo

El problema de fondo es saber si hoy (año 2017) existe un Estado Legal, en ese sentido, capaz de garantizar la comida a todos los hambrientos, o si el poder real está en manos de un orden económico que no tiene en cuenta a los hambrientos.

Las seis tareas principales que han de cumplirse
"No hay justicia sin pan a los hambrientos, acogida a los extranjeros, cuidado a los encarcelados..."
"No pueden imponerse como ley, pero marcan el sentido de la Justicia"


...Y sin bebida para los pobres, vestido para los desnudos y curación para los enfermos. Así lo proclama Mt 25,31-46. Este pasaje expone las seis tareas principales de la justicia, pues el evangelio no les llama "obras de misericordia", como hará la tradición posterior, sino de justicia, en el sentido estricto de la palabra, como seguiré indicando:

Mt 25, 31-46 ofrece así la primera tabla de justicia social (universal), con los derechos y deberes de lo hombres, como indicaré de manera programática, exponiendo luego su sentido:

‒ No hay justicia si los hambrientos no comen… El derecho del hambriento a la comida es anterior a todas las leyes concretas. Un Estado que no se comprometa a alimentar a todos los que tienen hambre no es justo.

‒ No hay justicia si los sedientos no beben… Un Estado que (teniendo medios) no garantiza el agua a todos los ciudadanos no es un Estado de derecho, sino una asociación de delincuentes, al servicio del aprovechamiento social de algunos.

‒ No hay justicia si no se acoge y defiende a los extranjeros. Las formas concretas de hacerlo pueden variar... Pero si un estado no acoge y protege a los extranjeros deja de ser Estado de Derecho, para convertirse, a lo más, a una asociación de egoísmo compartido.

‒ No hay justicia si no se ofrece vestido (dignidad) a todos. También aquí pueden variar las formas de hacerlo, pero un Estado que no respeta y ofrece dignidad a desnudos (a los disidentes y distintos, a las minorías) termina convirtiéndose en una masa de delincuentes legalizados.

‒ No hay justicia si no se visita-cuida a los enfermos. Si el Estado no toma como prioridad el cuidado de los enfermos deja de ser Estado de Derecho y se convierte en una especie de nazismo más o menos barnizado de racionalidad, que se siente capaz de abandonar o expulsar a los menos fuertes.

‒ No hay justicia si no se visita, cuida y ayuda (re-educa) a los encarcelados. Frente a la ley del talión o la venganza que sigue imperando en muchos estados (y en la conciencia de muchos ciudadanos), un Estado que no es justo con los encarcelados, en línea de acogida y ayuda no es Estado de derecho.

Desde eso fondo he querido desarrollar aquí el argumento principal de mi conferencia en el CMU de Chaminade, Madrid, de la que hablé inicialmente ayer.



Éstas son obras de...

‒ Las "obras de Mt 25, 31-46 son obras de obras de justicia, como dice expresamente el texto, pues aquellos que las cumplen se llaman justos: “Entonces responderán los justos (dikaioi)”, es decir los de la derecha (25, 37), es decir, los que han dado de comer y beber a los necesitados. Al utilizar este lenguaje, el texto asume no sólo toda la tradición de la justicia del Antiguo Testamento (tsedaqa: ayuda a los necesitados), sino todo el mensaje de Jesús en el evangelio de Mateo, a quien podemos llamar el evangelio de la justicia (cf. Mt 5, 20 hasta 23, 23).

Por eso, en sentido estricto, las obras de Mt 25, 31-46 no son de “misericordia” separada, esto es, no tratan de algo que puede o no hacerse (de algo que queda a discreción de los hombres), sino expresión de la justicia de Dios, que se expresa en la vida de los hombres. Eso significa que esos dolores no remediados provienen de la injusticia de los hombres, de manera que el sufrimiento de los encarcelados, en el que culminan los seis males de la humanidad, puede y debe entenderse como signo de máxima injusticia.

Más aún, al interpretar esas obras como expresión de la “justicia mesiánica” (que, como hemos visto, está en el fondo de la vida y mensaje de Jesús), aquellos que no las cumplen corren el riesgo de destruirse a sí mismos (de caer en el fuego eterno). En ese contexto, para defender precisamente la misericordia, para darle toda su seriedad, ella debe situase en un contexto más alto de riesgo de juicio: Allí donde los hombres no “cumplen” esas obras, es decir, no se abren al continente de la misericordia, corren el riesgo de destruirse a sí mismo, de destruir la misma humanidad.

‒ Son obras de servicio, es decir, de diakonía, como dice expresamente la pregunta de los “condenados”: ¿Cuándo te vimos hambriento, sediento… y no te servimos” (kai ou diêkonêsamen soi?; 25, 44). No se trata pues de unas obras de tipo más o menos discrecional, sino de servicio interhumano, en el sentido radical de la palabra, en el centro del mensaje de Jesús de la tarea de la Iglesia.

En un sentido extenso, el Nuevo Testamento distingue entre el doulos o esclavo, que sirve por necesidad, es decir, por condición social, el diakonos o siervo, que es un hombre libre, que sirve a otros por su propia voluntad., aunque a veces los matices se solapan. Sea como fuere, Jesús aparece en el Nuevo Testamento como el gran servidor o diakonos, aquel que ha venido a servir a los demás, regalándoles la vida (cf. Mt 20, 28).



Aquí se expresa la gran revelación de este pasaje: El hombre está hecho para “servir a Dios”, sirviendo a los necesitados (en esa lista que va del hambriento al encarcelado), es decir, a los hombres y mujeres de su entorno, en un sentido universal, abierto a toda la humanidad. Servir es dar o, mejor dicho, darse para que el otro viva. Este descubrimiento de la solidaridad universal y del servicio concreto a los demás, como expresión y presencia de Dios (plenitud del hombre) constituye el mensaje central del evangelio.

En esa línea sigue siendo necesaria la advertencia final de juicio, con el riesgo de la destrucción eterna. El hombre es el viviente cuya realidad se expresa en forma de amor activo a los demás, en línea de servicio, de manera que allí donde unos hombres no sirven a los otros (empezando por los padres que sirven a sus hijos…), la misma humanidad corre el riesgo de destruirse a sí mismo. Como he dicho ya, en contra del lema latino fiat lex, pereat mundus (cúmplase le ley, aunque deba hundirse el mundo), hay que elevar aquí el principio más alto: fiat misericordia, ne pereat mundus (hágase misericordia, para que el mundo no pereza)… Los que no hacen misericordia corren el riesgo de perderse a sí mismos.

‒ Son obras de solidaridad y comunión humana, que se realiza a través de una salida (ir donde los necesitados: los enfermos y los encarcelados) y de acogida (de recibir, synagogein, a los extranjeros…). En este contexto evoca la palabra clave de la tradición judeo-cristiana de su tiempo, que es la de recibir y crear espacios de diálogo y convivencia, tal como se realizan especialmente a través de las “sinagogas” (pero no de unas pequeñas sinagogas judías, sino de la gran sinagoga de la humanidad, donde caben todos, empezando por los más pequeños).

La tradición cristiana ha puesto más de relieve la palabra “iglesia”, entendida en sentido más confesional, como asamblea en la que se reúnen los “convocados” y celebran el misterio de Jesús (cf. Mt 16,18 y 18,17). Pero en Mateo (y en la iglesia primitiva) sigue siendo fundamental la experiencia de la “acogida” humana, tal como se expresa por la palabra synagogein, sinagoga.

No se trata, pues, de ayudar simplemente desde fuera (como podría suceder en el caso de dar de comer y de beber), sino de acoger en el propio grupo, formando así comunión humana, un espacio de diálogo integral, superando las divisiones que se van estableciendo entre grupos y grupos. Así lo ha destacado 25, 35. 38. 43, poniendo de relieve la importancia de la “acogida”, como creación de un espacio de convivencia humana. Pues bien, en ese contexto, los que no acogen a los demás corren el riesgo de destruirse a sí mismos.



‒ Son finalmente obras de episcopado, en el sentido también radical de la palabra. Como estamos viendo, en un sentido radical, los representantes del sentido más profundo de la humanidad de Dios son los que sufren, los necesitados (de los hambrientos-sedientos a los enfermos-encarcelados). Pues bien, en sentido activo, los representantes del Dios salvador son los que hacen justicia, sirviendo a los otros y acogiéndoles. No se trata, pues, de dejar que las cosas sean, de dejar que el mundo siga siendo como era, sino de transformarlo desde la misericordia.

En ese contexto ha proclamado Jesús la palabra central del “episcopado”, es decir, del cuidado por los demás, tanto en referencia a los enfermos (me cuidasteis: 25, 35), como en referencia a los enfermos y encarcelados (25, 43), utilizando en ambos casos el verbo episkeptomai (tener cuidado de, ayudar), del que viene el sustantivo episcopos, obispo, que es una especie de “superintendente”, encargado del servicio mutuo en la comunidad. La iglesia posterior reservará el nombre y función de episcopos, obispo, a unos ministros especiales de la comunidad, que están al servicio de ella, en una línea que terminará siendo básicamente ritual y sagrada. Pero en este pasaje todos los seguidores de Jesús están llamados a ser obispos.

En ese sentido, la iglesia entera tiene un carácter “episcopal”, pues todos los cristianos responsables del cuidado de los demás (de los hambrientos, exilados, desnudos…), y en especial, de los enfermos y encarcelados. En esa línea, allí donde unos no cuidan a los otros se destruyen a sí mismos, quedando en manos del puro talión de ley, que se expresa en el infierno. Así culmina el sentido de estas obras que la iglesia posterior ha llamado de “misericordia”, obras que son mesiánicas y humanas (divinas) en el sentido radical de la palabra, pues expresan la presencia activa de Dios en el mundo.

No hay justicia si…

Ciertamente, la justicia legal de los estados y del sistema de "comercio" (mercado) del mundo no reconoce de hecho ni cumple estos seis principios (dar de comer, de beber, acoger a los extranjeros, vestir a los desnudos, cuidar a los enfermos y encarcelados...).

En esa línea podemos afirmar que no es justo el sistema económico mundial (no cumple esos seis principios), ni son justos los grandes estados como USA,China, Rusia a España... porque que presumen de leyes e instituciones judiciales. En principio esos estados, son representantes y defensores de la injusticia organizada.




En su forma actual, los estados de occidente dicen ser “estados de derecho”, que cumplen la justicia. Pero, conforme a la experiencia más honda de la Biblia (y en este caso de Mt 25, 31-46), podemos afirmar que ellos son en general injustos, porque ponen su economía, educación y bienestar al servicio de algunos, no de todos.

Ciertamente, las obras de Mt 25, 31-46 no puede imponerse como ley, por justicia coactiva, pero ellas están en el fondo de la mejor conciencia jurídica de occidente, de manera que quien no las cumple no puede llamarse sin más justo, en un plano personal y social.

Esas obras marcan el sentido de la justicia, tal como ha sido formulada por la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad) y las revoluciones sociales posteriores, como indica la Declaración de los Derechos Humanos (derecho a la educación, al alimento, a la casa, al trabajo y la asistencia sanitaria etc.) de manera que podría decirse:

‒ No hay justicia si los hambrientos no comen… El derecho del hambriento a la comida es anterior a todas las leyes concretas y a todas las normas de justicia estatal o social, como reconocen la misma declaración de los derechos humanos. Esto era algo inconcebible dentro de una justicia entendida en clave en clave grecolatina.

En esa línea, hay que afirmar que un Estado que no se comprometa a alimentar a todos los hambrientos no es justo no es justo, aunque diga ser un Estado legal. El problema de fondo es saber si hoy (año 2017) existe un Estado Legal, en ese sentido, capaz de garantizar la comida a todos los hambrientos, o si el poder real está en manos de un orden económico que no tiene en cuenta a los hambrientos, en contra del principio de la justicia misericordiosa de Mt 25, 31-46.

‒ No hay justicia si los sedientos no beben… Un Estado que (teniendo medios) no garantiza el agua a todos no es un Estado de derecho, sino una asociación política, al servicio del aprovechamiento social de algunos.

Pero también aquí el problema está en saber si el Estado (todos los estados) tienen medios para garantizar el agua para todos los necesitados, o si el Estado ha hecho dejación de autoridad, pues el tema real del agua, como el de la comida, no depende ya de un estado concreto, sino de la economía mundial. Sea como fuere, allí donde una serie de hombres y mujeres no tienen acceso al agua no puede hablarse de justicia real sobre el conjunto de la tierra.



‒ No hay justicia si no se acoge y defiende a los extranjeros. Las formas concretas de hacerlo pueden variar, pero si una determinada formación política no acoge y protege a los extranjeros deja de ser Estado de Derecho, para convertirse, a lo más, a un grupo de justicia particular. Conforme a Mt 25, 31-46, el que dice “tuve hambre…, fui extranjero” no es el miembro concreto de un Estado, sino un hombre o mujer sin más, por encima de los estados concretos.

En esa línea, conforme a Mt 25, 31-46 una justicia estatal que no reconoce el derecho de los extranjeros ni les ofrece unos espacios de acogida no es justo, de manera que los individuos concretos (los grupos humanos) pueden elevarse en contra de ese Estado, pues los derechos y deberes de cada persona están por encima del mismo Estado.

‒ No hay justicia si no se garantiza vestido (dignidad) a todos los hombres. Las formas de hacerlo serán también distintas, en cada circunstancia, pero la dignidad (vestido, educación) de los desnudos o desprotegidos ha de ser principio, fuente de inspiración, de toda justicia, de manera que está por encima de las leyes particulares de un Estado o del mismo orden económico mundial.

En ese sentido, las obras de misericordia/justicia que se deben a cada ser humano en cuanto necesitado tienen prioridad sobre todas las leyes particulares de la economía mundo o de los estados. En esa línea podemos afirmar que no existe Estado de derecho (es decir, un Estado justo) si no se compromete a cumplir esos principio (ofrecer alimento, acogida, dignidad, servicio sanitario y espacio de reeducación) a los necesitados (hambrientos, extranjeros, enfermos, encarcelados). El Estado ha de estar al servicio de eta justicia superior, y no a la inversa.

‒ No hay justicia si no se visita-cuida a los enfermos. Si el Estado, que asume la autoridad legal sobre un territorio y/o grupo de personas no toma como prioridad el cuidado de los enfermos deja de ser Estado de Derecho y se convierte en una institución para el servicio particular de algunos privilegiados o del sistema económico.

Ciertamente, no todos los estados del mundo reconocen este principio “supra-legal”, de manera que algunos (como USA) tienden a dejar el servicio sanitario en manos del dinero de los particulares (condenando a los pobres a la enfermedad y a la muerte). Pero ese principio ha sido fijado de una vez y para siempre en Mt 25, 31-46, como fuente y base de toda ley particular, de manera que allí donde no se cumple los hombres corren el riesgo de destruirse a sí mismo.

‒ No hay justicia si no se visita, cuida y ayuda (re-educa) a los encarcelados. Frente a la ley del talión o la venganza que sigue imperando en muchos lugares, un Estado que no ponga de relieve la exigencia de visitar (de acompañar, cuidar…) los encarcelados, en línea de acogida y ayuda, no es Estado de derecho, termina siendo injusto.

En esa línea, unas acciones y gestos que en otro tiempo se concebían como pura misericordia han de concebirse hoy como obras de justicia, como había presentido Mt 25, 31-46 al llamarlas obras de justicia. Según eso, unos gestos que en otro tiempo aparecían como “religiosos” han venido a convertirse en expresiones de justicia racional, dentro de un Estado concebido como defensor de los derechos de todos los ciudadanos.



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Fuente: periodistadigital

sábado, 14 de enero de 2017

Este año pasará a la historia como un punto de inflexión para el mundo.


Periodista Digital

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001 y profesor de Economía en la Universidad de Columbia, cree que este año pasará a la historia por ser el punto de inflexión que marque el devenir de EEUU y del mundo.

Quizá una nueva era en la que las políticas que se han aplicado en las últimas décadas pasen a la historia en favor de nuevas medidas que viren hacia el lado opuesto a las actuales (La inteligencia de EEUU filtra que Rusia chantajea a Trump con 'una perversión sexual').

Stiglitz explica en Project Syndicate que "las políticas que hemos usado para dirigir la globalización han sembrado las semillas de su propia difamación. Irónicamente, un candidato del mismo partido que ha fomentado con mayor fuerza la integración financiera y comercial del mundo ha ganado las elecciones en EEUU prometiendo deshacer ambas cosas". 

Parece que las políticas de Donald Trump empiezan a contar con el beneplácito de una parte cada vez mayor de la sociedad e incluso algunos economistas y organismos de prestigio.


"No obstante, sus políticas pro-crecimiento pueden verse minadas si sus propuestas fiscales (bajar impuestos) incrementan la desigualdad, si comienza una guerra comercial o si EEUU abandona sus compromisos para reducir las emisiones". 

Trump no puede cambiar el avance

Además, la globalización parece irreversible:


"China e India están ahora integradas en la economía global, la innovación tecnológica está reduciendo el número de trabajos en el sector industrial de todo el mundo. Trump no puede recrear esos puestos de trabajo bien pagados que se vieron en décadas pasadas; el sólo puede fomentar el crecimiento de la industria avanzada, la cual requiere un capital humano muy bien formado y que encima no es intensiva en factor trabajo".

Las políticas comerciales que promete Trump y su posición política a nivel internacional "podría destruir el orden internacional establecido desde la Segunda Guerra Mundial", sostiene Stiglitz, que también se pregunta qué ocurrirá si Putin intensifica los ataques sobre Ucrania, cuál será la respuesta de un Trump que quiere estrechar relaciones con el presidente ruso. 


"A medida que el poder de EEUU vaya reblandeciéndose en 2017 y más allá, el futuro del orden internacional será más incierto". 


"Con la llegada de Trump, y con los grandes partidos redefiniéndose, este año será recordado como el punto de inflexión para la historia de EEUU y el mundo".

jueves, 5 de enero de 2017

El Vaticano reconoce a Lutero como “un testigo del Evangelio”.


El Vaticano y el Consejo Mundial de Iglesias elaboran un texto común para el V Centenario de la Reforma
La Santa Sede reconoce a Lutero como “un testigo del Evangelio”
Los obispos españoles piden "dejar atrás la mutua desconfianza y las lecturas parciales y tendenciosas de la historia"


Jesús Bastante

"Separando lo que es polémico de las cosas buenas de la Reforma, los católicos ahora son capaces de prestar sus oídos a los desafíos de Lutero para la Iglesia de hoy, reconociéndole como un 'testigo del Evangelio'. Y así, después de siglos de mutuas condenas y vilipendios, los católicos y los luteranos en 2017 conmemorarán por primera vez juntos el comienzo de la Reforma".

Este es el texto consensuado por el Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias de cara a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que se celebra del 18 al 25 de enero próximo y que, este año, tiene como marco el V Centenario de la Reforma luterana.

En el mismo, tanto la Santa Sede como el CMI animan a "buscar la unidad durante todo el año", y ofrecen una serie de reflexiones conjuntas para la semana de unidad "y para todo el año" 2017. Un año cargado de esperanzas en el camino ecuménico.

Así, en la introducción al tema se destaca cómo en 1517 "Martín Lutero levantó preocupaciones acerca de lo que él consideraba abusos en la Iglesia de su tiempo haciendo públicas sus 95 tesis. 2017 es el 500 aniversario de este acontecimiento crucial en el movimiento de la Reforma que ha marcado la vida de la Iglesia occidental a lo largo de muchos siglos".

Un acontecimiento que, reconoce el texto, "ha sido un tema controvertido en la historia de las relaciones intereclesiales en Alemania también en los últimos años". Después de "extensos y a veces difíciles debates" sobre la conveniencia de "celebrar" una ruptura, se ha llegado a la conclusión que "si se pone el énfasis en Jesucristo y en su obra reconciliadora como centro de la fe cristiana, los interlocutores ecuménicos de la EKD (católicos romanos, ortodoxos, baptistas, metodistas, menonitas y otros) podrían participar en las celebraciones del aniversario".


"Si se tiene en cuenta que la historia de la Reforma se ha caracterizado por una dolorosa división, este es un logro muy considerable", constata el documento, que apunta al documento "Del conflicto a la comunión", elaborado por la Comisión Luterano-Católico Romana sobre la Unidad como crucial para entender el trabajo en pos de la unidad y para "llegar a un entendimiento compartido de la conmemoración". Así, "después de siglos de mutuas condenas y vilipendios, los católicos y los luteranos en 2017 conmemorarán por primera vez juntos el comienzo de la Reforma".

En este contexto del aniversario, el Consejo de las Iglesias de Alemania (ACK), invitado por el Consejo Mundial de las Iglesias, asumió la tarea de elaborar los materiales para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de este año. El comité, compuesto por una decena de miembros de distintas confesiones cristianas, asumió la tarea de conmemorar la Reforma luterana y abogar por la unidad, con dos énfasis: "por un lado, debería haber una celebración de la gracia y el amor de Dios, la «justificación de la humanidad a través de la sola gracia», reflejando la preocupación principal de las Iglesias marcadas por la Reforma de Martín Lutero. Por otro lado, también se debería reconocer el dolor por las profundas divisiones subsiguientes que afligieron a la Iglesia, hablar claramente de culpa y ofrecer una oportunidad para dar pasos hacia la reconciliación".

Finalmente, fue la Exhortación Apostólica del papa Francisco de 2013 Evangelii Gaudium («La alegría del Evangelio») la que aportó el tema de este año, al utilizar la cita: «El amor de Cristo nos apremia».

En el documento, las confesiones cristianas abogan por "ir más allá de nuestras oraciones por la unidad entre los cristianos", instando a un "testimonio común". "El mundo necesita embajadores de reconciliación que rompan barreras, construyan puentes, hagan la paz, abran puertas a nuevas formas de vida en el nombre de aquel que nos reconcilió con Dios, Jesucristo. Su Espíritu Santo nos conduce por el camino de la reconciliación en su nombre", se afirma.

Mientras se preparaba este texto (2015), "muchas personas e Iglesias en Alemania practicaban la reconciliación ofreciendo hospitalidad a los numerosos refugiados que llegaban de Siria, Afganistán, Eritrea y de países de los Balcanes occidentales, buscando protección y una nueva vida. La ayuda concreta y las importantes acciones que se llevaron a cabo contra el odio al extranjero fueron un claro testimonio de reconciliación para la población alemana. Como embajadores de reconciliación, las Iglesias ayudaron activamente a los refugiados a encontrar nuevas viviendas y, al mismo tiempo, intentaban mejorar las condiciones de vida en sus países de origen. Actos concretos de ayuda son tan necesarios como orar juntos por la reconciliación y la paz si queremos que aquellos que están escapando de situaciones terribles puedan tener algo de esperanza y de consuelo".

"¡Que la fuente de la gracia reconciliadora de Dios pueda manar en la Semana de Oración de este año, de modo que muchas personas puedan encontrar paz y se puedan construir puentes! ¡Que muchas personas e Iglesias sean apremiadas por el amor de Cristo a vivir vidas reconciliadas y a derribar los muros que dividen!", concluye el documento, llamado a proseguir un camino cuyo primer gran paso fue dado por Francisco en Lund, suscribiendo un documento conjunto con el presidente de la Federación Luterana Mundial.

Por su parte, en su mensaje para esta jornada, los obispos españoles subrayan esta celebración, destacando que "una de las notas más destacables de este centenario es que tiene lugar por primera vez en una época ecuménica, después de años de diálogo y de varios acuerdos teológicos alcanzados en temas importantes, habiéndose hecho un importante esfuerzo por dejar atrás la mutua desconfianza y las lecturas parciales y tendenciosas de la historia".

Para la Comisión de Relaciones Interconfesionales de la CEE, los viajes del Papa a Lesbos, junto al patriarca Bartolomé, su encuentro con Kirill en La Habana, la firma de un documento conjunto con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el Concilio Panortodoxo de Creta o el encuentro interreligioso celebrado en septiembre en Asís "nos impulsan a comprometernos con más fuerza en los diálogos ecuménicos en sus distintos niveles para llegar pronto a un mutuo reconocimiento de la validez de los sacramentos y del ministerio eclesial".

lunes, 20 de junio de 2016

Francisco sostiene que una parte de los matrimonios sacramentales "son nulos"


El Papa, a los jóvenes: "No deben casarse sólo porque dejaron a la chica embarazada"
Francisco sostiene que la gran mayoría de los matrimonios sacramentales "son nulos"
Bergoglio culpa a la "cultura de lo provisorio" de dañar la vida matrimonial

Redacción, 17 de junio

He visto parejas que luego de dos o tres años se han casado y yo los he visto entrar a la iglesia: papá, mamá, con el niño de la mano, pero sabían bien lo que hacían
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El Papa ha señalado que una gran mayoría de los matrimonios sacramentales "son nulos" mientras que ha advertido a los jóvenes de que no deben casarse solo porque dejaron a la "chica embarazada".

Francisco ha hecho estas declaraciones este jueves durante la apertura de un congreso diocesano en Roma (Italia), al responder a preguntas de un laico que se refirió a la crisis matrimonial y culpó a la "cultura de lo provisorio" de dañar la vida matrimonial.

Francisco ha señalado que casarse sólo por el embarazo no se debe hacer "porque tal vez no son libres". En este sentido, ha invitado a esperar. "He visto parejas que luego de dos o tres años se han casado y yo los he visto entrar a la iglesia: papá, mamá, con el niño de la mano, pero sabían bien lo que hacían", ha lamentado.

"La crisis del matrimonio es porque no se sabe qué cosa es el sacramento, la belleza del sacramento. No se sabe que es indisoluble, no se sabe que es para toda la vida", ha advertido.

El pontífice ha señalado "la importancia que se debe dar a la preparación para el matrimonio" y ha señalado que la "cultura de lo provisional" es un fenómeno que no solo afecta la vocación al matrimonio, sino también a la "vida sacerdotal y religiosa".


Nota del portavoz de la Santa Sede


"Una parte de nuestros matrimonios sacramentales son nulos", es la frase que el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, aclaró - por voluntad del papa Francisco - el viernes 17 de junio.

La explicación se enmarca en las declaraciones del Pontífice sobre los matrimonios nulos hechas el día anterior, jueves, durante el Congreso de la Diócesis de Roma, en la Basílica de San Juan de Letrán.

Según refirió el portal Il Sismografo.it, Lombardi indicó:

"Después de la tercera pregunta -hecha por un laico-, el Papa, en la respuesta dada ‘de manera improvisada' sobre la ‘cultura de lo provisorio', dijo oralmente: ‘por esto una gran mayoría de nuestros matrimonios sacramentales son nulos' (así aparece en la grabación), mientras que el texto de la Sala de Prensa de hoy señala: ‘una parte de nuestros matrimonios sacramentales son nulos'",

"¿Por qué este cambio? ¿Es una manipulación del Papa?", expresó el P. Lombardi.

"La respuesta es que -explicó-, cuando el Papa habla ‘de manera improvisada', espontáneamente, el texto transcrito es siempre objeto de una revisión por parte de quien es responsable del cuidado de los textos del Papa, para verificar la lengua o eventuales inexactitudes o puntos particulares que sea justo precisar. Cuando se tocan temas de un cierto relieve, el texto revisado es siempre sometido al Papa mismo".

Al respecto, "esto es lo que ha sucedido en este caso, por tanto el texto publicado fue aprobado expresamente por el Papa".

jueves, 16 de junio de 2016

Concilio Panortodoxo: cuando alguien falta a su palabra.


"No parece que un Concilio fragmentado transmita imagen de unidad"

Redacción, 16 de junio de 2016 

La Iglesia de Moscú no hizo ningún esfuerzo para que el proyecto del Concilio panortodoxo llegara a buen puerto.


Sínodo ortodoxo

(Pedro Langa).- A solo un día de la apertura del Concilio panortodoxo, siguen fluyendo declaraciones y desmentidos. Una pena, la verdad, el espectáculo al que estamos asistiendo esta última semana. Hasta la fecha, sin embargo, sale lo que me temía. Las preguntas, por eso, llegan con su carga de inquietud y temor, también de extrañeza y dolor: ¿Quieren las Iglesias ortodoxas todas este Concilio? ¿Lo han reflejado así desde el principio? ¿Estarían ahora mismo dispuestas al acatamiento conciliar? Un simple recurso a la hemeroteca puede que hiciera ruborizarse a más de un barbudo jerarca.

En el curso de una entrevista sobre los últimos desmarques, el metropolita de Mesenia, Chrysostomos Savatos, dejaba caer el pasado 7 de junio esta perla: «El Espíritu Santo iluminará las mentes de los primados. Debemos transmitir la imagen de la unidad». Mucho me temo que ni una cosa ni otra. Es el recurso del eclesiástico ante lo inevitable. A poco que Su Eminencia recuerde los estudios de teología, sabrá perfectamente que el Espíritu Santo no ilumina sino a quien se deja iluminar. Por otra parte, tampoco parece que un Concilio fragmentado transmita imagen de unidad. Si acaso, lo contrario. Y lo que hasta la fecha está saliendo al exterior es que hay sutiles manipulaciones tendentes a crear la ceremonia de la confusión. Que nadie nos venga luego con milongas.

Uno de los que más sutilmente lo ha dejado caer, aunque me temo que sin querer mojarse del todo, es Andrea Riccardi, historiador de la Iglesia y fundador de la Comunidad de Sant'Egidio. En entrevista con Vatican Insider (14/06/2016) sobre la decisión de no participar por parte de la Iglesia ortodoxa rusa, desmarcada ella también a última hora (13 de junio) ha dicho cuanto sigue: «Moscú permanece apegada a su dimensión imperial y no secunda la misión universal que sueña Bartolomé». Para Riccardi la decisión rusa «expresa y plasma la fragmentación de los ortodoxos encerrados en sus fronteras nacionales. Al contrario, el gran sueño del Patriarca ecuménico de Constantinopla, siempre ha sido el de sacar a la ortodoxia del tradicionalismo y del nacionalismo, para decir y anunciar algo al mundo».

Preguntado por qué está haciendo (la Iglesia ortodoxa rusa) que fracase este proyecto, Riccardi, que tiene buenos amigos en el Patriarcado de Moscú, responde: «En lo personal, no creo que el fracaso se deba completamente a una maniobra de los rusos. Creo, más bien, que al final la Iglesia de Moscú no hizo ningún esfuerzo para que el proyecto del Concilio panortodoxo llegara a buen puerto.

Me explico: una cosa es pensar que las divisiones, las nuevas dudas, las recriminaciones que provocaron la petición de postergar las fechas entre algunas Iglesias ortodoxas fueron ‘provocadas' por los rusos. Y no me parece así. Incluso porque si hubieran querido verdaderamente hacer que fracasara el Concilio, habrían podido hacerlo en la fase preparatoria. Otra cosa es, en cambio, constatar que, frente a las primeras defecciones, la Iglesia ortodoxa rusa no haya hecho nada para impedirlo o para resolverlo. Y esto es lo que me parece que ha sucedido, y no hay que olvidar tampoco las divisiones presentes en la misma ortodoxia rusa». Seguro que más de un lector, ante esta respuesta, podrá aprender bien del bueno de Andrea Riccardi, qué quiere decir eso de nadar y guardar la ropa. Y tampoco dejará de haber quien le recomiende acudir al oculista.

Porque, acto seguido, ante la sutil pregunta del periodista - "En otras palabras, usted dice que no actuaron para hacer que fracasara pero no hicieron nada para que saliera bien..."- no le duelen prendas en responder: «Exacto. Moscú decidió dejar correr las cosas, y demuestra que no le interesa mucho el Concilio. Demuestra que no siente la necesidad de esa dimensión universal que Bartolomé persigue, a pesar de la debilidad del Patriarcado de Constantinopla, una debilidad que representa su fuerza. Bartolomé quiere dar un nuevo impulso a la misión de la ortodoxia en el mundo, confrontándose con los problemas del mundo y enseñando el rostro de una Iglesia unida».

«Los rusos siguen pensando en términos de fronteras ‘imperiales' y dirigen sus miradas al confín de su gran país. Las otras Iglesias que decidieron abandonar el Concilio al último momento corren el peligro de convertirse en minorías nacionalistas y tradicionalistas en países que tienen crisis demográficas y en los que cobran fuerza grupos de cristianos protestantes. Estamos frente a una grave crisis de la ortodoxia». Y tanto. Como que al metropolita Hilarión se le impidió hace poco entrar en Ucrania, que es donde está la madre del cordero del problema conciliar afrontado por Moscú. Seré más explícito.

Ahora mismo, cuando faltan horas para que se abra en Creta el Concilio panortodoxo,declinan acudir a él las Iglesias de Bulgaria, Antioquía, Serbia, Georgia y Moscú. Excepto Antioquía, las demás son Iglesias de área eslava. Afines en tal sentido a la Iglesia ortodoxa rusa. Si el metropolita Hilarión hubiera puesto tanto empeño en convencer a estas Iglesias para estar presentes en Creta como el que se trae con la zarabanda del consenso, es más que probable que el Concilio no hubiera conocido ninguna fisura; ninguna. Si eso no es dejar que las cosas corran a su aire y evitar poner remedio a tiempo, que baje Dios y lo vea. Dejémonos de historias que, más que aclarar, confunden. Si la Iglesia ortodoxa rusa quería de verdad acudir al Concilio, tiempo tuvo para convencer a los morosos o remisos o indolentes.

Pero no todo ha sido bailarle el agua al patriarca Kirill y al metropolita Hilarión. Valgan de ejemplo los testimonios de dos pesos pesados alineados con el Patriarcado Ecuménico. El primero es del 10 de junio, en el portal electrónico Romfea.gr. Teodoro II, patriarca de Alejandría y de toda el África, pedía a las Iglesias ortodoxas participar en el Concilio. Y en entrevista a la estación de radio 98,4, calificaba de histórico dicho Concilio, declarando también, ya de pasada -ojo-, que la Iglesia ortodoxa debiera estar lejos de intereses políticos, nacionales y raciales. A título de ejemplo, citó la Iglesia católica y el papa Francisco.

Y fue más lejos aún: « Es imposible imaginar que, al último momento, en razón de aspiraciones personales y de la amargura hacia el puesto del primado y el rol de coordinador del que goza el patriarca de Constantinopla, no venir al Concilio, aun cuando la decisión fue tomada por unanimidad! ». Y así proseguía Teodoro II todavía más contundente: « Es impensable hoy, cuando el mundo sufre, plantear la cuestión de saber quién se sienta dónde. Es difícil para toda la Iglesia decir « no », revocar su decisión», añadió el patriarca, para proponer seguidamente a los primados que expresan puntos de vista sobre la superioridad de ciertos pueblos, levantarse de sus sillas ornamentales y visitar África para que así comprendan el significado de los pobres y de los humildes de Cristo». Se podrá decir más alto, desde luego, pero no más claro. La cita del papa Francisco más arriba lo viene a corroborar cumplidamente.

Dos días después de Teodoro II, salía a la palestra en nombre de la Iglesia ortodoxa griega, su beatitud Jerónimo, arzobispo de Atenas y toda Grecia para opinar sobre la ausencia de ciertas Iglesias en el Concilio panortodoxo. Y a fe que tampoco se mordió la lengua expresando reproches indirectos a las Iglesias que declaran su ausencia del santo y gran Concilio en Creta. Su censura fue recogida por el periodista griego Georges Ferdis (diplomado del Instituto San Sergio) para el sitio griego Orthodoxia.info. « Puesto que nosotros hemos decidido comúnmente que el Concilio tendrá lugar, ¿cómo es que ahora cada uno puede decidir que él no vendrá?», se pregunta Jerónimo desde Chios, donde está pasando unos días.

Tras abogar por que el Concilio se desarrolle normalmente, con independencia de las ausencias, Jerónimo hizo saber claramente que la Iglesia de Grecia participará según lo convenido. Y prosiguió sin ambages: « ¡Estoy asombrado! Y lo digo porque nosotros decidimos comúnmente que el Concilio tendría lugar. ¿Cómo es eso de que ahora cada uno puede decidir que no vendrá? Cada uno es libre de decidir aquello que quiere, por supuesto. Pero, desde otro punto de vista, el Concilio no es panortodoxo, él es llamado «santo y gran Concilio». Por consiguiente, todos cuantos seamos (estemos presentes), haremos este Concilio».

Lo del sociólogo ruso Roman Silantyev -ex secretario ejecutivo del Consejo Interreligioso de Rusia y actual miembro del Departamento de Relaciones con las Iglesias Externas del Patriarcado de Moscú (es decir, un adjunto a Hilarión) a la agencia de noticias rusa Interfax, sosteniendo que los problemas que siguen amenazando a la organización del Concilio panortodoxo que debe celebrarse esta semana se han podido prever por presiones pro-estadounidenses -e incluso pro-islamistas- ejercidas sobre el Patriarcado de Constantinopla, tiene, hoy por hoy, poco recorrido. Dejemos a Obama en paz, que bastante penitencia tiene con haber dejado a la sufrida negritud de sus ancestros a los pies de los caballos, o carros de combate del ISIS. Y en cuanto a Erdogán, el asunto del jet derribado, junto a Siria, motivo del traslado de la sede del Concilio de Estambul a Creta, denota que su santidad Bartolomé I en ningún momento dio su brazo a torcer.

Eso de mandar recaditos por un subalterno no le ha de reportar ningún bien a su eminencia Hilarión, no señor. Sabe muy bien Hilarión, y lo sabe Kirill que no es rompiendo el cerco de la unanimidad, por donde podían ganarse el aplauso de las otras Iglesias ortodoxas, que, sin plegarse a caprichos, han decidido tirar hacia adelante, cueste lo que cueste, aunque tengan que subir las gradas del altar con la lengua fuera. El tiempo nos dirá quién tenía razón. Pero el testimonio de Teodoro II y el de Jerónimo II son irrebatibles. Sencillamente dicho con su beatitud Jerónimo: la palabra, una vez dada, hay que cumplirla. Pero con esto, estamos metidos de lleno en el corazón de la Sagrada Escritura.


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viernes, 10 de junio de 2016

Fanatismo chileno: encapuchados saquean una iglesia y destrozan un crucifijo.


Iglesia y Gobierno condenan el ataque, dentro de las protestas estudiantiles
Encapuchados saquean una iglesia y destrozan un crucifijo en las calles de Santiago de Chile
Ezzati: "Matemos el odio antes que el odio mate el alma de Chile"

Redacción, 10 de junio de 2016 

"Estamos de acuerdo con las manifestaciones pacíficas, pero no podemos tolerar tanta violencia" dicen los salesianos


Encapuchados, en el crucifijo por las calles de Santiago


Un grupo de encapuchados entró por la fuerza en la iglesia de la Gratitud Nacional,en el centro de Santiago de Chile, donde destruyó diversos objetos, además de robar artículos religiosos, entre ellos un gran crucifijo que fue destrozado en la vía pública.

Entre 10 y 15 sujetos entraron en la iglesia tras forzar las puertas, extrajeron imágenes religiosas y un crucifijo, que después destruyeron totalmente en plena Alameda de Santiago. Parlamentarios de diferentes sectores han condenado el hecho y han afirmado que no está relacionado con las demandas de los estudiantes. Según destaca el intendente David Morales, "en el último tiempo (no se ha producido) una marcha con los niveles de violencia como la marcha del día de hoy", informa el portal BioBioChile.

Bajo las consignas "Chile se cansó" y "A cambiar la mala educación", las principales organizaciones de estudiantes de Chile encabezaron el llamado a la movilización este jueves, lo que se suma a la lista de acciones emprendidas en las últimas semanas. "Educación pública, gratuita y de calidad" ha sido el principal motor que ha impulsado a los estudiantes en Chile a retomar las calles de Santiago.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, condenó hoy el ataque realizado por un grupo de encapuchados a una iglesia de Santiago, en medio de una manifestación estudiantil, y anunció acciones legales en contra de quienes resulten responsables.

"La violencia, con o sin capucha, es inaceptable, por lo tanto nosotros vamos a tomar las medidas que correspondan respecto a la gente que hace este tipo de actos vandálicos", señaló la mandataria.

El episodio fue uno de los más violentos que dejó este jueves la protesta estudiantil, que congregó a unas 150.000 personas, según sus organizadores, y terminó con un saqueo a la Iglesia de la Gratitud Nacional, ubicada en la Alameda, la principal avenida de la capital chilena.

El ministro del Interior, Mario Fernández, visitó en horas de la tarde el monumento nacional afectado y confirmó a los periodistas que el Gobierno interpondrá una querella por los daños ocurridos.

El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati lamentó el ataque que sufrió la Iglesia Gratitud Nacional, ocurrido en medio de una movilización estudiantil.

"Reafirmo una preocupación profunda. La preocupación por reconstruir el diálogo y la paz en nuestra sociedad actual (...) Estos hechos violentos -que lastimosamente se hacen cada vez más frecuentes- evidencian una crisis de la conciencia nacional. Por ello quiero volver a repetir las palabras que en otro tiempo pronunció mi predecesor, el cardenal Raúl Silva Henríquez: 'Matemos el odio antes que el odio mate el alma de Chile'". expresó.

En ese sentido, el líder de la iglesia católica añadió que "con humildad y serenidad pido a quienes están realizando estos tipos de actos, que reflexionen sobre la necesidad de que exista respeto entre todos nosotros".

Ezzati expresó su intención de hacer un "llamado amplio, a toda la comunidad nacional, a que nos detengamos y pensemos seriamente: ¿Cuáles son las causas más profundas de este desencanto y de este clima de violencia?"

"Ciertamente hay causas profundas. Tenemos que saber escucharlas y discernirlas. En el Chile de hoy hay serias situaciones de injusticia social, que no deberían existir. Hagamos el esfuerzo de volver a dialogar sobre nuestra vida en comunidad".

Por último, dijo que "esta invitación es también para el movimiento estudiantil. Estos días he podido escuchar sus demandas. Entiendo profundamente sus aspiraciones, y los animo a no apagarlas. Pero al mismo tiempo, me pregunto si sería posible que estas aspiraciones se concreten cada vez más en acciones de diálogo, que faciliten mayormente un camino de progreso".


Finalmente, la comunidad Salesianos Alameda condenó duramente los daños que encapuchados provocaron al interior de la Iglesia de la Gratuidad Nacional en el marco de una nueva marcha convocada por la Confech en el centro de Santiago.

Esto, luego que un grupo de encapuchados forzara una de las entradas para posteriormente robar y destruir una serie de imágenes religiosas, entre ellas un crucifijo.

Ante este escenario, el párroco de la Iglesia de la Gratitud Nacional, condenó el robo y la destrucción de imágenes que sufrieron por parte de encapuchados en el marco de la marcha convocada por la Confech en el centro de Santiago.

"Estamos de acuerdo con las manifestaciones pacíficas, pero no podemos tolerar tanta violencia. Condenamos con mucha fuerza este tipo de situaciones, los sucesos que se repiten semanalmente en el centro de Santiago, uno no puede estar de acuerdo con lo que está pasando", sentenció.


martes, 3 de mayo de 2016

Falleció el jesuita que se opuso a la guerra de Vietnam.


Poeta y activista de la noviolencia
Fallece Daniel Berrigan, el jesuita que se opuso a la guerra de Vietnam
A los 94 años de edad

Redacción, 01 de mayo de 2016.

Daniel Berrigan, un sacerdote jesuita famoso por su activismo contra la guerra en Vietnam, murió a los 94 años, anunciaron fuentes cercanas al religioso este sábado. Berrigan, junto a su hermano Philip, lideró a activistas católicos hacia los centros de reclutamiento en Maryland e incendió los archivos, una dramática acción que ayudó a incrementar las protestas contra la guerra en todo el país.

Los hermanos fueron juzgados y condenados por destruir propiedad estatal, pero cuando debieron ir a prisión pasaron a la clandestinidad, siendo luego apresados.


Al salir de prisión en 1972, Berrigan, también poeta y dramaturgo, continuó sus protestas en los años 80.

Trabajó en distintas instituciones, desde el Union Seminary, a la universidad Loyola en Nueva Orleans, Columbia, Cornell, Yale y Fordham, la universidad jesuita en el Bronx de Nueva York.

También escribió una cincuentena de libros, 15 de ellos de poesía, que le valieron el premio Lamont.

(RD/Agencias)

sábado, 19 de marzo de 2016

La religión de los corruptos.


por José Mª Castillo

Es un hecho que, en España y fuera de España, abundan los corruptos mucho más de cuanto podíamos imaginar. Como es un hecho igualmente que, en España y fuera de España, abundan también los ciudadanos que, no sólo son corruptos (comprobados y documentados), sino que, además y junto a su corrupción, son ostensiblemente religiosos. Yo me atrevería a decir que los corruptos religiosos son (o somos) legión. Lo estamos viendo todos los días. Y lo vamos a ver, con incienso de sacristía. Y con lujo y música de trompetas y tambores, en las próximas celebraciones de la semana santa. Individuos que roban, mienten, se quedan con el dinero de otros y, al mismo tiempo, ahí los tienes, besado “cristos” y “vírgenes”, luciendo túnicas y capirotes de penitencia, asistiendo, tan devotos ellos, a ceremonias sagradas, etc, etc.

¿Cómo se explica que religión y corrupción hayan llegado a ser dos prácticas, dos tradiciones, dos convicciones tan vinculadas la una a la otra? ¿No será porque la una y la otra se necesitan mutuamente? Más aún, ¿no ocurrirá este extraño maridaje porque religión y corrupción se potencian mutuamente?

La tradición cristiana se ha interesado por este asunto más de lo que algunos se imaginan. El Evangelio afirma de forma tajante: “No podéis servir a Dios y al dinero” (Mt 6, 24). Que, en realidad, viene a decir: “No podéis dar culto a Dios y al dinero”. Dar culto a Dios no es simplemente rezar o ir a misa. Dar culto a Dios es hacer lo que Dios quiere. El problema está en que hay mucha gente que reza y va a misa, pero, en los asuntos más serios de la vida, no hace lo que Dios quiere, sino lo que más le conviene para sus intereses de dinero y ganancia. Teniendo en cuenta que la codicia del dinero se canaliza y se gestiona siempre mediante el poder del que tiene, que usa, abusa y explota al que no tiene. Por supuesto, varían las formas de hacer esta macabra y canallesca gestión. Pero, a fin de cuentas, siempre es esto lo que se hace.

Entonces, y en definitiva, ¿en qué consiste la religión de los corruptos? Consiste en el empeño absurdo por hacer posible lo que es imposible. A saber, pretender servir a Dios (en el rezo, en la misa, en las devociones...), siendo al mismo tiempo un corrupto, un tramposo, un embustero, un hipócrita, que no tiene más remedio que ocultar lo que es y lo que hace. Que no es otra cosa que pretender la cuadratura del círculo. Servir a Dios, sirviendo al dinero, aunque eso se haga a costa de quedare con lo que es de otros, con lo que daña sobre todo a los más indefensos, a los más desamparados.

Naturalmente, para vivir entregado a una tarea, tan vergonzosa y repugnante, se necesita astucia y desvergüenza. Pero se necesita también echarle al asunto una buena dosis de “religión”. Porque la religión tranquiliza la conciencia del tramposo. Y ayuda a que semejante individuo tenga buena imagen. Por esto, ni más ni menos, ocurre - con tanta frecuencia - que religión y corrupción se necesitan mutuamente. Y se potencian la una a la otra. Y si no, ¿por qué ocurre, con tanta frecuencia, que las gentes y los grupos más corruptos son precisamente los que más defienden los intereses de la religión? No vendría mal que, en los próximos días de semana santa, además de rezar y ver santos, dedicásemos algún tiempo a pensar en serio la dosis de corrupción, que hay en nuestra vida, y que, no raras veces, ocultamos (ante los demás y ante nosotros mismos) mediante la excelente tapadera que puede ser la religión .