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martes, 13 de noviembre de 2018

El odio y la guerra en Estados Unidos.


Alejandro Nadal

Donald Trump y Barack Obama advirtieron en repetidas ocasiones que las elecciones legislativas de este pasado martes en Estados Unidos serían las de mayor consecuencia en la historia de ese país. Tenían razón. Pero cuando se apuntó que los comicios serían una especie de referéndum nunca se dijo que el tema más profundo, el de la guerra y la paz, estaría ausente de esta jornada electoral.

Unos días antes de las votaciones para renovar el Poder Legislativo en Estados Unidos, el economista Paul Krugman señaló que el odio estaría en las boletas electorales. Ganador del Premio Nobel de Economía, Krugman tiene una columna en el New York Times y es una de las voces más influyentes en su país. Sin duda tenía razón, pero paradójicamente le faltó agregar que las guerras de su país no tienen cabida en el debate electoral. Ese hecho revela que en la sociedad estadunidense el patriotismo se ha convertido en una enfermedad que ha infectado a demócratas y republicanos por igual.

En el más reciente informe sobre operaciones bélicas dado a conocer por la Casa Blanca, se señala que las fuerzas armadas de Estados Unidos están peleando siete guerras. (El informe). Las operaciones van desde Afganistán e Irak, hasta Siria, Yemen, Somalia, Libia y Níger. Esas intervenciones se llevan a cabo bajo la Autorización para el empleo de la fuerza armada, promulgada en 2002, a unos meses de los atentados contra las Torres Gemelas. Según la Casa Blanca, las operaciones se llevan a cabo en contra de Al Qaeda, las fuerzas del Estado islámico (ISIS), Al-Shabaab y, por último, la red de fuerzas fieles al talibán. Las hostilidades ocupan todo el territorio de lo que la administración Obama definió como el arco de inestabilidad.

Al día de hoy, las bajas militares sufridas por las fuerzas estadunidenses en Afganistán (desde que se inició esa guerra en 2001), llegan a 2 mil 415. En Irak las bajas alcanzan 4 mil 497 muertes y más de 32 mil heridos. Los decesos de civiles iraquíes ascienden a 1 millón 455 mil 590. No existe una cifra confiable sobre las muertes de civiles en Afganistán, pero esa guerra es ya la de mayor duración en la historia de Estados Unidos. Y según cualquier indicador que quiera usarse, Washington no está ganando la guerra en Afganistán. Habría que decir que ya nadie sabe bien lo que significaría una victoria en ese conflicto.

Pero cuidado con dirigir algo que se parezca a una crítica a estas operaciones bélicas, porque en Estados Unidos el tema del patriotismo y los jóvenes en uniforme es sacrosanto. El pueblo simplemente ha sido acondicionado para adorar a los héroes que llevan el uniforme. Basta observar el fervor patriotero en cualquier encuentro deportivo para darse cuenta. Hasta la sátira política de Comedy Central y Saturday Night Live, tan aguda como irreverente, se cuida mucho de criticar el despliegue militar del imperio para no despertar la furia del público.

El presupuesto militar en Estados Unidos, aprobado en agosto, es de 717 mil millones de dólares (mmdd). Es el más importante en la historia de ese país y nadie dice nada sobre este tema. Aun recortándolo a la mitad, ese gasto militar sería superior al de Rusia, China, Irán y Corea del Norte juntos. Solamente el incremento de 200 mmdd autorizado por Trump podría garantizar educación pública gratuita a nivel universitario a toda la población escolar de Estados Unidos. Los principales beneficiarios son las grandes compañías, como Raytheon, Boeing, Northrop-Grumman, Lockheed-Martin y General Dynamics. El desvío de recursos hacia la industria militar ha contribuido en el pasado a la pérdida de competitividad de la industria estadunidense, pero a nadie se le ocurre cuestionar la política exterior de Washington basada en la idea de un estado de guerra permanente.
Al electorado estadunidense le preocupa primordialmente el régimen de acceso a la salud, los impuestos y los migrantes. Aquí es donde Trump ha echado leña a la hoguera, infundiendo miedo con el espectro de una caravana de unos 5 mil migrantes centroamericanos que lentamente se abre paso a través del territorio mexicano rumbo a la frontera con Estados Unidos. El delirante Donald no escatima recursos retóricos y habla de hordas y hasta de una invasión que amenazaría la integridad de la frontera sur de su país. Su desplante electorero de enviar entre 5 mil y 15 mil efectivos armados a la frontera sur puede llegar a costar más de un centenar de millones de dólares. Pero la preocupación de los demócratas fue más por el efecto sobre las elecciones que sobre el tema del empleo del ejército, no fuera a ser que el electorado llegara a pensar que están criticando a los chicos y chicas en uniforme que luchan por la patria.
Los dirigentes del Partido Demócrata han criticado a Trump por promover el odio y por sus políticas que provocan mayor división. Pero nadie critica las guerras del imperio. Pueden criticar el odio, pero no la guerra.
Twitter: @anadaloficial

sábado, 15 de agosto de 2015

Víctima del terrorismo: "Dios me abraza en esta caída libre".


Kayla Mueller, víctima de Daesh: ‘Dios me abraza en esta caída libre’ La joven cooperante estadounidense Kayla Mueller murió tras 18 meses secuestrada por Daesh en Siria. La prisión fue para ella una experiencia de “literalmente rendirse a Dios”.

FUENTES Christian Post WASHINGTON 15 DE AGOSTO DE 2015 

Daesh (autoproclamado Estado Islámico) confirmó la muerte de Mueller a principios de febrero de este año. Según informó entonces, la cooperante norteamericana había perdido la vida por un bombardeo de la aviación jordana, que colabora junto a Estados Unidos en la coalición militar creada para combatir el terrorismo yihadista; y que se había “casado” con uno de los líderes yihadistas. 

Algo que fue desmentido por el propio Obama. La familia de Mueller ha informado ahora que funcionarios del Gobierno les han confirmado que su hija, que tenía 26 años, fue torturada y víctima de reiteradas agresiones sexuales por parte del líder de Estado Islámico. «Se nos dijo que Kayla fue torturada y que era «propiedad» de Al Baghdadi», han explicado los padres de Kayla, Carl y Marsha Mueller. 

Según las mismas fuentes, Al Baghdadi llevó personalmente a la trabajadora de ayuda humanitaria secuestrada a la casa de Abu Sayyaf, un tunecino que se encuentra a cargo de los ingresos del grupo yihadista derivados del petróleo y del gas. El líder terrorista visitó regularmente la casa de Sayyaf y agredió sexualmente en varias ocasiones a Mueller. 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que Mueller se sirvió de las “libertades” para mejorar la vida de otras personas, y que ha dejado un “legado” que perdura e “inspira” a quienes “luchan, cada uno a su manera, por lo que es justo y decente”. Pero parte esencial de ese legado, además de una inmensa y generosa labor humanitaria por todo el mundo, es que Kayla se entregó (“se rindió totalmente”) a Dios durante el cautiverio, encontrando descanso y libertad en una profunda fe. 

LA FE DE KAYLA 

La importancia de la trascendencia en la vida de Mueller ya quedó patente en una entrevista de 2013 con el Prescott Daily Courier, un periódico de su ciudad natal de Prescott, Arizona: "Me parece ver a Dios en la mirada de los ojos sufrientes que se reflejan en la mía, si es así como se revela a mí, así es como yo quiero siempre buscarle." 

Una carta que escribió a sus padres con fecha de 1 febrero de 2014, poco antes de su muerte, fue enviada a través de una compañera de Médicos Sin Fronteras, burlando a sus secuestradores. Les llegó en marzo. En ella, Kayla quería quitar preocupación a sus padres por su situación y les pedía que no negociaran para su liberación. Pero lo impresionante es su firme mensaje de fe: "Recuerdo que mamá siempre me decía que en todo, al final, el único que realmente tienes es a Dios. Me han llevado a un lugar donde mi experiencia, en el sentido literal de la palabra, es que me he rendido a nuestro Creador (…), no hay otra cosa (…) Gracias a Dios y a sus oraciones me he sentido tiernamente abrazada en esta caída libre”. "Se me ha mostrado, en la oscuridad, la luz (..) he aprendido que incluso en la cárcel uno puede ser libre. Estoy agradecida. He llegado a ver lo bueno que puede existir en cada situación, a veces sólo tenemos que buscar"

viernes, 12 de junio de 2015

La nueva geopolítica del petróleo.


La Jornada

¿En qué contexto general se está dibujando la nueva geopolítica del petróleo? El país hegemónico, Estados Unidos, considera a China como la única potencia contemporánea capaz, a mediano plazo (en la segunda mitad del siglo XXI), de rivalizar con él y amenazar su hegemonía solitaria a escala planetaria. Por ello Washington instauró secretamente, desde principio de 2000, una “desconfianza estratégica” respecto de Pekín.

El presidente Barack Obama decidió reorientar la política exterior estadunidense considerando como criterio principal este parámetro. Estados Unidos no quiere encontrarse de nuevo en la humillante situación de la guerra fría (1948-1989), cuando tuvo que compartir su hegemonía mundial con otra “superpotencia”, la Unión Soviética. Los consejeros de Obama formulan esta teoría de la siguiente manera: “Un solo planeta, una sola superpotencia”.

En consecuencia, Washington no cesa de incrementar sus fuerzas y sus bases militares en Asia oriental para intentar contener a China. Pekín constata ya el bloqueo de su capacidad de expansión marítima por los múltiples “conflictos de los islotes” con Corea del Sur, Taiwán, Japón, Vietnam, Filipinas… Y por la poderosa presencia de la séptima flota de Estados Unidos. Paralelamente, la diplomacia estadunidense refuerza sus relaciones con todos los Estados que poseen fronteras terrestres con China (exceptuando a Rusia). Lo que explica el reciente y espectacular acercamiento de Washington con Vietnam y Birmania.

Esta política prioritaria de atención hacia el Este extremo y de contención de China sólo es posible si Estados Unidos logra poder alejarse de oriente próximo. En este escenario estratégico, Washington interviene tradicionalmente en tres campos. Primero, en el militar: Washington está implicado en varios conflictos, especialmente en Afganistán contra los talibanes y en Irak-Siria contra la organización Estado Islámico. Segundo, en el diplomático, en particular con la República Islámica de Irán, con el objetivo de limitar su expansión ideológica e impedir el acceso de Teherán a la fuerza nuclear. Tercero, el de la solidaridad, especialmente respecto de Israel, para el cual Estados Unidos sigue siendo una especie de “protector en última instancia”.

Esta sobreimplicación directa de Washington en la región (particularmente después de la guerra del Golfo, en 1991) mostró los “límites de la potencia americana”, que no ha podido realmente ganar ninguno de los conflictos en los cuales se implicó fuertemente (Irak, Afganistán). Conflictos que han tenido, para las arcas de Washington, un costo astronómico con consecuencias desastrosas incluso para el sistema financiero internacional.
Actualmente Washington tiene claro que Estados Unidos no puede realizar simultáneamente dos grandes guerras de alcance planetario. Por tanto, la alternativa es la siguiente: o continúa implicándose en el pantanal de oriente próximo en conflictos típicos del siglo XIX o se concentra en la urgente contención de China, cuyo impulso fulgurante podría anunciar la decadencia a medio plazo de Estados Unidos.

La decisión de Obama es obvia: debe enfrentar el segundo reto, pues éste será decisivo para el futuro de Estados Unidos en el siglo XXI. En consecuencia, debe retirarse progresivamente –pero imperativamente– de oriente próximo.
Aquí se plantea una pregunta: ¿por qué Estados Unidos se ha implicado tanto en oriente próximo hasta el punto de descuidar al resto del mundo, desde el fin de la guerra fría? Para esta pregunta la repuesta puede limitarse a una palabra: petróleo.

Desde que Estados Unidos dejó de ser autosuficiente en petróleo, a finales de los años 40, el control de las principales zonas de producción de hidrocarburos se convirtió en “obsesión estratégica” estadunidense. Ello explica parcialmente la “diplomacia de los golpes de Estado” de Washington, especialmente en oriente medio y en América Latina.

En el cercano oriente, en los años 50, en la medida en que el viejo imperio británico se retiraba y quedaba reducido a su archipiélago inicial, el imperio americano lo reemplazaba mientras colocaba a la cabeza de los países de esas regiones a sus hombres. Sobre todo en Arabia Saudita e Irán, principales productores de petróleo del mundo, junto con Venezuela, ya bajo control estadunidense en la época.

Hasta hace poco la dependencia de Washington del petróleo y del gas de oriente próximo le impidió considerar la posibilidad de retirarse de la región. ¿Qué ha cambiado entonces para que Estados Unidos piense ahora en retirarse del cercano oriente? El petróleo y el gas de esquisto, cuya producción por el método llamado fracking aumentó significativamente a comienzos de los años 2000. Eso modificó todos los parámetros. La explotación de ese tipo de hidrocarburos (cuyo costo es más elevado que el del petróleo tradicional) fue favorecida por el importante aumento del precio de los hidrocarburos, que en promedio superaron 100 dólares por barril entre 2010 y 2013.

Actualmente, Estados Unidos ha recuperado la autosuficiencia energética e incluso está convirtiéndose otra vez en un importante exportador de hidrocarburos. Por tanto, puede ahora por fin considerar la posibilidad de retirarse del cercano oriente. A condición de cauterizar rápidamente varias heridas que a veces datan de más de un siglo.
Por esa razón Obama retiró casi la totalidad de sus tropas de Irak y Afganistán. Estados Unidos participó muy discretamente en los bombardeos de Libia. Y se negó a intervenir contra las autoridades de Damasco, en Siria. Por otra parte, Washington busca a marcha forzada un acuerdo con Teherán sobre el tema nuclear. Y presiona a Israel para que su gobierno progrese urgentemente hacia un acuerdo con los palestinos. En todos estos temas se percibe el deseo de Washington de cerrar los frentes del cercano oriente para pasar a otra cuestión (China) y olvidar las pesadillas de oriente próximo.

Todo este escenario se desarrolló perfectamente mientras los precios del petróleo seguían altos, a alrededor de 100 dólares por barril. El precio de explotación del barril de petróleo de esquisto es de aproximadamente 60 dólares, lo que deja a los productores un margen considerable (entre 30 y 40 dólares por barril).

Aquí es donde Arabia Saudita decidió intervenir. Riad se opone a que Estados Unidos se retire del cercano oriente, sobre todo si antes Washington establece un acuerdo sobre el tema nuclear con Teherán. Acuerdo que los sauditas consideran demasiado favorable a Irán y que, según la monarquía wahabita, expondría a los sauditas y más generalmente a los sunnitas, a convertirse en víctimas de lo que llaman “el expansionismo chiíta”. Hay que tener presente que los principales yacimientos de hidrocarburos sauditas se encuentran en zonas de población chiíta.
Considerando que dispone de las segundas reservas mundiales de petróleo, Arabia Saudita decidió usar el crudo para sabotear la estrategia estadunidense. Oponiéndose a las consignas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) Riad decidió, contra toda lógica comercial aparente, aumentar considerablemente su producción y hacer de ese modo bajar los precios del petróleo, inundando el mercado de crudo barato. La estrategia dio rápidamente resultados. En poco tiempo los precios del petróleo bajaron 50 por ciento. El precio del barril descendió a 40 dólares (antes de subir ligeramente, hasta aproximadamente 55-60 dólares actualmente).

Esta política dio un duro golpe al fracking. La mayoría de los grandes productores estadunidenses de gas de esquisto están actualmente en crisis, endeudados y corren el riesgo de quebrar (lo que implica una amenaza para el sistema bancario estadunidense, que había generosamente ofrecido abundantes créditos a los neopetroleros). A 40 dólares el barril, el esquisto ya no resulta rentable. Ni las excavaciones profundas off shore. Numerosas compañías petroleras importantes ya han anunciado que cesan sus explotaciones en alta mar por no ser rentables, provocando la pérdida de decenas de miles de empleos.

Una vez más, el petróleo es menos abundante. Y los precios suben ligeramente. Pero las reservas de Arabia Saudita son suficientemente importantes para que Riad regule el flujo y ajuste su producción de manera de permitir un ligero aumento del precio (hasta 60 dólares aproximadamente). Pero sin que superen los límites que permitirían al fracking y a los yacimientos marítimos a gran profundidad recomenzar la producción. De este modo Riad se convirtió en el árbitro absoluto en materia de precio del crudo (parámetro decisivo para las economías de decenas de países, entre los cuales figuran Rusia, Argelia, Venezuela, Nigeria, México, Indonesia, etcétera).

Estas nuevas circunstancias obligan a Barack Obama a reconsiderar sus planes. La crisis del fracking podría representar el fin de la autosuficiencia de energía fósil en Estados Unidos y, por tanto, el regreso a la dependencia del cercano oriente (también de Venezuela, por ejemplo). Por ahora Riad parece haber ganado su apuesta. ¿Hasta cuándo?
Datos incorrectos sobre producción de

Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales

domingo, 23 de noviembre de 2014

Obama gestiona un sistema migratorio más justo y democrático.


WASHINGTON, 20 de noviembre.- El presidente Barack Obama anunció una profunda reforma al sistema de inmigración de Estados Unidos, disminuyendo la amenaza de deportación a al menos 4.7 millones de inmigrantes indocumentados.

Nuestro sistema migratorio está roto, por eso tomo acciones legales como presidente para formar un sistema migratorio más justo y democrático", dijo el mandatario americano. "Ustedes pueden salir de las sombras y regularizar su situación ante la ley", dijo Obama.

Obama describió sus acciones como un enfoque sensato porque "la amnistía masiva sería injusta" y "la deportación masiva sería imposible".

No se trata de una amnistía, la amnistía real, dijo, es dejar este sistema roto de la forma en que está. Una amnistía masiva sería injusta. Una deportación masiva sería imposible y fuera de la realidad."

El mandatario dirigió una frase concisa a los republicanos que lo critican: "aprueben un proyecto de ley" y alegó que la negativa de la mayoría republicana en la Cámara Baja a votar un proyecto de ley migratoria aprobada por el Senado en 2013 causa un gran perjuicio a la nación.




Las medidas "no permiten la naturalización, ni dan el derecho a permanecer aquí permanentemente, ni conceden los beneficios que los ciudadanos (estadounidenses) reciben. Solo el Congreso puede hacer eso. Lo único que estamos diciendo es que no vamos a deportarte", indicó durante un discurso transmitido en directo por la página web de la Casa Blanca.

Con 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el plan de Obama permitiría que unos 4.4 millones de personas que son padres de ciudadanos estadunidenses y residentes permanentes legales permanezcan en el país de manera temporal, sin la amenaza de deportación.


Nosotros fuimos extraños en este país alguna vez también, pero todos somos estadunidenses porque compartimos la idea de superación", añadió el presidente.

El mandatario demócrata dijo que aunque hubo un breve aumento en la llegada de niños solos a través de la frontera a mediados de año, el número de personas en general que trata de cruzar la frontera de manera ilegal está en su nivel más bajo desde la década de 1970.

Obama, citó a su predecesor, el republicano George W. Bush, para reconocer el papel de los inmigrantes en el país asegurando que "son parte de la vida estadunidense", al anunciar sus acciones ejecutivas en materia migratoria, criticadas por los conservadores.


Como una vez mi predecesor, el presidente Bush, dijo: Son parte de la vida estadunidense", afirmó el mandatario en su alocución desde la Casa Blanca.

gak

miércoles, 16 de julio de 2014

Noam Chomsky: "Estados Unidos es el líder mundial en cometer los mayores crímenes"


RT

Estados Unidos es el líder mundial en hacer guerras de agresión, el mayor crimen internacional según los Juicios de Núremberg, y ha utilizado su "martillo" en América Latina y Oriente Próximo, dice el politólogo Noam Chomsky.

Los Juicios de Núremberg que siguieron a la Segunda Guerra Mundial sentenciaron que "iniciar una guerra de agresión (...) no es solo un crimen internacional, es el mayor crimen internacional, diferenciándose de los otros crímenes en que contiene en sí mismo la perversidad acumulada de los otros". Pero hoy en día "la agresión ya no es el mayor crimen internacional", "no se puede comparar con la destrucción de las vidas de las generaciones futuras para garantizar mayores bonos mañana", escribe Chomsky.

Recuerda que la invasión británico-estadounidense de Irak fue un ejemplo clásico de agresión. "Los agresores destruyeron "la identidad nacional iraquí y la reemplazaron con identidades sectarias y étnicas" cuando Estados Unidos instaló un Consejo de Administración sobre la base de la identidad sectaria, "una novedad para Irak", recuerda el experto, citado por el portal AlterNet.

El politólogo subraya que ahora los chiíes y los suníes en Irak son los peores enemigos "gracias al martillo manejado por Donald Rumsfeld y Dick Cheney [respectivamente secretario de Defensa de Estados Unidos y vicepresidente durante el gobierno de George W. Bush] y otros como ellos que no entienden nada más allá de la violencia y el terror y que han ayudado a crear conflictos que ahora están destrozando la región".

"El martillo fue luego recogido por el presidente Obama para destruir Libia. El resultado es que Libia está ahora desgarrada por la guerra entre milicias, mientras que el terror yihadista se ha desatado en gran parte de África, junto con una avalancha de armas que llega también a Siria", afirma Chomsky.

El académico recuerda que las consecuencias del "terrorismo de Estado de Estados Unidos" se sienten en todo el mundo, pero "más cerca de casa es más difícil hacerles caso omiso". El politólogo menciona la avalancha de menores que huyen a Estados Unidos desde América Central: "'The Washington Post' informa de que fluyen 'en su mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras', pero no de Nicaragua. ¿Por qué? ¿Podría ser porque cuando el martillo de Washington azotaba la región en la década de 1980, Nicaragua fue el único país que tenía un Ejército para defender a la población contra los terroristas dirigidos por Estados Unidos, mientras que en los otros tres países los terroristas que devastaban estos países eran grupos equipados y entrenados por Washington?".

miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Hacia el final de la distopía de Guantánamo?



Germán Gorráiz López, analista.

El término distopía fue acuñado a finales del siglo XIX por John Stuart Mill en contraposición al término utopía, empleado por Tomas Moro para designar a un lugar o sociedad ideal y sería “una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos antagónicos a los de una sociedad ideal”.Las distopías se ubican en ambientes cerrados o claustrofóbicos enmarcados en sistemas antidemocráticos, donde la élite gobernante se cree investida del derecho a invadir todos los ámbitos de la realidad en sus planos físico y virtual e incluso , en nombre de la sacro-santa seguridad del Estado, a eliminar el principio de inviolabilidad (habeas corpus) de las personas,síntomas todos ellos de una posterior deriva totalitaria del sistema.

La deriva totalitaria de EEUU

En los sótanos del establishment, se estaba fraguando un verdadero golpe de Estado virtual que tendría su detonante en el impactante atentado de las Torres Gemelas (conocido como 11-S), atribuido a Al Qaeda quedando desde entonces implementada la lucha contra el Eje del Mal (Irak, Irán y Corea del Norte) como leit motiv de la miopía política del nefasto mandato de George W. Busch y entronizando de paso a Bin Laden como icono del Imperio del Mal. Así, un mes después del atentado del 11-S, el gobierno de George W. Bush decidió secretamente anular una de las principales protecciones constitucionales de este país (habeas corpus) mediante la ley conocida como USA- Patriot Act bajo la justificación de su “lucha contra el “terrorismo”, según documentos oficiales revelados a finales de 2005 en una serie de reportajes en el New York Times y la posterior revelación por dicho periódico de la existencia de un programa de escuchas telefónicas altamente clasificado para vigilar correos electrónicos y llamadas telefónicas en todo el mundo para buscar patrones sospechosos, heredera natural de la unidad de contra-inteligencia creada por Rumsfeld y conocido como Talon.

Asimismo, el citado diario informó de la existencia de la red de espionaje electrónica más sofisticada del mundo, (el llamado programa PRISM o Big Brother), herramienta para monitorizar las comunicaciones de ciudadanos no estadounidenses a través de sus metadatos, verdadero monstruo virtual que habría extendido sus tentáculos hasta los servidores de compañías como Google, Apple, Micros Eloft, AOL, Facebook y Yahoo, programas ambos aprobados por el Congreso de EEUU a instancias de la Administración Bush en el 2.007 pero que por inercia apática continuaron bajo el mandato de Obama. Además, según una investigación del Washington Post,desde el 2002 se estableció la Oficina de Apoyo Estratégico (SSB),que trabajó clandestinamente sin limitaciones legales y bajo las órdenes del secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld y entre cuyas acciones estarían los sangrantes episodios de vulneración de los Derechos Humanos en Abu Ghraib y Guantánamo, que pasarán a la Historia como paradigmas distópicos de naturaleza real (no ficticia) del siglo XXI. Como colofón a esta deriva totalitaria de EEUU, estaría la firma con objeciones por Obama de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), que permite a las autoridades militares la detención indiscriminada de ciudadanos estadounidenses en cualquier parte del mundo (sin especificar los cargos que se le imputan ni el tiempo de detención), reservándose Obama la interpretación personal de la sección 1.021 de dicha Ley para según sus palabras ”asegurarse que cualquier detención autorizada se llevará a cabo conforme a la Constitución y a las leyes de guerra”.

El limbo jurídico de Guantánamo

Tras la significativa erosión de la imagen de EEUU en el mundo tras los sangrantes episodios de vulneración de los Derechos Humanos en Abu Ghraib y Guantánamo, una de las primeras decisiones de Obama tras su investidura en el 2009 fue firmar una orden ejecutiva para exigir el cierre de la prisión en la base naval de Guantánamo en el plazo de un año. Sin embargo, en su segundo mandato sus asesores todavía siguen buscando los mecanismos legales para finiquitar el “limbo jurídico” de Guantánamo, un espacio virtual fruto de la ingeniería jurídica del llamado “Comité de Guerra” ( nombre en clave del selecto grupo de juristas y asesores que trabajaron a las órdenes de la Troika formada por Rumsfeld, Hayden y Cheney), verdaderos detentores del Poder durante el nefasto mandato de George W. Bush.

Por su parte, la mayoría republicana en el Congreso continúa su labor entorpecedora en un desesperado intento para evitar el esperado cierre de la prisión. Así, según prensalatina, el Congreso de EEUU, aprobó una enmienda del congresista republicano Jackie Walorski que prohíbe asignar fondos para la transferencia de los 56 detenidos de nacionalidad yemenita a su país, aduciendo” el posible efecto contagio al radicar en Yemen grupos terroristas asociados a Al Qaeda” .Asimismo ycontinuando con su política obstruccionista, el Congreso rechazó asimismo una enmienda de los demócratas que pretendía eliminar las restricciones de fondos para el traspaso a territorio norteamericano de presos de este limbo virtual, lo que ha favorecido el retraso “sine die “ del esperado cierre de Guantánamo.

¿Hacia la clausura del gulag de Guantánamo?

Obama, en el otoño de su mandato presidencial, estaría pensando seriamente en dejar como legado para la posteridad el finiquito definitivo del estigma impreso por la Administración Bush en los aparatos de poder (establishment). Así, segúnelmundo.es, Obama afirmó que “la guerra emprendida por George W. Bush no puede ser eterna” y citó a James Madison al decir que “ninguna nación puede preservar su libertad en medio de una guerra continua” por lo que deberá desinfectar el establishment de los virus patógenos inoculados por los lobbys de presión (lobbys financiero, complejo militar y lobby político judío), siendo una de sus prioridades el finiquito de Guantánamo, deseo quedó refrendado en su reciente discurso desde la Puerta de Brademburgo de la capital alemana donde afirmó que “hemos acabado con las guerras de Irak y Afganistán y Obama Bin Laden ya no está, pero no podemos lograr la paz en una guerra perpetua; tenemos que ir más allá y redoblar los esfuerzos para cerrar Guantánamo”.

Guantánamo ( Gitmo para los norteamericanos), se habría pues convertido en un anacronismo propia de la etapa soviética (gulags), blanco de las críticas de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, como Code Pink, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), que han denunciado prácticas inaceptables para la dignidad humana (privación del sueño, encierro de los prisioneros desnudos en habitáculos con bajas temperaturas , interrogatorios extenuantes y suicidios) así como un lastre para el contribuyente, pues segúnavaaz.org, el coste de su mantenimiento sería de 178 millones de dólares al año para mantener a los 154 presos que están recluidos en la actualidad desde hace más de una década.

Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló recientemente el estatus de los 154 reclusos del penal de la base naval de Guantánamo (Cuba), tras una petición amparada en la ley de libertad de información (FOIA) y publicada por los diarios The New York Times y Miami Herald. Dicha lista incluye los nombres de los 86 presos de Guantánamo que tienen el visto bueno del Pentágono para ser transferidos a terceros países y eventualmente ser libertados al no existir cargos en su contra así como los nombres de 48 internos que están sujetos a detención indefinida. El estatus de “detenido indefinido” fue establecido por el Congreso de Estados Unidos en 2001 como un tipo de prisionero de guerra kafkiano, pues no pueden ser liberados al suponer según el Pentágono “un serio peligro para la seguridad nacional” ni pueden ser juzgadas, al no existir pruebas suficientes en su contra o estar las evidencias invalidadas tras haber sido obtenidas mediante prácticas inadecuadas, ( léase tortura), quedando tan sólo 32 reclusos con cargos activos en su contra entre los que se encuentra Jalid Sheij Mohamed, autoproclamado cerebro del 11S.

Apoyo de Múgica al plan de Obama para el cierre de Guantánamo

Obama contaría ahora con la inestimable baza del ex-fiscal jefe de la comisión militar de Guantánamo Davis, quien en declaraciones a Change.org recomienda el cierre de dicha prisión, argumentando que “si cualquier otro país estuviera tratando a sus presos como nosotros a los de Guantánamo, lo criticaríamos rotundamente y con razón” además de las afirmaciones del Pentágono que indican que “86 de los actuales recluidos en Guantánamo no representan ningún peligro para la seguridad de EEUU” así como la posibilidad real de un inicio de conversaciones formales EEUU-Talibán. Así, el portavoz de los talibán en Doha (Qatar) Mohamed Naeem en declaraciones a la agencia Reuters, confirmó la intención de los talibán de iniciar conversaciones preliminares de paz con emisarios estadounidenses y la oferta explícita de liberar al sargento norteamericano Bowe Bergdahl , (preso desde 2009 ) a cambio de 5 de sus miembros presos en Guantánamo, como prueba de buena voluntad por ambas partes antes de iniciar conversaciones de paz.

Obama, deberá pues enfrentarse a la maquinaria obstruccionista del Congreso empleando sus atribuciones presidenciales para liberar a 86 detenidos libres de cargos y para designar a un funcionario en la Casa Blanca para que desarrolle un plan para cerrar la prisión. Dicho Plan, incluiría el empleo de Fondos Federales para enviar a territorio extranjero los 86 presos sin cargos activos ( posiblemente Yemen), los 48 que no pueden ser juzgados ni liberados a otros posibles destinos, (5 de ellos serán enviados a Uruguay) y los 32 restantes con cargos en su contra a una prisión de alta seguridad de EEUU a la espera de juicio ( se baraja la opción de Standish en Michigan, al ser una instalación penitenciaria próxima a su cierre y que podría ser reformada para combinar el sistema penitenciario civil con el militar).

Dicho plan contaría con el apoyo explícito del Presidente uruguayo Pepe Múgica, quien en su reciente entrevista con Obama en la Casa Blanca se habría comprometido a aceptar en su país a cinco de los presos de Guantánamo según la agencia Reuters, acuerdo iniciático para otros países que tendría como contrapartida económica la firma de un acuerdo para eliminar los visados que EEUU exige a los uruguayos así como una apertura limitada del mercado estadounidense a ciertos productos uruguayos (carne de cordero y cítricos) y que sería el pistoletazo de salida de una carrera contrarreloj para finiquitar Guantánamo antes del final del mando presidencial de Obama.

Caso de lograrlo, Obama dejaría como legado para la posteridad el finiquito del lacerante episodio de Guantánamo y se granjearía la enemistad vitalicia del establishment , por lo que asistiríamos a una virulenta campaña de descalificación personal y política de Obama en los medios de comunicación dominantes (mainstream media), no siendo descartable la gestación de una trama endógena que podría terminar por reeditar el Magnicidio de Dallas (Kennedy, 1.963) para lograr que EEUU vuelva a la senda de las seudodemocracias tuteladas por el poder en la sombra ( establishment).

GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista

miércoles, 5 de marzo de 2014

Estados Unidos socava integración Latinoamericana.


Carlos Angulo Rivas (especial para ARGENPRESS.info)

La provocación beligerante del gobierno de Estados Unidos es cada vez mayor. Los recientes acontecimientos en Venezuela constituyen una injerencia insolente e inaceptable del gobierno de Barack Obama. Sin contar las derrotas anteriores en los quince años que lleva la revolución bolivariana, las dos últimas votaciones presidenciales, la reelección de Hugo Chávez y la ratificación constitucional de Nicolás Maduro; y las elecciones para las gobernaciones y los municipios llevadas a cabo en diciembre pasado, demuestran el fortalecimiento indiscutible del bloque bolivariano.

Estos resultados fueron confirmados y garantizados por las más prestigiosas misiones internacionales de observación, con lo cual quedó claro el apoyo mayoritario a un gobierno surgido de la democracia participativa que, precisamente, hace apenas dos meses y medio sacó una ventaja de casi doce por ciento en las circunstancias adversas de la guerra económica y los sabotajes a la producción y los servicios públicos. La victoria obtenida por los bolivarianos, a pesar de esta espantosa política destructiva, fue en verdad un verdadero plebiscito tal como reclamaba la MUD y los transgresores de la ley: Henrique Capriles y Leopoldo López.

La apuesta por la democracia cada vez más amplia en el orden social, económico y político, encauzada por la revolución bolivariana no le interesa a Washington como tampoco a las oligarquías latinoamericanas. De ahí que perdidas las consultas populares en todas las instancias, se trata ahora de socavar el orden interno y externo para detener y destruir un proceso que ya no pertenece sólo a Venezuela sino al continente entero, llamado viciosamente el “patio trasero” de Estados Unidos. La agitación fascista, modelo conducente a derrocar gobiernos legítimos antipáticos a la Casa Blanca, continuará como nueva política desestabilizadora (golpes lentos); no se olvide que Venezuela es un país rico que posee una de las más grandes reservar de hidrocarburos del mundo y que desde el inicio de la revolución bolivariana asentada en el nacionalismo y la soberanía se ganó la hostilidad de los sectores dominantes corruptos de Latinoamérica y del imperialismo norteamericano.

En el orden externo, aparte de los destemplados ataques de la prensa monopólica contra el gobierno de Venezuela, desde abril 2011, con la creación de la Alianza del Pacífico los intentos de paralizar el avance de la integración social, económica, política y cultural, de América Latina no han cesado. Luego de fracasada la hegemonía norteamericana propuesta en ALCA por George W. Bush, el nuevo esquema geopolítico cambió y se ha consolidado mediante organismos autónomos tales como CELAC, UNASUR, MERCOSUR, ALBA, PETROCARIBE. Por si sola, a través del despertar de la conciencia ciudadana, la unidad latinoamericana ha sido forjada, siendo la llamada Alianza del Pacífico un manotazo de ahogado con el que los presidentes de ultraderecha del continente se someten a los designios imperiales para traer de regreso el Consenso de Washington. No es una casualidad que en menos de tres años la Alianza del Pacífico haya realizado ocho cumbres presidenciales de sus integrantes: Chile Colombia, México y Perú. Y menos que los cuatro gobiernos sean los principales cabecillas de la privatización totalizadora y de la liberación absoluta del mercado, la globalización y el neoliberalismo; además, tres de ellos los más vinculados a la corrupción, la violencia y el narcotráfico.

Por estas razones, en la última reunión del Foro de São Paulo 2013, esta Alianza de contrapeso a los avances integracionistas propios fue definida como una herramienta de zapa, de socavamiento por tener "un enfoque intervencionista, oportunista y anti-izquierdista para atacar la soberanía de las naciones de América del Sur. La reciente cumbre en Cartagena de Indias, los días 8-10 de febrero último así lo confirma. La reunión de los presidentes Piñera, Santos, Peña Nieto y Humala, no pudo contrarrestar el gigantesco éxito obtenido por la II Cumbre de CELAC en La Habana-Cuba, a pesar del despliegue publicitario de la gran prensa monopólica internacional y el interés norteamericano de hacer ver que todavía tiene influencia en un continente que poco a poco ha dejado de aceptar la injerencia en sus asuntos internos. Y es que la llamada Alianza del Pacífico no significa nada sin la presencia de Estados Unidos y sus bases militares repartidas en los países integrantes, los mismos que se adelantaron a firmar los Tratados de Libre Comercio para beneficio de los ricos empresarios privados no de los pueblos. En realidad el intercambio comercial entre los aliancistas del Pacífico es exiguo, apenas llega al cinco por ciento de sus exportaciones mientras que con Estados Unidos y los países industrializados supera el noventa por ciento.

Estados Unidos insiste en una relación difícil con Latinoamérica por desestimar el derecho de los pueblos del continente a su libre determinación y a su soberanía política, económica y social. Por esta razón, el gobierno estadounidense busca desestabilizar la región, principalmente a Venezuela, usando a la llamada Alianza del Pacífico para torpedear la unidad lograda en CELAC y la del bloque de gobiernos progresistas, pero no cuenta que todas estas economías juntas de México, Colombia, Perú y Chile, están fuera de las posibilidades de industrialización por ser meras exportadoras de recursos naturales, por consiguiente, dependientes al cien por cien de los precios internacionales del mercado controlado por las potencias económicas y además, son importadoras de los productos manufacturados, las maquinarias y los equipos de alta tecnología.

En realidad, la Alianza del Pacífico es un bloque de empresarios ávidos de fortunas fáciles, una coalición de bolsas de valores y mercados bursátiles, una unión de especuladores concentrando riqueza, un bloque de gobiernos antinacionales y corruptos que en vez de buscar construir una integración solidaria y complementaria, fortaleciendo las economías propias, se empeña en regresar a los dogmas del libre mercado y la liberación arancelaria. Es una Alianza fuera del contexto político participativo de América Latina y el Caribe, justamente, cuando el mapa político comienza a cambiar no sólo en el sur sino en Centroamérica con el Sandinismo en Nicaragua, la resistencia popular en Honduras, la conversión del Frente Farabundo Martí de El Salvador en primera fuerza política y los resultados electorales en Costa Rica a favor de la centroizquierda. En este contexto de cambio, Venezuela es para Estados Unidos una enorme piedra en el zapato, habiéndose construido una escalada mediática mundial golpista que acusa, sin sustento alguno, al gobierno de Maduro de ser violador de los Derechos Humanos, cuando son los gobiernos de las oligarquías latinoamericanas quienes asesinan impunemente a los pobladores humildes reclamando el derecho a la vida y el sustento de sus familias, tal como ocurrió hace 25 años con el llamado “caracazo” del ex presidente Carlos Andrés Pérez, 27 de febrero de 1989, donde más de 400 personas fueron eliminadas con armas de fuego disparadas por las fuerzas represivas. ¿Dónde estuvo esta misma prensa reaccionaria pidiendo la cabeza del presidente?

Carlos Angulo Rivas es poeta y escritor peruano.


lunes, 27 de enero de 2014

La autenticidad puesta a prueba por el encanto.


Oscar Fortin

Papa Francisco con el presidente de Estados Unidos

La página Internet de Religión Digitalpuso en portada el día 21 el anuncio del encuentro del papa Francisco con el Presidente Barack Obama, el 27 de marzo próximo. Como Jefe de Estado, es totalmente normal que el papa Francisco reciba al representante de los Estados Unidos, Estado a la vez de un pueblo, pero también de un imperio dominado por el capitalismo y el neoliberalismo. Obama representa uno y otro.

En su exhortación apostólica, Evangelii Gaudium, el papa Francisco fustiga con palabras que no prestan a ningún equívoco este capitalismo y este neoliberalismo que reducen a la persona humana a un puro producto liquidado. Denuncia este sistema mundial basado en el poder del dinero y de la dominación política y económica, fuente de muchos males y sobre todo de esta pobreza que afecta a la gran mayoría de la humanidad.
204 “Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo.”
205. “¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo! La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común[174]. Tenemos que convencernos de que la caridad «no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”[175].
206. “La economía, como la misma palabra indica, debería ser el arte de alcanzar una adecuada administración de la casa común, que es el mundo entero. Todo acto económico de envergadura realizado en una parte del planeta repercute en el todo; por ello ningún gobierno puede actuar al margen de una responsabilidad común.”

Al recibir al Presidente Obama, el papa Francisco recibirá al que representa los intereses de esta mano invisible del mercado. Él es quien ordena las intervenciones militares u otras, cada vez que se cuestionen los intereses de esta mano invisible del mercado. Obama representa a un país que es a la vez el más armado del mundo, con armas que pueden destruir millares de veces nuestra planeta y el más rico del mundo, lo que le permite corromper allí donde sea necesario y matar allí donde sus intereses lo exijan.

Ahí está el Pentágono, y también la CIA, el CNS y todas estas organizaciones de mercenarios que operan bajo la protección del secreto de Estado para realizar estos crímenes. Cada año, son miles de millones de dólares los que se invieren en estas operaciones al servicio de lo que se llama comúnmente “la seguridad nacional y los intereses de los Estados Unidos».


En su exhortación apostólica, el papa Francisco precisa muy bien cómo los intereses y la seguridad de cada nación deben supeditarse a los intereses y a la seguridad de la “casa común, que es el mundo entero”. Ahora bien, Obama representa a un país y a un imperio cuyos intereses y la seguridad pasan antes de todos los otros. En nombre de estos dos grandes objetivos políticos, el Presidente de los Estados Unidos, el Sr. Obama, puede permitirse acciones unilaterales y preventivas allí donde decide hacerlo. No hay derecho internacional para impedírselo. Se coloca por encima de este derecho. Tiene los recursos necesarios para corromper gobernadores, representantes de iglesias, truncar elecciones, realizar golpes de Estado militar y derrumbar Gobiernos. Todo eso puede hacerlo y sigue haciéndolo en el momento de escribir estas líneas.

Basta con levantar el vuelo sobre estos secretos para descubrir el monstruo contra el cual nadie está al abrigo. No es por nada que surgieran las revelaciones de estos jóvenes, Bradley Manning, Edward Snowden, Julian Assange y esta joven abogada apenas de treinta años, Sara Harrison. Sus conciencias no podían más y por eso se convirtieron en enemigos número uno de Obama, presidente del pueblo estadunidense y del Imperio. La verdad pone a la luz del día la verdadera cara de los y las que están en los timones del Estado.
¿Qué se debe esperar del papa Francisco de este encuentro?

Respetando la cortesía que se impone en similares circunstancias, el papa deber estar muy firme sobre los principios y los compromisos concretos que exigen la justicia, la verdad, losintereses y la seguridad de la casa común de los cuales habla en su exhortación apostólica. No puede silenciar las grandes conclusiones de esta exhortación y se debe de destacar las responsabilidades políticas del Gobierno de los Estados Unidos en esta marea de sufrimientos humanos. El papa, al hablar con Obama, debe tener, clavadas en la piel, las víctimas de las guerras en Irak, Libia, Pakistán, Siria, Afganistán, así como todas las personas que sufren persecución y exclusión. Como representante de una Iglesia que tiene por referencia a toda la humanidad como “familia común”, debe sentir el deber de hablar en nombre de estos millones de víctimas inocentes.


Debe también poner a prueba las buenas disposiciones de Obama exigiendo un término inmediato del bloqueo económico contra Cuba, denunciado desde años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, del cual es víctima el pueblo cubano desde hace más de 53 años. Debe pedirle, tambien, liberar a los cuatro cubanos condenados injustamente por haber denunciado grupos terroristas que en Miami preparaban acciones criminales contra el pueblo cubano. Son víctimas del imperio e hijos de la casa común que Obama podría liberar inmediatamente. A estas acciones destinadas contra Cuba, el papa Francisco debe añadir todas estas acciones que pretenden desestabilizar, por medios criminales y no democráticos, numerosos Gobiernos a través del mundo y muy especialmente los de Venezuela, Bolivia, Ecuador. Es necesario que estas injerencias cesen. Son intervenciones criminales que no deberían existir en los que hacen de la democracia un ideal y que quieren, con el papa, trabajar para un mundo mejor.

Lo que quiere Obama es cubrirse con la celebridad del papa Francisco para proseguir las mismas intervenciones al servicio de los intereses y de la seguridad del Imperio. Cubierto de una cara bien simpática en compañía del papa Francisco, Obama podrá ganarse la simpatía de los adeptos de este último. Después del Premio Nobel de la paz, recibido antes de proseguir en la vía de las guerras, espera recibir ahora la bendición del papa Francisco para luchar contra la pobreza extrema, prosiguiendo al mismo tiempo su gran misión según los intereses del Imperio, fuente de las miserias de nuestro mundo.

No me sorprendería que el anzuelo utilizado sea el desarrollo (desbloqueo) de varios miles de millones de dólares para ayudar a los y las que viven en la pobreza extrema. Todo para hacer que el papa olvide lo que en sus discursos está pidiendo: un verdadero cambio de sistema, la instauración de un nuevo régimen de gobernanza que se deja guiar por el bien común de la humanidad entera, basado en la justicia, la verdad, la solidaridad, la compasión y el servicio.

Si el comunicado de prensa, siguiente a este encuentro, pone de relieve este programa de miles de millones de dólares, de tipoAlianza para el progreso, sin anunciar, en esa mismsa ocasión, el término del bloqueo de Cuba, la liberación de los presos políticos, y su renuncia a las acciones terroristas de desestabilización de los Gobiernos, será un gran fracaso. Si un tal acuerdo se firmase, podríamos entonces decir que el papa Francisco no convenció a Obama, sino que este último venció al papa Francisco.

Pienso, que antes de este encuentro, el papa Francisco debería meditar, dos veces mejor que una, sobre las tentaciones de Jesús al desierto. Los argumentos para hacerlo subir a bordo del barco del imperio Mammón serán sutiles y las promesas no faltarán. Miles de millones de dólares centellarán a los ojos del papa para ayudar a los más pobres de los pobres. Conocemos las respuestas de Jesús. Dijo no a cada una de las tentaciones. Esperemos que el papa Francisco haga lo mismo.


Fuente: Atrio

martes, 24 de septiembre de 2013

Después de 50 años de la marcha de Martin Luther King, ¿Quién marcha en USA?


Por Gisella Evangelisti*

23 de setiembre, 2013.- Los afroamericanos habían llegado en 250.000 de todo el país, en buses, trenes, coches, hacia Washington, el corazón del poder, ese 28 de agosto del 1963, desafiando las autoridades. Vestidos de fiesta, como les había recomendado el reverendo Martin Luther King. Pedían trabajo digno y libertad: “Jobs and Freedom”, habían escrito en grandes pancartas.
¿Cómo era posible que una mujer ganase 5 dólares la semana limpiando casa de una familia que ganaba 100 mil dólares al año?

¡Están llegando los comunistas! Hoteles e instituciones cerraron sus puertas con candados. 4000 entre soldados de base área y naval, más policía local, agentes de FBI y del servicio de inteligencia del ejército, vestidos de paisanos, esperaban a los manifestantes en estado de pre alarma. Se preveían incidentes, como habían pasado en Harlem, Newark, Watts o Detroit. A John Lewis, presidente del Comité de Coordinación de Estudiantes No violentos, (SNCC en su sigla inglés) que pedía “Libertad Ya!”, le tocó bajar el tono de su inflamado discurso.

El policía John Collins, que ahora tiene 78 años, estaba asignado a acompañar al atril Martin Luther King, el último de los ponentes de ese día. Los dos intercambiaron por unos instantes una mirada. “Me di cuenta de qué tipo de persona se trataba: comprensivo, honesto. Esto me reordenó la mente”, recuerda Collins. Martin Luther King comenzó su oración con su famoso: “I have a dream”.“Sueño un mundo donde blancos y negros se den la mano, donde mis hijos puedan tener un futuro mejor. Un mundo sin pobreza, sin racismo, sin guerra…” Muchos se secaron unas lágrimas. El policía Collins, escuchando sus palabras, pensó: “¿Por qué el mundo entero no puede ser así? ¿Por qué cada uno de nosotros no puede apostar a la no violencia y al amor?” Después del discurso, blancos y negros se dieron la mano y cantaron We shall overcome. “Venceremos, algún día”. No hubo sombra de incidentes. “Una farsa, un circo”, definió la manifestación para los derechos civiles Malcom X, el leader del movimiento Black Panters, (Panteras Negras), que apostaba a una revolución más radical contra el sistema capitalista.

La época era dura, la organización racista del Ku Klux Klan atacaba y mataba niggers, (términos despectivo para “negros”): dos meses después de la marcha, John Kennedy fue asesinado, y cinco años más tarde, tras el asesinato de Martin Luther King, hubo revueltas en 100 ciudades. Al nuevo presidente Lyndon B.Johnson le tocó firmar a regañadientes unas leyes contra el segregacionismo, y sobre todo el Voting Rights Act, que facilitaba el derecho al voto para la población negra. La guerra en Vietnam terminó en 1973 con la retirada del ejército estadounidense, con un saldo de 58000 bajas, 300 000 heridos, centenas de miles ex soldados adictos a drogas y con problema de adaptación a la vida civil. El Vietnam por su lado había tenido entre 3,8 y 5,7 millones de víctimas, sobre todo civiles, porque los estadounidenses habían descargado sobre el pequeño país más bombas que en toda la segunda guerra mundial, y utilizado agentes químicos como el napalm. John Kerry, un teniente de espesa cabellera, que había participado en la guerra, y ahora jefe de la diplomacia estadounidense, testimonió sobres sus horrores. Pero esos no terminaron con la derrota de Estados Unidos. Pol Pot, el líder maoísta del vecino país de Camboya, fue responsable de 200.000 ejecuciones de intelectuales y de la muerte por desnutrición o por trabajos forzados de un cuarto (casi dos millones) de sus conciudadanos de Camboya.

Todo esto tenía que pasar todavía, cuando los afroamericanos confluyeron hacia Washington, vestidos de fiesta, cantando gospels e himnos de esperanza. “Yo nací gracias a esa histórica marcha”, cuenta al Washington Post, Dana Milbank, la hija de dos estudiantes veinteañeros que se conocieron y enamoraron frente al Lincoln Memorial, el 28 de agosto del 63.

La chica creció escuchando canciones de Joan Baez y Bob Dylan. En su habitación había un afiche que decìa: “La guerra no es saludable para los niños y otras cosas vivientes”. Recuerda también el boicot a la Nestlé por impulsar el uso de leche en polvo en países pobres (con desastrosas consecuencias, por no ser usada con agua hervida), y las grandes manifestaciones contra la guerra del Vietnam. “Estas eran las luchas de la generación de mis padres. También en la mía, la de los que nacimos a final de los Sesenta, han habido nobles causas, como la lucha contra la discriminación de los gays, o la defensa del medio ambiente, pero ninguna ha capturado mi generación, o requerido el tipo de sacrificio que pidió el movimiento por los derechos civiles de los Sesenta. La amenaza de la guerra fría hasta la caída de la URSS para nosotros era teórica, en realidad hemos crecido sin amenazas, sin desafíos e inspiraciones. Cuando hubo los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2010, y estábamos preparados a defender la nación, el presidente Bush nos dijo de ir de compras”, sostiene Dana.

Han pasado 50 años, desde ese inolvidable agosto del 63. Para recordarlo, hace unos veinte días, el 24 agosto del 2013, frente al Lincoln Memorial de Washington se han congregado unas cien mil personas, afroamericanos en su mayoría, llevando pancartas de asociaciones, universidades, movimientos gays. Había bandas juveniles de músicos, y unas pintorescas abuelas, ataviadas con grandes sombreros floreados, las “abuelas indignadas”, cantaban antiguas canciones de lucha contra la esclavitud. Compañías de gaseosas y de agua distribuían gratuitamente botellas. Era un día caluroso y festivo. La gente, ahora como antes, se refrescaba los pies en el gran espejo de agua frente al Lincoln Memorial.


La sociedad estadounidense, mientras tanto, ha cambiado. Ya no hay la venenosa dualidad blancos- negros de los Sesenta, sino un caleidoscopio de colores. Los latinos han superado los afroamericanos, y los asiáticos han entrado con fuerza: en 2012, casi la mitad de los niños menores de 5 años eran no-blancos, entonces se prevé que en futuro disminuirá la importancia de los republicanos, tradicionalmente blancos, rurales, regionales. En el mundo, China ha superado Estados Unidos en la producción de manufacturas, y está construyendo una flota de gran calado para la navegación oceánica. Mientras tanto, ¿cuánto ha cambiado la vida de los afroamericanos el tener un presidente mulato, hijo de un keniota y una estadounidense blanca? ¿Para qué luchan ahora? Preguntamos a algunos de los manifestantes.

“Por cierto, unos cuantos de nosotros los black han logrado entrar en puestos de mando en administraciones públicas o privadas, pero el grueso de la población negra sigue en desventaja, como reconoce el mismo presidente Obama”, explica Jacob Presley, un manifestante del Progressive Labor Party. “A los black nos tocan escuelas pésimas, por lo tanto seguimos condenados al subempleo y trabajos precarios. El problema es que el capitalismo neoliberal, en vez de mejorar la vida de la población negra a nivel de la blanca, está empeorando la vida de la clase media blanca, pues con la crisis desencadenada por la especulación financiera y la disminución de las ganancias de los empresarios, se están atacando los salarios. Mientras las rentas de los 400 más ricos billonarios se ha vuelto estratosférica, en cualquiera de los Mc Donald’s o Burger Kings, seguimos trabajando como burros, sin seguridad ni contratos…”

Nda. Pancarta, “Sueño con un salario mínimo”.

Hay más. “Vivimos en barrios hacinados y violentos: es un círculo vicioso. El mayor número de homicidas y de victimas de homicidios son negros. La mayoría de huéspedes de las cárceles son negros”, agrega David Wallace, un informático que lleva una pancarta contra el aislamiento en la cárcel, un sistema punitivo inhumano y desesperante. “Tenemos un sistema judicial absurdo. Puedes terminar preso por una tontería, como usar unos gramos más de droga de la permitida, y si tienes algún ulterior pequeño delito en tu historial, como haber respondido agresivamente a un policía, o peleado con un vecino, pueden meterte a una celda de por vida. Has oído bien, de por vida. Aislándote por cuanto tiempo les dé la gana. La industria carcelaria es un negocio, manejada por empresas, con muy pocos programas de rehabilitación”.

Unos hechos recientes han indignado la opinión pública. El 26 febrero del 2012 Trayvon Martin, un chico afroamericano que caminaba desarmado en Sanford, Florida, con un polo con capucha, fue perseguido por un vigilante de barrio que bajó del coche y acabò asesinàndole. Un año después, el vigilante, George Zimmerman fue declarado inocente: “Pensé que era un maleante, por cómo iba vestido”, se disculpó. En cambio, Marissa Alexander, una joven afroamericana de Jaksonville, Florida, que para defenderse del marido (un maltratador abusivo que estaba a punto de acuchillarla), había tomado la pistola de él y le había disparado al aire, sin lastimarlo, fue condenada en 2010 a 20 años de prisión. Una condena que también le separa de sus tres hijos.

Obama en un primer momento salió a comentar el trágico episodio de Trayvon, declarando que hay que obedecer a los jueces. Pero después de una semana de sit in y protestas de grupos de afro americanos en 100 ciudades a lo largo del país se lo pensó mejor y llegó a emocionar sus conciudadanos diciendo: “Yo también, de joven, hubiera podido ser Trayvon. ¿Quién, nacido con piel oscura, no se ha encontrado con miradas hostiles o alguna vez en un ascensor, con una mujer que se guarda el bolso nerviosa, como si estuvieras por robarla?” Aunque no creció en barrios negros, sino en Indonesia y Hawaii en familias multiculturales, y después con sus abuelos blancos, Obama de joven se había metido en los barrios más problemáticos de Chicago para apoyar la organización comunitaria.

Ahora, mucha gente de su color está decepcionada con su actuación como presidente o lo disculpa, pues “una sola persona no puede cambiar todo un sistema”. O, mejor dicho, piensa que hay cambiar el sistema. En estos últimos años, tres grandes temas políticos están al orden del día: la reforma sanitaria, la nueva ley migratoria, y una ley para reducir el uso de las armas. Obama ha obtenido escasos resultados en las tres, sin contar el fallido intento de subir el salario mínimo, a causa del obstruccionismo del Congreso en mano a los republicanos, según denunció en la conmemoración oficial de Martin Luther King, el 28 de agosto. Cualquier intento de reforma en estos temas cruciales está destinado a meses y meses de discusión que llevan a un paso adelante y dos atrás.

El peor de ellos, sobre todo porque se da en la mayor democracia del mundo, es el recorte, en la práctica, de los derechos de voto a los pobres, latinos o afroamericanos, que no puedan permitirse conseguir, por falta de tiempo o de dinero, una cédula de identidad como documento esencial para votar. Es la nueva regla que se está imponiendo en algunos estados del Sur después de un fallo del Tribunal Supremo: una trampa de los republicanos para quitar votos a los demócratas.

Congreso estadounidense.

“El sistema político estadounidense es esclerótico, siendo bloqueado entre dos partidos políticos, los demócratas y los republicanos, prácticamente con la misma fuerza”, comenta Pilar Weiss, una joven analista política que ha apoyado la campaña de Obama y trabaja capacitando asociaciones en temas de ciudadanía.

“Los demócratas son favorables a ampliar la reforma sanitaria, para que uno no tenga que morir como un perro en la calle, si no puede pagarse el hospital con un costoso seguro médico. Son más sensibles al tema de los derechos humanos, y a que más gente pueda tener una casa y un trabajo decente. Los republicanos en cambio quieren un estado reducido al mínimo, donde no haya que pagar impuestos. Para ellos, los ricos son los que han triunfado por tener una mentalidad de ganadores: los demás, los que protestan o exigen más derechos, sólo son “perdedores”. Del estado, lo más importante es que exista un fuerte ejército, para mantener el poderío estadounidense en el mundo.

“Tengo una vecina muy amable”, cuenta Pilar. “Cheryl está siempre dispuesta a ayudarme cuando llego cargada con las bolsas de la compra, o cuando me falta un limón. Pero sus razonamientos me dan escalofríos. Es miembro del Tea Party, un grupo de republicanos radicales.

Pancarta, “Amo a mi país, le temo al Gobierno”.

“¿Para qué dar medicinas y asistencia pública a cualquiera de estas madres solteras negras, que hacen hijos con una pareja tras otra, tratando de retenerla? Mejor ayudar directamente a alguien que conocemos, por ejemplo una señora fiel de nuestra iglesia, Catherine, que padece leucemia”, afirma Cheryl. “Preferimos hacer donaciones a nuestras iglesias, como hacen nuestros políticos(cuyas campañas electorales son a su vez financiadas por compañías petroleras, farmacéuticas, alimentarias o de armas para que hagan leyes favorables a ellas). Nosotros después los agradecemos con el voto, y la iglesia ayudará a la pobre señora Catherine, que todos conocemos. Al menos sabemos a quién va el dinero”, sostiene Cheryl. Pero mira que vuelta dá la ayuda que debería llegar a la pobre Catherine, si ese día las compañías de armas, las farmacéuticas, etc., los diputados, las iglesias y los fieles se despiertan generosos, con ganas de hacer “caridad”. ¿Y si se despiertan cabreados? Aguanta tu leucemia, Catherine, y sigue rezando.

“Obviamente, Cheryl se considera buena patriota creyendo que Estados Unidos debe seguir siendo el policía en el mundo. Nuestras guerras según ella siempre han sido “justas”, no solo cuando se trató de parar a Hitler, sino también cuando se las hizo para derrocar gobiernos democráticos e imponer dictadores crueles, en zonas importantes para nuestros negocios, o con petróleo abundante. Y se conmueve en los desfiles del “Día del Veterano de guerra”, cuando llegan por millares nuestros boys, los ex soldados que recorren las amplias avenidas de Washington manejando poderosas Harley Davidson, saludados por la gente. Vienen recontra decorados “a lo macho”, con tatuajes o cadenas, y pañuelos de piratas en la cabeza. Cuanto le gustan, a mi vecina Cheryl. Ella cree que pueden defender América no sólo de los comunistas, sino hasta de los ovnis, comunistas y no. En fin.

“Tampoco podemos estar orgullosos del culto a las armas en nuestro país, donde casi no hay películas donde no disparen o maten, como algo normal”, opina Pilar. “¿Ves estas mansiones, con sus bellísimos jardines abiertos? Te sorprenderá que no tengan rejas o guachimanes, como se ve en América Latina. ¿Es que no tienen miedo a agresiones? No. Prueba a acercarte más de lo debido, y te descargarán en contra un entero arsenal. “Ellen tiene su arma”, leemos en un afiche publicitario, “Obama quiere quitársela”. O sea, el malo de Obama estaría promoviendo una ley para reducir el uso de armas y quitar a la pobre Ellen de la publicidad (una joven con aire de esforzada profesional) el gusto a participar en un saludable y emocionante tiroteo, con verdadero derrame de sangre, y no de salsa de tomate como en las películas.

Padres, masacre en la escuela de Sandy Cook (Reuters).

“Pero algo está cambiando en la opinión pública, por suerte”, concluye Pilar. “Obama ha sido elegido, entre otros motivos, por su promesa de poner fin a una década de guerras (aunque haya seguido con Afghanistan, con Guantanamo, con los drones, y con una política antiterrorista que espía a todo el mundo…), pues hay problemas de sobra de que ocuparse en el país. Después de tantos asesinatos de niños y adolescentes por mano de desequilibrados, finalmente se está formando un movimiento de madres que quieren sensibilizar la opinión pública contra el excesivo uso de armas en el país. Se trata todavía de un movimiento inicial, que esperamos se consolide. Lamentablemente los republicanos, que tienen el listado de los propietarios de armas, en unas horas pueden hacerles 4000 llamadas, para que presionen sobre los políticos y no toquen su sagrado derecho a poseer armas”.

Sí, hay movilizaciones en el país, aunque no se logre formar todavía un gran movimiento nacional, como el de los años Sesenta, sostiene entre otros también John Lewis, el antiguo líder de los Estudiantes No Violentos que en 1963 pedía ¡Libertad Ya! , cuando pedir derechos civiles significaba arriesgarse la vida. Por ejemplo, los jóvenes “Dream Defenders” de Florida, mayoritariamente morenos, han ocupado el Capitolio pidiendo el fin de los continuos registros y encarcelamientos de masa realizados por la policía. Pero el famoso movimiento contra la especulación financiera, “Occupy Wall Street”, ha sido removido rápidamente de plazas y aceras por la prohibición de ocupar espacios públicos. Las manifestaciones sindicales son programadas en sus objetivos y alcances; los activistas son arrestados por dos o tres horas y registrados, de acuerdo con la policía, en un juego de roles. Lo importante es que salga en los periódicos, y se difundan los resultados.

En cuanto a John Lewis, a quien en el ’65 unos policías rompieron el cráneo, ha seguido con su espíritu de luchador no violento, como diputado demócrata, pronunciándose contra el NAFTA (tratados de “libre comercio” entre países norteamericanos ), contra la guerra de Iraq o a favor de los derechos de los gays.

Muro de frontera entre Estados Unidos y Mèxico.

¿Qué pasa ahora con los inmigrantes? Otro tema candente en Estados Unidos es el de la reforma migratoria. Noam Chomsky recuerda que hasta 1994 la circulación entre México y Estados Unidos era casi libre. Pero la firma del NAFTA, que penalizaba los campesinos mexicanos privilegiando las multinacionales estadounidenses, hizo prever una gran ola de migrantes, y Bill Clinton ordenó militarizar la frontera. Ahora, los republicanos tratan de asustar la opinión pública con la idea que si se regularizan los indocumentados con una nueva reforma inmigratoria, llegará una avalancha de mexicanos, que bajarán los salarios en Estados Unidos. Sin embargo, desde una década el flujo de los trabajadores que regresan a México está superando el de los que entran, pues ahora existen en el país sureño, mejores oportunidades de educación y trabajo.

Al contrario, legalizar los trabajadores extranjeros obligaría las empresas a dar salarios decentes, y ellos contribuirían a la economía nacional pagando impuestos: una ventaja para todos. Según el Center of American Progress, legalizar los 11 millones de trabajadores indocumentados que existen en EEUU agregaría 1, 5 trillión a la economía en los próximos diez años. Sin contar el tremendo aporte de los talentos extranjeros a gran parte de las compañías norteamericanas: para dar sólo unos ejemplos, un cofundador de Google es un ruso, el fundador de eBay es hijo de un iraní, el cofundador de Yahoo es emigrado de Taiwán. Según los sondeos, también la opinión pública es favorable a crear un procedimiento accesible a la legalización de los millones de inmigrantes que ahora viven en la incertidumbre, pero como se ha visto, la batalla política en el Capitolio no está todavía ganada.

Velas frente a la Casa Blanca, por la reforma inmigratoria.

Brillan unas velas, de noche, frente a la Casa Blanca. Hay un sit in con cantos y oraciones, en estos días, para decir NO a la guerra en Siria. En la tensión de la semana pasada, cuando Obama había anunciado, contra viento y mareas, su intención de atacar el país medio oriental “para castigar a Asad” (terminando con destrozar del todo un país ya destruido por la guerra civil, y un pueblo sin culpa por tener un tirano) le había llegado, como un mensaje en botella, la carta de ex soldado estadounidense. “El país está harto de guerra”.

Sí, el país y el mundo están hartos de guerras, podemos confirmarlo, señor Presidente. Y quizás, que al final, también la belicosa Cheryl no se lo esté pensando mejor, pues muchos republicanos están en contra de esta guerra. Pero para que explote la paz, muchas y muchas velas más, deben seguir brillando en la noche.
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*Gisella Evangelisti es escritora y antropóloga italiana. Nació en Cerdeña, Italia, estudió letras en Pisa, antropología en Lima y mediación de conflictos en Barcelona. Trabajó veinte años en la Cooperación Internacional en el Perú, como representante de oenegés italianas y consultora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, en inglés) en países latinoamericanos. Es autora de la novela “Mariposas Rojas”.
Otras noticias:

Fuente: Servindi

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Obama: ¡Escucha el clamor de los pueblos!


¡Escucha el clamor de los pueblos! pide Premio Nobel Pérez Esquivel a Barack Obama.
- Siria necesita una solución política, no militar, afirma.
Servindi

El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel envió una carta abierta a Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, en la cual le pide que escuche el clamor de los pueblos.

“Siria necesita una solución política, no militar. La comunidad internacional debe dar su apoyo a las organizaciones sociales que buscan la paz. El pueblo sirio, como cualquier otro, tiene derecho a su autodeterminación y a definir su propio proceso democrático y debemos ayudar en lo que nos necesiten” afirma el premio Nobel.

“Obama, tu país no tiene autoridad moral, ni legitimidad, ni legalidad para invadir Siria ni ningún otro país. Mucho menos luego de haber asesinado 220.000 personas en Japón lanzando bombas de destrucción masiva” prosigue la misiva.

#Ningún congresal del parlamento de Estados Unidos puede legitimar lo ilegitimable, ni legalizar lo ilegalizable. En especial teniendo en cuenta lo que dijo hace unos días el ex presidente norteamericano James Carter: “EE.UU. no tiene una democracia que funcione”.

A continuación la carta completa:


Carta abierta al Presidente Barack Hussein Obama: ¡Escucha el clamor de los pueblos!

La situación en Siria es preocupante y una vez más los EE.UU., erigiéndose en gendarme del mundo, pretende invadir Siria en nombre de la “Libertad” y los “derechos humanos”.

Tu predecesor George W. Bush en su locura mesiánica supo instrumentalizar el fundamentalismo religioso para llevar a cabo las guerras mesiánicas en Afganistán e Irak. Cuando declaraba que conversaba con Dios, y Dios le decía que tenía que atacar a Irak, lo hacía porque era dictamen de Dios exportar la “libertad” al mundo.

Tú has hablado, con motivo de los 50 años de la muerte del Reverendo Luther King, también Premio Nobel de la Paz, de la necesidad de completar el “Sueño” de la mesa compartida, de quien fuera la más significativa expresión de lucha por los derechos civiles contra el racismo en la primera democracia esclavista del mundo. Luther King fue un hombre que dio su vida para dar vida, y por eso es un mártir de nuestro tiempo. Lo mataron después de la Marcha sobre Washington porque amenazaba con desobediencia civil a seguir siendo cómplices de la guerra imperialista contra el pueblo de Vietnam. ¿Realmente crees que invadir militarmente a otro pueblo es aportar a ese sueño?

Armar rebeldes para luego autorizar la intervención de la OTAN, no es algo nuevo por parte de tu país y tus aliados. Tampoco es nuevo que EE.UU. pretenda invadir países acusándolos de posesión de armas de destrucción masiva, que en el caso de Irak resultó no ser cierto. Tu país ha apoyado el régimen de Saddam Hussein que utilizó armas químicas para aniquilar a la población kurda y contra la Revolución Iraní y no hizo nada para sancionarlo porque en ese momento eran aliados. Sin embargo ahora pretenden invadir Siria sin siquiera saber los resultados de las investigaciones que está haciendo la ONU por autorización del mismo gobierno Sirio. Ciertamente que el uso de las armas químicas es inmoral y condenable, pero tu gobierno no tiene autoridad moral alguna para justificar una intervención.

El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó que un ataque militar en Siria podría empeorar el conflicto.

Mi país, la Argentina, que se encuentra ejerciendo la Presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, ha hecho pública su posición contra una intervención militar extranjera en la República Siria negándose a ser “cómplice de nuevas muertes”.

El Papa Francisco también llamó a globalizar el pedido de paz y decretó una jornada de ayuno y oración en contra de la guerra para el día 7 de septiembre, a la cual nos adherimos.

Hasta tu histórico aliado, Gran Bretaña, se ha negado (al menos de momento) a ser parte de la invasión.

Tu país está transformando la “Primavera Árabe” en el infierno de la OTAN, provocando guerras en el Medio Oriente y desatando la rapiña de las corporaciones internacionales. La invasión que pretendes llevará a más violencia y más muertes, así como a la desestabilización de Siria y de la región. ¿Con qué objetivo? El lúcido analista, Robert Fisk, ha precisado que el objetivo es Irán y postergar la concreción del estado palestino, no es la indignación que producen la muerte de cientos de niños sirios lo que los motiva a ustedes a intervenir militarmente. Y justamente cuando ha triunfado en Irán un gobierno moderado, donde se podría tratar de contribuir a lograr escenarios de negociaci&oa cute;n pacífica a los conflictos existentes. Esa política será suicida de tu parte y de tu país.

Siria necesita una solución política, no militar. La comunidad internacional debe dar su apoyo a las organizaciones sociales que buscan la paz. El pueblo sirio, como cualquier otro, tiene derecho a su autodeterminación y a definir su propio proceso democrático y debemos ayudar en lo que nos necesiten.

Obama, tu país no tiene autoridad moral, ni legitimidad, ni legalidad para invadir Siria ni ningún otro país. Mucho menos luego de haber asesinado 220.000 personas en Japón lanzando bombas de destrucción masiva.

Ningún congresal del parlamento de Estados Unidos puede legitimar lo ilegitimable, ni legalizar lo ilegalizable. En especial teniendo en cuenta lo que dijo hace unos días el ex presidente norteamericano James Carter: “EE.UU. no tiene una democracia que funcione”.

Las escuchas ilegales que realiza tu gobierno al pueblo norteamericano parecen no ser del todo eficientes, porque según una encuesta pública de Reuters (http://www.reuters.com/article/2013/08/25/us-syria-crisis-usa-poll-idUSBRE97O00E20130825), el 60% de los estadounidenses se oponen a la invasión que quieres llevar a cabo.

Por eso te pregunto Obama ¿A quién obedeces?

Tu gobierno se ha convertido en un peligro para el equilibrio internacional y para el propio pueblo estadounidense. EE.UU. se ha vuelto un país que no puede dejar de exportar muerte para mantener su economía y poderío. Nosotros no dejaremos de intentar impedirlo.

Yo estuve en Irak luego de los bombardeos que realizó EE.UU. en la década de los 90′s, antes de la invasión que derrocó a Sadham Hussein. Ví un refugio lleno de niños y mujeres asesinados por misiles teledirigidos. “Daños colaterales” los llaman Uds.

Los pueblos están diciendo ¡BASTA! a las guerras. La humanidad reclama la Paz y el derecho a vivir en libertad. Los pueblos quieren transformar las armas en arados, y el camino para lograrlo es “DESARMAR LAS CONCIENCIAS ARMADAS”.

Obama, nunca olvides que siempre recogemos los frutos de lo que sembramos. Cualquier ser humano debería sembrar paz y humanidad, más aún un Premio Nobel de la Paz. Espero que no termines convirtiendo el “sueño de fraternidad” que anhelaba Luther King en una pesadilla para los pueblos y la humanidad.

Recibe el saludo de Paz y Bien

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
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Fuente: Servindi