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martes, 25 de febrero de 2020

Biblias para los últimos indígenas no contactados de Brasil.

Jair Bolsonaro coloca a un misionero evangélico al frente del área del Gobierno dedicada a los pueblos originarios que aún no han tenido contacto con el hombre blancoTres nativos de una tribu no contactada, en el estado de Acre (Brasil). REUTERS


El Valle del río Javari, que traza la frontera entre Brasil y Perú, alberga el mayor número de indígenas no contactados del mundo, es un enorme pedazo de selva amazónica con casi 7.000 nativos que, en su gran mayoría, nunca tuvieron contacto con el hombre blanco. Cuando lo hicieron fue para dejar claro que querían seguir solos.

La forma en que Brasil ha lidiado con estas comunidades ha ido cambiando con el tiempo, pero a finales de los 80, con el regreso de la democracia, se acordó que se respetaría su voluntad, poniendo fin a décadas de políticas de integración y asimilación. Ahora, los pueblos del Javari viven en una inmensa área protegida. A pesar de que sufren continuas invasiones de madereros ilegales, sobre el papel, nadie puede entrar en su territorio.

Pero las cosas están cambiando. Hace unos días, el Gobierno de Jair Bolsonaro colocó al misionero Ricardo Lopes Dias al frente del departamento para los Indígenas Aislados de la Fundación Nacional del Indio (Funai), el órgano estatal que cuida de la cuestión indígena. Para poderle nombrar, la presidencia de la Funai alteró el reglamento interno, retirando la exigencia de que el coordinador del área de indígenas aislados fuera un funcionario de carrera.

Los indígenas no tardaron en manifestarse en contra de una posible evangelización: "La actuación de misioneros en las aldeas ha sido tan nociva como las enfermedades, pues causa desorganización étnica, social y cultural de los pueblos indígenas. En el Valle del Javari los misioneros nos dividieron entre quienes eran de Dios y quienes eran del Diablo, y eso, para los asilados, significa la completa extinción". Quienes hablan son representantes de la Univaja, una entidad que agrupa a los indígenas del Javari que sí fueron contactados en el pasado: los Matsés, Marubo, Matis, Kanamary, Kulina, Korubo y Tsohom-Djapá.


Estos pueblos ya conocen el trabajo de las misiones evangelizadoras, que llegaron a la región en los años 60, sobre todo de la mano de ONG de EEUU. En una de ellas, de hecho, trabajó el nuevo fichaje estrella del Gobierno.

Lopes Dias formó parte durante 10 años de la Misión Nuevas Tribus de Brasil (MNTB) como parte de un trabajo de disertación sobre los indígenas Matsés. Se propuso "identificar las necesidad y oportunidades entre aquellos que nada o poco escucharon a Cristo". Lopes Dias estudió la lengua local para generar material didáctico que pudieran entender y les incentivó a que construyeran sus propias iglesias. Tal como ocurre hoy día en cientos de aldeas en otros territorios.
EXPLOTACIÓN DE LA AMAZONÍA

"Esto no es de ahora, es de siempre. Lo innovador es que ahora la Funai forme parte de este proceso", dice a EL MUNDO una portavoz de Indigenistas Asociados, una asociación de trabajadores de este organismo estatal que no quiso identificarse por miedo a represalias. "Donde el Estado falla estos grupos proselitistas tienen el espacio abierto. Imponen su religión pero al mismo tiempo llevan alimentación, ropa, agua... y con el tiempo pasan a condicionar esos beneficios a la participación en esa nueva fe", añade.

La presencia de misioneros es común en muchas comunidades. Los Terena, en el estado de Mato Grosso y los Baniwa, en el de Amazonas, por ejemplo, ya son predominantemente evangélicos. En otras zonas la presencia católica es más fuerte, por las misiones instaladas durante siglos, pero éstos perdieron terreno en las últimas décadas, tras las nuevas directrices de la Iglesia Católica a favor de la no imposición.

La ley brasileña tan sólo prohíbe expresamente la entrada de evangelizadores (y de todo tipo de personas) en aldeas de pueblos no contactados, precisamente el departamento que ahora gestionará Lopes Dias.

La Fiscalía presentó esta semana un recurso para frenar el nombramiento, alegando un evidente conflicto de intereses. Además, los procuradores resaltaron que los datos que este nuevo coordinador puede tener tras su paso por el Valle del Javari son extremadamente sensibles: "El acceso de misioneros a ellos puede colocar a los pueblos en riesgo de genocidio y etnocidio", advirtieron.

Los indígenas suelen argumentar que la entrada de estos grupos religiosos forma parte de una estrategia para asimilar a las poblaciones nativas a los núcleos urbanos, para así despejar sus tierras en favor de los intereses del sector agrícola y ganadero. Los mismos días en que resonaba la polémica por el nombramiento del misionero, Bolsonaro presentó a bombo y platillo una ley que abre la puerta a todo tipo de actividades económicas dentro de las tierras indígenas, desde minas y pozo de gas y de petróleo hasta presas hidroeléctricas.

Fuente:elmundo.es

domingo, 30 de junio de 2019

Pseudofilántropos.


Pedro Serrano

He leído en alguna parte que 19 multimillonarios estadounidenses desean ansiosamente pagar más impuestos. Al parecer, tienen tanta sensibilidad social que quieren que se cree un impuesto federal del 1% para las familias más acaudaladas.
Cuando leí la noticia, la primera reacción fue de sorpresa por raro y extraño. Después me invadió un fuerte sentido de culpabilidad al pensar que quizá los ricos no eran tan avaros como yo pensaba. Y, más tarde, después de una breve reflexión, llegué a la conclusión de que en esta generosa propuesta tenia que haber gato encerrado. Y efectivamente lo hay, y además es pardo.

Lo que en verdad encierra la propuesta de estos potentados, en apariencia revolucionaria, no deja de ser una maniobra artera para ganarse la simpatía de la sociedad con unas migajas y seguir aumentando las deducciones del gravamen de sus impuestos hasta pagar muy por debajo del común de los currantes.
Si los ricos nunca han sido tan ricos y nunca han estado tan bien vistos, a lo mejor es que sus fundaciones y sus gestos filantrópicos -que tanto gustan a la gente- esconden, maquillan o legitiman procedimientos cuestionables o injustos que les permiten enriquecerse de forma desmedida e insultante.
/ Antoñán del Valle (León)

miércoles, 12 de junio de 2019

Ejemplo y confianza.


Gabriel Mª Otalora

Una de las frases de Jesús con menos posibilidad de exégesis es “Por sus hechos les conoceréis”. Pues bien, el ejemplo es la puerta para generar confianza en nuestras relaciones humanas y ambos -ejemplo y confianza- deben ser la base de conducta de todo cristiano, especialmente de los que más responsabilidades tienen y por aquello del escándalo, tan de moda precisamente cuando brillan por su ausencia.

Dicen que fue Einstein quien recordó que dar ejemplo es la única manera de influir en los demás y la única manera efectiva de inculcar valores. Nadie seguirá las palabras ni a quienes las pronuncian si nos coherentes y, lo que es peor, existe el riesgo añadido de rechazo a esas buenas ideas por el efecto perverso que produce la falta de credibilidad. Y todo el mundo es capaz de percibir al vuelo la falta de coherencia.

¿Qué valoración nos merecen nuestras actitudes? El contagio viene desde los máximos responsables hacia todo el resto de la organización eclesial. Como ocurre en las familias, que el chorro fundamental de la influencia va de los padres a los hijos. Los ojos y oídos de nuestros chavales, igual que los de nuestros compañeros están fijos en nosotros. Los hijos y los compañeros de trabajo recordarán más nuestra conducta que nuestras palabras. Alguien dijo acertadamente que, lo que los padres hacen con moderación, los hijos lo harán con exageración.

Y cuando la falta de ejemplo se estira demasiado, se nota y, lo que es peor, cala como agua fina. No deja de ser una sutil manera de faltar a la verdad que alguien pontifique grandes directrices y normas que después no respeta ni cumple. Pero todos llevamos dentro un maestro y un aprendiz que, por la mera observación, activan el aprendizaje. Nos influenciamos y contagiamos mutuamente más de lo que parece a primera vista. Somos seres influenciables para bien y para mal.

El ejemplo tiene la fuerza de la experiencia vivida. Sin este valor de la credibilidad pierde toda su fortaleza. Hablamos mejor con nuestros hechos, que son por lo que nos conocerán. Y cuando el ejemplo es negativo, transmitiremos mensajes terriblemente influyentes, en este caso para mal. En el idioma inglés existe la expresión Walk the Talk, que viene a decir que actuemos por donde hablamos. Y la Madre Teresa de Calcuta, nos puso sobre aviso: no te preocupes porque tus hijos no te escuchan, te observan todo el día. Haciendo una paráfrasis aplicable al ámbito del liderazgo, podríamos decir que nuestros feligreses y la sociedad en general te observan todo el tiempo. Ser fiable es lo fundamental. Y cuando alguien es creíble, automáticamente se activa la confianza.

La diferencia entre reputación y confianza es que la primera se refiere a lo que la gente piensa de ti, mientras que la confianza se refiere a lo que la gente espera de ti. La confianza o su falta es una realidad fundamental en cualquier sociedad, sobre todo cuando disminuyen los comportamientos éticos con las consecuencias negativas que esto produce en el día a día. Es decir, que necesitamos mantener un comportamiento predecible lo suficientemente arraigado en el tiempo como para que otra persona se haga digna de nuestra confianza. Y viceversa. La confianza también va de arriba hacia abajo; el superior es quien debe generar ambientes de confianza e irradiar él mismo este imprescindible comportamiento. No es delegable.

La confianza es un proceso intangible que se apoya en la intuición y en la experiencia. A veces nos fiamos del sexto sentido y apostamos por una decisión de confianza, pero implica un riesgo elevado de equivocarnos. Lo normal es que se asiente tras un proceso de experiencias y vivencias que se construye con el tiempo y puede ser destruida en un segundo; la confianza es muy cara de lograr, fácil de perder y más cara todavía de recuperar.

Ganarse el derecho a ser escuchado, que esto es el meollo de influir y no otra cosa. El doble lenguaje no ha funcionado nunca en los cristianos. La confianza se crea cuando podemos creer en algo y en alguien porque sabemos por experiencia o por su imagen de seguridad que nos dice la verdad (credibilidad es tener autoridad sobre algo). En la medida que un ser humano se hace más creíble amplia la base del liderazgo, es decir, de su capacidad de influencia. No importa si las noticias son buenas o malas, debe tratarse a los demás con madurez pensando en ellas, no solo en nosotros.

Escuchar a la gente también genera confianza. Una persona que no nos presta la debida atención no puede saber qué es lo que realmente necesitamos o sentimos, y no se hace acreedora de depositar nuestra confianza en ella; como mínimo, no estaremos seguros de que entendió nuestra actitud o propuesta. Además, el acto de escuchar genera una actitud recíproca, básica en toda comunicación que se precie, y si ambas personas se escuchan con empatía, su relación creará mayores espacios de confianza y comunicación fructíferos.

Confiamos en las personas que son coherentes, que dan ejemplo, que cumplen su palabra. Siendo constantes crecemos en veracidad. Diciendo la verdad, crecemos en lealtad. Confiamos en las personas que buscan win-win, (ganar-ganar o gano-ganas). Una secuencia más cristiana e inteligente sería: ganan, ganamos, ganas, gano.

De camino a la Pascua de Pentecostés, pidamos al Espíritu luz y fuerza para ser ejemplares y generar espacios de confianza también con los que no son afines; a la manera de Jesús. La evangelización está en juego.

Fuente: redescristianas.net

miércoles, 1 de mayo de 2019

Teólogos desde la vida y discípulos del pueblo santo de Dios.

"Los teólogos tienen que imitar a Francisco y fajarse en la arena de los medios de comunicación de masas. No escapar de ellos, sino buscarlos"


"Sin revanchas, pretenden darle la vuelta a la tortilla teológica tanto tiempo dominada, sin admitir pluralismo alguno, por parte de Ratzinger y de su nutrida escuela"


"El pueblo huele autenticidad en Francisco, pero el funcionariado clerical, la casta farisaica, le impide degustar a Papadios y aspirar el perfume de la nueva primavera evangélica"





Tuve la fortuna de compartir cuatro intensos días en Puebla (México) con 45 teólogas y teólogos de América Latina, USA, Quebec y España, reunidos en el Tercer Encuentro Iberoamericano de Teología. Una experiencia de profunda comunión, de gran profundidad intelectual y humana, en un ambiente de cordialidad y amistad, de intercambio y de unidad en la diversidad.

Un encuentro que fue posible, gracias a la generosidad de dos universidades jesuitas: El Boston College, que corrió con los gastos del viaje y la Universidad Iberoamericana de Puebla, que costeó la estancia de los participantes y puso a su disposición sus instalaciones. En un espléndido ejercicio de comunión de bienes.



Un Encuentro que hicieron posible un equipo motor, integrado por el teólogo laico venezolano, Rafael Luciani; el teólogo argentino Carlos Maria Galli, y el argentino-chileno, Carlos Schickendantz. ¡Excelente trabajo de los tres!

Este grupo iberoamericano de Teología está integrado por mujeres y hombres con mochilas cargadas de vida entregada en los surcos del pueblo. No son académicos al uso, aunque también tengan estudios, doctorados y muchos y sesudos libros publicados.

No son teólogos de gabinete ni de escritorio, sino de los que van a la reflexión desde la vida compartida con todo tipo de comunidades y, especialmente, con los más pobres. Por poner solo dos ejemplos. El jesuita Pedro Trigo lleva más de 40 años viviendo en una chacra, con su comunidad, en uno de los barrios más humildes de Caracas. O Rafael Luciani, que da clases en la Andrés Bello de Caracas y en el Boston College, pero sigue compartiendo su vida en una sencilla comunidad de base.


Agenor



Desde ahí, desde las alegrías compartidas y desde las lágrimas amasadas al ritmo de los días, teorizan, pero enraizados en su medio. Laicos, como Alejandro Ortiz, de la Ibero de Puebla; consagradas como la teresiana Consuelo Vélez; curas como el quebequense Gilles Routhier o el brasileño Agenor Brighenti.

Vienen de Latinoamérica, como los chilenos Gidi o Schickendantz, el argentino Galli o el mexicano Carlos Mendoza, o de la USA hispana, como Ospina o Valiente, entre otros. El grupo cuenta, desde sus inicios, con la presencia de dos obispos, el cardenal de Caracas, Baltazar Porras, y el vicepresidente del episcopado venezolano y obispo de La Guaira, Rafael Biord.

Las sesiones, apretadas, con ponencias bien trabadas y diálogos posteriores siempre respetuosos, pero críticos e incisivos. Sin dárselas de nada, sueltan auténticas perlas teológicas y pastorales, con serenidad, apertura y hasta sentido del humor.

Casi todos han sufrido ataques, persecuciones y, sobre todo, ninguneos por parte del establishment teológico y de muchos jerarcas de la Iglesia. Han estado más o menos asfixiados durante los pontificados de Wojtyla-Ratzinger y, ahora, respiran aliviados y a pleno pulmón los vientos de aggiornamento y renovación por lo que han luchado durante toda su vida. Sin cambiar de chaqueta, sin acomodarse ni ceder al chantaje de la buena vida o del reconocimiento académico y eclesiástico.


Gilles Routhier



Espoleados por los nuevos vientos de la primavera de Francisco, quieren echarle su cuarto a espadas y contribuir a su florecimiento. Sin revanchas, pretenden darle la vuelta a la tortilla teológica tanto tiempo dominada, sin admitir pluralismo alguno, por parte de Ratzinger y de su nutrida escuela.

Pertenecen a la misma galaxia comprometida o progresista, pero militan en diferentes modelos teológicos. Desde la Teología de la Liberación a la Teología del Pueblo, pasando por la Teología hispana estadounidense, la Teología feminista o la Teología de la Liberación de tercera generación.

Francisco quiere cambiar la Iglesia, única manera de hacerla creíble, y para eso necesita desmontar la doctrina farisaica que agarrota a la institución. Cambiar el catecismo y el derecho canónico por el Evangelio.


Más aún, necesita que ese cristianismo revivificado cale en las élites teológicas y clericales y empape a las bases creyentes.

El pueblo huele autenticidad en Francisco, pero el funcionariado clerical, la casta farisaica, le impide degustar a Papadios y aspirar el perfume de la nueva primavera evangélica. Por eso, los teólogos de Francisco tienen, a mi juicio, dos tareas urgentes y casi sobrehumanas. La primera es en su propia casa, para ganarle la partida a la élite teológica que ha reinado desde el final de Pablo VI hasta la llegada de Francisco. Lo coparon todo, lo controlaron todo y hasta consiguieron congelar el Concilio.


Porras



La doctrina sin corazón reina en el Catecismo y en el Código y, desde esas tablas de la ley permea toda el andamiaje clerical, que formatea la mente de los curas y de los seminaristas (y del pueblo) en la religión de la culpa, del pecado y del poder sobre las conciencias.

Y una institución tan clericalizada como la Iglesia no puede cambiar, si no cambia su clero o si el pueblo no da la espalda a los clérigos de la ley para volver a los ministerios del servicio a la comunidad.

La partida se juega, pues, en las élites y en las bases.


¿Serán capaces los teólogos del pueblo, alentados por Francisco, de imponer a sus colegas conservadores, que tienen su referente en el Papa emérito, la nueva visión teológica?

Para que tenga éxito esta campaña evangélica, la lucha hacia adentro debe extenderse a otro frente: el pueblo. La nieve tiene que bajar de la montaña y derretirse en el valle. Los creyentes deben saber qué es lo que está pasando y que partida de ajedrez se está jugando en las élites eclesiales. Para eso, los teólogos y los clérigos comprometidos con el nuevo modelo eclesial tienen que llegar con sus nuevos mensajes a la gente. El Papa, por muy Papa que sea, no puede hacerlo todo solo. El rey necesita peones, torres, caballos y alfiles.


Papa de la primavera



Los cuadros comprometidos tienen que salir del jardín de la sacristía. Tienen que dejar de pescar en pecera y de convencer a los convencidos. Harta de la doctrina de bronce, la gente se ha ido de la Iglesia, sin dar portazos, hacia la indiferencia: el cisma silencioso. Solo está esperando que alguien les comunique la buena nueva de Jesús, que puede seguir dando sentido a sus vidas, como la dio a tantos miles de millones a lo largo de la Historia.

Para conectar de nuevo con la gente, teólogos y clérigos tienen que imitar a Francisco y fajarse en la arena de los medios de comunicación de masas. No escapar de los medios, sino buscarlos. De buena fe, sin hacer trampas, respetando sus leyes y su dinámica interna, ocupando espacios mediáticos. Como lo han hecho todas las demás élites: políticas, judiciales, económicas, culturales, filosóficas...

Los teólogos están preparados, saben comunicar, son expertos en retórica, tienen un caudal de argumentos acumulados durante siglos y, lo más importante, no van de farol, no buscan sus intereses, no venden mercancía averiada, sino el mensaje de Jesús, que los siglos han probado que es uno de los caminos de sentido.

Solo así, urgiendo a los medios de Iglesia que les hagan hueco y se dediquen a defender la primavera de Francisco (y no a la derecha neoliberal), y fajándose en los ajenos, podrán llegar a la gente y volver a seducirla. Marcar agenda. ¿Marketing? No. Misión. Id por todo el mundo...

viernes, 26 de abril de 2019

El triunfo de las luchas por la vida.



Ya terminó la Semana santa. ¿Olvidaremos su mensaje principal? El triunfo de la lucha por la vida y la fraternidad. Esa fue la misión que Jesús de Nazaret llevó hasta el extremo en sólo 3 años de dedicación a tiempo completo. Todo el cosmos es expresión de vida amorosa que no deja de desplegarse porque la creación sigue en marcha: lo vemos ahora con las fotos de los satélites que recorren el espacio.

Acabo de escuchar en redes sociales una señora de 92 años que dice: “Se ha dejado de luchar, por eso estamos en lo que estamos… Nada tenemos heredado para siempre… Se tiene lo que se defiende”. Algo parecido dice Bertold Brecht: “No debes tener lo que no estás dispuesto a defender”. ¿Nos sorprenden estas 2 personas? Jesús decía lo mismo: “Sólo los valientes entran en el Reino de Dios”, es decir, sólo los valientes tienen vida plena y llena de fraternidad y alegría porque luchan por ellas. El infierno es para los cobardes, los individualistas y los indiferentes.

Estamos salvados cuando entramos en esta lucha por la vida y la fraternidad. Si no vivimos para eso, estamos perdidos y bien perdidos. Y eso vale para cristianos y ateos. Se pierden los que trabajan por tener más y más dinero; se pierden los corruptos; se pierden los sinvergüenzas que hacen leyes por su interés personal o gremial; se pierden los jueces que tuercen las leyes para condenar al inocente; se pierden los que mienten descaradamente con la complicidad de los medios de comunicación; se pierden los ladrones de corbatas…


Eso es el infierno… que nos hacen padecer.

También se pierden los indiferentes a la maldad, los pasivos frente a las injusticias, los conformes con la desigualdad social, los que aplauden a los malvados, los que se suben a la camioneta de los corruptos, los quejosos que nunca mueven ni el dedito, los que se valen del desconocimiento de los demás, los envidiosos incapaces de luchar por su dignidad… Eso es el infierno.


Jesús de Nazaret vino por hace acontecer el Reino de Dios: eso fue su misión. Por su vida y su muerte hizo reinar a Dios en este mundo y Dios reina cuando hay vida, amor, justicia, armonía con la naturaleza, comunión el Misterio del universo. Desde el emperador Constantino, y hasta antes, se creyó que la religión con su clero, sus leyes, sus cultos, sus lugares santos, sus libros sagrados… eran la manera de hacer presente el Reino de Dios. Y vemos ahora el resultado: pedofilia e iglesias que se van vaciando. Hay que volver a los orígenes de las religiones y del cristianismo tal como lo vivieron Jesús y las primeras comunidades cristianas. “El Reino es lo único absoluto” dijo el papa Pablo 6° en 1975, repitiendo la frase de Jesús: “Busquen primero el Reino de Dios; el resto vendrá por añadidura”. ¡A salir de dónde nos hemos extraviado! Entonces la moral y la obsesión de la sexualidad pasarán segundo lugar, es decir, al servicio del Reino: todo debe estar al servicio del Reino.


Están desapareciendo las religiones pero no desaparecerán los que luchan por la vida y por la fraternidad. También muchos luchan y lucharán para que sigan vivas las ruinas religiosas, cultivando sus cementerios como paraísos perdidos… y cuántos más los irán siguiendo en su ceguera, complicidad y egoísmo.


La Semana santa nos despierta a la realidad, pero preferimos la cobardía de los apóstoles, la traición de Pedro y la soberbia de Poncio Pilato: ‘¿Qué es la verdad?’, sin querer escuchar la respuesta de Jesús: “He venido por la verdad”. La verdad de Jesús fue hacerse hombre pobre con los pobres, profeta itinerante, Mesías del Reino, dedicándose a construir el Reino con los pobres y desde ellos, hasta las últimas consecuencias. Esa fue la lucha de Jesús: por la vida y la fraternidad. Por eso lo asesinaron como vil delincuente que ‘alborotaba a las gentes’, desestabilizaba los poderes: el religioso de los judíos y el militar de los romanos. Hoy, ¿dónde nos ubicamos? ¿con quienes nos identificamos? ¿a quiénes defendemos consciente e inconscientemente? También hay que decir ¡cuántos siguen hoy el camino de Jesús y son perseguidos y asesinados como él! Y nosotros, los cristianos en particular, ¿con quienes nos cuánto complicidad nuestra con ellos?


Despertemos, levantémonos, luchemos tal como nos invitó Ricardo Patiño el año pasado a ‘luchar combativa, pacífica y colectivamente’, tal como consta en la Constitución y el Evangelio: “¡Sólo los valientes conquistan el Reino de Dios!”. Eso es ‘resurrección’, o sea, triunfo de las luchas por la vida y la fraternidad.

viernes, 12 de abril de 2019

El amor que desarma.


Gabriel Mª Otalora

A veces nos empeñamos en que el evangelio no sea Buena Noticia. No creemos, como el Papa, que la misericordia es la actitud que define al evangelio, capaz de cambiar el corazón y la vida de cualquier persona. La importancia esencial de esto se experimenta con especial relevancia en algunos pasajes de la liturgia de la Cuaresma: el texto de Juan sobre la adúltera es un claro ejemplo que muestra la radicalidad del amor de Dios que no acabamos de asimilar.

Las leyes de aquél entonces solo protegían a los hombres, por eso resulta desconcertante el carácter radicalmente transformador del relato de la mujer sorprendida en adulterio. Tan es así, que costó muchos años que se incorporase a los textos canónicos. Algunos Padres de la Iglesia, como san Agustín, temieron que el relato podía alentar al adulterio o servir de excusa para no reconocer su gravedad. Calvino temió que el texto desacreditara las leyes mosaicas de la pena de muerte para el adulterio (Levítico y Deuteronomio).

Aquellos escribas y fariseos estaban obligando a Jesús a elegir entre la misericordia y la justicia legal. Siempre ha estado latente el miedo a la Verdad por muy liberadora que sea; en este caso, el tema no es tanto “la mujer adúltera” sino la doble vara de medir y la hipocresía de los varones frente a la audacia amorosa del Maestro que descoloca a todos, también a nosotros, ojo. La adúltera de este evangelio es culpable y, contra toda lógica religiosa de entonces, Jesús no la condena sino que la salva de morir y encima le devuelve la paz interior. Resulta muy revelador que el mandamiento de Jesús a la mujer para que se apartara del pecado vino después de que ya había sido absuelta de su pecado. Este fue el orden: justificación primero y luego santificación. De hecho, no puede ser de otra manera, porque aunque acudamos al Señor con un arrepentimiento genuino de nuestros pecados, nunca conseguiremos cambiar por nuestros propios medios. Este cambio sólo es posible después de haber sido regenerados por medio del Espíritu.

Es importante tener esto claro, porque lo hemos asumido justo al revés. Los propios fariseos lo hacían así. Para ellos, la persona se tenía que esforzar en merecer el perdón de Dios por una conducta intachable. Para más desconcierto, Jesús ni siquiera condena a los prestigiosos acusadores que se van retirando con pecados seguramente igual de graves o aun mayores. Ni tampoco condena al adúltero, sino que ofrece un camino de gracia a los varones desde su aceptación cómplice en el adulterio. 

Hay que recordar que el fundamento del matrimonio en la ley judía no era el amor ni el compromiso, pues la mujer sufría una apabullante desigualdad de consideración y derechos. Lo esencial era el deber de fidelidad pero entendido desde la propiedad que tenía el marido sobre la mujer. Al cometer adulterio, las mujeres cargaban con el pecado sexual (fuente de tentación y ocasión de pecado para el hombre) y vulneraban la propiedad de otro hombre al transgredir la pureza del linaje del marido engañado, lo cual socavaba el honor y cuestionaba a todo el clan familiar. El adulterio se equiparaba a un robo.

En este relato no caben espacios para que nadie se sienta superior a nadie -excepto Jesús- que ni siquiera se comporta como un juez sino que actúa en el plano superior del amor gratuito de Dios. El día en que todos nos consideremos pecadores podremos dialogar y perdonarnos mutuamente por la gracia de Dios. Con el episodio de la adúltera, la mujer es rescatada de la exclusión y presentada como persona equiparada al varón e igual de destinataria de la Buena Noticia.

Este pasaje nos obliga a preguntarnos cuando acusemos a alguien, da igual si somos hombre o mujer: ¿cómo quisiera ser tratado? Toda ley es un medio, y puede convertir a la religión en excluyente, entendida como un sistema judicial más, tan del gusto de algunos que pretenden arrinconar al Papa y a sus mensajes porque desinstala conciencias que no son mejores que las de aquellos escribas y fariseos expertos en Dios. O puede ser una oportunidad de esperanza, sobre todo para las mujeres peor consideradas y maltratadas. En todo caso, es una oportunidad para abrirnos al amor de Dios.




miércoles, 23 de enero de 2019

Interpretación de Pablo Apóstol en la actualidad.

Por: Pablo Richard

Se han publicado últimamente interpretaciones de los escritos de Pablo Apóstol que son superficiales y manipuladas, que no usan métodos científicos de interpretación y que han hecho daño a la Iglesia, especialmente a las comunidades de base. 

Debemos evitar el fundamentalismo bíblico. Hay fundamentalismos “progresistas modernos” que rechazan todas las cartas de Pablo Apóstol tomando textos aislados, como hay fundamentalismo “dogmáticos” que defienden la ley que Pablo de Tarso rechazó radicalmente. 

En la tradición paulina hay 7 cartas auténticas escritas por Pablo:

1 Tesalonicenses: finales del año 50 desde Corintio.

1 Corintios: desde Efeso año 52 

Filipenses y Filemón: invierno 54 en Efeso

2 Corintios: Efeso en los años 54.

Gálatas: desde Efeso años 54-55

Romanos: invierno 55- 56 en Corinto.

Pablo es presentado también por otros autores de la escuela paulina posterior a Pablo: las cartas a los Colosenses y Efesios (años ochenta), posteriormente en las cartas 1 y 2 a Timoteo y a Tito (años 90-110). La carta a los Hebreos se considera normalmente ajena a la tradición paulina. Igualmente la segunda carta a los Tesalonicenses no es de Pablo. Muy importante es la obra de de Lucas “Hechos de los Apóstoles” escrita posiblemente en Efeso en los años 85, cuyo personaje principal es Pablo de Tarso. Toda la literatura paulina fue editada, en varios manuscritos. hacia fines del siglo primero como una sola obra llamada “cuerpo paulino”. En esta edición final hubo muchos textos “revisados”, “corregidos” “interpolados”, incluso “adulterados”. 

Contradicciones al interior de la tradición paulina 

La tendencia predominante en las Iglesias y escuelas teológicas es la de negar los conflictos, o tratar superarlos “inventando” situaciones históricas irreales o forzando la exégesis de los textos para superar las contradicciones. Lo correcto es aceptar las contradicciones y reconocer que la revelación de la Palabra de Dios no está sólo en la coherencia de los escritos, sino también en la contradicción, al interior de los textos y en la historia detrás de los textos. 

Pablo apóstol: perseguido en el pasado y calumniado en el presente

Pablo fue muy perseguido durante su vida, pero lo peor es la deformación de su pensamiento en la actualidad. Pablo ha sido acusado de legitimar la opresión de la mujer, la esclavitud, el sometimiento al Estado Romano. Se le acusa de aprovecharse de su condición de ciudadano romano (que en realidad no lo era). Es calificado de ser gnóstico, anti-judío, y finalmente un falso Apóstol. Se interpreta al Pablo histórico a partir del movimiento paulino posterior a su martirio. No se reconoce las contradicciones entre el Pablo histórico y la escuela paulina muy posterior. No se investigan las luchas internas en el paulinismo tardío: luchas sociales, políticas, doctrinales y de género (unos excluían a la mujer y otros la incluían). 

Un problema difícil de interpretar son las “interpolaciones”, “metidas” en el texto de las cartas auténticas de Pablo. Es una tesis ya demostrada que el cuerpo de las 14 cartas de Pablo fue editado hacia fines del siglo primero y varias veces después. En estas ediciones hubo distorsiones, descalificaciones y manipulaciones. Hay interpolaciones que son evidentes: 1 Cor 14, 33b – 35, sobre la sumisión de la mujer, que esta “tomada” de 1 Tim 2, 11-14 y “metida” en 1 Cor. Igualmente 2 Cor 6, 14 – 7, 1 texto judaizante arcaico, que rompe radicalmente el texto de la carta. 

Otro ejemplo está en Rom 13, 1-7, que legitima la dominación del Imperio Romano y la sumisión total a él. Lo más posible es que fue elaborado por cristianos que cuestionaban el pensamiento paulino de radical rechazo de la ley y que legitimaban la sumisión al Imperio Romano como necesaria para la sobrevivencia de las Iglesias. 

No afirmamos que este texto sea auténtico o falso, sino representa las contradicciones, no en Pablo, sino en la tradición paulina. Debemos reconocer (no negar) esta situación conflictiva y esclarecerlas a la luz de pensamiento global y original de Pablo. No tomar el texto como norma absoluta para todos los tiempos, sino como una opinión contradictoria, y resolverla en la situación actual a la luz de toda la tradición de Jesús y del cristianismo originario.

Solo un trabajo exegético minucioso, con una visión global de los escritos auténticos de Pablo, y el uso de reglas hermenéuticas adecuadas, puede resolver estas cuestiones. Hay que analizar caso por caso

Algunos textos que son cruciales en la vida y cartas de Pablo

Es imposible presentar aquí todo el pensamiento de Pablo en sus 7 cartas auténticas. Nos concentraremos inicialmente en 1 Cor capítulos 1 al 4 y dos Corintios capítulos 10 al 13, y finalmente en las cartas a los Gálatas y Romanos. 

1 Corintios capítulos 1 al 4. Pablo enfrenta las divisiones en la Iglesia de Corintio, presentando la realidad histórica de la comunidad de Corinto: “Mirad, hermanos, quiénes han sido llamados!.No hay muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. Dios ha escogido más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es” (1 Cor 1, 26). Pablo ve en esta realidad de la comunidad el reflejo de la “locura de la cruz” (1, 18 y 23), la “locura de la predicación” (1, 21) y la “locura divina” (1, 25). Efectivamente, la opción de Dios es “irracional” para la escala de valores del Imperio Romano. A partir de aquí Pablo busca superar las divisiones en la Iglesia de Corinto.

Pablo confronta su autoridad de Apóstol contra los que dividen a la Iglesia:

“Porque pienso que a nosotros los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Nosotros necios por seguir a Cristo; vosotros sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas vosotros fuertes. Vosotros llenos de gloria; mas nosotros, despreciados. Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes. Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos. Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la basura del mundo y el desecho de todos“ (1 Cor 4, 9-12). 

Los que trabajan con las manos eran normalmente esclavos. Pablo escribió la mayoría de sus escritos estando en la cárcel. Alrededor del 80 % de los discípulos de Pablo eran esclavos, por eso el mensaje de Pablo se expandió muy rápidamente en todo el Imperio Romano. 

2 Cor capítulos 10 al 13

Aquí tenemos una carta independiente, llamada “carta escrita con lágrimas” (2,4). El tema central es la defensa de Pablo contra la deslegitimación de su persona, su ministerio, su teología y su vivencia de Iglesia.

Veamos algunos textos:

Pablo cuestiona a los que él llama “super-apóstoles”, “falsos apóstoles, que se disfrazan de Apóstoles de Cristo”. Estos han cuestionado la autoridad apostólica de Pablo: “Si alguien presume de alguna cosa – es una locura lo que digo – también yo puedo presumir de lo mismo: ¿Que son hebreos? también yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡también yo! ¿Son descendencia de Abraham? ¡también yo! ¿Ministros de Cristo? - ¡digo una locura! - ¡yo más que ellos!, más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces. Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces naufragué; un día y una noche pasé en el abismo. Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; trabajo y fatiga; noches sin dormir, muchas veces, hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias“. (2Cor 11, 21- 28). Luego Pablo presume de las visiones y revelaciones del Señor (2 Cor 12, 1-6)

Pablo es su Carta a los Gálatas expone la Verdad del Evangelio que nos liberó de la “maldición de la ley”(cap. 3 y 4) “¿Recibieron el Espíritu por la práctica de la ley o por la fe en la predicación?” (3,1-5) “Cristo nos liberó de la maldición de la ley” (3,13). En Cristo “ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer. Todos somos uno en Cristo 3,26-28)

“Como niños éramos esclavos de la ley, pero ahora somos hijos libres” (4,1-7). ¿Cómo podemos volver atrás y someternos a leyes miserables? (4,8-11). “Cristo nos liberó para ser libres” ( 5,1-3). “Han roto con Cristo, todos cuantos buscan la justicia en la ley. Han caído en desgracia”: (5, 4 ).

En síntesis: la práctica de la fe me abre al Espíritu que me da Vida

El sometimiento a la Ley da fuerza a mi Carne que me lleva a la Muerte.

La contradicción entre Fe y Ley se define por la confrontación entre Espíritu y Carne, entre Vida y Muerte. En la carta a los Gálatas Pablo defiende su Evangelio contra los falsos hermanos (cristianos judaizantes) que buscan la salvación en el cumplimiento de la ley. Pablo, por el contrario, afirma que nuestra liberación de la ley nos permite alcanzar la libertad y la justicia, lo que hace posible superar la contradicción entre judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer. Pablo en forma violenta escribe sobre la “maldición de la ley”, y que “han roto con Cristo los que buscan la salvación en el cumplimiento de la ley”. 

Carta a los Romanos

Seleccionamos algunas citas que hablan por sí mismas:

“No me avergüenzo del Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego” (Rom 1, 16).

“En efecto, la cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia” (Rom 1,18).

“Cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, obraban en nuestros miembros, a fin de que produjéramos frutos de muerte (Rom 7, 5). “ Al presente, hemos quedado emancipados de la ley, muertos a aquello que nos tenía aprisionados, de modo que sirvamos con un espíritu nuevo y no con la letra vieja” (Rom 7, 6). “Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús” (Rom 8, 1). “Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte” (Rom 8, 2).

Fuente: Amerindia

lunes, 31 de diciembre de 2018

Para que este año pueda ser nuevo.


Por: Marcelo Barros

Solo los humanos son capaces de contar el tiempo. Los animales pueden presentir se va llover o hacer calor. El gallo anuncia la aurora. El jumento relincha a cada hora. Sin embargo solo la humanidad hace historia. Así, el futuro se hace posibilidad de lo nuevo. Es verdad que hay quien piensa que el tiempo, por sí mismo, aporta las soluciones de todo. Eso no es así. Ese año solo será nuevo si nosotros, a través de nuestras luchas y actividades, lo hacemos nuevo 

En este 1º de enero, el Brasil va asistir a la posesión del nuevo presidente de la República y de los gobiernos de provincias. Como en otros países de América del Sur, los movimientos sociales tendrán días difíciles. 

Gracias a Dios, para nosotros, comprometidos con un mundo nuevo posible, ese año puede ser nuevo, independiente de gobiernos. Esa victoria de la derecha en diversos países del continente muestra el fracaso del llamado neo-desarrollismo, más que la inviabilidad de un socialismo nuevo desde las culturas de América Latina. 

Las Iglesias tienen la costumbre de hablar de “año de la gracia de 2019”. Así será porque, como afirmaba la joven judía Etty Hillesun en un campo de concentración nazista: Ellos pueden robar todo de nosotros, menos la humanidad. No pueden obligarnos a odiar o a hacer el mal. Quien enfrentó dictaduras sabe: ningún poder represivo dura para siempre. 

Pablo escribió a la comunidad cristiana de Roma: “Debemos ser como personas que despiertan en la mañana temprano y organizan sus vidas no como quien vive en la oscuridad de la noche y sí como en la luz del día” (Rm 13, 13). 

Este llamamiento a "vivir a la luz del día" es un modo de decir que tenemos que ser lúcidos (el propio término lucidez viene de luz). En concreto, esto significa intensificar el espíritu crítico y refinar la conciencia para saborear la vida como algo siempre nuevo. Así, fortalecemos la comunión con los demás y con la naturaleza. A sus contemporáneos, Jesús se lamentó: "Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti. ¿Cuántas veces quiso reunir a tus hijos e hijas, como la gallina junta los pollitos debajo de las alas y tú no quisiste? "(Lc 13, 34).

Hoy, para nosotros, insertados en ese mundo como él es, Jesús nos envía como ovejas en medio de lobos feroces. La misión es ensayar y testimoniar, por el modo mismo de vivir, que el reinado divino en el mundo está cerca y, en cierto modo, ya se hace presente. Eso es lo que hará con que este año, de hecho, pueda ser nuevo.

MARCELO BARROS es monje benedictino, teólogo y escritor.

Imagen: https://es.123rf.com/photo_88672835_feliz-año-nuevo-2019-ilustración-vectorial-de-fondo-de-año-nuevo-con-reloj-mostrando-año.html

Fuente: Amerindia

lunes, 24 de diciembre de 2018

Recordando el Nacimiento y Testimonio de Jesús del Pesebre…


Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un Pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Lc. 2:7

Jesús nació en un Pesebre, pero ¿por qué es tan importante y lo que significa?

La palabra Pesebre viene de la latina que significa “comer”. Un Pesebre o la cuna es un comedero de madera o de piedra o caja de comida que contiene heno para los animales de granja grandes, como vacas, caballos y burros. Es el lugar donde ubicaban el ganado, como establos, corrales, o cuevas.

Los agricultores estaban seguros de mantener sus pesebres bien abastecidos con forraje en todo momento, por lo que los animales nunca pasarían hambre.
En nacimiento en el Pesebre no fue casual, fue un acontecimiento diseñado por Dios. Cuando nació Jesús, María no hubiera querido poner a su bebé en el frío y duro suelo de piedra.

En lugar de ello tuvo que arreglárselas, preparó el pesebre con el heno para suavizar el lugar donde naciera el rey de todos los hombres.

Una vez establecidos allí, un ángel les dijo a los pastores que iban a encontrar su recién nacido Mesías y Señor “acostado en un Pesebre” (Lc 2:12). Fueron de prisa y encontraron al niño en el pesebre y ellos festejaron sus ojos en él (Lucas 02:16).

Jesús no fue puesto en un Pesebre por accidente. Es un símbolo espiritual importante. Los animales buscan su alimento en el Pesebre, pero con Jesús acostado en el heno es símbolo del alimento espiritual. Jesús es el pan de vida, hoy podemos inquirir la comida más importante para nuestra almas.

Acerquémonos al Pesebre de Jesús, porque él nació para salvar y alimentar nuestra almas. Los ángeles lo festejaron primero, ahora nos toca a nosotros festejar este hecho trascendental del nacimiento de Jesús en un Pesebre…

Consejo Editorial de Revista “Reflexión y Liberación” – CHILE

viernes, 21 de diciembre de 2018

La casa común.



Gabriel Mª Otalora

La persona religiosa que camina en dirección a su vocación se ve forzada, con frecuencia, a modificar el rumbo. A veces solo es necesario un cambio en la forma de hacer las cosas. Pero para lograrlo, necesita fe además de tesón. Cuando se dan ambas -fe y tesón- descubrimos que cada mañana atesora una bendición escondida en el camino de aprendizaje y maduración que es la vida, proyectada en origen para convertirse en la mejor posibilidad de cada persona.

Pero si la fe y el tesón no se riegan suficiente y adecuadamente, lo que predominará no es la construcción del sentido vital sino la identificación de Dios con nuestra propia cultura y con los dioses particulares que facilitan el desarrollo del poder por encima de la actitud de servidor (minister). Entonces se quiebran el ejemplo y la confianza, que son las dos bases de cualquier convivencia humana sana, también entre cristianos. El ejemplo genera confianza y ambos incardinan la base del verdadero liderazgo humano, el que irradiaba Jesús con amor (auctoritas). En este sentido, uno de los campos peor arados por la institución eclesial es el de los seglares, mayoritarios en número, pero tratados en clave de minoría de edad religiosa durante muchos siglos.

Las consecuencias han sido graves al constatar que la institución eclesial es más importante que el Mensaje: imponer en lugar de convencer (zelotismo), clericalismo (paternalismo que busca poder), encastillamiento con los suyos (casta selecta), abuso de autoridad, dureza de corazón… y las dos conductas que más disgustaron a Jesús: hipocresía y falta de misericordia. Cuando sale a la luz algo tan terrible como la pederastia, la mal llamada prudencia trata de preservar la institución incluso frente al Papa Francisco, verdadero azote de la hipocresía que escandaliza a cualquier persona de buena fe. Ocurrió algo parecido con las finanzas vaticanas. Ahora resulta difícil separar tantos años de malas praxis de la buena noticia de Jesús.

El Papa sorprendió con su Carta al Pueblo de Dios, publicada en plena crisis de la pederastia norteamericana, denunciando al elitismo y autoritarismo eclesial, da igual si ha sido por los clérigos o los laicos, porque favorecen los abusos en la Iglesia. El Papa llega a afirmar que el clericalismo es autoritarismo. Nadie puede acaparar o ignorar la acción del Espíritu en los demás. Esa es la gran tentación de una jerarquía centrada en sí misma: creer que el Espíritu tiene que pasar necesariamente por ella para actuar, dinamizar y dirigir a su Iglesia. Es la gran tentación también del laicado que no se compromete en las realidades que el Evangelio señala, cuando muchas personas actúan cristianamente desde su agnosticismo o ateísmo manifestando al Espíritu sin saberlo.

El homo sapiens debería ser llamado homo religiosus (Robert R. Marett) ya que lo sagrado es un elemento en la estructura de la conciencia humana a pesar de que el clericalismo ha entrado en crisis y que los laicos y laicas tenemos que sacudirnos pasividades, comodidades e inhibiciones para dedicar tiempo al compromiso activo en la comunidad cristiana y en la sociedad para fomentar un verdadero liderazgo de servicio. La crisis de vocaciones ha agravado el problema, porque no hay vocaciones sacerdotales ¡ni laicales! y la misión de evangelizar solo se produce con el ejemplo.

Sobre la distribución de los dones del Espíritu nada indica que estén repartidos solo entre los varones. Todo creyente hombre o mujer, judío o gentil, esclavo o liberto, recibe los dones que lo capacitan. Pablo encuentra a cristianas en los lugares de misión y él las respeta a la vez que reconoce y admira su labor. Los prejuicios androcéntricos han intentado rebajar la importancia paulina de la mujer pero “Ya no hay hombre ni mujer porque todos vosotros sois uno en Cristo”. Conocemos incluso la existencia de ministerios femeninos en las comunidades cristianas y nuestro santoral, sin ir más lejos, cita a 27 diaconisas: santas Tatiana, Susana, Justina, Irene…

Todos estamos llamados a seguir a Cristo y evangelizar según el espíritu de las bienaventuranzas desde los diversos carismas. Es falsa la división clásica que separaba a los cristianos en dos sectores: el llamado a una vida de perfección en la consagración de los tres votos (pobreza, castidad y obediencia) y el de la mayoría laical como cristianos de segunda categoría. No hay estados más o menos perfectos desde la Última Cena. A partir de entonces, Cristo es el gran mediador y maestro que reúne en su persona a los tres: Sacerdote, Profeta y Rey. Y quienes recibimos el bautismo somos proclamados como tales ante el obispo cuando nos confirma los tres derechos y deberes evangélicos adquiridos por el bautismo: testimonio, misión y servicio.

La casa de Dios, es de todos y todas por igual; solo es cuestión de tiempo el que así sea.

(*) Gabriel Mª Otalora, autor de La revolución pendiente; la Iglesia vista por un laico. Prólogo de Juan María Laboa. Editorial San Pablo, 2018.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Creo en las estrellas de Navidad.


Miguel Ángel Mesa Bouzas

Creo en la paz del corazón y en el esfuerzo por llevar esa paz al mundo en que vivimos.
Creo que Belén es la Casa del Pan, un pan partido, repartido, compartido, para que no haya más hambre en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro mundo.
Creo en los pastores que escuchan la buena noticia y dónde se encuentra el «Dios con nosotros», que salen a su encuentro y, por lo tanto, comparten lo que son y tienen con los marginados y excluidos de nuestra sociedad.


Creo en las estrellas que ya murieron, pero que nos han dado vida y conducido a donde nos encontramos hoy, a lo que somos, a lo que anhelamos ser.

Creo en las estrellas que continúan naciendo y nos siguen abriendo nuevos caminos, inéditas sendas a recorrer, ilusiones que prender en nuestro ojal, destellos llenos de fulgor para nuestros ojos apagados.
Creo en la buena noticia de Jesús de Nazaret, la más profunda humanización del misterio del amor de Dios, en la alegría y la esperanza que nos infunde y, a través de nosotros, en los demás.
Creo en ese otro mundo posible que nos animó a construir, por la dignidad y la felicidad de los seres humanos, para eliminar la injusticia, el odio, el llanto, la desilusión.

Creo que la Navidad acontece cada día del año, cuando trabajamos por la paz y la justicia, por el amor encarnado, por una nueva humanidad más fraterna, libre, en paz. Junto a la naturaleza y el universo que nos rodean, nuestro verdadero hogar, en el que nacimos y al que volveremos, para ser de nuevo polvo de estrellas luminosas, ardientes.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Antje Jackelén, jefa de la Iglesia sueca: “Hay imágenes en el Antiguo Testamento que muestran a Dios como una mujer”.

Antje Jackelén retratada en la catedral de Upsala, ciudad 70 kilómetros al norte de Estocolmo. EVAN PANTIEL

Teóloga polémica y combativa, despacha a los críticos subrayando que su misión es difundir la “controvertida” palabra de Dios. Todo un carácter que ha llegado a la cima eclesiástica del país nórdico


ES LA PRIMERA mujer que llega a lo más alto de la Iglesia luterana de Suecia. La arzobispa Antje Jacke­lén, nacida en Alemania en 1955, fue la candidata más votada para el puesto hace cinco años. Desde entonces, su figura no ha sido ajena a la polémica por sus ideas en torno al papel de la religión en la sociedad moderna y por algunas de las concepciones teológicas que ha defendido. La etiqueta, sin embargo, no parece molestarle: “Mi labor es difundir la palabra de Dios, y a veces esta es controvertida. Lo que no me gusta es cuando se dice eso de mí para intentar silenciarla”, reflexiona en una salita del edificio que alberga la sede de la Iglesia luterana en Upsala, 70 kilómetros al norte de Estocolmo.

Jackelén, casada con un pastor luterano, con dos hijas y varios nietos, y casi 20.000 seguidores en Twit­ter, fue la última en incorporarse a un club de mujeres designadas para liderar sus Iglesias en Alemania, Noruega y Estados Unidos. Hasta entonces, Jackelén, que fue ordenada sacerdote en 1980, había ejercido como obispa en Lund, en el sur de Suecia.


“No debemos creer lo contrario de lo que nos dicta el cerebro. No podemos decirle a la gente que lo acalle cuando va a la iglesia”

Su despacho es moderno y luminoso, a pocos metros de la catedral de Upsala, de estilo gótico, la más grande del norte de Europa, donde están enterradas algunas de las personalidades más conocidas del país, como el rey Gustavo I. La jefa de la Iglesia sueca, de buena estatura y pelo blanco, viste un traje gris, camisa morada y alzacuellos, y habla con voz pausada mientras enseña el templo: “Tenemos que ayudar a la gente a entender aquello que no ­entiende”. Esa, opina, debe ser una de las grandes misiones de la religión en el siglo XXI.

El dogma de la virginidad de María es uno de los temas controvertidos que Jackelén no duda en abordar: “Si solo ves el nacimiento de Jesús como una cuestión biológica, no has comprendido nada. En la Biblia, dos evangelistas dicen que María es virgen, mientras que otros dos no lo dicen. Y aun así, ninguno de ellos duda de que Jesús es hijo de Dios, su reencarnación. Lo expresaron de diferentes formas. Esa es la cuestión. No deberíamos creer en contra de lo que nos dicta nuestro cerebro. No podemos decirle a la gente que lo hagan callar cuando vayan a la iglesia”.



El libro litúrgico que utiliza durante los servicios. EVAN PANTIEL


Sabe mucho Jackelén de la complicada relación entre la religión y las ciencias naturales. A ello ha dedicado buena parte de sus estudios académicos, que la llevaron a pasar una temporada en Chicago (Estados Unidos). Ella apoya la teoría de la evolución y está convencida de que es completamente compatible con la fe. “La gente suele decir que Darwin enfadó a la Iglesia. Pero eso no es exactamente así. Hubo teólogos que dijeron: ‘Vale, esta es la forma en la que Dios nos creó’. Esta manera de pensar amplía nuestra imagen de Dios, y eso es bueno”, apunta.

Quizá uno de los mayores retos a los que la religión hace frente hoy es la sencilla pregunta de cómo referirse a Dios de forma más incluyente. Algunos medios en Suecia llegaron a publicar que era la intención de la Iglesia que Jackelén preside eliminar el pronombre “Él” y el tratamiento “Señor” que dominan el discurso religioso y cambiarlos por un “ello” impersonal para borrar todo rastro de género. “No somos tan radicales, simplemente hemos preferido cambiar Él por Dios, pero también aparece Señor. Sobre este tema ha habido muchas noticias falsas”, suspira. “Que Dios está por encima de los géneros no es polémico. Todo el mundo [también los católicos] está de acuerdo con eso. Pero siempre nos referimos a Dios con un pronombre masculino. Es cierto que hay en la Biblia muchas imágenes de Dios como hombre, como padre. Pero también hay imágenes, incluso en el Antiguo Testamento, que muestran a Dios como una mujer. Incluso hay imágenes no humanas de Dios, como un león, una roca, un castillo. Creo que es arriesgado quedarse con una sola imagen de Dios porque nos limita”.


“Mi experiencia hubiera sido distinta de haberme llamado Anthony. La igualdad ha avanzado, pero hay trabajo por hacer”

Los retos a los que se enfrenta esta mujer no son pocos. La fe no atraviesa sus mejores momentos en Suecia. Aunque la Iglesia luterana contabiliza 6 millones de suecos entre sus miembros —antes de 1996, los niños de padres creyentes eran incluidos automáticamente en el registro— en un país de 10 millones de habitantes, la tendencia apunta a que cada vez acuden menos a misa, un fenómeno similar al que se da en el resto de Europa Occidental. En un estudio publicado en mayo de 2018 a nivel mundial por el Pew Research Center, un 52% de los encuestados en Suecia afirmaron que se consideraban cristianos, pero solo el 9% del total confesaban ser practicantes. Entre los jóvenes, la adhesión a la religión es todavía menor.


De estilo gótico, la catedral de Upsala, construida en torno a 1270, es la más grande del norte de Europa. En ella está enterrado el rey Gustavo I. EVAN PANTIEL


Darwin, la virginidad de la Virgen María, la Santa Trinidad… ¿Son estas ideas válidas en la actualidad? ¿Son necesarios los cambios para detener la sangría de fieles? “En 2.000 años de cristianismo, muchos de los planteamientos que vemos como cambios ya se han discutido antes”, explica. “La Santísima Trinidad, es decir, Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo, fue algo complicado de entender y defender durante el tiempo de la Ilustración, cuando cobró peso la razón. Estoy segura de que entonces algunos sacerdotes tuvieron dificultades para hablar de ello sin parecer estúpidos. ¿Una cosa que es una y tres a la vez? Pero en los ochenta llegó la teoría de la emergencia, que considera que el todo es más que la suma de las partes, la teoría del caos, los estudios sobre la complejidad… Y ahora estamos más preparados para buscar patrones relacionales. Eso encaja muy bien con pensar en Dios como un misterio de relaciones. No es algo que hayamos inventado. Siempre ha estado ahí. Hubo un tiempo en el que era muy difícil entenderlo y ahora eso ha cambiado”.

Jackelén se reunió con el papa Francisco en 2015. Entre católicos y luteranos hay muchas más diferencias que la ordenación de mujeres en el sacerdocio. Tienen concepciones distintas de las funciones y el papel que debe desempeñar el clero. Pero como primera mujer que encabeza la iglesia sueca, ¿se siente ella feminista? “Depende de la implicación que sientas que tiene esa palabra”, responde. “Lo primero de todo es que soy teóloga, líder de la Iglesia. He sido toda mi vida una mujer y he ocupado puestos en áreas tradicionalmente dominadas por los hombres”. Pionera, ¿también luchadora? “He experimentado y todavía experimento cosas en las que es fácil decir que, si mi nombre fuera Anthony, esto no habría pasado. Se ha avanzado en la igualdad, pero todavía queda mucho por hacer”. 


Antje Jackelén fotografiada en su despacho en la sede de la Iglesia luterana sueca, que preside desde junio de 2014. EVAN PANTIEL

Fuente: elpais.com

jueves, 6 de diciembre de 2018

Gritar y gritar todos los días.


Faustino Vilabrille

“El impulso de uno sería gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden: ¡Protesto!” (Federico García Lorca).

Lc 21,25-28.34-36:
Dijo Jesús a sus discípulos: “Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo, ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo temblarán. Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.

Estos días hemos visto por Tv. a la nave InSight aterrizar en el planeta Marte y la euforia casi histérica de cómo lo celebraban en la NASA. El proyecto costó 993 millones de dólares.
Paralelamente a esa euforia celebrativa presenciamos el esfuerzo desesperado de miles de hispanoamericanos, especialmente de Honduras, luchando desesperadamente por huir del hambre y la miseria hacia América del Norte, y como Trump envía miles de militares a cerrarles el paso. Por otro lado también la espantosa tragedia de más y más africanos que intentan llegar a Europa que les cierra las puertas, porque África es toda ella un grito de hambre, de sed, de sufrimiento, de impotencia, de desesperación, de tristeza, de espolio, que casi a diario convierten el Mediterráneo en un cementerio de Europa y mar de muertos.

África y América del Sur son dos continentes sumamente ricos en materias primas y posibilidades de futuro, pero sin embargo están cada vez llenos de pobres, que los países del norte del planeta empobrecemos cada vez más porque literalmente les robamos sus materias primas y sus tierras y con ellas su agua, a la vez que les vendemos armas para luchen entre ellos y entre tanto nuestras multinacionales sobornen a sus gobiernos para que les dejen vía libre para sus latrocinios. Sirva como ejemplo el Congo cuya tierra muy pródiga en recursos minerales que se han llegado a evaluar en 24 billones de dólares en oro, cobre, diamantes,cobalto, coltán y otras codiciadas materias primas, mientras que más de ocho de cada diez personas (82%) vive bajo el umbral de la pobreza absoluta y uno de cada seis niños muere antes de cumplir cinco años a fuerza de miseria, malnutrición y desgarradora violación de niñas, pero cuyos funcionarios se embolsaron más 100 millones de dólares en sobornos de la multinacional estadounidense Och-Ziff.

De estos sobornos saben también bastante Chad, Níger, Libia, Zimbabue, Guinea, Togo, entre otros estados africanos. Es el saqueo de Africa. Con el dinero de esos sobornos financian los dirigentes sus campañas electorales y así resultan reelegidos, incluso por decenas de años. Del drama de Africa saben también bastante Suiza y la multinacional francesa Areva. (Ver Transparency International). La compra de tierras por millones de hectáreas es el último asalto a Africa.

El Grupo del G8, formado por Rusia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Japón, (la Unión Europea que cuenta con representación política), con su iniciativa de Nueva Alianza para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, en realidad está utilizando dinero dedicado a combatir la pobreza para facilitar el acceso a zonas africanas clave a grandes empresas mundiales para controlar la mayor parte del mercado global alimentario, facilitando a las multinacionales el acceso a tierras fértiles y a corredores agrícolas bajo el pretexto de luchar contra la pobreza y ayudar a los necesitados en África. Entre otras multinacionales depredadoras de Africa figuran: Monsanto, Unilever, Syngenta, DuPont, Cargill, Diaego, SABMiller, Coca Cola, y Yara (la productora noruega de fertilizantes más grande del mercado), y eso sin entrar en la manipulación genética de especies que no sabemos a dónde nos puede conducir… (Informe de: The Lusaka Times, periódico electrónico de Zambia).

Los poderosos de hoy económica y políticamente, que se consideran los amos del mundo, pasan tan indiferentes ante el sufrimiento de los cientos de millones de oprimidos, que son como locos enamorados de la muerte, que no tienen la honradez de reconocer que matan para robar (Eduardo Galeano).
Es evidente que el imperialismo capitalista se extiende de momento por este planeta como un monstruo apocalíptico que quiere comer el mundo hasta llegara a fagocitarse a si mismo. Porque “El capitalismo no es nada más que una empresa de ladrones comunes disfrazada de ‘civilizacion’ que extendió, imperialísticamente, a escala global, un ‘sistema’ (económico, político, ideológico y social) para legalizar y legitimar con leyes un robo masivo y planetario del trabajo social y de los recursos naturales, enmascarado de ‘economía mundial’ “. (Manuel Freytas)

Carente de toda ética, no le importa robar a los pobres hasta matarlos de hambre y gastar cientos de millones en ir a marte. No ven, no piensan, que lo primero es quitar el hambre del mundo, quitar la
esquilmación de la tierra, no malgastar millones de toneladas de alimentos y ropas, no derrochar tanta energía lumínica que, además de contaminar para producirla, ella misma contamina y altera el rimo vital
de muchas especies. Por el contrario, respetar y cuidar el planeta que nos sostiene, producir alimentos sanos y no enfermos que nos enferman a nosotros y al final nos matan, después de gastar millones de millones en reparar una salud miserablemente perdida, en vez de hacer la vida digna a todo ser humano y a todos los seres vivos del planeta. El avance ético de la humanidad va infinitamente más lento que el avance tecnológico, con lo que este se puede volver en contra de la propia humanidad, alterando el equilibrio cósmico hasta el punto de que, como dice Jesús, “haya signos en el sol, la luna y las estrellas y angustia entre los hombres hasta quedar sin aliento por el miedo ante lo que se le viene encima al mundo, que hasta las potencias del cielo temblarán”.

Pero Jesús no nos deja bajo del yugo de la opresión del miedo, al que acuden tantas veces las religiones, para mantener sometida a la gente a sus exigencias opresoras, sino que Jesús entra en la historia de la humanidad para abrirnos un claro horizonte de esperanza y por eso nos dice: Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.

Porque el impulso de uno sería, como García Lorca, “gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden:
¡Protesto!”. Como protestar por esa exhibición de lujo ostentoso en la recepción del mandatario chino que estos días visita España, cuyas multinacionales gastan millones en sobornos por todo el mundo como hicieron el año 2010 en Venezuela, pagando 176 millones de euros para lograr contratos de infraestructuras energéticas (El País 29/11/2018).

Pero también es un hecho evidente que cada día hay más personas conscientes y comprometidas en dar un giro radical a la deriva de este mundo del neoliberalismo. Está creciendo la conciencia colectiva de que este mundo no puede seguir así, que hay que pensar con conciencia de humanidad, de solidaridad mundial, de compromiso de luchar por un mundo mejor, pero mientras esta conciencia no sea tan fuerte, apasionada y universal como lo es, por ejemplo el futbol, opio actual del pueblo que trae loca a la gente, aun nos queda mucho camino por recorrer. Pero se andará, “haciendo camino al andar”.

Para pensar cada uno: “¿Qué prefieres, que te anestesie y te duerma con la mentira y la ignorancia placentera, o que te golpee y te despierte con la llama de la vida y de la inteligencia reflexiva?” De ahí que hay que gritar y gritar todos los días: “Otro mundo mejor es posible”, como lo hicieron ayer, día 29 de noviembre, más de 200 personas en Oviedo pidiendo el cese del Director de la prisión asturiana que tiene bloqueada la Unidad Terapéutica y Educativa que reinsertó a tantos presos, para que vuelva a funcionar plenamente.