“Más que interrupción, yo lo interpreto como un clamor que se eleva hacia el Señor” opinó Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago de Chile, ante la presencia de dirigentes mapuches que protestaron públicamente durante el desarrollo de la Misa de Resurrección en la Catedral Metropolitana el domingo 24 de abril.
No menos de cinco dirigentes, hombres y mujeres, encabezados por Natividad Llanquileo, exigieron a voz de cuello la liberación de los mapuches condenados a penas de entre 20 y 25 años y que llevan 41 días en huelga de hambre, en el presidio de Angol, reclamando por la nulidad del juicio que los condenó.
Ricardo Ezzati, quien presidía la misa de Resurrección, declaró que conocía la huelga de hambre y que lo ocurrido en la Misa que presidía "es una expresión del dolor humano, más que interrupción es un clamor y nos pide que vivamos la Pascua tendiendo la mano a quienes sufre".
Posteriormente hubo algunos incidentes en el cual intervinieron los Carabineros quienes llevaron presas dos personas que luego fueron liberadas.
En el amplio material informativo remitido desde Opción por los Pobres-Chile, se incluye la referencia de que en el mensaje pascual del Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, éste califica a la Pascua de 2011 como "marcada por un peculiar contexto de confusión y de dolor", por los casos de abusos sexuales donde se han visto involucrados miembros de la Iglesia.
En su homilía de Resurrección, Ezzati mencionó que "dos millones y medio de chilenos que siguen sufriendo el flagelo de la pobreza urbana y rural", que hay 700 mil jóvenes que no estudian ni trabajan, la problemática de la droga y las condiciones de vida en las cárceles.
El Arzobispo, haciéndose cargo del profundo mensaje de Resurrección, pidió que esta Pascua de Resurrección sea una señal de "esperanza" y "paz" para todos.+ (PE)
PreNot 9475
110425
No menos de cinco dirigentes, hombres y mujeres, encabezados por Natividad Llanquileo, exigieron a voz de cuello la liberación de los mapuches condenados a penas de entre 20 y 25 años y que llevan 41 días en huelga de hambre, en el presidio de Angol, reclamando por la nulidad del juicio que los condenó.
Ricardo Ezzati, quien presidía la misa de Resurrección, declaró que conocía la huelga de hambre y que lo ocurrido en la Misa que presidía "es una expresión del dolor humano, más que interrupción es un clamor y nos pide que vivamos la Pascua tendiendo la mano a quienes sufre".
Posteriormente hubo algunos incidentes en el cual intervinieron los Carabineros quienes llevaron presas dos personas que luego fueron liberadas.
En el amplio material informativo remitido desde Opción por los Pobres-Chile, se incluye la referencia de que en el mensaje pascual del Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, éste califica a la Pascua de 2011 como "marcada por un peculiar contexto de confusión y de dolor", por los casos de abusos sexuales donde se han visto involucrados miembros de la Iglesia.
En su homilía de Resurrección, Ezzati mencionó que "dos millones y medio de chilenos que siguen sufriendo el flagelo de la pobreza urbana y rural", que hay 700 mil jóvenes que no estudian ni trabajan, la problemática de la droga y las condiciones de vida en las cárceles.
El Arzobispo, haciéndose cargo del profundo mensaje de Resurrección, pidió que esta Pascua de Resurrección sea una señal de "esperanza" y "paz" para todos.+ (PE)
PreNot 9475
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Fuente: ECUPRES
Vocera mapuche emplaza a Iglesia Católica a pronunciarse en conflictos sociales
Paula Correa
43 días en huelga de hambre cumplieron los cuatro presos políticos mapuche condenados por el Tribunal de Cañete y recluidos en la cárcel de Angol, los mismos que participaron también en la extensa huelga de hambre del año 2010, y al finalizar el movimiento no fueron médicamente evaluados, quedando en un estado de vulnerabilidad.
A esta fecha los comuneros presentan síntomas como debilitamiento general, cefaleas, mareos, calambres y baja de temperatura corporal. Héctor Llaitul registra la mayor baja de peso: 15 kilos 900 gramos, superando ampliamente las bajas obtenidas en los tres meses que duró la anterior movilización.
Este conflicto se arrastra desde entonces, pese a la mediación de la Iglesia Católica a través del entonces Arzobispo de Concepción, Monseñor Ricardo Ezatti, en la que el Gobierno se comprometió a retirar las querellas por ley antiterrorista. Sin embargo, esta se ha aplicado durante todo el proceso en Cañete.
Ante la falta de resultados, un grupo de familiares de los presos políticos mapuche intentó levantar lienzos en la misa de Semana Santa en la Catedral de Santiago siendo fuertemente reprimidos y quedando dos de ellos en disposición de la justicia. La pareja de Héctor Llaitul y vocera del movimiento, Natividad Llanquileo, indicó que “nos encontramos con una Iglesia represiva y discriminadora que no nos dejó demostrar lo que estaba ocurriendo con los presos. Esta debe ser una cara develada, ya que nos trataron horrible, la Iglesia ha sido indiferente con las diferentes situaciones que pasan en Chile, lo que es muy grave al indicar que claman por justicia e igualdad de condiciones pero finalmente no hacen nada”.
La dirigenta también hizo un llamado a la Iglesia a tomar un rol más activo en los distintos conflictos sociales que se viven hoy en día.
Finalmente, los comuneros indicaron que aún son víctimas de procesos irregulares y denunciaron una serie de maniobras realizadas por el Ministerio Público, a través del Fiscal Nacional Sabas Chahuán, quien habría presionado para que el recurso de nulidad del juicio de Cañete no sea discutido por la Corte Suprema, sino por la Corte de Apelaciones de Concepción, la que según señalaron, no ha favorecido a los mapuche en ninguna de las resoluciones que ha adoptado.
Fuente: Radiouchile
43 días en huelga de hambre cumplieron los cuatro presos políticos mapuche condenados por el Tribunal de Cañete y recluidos en la cárcel de Angol, los mismos que participaron también en la extensa huelga de hambre del año 2010, y al finalizar el movimiento no fueron médicamente evaluados, quedando en un estado de vulnerabilidad.
A esta fecha los comuneros presentan síntomas como debilitamiento general, cefaleas, mareos, calambres y baja de temperatura corporal. Héctor Llaitul registra la mayor baja de peso: 15 kilos 900 gramos, superando ampliamente las bajas obtenidas en los tres meses que duró la anterior movilización.
Este conflicto se arrastra desde entonces, pese a la mediación de la Iglesia Católica a través del entonces Arzobispo de Concepción, Monseñor Ricardo Ezatti, en la que el Gobierno se comprometió a retirar las querellas por ley antiterrorista. Sin embargo, esta se ha aplicado durante todo el proceso en Cañete.
Ante la falta de resultados, un grupo de familiares de los presos políticos mapuche intentó levantar lienzos en la misa de Semana Santa en la Catedral de Santiago siendo fuertemente reprimidos y quedando dos de ellos en disposición de la justicia. La pareja de Héctor Llaitul y vocera del movimiento, Natividad Llanquileo, indicó que “nos encontramos con una Iglesia represiva y discriminadora que no nos dejó demostrar lo que estaba ocurriendo con los presos. Esta debe ser una cara develada, ya que nos trataron horrible, la Iglesia ha sido indiferente con las diferentes situaciones que pasan en Chile, lo que es muy grave al indicar que claman por justicia e igualdad de condiciones pero finalmente no hacen nada”.
La dirigenta también hizo un llamado a la Iglesia a tomar un rol más activo en los distintos conflictos sociales que se viven hoy en día.
Finalmente, los comuneros indicaron que aún son víctimas de procesos irregulares y denunciaron una serie de maniobras realizadas por el Ministerio Público, a través del Fiscal Nacional Sabas Chahuán, quien habría presionado para que el recurso de nulidad del juicio de Cañete no sea discutido por la Corte Suprema, sino por la Corte de Apelaciones de Concepción, la que según señalaron, no ha favorecido a los mapuche en ninguna de las resoluciones que ha adoptado.
Fuente: Radiouchile
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