Mientras solo el 20% vive con las comodidades de un país desarrollado. Si no se corrige la desigualdad se mantendrá la inequidad, afirma académico.
“Chile está mal y no va en el camino correcto. Hay dos países: uno con muchos recursos y otro sufriendo para parar la olla”, afirma el académico de la Universidad Diego Portales Andrés Zahler.
Chile ha tenido décadas de crecimiento sostenido, a excepción de 2010 producto de la crisis mundial, lo cual ha hecho que se gane un espacio dentro de llamadas economías "modelo" de América Latina, producto de sus buenos resultados macroeconómicos. Pese a ello, la frase "Chile está creciendo pero no se está desarrollando" adquiere gran relevancia puesto que la concentración de la riqueza sigue estando en manos de unos pocos y no de la mayoría de la población. Ciertamente es un fenómeno común en América Latina, pero incrementado en Chile.
Como explicó a la BBC Mundo el profesor del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, Andrés Zahler Torres, el país crece y se acerca a eliminar la pobreza, pero la mayoría de los chilenos tiene "ingresos africanos". ¿La razón? La desigualdad en la distribución de la riqueza.
"Si comparas a Chile con Uruguay por ingreso per cápita, Uruguay es más pobre. Pero la mayoría de los uruguayos vive mejor que los chilenos. Porque al incluir el ingreso de los más ricos en Chile el promedio sube, pero no revela que buena parte de la población no se ve beneficiada", sentencia.
El académico acaba de elaborar una comparación de ingresos de la población chilena con otros países del mundo, mostrando resultados sorprendentes para quienes afirman que el "modelo" económico de Chile es un ejemplo.
Sobre todo cuando plantea la siguiente idea: "El 60 % del país vive con ingresos promedio peores que Angola (Africa). Este es el Chile de la mayoría, nos guste o no", escribió.
Ciertamente el resultado del modelo económico no está funcionando y para graficarlo podemos mencionar el ejemplo actual de La Polar, tienda dirigida a un determinado sector de la población, que se ve en la necesidad de utilizar tarjetas de crédito para acceder a ciertos bienes. Pues bien, esta gente que con esfuerzo logra pagar sus cuentas, resultó estafada por directivos que decidieron repactar sus deudas de forma unilateral y actualmente se encuentran sometidos a un engorroso mecanismo para poder ordenar sus deudas.
Si lo pensamos un poco, y siendo honestos, ¿existirá alguna persona del estrato más acomodado de Chile que esté pasando por esta situación? Se ve difícil. Ciertamente no estamos estigmatizando a nadie, pero el beneficio de la duda, siempre existe.
Cambio21 consultó al sociólogo, Pablo Huneeus quien manifestó que "en Chile existe una inequidad tremenda, es un tema de justicia porque unos pocos se apropian de las riquezas nacionales que le pertenecen a todos. Es intrínsecamente injusto que para quienes viven en Chile se les condene a tan mala calidad de vida", comentó.
Huneeus agrega que "Chile es extremadamente rico, si el cobre fuese bien administrado se podrían pavimentar los caminos de oro, pero la distribución es tan injusta que esa riqueza solo se queda en unos pocos", sentencia.
Por último menciona que "acá se vive una cultura del absolutismo y del centralismo, que se ve reflejada en una pequeña elite que además vive en Santiago y en determinado sector de la capital, y es este grupo el que maneja todo el país".
El profesor Zahler, explica que comparó los datos de ingresos de la encuesta de hogares de Chile con las cifras similares de otros países según los cálculos del Banco Mundial y el resultado arrojado es que el 20% de los chilenos gana lo mismo o más que países considerados "ricos" como Estados Unidos, Noruega o Singapur.
Pero el muestreo además arrojó que dos tercios de la población de Chile, en cambio, recibe un ingreso per cápita como el de naciones africanas o consideradas como "muy pobres" según los indicadores de desarrollo de Naciones Unidas (ONU).
Es importante mencionar, además, que Chile es el país latinoamericano mejor ubicado en el ranking del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la ONU, en el puesto 44, pero el contraste resulta vergonzoso si se piensa que la mayoría de la población, de acuerdo al estudio del académico, se compara con los ingresos de Angola, ubicada en el puesto 146 del IDH.
Según comenta el académico, Chile es alabado por padres del neoliberalismo como Milton Friedman, además de ser exhibido por quienes promulgan esta corriente de pensamiento como un ejemplo del libre mercado.
El tamaño del Estado es pequeño, hay menos regulación que en otros países de la región y las empresas cuentan con más libertad de acción. Y aquí caemos en aquellas prácticas, a estas alturas recurrentes, como colusión, estafas y monopolios, las cuales ciertamente impiden la entrada de nuevos actores o de pequeñas empresas.
Casos emblemáticos como la colusión de las farmacias o de las empresas de buses interurbanos resultan imposibles de no mencionar si pensamos en que cuentan con más libertad de acción que en otros países. Lamentablemente en Chile esta libertad es mal utilizada y se presta para todo tipo de abusos en contra de los consumidores. Se hace necesario aclarar que no todas las empresas recurren a esas malas prácticas, pero durante el último tiempo, se han hecho públicos casos de abuso por parte compañías tales como el retail.
Frente a estos ejemplos, Huneeus menciona que "el liberalismo económico es más bien para las grandes empresas, ya que las pequeñas y medianas tienen un control que llega a ser excesivo, mientras las grandes no lo tienen y se pueden ver casos como La Polar; es cosa de recordar el informe de la OCDE donde dice que en Chile se vive "una cultura de la colusión" sentencia.
O bien el caso en que el gobierno es acusado de representar los intereses de la Sofofa en vez de defender la salud como lo han planteado diversos parlamentarios. Para el Senador del PPD, Guido Girardi "el Estado defiende intereses de las empresas y permite que se siga vendiendo comida chatarra. Es un golpe blanco a la salud y a la dignidad del país, un atentado a una institución democrática como el Parlamento", mencionó.
Zahler Torres, manifiesta que se puede ver que existe una concentración de la riqueza en los sectores económicos que no refleja mucha libre competencia. "Es como un libre mercado proteccionista", dice el académico.
Por último, hace hincapié en la necesidad de debatir el tema de la desigualdad en el ingreso de las familias chilenas, con la única finalidad de que " se siga creciendo pero sin que se mantengan las brechas entre ricos y pobres. Eso es inaceptable", concluyó Torres.
Fuente: cambio21.cl
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