jueves, 5 de enero de 2012

Anglicanos quieren acercarse a la Iglesia Católica Romana.




Por Michelle Boorstein.
Washington. EE.UU.
 
El Vaticano está listo para lanzar una estructura que permita a los párrocos estadounidenses – y a sus sacerdotes casados – incorporarse a la Iglesia Católica en un simbólico pero importante esfuerzo por reunir a Protestantes y Católicos  que se separaron hace casi 500 años.
 
Más de 1300 anglicanos, incluidos 100 sacerdotes, están intentando formar parte de esa nueva estructura, especialmente en las diócesis. Algunos de ellos son miembros de Saint Lucks in Blandensburg que este verano se convirtió en el primer grupo del país pasado al catolicismo.
 
Saint Lukes y el Baltimore’s Mount Calvary que también está dispuesto a unirse, formaban parte de la Iglesia Episcopal, el ala oficial del anglicanismo usamericano. Pero muchos de quienes se unen a esta nueva estructura son anglicanos que no forman parte de la Iglesia Episcopal.
 
No se sabe bien cuántos curas y sus seguidores se convertirán finalmente al Catolicismo. Comparados con las decenas de millones de usamericanos que se identifican como Católicos o Protestantes el movimiento es pequeño. Pero se trata del progreso más tangible realizado en décadas por lo líderes católicos que quieren ver reconciliados a los alejados hermanos Católicos y Protestantes.
 
“Es el mayor esfuerzo de reunificación en 500 años” dice Susan Gibbs, la portavoz del nuevo cuerpo, llamado un  “ordinariato”
 
Se abre así la posibilidad de que docenas de curas católicos casados puedan apoyar a los católicos que quieren que el Vaticano derogue la obligatoriedad del celibato sacerdotal. Hay unos 40 mil sacerdotes en los EE.UU.
 
Gibbs prefiere no informar sobre la cantidad de curas y de parroquias que han manifestado su interés. Pero los miembros de St Luke y otros que se autoproclaman anglocatólicos, tienden a ser teológicamente conservadores a quienes les gusta una clara y única autoridad papal. Sin embargo también quieren mantener algunos aspectos del anglicanismo, incluido el mantener cierta autoridad y ciertas músicas y rituales como el arrodillarse para recibir la Comunión.
 
El lunes próximo se revelarán más detalles, pero Gibbs ha dicho que muchos de los anglicanos interesados no dejarán la Iglesia Episcopal. Algunos son  vástagos de grupos anglicanos que han crecido desde que la Iglesia Episcopal ordenara, hace una década, a un obispo declaradamente gay.
 
Cientos de miles dejaron entonces la Iglesia Episcopal formando grupos  disidentes. Pero la gente de ambos movimientos –Anglocatólicos y Grupos episcopales disidentes – tiende a buscar coincidencias  sobre una  orientación más  liberal de la iglesia Episcopal.  Entre otras la ordenación y el matrimonio de gays y lesbianas; la ordenación de las mujeres  y el liderazgo de quienes ven en la Biblia una metáfora y no algo fáctico.
 
En 1980, el Vaticano creó un sistema diferente para que los Anglicanos estadounidenses pudieran pasarse a la Iglesia Católica pero no les concedió tanta libertad como la estructura que actualmente se propone. En los últimos 32 años, 90 curas anglicanos  se han pasado a la Iglesia Católica, y cuentan con siete congregaciones que reúnen a un total de 1230 familias agrega Gibbs. Casi todas residen en Texas y en Pensylvania.
 
El ordinariato de los EE.UU es el segundo. El primero se lanzó en Inglaterra y cuenta con mil miembros y 57 curas dice Gibbs.
 
El Cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, ha sido  el responsable vaticano del establecimiento del ordinariato.
 
Gibbs dice que este movimiento no quiere cambiar la posición de la iglesia respecto al celibato y que solo se quiere exceptuar a los curas anglicanos casados.
 
“Está escrito en los documentos fundacionales” dice “La norma del celibato”
 
Uno de los nexos más tradicionales con las otras fes, incluyendo a la Iglesia católica, dice que el Vaticano debió haber realizado más consultas con los líderes episcopales antes de anunciar los cambios.
 
“Si este papado cree que esta es la única manera de dialogar con las demás religiones, es preocupante” dice el reverendo Thomas Ferguson, quien entre 2001 y el 2010 ha trabajado en la esfera ecuménica. Ferguson es decano del Bexley Hall Seminary en Columbus, Ohio. Ël predice que la nueva estructura no arrastrará a mucha gente “Al final somos un país fundado en creencias religiosas y la gente necesita ir adonde siente que es llamada a ir” agrega Ferguson. “Está bien. Que Dios los bendiga” + (PE)
 
Publicado en The Washington Post, 01 de enero de 2012.
Traducción Susana Merino.
 
 
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Fuente: ECUPRES

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