Alvaro A. Ricciardelli
BBC Mundo
Jueves, 5 de enero de 2012
A pesar de llevar cientos de años disponible, los noruegos hicieron largas colas en las librerías durante 2011 por conseguir un ejemplar del llamado libro de los libros: la Biblia.
Cual nueva campaña de Apple o película de Harry Potter, el lanzamiento cultural más esperado del 2011 en Noruega provocó colas en las librerías, embargos en los medios, y ventas millonarias.
Ni el iPad ni Daniel Radcliffe han despertado tanta fascinación, ni ahora ni a lo largo de la historia, como la Biblia.
La última versión en noruego de las sagradas escrituras fue el libro más leído en el país escandinavo en 2011, vendiendo más de 80.000 copias y manteniéndose en lo más alto de las listas de ventas casi todas las semanas desde su publicación, en octubre, hasta final de año.
En la nueva edición, la última traducción de la Biblia al noruego en los últimos 30 años, varios autores y académicos se encargaron de adaptar la forma bíblica a los nuevos tiempos. Famosos autores como Karl Ove Knausgard y Jon Fosse contribuyeron en un intento de hacer el libro más fácil de leer para la audiencia.
El valor de una buena campaña de márketing
"Varias de las razones de la buena acogida fueron la enorme publicidad que tuvo, la popularidad de los autores de ficción envueltos en el proyecto y la organización de eventos estilos Harry Potter"
Ingunn Økland, columnista del diario noruego Aftenposten
Según los editores, se calculó que en principio unas 25.000 copias serían suficientes, pero en tan solo dos meses se vendieron casi 80.000 ejemplares.
"Normalmente solemos vender unas 60.000 copias cada año, pero en 2011 fueron casi 80.000", dijo a BBC Mundo Dag Smeno, de la Sociedad Noruega de la Biblia y encargado del lanzamiento de la nueva edición. "Solo tuvimos presupuesto para poner a la venta 25.000 en un principio, así que nos quedamos cortos", añadió.
"No teníamos mucho dinero para marketing pero decidimos usarlo bien. Conseguimos que los medios a los que entregamos copias no desvelaran nada del libro hasta su lanzamiento, y así creamos expectativa", dijo Smeno, quien está de acuerdo en que no deja de resultar paradójico que el embargo funcionara con un libro que lleva disponible miles de años.
"Varias de las razones de la buena acogida fueron la enorme publicidad que tuvo, la popularidad de los autores de ficción envueltos en el proyecto y que han participado en la promoción, y la organización de eventos estilo Harry Potter, que provocaron que los jóvenes hiciesen cola en las librerías", señaló a BBC Mundo vía correo electrónico Ingunn Økland, columnista del diario noruego Aftenposten.
Palabras, palabras, palabras
"Nos gastamos unos 3 millones de libras en el proyecto, que duró 12 años y que envolvió a unos 60 traductores expertos y a unos 15 novelistas y poetas noruegos"
Dag Smeno, miembro de la Sociedad Noruega de la Biblia
La anterior edición en noruego de la Biblia fue publicada en 1978. "Creemos que cada generación debe tener su propia traducción. Hay que renovarla cada 25 años más o menos, porque el lenguaje cambia, y la sociedad también", explica Smeno.
"Nos gastamos unos 3 millones de libras en el proyecto, que duró 12 años y que involucró a unos 60 traductores expertos y a unos 15 novelistas y poetas noruegos. Los traductores hicieron el trabajo de cálculo digamos, y los poetas se sentaron con ellos a jugar con las palabras", añade.
Muchos consideran que otra de las razones del éxito fue el esfuerzo puesto en el lenguaje. "Una de las diferencias de esta edición es que el lenguaje está más cuidado desde el punto de vista literario", dijo a BBC Mundo Gabriel Moro, editor jefe de la revista literaria noruega Bokvennen.
"Nuestra anterior edición fue más idiomática, no tanto palabra por palabra sino tratando de traducir el sentido general. Esta fue más literal, pero intentamos elegir mejor las palabras, por eso está escrita en un noruego tan actual", asegura Smeno.
La nueva edición es más fácil de leer y está dividida en tres tomos escritos en una sola columna (la versión original es en dos), sin comentarios ni anotaciones.
"Aunque no todos son religiosos, muchos autores en Noruega se inspiran en la Biblia, y eso les habrá llevado a querer involucrarse en un proyecto de este estilo. Aún así sé que hubo muchas discusiones en torno al lenguaje utilizado y algunos escritores dejaron el proyecto antes de que concluyese", añade Moro.
La religión y la tragedia de Utøya
Se calcula que casi un 80% de los casi 5 millones de habitantes de Noruega son cristianos, pertenecientes a la iglesia de Noruega, de fe luterana. De acuerdo a una encuesta de la firma Gallup, tan solo el 20% de los noruegos considera la religión como algo importante en sus vidas, lo que convierte al país escandinavo en uno de los más laicos del mundo.
"En Noruega el estado todavía tiene una religión, pero al mismo tiempo muy poca gente cree en los dogmas. Esto puede parecer paradójico pero de alguna forma tiene sentido: al ser la iglesia controlada por el poder político, durante los años ha ido haciéndose cada vez más moderna y liberal, por lo que consigue llegar muy bien la gente. Un 80% de los noruegos son miembros", señaló Ingunn Økland.
"Creo que en los últimos años ha habido un renovado interés en la biblia. En las ultimas décadas han llegado inmigrantes de muy distintas religiones, y al ser ellos muy abiertos en cuanto a su religión, muchos noruegos los han copiado y han querido revisar sus propios libros sagrados" afirma Smeno.
Algunos expertos han querido ver conexiones entre el furor bíblico y la masacre ocurrida en Oslo en julio de 2011, en la que el extremista Anders Breivik asesinó a 69 personas.
"Creo que los acontecimientos de Utøya han tenido parte de culpa. La gente está en la búsqueda de valores, creo que puede necesitar respuestas a todas las cosas malignas que hemos visto este año" señala Dag Smemo, aunque no todos están de acuerdo.
Para Økland "es difícil conectar los eventos de Utøya con el éxito de la Biblia, pero lo que sí es verdad es que la iglesia fue la organizadora de muchos eventos tras la tragedia. Miles de rosas fueron colocadas frente a la Domkirken (la iglesia principal de Oslo) en las semanas que siguieron a la tragedia, e incluso el Partido de los Trabajadores (actualmente en el poder y principal objetivo de Anders Breivik) eligió usar la iglesia en muchas de sus ceremonias, a pesar de tu tradición laica. Así que aunque la Biblia en sí no salió reforzada por los ataques, la iglesia en su conjunto si que lo hizo".
En un año especialmente difícil para uno de los países más pacíficos del mundo, sea por culpa del marketing o por la necesidad de refugiarse en la fe, los noruegos encontraron motivos suficientes para volcarse en su libro más sagrado.
Fuente: BBC Mundo Noticias
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