martes, 4 de enero de 2011

México: un dudoso secuestro.


José Enrique González Ruiz

Vuelen, vuelen gavilanes. A pelear con la razón.

No es vergüenza ser bandido, si se roba al que es ladrón.

Vuelen…

Que la suerte de los pobres, en sus manos va a quedar.

Canto “Los Gavilanes”.

La perversidad de los políticos

La perversidad es característica de la abrumadora mayoría de los políticos del mundo, de modo que nada de lo que dicen de ellos nos sorprende. Los creemos capaces de los peores actos, con tal de conseguir y conservar el poder. Por eso nos parece viable la hipótesis de que Diego Fernández de Cevallos nunca estuvo secuestrado y que su temporal retiro se debió a la necesidad del Partido Acción Nacional (PAN) de fabricar un candidato con medianas posibilidades de éxito, dado que Josefina Vázquez Mota, Cordero, el secretario de Economía y Lujambio el de la Secretaría de Educación Pública, a nadie entusiasman.

Diego víctima, regresando de un retención de siete meses, con aureola de mártir, es competitivo ante López Obrador y Peña Nieto, quienes con altas probabilidades serán los contendientes que postulen la izquierda electoral y el dinosaurio priista. El pueblo es proclive a apoyar a las sufrientes; borrando todos sus errores.

En el caso de Diego, quedó atrás todo su pasado de rapiña a las arcas públicas mediante juicios en los que hizo valer su influencia política. También su sospechoso abandono de la contienda presidencial en el año de 1988, cuando Salinas se entronizó y profundizó el neoliberalismo que tantos males nos trajo. Y su soberbia y su prepotencia, que tanta animadversión le han ganado.

Suena muy enredado el asunto, porque significaría que Diego es capaz de esconderse (y declararse desaparecido), lo que lo pintaría como un individuo dispuesto a engañar a la gente con tal de posicionarse políticamente. Pero tomando en cuenta el talante ético del personaje, tenemos que concluir que es capaz de eso y más.

Ya hasta le inventaron el mote con el que competiría en el 2010: “Diego de Calcuta”, para asemejarlo a la madre Teresa, a quien ponen como ejemplo de entrega a su vocación religiosa.

Inconsistencias de la versión del secuestro

Durante el presunto cautiverio, se produjeron argumentos que hacen inverosímil que estuviera en manos de personas que lo mantuvieron secuestrado. Van algunos de ellos:

1. La detención se dio en su rancho, donde de inmediato nadie se habría dado cuenta del hecho. Con la servidumbre que se sabe que tiene ese personaje, no es muy probable que un acontecimiento de esa gravedad pudiese pasar desapercibido.

2. Corrió la versión de que tenía inserto en su piel un chip localizador. Al menos que se lo hayan quitado los captores y que luego lo inutilizaran, debió dar pistas sobre su paradero.

3. A la edad de Diego, las personas requieren medicinas especializadas; y más cuando han tenido intervenciones quirúrgicas. Es complicado supone que los secuestradores las tuviesen a su disposición o las adquirieran durante los más de siete meses que duró el evento.

4. Como si se tratara de un asunto entre particulares, la Procuraduría General de la República anunció que se retiraría de las investigaciones a petición de la familia. Para quien desempeña una función pública, no es potestativo cumplirla. E implica responsabilidad no desempeñarla conforme a la ley.

5. Se antoja dificilísimo de reunir las cantidades que se han manejado como pago por el rescate (entre 30 y 50 millones de dólares). Manejar esos volúmenes sin dejar el menor rastro, se ve también muy complejo.

Entonces, si existió el secuestro, tenemos frente a nosotros una operación muy profesionalmente desarrollada.

La posibilidad de que lo haya retenido la Red por la Transformación Global

Luis Hernández Navarro publicó el 28 de diciembre en La Jornada un texto nada inocente. Menciona con seriedad la tesis de que fue un grupo revolucionario el que efectivamente secuestró a Fernández de Cevallos. Se basa no solamente en la cita que hace la Red por la Transformación Global de Bertolt Bretch y en su reivindicación de la violencia basada en Franz Fanon, sino en la profundidad de su análisis de la situación política del país, relacionada siempre con el abogado del dólar (como lo caracterizaría Neruda).

Y no quedó en el documento de tres partes que se dio a conocer poco antes de que se hiciera pública “la liberación de Diego”, sino que después apareció otro texto en el que reclaman ser una organización con experiencia y con principios.

Pero aún en esta hipótesis es obvio que Fernández de Cevallos Ramos mintió con descaro al decir a la televisión que había sido puesto en libertad ese mismo día por la mañana. Si es que de verdad estuvo secuestrado, su liberación se dio más de una semana antes de que hiciera el numerito de las rosas para su novia y de la cita de memoria a El Quijote. La máscara del perdón a sus presuntos captores no fue suficiente para ocultar su soberbia tradicional, pues terminó regañando a los reporteros presentes y asegurando que su asunto es de interés para todo el país.

El propio Diego echó a perder la escenificación

El engaño a quienes veíamos la noticia de su “liberación” quitó efectos a la obra teatral. Cuando menos cometió estos errores:

a) Aunque la barba con que se hizo presente era muy abultada y crecida, estaba cuidadosamente peinada, lo mismo que el pelo que además estaba recortado.

b) Su discurso fue inteligible y no varió del que le conocíamos. Ninguna huella del trauma que dejaría un secuestro de siete meses se le notó.

c) Como animal político que es, aprovechó las cámaras para hacerse pasar como “benevolente” al perdonar a sus captores, pero tomando la precaución de dejar al gobierno la tarea de resolver el caso.

d) Portaba una ropa a la medida y limpia, misma que aseguró le dieron sus captores.

e) Él mismo manejaba su Mercedes Benz, como si no le hubiese causado la menor molestia el presunto cautiverio.

Como sea, es positivo que esté con vida y que vuelva a las lides partidarias para que en México se confronten las posturas de la derecha cavernaria y saqueadora, que él representa, con la de una auténtica izquierda que retire al país de la orilla del abismo a donde lo tienen los neoliberales.

1/enero/11.

Fuente: APIA VIRTUAL

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